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Informe Especial: el proyecto de nuevo museo en la ESMA y las voces de los sobrevivientes

Escrito por el enero 31, 2014


Víctor Basterra dice que no quiere
un Disneylandia en la ESMA

(Por La Retaguardia) El acuerdo entre el macrismo y el kirchnerismo para disolver el IEM y pasar a la órbita nacional los ex CCDTyE de la CABA sería publicado en el boletín oficial la semana entrante.
La Retaguardia accedió al proyecto de museo que fue presentado en noviembre de 2013 para remplazar al que existe actualmente en el Casino de Oficiales de la ex ESMA ¿Qué tipo de museo quiere el gobierno en la ESMA?, ¿Por qué se oponen tantos sobrevivientes? Aquí tenés un recorrido por el proyecto y las opiniones de los sobrevivientes Basterra, Fukman, Lordkipanidse y Barros, más el aporte de Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea fundadora y del fiscal de la causa ESMA III, Guillermo Friele.

Así se presenta el proyecto para la ESMA

En el comienzo de la carpeta que contiene el proyecto de más de 300 páginas se habla del “Concepto ideológico”. Allí se hace referencia a que el museo sería llevado a cabo “desde el consenso”. “Esta propuesta es el resultado de muchos años de lucha y debate”, se sostiene en otro párrafo. Más adelante puede leerse en el mismo sentido: “Se realizaron presentaciones en Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Asociación Madres de Plaza de Mayo, H.I.J.O.S., Cels, Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, Defensoría del Pueblo, sobrevivientes”, entre otros. Lo que no aclara es cuáles fueron los resultados de esas presentaciones y por qué no fueron consultados otros organismos. Diferentes actores involucrados, entre ellos muchos de los sobrevivientes y familiares de víctimas, mostraron no solo su desacuerdo con el proyecto, sino también enojo y profunda tristeza.
Nora Cortiñas, en recientes declaraciones a Oral y Público, afirmó: “no quiero que termine siendo un lugar banalizado y que un día la gente vaya allí como un entretenimiento. Que los sábados y domingos vayan y que mientras ellos entran en esas salas que sí muestran el horror, sus hijos estén distrayéndose. Yo no soy fatalista ni negativa, pero así como existe un Auschwitz y los lugares de exterminio del mundo para no olvidar, así como cuando se recorren estos países donde el nazismo hizo también el desquicio y el horror, que podamos ver esos lugares respetados, y si tiene que ser con dramatismo que sea con dramatismo porque el horror ocurrió. Yo estoy en desacuerdo total con lo que quieren hacer en el Edificio Cuatro Columnas y en el Casino. En la Argentina el horror existió y no lo podemos borrar y en ese lugar, la ESMA, todavía hay mucha memoria para trabajar, todavía la justicia tiene mucho para hacer, entonces no se puede desvirtuar. Seguiremos trabajando con esto y veremos cómo se puede parar”, sostuvo la integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, que es parte del Consejo Directivo del IEM.

Las voces de los sobrevivientes

Osvaldo Barros estuvo secuestrado en la ESMA entre agosto de 1979 y febrero de 1980. Durante una entrevista realizada para un transmisión especial de la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA), dejó la voz de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) a la que pertenece: “en nuestra opinión esto le va a quitar todo el sentido a lo que ahí ocurrió. Se va a ir transformando en un show mediático. Por ejemplo, el salón dorado era el salón de fiestas del Casino. Incluso se hacían fiestas mientras estábamos ahí secuestrados. Recuerdo estar en Capucha (uno de los lugares donde se arrojaba a los prisioneros) y escuchar la música, los gritos del baile. Ese lugar además funcionó como centro de inteligencia donde se planificaban los secuestros y exterminio, y ahora está programado poner luces y fotos con caras de compañeros y de secuestradores. También pretenden poner fuentes con agua y juego de luces en el medio del lugar dónde había mano de obra esclava de los compañeros, donde se los torturaba”. Barros hace referencia a la primera propuesta, que luego sufrió algunas modificaciones. En la de noviembre de 2013 a la que accedió La Retaguardia, las fuentes de agua en el subsuelo ya no figuran, tras haber recibido puntualmente duras críticas en el mismo sentido que las de Barros. La AEDD no fue consultada en tanto organismo de derechos humanos, lo que se desprende también del mismo proyecto, ya que esta organización no figura entre los organismos consultados, aunque sí participaron de las reuniones para sobrevivientes algunos de sus integrantes.

