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César Milani irá a juicio oral

Por LR oficial en Derechos Humanos, Justicia

El ex jefe del Ejército, será enjuiciado por la causa que investiga la privación ilegal de la libertad y tormentos a Pedro Adán Olivera y su hijo, Ramón Alfredo Olivera. La elevación a juicio la dictó el juez federal de La Rioja, Daniel Herrera Piedrabuena. En la causa también están imputados el ex juez federal Roberto Catalán y Solano Alfredo Santacroce, ex oficial del Ejército. La abogada Viviana Reinoso, querellante en la causa, habló con Fernando Tebele en el programa Oral y Público de Radio La Retaguardia y amplió la información. (Por La Retaguardia)

Foto: Milani, quizá indicando la cantidad de secuestros por los que irá a juicio (Télam)

Milani fue jefe del Ejército desde julio de 2013 hasta junio del 2015. Durante muchos años evadió a la Justicia por las causas de delitos contra la humanidad de las que se lo acusaba, hasta que en febrero de este año se declaró su detención. Ahora, la causa de los Olivera, por la que se lo imputa, fue elevada a juicio. La doctora Reinoso contó a La Retaguardia cómo fue este proceso e informó por qué fue solamente por los Olivera y no incluyó a Verónica Matta, quien también sufrió el secuestro y torturas por el grupo comandando por Milani: “El 24 de octubre el juez federal de La Rioja dictó el auto de elevación a juicio a la causa donde se investiga la privación ilegal de la libertad y tormentos de Pedro Adán Olivera y de su hijo, Ramón Alfredo Olivera. Los imputados son César Milani, el ex juez federal Roberto Catalán y también Solano Alfredo Santacroce, quien revistaba en las filas del Ejército en la época de los hechos. Previo al dictado del auto a elevación a juicio, hay una situación pendiente que tiene que ver con el hecho nominado III, donde se investiga la privación ilegal de la libertad y los tormentos en contra de Verónica Matta. Ese tramo continúa sin investigar. El juez federal de la Rioja y la Cámara Federal de Apelaciones de Córdoba confirmaron la falta de mérito. En nuestra querella no somos apoderadas de Verónica Matta, pero el haber participado del juicio y tener acceso a todas las pruebas nos permite decir que también se encuentra la privación ilegal de Verónica, los tormentos y la participación de César Milani en los mismos.  Serán juzgados el hecho I y II, queda pendiente el III”, explicó la abogada querellante de la causa.
Reinoso advirtió que el juicio se demorará ya que el Tribunal Oral y Federal de La Rioja no está conformado porque se siguen atrasando las designaciones de los jueces y ante la falta de magistrados en La Rioja deberán ser de otras provincias: “Vamos a tener una demora porque el Tribunal de La Rioja no se encuentra integrado. Se van a producir las designaciones por parte de la Cámara de Casación Penal hasta que quede firme el Tribunal. No se puede conformar con jueces de la provincia porque no tenemos. Se está conformando con miembros de otros Tribunales Orales Federales, tanto de Córdoba como de Tucumán. En la última megacausa que tuvimos, la integración se hizo con jueces de Catamarca y de Tucumán. Primero es necesario tener el tribunal para poder avanzar en la causa. Por parte del Tribunal se hará la citación a juicio y, en su momento, la fecha del debate. Esperemos que la misma tenga lugar en el año 2018, para que se pueda seguir avanzando con la causa”, se esperanzó la abogada y agregó que mientras tanto “Milani continúa detenido en el hospital-cárcel de Ezeiza”.

