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Claudia Korol, comunicadora feminista, integrante de Pañuelos en Rebeldía y educadora popular, recordó al pedagogo brasileño en el centenario de su nacimiento. En diálogo con el programa radial Hasta que vuelvan los abrazos, de Radio La Retaguardia y Radio Sur. Habló sobre la importancia de la figura de Paulo Freire a nivel mundial y de la necesidad de sostener y levantar sus ideas por una educación emancipadora. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Irene Antinori/Julián Bouvier ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Fernando Tebele La referente de Pañuelos en Rebeldía, Claudia Korol, reflexionó sobre la importancia de la figura de Paulo Freire, en el marco de su aniversario número 100: “La fecha del natalicio de Paulo Freire significa una celebración que tiene un carácter mundial. Desde Pañuelos en Rebeldía estamos recibiendo noticias de esto en todo el continente todavía, pero también desde Asia, África, Europa. Es un educador que ha abierto caminos, criticando las formas tradicionales de la educación bancaria. Formas que tienen que ver con el disciplinamiento de los cuerpos y los pensamientos de la vida para poder darlos como parte de la reproducción de la hegemonía de este sistema patriarcal, capitalista y colonial. Y vemos que en su país de nacimiento, Brasil, un tal Bolsonaro (Jair, Presidente de la Nación) pretende borrarlo de todas las currículas educativas y de todas las formas de comunicación”, dijo. Korol destacó algunos de los elementos que posicionan a Freire como una referencia a la hora de pensar a la educación como un lugar de transformación. “Por un lado, Freire ha construido un aporte desde la ‘Pedagogía de la Esperanza’. Cuando se cumplían 25 años de su obra principal a mi entender, que es ‘Pedagogía del Oprimido’, él realizó un ejercicio autocrítico para pensar qué había pasado en esos 25 años desde su texto. Y qué temas deberían reformularse. Yo tuve la posibilidad de hablar con él en el momento en que fue lanzado ‘Pedagogía de la Esperanza’, que era revisitar la teología del oprimido. Y fue maravilloso porque era un momento en los años 90, muy cercano a la crisis de las izquierdas que se produjo por el impacto de la caída del Muro de Berlín, de la desarticulación de lo que había sido la Unión Soviética, en el año 1991. Donde muchos sectores de izquierda pensaron que su servicio se había acabado. Y hablando con él en ese momento, me decía de qué esperanza nos hablaba. Porque siempre la idea de esperanza resuena con un tinte religioso. Y no, no tenía que ver con la espera. No tenía que ver con una esperanza boba, como decía él, sino con la confianza en el pueblo para construir desde una nueva perspectiva emancipatoria que resuene con sus necesidades, con sus experiencias, con sus deseos. Creo que fue muy importante ese aporte y que lo sigue siendo en este tiempo en que nos quieren robar la esperanza; y robándonos la esperanza, nos quieren robar la posibilidad de participación y de lucha por uno, por una sociedad diferente, por las revoluciones que nos faltan”, resaltó. “Otro elemento que quiero marcar es que su libro ‘La educación como práctica de la libertad’, plantea precisamente el sujeto de las transformaciones llamada Teología de los oprimidos’. Pero no para los oprimidos, oprimidas, oprimides. Esta teología construye en los oprimidos, oprimidas, oprimides para emanciparse, en la medida que identifican que esa opresión tiene que ver con una construcción social, cultural. Pero también como una construcción humana. Y como tal puede ser revertida, transformada y modificada. Pero eso va a ser obra de los sujetos. Los sujetos que están viviendo, sintiendo e identificando esas opresiones, que son elementos fundamentales”, comentó. Educación y arte Korol recordó la frase de Freire ‘El educador es un político y un artista’, la retomó y dijo: “Me parece que es fundamental pensar al educador y a la educadora popular como artista, pero no como artista individual, sino como artistas colectivos y como creadores de nuevos mundos, que para poder crearlos también hay que construir con lo existente, desafiarlo, desorganizarlo, estructurarlo. Y rehacernos también nosotras, nosotros, en esa perspectiva creativa, artística, de repintar, de captar el mundo, reencontrarlo, cantarlo también. Porque una de las cosas que podemos pensar es que en muchas zonas de nuestro continente, por ejemplo -para hablar donde nuestros pies pisan, en nuestros territorios- hay desencanto y hay desesperanza. Es producto de los golpes que hemos recibido”. Y agregó: “Una frase que a mí me impacta siempre de Freire