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Esa fue la consigna de quienes se oponen a la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Incluso se dijo dentro del recinto, demostrando lo difícil que resulta para los y las antiderechos enunciar ideas propias. El principal argumento tuvo como eje la pandemia. La presencia de las iglesias en el debate. (Por La Retaguardia)



✍️ Redacción: Paulo Giacobbe
💻 Edición: Pedro Ramírez Otero
📷 Fotos: Virginia Chaile

El 11 de diciembre, cuando se obtuvo la media sanción del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), la diputada del PRO Dina Rezinovsky se convirtió en meme viral. “¿Qué hubiera pasado si Adán y Eva abortaban a sus hijos? Nosotros no estaríamos aquí y la Tierra sería habitada por dinosaurios, ¿entienden?”, son las palabras que se le atribuyen desde las redes y que, al menos durante el debate en Diputados/as, nunca pronunció. El éxito del meme radica en que el nombre de la diputada recuerda al de los reptiles extintos, en la comparación de esos animalitos con ciertas ideas fuera de época, y en que son frases que podría haber dicho. El propio Horacio Rodríguez Larreta aseguró que el homo sapiens organizado venció a los dinosaurios. Y ya lo ven, puede  colocar y romper veredas a sus anchas sin demasiados dramas.  
Con el pañuelo celeste en su muñeca, Dina soltó un discurso encendido, tanto que dos veces pidió disculpas. Consideró que el aborto no es un derecho y dijo que en 2018 estuvo en la plaza “junto a la gente que está diciendo sí a la vida”. Reivindicó las marchas celestes y despreció las multitudinarias movilizaciones opuestas a su pensamiento: “Esa marea es un simple charquito”. En el mismo tono provocativo, propuso: “Si tanto les molesta Dios sáquenlo de la Constitución”. Rezinovsky se anticipó a otro debate que el Congreso debe dar: la separación de la iglesia del Estado. 
Escuchar las razones por las que los y las antiderechos se oponían a la Interrupción Voluntaria del Embarazo fue tropezar una y otra vez con la misma piedra. Extensa y densa piedra. En distintas voces se pudo escuchar lo mismo una y otra vez, la reiteración de un eco que en ocasiones intentaba evadir el tema a tratar. El argumento más propagado fue que por la pandemia no era prudente presentar el proyecto este año. También lo convirtieron en un balance del Gobierno de Alberto Fernández, así que el aumento de la pobreza, las jubilaciones, el aparato productivo, las escuelas con clases remotas, el aislamiento, la salud durante la pandemia, la inseguridad, el narcotráfico, la división de la mesa de los argentinos (enunciado solamente en masculino, dejando a las argentinas de lado)  y otras yerbas, fueron cuestiones utilizadas para oponerse. El fallecido expresidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, fue citado por lo menos cuatro veces. Difícilmente vuelva a ser tan nombrado en el recinto. Desde ya, salvar las dos vidas. Aunque el tema que se discute sea otro. 
La Conferencia Episcopal Argentina el 22 de octubre guionó: “La situación general de la Salud Pública, planteada por esta dolorosa coyuntura (la pandemia), hace insostenible e inoportuno cualquier intento de presentar y discutir una ley de estas características. La pandemia nos ha alertado que el Estado debe velar por el cuidado de la ‘salud pública’ es decir, el cuidado de la vida humana. No cuidar todas las vidas, toda la Vida, sería una falta gravísima de un Estado que quiere proteger a sus habitantes”. Diputados y diputadas antiderechos tomarán estas líneas. Desde la iglesia, además, invitaban “a la prudencia política para no desalentar la búsqueda de la máxima unidad posible en un cuerpo social herido por los desencuentros entre argentinos”. 
