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Milani detenido: y ahora, ¿quién podrá defenderme?

Por LR oficial en Derechos Humanos, Nacionales

El ex jefe del ejército quedó detenido hoy en La Rioja tras haber sido indagado en la causa que investiga los secuestros de Alfredo Ramón Olivera, su padre Pedro y también de Verónica Matta. Luego de haber recurrido a todos los caminos judiciales posibles para evitarlo, tuvo que prestar declaración indagatoria por la causa que investiga la desaparición del soldado Ledo en la provincia de Tucumán. Sin embargo, allí no quedó detenido y el juez Poviña aún debe definir si lo procesa. En la causa por la que fue detenido, la sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal a cargo de los jueces Hernán Borinsky, Juan Carlos Gemigniani y Gustavo Hornos, rechazó ayer un pedido de nulidad del llamado a indagatoria presentado por la defensa de Milani, por lo que hoy tuvo que declarar. En el programa radial Oral y Público Fernando Tebele dialogó con Graciela Ledo, hermana del conscripto desaparecido en Tucumán, que sigue denunciando al ex subteniente como partícipe del secuestro de quien era su asistente. (Por La Retaguardia)

Foto (Telam): dos… son las causas en las que Milani tiene problemas.

La detención de Milani ya no sorprende a quienes rodean las causas por crímenes de lesa humanidad. De no haber sido citado nunca, el ex jefe de ejército pasó a ser indagado en dos causas en provincias distintas en solo una semana. Y se había visto obligado a intentar defenderse, con suerte errática, a través de entrevistas con medios de comunicación tradicionales.
El año pasado concedió una entrevista a Daniel Tognetti y Raúl Kolmann, en Radio del Plata. La Retaguardia conversó unos días después con Alfredo Ramón Olivera, uno de los querellantes en la causa por la que hoy Milani quedó detenido.

Milani: El señor Olivera habla de un Teniente, yo no era Teniente sino Subteniente. Algún medio de comunicación dijo que tenía 31 años, yo nunca aparenté mayor edad de la que tenía, tenía 21 años. En ese contexto, Olivera menciona que alguien fue a detener al padre, nada más. Después empezó a agregar el tema de los tormentos, etcétera. Bueno, yo no estuve en el lugar de los hechos. Llama la atención que el propio Olivera, en un libro sobre derechos humanos de La Rioja, menciona a los supuestos responsables de la violación a los derechos humanos. A pesar de que él habla de un Teniente Milani, después, en la carátula del libro, cuando menciona a los responsables, a mí no me nombra. Dice que se olvidó. También se olvidó durante cuarenta años de querellar.

