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Alexis Oliva presenta su libro “La violencia nació conmigo” en CABA

Escrito por el mayo 18, 2023


El libro del periodista cordobés rescata vidas atravesadas por el conflicto. Con la presencia de la prologuista Ana Fornaro, se presenta el sábado 20 desde las 19 en México 620, San Telmo. La entrada es libre y gratuita.

Redacción: Adrián Camerano
Edición: Pedro Ramírez Otero

De dilatada trayectoria en el campo del periodismo y la educación, el cruzdelejeño Alexis Oliva trae a la Ciudad de Buenos Aires su segundo libro, luego de su celebrada obra iniciática sobre Viviana Avendaño, sobreviviente de la dictadura y piquetera pionera. En “La violencia nació conmigo”, el autor pone el ojo en veinte historias de vidas atravesadas por el conflicto. Surfea la crónica, la denuncia y el testimonio en tiempos difíciles, como mandaba Rodolfo Walsh.

Los territorios que recorre la obra son bien diversos: Derechos Humanos, militancia revolucionaria y terrorismo de Estado, cárceles, violencia de género, disidencia sexual. También personajes convertidos en emblemas de lucha conforman el espectro temático de un conjunto de textos con rigor investigativo, estética narrativa y una ética comprometida con la transformación social.

Los reportajes reunidos en “La violencia nació conmigo” también pueden pensarse como el relato de “conflictos sociales y políticos con nombres propios”. Se trata de un conjunto de crónicas con impronta biográfica, donde pueden leerse “las marcas del poder y sus abusos. La mayoría, testimonios de resistencia y algunas, pocas, de liberación. Historias con minúscula, que trascienden lo personal, atraviesan el cuerpo social y acaso merezcan inscribirse en la Historia con mayúscula”, escribe Oliva.

El libro reúne las historias de Julio Troxler y su esposa Leonor Von Wernich, el periodista Sebastián Moro, el líder montonero Sabino Navarro, la dirigenta social Milagro Sala, la nieta recuperada Marcela Solsona Síntora y la referenta campesina Ramona Orellano, entre muchas otras.

—La veintena de crónicas aborda personas variopintas, épocas y problemáticas distintas. ¿Cómo fue esa selección?


—La selección pasó principalmente por un doble tamiz: que fueran historias biográficas representativas de conflictos, violencias y derechos humanos y que yo como periodista hubiera tenido contacto directo con ellas, sus protagonistas y contextos, y la oportunidad de dedicar tiempo y recursos al trabajo periodístico. La mayoría tienen actualidad, incluso esa conflictividad está vigente o latente, y otras historias del pasado reciente fueron incluidas en el libro desde la idea de que el terrorismo de Estado tiene herencias vigentes y profundos efectos en nuestro presente histórico. De hecho, una de esas historias de “lesa”, la del periodista Sebastián Moro, ocurrió en el siglo XXI: el compañero fue víctima del golpe de Estado consumado el 10 de noviembre de 2019 en Bolivia. Creo que la selección también ilustra de alguna manera mis obsesiones como periodista.


—¿Hay hilos conductores entre las historias y las distintas épocas?


—Sí, de una forma más o menos visible, más o menos aceptada, pero sin duda que hay hilos conductores. Entre las historias vinculadas a la militancia revolucionaria y la represión dictatorial, hay continuidades en lo que se llama “extensión del daño” y sobre todo en violencias institucionales, ideologías y prejuicios reaccionarios y políticas económicas. En ese sentido, el título ilustra esa conexión porque la frase “La violencia nació conmigo”, tan tristemente vigente, fue dicha hace más de cincuenta años por un líder revolucionario a un compañero, en un momento en que intentaban escapar del cerco represivo. Esa violencia no era solo la violencia revolucionaria o la violencia represiva que después la dictadura llevaría al extremo, sino una violencia menos visible pero más grave, que en ese tiempo llamaban “violencia estructural del sistema” y que fundamentaba la lucha armada: la miseria planificada, la inequidad, la exclusión y la pobreza. Esa violencia continuó luego de la dictadura y cada tanto se profundiza, como en la actualidad,


—¿Hay violencias atravesadas en tu vida? ¿Considerás que estamos a tiempo de desnaturalizar las microviolencias cotidianas? Porque ante vidas que nacieron atravesadas por la violencia, ¿qué caminos podemos tomar para desterrarlas, sobre todo pensando en las generaciones por venir?


—Sin dudas. Una idea motora de este proyecto y potenciada por ciertas discusiones en torno a la pandemia es que para estas personas la vida nunca fue “normal”, son en el mejor de los casos sobrevivientes en conflicto permanente. Porque en realidad la “normalidad” no existe y es imposible en un mundo injusto. Incluso para mí como sujeto relativamente privilegiado, con casa, comida, laburo y acceso a la educación y la cultura, la vida tampoco fue normal. Por eso es tan importante desnaturalizar, salirse del sentido común impuesto y mirar las cosas con una mirada extraterrestre que nos permita encontrar esas microviolencias e injusticias.


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