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Mariano Corbacho es uno de los directores junto con Marcos Coria del proyecto audiovisual que muestra la lucha del movimiento de estudiantes secundarios en la Ciudad de Buenos Aires. En diálogo con el programa radial A mí no me importa, relató cómo fue el proceso de realización y contó acerca de la próxima proyección, en el Festival Transterritorial de Cine Under de la Provincia de Buenos Aires. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Pedro Tato/Julián Bouvier ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero —La Retaguardia: ¿Cómo surgió y de qué se trata el documental? —Mariano Corbacho: Surgió hace varios años, más llegando al 2015 cuando hubo una serie y considerable de tomas dentro de la Capital Federal. A partir de acercarme a esos conflictos y poder conocer de primera mano lo que estaba pasando, poder compartir algunas tardes y noches con los chicos en toma. Me pareció importante poder generar un relato, vengo haciendo documentales hace un tiempo ya, y me llamaba la atención la falta de participación que tienen los y las jóvenes dentro de la representación audiovisual argentina. Y esa falta es más grande aún cuando se quiere construir a los jóvenes, adolescentes, estudiantes como actores sociales, como sujetos políticos.  Entonces, el documental surge con la necesidad de poder decir: acá hay un montón de pibes y pibas,  una generación enorme que está dando la lucha en defensa de la educación pública. Me pareció sumamente importante y valioso rescatar esos procesos de lucha, y que sean incluso los pibes y las pibas quienes contaran el proceso.   —LR: A diferencia de tu trabajo anterior, “70 y pico”, donde las personas entrevistadas son adultas, ¿cómo fue entrevistar a pibes y pibas de 15 o 16 años? —MC: La verdad que es para sacarse el sombrero con todo los pibes y la pibas. Sabiendo la diferencia de edad como realizadores del documental, y la capacidad de análisis de la realidad y la capacidad organizativa que tienen los jóvenes, nos llamaba muchísima la atención la paciencia para responder preguntas sin bajar el nivel de discusión. Nunca los tratamos como sujetos, como se suele ver en los medios de comunicación, que los tratan de aniñar y de tergiversar. Para sorpresa nuestra incluso, que esperábamos encontrarnos con discursos más prefabricados. Nos dimos cuenta que no era así. Empezamos por el mundo de las tomas, que era el punto de vista más mediático, pero quisimos recuperar un movimiento estudiantil que trascienda. Y retratamos los diferentes procesos que atraviesan los estudiantes, los movimientos estudiantiles, las coordinadoras, las asambleas, festivales, encuentros de debate. —LR: ¿Cómo atraviesa y se ve reflejado en el documental la lucha feminista dentro del contexto joven estudiantil? —MC: Sin duda que la lucha feminista atraviesa la estudiantil. Es interesante ver ese recorrido porque en nuestro interés por la historización, que abarcó desde 2010 a 2018, empezaron a surgir un montón de debates en torno a la Ley de Educación Sexual Integral. Se puede ver a una muy joven estudiante Ofelia Fernández, lo que pasó en el Manuel Belgrano con el doble femicidio (de Nuria Couto y Natalia Grenbenshicova, en 2016). Entonces la discusión de género es transversal a la lucha de los pibes y pibas.  —LR: ¿Cómo respondieron los y las estudiantes a medida que fue avanzado el documental? —MC: Estaban cargados de un estigma mediático que ciertos sectores intentan construir de una generación perdida, o que no tiene proyectos de vida. Y los pibes tienen muchas ganas, hay un montón de proyectos de vida por delante y de herramientas que ellos van construyendo en su propio nucleamiento o encuentro. Y eso se va robusteciendo y complejizando a medida que va pasando el tiempo. Generamos un vínculo previo que nos permitió vivir con ellos estos momentos tan específicos, a diferencia de los medios de comunicación. —LR: ¿Crees que hay algún motivo específico por el que no se encuentra casi material histórico y académico acerca de estos procesos? —MC: El material es escaso, y es como un llamado de atención para los cientistas sociales para poder empezar a poner la lupa para saber qué pasa con estos procesos. Y que vale la pena mencionar que estamos hablando de movimientos que nuclean a más de 4 mil estudiantes. No es un fenómeno espontáneo, se va generando subterráneamente y encuentra sus picos máximos de organización cuando hay algún conflicto que explota o que los confronta muy de lleno. Incluso hay ciertos movimientos estudiantiles dentro de algunas escuelas que tienen una trayectoria de casi diez años. Muchos de estos grupos generan sus propios materiales pero no le dan ese valor documental. Dentro de las redes sociales se puede acceder a un montón de información, fotologs, Facebook que está bastante en desuso. El relato lo fuimos construyendo a partir de los encuentros, sobre la marcha. —LR: ¿El documental se estrenó oficialmente? —MC: La película es de producción completamente independiente, no hemos podido conseguir ningún tipo de apoyo formal de ninguna entidad para poder hacerlo. El domingo 13 de diciembre a las 20 horas se va a estar presentando en un festival, el Transterritorial de Cine Under de la Provincia de Buenos Aires. Será por streaming. Nos pasó que hace unas semanas atrás la pudimos presentar en el festival ATLANTIDOC de Uruguay. Estamos tratando de a poquito de hacerle un recorrido, una marcha. Y en paralelo buscamos algún tipo de financiamiento que nos pueda dar la posibilidad de darle un broche de oro y que técnicamente quede diez puntos.