Olivera escuchó su defensa y le respondió: “En el año ’79 yo hice esta declaración en la causa donde estaba detenido. Él estaba, en ese momento, en Entre Ríos. Fue citado por el juez y declaró. No puede decir que recién lo involucro ahora. Además, yo no dije nunca que tenía 31 años. Jamás dije eso. Yo sé que tiene uno o dos más que yo. Yo tenía 21, no él, cuando me detienen seguramente tenía 22 porque es de la clase 54 y yo de la clase 55. No podemos tener la misma edad. Eso es falso. Yo informé que era un joven alto, rubio, con una apariencia de los soldados nazis. Eso dije alguna vez para algún medio de comunicación”, aclaró Olivera. “Por otra parte -aseguró- yo no escribí ningún libro. En el año ’84, Menem creó una Comisión Provincial de Derechos Humanos para evaluar las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar. Su función era similar a la CONADEP. De esa Comisión yo fui secretario de actuación. El papel protagónico, por supuesto, lo tenían abogados, médicos, sacerdotes, profesores. Diez miembros la integraron y dos secretarios. Tomábamos declaraciones de la gente que se presentaba a denunciar los apremios ilegales. Ese documento va a tener una parte, un complemento final, que dice ‘personas mencionadas en las declaraciones’. Es la parte final, un documento final. Allí se deslizó que no está el nombre de Milani. No lo dice, como no dice otros nombres. De ninguna manera ese pedacito que es un complemento del libro Nunca Más riojano objeta el testimonio que está claro”, señaló. Por otra parte, Olivera sostiene que, cuando Milani dijo que no estaba en la provincia, sí estaba, y lo acredita su legajo: “Está en la justicia y nos lo han entregado, está especificado que él estaba de guardia el día que hizo el allanamiento en la casa de mi padre, donde se lo llevó detenido. Más aún, digo, horas después, dice el legajo personal, fue arrestado por no haberse presentado al oficial superior para dar las novedades por encontrarse en el Casino de Oficiales. Está perfectamente clara su participación. Lo que dice son soberanas mentiras. A esta altura estoy acostumbrado”, lamentó. Además, amplió Olivera: “En 1984 yo hago mi propia declaración de la Comisión Provincial de Derechos Humanos. En ese testimonio lo vuelvo a mencionar. Lo ratifiqué en 1986. El juez se declaró incompetente y envió los originales de la Comisión, los testimonios, al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y una copia al juzgado federal. Desde ese entonces dormía en el juzgado en virtud de las leyes de punto final y obediencia debida. En la denuncia de 1979 también se declara incompetente el juez federal, el mismo que nos incentivó a denunciar los apremios ilegales. Es decir que también eso pasó a la justicia militar. En el mismo año, de la justicia militar un coronel o alguien de alto rango me pidió que ratifique o rectifique mi denuncia de apremios ilegales y yo la ratifiqué”, concluyó.

La causa Ledo

“Hay una fotocopia con una firma, esa es el acta. No sé si la hice o no la hice, pero el acta de deserción es un trámite administrativo en el que se asentaba que un soldado había desertado, que lo hice a 40 kilómetros del lugar donde se produjeron los hechos y aproximadamente diez días después. Esto, ¿en qué me involucra con el hecho? (…) Ustedes dicen que (a Ledo) lo mataron, a mi no me consta absolutamente”, declaró Milani hace un año en Radio del Plata en el programa de Daniel Tognetti

“La declaración de Milani me produjo sensaciones encontradas. Por un lado, hacer un recorrido por todo lo vivido y pensar que esta era una de las instancias que siempre habíamos esperado, ir conociendo a cada uno de los responsables de la desaparición de mi hermano. Primero, mami, con su lucha de años, luego cuando ya no pudo viajar tomé yo esa lucha en mis manos. Ha sido duro”, recapituló Ledo. Sobre el encubrimiento, explicó: “Ha tenido privilegios este hombre. Ha tenido el amparo del poder, de la justicia, y ha gozado de una impunidad de muchos años. Ser jefe de inteligencia le ha permitido borrar huellas, comprar influencias, comprar testigos, todo eso no tiene que suceder en una democracia. Cuando iba viajando a la indagatoria pensaba que no se iba a presentar, pero este juez, Fernando Poviña, se había puesto firme y si no venía lo iba a detener, entonces tuvo que ir. No se dejó ver con nadie, ni con los periodistas”, contó la hermana del desaparecido. Además, aclaró: “En la indagatoria él tiene derecho a no decir la verdad. Pensábamos que iba a quedar detenido pero no se dio. La actitud fue muy débil y timorata de parte del fiscal, que no pidió la dentención y el juez tampoco tomó la decisión. Esperamos que en los diez días hábiles que vienen el juez proceda con todas las pruebas que hay y dictamine que Milani debe ser incluido en el proceso y siga investigando de manera que lleguemos pronto al juicio. Esa es mi expectativa, mi esperanza, por lo que de ahora en más vamos a luchar con mis abogados”, aseguró.

