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“Ni Tsipras ni Syriza pagarán el costo, sino el pueblo griego y los pueblos de la región”

Escrito por el febrero 27, 2016


A un año de las elecciones en Grecia y del triunfo de Syriza, aquel partido cuyas reivindicaciones de izquierda deslumbraron a los movimientos populares del mundo entero, y la crisis originada en este período por el pago indiscriminado del líder Tsipras a la banca internacional, Luis Angió dialogó en Otras Voces… Otras Propuestas, por Radio La Retaguardia, con un ex integrante del gobierno, Costas Isijos. El dirigente relató cómo se produjo la ruptura de todo un grupo de militantes y funcionarios, la conformación de un nuevo partido y las perspectivas políticas y económicas de Grecia. Actualmente es miembro de la Secretaría Política y Secretario de Relaciones Internacionales y por la Defensa del partido Unidad Popular, el desprendimiento de Syriza. (Por La Retaguardia)

Foto: el Partenón griego


—Costas Isijos: Uno tiene que ver las raíces de cómo comenzó Syriza siendo un partido mayoritario en la sociedad, hegemónico en ideas, progresista, ideas de ruptura con los acreedores y con los planes de ajuste. Esta continúa situación que nos ha llevado como país y como pueblo a una situación muy difícil, con uno de los porcentajes más alto de desempleo en Europa y en los jóvenes el más alto (más del 50 % en los jóvenes de menos de 35 años). Un país que sigue siendo número uno en la gente que se va del país, jóvenes en su mayoría; un país que no puede crear trabajo, que está completamente dominado por la oligarquía griega y los acreedores, especialmente de la oligarquía alemana y francesa.
Syriza comenzó tratando de abrir sus políticas, políticas que lo llevaron al gobierno, políticas de independencia social, independencia de un país completamente dominado hasta entonces por todos los intereses internacionales, especialmente por parte del imperialismo norteamericano y europeo. Pero, desgraciadamente, después de cinco meses de gobierno, Alexis Tsipras decidió firmar un tercer paquete de la continuación de estas políticas en este momento. Eso creó una gran crisis dentro del partido. Más de seis ministros nos fuimos, no podíamos seguir implementando estas políticas que están en contra de nuestros principios y también en contra de los intereses sociales y los movimientos sociales que nos apoyaron muchísimo para llegar a donde habíamos llegado. Se creó una ruptura no solamente dentro del partido, sino una ruptura de Syriza con las clases populares. Syriza se convirtió en un partido que desgraciadamente ya es un partido del sistema —partido sistémico, como decimos acá—, como la Nueva Democracia o el PASOK, partidos que ya juegan un papel de cómo dirigir la situación y la crisis, y no tratar de romper con la crisis.
Unidad Popular fue creada dentro de dos semanas después de la ruptura. Es un frente de movimientos sociales y políticos, pero no tuvo el tiempo de hacerse conocido en el resto del país en las elecciones, elecciones en las cuales llevó Alexis dentro de veinticinco días, un récord casi mundial, sin tener nosotros dinero, sin tener ningún tipo de ayuda de parte del sistema en la cual también podíamos tener una posición en los medios de información para darle a conocer a la gente quiénes somos y por qué estamos haciendo esta ruptura y por qué no llegó la política hegemónica de liderazgo de Syriza a esta ruptura.
Ahora la situación no solamente está como estaba anteriormente, está mucho peor porque estamos en una región geográfica donde hay una situación geopolítica extremadamente peligrosa, una confrontación de grandes poderes, Ucrania hasta el África del norte, Medio Oriente. Estamos en un triángulo en el cual al norte está la crisis de Ucrania; al sur, la crisis de Libia y el norte de África, y al este, el Medio Oriente, Siria. Esto ha creado una hecatombe de muertos, de gente que ha sufrido muchísimo perdiendo sus casas, sus propiedades, millones de refugiados que están entrando en Turquía y de ahí salen por la costa de Asia Menor hacia el mar Egeo y de ahí a Europa. Grecia en este momento es una puerta de esta gente que quiere salir de esta región, refugiados de guerra, la mayoría; pero también muchos inmigrantes que vienen de otras regiones, con Etiopía, Afganistán, África central. Turquía se ha convertido en un país donde las mafias manejan la cuestión económica y la orientación de esta gente hacia el mar Egeo. Y al mismo tiempo tenemos el despertar de la extrema derecha y de los partidos neonazis, que en Europa están creciendo muchísimo, especialmente en Europa del este, en  los países bálticos, donde se rechaza a esta gente como si no fueran seres humanos. Grecia está en una situación muy difícil porque no tiene la situación económica y social para poder atender a cientos de miles de personas, las cuales necesitan asistencia médica, comida, tienen que acomodarse en casas para poder pasar por lo que están pasando y llegar a su destino, que generalmente es Europa central, Europa del norte, Canadá, Estados Unidos. Se encuentran en Grecia encerrados, y se está acumulando aquí una gran multitud de personas con las cuales no hay ningún tipo de asistencia mínima. Hay miles de organizaciones de todo el mundo que están participando para aliviar y ayudar a esta gente, que, generalmente, muchos de ellos no llegan a pisar tierra porque se ahogan en el mar.