es la de ‘Queremos ser sanamente locos y locamente sanos’, porque no se trata sólo de rendir culto a la cordura. La cordura puede ser la normalidad que nos impone el poder hegemónico. Entonces es necesaria esa locura. En su momento se hablaba de ‘las locas de la plaza’, las Madres de Plaza de Mayo y con ellas, todos y todas las que quisieron cambiar el mundo y que el sistema trató de desacreditarlos”. Freire y Pichon Rivière Korol rescató los cruces que existieron entre el pensamiento de Enrique Pichon Rivière, creador de la psicología social, y el pensamiento de Paulo Freire, y comentó sobre el trabajo que realizan en los talleres de formación de educadores de Pañuelos en Rebeldía. “Esos pensamientos los reivindicamos en nuestra forma de hacer educación popular. Construimos y creímos en esa posibilidad de despliegue de todo lo que no se identifica con la normalidad domesticada. Y entonces, a veces, nuestros talleres de educación popular, que es lo que hacemos en la formación de formadores, tienen mucho que ver con romper con esos corralitos de disciplinamiento que se producen a través de una racionalidad que involucra solo un pensamiento cartesiano hegemónico. Ahí no se enseña a involucrar en los procesos políticos y pedagógicos al conjunto de los sentimientos, de las reflexiones, de las emociones a todo el cuerpo: la dimensión lúdica, el juego, el canto, la danza, no solamente como una forma de hacer más divertido el acto pedagógico, sino fundamentalmente porque para hacer revoluciones necesitamos todas las dimensiones de pensamientos, emociones

El 30 de marzo del año 2006, en la calle Luis Viale 1269, en el barrio porteño de Caballito, se incendió una vivienda en la que funcionaba un taller textil  clandestino. En el hecho murieron 4 niños y niñas, una adolescente y una mujer embarazada. En el taller vivían 65 personas, entre ellas, muchas niñas y niños. Se realizó una jornada cultural para recordar a las víctimas y seguir pidiendo justicia. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Fotos: Nicolás Rosales/Florencia Propato El martes pasado, la calle Luis Viale se llenó de música, de rabia, de alegría, poesía, arte y lucha. A 15 años de la Masacre, se realizó una actividad durante toda la tarde. Entre artistas de la música, la danza, con una feria de fanzines, de comidas, de parches con consignas, transcurrió la jornada en las puertas de lo que fue el taller clandestino donde 7 personas perdieron la vida, bajo las condiciones más indignas de la clandestinidad. Sin embargo, la actividad transmitió mucha claridad, ante tanta oscuridad. El festival “No nos callarán, el taller no se toca”, comenzó con una radio abierta y una conferencia de prensa de la Comisión por Memoria y Justicia por lxs obrerxs textiles de Luis Viale. Patricia y Julián bailaron unos tangos y una milonga sobre la Masacre del taller, recitada por Lourdes Hidalgo, sobreviviente de aquella trágica fecha. Hubo también un baile de Tinkus wistu’s Vidas y lectura de poesías por Susana Anahí Vidal. Durante toda la jornada, una muestra de fotografías acompañó la visual de la actividad. “Fischberg y Geiler Culpables”, expresa un cartel bien grande en la fachada de lo que fue el taller. Daniel Alberto Fischberg y Jaime Geiler eran, y todavía son, los dueños del taller y principales responsables de lo sucedido. Tras un primer juicio que solo condenó a los capataces del taller en mayo del año 2019, el juez Alberto Baños, titular del Juzgado Criminal y Correccional Nº 27 de la Ciudad de Buenos Aires, sobreseyó a los empresarios y, en noviembre del mismo año, les devolvió la posesión del inmueble.  A lo largo de la jornada, iban circulando planillas para recolección de firmas. Cada una pertenece a tres diferentes proyectos de Ley de iniciativa popular: -Proyecto de Ley Día de la Masacre de la fábrica textil Luis Viale, que busca instituir el día 30 de marzo como el “Día de la Masacre de la fábrica textil Luis Viale” en todo el territorio de la Ciudad de Buenos Aires. -Proyecto de Expropiación, que busca que se declare al inmueble de utilidad pública, en los términos de la Ley N°238. -Proyecto de Patrimonialización, que busca que se lo catalogue con nivel de Protección Estructural y Edilicia y se denomine Sitio de Memoria contra la Trata de Personas con fines de Explotación Laboral. También compartieron sus canciones Abelardo Martín junto a Pica Para Todxs Mis Compas!, Fernanda Ortega Villa, Luciana Gómez, El Pampa Ubertalli, Dúo Tawa Ñan Urraca Mc, Las Pulgas de mi perro rock , La Huesuda y hacia el final de la noche sonó la Murga “No somos títeres de nadie”. El cierre estuvo en manos de Sikuris Autoconvocadxs.