La versión de él

“Él dice que a mi hermano no lo conocía y que no reconoce su firma en el acta. Está mintiendo totalmente porque es imposible que no lo conociera. Era un muchacho que le servía de asistente, que hacía la parte administrativa, cantaba, tocaba la guitarra, y en la noche que lo hicieron desaparecer estuvieron en un fogón cantando y tocando la guitarra. Es el mismo que los primeros días de su ingreso en el servicio militar estaba junto al grupo de muchachos que él tomaba para para tomar mate y empezar a investigar su ideología”, contó Ledo. Además, explicó cómo investigaba a los conscriptos: “Les preguntaba qué opinaban del gobierno de Isabel Martínez, qué opinaban de los grupos terroristas, cómo les decían, sus apodos, típico del personal de inteligencia”, aseguró.
Él dice que no reconoce su firma, pero se contradice mucho porque justifica que eran actos burocráticos y por lo tanto no tenía la obligación de investigar él y que por su graduación y su edad está liberado de toda culpa. Es decir, se corresponde más bien con los argumentos de la Ley de Obediencia Debida que ya no existe”, denunció Ledo.

El sustento

“Nosotros reconstruimos esta historia con sus dichos y con los testimonios de sus compañeros. Hay un chico que no era compañero de él pero era amigo y fue desde Catamarca también a colaborar con el Operativo Independencia y dice que intercambiaron unas palabras y se dijeron que ambos eran asistentes de respectivos subtenientes y Alberto le contó que asistía al teniente Milani”, aseguró. “El asistente era el que le mantenía la ropa, la cama, le llevaba su correspondencia. Los testigos tienen mucha valentía, han abierto su corazón. Mi hermano era una persona muy querible, no tenía enemigos, era muy generoso, muy tierno en toda su persona. Algunos me dijeron ‘yo voy a declarar’, otros primero no sabían, dudaban. En las conversaciones que tuvimos fuimos reconstruyendo sus testimonios”, recordó con cariño. “Algunos tuvieron miedo y después dijeron que no recordaban cosas que ellos sabían efectivamente. Dios los juzgará en algún momento e irán a reconocer que se equivocaron pero hay otros que con gran valentía y sin obtener ningún beneficio porque nosotros somos una familia muy humilde, no pudimos contribuirles con absolutamente nada”, dijo sobre el vínculo con los testigos.

La expectativa y la lucha 

Sobre la esperanza por el procesamiento, Ledo, antes de la detención de hoy, explicó: “No sé qué puede pasar, concretamente. Pruebas tienen para procesarlo por los delitos por los que se lo imputa, que son leves, porque nuestra querella había pedido una imputación más grave. Yo puedo decir mis esperanzas pero concretamente no sé cuál es la decisión que va a tomar el juez porque ha tenido algunas actuaciones buenas en el juicio por el Ingenio Ledesma y es reconocido por eso. Espero que siga siendo reconocido por esta causa que es emblemática y debe quemar en las manos por la envergadura de uno de los imputados, por la trascendencia mediática que ha tenido en la sociedad”. En relación al apoyo, aseguró: “Ayer me acompañaron cientos de tucumanos frente al juzgado bajo un sol terrible y fueron unos cuantos riojanos también a acompañar. Mi familia se siente acompañada y respaldada por todo el cariño de esta gente y la compañía y la militancia. Tanto es así que, siendo un tipo tan poderoso, habiendo recibido nosotros y nuestros abogados amenazas, yo no he sentido miedo ni de caminar en esta ciudad ni en Tucumán ni en ningún otro lugar. Me he sentido siempre acompañada”, destacó. “Quien quiere la verdad y ha luchado tanto no debe tener miedo porque mi hermano se merece esto y mucho más. Mi mamá siempre estuvo atenta a todo, ahora no puede viajar por su artrosis pero ahora recibió a la prensa en mi casa, contó sus años de lucha, sus desilusiones por el abandono que sufrió por parte de sus compañeras de lucha. Todo esto es lo que vivió una madre pero también miles de madres”, consideró Ledo.

Pero así como llegó el día de la indagatoria tan esperada por ella, hoy se dio un paso más en la búsqueda de justicia. Milani está preso. Y ahora, sin poder, habrá que ver si todavía alguien lo defiende.