Recordar o resignificar

Hall central de arriba a abajo:
hoy, dibujo y proyecto

Otro integrante de la AEDD, Carlos Lordkipanidse, estuvo en la ESMA desde noviembre de 1978 hasta mediados de 1981, cuando recibió el “beneficio” de la libertad vigilada, que consistía en recibir visitas y llamadas de control en el domicilio. Esto sucedió hasta 1983, cuando se fugó con su familia a Brasil y luego a Suecia, donde permaneció hasta 1987. Lordkipanidse se refirió a la iniciativa elaborada respecto a la ESMA desde la Secretaría General de la Presidencia, en especial para el edificio donde se encuentra el Casino de Oficiales. Durante una entrevista con La Retaguardia realizada esta semana, expresó: “nuestra lucha no abarca solamente el hecho de oponernos a esto que se pretende hacer en el Casino por montones de razones, sino que también se trata de la desnaturalización que se le dio al conjunto de la ESMA, a esta resignificación que se le pretende dar desde el gobierno en el sentido de que este es un lugar donde tiene que haber vida, alegría y una serie de cosas más, cuando en realidad eso pasa por encima de los sentimientos de por lo menos cinco mil familiares directos de las víctimas que pasaron por ese lugar”, aseveró el Sueco Lordkipanidse.
De nuevo en la carpeta de presentación, podemos leer: “El proyecto que presentamos resignificará en una narración sostenida por un sistema de dispositivos museográficos esta maquinaria de la muerte (…) Comprendemos que vivenciar el horror, al menos parcialmente, que allí aconteció, es impactante, movilizador, doloroso. Por ello, el tenor de la intervención no será infinitamente denso. Dará al visitante la oportunidad de recomponerse, reflexionar y generar una representación propia de lo visto y experimentado”.
Víctor Basterra es contundente: “para mí a la ESMA no hay que resignificarla. Ese lugar se resiginifica solo”. Basterra también es sobreviviente de la ESMA. Estuvo allí secuestrado entre agosto de 1979 y diciembre de 1983, los últimos dos años con el “beneficio” perverso de las salidas diarias: “desde ese momento sentí que no era el único que estaba secuestrado, sino que también quedaba secuestrada mi familia”, explicó en su última declaración judicial en la Causa ESMA, una más de tantas desde el Juicio a las Juntas. Basterra podía salir pero debía volver a su cautiverio, que incluía trabajo bajo el régimen de mano de obra esclava. Recibió visitas de marinos en su casa ya restaurada la democracia, en 1984. Es integrante del Consejo directivo del IEM y actual guía en las visitas. Basterra cuenta cuál fue la primera reacción que tuvieron al enterarse de la movida: “con un grupo de sobrevivientes nos opusimos abierta y directamente a que se hiciera algo en el Casino, ya que para nosotros tiene que quedar tal cual está y que nadie meta la mano”, le dijo a La Retaguardia. Conviene aclarar que el “tal cual está” no implica que allí no haya nada. El museo que está señalizado actualmente y que es abierto al público, no altera los espacios, que permanecen tal cual los dejó la marina al entregarlos, pero explica qué sucedió en cada lugar tanto con señales como con el relato de los guías que están en sus puestos tras haber compartido tiempo y experiencias con los sobrevivientes.