En diálogo con el programa radial La Retaguardia, Zulema Olga Luján vecina e integrante de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata, habló del histórico cine que está ubicado en Avenida Alberdi al 5700. Destacó la importancia de su presencia en el barrio porteño de Mataderos y de las acciones de resistencia del colectivo que lleva más de 10 años de lucha por la reapertura del lugar. La vecina además se refirió a la actual situación judicial por la recuperación definitiva del espacio. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Fernando Tebele ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Fotos: Coordinadora en Defensa del Cine El Plata Zulema Olga Luján comenzó la charla haciendo referencia a las primeras reuniones en defensa del espacio, que derivaron en la conformación de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata: “Nos reuníamos donde podíamos, desde el 2007 éramos un grupito que nos íbamos corriendo de lugar en lugar, pero se terminó conformando directamente en el 2008 como coordinadora y desde ahí arrancamos en esta lucha”, contó.    Un cine de barrio Como en un viaje en el tiempo, Zulema recordó sus vivencias alrededor del emblemático cine barrial: “Mi experiencia con el cine, cuando tenía 13 años, antes no salíamos los chicos como salen ahora, fue de ir a ver Drácula. Que ahora la veo me doy cuenta que diferentes eran los miedos que teníamos en ese momento. Al lado teníamos un lugar que se llamaba ‘La Santa María’ donde íbamos a comer pizza todos los chicos del barrio. La arquitectura era muy parecida a la del cine Gaumont. Con esas escalinatas, con mármoles en la parte de las escaleras lo mismo que las barandas. El cine teatro Rivadavia también era parecido, por lo menos de los que yo conocí. Viví toda mi vida en Mataderos, vivo a seis cuadras del cine. Toda mi juventud estuvo trazada por ese lugar, hasta que lo perdimos”, detalló. Promesas incumplidas Desde el comienzo de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta en el Gobierno de la Ciudad, el cine entró en una fase de promesas de obras inconclusas, y de reaperturas incumplidas. “Ahora se avanzó bastante, dicen que en segundo semestre del 2021, y espero que no sea por el anuncio de las elecciones medias, se va terminar. Lo vimos avanzar y retroceder”, dijo la vecina. Durante los años de lucha transcurridos hubo algunas aperturas parciales. Algunas veces para eventos como la Noche de los Museos, pero siempre se abría una pequeña porción del lugar que comprendía a dos microsalas que se habían inaugurado en 2011, un tiempo después de que los vecinos y vecinas lograron frenar la demolición del cine.  Desde 2015 permanece cerrado. “Fuimos a ver películas muy malas, que no se si lo hacían para que nosotros no fuéramos, pero insistimos igual, hasta que lo cerraron. La parte principal, la más gruesa de lo que están haciendo, está avanzada pero falta hacer mucho. Dicen que van a llegar hasta la parte principal y con el superpullman. La esperanza que nos dan es que el arquitecto que está a cargo es el que está delante de las obras de remodelación del Teatro San Martín”, expresó. La Coordinadora en su visita para ver el avance de las obras Más de 10 años de reclamo “Nosotros tuvimos una lucha incansable, hacíamos reuniones en la puerta del cine, repartíamos panfletos en las esquinas. La gente nos apoyó, juntamos muchas firmas. Y como no éramos partidarios, teníamos el apoyo del barrio y del vecindario. Este lugar que prometieron que van a abrir, dicen que va a tener un sistema de refrigeración especial para el Covid, para que esté contemplada esta prevención. Estamos ahí, esperando que sea realidad, llegamos a instancias judiciales para que esto se cumpla. (Hernán) Lombardi vino muchas veces pero siempre cerca de cada elección, y después se diluía el comentario de lo que se iba a hacer. Y volvíamos a estar nosotros en la puerta del cine a tirar panfletos, esta es nuestra lucha”, remarcó Luján.  Un dato no menor es que a la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata no le permitían el ingreso al lugar para ver cómo avanzaban o no las obras. “Como a mí me queda cerquita, y todos los de la Coordinadora vivimos cerca,  íbamos a mirar de lejos. Y nos prometían: ‘sí, ya lo terminamos’. Es más, en el 2015 vino toda una comitiva a la inauguración y nosotros nos pusimos contentos, pasaron las elecciones y nunca más. Y así muchas veces pasó lo mismo. Llevamos murgas, pasábamos películas en la vereda, llevamos nuestras sillas para que la gente pueda mirar las películas que queríamos pasar”, rememoró Zulema.  La integrante de la Coordinadora manifestó que todo el barrio está esperando la reapertura del Cine como espacio cultural: “Para los comerciantes y los negocios va a ser un cambio importante en esta arteria principal de Mataderos, que es Juan Bautista Alberdi. Hay colegios que necesitan que sea algo cultural como para usar cuando se entregan los diplomas y muchos no cuentan con un SUM (Salón de Usos Múltiples) adecuado. Sería una forma de dar cultura al lugar, a los vecinos, y que las instituciones tengan un lugar para mostrar lo aprendido. Es mucha la iniciativa que tenemos pensada”, planteó. Finalmente, contó que pudieron entrar al lugar para ver el avance de las obras. “Nos hicieron poner un casco y miramos parte de la construcción. Cuando habían empezado pusieron los techos de telgopor y me acuerdo que vino la tempestad, por abril del 2008 y los telgopores aparecieron por todo Alberdi. Estamos muy esperanzados, y esperamos que sea realidad, con mucha energía positiva. Con muchos deseos que se abra, que se levante el telón, como dice uno de nuestros compañeros. Hubo muchas personas que lucharon que ya no están, porque algunos somos personas grandes, aunque juventud también hay. La gente nos ve en la lucha y se va sumando. Nos ven en el sol, bajo la lluvia o con frío. Aparentemente es el momento