Costas Isijos

—Otras voces, otras propuestas: En enero hubo doscientas personas que fallecieron.

—CI: Son miles y miles de personas, la mayoría, niños o ancianos que no pueden sobrevivir diez o quince millas para llegar a tierra griegas. Eso es una tragedia increíble en la cual el mundo y, tengo que destacar, las Naciones Unidas no están cumpliendo su deber. Esto es una tragedia internacional, no es un problema bilateral entre dos países.

—OV… OP: Fuiste viceministro de Defensa en el Gobierno de Syriza. En ese momento uno de los postulados era desprenderse de la OTAN. No sólo no sucedió eso, sino que hubo acuerdos con Israel.

—CI: Esa es otra de las tragedias de la política exterior que está siguiendo este gobierno. Grecia se está convirtiendo en uno de los más fieles aliados del Estado de Israel y de los intereses norteamericanos en la región. Nuestros buques de guerra están en disposición total a la OTAN. Se firmó un acuerdo hace pocos días entre Tsipras y Erdogan —que está llevando una guerra terrible contra los kurdos, no solamente dentro de Turquía, al norte de Siria, con cientos de miles de refugiados y muertos; un régimen totalitario y bélico que está llevando una campaña de terror contra las minorías étnicas y religiosas de la región—. El pacto está dentro del contexto de la OTAN y de Estados Unidos de crear una armada naval en la región no para ayudar a los refugiados, como se dice —porque eso lo podrían hacer desde el territorio turco; no se necesita que los ayuden cuando se están ahogando, si lo quieren hacer—, sino para tener presencia militar en la región en contrapeso con la presencia rusa en Siria. Esta es una situación completamente diferente a lo que tendría que hacer un partido de izquierda. Esto no es izquierda para nada, esto no es progresismo para nada; esto, desgraciadamente, es un disfraz político e ideológico donde el costo no lo va a pagar Tsipras ni Syriza ni el partido, sino el pueblo griego y los pueblos de la región.
Nosotros estamos en alerta para poder seguir luchando en los movimientos sociales y para darle a conocer a la gente que este es un callejón sin salida si seguimos con estas políticas dentro de la OTAN y dentro de la Unión Europea, que son políticas extremadamente conservadoras, neoimperialistas y neocoloniales en la región.

—OV… OP: ¿Influyó en las elecciones una suerte de resignación en el pueblo griego?