Disneylandia

Basterra recordó cómo fue el día que se abrió el debate en la Secretaría de Derechos Humanos: “yo planteé que no solamente estábamos los sobrevivientes sino también las guías que hacen el recorrido todos los días. Y Oscar Parrilli (Secretario General de la Presidencia) nos vino a mostrar todos los visitantes que tiene la Casa de Gobierno y los pocos que tiene la ESMA; pero a mí no me importa eso, yo no quiero hacer un Disneylandia de esto”, dijo, indignado, y siguió: “esto no es una atracción turística, esto es un recordatorio. Si alguien quiere ir como turista será para saber la historia argentina y cuáles son las consecuencias y el contexto en el que se dieron las cosas. Cuando uno va a Auschwitz sabe que ahí sucedió un Holocausto, una cosa espantosa, pero la ESMA da lugar a muchas interpretaciones porque hay un montón de expresiones que se están dando en este momento que no tienen nada que ver con la tragedia que sucedió en la Argentina. Acá te dicen que hay que cubrirlo con alegría, pero así estás buscando el olvido, más tarde o temprano vas a decir que nos reconciliemos con las fuerzas armadas, incluso con aquellos que torturaron e hicieron desaparecer gente, pero yo aspiraría a que nunca suceda eso, por eso estamos tomando las prevenciones”, .
El concepto de Disneylandia al que se refiere Basterra, también fue utilizado por HIJOS La Plata, que presentó un informe llamado “La Disneylandia de Fresneda y Parrilli”, donde se oponen abiertamente a la modificación del actual museo.
En esta nota intentamos contemplar la opinión de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación pero, hasta ahora, el resultado fue negativo.

Los claroscuros de Capucha

El sector Capucha hoy

“Proponemos utilizar dos tipos de tratamientos museográficos: intervenciones tradicionales (historiográficas) a través de paneles, gráficas, fotografías, audiovisuales, objetos, documentos, noticias periodísticas, ilustraciones, testimonios, que provean de información racional (…). Intervenciones contemporáneas (vivenciales) que apelen a las sensaciones, emociones, vivencias, que impulsen la curiosidad, la elaboración y la interpretación de los hechos y su carga simbólica”. Esto se lograría a través de “dispositivos de última tecnología como el mapping, hologramas, iluminación, sonido, temperaturas”.
El proyecto del gobierno, por ejemplo, menciona que para el sector Capucha, uno de los lugares de tortura, donde permanecían arrojados los secuestrados, se prevé la colocación de una tarima que “contiene una pequeña elevación en los bordes para invitar al visitante a recorrer el sitio sobre esta contención. Recurriendo al par ‘luz-penumbra’, las cinco ventanas de Capucha tendrán un sistema de oscurecimiento automático que cíclicamente permita la doble lectura: luz artificial – horror / luz natural – esperanza”.

Capucha y los claroscuros planeados

Al respecto, Lordkipanidse señaló: “acá hay un proyecto que dice ‘vamos a hacer esto, vamos a hacer lo otro’, habla de los claroscuros de las cosas, cuando en Capucha nunca hubo luz natural, siempre estuvo todo tapiado, no había ventanas que dieran luz natural, hay incluso interpretaciones que son caprichosas hasta en el sentido estético, si uno quiere”.
A su vez remarcó que mantienen su postura en relación a que el horror en la ESMA no transcurrió solamente en el Casino de Oficiales, sino en la totalidad del predio de diecisiete hectáreas: “además del Campo de Deportes, que todavía está en manos de la Marina, donde todos sabemos que ahí se cremaban los cuerpos de los compañeros que fallecían en la tortura o que llegaban muertos a la ESMA por haber resistido a la detención o al secuestro”, afirmó.