El psiquiatra, psicoanalista y comunicador Alfredo Grande, presentará hoy un libro digital de descarga gratuita que reúne sus aforismos implicados, un sellos distintivo de su prolífica escritura. Lo acompañarán la Dra. en Filosofía Diana Maffía y Gregorio Baremblitt. Coordinarán la jornada que será televisada en vivo a través del Canal de Youtube de La Retaguardia, Claudia Rafael y Silvana Melo, de la Agencia de Noticias Pelota de Trapo. (Por La Retaguardia)

Los Aforismos Implicados de Alfredo Grande suelen ser su mejor recurso para decir muchas cosas con pocas palabras. Con un uso agudo de la ironía, sus Aforismos no son solo eso, sino que además son Implicados, lo que supone ponerle todo de sí: corazón, ideas y la marca indeleble de su implicación social, política y  ética. Aquí podés leerlo y descargarlo de manera gratuita. (Por La Retaguardia) DESCARGAR EL LIBRO

En contexto de pandemia, la cultura porteña se encuentra en estado de emergencia. Las fuentes de trabajo, muchos proyectos y espacios que la componen están cerrando sus puertas. En diálogo con el programa Tengo una idea, Juan Guardia, integrante del Espacio Cultural El Puente, de Villa Luro, describió la situación y manifestó la necesidad de que se tomen medidas extraordinarias y urgentes para recomponer al sector. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Carlos Morchio/Nicolás Rosales ✏ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero —La Retaguardia: ¿Cuál es la situación actual y real de emergencia cultural dentro de la Ciudad de Buenos Aires? —Juan Guardia: Los espacios culturales estamos sin poder trabajar, con la actividad totalmente frenada y sin un pronóstico de cuándo podemos volver a trabajar. Entonces, nosotros  pedimos que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires declare la emergencia cultural y tome medidas al respecto. Porque el Gobierno de la Ciudad hace como si nada y no toma ninguna política al respecto y para nosotros es muy difícil. Hay espacios culturales que están cerrando, otros que nos estamos replanteando qué hacer con las deudas que se van acumulando y demás. —LR: ¿Cuál es la diferencia entre aquellos espacios culturales que dependen del Gobierno y aquellos que son autogestivos e independientes? —JG: La diferencia es que nosotros somos totalmente independientes. No pertenecemos a lo que sería el Programa Cultural en Barrios, que es un programa del Gobierno de la Ciudad, que paga sueldos a los profesores y coordinadores. Nosotros, todo eso lo sacamos de las actividades que hacemos. Cobramos por los talleres, por los espectáculos. Hay muchas cosas que funcionan a la gorra y le ponemos mucho corazón para que eso funcione. Pero cuando se decreta el aislamiento social, preventivo y obligatorio, cosa que nos parece bien, quedamos sin ningún tipo de ingreso. Creemos que es importante que el Estado intervenga, en este caso donde nosotros pertenecemos que es el Estado de la Ciudad, y que tome medidas al sector. Porque creemos que somos quienes aportamos a la Ciudad de Buenos Aires con todos los teatros independientes, los centros culturales, y creemos que entre todos tenemos que pasar esta crisis. El rol del Estado es fundamental para no dejar que el que no pueda se caiga. —LR: ¿Cómo se han venido sosteniendo ustedes en estos meses de aislamiento social? —JG: No nos venimos sosteniendo. Muchos cobraron el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), algunos trabajamos virtualmente como podemos, pero hay muchos a los que se les complicó la situación. Por ejemplo, en el Puente doy clases de plástica para chicos y es imposible. Dar un taller de arte con una computadora, se hace realmente más complejo. Hay realidades muy diferentes, pero nosotros lo que pensamos es que esto no puede quedar a que cada uno o una se arregle. Sino que por eso exigimos esta emergencia cultural. Se podría hacer un registro de trabajadores y trabajadores de la cultura. Presentar, en el mejor de los casos, una renta básica para estos trabajadores. Se puede pensar una mesa en conjunto con el Ministerio de Cultura de la Ciudad para buscar soluciones para el sector, y pensar de cara al año que viene. En el Puente tenemos un montón de deudas de servicios, no pagamos la luz, el gas, el agua. Y estaría bien también tener una perspectiva de cómo va a ser el año que viene. O mismo, se dará comienzo al Festival de Tango, con el sector de las milongas y el tango, que quedó abandonado dentro de la emergencia cultural por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ellos hacen un festival virtual, y