Los secuestros de los Olivera

Reinoso explicó detalladamente cómo fueron las detenciones ilegales de los Olivera en la época de la dictadura y en qué consistió la participación de César Milani, además de los otros imputados: “En el caso de Olivera padre, el 12 de marzo de 1977, aproximadamente a las 4 de la mañana, irrumpió un operativo de fuerzas conjuntas, militares y policiales, comandadas por Milani, que en ese momento revistaba como subteniente del Batallón de Ingenieros 141 de La Rioja. Tuvo lugar un allanamiento ilegal y violento. Estas fuerzas iban armadas. Ingresaron rompiendo vidrios de las ventanas en la casa, levantaron a toda la familia y los pusieron a todos contra la pared, las mujeres semi vestidas. Milani les dijo que lo llevaban a Pedro Adan Olivera para averiguación de antecedentes, por supuesto sin exhibir ningún tipo de orden judicial a los fines de la detención ni tampoco del allanamiento. Por eso está probado que estamos frente a un caso de allanamiento y de privación ilegal de la libertad, dicho de otra forma, el secuestro de Pedro Adán Olivera. Fue trasladado al Instituto de Rehabilitación Social.  Esto ha quedado probado en la causa de Menéndez I, que es una megacausa que se realizó también en el Tribunal Oral y Federal de La Rioja. En esa cárcel ha funcionado un centro clandestino de detención de personas. Por un lado, estaba el pabellón de los presos comunes y, por otro lado, el pabellón de todas estas personas que estaban secuestradas, incomunicadas y que habían sido detenidas sin orden del juez. Tampoco estaban a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, porque los decretos fueron posteriores al secuestro. Pedro Adán Olivera fue alojado en una celda y fue torturado, según el testimonio de Antonio Cano y de Miguel Godoy. Ellos eran otros detenidos políticos que lo conocían a Olivera y tuvieron la oportunidad de ver el estado en el que el mismo había quedado después de las torturas. Estuvo dos días allí alojado a disposición del área 314, el Batallón de Ingenieros 141 de La Rioja. Las pruebas documentales están en el cuaderno de ingresos y egresos del Instituto de Rehabilitación Social que obran como prueba en el expediente. A los dos días, Olivera fue dejado tirado en el porche de su casa con un Accidente Cerebro Vascular (ACV) y con una hemiplejía izquierda. De esas lesiones jamás puedo recuperarse hasta que se produjo con posterioridad su fallecimiento”, relató.
El caso de Ramón Alfredo Olivera, hijo de Pedro Adán, comprueba la participación de Santacroce y de Catalán, además de las denuncias a Milani ya desde esa misma época del Terrorismo de Estado: “Fue detenido en su lugar de trabajo, también por un comando conjunto. El operativo de su secuestro fue comandado por Alfredo Solano Santacroce, que en ese momento revistaba como sargento en las filas del Ejército. Lo llevaron también al Instituto de Rehabilitación Social, por supuesto sin orden de juez, y el decreto del PEN también se dictó con posterioridad. Estamos en presencia de secuestros lisos y llanos. Estaban incomunicados. Después de los 15 días que se produjo la detención de Alfredo, fue llevado al Juzgado Federal de La Rioja y se lo puso a disposición del juez. Allí denunció frente al mismo juez (Roberto) Catalán los tormentos de los que él había sido víctima. Hizo la denuncia en el año 1979. En ese año, él ya indicó a Milani como uno de los autores de los tormentos psicológicos de los que fue víctima en el Juzgado Federal de La Rioja. Es la razón por la que esta querella acusó a Milani como autor del delito de tormentos, a diferencia de la Fiscalía, que lo hizo como partícipe necesario de los delitos de tormento” expresó Reinoso.