El museo y el juicio

Enrique Fukman pasó por la ESMA entre noviembre de 1978 y febrero de 1980. También pertenece a la Asociación ex Detenidos Desaparecidos. En una visita a la ESMA guiada por sobrevivientes, en junio de 2013, en la que pusieron al tanto de la situación a organizaciones sociales y periodistas, Fukman detalló: “el lugar quedó igual que como la Marina lo dejó y ese fue justamente un pedido que hicimos en su momento los organismos. No queremos reconstrucciones, ni camas de tortura, nada de morbo. Creemos que el hecho de cómo lo dejaron tiene que ver con el accionar genocida, haberlo dejado todo limpio tiene que ver con el accionar de la dictadura”.
El punto B del proyecto, que describe el “Concepto museográfico”, en un destacado aclara que no se quiere reconstruir las herramientas de las prácticas genocidas, y continúa: “El edificio no se toca. Como imagen podríamos pensar en que es una puesta museográfica que se desenchufa; se recogen los elementos expuestos y el edificio queda tal cual lo encontramos. Llegamos a esta concepción a partir de: los debates existentes sobre el poder del vacío, dar cuenta fehaciente de cómo se encontró el inmueble en el 2004 y la experiencia de las visitas guiadas hasta la fecha”.
Barros resalta todas las pruebas que aparecieron en los últimos años: “el Casino de Oficiales sigue hablando a través de las inscripciones que dejaron los sobrevivientes y compañeros desaparecidos en distintos lugares del Casino, y esto se ve reflejado a partir del trabajo que está realizando un equipo de restauradores, museólogos que investiga cada centímetro cuadrado para ver si se encuentran alguna otra cosa. Fue así que se encontraron inscripciones en el sector de Capuchita, la parte más alta del Casino, donde muchos compañeros estuvieron secuestrados. En otros sectores del segundo piso donde dormían oficiales, pero también donde hubo compañeros secuestrados aparecieron inscripciones. El último caso fue una inscripción que encontraron en Capuchita, debajo del tanque de agua aparecía una hoz y el martillo y una sigla J.D.D. Pensando, ubicando los tiempos se dieron cuenta los museólogos que esa era la firma de un compañero llamado De Marco que es sobreviviente pero que nunca supo dónde había estado, y ahora este año, después de treinta y pico de años, conoció dónde estuvo secuestrado en la ESMA, este es un caso emblemático de por qué no se puede tocar nada de ese lugar”, explicó Barros.
En el mismo sentido, entendiendo al edificio como una prueba judicial, el fiscal que actúa en el tercer tramo de la causa, Guillermo Friele, en dialogo con Oral y Público, expresó: “nosotros tomamos conocimiento del proyecto porque justamente la AEDD presentó una medida cautelar para que no se modifique. En su momento respondimos al TOF 5 que entendíamos que esa medida cautelar estaba vigente porque había sido dictada por el juez (de instrucción) Sergio Torres, que sigue siendo competente porque sigue habiendo tramos de la ESMA investigándose. (…) Como se sigue investigando, recabando datos, información en cuanto a nuevas víctimas, creo que en el proceso de conocimiento que estamos llevando adelante en todas las instancias judiciales esto va a seguir ocurriendo, y justamente es el juez de instrucción el que dice que no se le puede modificar el estado de cosas porque hay que seguir investigando”.

Lordkipanidse también criticó que estos cambios se realicen durante el desarrollo del tercer tramo del juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA, una causa que tiene una cuarta etapa en instrucción, por lo que existen pruebas en el predio que podrían sumarse a la investigación: “yo tengo conocimiento de que en el transcurso del año pasado por lo menos tres compañeros que estuvieron detenidos-desaparecidos durante el año ’76, los primeros períodos de los tiempos del golpe, los años más duros de la existencia de la ESMA como centro clandestino, ingresaron al predio por primera vez después de treinta y pico de años. Yo, que ya ingresé muchas veces, los veía a ellos transportarse, como yo me había transportado la primera vez que ingresé en ese lugar, porque yo creo que uno no es dueño ni siquiera de sus propios pasos cuando vuelve a ingresar a ese espacio. Es como que a uno lo vuelven a llevar, lo vuelven a bajar del Falcon y vuelve a bajar la escalerita al sótano y vuelve a revivir todo como si hubiera ocurrido en aquel momento. Este testimonio trasladado al desarrollo del juicio que se está llevando adelante y del próximo que va a empezar es de fundamental importancia, porque es la prueba, es lo que demuestra la existencia del horror, del genocidio, de lo que allí pasó. Entonces ahora uno se va a encontrar con que hay una estación de vidrio que te interrumpe el paso, alguien que transitó por esos lugares solamente con una capucha puesta sobre la cabeza y se acuerda que los números de escalones que hay son ocho, nueve, diez, tres, tres, ocho, nueve y diez, como yo lo recuerdo, ahora se va a encontrar con un vidrio; si eso lo hace con los ojos cerrados se va a chocar con un vidrio”. Los sobrevivientes hablan y logran conmover aún cuando muchas de sus historias hayan sido escuchadas con anterioridad.
La memoria es del pueblo

