El IVA devaluado: cuando la educación artística no es prioridad

El Instituto Vocacional de Arte (IVA) de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra en un estado crítico. El desfinanciamiento por parte del Gobierno de la Ciudad de esta escuela pública de arte en sus tres sedes ha hecho que sus estructuras edilicias se encuentren en muy mal estado. A esto se le suman situaciones irregulares en la contratación del cuerpo docente. En su paso por el programa radial La Retaguardia el delegado docente Fernando Gutiérrez brindó más detalles al respecto. 

Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Fernando Tebele
Redacción: Nicolás Rosales
Edición: Pedro Ramírez Otero
Fotos: El estado de la sede de Parque Chacabuco

El Instituto Vocacional de Arte (IVA), que lleva el nombre “Manuel José de Labardén”, tiene tres sedes: una en la calle Garay, la de Parque Chacabuco y en la calle Pío Collivadino. Todas dependen de la Ciudad de Buenos Aires. El IVA tiene formación de nivel inicial y también talleres para niños y niñas que cursan la escuela primaria, adolescentes y personas adultas. 

—¿Cuál es la situación actual del IVA?

—El instituto cuenta con tres sedes, tiene 50 años. Para quienes no conocen, abarca el nivel inicial, primario y adolescentes, con especialización docente en el Pio Collivadino y Garay que también abarca la parte de escolares. La sede de Pio Collivadino, que antiguamente ha sido una casilla, ha sido la más remodelada. Las compañeras nos contaron que sufrieron mucho el frío ya que las estufas al parecer no se pueden encender. Yo estoy en la sede de Parque Chacabuco y en días de mucho frío en estas sedes se hace sentir. Estos edificios tienen techos muy altos y calefaccionar un espacio de este estilo es bastante importante. Los aires acondicionados no todos andan, y en el caso de que sí, hay que prenderlos unos 20 minutos antes. Estamos hablando de edificios que tienen muy poco mantenimiento, o cero. Se cae parte de la mampostería. Si bien mantenemos las puertas cerradas de las aulas, los chicos para hacer expresión corporal se tienen que sacar las zapatillas y al salir a la galería, es muy cruel el frío que sienten. 

—¿Encontraron asbesto en los techos de la sede de Parque Chacabuco?

—Sí, pero hay que explicar que esto sucedió en un edificio que está contiguo al jardín de infantes que pertenecía a una asociación civil y según un informe catastro corresponde a la institución IVA. Desde que está, la asociación se encuentra utilizando el espacio. Fue así que comenzamos a hacer el reclamo y el pedido en un momento al Gobierno de la Ciudad, quien no se hizo cargo de esta situación. No quiso buscarles otro espacio. Algo se había conseguido en una época y quedó como en la nada. Con el tiempo, descubrieron que los techos de este salón muy grande tenían asbesto. La cooperadora mandó las muestras a un laboratorio y arrojaron un 10 por ciento de contaminación, pero el Gobierno no las consideró. No sabemos si el asbesto se está volatilizando. Estamos pidiendo que se retire, porque no puede estar al lado de una institución educativa. Desde el Gobierno dicen que hay que esperar que le asignen el trabajo a una empresa concesionada. 

—¿Cómo está la situación de las y los docentes?

—El mecanismo que se produce cada cuatro años, que es el de las titularizaciones, con el período de la pandemia más otro retraso que se venía dando, se hizo más extenso. Entonces se está en una situación de precariedad, porque cuando vos sos docente interino en tus horas, no podés por ejemplo sacar un préstamo, o licenciar por una carga de mayor jerarquía que implique más horas y mayor remuneración. Entonces este derecho no lo tenés, no lo podés usar. Porque no sos dueño de tus horas.