hay mucha gente que no está pudiendo llegar a fin de mes. No hay y no crean un vínculo, y no piensan soluciones y políticas públicas al respecto para ninguno de estos sectores de la cultura que evidentemente abonamos a esta Ciudad. —LR: ¿Se evidencia en el horizonte algún proyecto de ley para el sector? —JG: No, no hay ninguna respuesta clara. Por eso es que salimos con esta campaña que es “Emergencia Cultural BA”. Fuimos los espacios culturales los que empezamos a proponer cosas. —LR: ¿De qué se trata esta campaña de emergencia cultural? —JG: Somos un frente, hay un montón de espacios culturales, de actores de la cultura en general gente del tango y demás, que nos estamos reuniendo vía zoom virtualmente. Se va ir proponiendo sostener una campaña en redes sociales los jueves, para instalar este tema. Haciendo distintas actividades, jamás proponiendo que se junte gente, sino de manera virtual y proponiendo que se tomen medidas. Nosotros no queremos ir en contra de lo permitido, no queremos hacer una movilización, no queremos que se abran los espacios, pero sí que se piensen políticas culturales para el sector. Se está redactando un proyecto y un petitorio para juntar firmas. Para que la gente participe estamos instalando el hashtag #EmergenciaCulturalBA. Se puede buscar y los jueves vamos a ir lanzando las distintas campañas. Una va a ser la de juntar firmas a través de las redes de los espacios culturales y hay un montón de actores de la cultura que lo van a estar replicando.  —LR: ¿Cuántos años tiene El Puente y cuán importante es para el barrio de Villa Luro? —JG: El Puente tiene 20 años, siempre en el mismo lugar. Yo extraño todo, es tremendo porque mi vida sucede ahí adentro. En este caso, la importancia de la cultura o de los teatros, desde mi perspectiva son fundacionales para la historia de la Ciudad. Pensarla sin los teatros, sin los espacios culturales, sin los artistas callejeros, se me hace muy difícil, y en la vida de la comuna y de la sociedad es imprescindible. Hay espacios que son más antiguos, otros que son nuevos. Tener este parate de casi un año, y no sabemos tampoco cuando se va a poder volver, para cuidar estos espacios tienen que haber políticas públicas. https://www.facebook.com/elpuentecultural Por último, Guardia citó un ejemplo de política cultural europea que se podría imitar

La artista travesti/trans/sudaca, como ella misma se define, participó de Hasta que vuelvan los abrazos, el programa matutino de Radio La Retaguardia. El diálogo fluyó entre las formas de resistir a la pandemia y la crítica al discurso heterosexual que se impone desde el Estado. “Tenía esperanzas de que fuera el fin de la especie, pero parece que vamos a seguir”, suelta, e invita a la fuga y a la resistencia: “Tenemos que encontrar lugares donde no nos puedan encontrar”. (Por La Retaguardia)🎤 Entrevista: Giselle Ribaloff/Fernando Tebele✏ Redacción: Andrés Masotto💻 Edición: Fernando Tebele📷 Foto de portada: Susy Shock en un homenaje a Lohana Berkins (Bárbara Ann)📷 Foto interior: Andrés Masotto Susy es así. No existen las formalidades. Entonces toma la primera pregunta, casi inevitable, ¿cómo estás en este contexto de pandemia?, y la desarma con crudeza mostrándose tal cual es, como ante cada paso, y con una diábetes recién diagnosticada. “En lo personal estoy muy bien porque vengo de un diagnóstico de diabetes en julio, que me apareció así de repente, me caí redonda en un estudio de grabación con convulsiones, internación, coma diabético, todo. Y estalló mi vida que venía creyendo que era muy armoniosa y no. Y la enfermedad me planteó algo que es crónico y me hizo cambiar y valorar un montón de cosas. Entonces a mí me agarra la pandemia en el medio de todos esos cambios. y a partir de eso y de un descanso necesario después de tantas giras, de repente me levanté y dije ya está, ya descansé, es hora de seguir pensando, de aflorar el espíritu crítico, de empezar a evaluar desde lo colectivo, que es desde donde siempre lo hicimos, por dónde pasan y pasarán las siguientes estrategias” reflexionó al principio de la charla Susy Shock, escritora, cantante, pensadora, y continuó: “Entonces estoy en esa tensión: tratando de no perder la lucidez, que es lo que creo está haciendo la mayoría de la gente, porque todo esto nos está invitando a perder la lucidez. Tratando de pensar más exhaustivamente con amigas, con mis grupos de pertenencia, y confirmando la salida es siempre desde lo colectivo”.El arte de Susy Shock se caracteriza por romper estructuras desde la crítica. Una crítica muchas veces graciosa, pero profunda. En ese sentido, acerca de las medidas tomadas por el gobierno nacional para sobrepasar la la crisis sanitaria, la artista apuntó: “me parece que en principio este es un fracaso enorme de nuestra democracia. El modo en que se está tomando la crisis de la pandemia, porque es una crisis que existe, no niego que exista. Pero sí me permito la duda y sí nos tenemos que permitir ciertos debates, como por ejemplo que nuestra democracia ha fracasado porque la coordinación de todo esto son las fuerzas de seguridad. Que la democracia no haya podido encontrar otros actores y actrices sociales que puedan estar guiando, coordinando, acompañando este momento me