En diálogo con La Retaguardia, Lordkipanidse sostuvo que esta situación le hizo recordar a la visita a la Argentina en plena dictadura cívico militar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tras las denuncias de lo que estaba ocurriendo, particularmente en la ESMA: “lo que hicieron los Marinos fue modificar la ESMA evitando el recorrido de alguna persona que haya sobrevivido a ese lugar y que lo haya transitado con la capucha puesta. Cambiaron el sentido de las escaleras, sacaron el ascensor, tapiaron una puerta que figuraba en un lugar y la pusieron en otro; entonces ese que entraba a la ESMA nuevamente con los ojos cerrados se encontraba con que las cosas habían cambiado. Ahora que esto lo pretenda hacer la actual administración gubernamental de la Nación en la ESMA, hacer exactamente lo mismo que pretendieron los marinos, o sea modificar el lugar al punto que no se lo reconozca, a mí me parece lo más bajo… más bajo que esto no se puede caer”, aseveró Lordkipanidse con dureza.

Habrá lugar para recordar la acción de bajar los cuadros de
los genocidas

 “Desde la Asociación tenemos el mismo posicionamiento desde el principio mismo de la existencia de este centro clandestino de detención en manos de las víctimas, tras habérselo sacado a los marinos –explicó Lordkipanidse–, entendiendo como víctimas a la totalidad del pueblo argentino. Los que pasamos por ahí o sufrimos ese lugar, es decir las víctimas directas, no somos las víctimas exclusivas, por eso decimos y sostenemos, tal como lo hicimos hace poco cuando realizamos una manifestación político cultural en la puerta de la ESMA, que la memoria es del pueblo y no de alguien en particular que se siente dueño de la memoria y la interpreta, exponiéndola desde un lugar como la verdad absoluta”.
“El Dorado se inicia con una estación, en la que el visitante participará de una acción que hemos dado en llamar ´de cuadros bajados´, entre paños opacos proponemos la instalación de un conjunto de treinta cuadros con sus marcos en los que se proyectarán las fotografías de los represores, que en lugar de estar colgadas en la pared, están apoyadas en el piso. Esta acción se complementa con el oscurecimiento cíclico de la sala por medio de unas cortinas automáticas, y la proyección al costado de cada uno de los cuadros de estado procesal de cada uno de los represores. Al mismo tiempo, la fotografía en uniforme de cada uno de los marinos será reemplazada por su fotografía durante los juicios”. Basterra también fue duro al referirse a este punto: habló de “intento de hegemonía”, para referirse al estilo de avanzar contra toda opinión, sea quien fuere el que se opone y sus argumentos.