Los otros imputados, Catalán y Santacroce

El ex juez Roberto Catalán también será juzgado en la causa por su participación necesaria en los secuestros y tormentos a los Olivera; por tener conocimiento de la ilegalidad de sus detenciones en el Instituto de Rehabilitación Social y por ignorar las denuncias producidas en aquel entonces: “No solo por la denuncia del ’79, que Catalán tomó y se declaró incompetente -la giró al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas- sino porque Catalán estaba al tanto de todas las detenciones y les dio un supuesto marco de legalidad a todas estas detenciones ilegales de las que él tenía pleno conocimiento. Así también como en el Instituto de Rehabilitación Social, donde los detenidos eran torturados y sometidos a salvajes vejámenes. Catalán ya fue condenado en la causa de Menéndez I y también se lo hizo como integrante de asociación ilícita. Como no se lo puede imputar dos veces por el mismo delito de asociación ilícita, en la causa de Olivera sube como partícipe necesario de los delitos de privación ilegal de la libertad y tormentos, tanto de Pedro Adán Olivera como de Ramón Alfredo Olivera. (La imputación) es fundamentalmente porque era juez y porque tenía pleno conocimiento. Está probado en la causa Menéndez I, que es prueba para la causa de Olivera, que Catalán asistía al IRS y tenía pleno conocimiento de la situación en la que se encontraban los detenidos. Es más, existen innumerables testimonios referidos a haber denunciado frente a Catalán los tormentos, en ese momento como apremios ilegales. Todos los imputados de esa época, entre los que se encontraba Milani, salieron sobreseídos”, relató la doctora Reinoso en charla con Fernando Tebele durante el programa del juicio a los genocidas.
Santacroce, represor y torturador, fue reconocido en pleno centro de detención por Alfredo Olivera debido a la impunidad con la que se manejaban estos genocidas: “Santacroce era sargento en esa oportunidad. Intervino en la detención de Alfredo Olivera en la Municipalidad del Departamento Capital. Posteriormente, Alfredo Olivera lo reconoció en un galpón donde fue torturado porque Santacroce le dijo tocayo. Alfredo es Ramón Alfredo Olivera y Santacroce es Solano Alfredo Santacroce. Allí le reconoció la voz, al llamarlo tocayo. Si bien estaba vendado, Alfredo lo reconoció como integrante de las personas que estaban torturando”, comentó Reinoso, destacando la importancia de los testimonios de los sobrevivientes para poder enjuiciar a los genocidas.
Precisamente, el valor de los testigos Cano y Godoy lograron mantener en el tiempo la denuncia contra Milani, a pesar de las maniobras dilatorias del ex jefe del Ejército, hasta que por fin se consiguió su detención y ahora su enjuiciamiento: “Fue bastante complicado lograr la imputación. La primera imputación de Milani la hace un fiscal, que es un abogado de la matrícula. Los fiscales de la constitución imputaban a Menéndez, que era el comandante del III Cuerpo del Ejército del que dependía La Rioja, pero a Milani no lo imputaban. Pasaron muchísimos años, en los que Milani recusó a todos los fiscales, en una maniobra claramente dilatoria, hasta que se integró la lista de fiscales con abogados de la matrícula. Es allí que el doctor Luis Martínez produjo el primer requerimiento de instrucción donde se plantea concretamente la imputación de Milani en los hechos de la privación ilegal de la libertad y tormentos de Pedro Adán Olivera y de Ramón Alfredo Olivera. Es muy valiosa la actuación de este colega de La Rioja”, destacó Reinoso.

La continuidad y el sostén de los juicios

Por último, la abogada se refirió a la demora que se ve en muchos de los juicios a genocidas y afirmó que, para ella, la principal causa es debido a los políticas del gobierno macrista por encima de las maniobras que utilizan los represores y sus familiares para dilatar las audiencias: “El problema no son las maniobras dilatorias de los genocidas sino es la política del gobierno actual de debilitamiento de la política de Memoria, Verdad y Justicia; con el desmantelamiento de Libertad Arias y la falta de cobertura de los tribunales. Hace ya dos años que en el Tribunal de La Rioja se han concursado los cargos y todavía no se hicieron las designaciones. Esto no es casual sino que forma parte de una política donde se tiende, sin lugar a dudas, a la impunidad biológica. No te sorprenda que en el caso de (Alberto Agapito) Ledo, el principal imputado que es el ex capitán (Esteban) Sanguinetti se encuentra en libertad por el asesinato de Alberto Ledo. Tenemos a los dirigentes sociales encarcelados y por otro lado, tenemos a los genocidas que se pasean con nuestros hijos por las calles. Eso no forma parte de las maniobras dilatorias de los genocidas sino de una política de Estado”, repudió.
La abogada Reinoso, querellante en la causa contra el ex jefe del Ejército, detalló las maniobras realizadas para esquivar a la Justicia: “Milani ha venido planteando excepciones desde el primer día que compareció al juicio. No es solo la apelación del procesamiento sino que ha recurrido absolutamente todo. Ha planteado nulidades de cada acto procesal y las ha llevado a todas en la Corte. Esto se había convertido en una calesita hasta que el juez Piedrabuena decidió, ahora en febrero del 2017, quitar indagatoria y detenerlo. Desde el año 2013 venimos dando esta vuelta”, agregó.

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