parece que en sí ya es alarmante”.Pero no se quedó ahí, y fiel a su reivindicación del sentido crítico, siguió cavando: “nosotres, que venimos discutiendo a la heteronorma como el gran violentador y disciplinador de los últimos tiempos, esa voz uniforme que se ha vuelto a poner. A mí no me alcanza que me hablen con e si en el fondo todo es un gran discurso heterosexual que no ha tomado ni de los feminismos, ni de las disidencias, ni de los transfeminismos, ninguna de las batallas logradas, ninguna de las discusiones alcanzadas, de los pisos enormes ganados que hemos tenido. Esa voz uniforme plantea, por ejemplo, el Estado maternal, y vuelve a la prehistoria el concepto de la mujer, lo deriva de vuelta al vientre materno. Y después habla de la casa. La casa y la familia es lo que venimos discutiendo y no es el lugar seguro que dicen. Yo no estoy exagerando: mi propio colectivo trans-travesti huye de esa casa si no es expulsado. Tiene que huir o es expulsado entre los nueve y los doce años a una calle. Entonces pensarnos ahí adentro es como si fuera un cuento rosa de Disney. Es el discurso del banner que pierde el espíritu crítico que yo insisto nosotres no tenemos que perder”. La resistencia “El desafío de todo esto es que no estamos cerca, no nos tenemos en ronda para vencer. Nuevamente la calle es esa zona prohibida, inhabilitada. Pero yo creo en nuestras resistencias. Y no me estoy quejando, porque el discurso después lo quieren unir con los idiotas que quieren cortar la cuarentena porque lo que quieren es que salgamos a la calle a producirles a ellos y que ellos sigan teniendo todas sus riquezas. Yo no estoy diciendo eso, estoy diciendo que nos dejen confiar, también, en nuestro criterio colectivo. Que nos dejen proponer desde nuestros criterios colectivos porque sabemos cuidarnos, porque siempre vamos a priorizar el cuidado colectivo. Entonces me parece que es un avance enorme de un discurso uniforme heteronormativo patriarcal”, criticó.Pero, una vez más, la reflexión continuó: “Hay que exprimir las herramientas tecnológicas que tenemos a mano. Tenemos herramientas poderosas que habitar desde nuestros modos. Mi generación es hija y nieta de la revolución sexual, y todos esos despertares han producido enormes intentos de disciplinamiento, censura, represión. Hay que leer la historia, no la estoy inventando yo. Y siempre detrás de algo así, del disciplinamiento y de la violencia, aparece una resistencia. Coincido con las movidas que dicen que no hay que comparar esto con la pandemia del VIH porque no es lo mismo, pero ellos sí son lo mismo. Ellos, milimétricamente, repiten las mismas consignas, las mismas sospechas, y siempre les sospechades somos les mismes. En ese momento no se podía tomar mate con alguien porque supuestamente te contagiabas. Y eso tuvo una resistencia, un paremos la pelota y veamos qué nos pertenece de todo este cuentito, qué no, confiemos también en nuestros cuidados. Porque si la idea es que, después de la revolución sexual, cortar el deseo implica quedar embarazada, y después del VIH asumir el deseo

Lo dijo Irina Alonso, actriz, docente y directora teatral en referencia a la situación actual de los trabajadores y trabajadoras de la cultura, en especial de las artes escénicas. Alonso dialogó con el programa radial Tengo una Idea y explicó el momento crítico que atraviesa el sector independiente, en el marco de la pandemia de COVID-19 (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Graciela Carballo/Nicolás Rosales ✏ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: http://irinaalonsoactriz.blogspot.com La precarización y desprotección de los y las trabajadoras de la cultura independiente se intensificó con el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Irina Alonso explicó cómo viven en este contexto de pandemia: “Hubo muchas encuestas en estos días de parte de diferentes entidades para ver en qué situación estamos los trabajadores del teatro. Estamos en una situación muy delicada porque la mayoría vivimos de nuestras funciones y de nuestras clases, ambas interrumpidas. Por lo cual tenemos a muchísimas compañeras y compañeros que están sin ningún ingreso”.La actriz también mencionó algunas medidas que el sector está proponiendo. “Por un lado estamos pidiendo que los dirigentes de la Asociación Argentina de Actores elaboren un padrón nacional que debería estar confeccionado por las delegaciones y asociaciones afines al sector en todo el país que avale la tarea de los artistas que representan. Ya sean afiliados al sindicato o no. Después solicitamos que ese padrón sea llevado a las autoridades del ANSES como para ser incluidos en el Ingreso Familiar de Emergencia. Y también hacer extensiva una copia al Ministerio de Desarrollo Social para quienes necesiten obtener y gestionar la Tarjeta Alimentaria”, dijo. “Se está pidiendo la exención de pago de los Ingresos Brutos para los y las trabajadoras del sector que trabajen en aquellas provincias donde no se encuentre exento. La suspensión de los pagos de los servicios públicos para todas las salas y centros culturales. Celeridad por parte de las instituciones correspondientes como el INT (Instituto Nacional del Teatro), el FNA (Fondo Nacional de Las Artes) Iberescena, Proteatro, FMA (Fondo Metropolitano de las Artes), Consejo Provincial del Teatro Independiente para la tramitación de subsidios”, continuó exigiendo. Alonso se animó a proyectar el después de la pandemia con más propuestas: “Que haya una articulación con los Ministerios de Educación y de Ciencia para realización de contenidos que puedan ser viabilizados por los canales de televisión universitarios. Apoyo para la realización de festivales escénicos una vez que se la crisis finalice y así cubrir toda la necesidad de trabajo que habrá en el sector”, manifestó.