—CI: Es así. Tuvimos más de un millón de persona que no fueron a votar. La abstención fue la más alta en los últimos treinta y cinco años. Especialmente, los que no votaron fueron las clases populares y la juventud. Teniendo en cuenta que tuvimos un referéndum en contra de los acreedores y sus políticas que llevó al 62 %, una victoria increíble para este Gobierno, una victoria en la que el no a los acreedores se convirtió en un sí y en una forma para el tercer acuerdo dentro de tres días, eso llenó de desilusión a la gente, la llenó de un sentimiento de traición. Muy enojada contra el sistema político, no podía separar a voces o a personas, o a grupos o a referentes políticos como Unidad Popular y otros partidos de izquierda, los cuales eran firmen y estaban en pie para seguir luchando. Mucha de esta gente entró a la política por otra vía por la cual entramos nosotros. Esta gente no estaba politizada, no tenía orientación ideológica o programática; eran sectores populares, los cuales por primera vez soñaron con un país de justicia social, de paz, de traer mejores días, salarios, condiciones de salud y de educación a estas clases populares. Esto no pasó, así que esta gente se retiró del campo de lucha y del campo social. Creo que esto no va a durar mucho, porque este pueblo tiene una historia de luchas muy fuerte, y soy muy optimista en que en las próximos meses tendremos una situación completamente diferente en el país y en la región.

—OV… OP: Hace pocos días hubo una movilización de ganaderos, ¿crece la organización sindical?

—CI: Fue una muy movilización muy grande. Ya tuvimos dos huelgas generales con este Gobierno que no tiene más de tres meses de vida contra la reducción de salarios y jubilación, que son parte de las políticas de la troika, de los acreedores, que el Gobierno está implementando —como lo hicieron los Gobiernos anteriores—, y la gente ya se está poniendo en pie, especialmente los sindicatos y los movimientos sociales. Esto va a seguir así. Ahora tenemos un gran problema con la gente que trabaja en el campo. Están sufriendo una política combativa de parte de los bancos, donde el Gobierno está implementando políticas en la cuales ellos van a estar completamente aislados de la producción. Se va a reducir muchísimo la producción agrícola en este país, aumentando las importaciones y destruyendo los trabajos en el campo. Este también es otro sector importantísimo. Atenas y otras grandes ciudades en el país ya están rodeadas por miles y miles de tractores en las rutas, en las calles pidiendo el apoyo popular. Este es un país que no se puede quedar calmo con lo que está pasando.
Por supuesto, hay retrocesos, hay un pesimismo que dura un poco de tiempo después de esta derrota tan importante, histórica para el movimiento progresista en el país con lo que sufrió con Syriza. Pero yo sigo siendo optimista y como argentino y latinoamericano, aunque estemos a miles de kilómetros de distancia, hay similitudes increíbles en cómo se comportan mucho las oligarquías, los medios informativos sistémicos, los medios de información poderosos y, especialmente, los grandes poderes, los cuales hacen todo lo posible para crear retrocesos para los movimientos sociales y populares, que siguen luchando y conquistando más y más espacio para hacer más hábiles en poder concretar sus propuestas.

—OV… OP: Había sectores completamente despolitizados que en Syriza veían una esperanza. Además de griegos, había organizaciones sociales y políticas de Europa que habían ido a ver esa experiencia y las expectativas para sus países y sus movimientos a partir del triunfo de un gobierno que se decía de izquierda y progresista. ¿Cómo está repercutiendo eso?