Testigos sobrevivientes

Testigos sobrevivientes puede sonar reiterativo. Hasta aquí alcanza con decir solo testigo o solo sobreviviente, y se sobreentiende la referencia a aquellos que consiguieron atravesar la muerte y seguir con vida alzando sus voces. Sin embargo, la repetición de conceptos podría volverse necesaria.
Los textos que poblarán los paneles de las diferentes estaciones del nuevo museo serán sometidos aún a correcciones y cambios, pero en el proyecto a noviembre de 2013, uno de los primeros dice: “A partir de aquí comenzaremos a vivir una experiencia que nos transformará en testigos. Está en cada uno de nosotros la responsabilidad de transmitir a la humanidad este testimonio de verdad, justicia y memoria. Por nuestra historia. Por nuestro presente. Por nuestro futuro”. La figura del testigo, en el contexto de lo que conocemos como Terrorismo de Estado, es esencial. Cada una de las historias que conocemos de aquella época son parte de nuestra historia gracias al rescate que, una y otra vez, los testigos -en tanto sobreviventes- han dejado durante las instancias judiciales abiertas desde la confección del informe de la Conadep (conocido como Nunca Más) hasta la fecha. Sin ese aporte, podríamos suponer, pero nunca saber de manera fehaciente y mucho menos podríamos juzgar a los responsables. Cualquiera de las anécdotas -algunas tenebrosas, otras esperanzadoras- que quienes permanecieron desaparecidos en la ESMA relatan, parecen intransferibles. Pensar que los visitantes podríamos convertirnos en testigos, parece al menos muy pretencioso y corre el riesgo de subvaluar el rol que los sobrevivientes.
Muchos integrantes de organismos de derechos humanos, al igual que muchos sobrevivientes, se preguntan por qué se quiere llevar adelante este proyecto museográfico, qué necesidad existe de poner en marcha esta iniciativa, a pesar de los rechazos y repudios recibidos. “A mí todo esto me provoca en principio preguntas –reflexionó en el mismo sentido Lordkipanidse–: ¿quién es el que dice ‘yo quiero que esto se haga’?, porque hay alguien que evidentemente se siente dueño de una situación y dice ‘yo acá voy a hacer esto’, y me pregunto por qué quiere hacer esto esta persona, o este grupo de personas. Lo primero que me pregunto es el por qué. Y el por qué surge de una cuestión sencilla y simple: este lugar, y el edificio de Oficiales particularmente, funcionó con estas características durante diez años, con los guías tradicionales que los hemos formado nosotros, los sobrevivientes, en función del relato de lo allí ocurrido, sin ninguna clase de dificultad y en forma efectiva en el sentido de que nosotros admiramos el trabajo de estos muchachos y muchachas que trabajan como guías, que han mantenido este relato con veracidad durante tanto tiempo. Ahora lo que se pretende hacer con esto es justamente quitar este relato y constituir uno que es abrumador e individual. Ahora la gente ya no va más en grupo, la construcción de esta forma de visita a la ESMA es de carácter individual, donde uno va atravesando pasillos y se va enterando de cuestiones en la medida en que apriete los botones correctos o se lleve las sorpresas estas de luces que se prenden y apagan, sonidos que surgen y desaparecen. Me sigo preguntando por qué y para qué, si esto se ha podido mantener y ha funcionado en forma correcta, ahora esta gente pretende instalar esta cuestión”.

¿Ahora es cuándo?

Más allá de las valoraciones que se puedan hacer una vez leído el texto de presentación del museo proyectado, de las opiniones en contra o a favor, la pregunta acerca de la oportunidad de la presentación del proyecto está latente.
“Esta propuesta es posible ahora porque hay una fuerte convicción y voluntad política desde el Estado argentino. Porque hay justicia. Se están llevando a cabo los juicios. Porque ha transcurrido el tiempo necesario que permite conjugar la articulación necesaria entre memoria e historia”, dice en otro pasaje de la presentación del nuevo museo.