“Entendemos que el país está pasando por una situación compleja donde los gastos en sanidad se llevan la mayoría de las partidas presupuestarias pero también creemos que es importante direccionar la mirada a aquellos organismos, entidades privadas, que sean los recaudadores de las grandes sumas de dinero como supermercados, industria de la construcción, la farmacéutica, laboratorios, creemos que es el momento que lo que más tienen aporten para los sectores más vulnerables”, expresó la directora teatral. Cerca del final, Alonso remarcó que este contexto de pandemia es una oportunidad para visibilizar la enorme desprotección en la que se encuentra la actividad cultural autogestiva, en particular la de los trabajadores de las artes escénicas. “Es una oportunidad también para empezar a revertir esta situación a partir de políticas concretas con leyes específicas. Nuestras condiciones de trabajo están muchas veces están idealizadas bajo el rótulo de pasión. Pero ya eran precarias desde antes del coronavirus. Este nosotros y nosotras no pretende recortar un segmento en particular sino que comprende a todos los roles del quehacer escénico: actores, directores, dramaturgos, bailarines, coreógrafos, titiriteros, escenógrafos, iluminadores, realizadores, técnicos, talleristas, docentes, coordinadores de espacios culturales”, agregó. “Lo que decimos desde este sector es que no hay ninguna normalidad a la que hay que volver, porque es en esa normalidad en la que se funda nuestra precarización. Lo que ahora proponemos es crear alianzas corriendo el foco de lo individual o de lo sectorial. A ver si podemos repensar nuestro lugar dentro del tejido social y económico como trabajadores de la cultura. Así podemos tal vez lograr que no se nos siga considerando prescindibles ya sea con o sin pandemia de por medio. Al final de esta cuarentena a lo mejor nos encontramos con menos recursos pero ojalá nos encontremos con mejores estrategias porque nunca en nuestra historia se realizaron tantas encuestas y relevamientos sobre el sector cultural, y nunca antes fue tan clara la importancia económica y simbólica de nuestra actividad. El indudable diálogo con el resto de los actores de la sociedad, incluido el Estado. Pensamos que volver a la normalidad es hacer caso omiso a esta enorme evidencia.”, concluyó.

Se encontraba en la Plaza Rodolfo Walsh, en la esquina de Chile y Perú, San Telmo. Una empresa constructora comenzó a realizar tareas de demolición en un antiguo inmueble lindero a la plaza. Abrió un gigantesco boquete en la pared donde estaba el mural y le colocó una persiana metálica. (Por La Retaguardia)🎤 📝Entrevista y texto 👉 Paulo Giacobbe💻 Edición 👉 Rosaura Barletta 📷 Foto 👉 Francisco de la Asamblea por el mural El 5 de febrero, Osvaldo Barros de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos vio que estaban demoliendo la pared donde se homenajeaba a los héroes de Trelew y a Rodolfo Walsh e intentó hablar con algunos de los operarios o el capataz de la obra. Le contestaron de mala manera. Al día siguiente insistió. La respuesta fue que mande una carta documento o que haga una queja. “Es un mural histórico, construido en 1998 por vecinos del barrio de San Telmo, la Asamblea Popular de Plaza Dorrego y otras organizaciones. Y siempre fue un lugar, un epicentro de homenajes, de actos, ceremonias; siempre estuvieron presentes los hijos, las abuelas, las madres”, cuenta Osvaldo para La Retaguardia. “Fue restaurado dos veces por la Asamblea de Plaza Dorrego y en general no sufrió agresiones ni vandalismo, hubo un respeto por parte de los vecinos, de los que vivimos y trabajamos en la zona”.“La demolición fue consecuencia de la empresa constructora que está haciendo departamentos y oficinas”, responsabiliza Osvaldo y da cuenta de un detalle no menor, el histórico edificio es el único de la cuadra que sobresale, ocupando mayor vereda que el resto de los inmuebles. De un solo piso, pero en un terreno muy extenso, esa particularidad de asomarse por la línea de las demás fachadas da cuenta de la antigüedad de la construcción. En una de esas paredes ganadas a la vereda se encontraba el mural, ahora portón.Googleando la dirección, Perú 674, podemos descubrir una oportunidad única de alquilar oficinas en block: 4492m2, con 24 cocheras, 12 baños, por apenas 72.160 dólares. A no desanimar, seguro regateando se consigue un descuentito. Se encuentra en construcción. La destrucción del barrio En su página de Facebook, la Asamblea Popular Plaza Dorrego sacó un comunicado contando la historia del mural: “Para el 22 de agosto de 1998, a 25 de años de la Masacre de Trelew, un conjunto de organizaciones en el marco del movimiento de Derechos Humanos realizan de manera colectiva un mural que es homenaje y es denuncia, que recuerda a les compañeres brutalmente asesinados y reivindica sus luchas. Ese mural, junto con otras expresiones que se dieron en esos años en el barrio de San Telmo y en toda la Ciudad de Buenos Aires, fueron parte de las expresiones para comprender el pasado y transformar el presente, reclamando por memoria, verdad y justicia”. Desde la Asamblea dicen que además es un punto de parada en la Marcha de Antorchas que se realiza en San Telmo, en el marco de las actividades del 24 de marzo. Por eso finalizan el comunicado convocando a “organizaciones sociales, políticas, culturales y vecinos del barrio a denunciar este nuevo ataque a la memoria”.