La Peste 
A la diputada del PRO, Carmen Polledo, le pareció “difícil de creer” terminar el año debatiendo la IVE cuando “La Peste” se había extendido por todo el planeta. Una de sus preocupaciones giró en torno a “la familia y los jóvenes” que piensan  en emigrar. “La prioridad de este Gobierno es ofrecerle la legalización del aborto a los colectivos feministas. Porque la legalización del aborto no es un reclamo de nuestras mujeres sino de grupos militantes que han quedado atrapados en consignas del pasado, paradigmas de un siglo que se fue hace ya dos décadas”, opinó en un intento por despreciar movimientos organizados y la militancia histórica de este país. Para reforzar su discurso citó al Padre Pepe Di Paola, quien calificó de indignante tratar el proyecto cuando existe pobreza, y al “Santo Padre”, que no lo consideró un asunto religioso sino de ética humana. Para la diputada, la interrupción voluntaria del embarazo “no representa una reivindicación del feminismo”. Y apuntó sin detallar: “La lucha del movimiento feminista internacional es mucho más amplia”. Se ganó los aplausos de sus pares antiderechos cuando enarboló que son dos vidas y que “la prueba más fuerte es el amor de la madre y el hijo que lleva adentro”. También dijo que el oficialismo estaba comprando votos para que salga la ley. 
Alejandro Rodríguez, de Consenso Federal estuvo fabuloso: “Creo en la defensa de la vida de las personas que están por nacer”. Consideró que con la misma fuerza hay que defender la vida de los ya nacidos que sufren “la cultura del descarte que junto con el dominio de las finanzas constituye el corazón del capitalismo global”. Dijo estar extrañado de que esa reflexión filosófica pero de profunda intensidad política no estuviera presente en el debate. Rodríguez agregó que no es un tema religioso, la defensa de la vida es de “estricta ética humana”. En ningún momento dijo estar citando al Papa Francisco. Su apuesta fue a que el Senado no apruebe la ley. 
En una carta del 22 de noviembre de este año, Francisco escribió que el aborto “no es un asunto primariamente religioso sino de ética humana, anterior a cualquier confesión religiosa”. Y preguntó: “¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema?”. En 2018 había comparado algunos casos de aborto con lo que hacían los nazis para mantener la pureza de la raza. 
José Luis Gioja, del Frente de Todos, también citó al Papa y volvió a votar en contra. En 2016 había sido recibido por la máxima autoridad católica en el Vaticano. 
Para el justicialista Andrés Zottos se profundiza la grieta en el seno de la familia con la Ley de IVE. Directamente quiere coincidir con el Papa Francisco: “Hemos hecho poco para acompañar a las mujeres en los momentos difíciles. En los momentos duros, donde el aborto es el método más rápido y más fácil para solucionar esa angustia profunda que tiene la mujer. El aborto no va a solucionar el problema, acá es el camino más fácil, acá tenemos que apostar a un trabajo entre todos para solucionar los problemas de fondo en forma integral y eso es política de prevención, es la educación”.  Dijo que su provincia, Salta, es Provida (no fue el único que sintió orgullo por definir a su respectiva provincia de ese modo). Por último, citó a Adolfo Pérez Esquivel: “¿Saben que decía Esquivel? Y lo sigue diciendo, ‘quien justifica el aborto justifica la pena de muerte y yo estoy en contra de eso’. Eso decía. El aborto es sacrificar la vida por eso defiendo las dos vidas”. Idéntica declaración brindó el Padre Pepe.    
La diputada Adriana Ruarte, del PRO, habló de moral y eligió nombrar a San Severino Boecio: “Comprobada científicamente la existencia de una nueva vida. Nos queda por definir el instante por el cual la vida humana tiene significado moral y por lo tanto, es susceptible de respeto moral. Boecio define a la persona como un ser sustancial de naturaleza racional. Esta naturaleza racional es intrínseca a su ser y por eso se mantiene durante toda la existencia, desde la fecundación hasta su muerte”.  