Las denuncias de quienes sobrevivieron al incendio en el taller clandestino de Luis Viale 1269, en el barrio porteño de Caballito, contribuyeron a poner en agenda en los medios alternativos y luego en los medios tradicionales la explotación laboral de la industria textil en la Ciudad de Buenos Aires. Lourdes Hidalgo, una de las sobrevivientes de aquella tragedia, en diálogo con el programa radial La Retaguardia, dijo que junto con otras y otros compañeros reclaman que allí funcione un lugar para la memoria. La Justicia, por su parte, les devolvió las llaves del taller a los antiguos dueños. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Comisión por la Memoria y Justicia de los obreros textiles de Luis Viale Escuchar a Lourdes Hidalgo resulta doloroso y al mismo tiempo esperanzador, su entereza en la lucha emociona. Sobrevivientes, junto y la Comisión por la Memoria y Justicia de las obreras y obreros textiles de Luis Viale realizaron una radio abierta el pasado viernes en Plaza de Mayo y exigieron la expropiación y patrimonialización del ex taller textil de Luis Viale, para que se convierta en un espacio de memoria. “Será una jornada de lucha por la expropiación y patrimonialización del taller donde perdieron la vida trabajadores junto a sus hijos el 30 de marzo del 2006, entre ellos una mujer embarazada y cuatro niños. Todos ellos fueron víctimas de trata y explotación laboral. Son 14 años de lucha y de un caso que quedó impune”, contó Hidalgo unos días antes de la convocatoria.  Justicia a medias “En el 2016 fueron condenados los capataces. Los dueños del inmueble y de las máquinas con las que cosíamos, Daniel Alberto Fischberg y Jaime Abraham Geiler. Los jueces los sobreseyeron por falta de pruebas. Para que haya verdadera justicia, ¿cuántas muertes más hacen falta?, ¿no les bastaron las 6 muertes? Porque ahí perdieron la vida mis compañeros junto a sus hijos cosiendo la ropa. Al lugar entraba la policía, los funcionarios del Gobierno de la Ciudad, entraban los dueños. Y no hicieron nada. Estas muertes eran evitables. A nosotros no nos dieron lugar para reclamar. Yo reclamé por el baño, porque teníamos uno solo para 65 personas. Estaba conectado con un cono de hilo para ducharse. Eso para ellos fue un delito, porque a los pocos días me dijeron que me vaya. Ellos estaban acostumbrados a trabajar de esta manera”, recordó. “Acá se paga cada tres meses” “Antes del 30 de marzo hubo otro incendio dentro de ese taller. Los dueños solo querían ganancias. En las condiciones en que estábamos, muchos nos preguntaron ‘¿por qué no se fueron?’. Yo me quise ir del lugar. Trabajé un mes y medio, y pedí que me pagaran. Y uno de los capataces me respondió: ‘acá se paga cada tres meses’. Esa fue la estrategia para retener a los trabajadores, para que no se vayan. Esto no fue un incendio, fue una verdadera masacre por la patronal. La Justicia los dejó libres de culpa, pero para nosotros ellos son los asesinos por su sed de ganancia. Venimos exigiendo que el lugar sea un espacio de memoria para los trabajadores y trabajadoras migrantes en lucha. No vamos a permitir que nuevamente sea un lugar de masacre. La Justicia les volvió a entregar las llaves a los responsables de estas muertes”, denunció la sobreviviente.  Los talleres clandestinos y la explotación laboral continúan “Hoy en día, a una cuadra de ahí, en la calle Artigas 1241, tienen otra fábrica que sigue funcionando y sigue explotando trabajadores. Y la Justicia los va encubriendo. No cambió nada, porque en el 2015 nuevamente por un incendio perdieron la vida dos niños, hijos de trabajadores textiles en el barrio de Flores. En el 2018, en otro incendio, murió otra nena. En pandemia se ha seguido trabajando en estas condiciones, cosiendo barbijos. En las mismas fábricas que dicen tener a sus trabajadores en blanco han muerto trabajadoras textiles”, aseguró.  Por último, dijo: “El incendio de Luis Viale fue o es el único caso, otros tantos casos quedaron impunes. Son 14 años de lucha, no vamos a callarnos y a esperar más. No podemos dejar que el lugar vuelva a las manos de los mismos patrones que hoy en día siguen explotando a obreros migrantes”.