“Me dio mucha bronca, mucha tristeza”, dice Osvaldo en relación a la destrucción ocasionada por la constructora. Un agujero en la memoria. “De los compañeros de Trelew habré conocido a uno, dos o tres. Es parte de mi historia militante”, rememora Osvaldo Barros. “Cuando nos enteramos que habían asesinado a los compañeros que estaban presos salimos a la calle, era dirigente estudiantil en Farmacia y Medicina y salimos a la calle para protestar. Estuvimos presentes cuando fue el velatorio en la Avenida de La Plata. Siempre reclamamos el juicio y castigo de esa masacre. De los responsables materiales y políticos. Un asesinato en masa. Y Rodolfo Walsh es un símbolo de compromiso militante y del periodismo puesto al servicio de la fuerza popular”.

Patricia Oillataguerre, presidenta del Club Social Deportivo y Cultural Larrazábal, contó la historia de este espacio que forma parte de la identidad de Mataderos y Liniers.En la charla se recuperan los orígenes del club fundado en 1946. También anécdotas de sus distintas etapas, cruzadas por cuestiones de género, y las actividades que impulsan de cara a otro aniversario. Fue en el programa radial Tengo una idea. (Por La Retaguardia)🎤 Entrevista 👉 Graciela Carballo, Carlos Morchio y Nicolás Rosales 📝 Texto 👉 Nicolás Rosales💻 Edición 👉 Rosaura Barletta 📷 Foto 👉 Club Larrazábal Hay quienes ubican al histórico Club Larrazábal en Mataderos y quienes lo ubican en Liniers. Lo cierto es que está en el límite de ambos barrios y, para evitar disputas innecesarias, la institución de la calle Larrazábal 829 es de la Comuna 9. Un club que comenzó con actividades de bochas y boxeo y fue mutando para que las mujeres vayan ganando espacios para que se incorporen otras disciplinas. Hoy se lo reconoce además por su relación con el rock. Es que allí tocó por primera vez La Renga, hace 35 años. Incluso tienen un mural y una placa que lo destaca en la entrada.En dialogo con Tengo Una Idea, en Radio La Retaguardia, su presidenta,  Patricia Oillataguerre, recordó: “Al comienzo se acercaron un grupo de mujeres de una de las asociaciones de la Casa de la Cultura de Liniers que se habían quedado sin espacio y que necesitaban de uno para seguir. Los varones al principio se sintieron un poco invadidos porque no era a lo que estaban acostumbrados, porque en aquel momento (la década del 50) el club era un espacio de reunión para jugar a las cartas y tomar algo. También, antes de esto, estuvo identificado con el boxeo porque estaba de moda por la zona, sobre todo en Mataderos con el auge de algunos boxeadores conocidos como “El torito Suarez” y se habían abierto muchos gimnasios de boxeo. Esto fue hasta mediados de la década del ’50”.Por otro lado, Patricia contó las actividades que hay ahora, “trabajamos con género, hemos hecho reuniones, conmemorando el día de la no violencia hacia las mujeres. Hacemos una varieté que es un evento que se hace mensualmente, de marzo a diciembre, todos los segundos domingos.  Es cultural, hay música, pintura, poemas, teatro, se hace los domingos a la tarde, es abierta al público general  y a la gorra”“El año pasado hicimos el primer encuentro de la Economía Social en la Comuna. La verdad que fue bastante exitoso, y ahora ya estamos pensando hacer un segundo encuentro para seguir afianzando los vínculos entre todas las expresiones de la Economía Social y Solidaria que hay en la Comuna que son muchas y muy diversas. Y además los sábados tenemos un ‘Nodo’ de Comercio Justo en el que se comercian principalmente frutas, verduras y otros productos de almacén comestibles”, agregó.Por último, enumeró los talleres que se dan y que se reanudarán en marzo teniendo en cuenta que los encuentros de milongas continúan los primeros y terceros sábados de mes, que el 13 de enero cumplieron 74 años y que se preparan para el festejo del año que viene, “les cuento que tenemos abierta una convocatoria a artistas plásticos para hacer unos murales que tengan que ver con la trayectoria y con las actividades del club. La misma cierra el 20 de febrero y si alguno está interesado en nuestra página de facebook están los datos o pueden mandar un mail al club. Aparte las clases de tango son los primeros y terceros domingos, cine debate con tortas y café, el cuarto domingo. La varieté los segundos domingos. Los días de semana tenemos taekwondo los lunes y jueves, también hay clases de salsa, bachata, chi kung, taichí, acrobacia en tela, circo para chicos, dibujo y pintura, yoga, folklore, teatro, etc.”.