Danilo Flores del Frente de Todos entiende “que toda persona tiene derecho a que se respete su vida y ese derecho está protegido por ley a partir del momento de la concepción”. Mencionó el Pacto de San José de Costa Rica y a la Constitución. Flores dijo que monseñor Víctor Manuel Fernández, arzobispo de La Plata, sostiene: “Yo jamás voy a renunciar a mis principios pero sí puedo renunciar a la pretensión de imponer mis principios”. El monseñor en 2019 escribió en su red social: “Si yo pudiera hablar con Alberto (Fernández) le preguntaría si vale la pena comenzar su mandato con un tema que tanto divide a los argentinos y que tanta tensión ha provocado”. Todavía no había pandemia pero, casualmente, en esa oportunidad también fue mencionado el expresidente uruguayo: “Tabaré Vázquez, de izquierda y agnóstico, vetó una ley de aborto. No hace falta ser creyente ni dogmático para defender la vida por nacer”. El 21 de noviembre de 2020, el arzobispo publicó: “Aborto: ¿quién es más medieval?”. En su escrito de opinión se pueden leer todos los argumentos que se escucharon en el recinto por las y los diputados antiderechos: “El embrión posee un ADN único y sus secuencias —aún con posibles variaciones— se mantendrán al nacer y durante toda su vida”. O también: “En la práctica introducen de hecho el aborto libre. Habilitan a abortar no sólo a las mujeres pobres que han sido violadas o corren riesgo de muerte, sino a todas y con cualquier excusa”. Actualmente, desde el Arzobispado de La Plata convocan “a una jornada de oración y ayuno por la vida para el día lunes 28 de diciembre”. Es en respuesta a la convocatoria realizada por la Conferencia Episcopal con motivo del tratamiento de la IVE en el Senado. 
Francisco Sánchez, del PRO, pidió la renuncia del ministro de Salud Ginés González García. Para el diputado neuquino “nuestra cultura, nuestra tradición tiene base cristiana, somos un pueblo de mayoría cristiana y muy orgullosamente cristianos”. Y según esa tradición y  esas creencias, “esa creatura emanada de Dios tiene que ser protegida”. Habló de un interés globalista para que se apruebe la ley. Moda, ideología y financiamiento, no ahorró nada Francisco Sánchez. “Quienes promueven el aborto están promoviendo el asesinato”. También realizó un llamado a los hombres argentinos: “Cuando hay un acto sexual, por amor o por pasión, hay un hombre y una mujer. Biología básica. El hombre se tiene que hacer cargo en todo momento de su responsabilidad, no puede huir. Y acá veo gente votando esto muy livianamente ignorando la responsabilidad que tenemos todos los hombres en la concepción de una nueva vida”. Prometió trabajar para derogar la Ley en caso de aprobarse. En ese orden, Pablo Torello, del mismo partido, se comprometió a actuar judicialmente para declararlo inconstitucional.
Sergio Guillermo Casas, también del Frente de Todos, cerró su alocución nombrando a Evita, a Perón, y diciendo que para monseñor Angelelli el aborto “es un verdadero crimen, las consecuencias personales y sociales son funestas, la que paga las consecuencias es la familia”. Pidió unidad de la familia y aseguró que estaba ahí porque alguien defendió la vida. 
Martín Maquieyra, del PRO, se preguntó “¿qué quería lograr el Gobierno llevando este conflicto a la mesa de todos los argentinos?”. Con habilidad de licuadora, Maquieyra logró mezclar todo. Pidió debatir por el crecimiento del país. “Cada peso que vamos a poner en un aborto es un robo para aquellos que tienen hambre y no pueden comer, es una estafa para aquellos que no tienen vivienda, cloacas, ni servicios. En definitiva, cada peso que gastemos en estos abortos es un robo a la vida de los que quieren nacer y no se les permite”, consideró  
“En las duras y en las maduras siempre a favor de la vida”, arrancó Emilio Aseff, otro de los diputados del PRO, sin que se entienda exactamente a qué se refería. “Acá se trata de la vida, yo voto por ella. Sí a la vida, a las vidas, a todas las vidas. Ni un argentino menos, gracias a todo el movimiento celeste“. Aldo Leiva del Frente de Todos consideró que sus convicciones son humanistas, populares y cristianas. También dijo ser “celeste como el cielo que nos protege, a todos y cada uno de los seres humanos”. Acompaña las dos vidas. 
El 30 de noviembre desde la Cámara de Diputados informaban que se había constituido un “equipo de abogados penalistas que garantice la defensa de la intimidad y la libertad de cada diputado y diputada para expresar su opinión” en relación a las leyes que se iban a votar (IVE y 1.000 días). Un sector antiderechos de celeste había amenazado y agredido a las diputadas Carolina Gaillard, Laura Russo, Cecilia Moreau y Claudia Najul, y al diputado Facundo Suárez Lastra. 
