radio
Radio en vivo
La Retaguardia

Rocío Girat: «El asunto fue dos mujeres juntas»

Por LR oficial en #NiUnaMenos, CABA, Género y Diversidad, Violencia institucional

Así describió la esposa de Mariana Gómez al episodio de violencia institucional y lesboodio que ambas sufrieron el 2 de octubre en la estación de Constitución. El policía Jonathan Rojo, con la excusa de que estaban fumando en un lugar prohibido -mientras decenas de otras personas también lo hacían-, las increpó y agredió y trató a Mariana de ‘pibe’. Finalmente, Mariana fue detenida y hoy pesa sobre ella un procesamiento por lesiones graves y desacato a la autoridad, confirmado en segunda instancia. Su pareja, Rocío Girat, viene de desarrollar una larga lucha para condenar a su progenitor Marcelo Girat, Suboficial Naval, por abuso sexual durante cuatro años de su adolescencia, por espisodios ocurridos tanto en su casa como en la Base Naval de Mar del Plata. Hoy, el Estado la vuelve a victimizar. (Por La Retaguardia)

Foto: Rocío y Mariana se besan durante una protesta por la judicialización a la que están sometidas (Gala Abramovich)

La escena

«Mariana me había acompañado al trabajo, se largó a llover y nos quedamos en Constitución charlando y fumando. En diagonal a nosotros estaba el personal de Metrovías y el policía. Personal de Metrovías se acercó a decirnos que apagáramos los cigarrillos, mientras había cincuenta personas fumando. Estaba lloviendo, le dijimos que los terminábamos y nos íbamos. Sin embargo, llamó al policía que fue directamente a Mariana, la trató como ‘pibe'», explicó Rocío. «Cuando ambas nos estábamos yendo, se le puso adelante y le dijo ‘Pibe, vos no te vas a ningún lado, vas a ser detenido’. Hasta el momento no había ningún conflicto. En ese momento, el policía la empujó, se armó un forcejeo y llamó a personal femenino porque Mariana se lo pidió, gritaba ‘¡Soy mujer! Si me vas a tocar o a llevarme detenida llamá a personal femenino’. La gente empezó a filmar y a ponerse alrededor de nosotras al ver el conflicto de un hombre forcejeando con Mariana, queriendo reducirla y tirarla al piso. Nosotras decimos que esa fue una situación de lesboodio, porque sí nos vieron. Nosotras los vimos mirándonos, que hablaban entre ellos. ‘Tenés un cigarrillo’ fue la excusa perfecta para acercarse. Incluso, la gente que se acercó a filmar cuando Mariana estaba esposada en el piso estaba fumando al lado de los policías. El asunto no fue un cigarrillo, el asunto fue dos mujeres juntas», denunció. Para Rocío, «se la agarraron con la lesbiana visible de la pareja como pasa en la mayoría de las situaciones en que las lesbianas somos agredidas y discriminadas. Siempre hay una parte que yo la veo más pesada, porque si fuera una situación igualitaria, en este momento yo tendría que estar procesada igual que Mariana porque yo también estaba fumando y dije lo mismo que ella. Pero conmigo tuvieron otro trato, todo el tiempo me trataron como la amiga. No me quisieron decir a dónde se la llevaban a ella cuando soy su familiar más cercano, soy su esposa. Para decírmelo, me hicieron llenar una planilla en la que el policía me iba pidiendo nombre, apellido, dirección, cuando llegamos al estado civil le dije ‘casada’ y me pidió un comprobante para acreditar eso», contó. «Todo eso para decirme a dónde se la iban a llevar a Mariana que estaba hacía dos horas esposada en Constitución. Le mostré la libreta de matrimonio, que la tengo en la billetera porque andamos con el papel encima y él de todas formas anotó que estoy soltera. Si eso no es lesboodio, ¿qué es? Hay muchísimas cosas que nos atraviesan como sociedad, como mujeres, que no se hace nada, y es doloroso ver cómo se ensañan con dos minas que no molestan a nadie. Porque nosotras, más que estar juntas, no estábamos haciendo nada. No atacamos a nadie, no insultamos a policías, nada, estábamos juntas», insistió la joven.

¿Qué pueden un par de tetas?

«La acusación contra Mariana es por desacato a la autoridad y lesiones graves. Esas lesiones fueron provocadas por su defensa. Yo también estaba diciendo que por favor la dejaran, que no le pegaran. Mi preocupación es porque una jueza mujer, una mujer que tiene pechos, avala la idea de que una persona, Mariana, pueda atacar a alguien por ejemplo con sus tetas, a golpes de pecho. Me retumba eso en la cabeza. Si hay una Justicia que avala eso, ¿qué puedo esperar? La verdad, estoy preocupada. Es bizarro leer la imputación de Mariana y que en palabras de la jueza diga ‘no es dato menor que según Jonathan Rojo, que es el policía, su pareja dijo que Mariana se pone violenta'», expresó con indignación y continuó: «Un policía dice que yo dije algo y la jueza no me escucha a mí. No quiere saber lo que viví yo. No puedo creer que no nos escuche, que no mire los videos en los que se ve la agresión policial. Ahora, pidió la elevación a juicio con las pruebas que hay», aseguró al confirmar que nunca fue llamada a declarar.

No están solas

«Desde ese día en Constitución dimos con un montón de diversas personas que han pasado estas situaciones y que nadie se enteró. Que nunca tuvieron repercusión. Las historias de chicas trans, que para ellas es moneda corriente. Son realidades que, si una no las conoce o no las vivió, nos cuesta hacer empatía. Conocer otras situaciones a través de esto por un lado nos ayuda a ver que no estamos solas y que es necesario visibilizarlo para que no pase más. En el siglo XXI no puede pasar, teniendo una ley de matrimonio igualitario, de identidad de género, que los agentes que operan accionen así, que no estén capacitados en género», planteó Rocío. «Que me digan ‘la amiga que se vaya’, duele. Más cuando quería saber a dónde se la llevaban. Fue un momento desesperante. No podemos creer que esto esté avanzando. Que le pongan la carátula de lesiones graves a una piba que va a denunciar que la cagaron a palos. Pérdidas de derechos constantes. Es lo que sentimos y vivimos», expresó.

La causa por abuso

«Hace seis meses fui a un juicio contra mi progenitor por amenazas de muerte que nos hizo cuando fue condenado. Estuvimos ahí cara a cara, porque el sistema te revictimiza constantemente. Fue condenado por esto a un año y medio más que se sumaría a la pena que ya tiene, que son 14 años. De todas maneras, esto lo hablé con abogados, con el fiscal, las condenas que son de 14 años no duran efectivamente eso porque con tres cuartas partes cumplidas o menos ya pueden salir. La condena por amenazas de muerte quizás lo complicaría para cuando empiece a tener salidas transitorias. Él tiene una página en Facebook en la que constantemente me agrede a mí, a mi mamá, porque tiene internet en la cárcel. Está en un pabellón privilegiado, de lesa humanidad, creo que viven mucho mejor que nosotros. Es una pelea constante», concluyó Rocío.

DESCARGAR