Valeria Tucci, directora de la película documental dialogó con el programa Tengo una idea para hablar de cómo se forjó el proyecto de documentar un tema necesario como el del daño de los agrotóxicos en la salud humana y animal, a través de un relato claro y  generador de conciencia. Además, detalló porque eligió a Carrasco como figura de otro tipo de ciencia, aquella que incomodó y que vino a romper con ciertas rigideces para hablar de lo que no se hablaba, dandole la voz a los y las protagonistas que antes no la tenían. (Por La Retaguardia)🎤 Entrevista 👉 Graciela Carballo/Carlos Morchio/Nicolás Rosales📝 Texto 👉 Nicolás Rosales💻 Edición 👉 Fernando Tebele📷 Foto 👉 Imagen de la película Se ha hablado muchas veces del agronegocio o del ecocidio al hacer referencia a productos que contaminan, enferman y matan. El documental de Valeria Tucci -prrmiado por la crítica del público en el 18° Festival Internacional de Derechos Humanos de Buenos Aires, retoma la temática a través de un repaso por la vida del científico Andrés Carrasco. En diálogo con su directora, antes de haber pasado de forma efímera, la semana pasada, por el cine Gaumont con salas llenas, Valeria Tucci dio su mirada para saber de qué va la película. “El género documental es complicado, más en este tema que no suele ser fácil y que uno no se va contento del cine cuando va de ver estas películas. Entonces, nuestra idea era encararlo de otra manera. No es una película de dato duro, cuenta la historia de Carrasco y de otras personas que son los afectados directos. La película es como muy humana en ese sentido, te va mostrando las historias que están atravesadas por esta problemática”, aclaró.En referencia a su llegada al protagonista del documental afirmó: “Estaba preparando otro documental que hablaba sobre la industria alimenticia y me topé con el estudio de Carrasco. Me empecé a interesar un montón. Empecé a ir a los Encuentros de Pueblos Fumigados, a meterme más en el tema. La figura de Carrasco es muy fuerte, muy potente. Y hablar de él permitía hablar de un montón de cosas: desde modelos económicos, salud y educación pública, luchas socio ambientales, así que era todo una película básicamente”.Cabe recordar, que en el momento en que Carrasco denuncia los efectos letales del glifosato en el desarrollo de los vertebrados, hubo una repercusión desigual en la comunidad científica, que en general lo marginó. Pero Carrasco no era un médico alternativo ni mucho menos, era el director del Laboratorio de Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la UBA (Universidad de Buenos Aires) . Incluso había sido presidente del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). En definitiva, fue un médico militante que cometió el “pecado” de escuchar a los afectados, hablar con las víctimas, y difundir su trabajo entre ellas. Esto le costó caro.“Él difunde su trabajo en un momento bastante candente, cuando estaba el conflicto con el campo, donde surge la famosa grieta. No tomó una postura sencilla, realmente se jugó por lo que creía. Mostraba los resultados que obtenía, se los llevaba a las víctimas, y las primeras personas a quienes  se los llevó fue a las Madres de Ituzaingó, que estaban denunciando esto. Fue una manera completamente distinta de hacer ciencia, ponerla al servicio del pueblo, y que creo que eso fue lo más disruptivo, y de ahí el título de la película.  Ir contra la corriente, que en realidad si uno lo piensa es lo más lógico, que la ciencia tiene que estar para el pueblo y no para las corporaciones. Eso es una construcción que se tiene que hacer entre todos, y no sólo la comunidad científica”.Tucci comentó una anécdota de la proyección en el exterior. “La película se vió en Barcelona, en Turquía, en Rusia, etc. Estamos muy contentos del recorrido que está haciendo la peli afuera. La verdad es que llama la atención, tuve la suerte de ir a estrenarla a Barcelona y después de la función lo primero que me preguntó el público fue: bueno, ¿ahora el glifosato está prohibido?, y había que explicarles mucho que no, y creo que eso también es llamativo porque lo que pasa acá no pasa en ningún otro país del mundo. Y es muy fuerte, nosotros no nos damos cuenta y la peli viene a aportar un granito de arena más en la concientización conociendo adonde estamos metidos, en qué contexto, que es lo que nos está pasando, qué estamos consumiendo y qué es lo que le estamos haciendo al medio ambiente. Y esto tiene que ver con todo, con el cambio climático que es una cosa que la peli también trata”.Por último aseguró, “hay algo que quería que quede claro, que es el modelo que no funciona. Es un tema de la sociedad también que tiene que tomar conciencia, teniendo las herramientas para poder exigir y pensar en otro tipo de producción. Del lado de los políticos no va a venir el cambio, tiene que venir de nosotros. Siento que estamos en un mejor momento, es un camino lento”.Luego de su paso corto y exitoso por el Gaumont, la película comenzará a verse en salas alternativas y también en cines del circuito INCAA fuera de la CABA.  DESCARGAR