Durante la votación fue amenazada la hija del diputado Daniel Ferreyra, del Frente de Todos, quien lo denunció en el recinto: “No es un buen día para mí, lamentablemente. Si bien vivimos en democracia, parece que no todos entienden lo que significa la palabra democracia”. Explicó que estaba recibiendo todo tipo de amenazas que no le preocupaban, pero habían amenazado a su hija por la mañana, después de dar una entrevista donde había dicho que no se podía ser demasiado duro con las mujeres que abortan. “Con aquellas mujeres que por diversas circunstancias se ven obligadas a tener que recurrir a un aborto. Hablé de esas mujeres que tienen hijos, que tienen maridos borrachos, que les pegan, que las violan y que las embarazan y que no les quedan muchas alternativas y tienen que recurrir a un aborto”. Dijo que no podía opinar libremente y que el derecho a la vida no se puede negar, que hay problemas culturales y religiosos. “Una periodista cotizada cuando yo hablé a favor de esa mujer que se ve obligada a tener que recurrir a un aborto, no tuvo mejor idea que decir que vendí mi voto para votar a favor de la ley. No sé si la señora vendió algo de ella por plata, a mí en la vida y en muchos años, nunca me pudieron comprar. No tenía ningún derecho a decir en el canal en el que trabaja algo que se vio en todo el país. Por esa razón no estoy actuando libremente”, explicó Ferreyra.  
Con 131 votos a favor se aprobó el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en Diputados/as, y 117 fueron los votos negativos. Hubo seis abstenciones, entre ellas la del diputado Daniel Ferreyra, quien pidió disculpas por no votar. 
La Cámara de Senadores/as va a debatir el Proyecto el martes 29 de diciembre y el final es incierto.    
El Senado
“Aborto: la Iglesia relativiza la votación en Diputados y anima a dar pelea en el Senado”, publicó el diario La Nación el 13 de diciembre. Dos días después, los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina reflexionaron y definieron “acciones pastorales en favor de la vida por nacer”. Enviaron una carta al Papa Francisco saludándolo por el cumpleaños, agradeciéndole su pluma en las encíclicas y “sus palabras y gestos en defensa de la vida humana no nacida”. El lunes 28 se realizará una jornada de ayuno y oración por la vida. 
En su mensaje navideño, la Conferencia Episcopal difundió: “En estas últimas semanas el panorama se ha ennegrecido: la opción política pasó a ser una incomprensible urgencia, una febril obsesión por instaurar el aborto en Argentina, como si tuviera algo que ver con los padecimientos, los temores y las preocupaciones de la mayor parte de los argentinos”. Consideran que hay otras cuestiones sanitarias a resolver y que el tratamiento de la ley no trae esperanzas. “Lo que se les ofrece en este momento duro e incierto es el aborto, y eso es un golpe a la esperanza”. 
Desde la Alianza Cristiana de las Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), también comunicaron una seguidilla de concentraciones y actividades. Desde el 26 hasta el día de la votación. El 28 será de ayuno y oración, “teniendo presente orar por: los senadores que deben votar, por el rechazo del proyecto de ley de aborto, por las mujeres con embarazos vulnerables, para que se evite una matanza de niños inocentes, aún no nacidos”. La jornada se realizará junto a la Iglesia Católica. “Cada credo a su forma dedicará el día al clamor a Dios, frente a la decisión que se tomará en el Congreso de la Nación”, anunció ACIERA. 
Como pasó cuando se aprobaron el divorcio, el matrimonio igualitario, los métodos anticonceptivos, la Ley de Educación Sexual Integral, educación laica o el voto femenino; las iglesias se oponen ahora al aborto. 
Por estos días preocupa la salud del expresidente Carlos Menem, senador del Frente Justicialista Riojano, quien votaría contra la IVE. “Es absolutamente provida”, anticipó su hija. 
Zulema Yoma, exesposa del senador, declaró en 1999 al diario Página/12: “Yo tuve un aborto. Me lo hice porque Carlos Menem me apoyó. Él estuvo de acuerdo”. Es en el Honorable Senado de la Nación Argentina donde las iglesias tejen sus sombras santas.  
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