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Azic, el testigo que no fue en el juicio por la apropiación de Victoria Donda

Por LR oficial en Apropiación Victoria Donda, Derechos Humanos

Juan Antonio Azic, apropiador de dos niñas nacidas en la ESMA, una de ellas Victoria Donda, se negó hoy a declarar en el juicio contra el tío biológico de Victoria, Adolfo Donda Tigel. Lo poco que dijo resultó, de todas maneras, más que elocuente.

Redacción: Fernando Tebele / Camila Cataneo 
Edición: Pedro Ramírez Otero
Foto de portada: Transmisión de La Retaguardia

—¿Tiene hijos? —preguntó Ricardo Basílico, presidente del TOF N°6.

Juan Antonio Azic, quien se robó a dos bebas nacidas durante el cautiverio de sus madres en la ESMA, pensó la respuesta. Tras unos segundos de silencio respondió:

—No biológicos.

—¿Cómo, cómo? —le repreguntó Basílico. Se le escuchaba bajo a Azic, pero también puede haber sido sorpresa.

—No biológicos, le dije.

—Bien —soltó el juez antes de seguir.

Mal. 

Este lunes, Juan Antonio Azic fue citado a declarar como testigo en el juicio donde se investiga la responsabilidad de Adolfo Donda Tigel, el tío biológico de Victoria Donda Pérez, acerca de la apropiación de Victoria por parte del pretendido testigo Azic. Desde 2012, Azic está condenado por la apropiación de la beba que nació en la maternidad clandestina de la ESMA durante el cautiverio de su mamá, María Hilda Pérez de Donda, quien continúa desaparecida. En 2004 Victoria recuperó su identidad, pero todavía no conoce el día que nació y qué sucedió con sus padres. Aunque repudia su accionar durante el genocidio, Victoria sostiene con su apropiador una relación familiar. El prefecto también se robó a la hija de Orlando Ruiz y Silvia Dameri, una pareja que regresó para la Contraofensiva de Montoneros.

Azic fue convocado como testigo por la defensa de su viejo compañero de la ESMA, pero se negó a declarar ¿Puede un testigo negarse? No. Es más: está obligado a decir la verdad bajo juramento. Pero Azic no podía ser solo un testigo porque ya fue condenado por los mismos hechos por los que ahora se juzga la responsabilidad de Donda Tigel. Muy complejo todo. El genocidio deja estas historias retorcidas como parte de sus consecuencias. Luego de la identificación con sus datos, Azic informó que iba a abstenerse a responder preguntas de la defensa, tanto como de la querella y la fiscalía. El defensor Guillermo Jesús Fanego pidió que se le tomara juramento y que se abstuviera de responder las preguntas que quisiera. Pero Azic, alias Piraña, había sido claro: no iba a responder ninguna pregunta: “No voy a declarar porque en este caso estoy condenado y además voy a declarar contra mi persona”, argumentó.

Luego se realizó un cuarto intermedio para resolver cómo iba a continuar la audiencia. Frente a la negativa de Azic, el abogado defensor intentó manifestar de todos modos las preguntas que le iba a formular al represor, aunque no fueran respondidas. Tanto la querella de Abuelas de Plaza de Mayo como la Fiscalía a cargo del fiscal general Pablo Parenti se opusieron, pero el juez dio lugar a escuchar de manera formal las preguntas que iba a efectuarle al genocida. Nuevamente Parenti se negó y Azic se agarró la cabeza cuando escuchó que se iba a realizar un nuevo cuarto intermedio. 

Al retomar la audiencia, autorizado por el tribunal, el defensor pudo formular las preguntas sin respuestas. “Quisiera preguntarle si conoció a Aldolfo a mediados 1978. También si Donda no tenía trato con él en el momento de apropiarse de la nena”, le dijo. Además Fanego consultó, ya dando la respuesta, “que nunca tuvo relación de amistad con Donda y que en el año 1984 no tenía vinculación con Donda”. Por otro lado, planteó: “La única vinculación fue el periodo estuvieron en la ESMA y que no tenían funcional dentro de la ESMA”. Continuó sus dudas: “Nadie le informó que Victoria Donda era sobrina de Adolfo y que nunca tuvo conocimiento de la identidad de Hilda Perez”, y agregó “que Victoria Donda fue entregada por Febres que se la lleve de la ESMA de manera ilegal”. Héctor Febres era integrante de la Prefectura Naval Argentina, al igual que Azic. Y no puede defenderse porque murió envenenado, en circunstancias nunca aclaradas, días antes del veredicto en el juicio ESMA I, en el que era el único imputado. Había corrido el rumor que se sentía abandonado y quería hablar. No llegó a hacerlo.

Donda y Azic visitaron a un sobreviviente en 1985

El abogado defensor quiso consultarle a Azic si tenían relación en 1984. Esta pregunta busca desacreditar lo que contó el sobreviviente de la ESMA Carlos Muñoz. 

Un día de 1985, Carlos Muñoz estaba comiendo dos empanadas con un moscato en La Americana, una pizzería muy conocida de la Avenida Callao. Estaba parado en el mostrador y vio que se estacionaba un Falcon verde. “A mí se me paralizó el cuerpo”, aseguró Carlos. En ese auto estaban Juan Antonio Azic y Adolfo Donda Tigel. El marino bajó del auto y le hizo una seña para que se acerque. Carlos contó que le dijo: “Yo no tengo nada que hablar con ustedes, yo no quiero saber nada con ustedes”. Esa fue la última vez que Carlos vio a los dos represores. Donda Tigel aseguró en este juicio que no sostuvo relación con Azic fuera de la ESMA (que no es poco), pero el cruce no casual con Muñoz dos años después de finalizada la dictadura lo desmiente.