Lucas Peralta Luna, de 21 años, murió el viernes 10 de julio. Conducía su moto como repartidor sobre la Avenida Corrientes, en el barrio porteño de Villa Crespo. Sebastián Di Pietro, quien manejaba el vehículo que lo arrolló a más de 100 km/h, tenía 1.7 de alcohol en sangre. Sabrina Mascarello, la mamá de Lucas, habló acerca del hecho en el programa Otras Voces, Otras propuestas, donde manifestó que buscan testigos oculares para declarar y lograr el cambio de carátula, mientras que Di Pietro está en libertad. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista y testimonios: Luis Angió  ✏ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero📷 Foto de portada: Gentileza de la familia 📷 Fotos: Luis Angió —La Retaguardia: ¿Cómo están? —Sabrina Mascarello: Estamos un poco más tranquilos, porque se difundió la noticia que no había tenido repercusión. Desde el viernes 10 de julio que estamos, y recién el lunes empezamos a hablar con los medios. Agradezco a  las Madres del Dolor que lo hicieron posible y les agradezco a ustedes que se pongan en contacto para mantener al tanto a la gente de lo sucedido.  Lucas estaba trabajando como todos los días por Avenida Corrientes, el es delivery. Y este hombre vino de atrás y lo mató directamente. No midió las consecuencias. En realidad, una persona que sale con 1.7 de alcohol en sangre a manejar un auto a 150 km por ahora, no midió muchas cosas. No solamente que iba a atropellar a alguien. Nosotros estamos muy mal. Yo estoy entera porque necesito hacer justicia por mi hijo. Este hombre está libre, a dos días de haber estado solamente preso,  y yo todavía sigo esperando que me den el cuerpo de mi hijo. Como dije ayer en los medios, la comisaría fue muy escueta con muchas cosas, y tengo recién para mañana o quizá pasado el cuerpo de mi hijo. Son muchos días después de lo que sucedió. Con muchas cosas en el medio, extravío de documentación, varias cosas. Yo creo que la policía después de haber visto que nosotros exigíamos que ellos estén más al pendiente, empezaron a mover un poquito también los hilos. —LR: Muchos vecinos y vecinas se acercaron para solidarizarse, ¿también hubo gente que se haya ofrecido a prestar testimonio?—SM: Nosotros desde el principio pedimos que se acerquen testigos, que el que sabe algo llame al 0800 de las Madres del Dolor  Mi hermana creó un grupo en facebook, “Justicia por Lucas”, porque yo estoy con tantas cosas en la cabeza que necesito ayuda. Después tenemos un grupo por Whatsapp en el que nos estamos comunicando para hacer marchas. La realidad es que queremos que este hombre esté preso. Yo creo que la gente se acercó porque se enteró de que él estaba libre, de la impunidad de este caso. La gente se solidarizó desde ese lugar y aparecieron muchos testigos. Mucha gente nos comentó que pudo auxiliar a Lucas desde un principio, que pudo detener a este hombre para que no se escape, que se dio cuenta que este hombre se quería ir de la escena. Gente que pudo contar un poco lo que sucedió. Cuesta mucho que la gente declare, lamentablemente. Todos tenemos mucho miedo, pero yo creo que hay que solidarizarse. Los argentinos somos solidarios. Hoy lo hablaba con una amiga, y somos muy solidarios en estos casos, en estas cosas. Nos falta ese poquito de no tener miedo, de perder un poquito de tiempo y acercarse a la comisaría para declarar. Ayer se acercaron