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“Estoy tratando de adecuarme a esta nueva vida que generó el macrismo”

Por LR oficial en CABA, Represión del día, Violencia institucional

Lo dijo Horacio Ramos, militante del FOL, que perdió un ojo producto de un disparo de un policía durante la represión del lunes 18 de diciembre en la Plaza de los Dos Congresos. Ramos habló con Alfredo Grande en el programa Sueños Posibles por Radio La Retaguardia y contó cómo fue el ataque que le cambió la vida. (Por La Retaguardia)

Foto de Agustina Salinas

“Yo participo de un movimiento social, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), dentro del cual participo en una cooperativa de una herrería de capacitación y de producción”, se presentó Ramos y agregó: “Decidimos participar y apoyar el reclamo de los jubilados; este robo que vuelve a repetir el neoliberalismo. Ahora con el macrismo y también con Patricia Bullrich como cuando expropiaron a los jubilados. Es la misma política que vuelve a aparecer”, opinó
Horacio revivió los hechos de aquella nefasta cacería salvaje que llevó adelante la policía respondiendo las órdenes del Gobierno nacional y contó sobre el momento en que lo atacaron: “Me vi envuelto en la ferocidad de la represión policial. Esta gente, con la sangre en el ojo, salió a cazar jóvenes que habían quedado por ahí y se desquitaron con ellos. Los movimientos sociales nos retiramos tranquilos. El lunes la concurrencia fue mucho mayor y la puesta del Gobierno también fue mucho mayor. En las calles, produjeron una avalancha. No teníamos lugar para correr. Estábamos aplastándonos entre nosotros y los policías estaban a metros. Hubo gente desmayada, fue un desastre. La gente, con mucha rabia, reaccionó, pero el poco de la gente no es comparable con la ferocidad de ellos que en el transcurso del tiempo se demostró. Vi que venían chicos ensangrentados, una chica que apenas podía caminar y otro joven con la cara llena de perdigones. Me conmoví mucho con eso y traté de acercarme para ayudar a desalojar los heridos. En ese avance mío, vi que un policía de experiencia, corpulento, me apuntó y me tiró directamente a la cara, a unos 10 o 12 metros. Inmediatamente el ojo se me apagó. Me lo tapé y me di cuenta que había perdido el ojo”, relató Ramos en Sueños Posibles por Radio La Retaguardia.
Ramos comparó el accionar violento de la policía de ahora con la de la dictadura, confesó que podría haber quedado ciego y continuó su relato contando cómo fue agredido en el centro de atención de Emergencias de la Ciudad, mientras aguardaba por la ambulancia que lo trasladara al hospital: “Ellos tienen instrucciones de tirar a las piernas o al piso, para que los perdigones reboten, pierdan fuerza, se dispersen y le peguen a más gente. Hablaba con un amigo que vivió los años ’70 y me decía que entonces no hacían esas barbaridades de tirar a la cara, hacían otras barbaridades. Así como fui yo, hubo otros más con impactos en la cara. A mí me pegó un perdigón en el ojo derecho y me pegó otro en la ceja izquierda. Si no era por una madera que había en el medio, me dejaba ciego o me mataba. Después de ahí, me puse a caminar por atrás ayudado por compañeros del FOL y me llevaron a la casa de las Madres. Ahí me atendieron por primera vez, me taparon, me sacaron y no había ambulancias. Tenía que irme para Alsina, pero estaba la policía. La gente no se quería ir y ellos atropellaron con sus motos y con sus armas. Después vino la gente de Casa Patria y me llevaron a un hospital. Crucé toda la Plaza, hasta la calle Rodríguez Peña, me dijeron. Ahí me volvieron a mirar, me taparon la herida y me llevaron a la carpa del 103. Tenían ambulancia para dentro de una hora y media. Yo no sabía qué hacer, tenía miedo por la hemorragia. Me quisieron dejar en una camilla que estaba llena de palos y de cascos, esa protección y blindaje que usa la policía. Los corrí y se cayeron al piso. Cuando me acosté se me vino al humo uno del 103 y me pegó. De atrás me insultaron y me pegaron otros dos policías. Levanté la carpa y salí a la calle, a los gritos. Traté de volver a Casa (Fundación) Patria y me encontré con gente de la Defensoría del Pueblo. Les conté lo que había pasado y les pedí que me acompañaran a la ambulancia. Cuando me llevaron, pasamos por la carpa del 103 y estaban ahí no más las ambulancias. No tenía que esperar una hora y media. Me llevaron al (Hospital de Oftalmología) Santa Lucía y me hicieron una operación de urgencia. Tuve tres intervenciones. La tercera terminó con la evisceración. Como no pudieron sacarme el proyectil, me sacaron el ojo. El lunes me dieron el alta y ahora estoy tratando de adecuarme. Cuando se me van los dolores de la anestesia, me aparecen los dolores de los golpes de la posta sanitaria del 103, que en ese momento ni los sentía. Estoy tratando de adecuarme a esta nueva vida que generó el macrismo. No sé si voy a poder seguir trabajando de herrero”, lamentó Ramos que tuvo que soportar agresiones incluso después de recibir la herida que le arrancó el ojo.
Ramos fue uno de los 5 heridos de bala en el ojo durante la represión, entre los que también se cuenta el policía infiltrado que visitó Macri y trabajaba en la sección Robos y Hurtos y un cartonero que nada tenía que ver con la manifestación en defensa de los jubilados: “Hubo 5 heridos de bala en el ojo. Un cartonero que pasaba con su carro y le tiraron también directamente en la cara. Después, hubo 10 heridos más en la cara de distinta gravedad. Esto muestra una forma nueva de operar de la policía con órdenes directas del Gobierno, de generar inválidos. Esto es una cosa muy grave. Cambia las normas de convivencia democrática. Es una declaración de guerra contra ciudadanos”, apuntó.
Para terminar, Ramos hizo una evaluación política del momento que atravesamos y fue muy crítico con el Gobierno de Mauricio Macri: “Este Gobierno viene por todo. Viene por derrumbar todas las conquistas sociales de los últimos 60 años. Es una locura lo que pretende hacer. Es inviable. Así terminó la república oligárquica de los años ’30, de crisis en crisis. No es un modelo nuevo, no es un ‘Cambiemos’. Es un cambio para su uso empresario, para su gente. Después se irán con su plata a otro lado”, señaló y expresó estar muy contento por la reacción popular tras la sanción de la ley que recorta los haberes jubilatorios: “La gente quedó muy indignada. Yo estaba en el hospital y escuchaba a la gente caceroleando. Fue una sensación increíble, escuchar a la gente cantar y gritar. Fue algo muy hermoso, me dio mucha fuerza. Saber que los argentinos estamos despertando de nuevo y que no nos vamos a dejar avasallar por este individuo que está completamente ajeno a cualquier interés nacional. Ellos reprimen y mutilan a todos. Nosotros tenemos que estar unidos para condicionarlos. Sin unidad este hombre va a seguir haciendo desastre”, evaluó Horacio Ramos que por último pidió registros de las personas que pudieran llegar a haber presenciado y documentado la agresión que sufrió: “Necesito testigos de los hechos y fotos”, cerró.