—CI: Eso tiene un peso negativo en otros sectores en Italia, Portugal, España. Aquí tuvimos la oportunidad histórica de tener un primer Gobierno de izquierda en una Europa completamente neoliberal y neoconservadora. Esto podía crear espacios en expansión y de multiplicar este ejemplo con sus propias particularidades en cada país, algo que le puso un freno en este proceso. Desgraciadamente, Syriza ya está casi aislado de estos movimientos populares y sociales progresistas de izquierda, movimientos de obreros y campesinos, y se está acercando ya ideológicamente muchísimo, y en nivel organizativo, a la ya derrotada, en mi opinión personal, a la socialdemocracia europea, con la cual Tsipras se encuentra muchísimo con Matteo Renzi y con Hollande. Esta es gente que maneja los sistemas teniendo una posición, entre comillas, progresista, pero que siguen el mismo camino neoliberal que han seguido sus predecesores en el mundo conservador. El acercamiento de Alexis a estos partidos ha creado un hueco, otro centro progresista de izquierda a nivel social y político en Europa. Pero Unidad Popular está tratando de llevar a cabo una formación de alianzas sociales y políticas con Mélenchon, con Varoufakis, con Lafontaine, gente que por supuesto proviene de la socialdemocracia, de la izquierda europea, pero tiene otras vías y rutas para romper con el sistema hegemónico, con las oligarquías alemanas y francesas, especialmente. Estas son nuevas experiencias y nuevos caminos que uno tiene que ver cómo crear alianzas a nivel europeo.

—OV… OP: ¿Se transformó, también, la relación de Syriza en carácter de aliado con América Latina, especialmente Chávez y Maduro, y en España con Podemos?

—CI: Son casos diferentes. Yo diría que con Venezuela las relaciones ahora son frías a pesar de que de parte de ambos gobiernos existen personas que están interesadas en crear lazos más importantes a nivel económico, bilateral y político también; pero son minorías, especialmente en Grecia. Y con Podemos sigue existiendo una relación personal entre Alexis e Iglesias, pero se ha debilitado mucho la acción común que existía entre ambos partidos a nivel europeo.

—OV… OP: ¿Ahora hay un vínculo más estrecho con Varoufakis?

—CI: Sí. Varoufakis, exministro de Finanzas (del primer gobierno de Tsipras), trabaja ahora a nivel europeo. Por supuesto que colabora con nosotros —tenemos una relación de Unidad Popular bastante buena—, pero también con la expresidenta del Parlamento griego, Zoé Konstandopulu, que con Yanis están trabajando en el campo europeo y están tratando de mantener y reforzar relaciones de la izquierda griega y del mundo progresista griego con diferentes grupos en Europa. Están haciendo bastante bien ese trabajo. Dentro de ese campo, se encuentra gente de Podemos y de Unidad Popular de España. Yo soy bastante optimista con que nuestros compañeros en Europa van a seguir avanzando.

—OV… OP: ¿Ustedes siguen manteniendo el escaño que tienen en el Parlamento Europeo?

—CI: Es así. Con Nikolaos Chounti, miembro de Unidad Popular. Y con Sofia Sakorafa, que se fue del grupo europarlamentario de Syriza. Es independiente, colabora también con Unidad Popular. Son dos voces en el Parlamento Europeo que nos ayudan muchísimo para que se sepa en Bruselas lo que está pasando en Grecia y también para que puedan presentar propuestas y tomar iniciativas en acciones necesarias en este momento, especialmente en la cuestión de los refugiados y el problema geopolítico que existe en la región con la guerra en Siria, etcétera.

—OV… OP: Las izquierdas en Argentina habían tenido una especial expectativa en el proceso de Syriza. Luego de las crisis y la ruptura, fue difícil obtener información fehaciente, los medios de comunicación prácticamente no tocan el tema.

—CI: Siempre es necesario el papel que están jugando los medios de información alternativos, tan importantes para que haya información que no llegan por los caminos, como dicen los anglosajones de “política correcta”. Esta manera de pasar la información fast food¬, donde uno lo que escucha en un canal lo escucha en otro y en otro y en otro, y solamente se multiplica una información, la cual siempre en los detalles quedan huecos muy importantes.
Fue una alegría y un honor hablar contigo, que nos puedan escuchar compañeros y amigos de los procesos progresistas en Europa. Estaremos en contacto como estuvimos en el pasado. Estamos acá para lo que necesiten. No se olviden que acá seguimos en lucha, en pie, como ustedes también lo están haciendo. Hay que estrechar un poquito los lazos, no solamente a nivel informativo, sino en otros para poder conseguir más optimismo y conseguir más espacios para seguir

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