tres o cuatro testigos, por suerte varios que lo vieron venir, que era lo que nos faltaba más que nada. Después tenemos las cámaras: el domo de Juan B. Justo ya está a disposición y las cámaras de las cuadras también. Estamos ya a pasos de cambiar la carátula, creo yo. —LR: El domo que mencionás se encuentra a dos cuadras de donde terminó Lucas. Según cuentan las personas que estuvieron presentes, desde allí venía zigzagueando hasta que chocó con un auto y atropelló a Lucas, ¿es así? —SM: Tenemos que ver exactamente cómo fue. No sabemos si Lucas llegó a ver a este hombre cuando lo embistió. Estamos esperando las pericias: la cantidad de metros del primer empujón hasta donde terminó Lucas es de media cuadra. Volaron zapatillas, casco anteojos, voló todo lo que tenía mi hijo puesto prácticamente. Y el golpe fue tan fuerte que murió en el acto. Es impresionante, ese tipo de golpes no te lo dá un auto que va 30 km por hora. Ese auto iba a 150 km por hora fácil. Esperemos que la cámara de Juan B. Justo lo demuestre. —LR: ¿Qué argumentos dió la justicia para no entregarte el cuerpo? (Al momento de la entrevista, aún no le habían entregado el cuerpo a la familia) —SM: Tengo que esperar que la comisaría me llame por teléfono para poder ir. Yo fui cuatro días seguidos a la comisaría para pedir pruebas, los datos de este hombre, un montón de cosas que amigas y abogados me fueron diciendo que tenía que pedir. Y la comisaría siempre era muy escueta en decirme algo. Ayer, después de haber hablado con los medios, la comisaría está a 5 cuadras y habrá visto o escuchado lo que yo fui diciendo, que dije que yo quiero el cuerpo de mi hijo y que no tengo ninguna respuesta; me acerqué a la comisaría. Me atendieron, faltaba que me dieran una silla de oro para contenerme, ayudarme, y contarme lo que iba sucediendo. Yo creo que se apuraron un poco más y esto sirvió para que ellos se movilizaran.La gente obró de justiciera porque vió lo que había pasado. La gente del barrio lo primero que dice es que escuchó el ruido, que pareció como una bomba. Después de haber tenido lo de Pigmento la otra vez, es como que ya están un poco sensibles. Escucharon eso y pensaron que era una bomba, no un accidente.Esto pasó a las 23:20, yo fui a las 2:00 y ví el destrozo, lo

Otro “caos de tránsito” se vivió esta mañana en el Obelisco de la mano de los agentes de la Ciudad de Buenos Aires: Miles de trabajadores y trabajadoras se movilizaron a raíz del asesinato de Cinthia Choque, ayer domingo en la madrugada. La agente de tránsito fue asesinada por el periodista Eugenio Veppo, quien eludió un control de alcoholemia, y atropelló a Cinthia y a su compañero Santiago que está herido de gravedad y se encuentra internado. Irónicamente, los y las trabajadoras que habitualmente se encargan de ordenar el tránsito cuando hay alguna protesta, fueron quienes protagonizaron el corte de un carril alrededor del obelisco: además de exigir justicia por su compañero y su compañera, denuncian que gran parte de quienes se encuentran contratados y son monotributistas, no pudiendo gozar de derechos laborales básicos tales como organizacion sindical, licencia por enfermedad, ART, entre otros. Exigen el pase a planta y mejores condiciones laborales para terminar con la precarización que padecen. Aquí un fotoinforme de la jornada. (Por Agustina Salinas para La Retaguardia)