Marcha educativa: Fuera Acuña

Esa fue la consigna repetida que se escuchó con cánticos y que se vio en muchos carteles en la multitudinaria marcha educativa que se llevó a cabo el pasado 4 de octubre. Centros de estudiantes, docentes y familias, se juntaron en diferentes puntos de la ciudad en semaforazos. Luego pasaron por el colegio Mariano Acosta, y desde allí terminó el circuito frente al edificio de gobierno en el barrio de Parque Patricios. El principal sentido de la movilización, entre otros motivos, fue acompañar la lucha de los y las estudiantes que llevaron a cabo mediante las tomas de colegios para poder hacer oír sus reclamos actuales e históricos. No lo lograron.

Testimonios: Bárbara Barros

Redacción: Nicolás Rosales

Edición: Fernando Tebele

Fotos: Bárbara Barros

Acuña no escuchó. La lucha estudiantil secundaria porteña organizada, actualmente sin tomas como método de protesta, aún continúa sin recibir ningún tipo de respuesta de la Ministra de Educación.

No solo eso, sino que la ministra arremetió con castigos al estudiantado por los días “perdidos” de clase: los colegios que hicieron tomas tendrán clases hasta el 23 de diciembre, y el alumnado que haya participado en las tomas se le computarán las faltas. Cuestión que haría peligrar en algunos caso la asistencia y que podría dejarlos libres a fin de año.

Las voces de la juventud emocionaron y emocionan. Su claridad política también. La emergencia educativa es una realidad abrumadora. Estudiar es un derecho.

No da para más

Las imágenes de este reporte fotográfico son más que elocuentes, y las palabras de UCES, la Unión del Centro de Estudiantes Secundarios, también. 

“Las comunidades educativas estamos organizadas en unidad frente a la desidia que lleva 15 años gobernando en la ciudad. Quince años de ataques directos contra estudiantes, docentes y familias, y de desfinanciamiento de la educación pública. Esto ya no da para más, no podemos naturalizar la persecución política, y no vamos a esperar más tiempo. Exigimos que Acuña nos responda en los próximos días, y si no vamos a volver a discutir medidas. Vamos a volver a tomar los colegios e iremos a la puerta del Ministerio de Educación si es necesario para conseguir la educación que merecemos. Repudiamos, lo que para nosotros no fue un hecho aislado, lo que sucedió en el Mariano Acosta”, recordaron.

Sujetos dóciles

Por su parte, desde el CET, Coordinadora de Estudiantes Terciarios, también se sumaron al cálido y masivo abrazo para los y las estudiante secundarios y así lo expresaron con palabras en un comunicado: “Entendemos que en momentos de crisis, de ajustes a la educación, y de sistemáticos ataques y persecución, la unidad en las calles y en las aulas es fundamental para defender la educación pública y todos nuestros derechos. Como docentes en formación nos hacemos parte de los reclamos docentes. Este año, Larreta y Acuña a la cabeza iniciaron la reforma del estatuto docente que implica una reforma laboral. Todo esto a espaldas de quienes habitamos las escuelas y nuestros espacios de representación. De este modo se flexibiliza el trabajo docente”, destacaron. Las prácticas laborales en los secundarios en realidad buscan imponer un modelo educativo que cree sujetos dóciles para ser mano de obra barata”, dice el comunicado.

La lucha sigue en unidad

Además, desde la CEB, Coordinadora de Estudiantes de Base, dijeron: “Después de una semana de toma de colegios venimos a sentar una vez más nuestros reclamos. Tenemos en claro que esto recién comienza y que la lucha sigue. No nos vamos a conformar con soluciones parciales y no vamos a ceder frente a la persecución. Presentamos una vez un petitorio para pedir una reunión con el gobierno de la ciudad para que Soledad Acuña nos reciba. Nos preocupa construir una educación mejor para todes, y entendemos que se hace en unidad a través del diálogo y de soluciones concretas”.

Angélica Graciano, Secretaria General de UTE, Unión de Trabajadores de la Educación, declaró: “La manifestación de hoy vino a demostrar que la escuela es la columna vertebral de la democracia”. 

Por último, las personas reunidas allí en posición de lucha coincidieron en un análisis: el nivel de persecución político/policial y de violencia de parte del Estado y el gobierno porteño fue inaudito. Algo que inmediatamente hizo rememorar a una de las partes más oscuras de la historia: la última dictadura cívica, militar y eclesiástica. 

Por otra parte,  los medios de comunicación tradicionales cubren el “conflicto” solo cuando hay tomas. Algunas comunicadoras y comunicadoras incluso alentaron y alientan un discurso estigmatizante. Esto es algo que los pibes y pibes manifestaron con entendible enojo. 

Los problemas siguen siendo los mismos, y las demandas continúan desatendidas. Esto no es algo que se deba naturalizar.