En declaraciones a La Retaguardia, las reflexiones de Victor Basterra dan cuenta de que ese tiempo transcurrido no es suficiente: “si quieren hacer algo que lo hagan dentro de cien años, pero mientras estemos los sobrevivientes ahí dando testimonio, no. Cuando estemos muertos puede que sí; será sobre nuestras cenizas, pero ya será otra historia. Además, aspiran a que las visitas sean interactivas para cuando nosotros no estemos, pero eso que lo dejen justamente para cuando no estemos. Sin embargo ellos lo quieren hacer para el 2014”.
Las sillas aferradas al piso representarían el trabajo esclavo
Carlos Lordkipanidse compartió con Victor Basterra un año y medio de cautiverio en la ESMA: “trabajás o te morís, ellos manejaban el concepto de trabajo, nosotros el de esclavitud”, afirmó el Sueco Lordkipanidse en una charla con Oral y Público. En el proyecto de museo, el trabajo esclavo estará representado por sillas “ancladas, aferradas a la tarima para que no se puedan mover”.
Acostumbrados a luchar, los sobrevivientes citados en esta nota están decididos a dar pelea y revertir esta situación. Lordkipanidse afirmó que queda por delante una larga tarea para revertir lo que está ocurriendo, que requerirá del esfuerzo de muchos: “es vergonzoso lo que está pasando, y tenemos que pasar esto como superamos tiempos más difíciles. En la ESMA estaban Acosta, Astiz y todos los marinos, ahora ya no están más y para que eso ocurriese se luchó mucho y se los pudo sacar de ahí. Qué quieren decir estas cuestiones de que ahora Mauricio Macri le pasa los CCD al gobierno nacional por un período de veinte años sin usufructo en forma gratuita, ¿qué estamos siguiendo la voluntad de Macri respecto a los CCD? Son varias las preguntas a hacerse, pretendo y trato de mantener la calma porque esto me pone muy nervioso, me angustia mucho y tal vez me haga decir cosas que no debería, pero esta situación tenemos que revertirla de alguna manera y va a implicar un tiempo de lucha y sacrificio”. Otra vez la resistencia. Los sobrevivientes saben algo de eso.


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  1. Anónimo   /   febrero 1, 2014, (3:14 am)

    Hay algo concreto? más alla´de las reuniones, llegaran a un acuerdo en este doloroso tema la ciudad y el estado-nacional? con frases com " sería publicado en el boletín oficial la semana entrante" hacemos un culto al clarinismo de la nación; que como diria Benedetti Mario muestran diariamente su amargura por las medidas y realizaciones del gobierno nacional encabezado por la compañera Cristina Fernandez. Justamente cuando los enemigos de la patria estan protestando, sabemos en quien confiar, pues no sabemos bien hacia donde vamos, pero tenemos claro quienes son los amigos y quienes los enemigos. Yo no estoy a favor de la farandulización de la esma ni del casino de oficiales, quiero que todo quede tal cual esta hoy, vacío materialmente pero cargado de símbolos que se perciben y sienten permanentemente a cada paso, en cada recorrida con los guías o en cada visita generando una emoción inconmensurable. Ahora me cuesta mucho creer, entender, que este gobierno, que esta llevando adelante una verdadera tarea pedagógica verdaderamente monumental, y que es atacado por los grupos concentrados, como se ve en estos días, un gobierno, un proyecto que comenzó cuando nestor kirchner en ese congreso nacional manifestó que formaba parte de una generación diezmada e incitó a todas/os a no dejar los ideales en la puerta de la casa rosada y lo llevo a la practica. Y la presi que encabezó algunas de las medidas que soñábamos en los 70 y cuando el centro clandestino gozaba de total impunidad en la coqueta avenida del libertador, "no se detenga el centinela abrirá fuego" . Bueno da para muchisimo pero no creo que este gobierno, que maneja el estado nacional por delegación de la mayoría del pueblo en su conjunto, transforme a la esma en un tren fantasma de disney. Respeto y valoro la opinión de los sobrevivientes.

  2. la retaguardia   /   febrero 4, 2014, (2:59 am)

    Ricardo: gracias por la pregunta. Concreto es todo lo que publicamos. El proyecto oficial, el presupuesto del IEM en 0 y todos los otros datos de esta serie de notas.
    Por otro lado, Clarín no inventó el uso del condicional en el periodismo. En todo caso, abusó de él. Nosotros lo usamos porque intentamos ser serios: hay indicios fuertes, hay un consejero del IEM que vio el acuerdo, varios que nos dicen que esta semana sale publicado en el boletín oficial, etc. Pero, como no lo vimos, no tenemos una foto para mostrar (como si la hay para cada una de las otras cosas que decimos), usamos el condicional. Clarín no publicó nada. Acá estamos nosotros haciéndolo, porque nos interesa lo que vaya a ocurrir en estos lugares de horror que hoy son museos y que, como vos también pensás, creemos que deberían quedar como lo entregaron los milicos. Abrazos, LR

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