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Carlos Slepoy agronegocio


Ayer, al conocer la noticia de las salidas transitorias del genocida Adolfo Scilingo, semipreso en España, no fuimos los únicos que sentimos la ausencia de Carli Slepoy. Aprovechamos entonces para publicar esta nota acerca de un homenaje que se realizó hace algunas semanas en la Facultad de Sociales, organizado por familiares, amigos y amigas, y sus compañeros y compañeras de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. La Retaguardia transmitió en vivo a través de Facebook. (Por La Retaguardia) Carlos Slepoy fue el artífice principal del concepto de Justicia Universal, un principio por el cual se pueden abrir juicios por delitos de lesa humanidad en cualquier parte del mundo, más allá de dónde hayan icurrisi los crímenes. El abogado lo puso en práctica llevando a cabo y sosteniendo juicios en España contra genocidas que participaron de la última dictadura cívico-eclesiástica-militar en la Argentina, cuando en nuestro país reinaban las leyes de impunidad. También fue precisamente unos de los ideólogos para lograr que se pronunciara en el marco jurídico el término genocidio para referirse al Terrorismo de Estado.Su familia, sus amigos, amigas, compañeros y compañeras de la AEDD, lo recordaron con un profundo cariño, destacando su energía y perseverancia y lamentando su partida, extrañándolo.La primera en tomar la palabra fue Andrea Benítez Dumont, la Turca, la compañera de Carlos Slepoy, quien rememoró sus tiempos en la Facultad de Derecho y su organización: “Con los compañeros de Derecho recordamos cuando hicimos JURE, Juventud Universitaria Rebelde. Rebelde, no revolucionaria. Rebelde porque éramos guevaristas y seguimos siendo guevaristas. La JURE se caracterizó por hacer los cuerpos de delegados. Todo asambleario y participativo. Nada de jerarquías. Ganábamos las elecciones, pero como no estábamos de acuerdo con el aparato institucional no participábamos. Teníamos una movilización constante y permanente. Podíamos no saber derecho penal, pero no el libro rojo. ¿Quién no se sabía el libro rojo o el diario del Che en Bolivia?”, preguntó Andrea y aseguró que “Carlos se merece tener un aula con su nombre en la Facultad de Derecho”.No faltó agradecimiento y emoción en el recuerdo de la madre de sus hijos, que mencionó algunos detalles de los grandes logros de Slepoy para construir Memoria, Verdad y Justicia: “Gracias a los familiares de nuestros compañeros de JURE y, posteriormente, de otras organizaciones revolucionarias que compartimos nuestros sueños. Tengo una tremenda responsabilidad de memoria y de compromiso. De seguir hablando de todos y cada uno y cada una de compañeros y compañeras con que militamos, desde la Facultad de Derecho, en la Villa del Bajo Flores, en Berazategui y donde fuera necesario. Con esos compañeros, por los que no olvidamos ni perdonamos ni nos vamos a reconciliar, Carli trabajó esforzadamente por esa memoria y por esa justicia. Estableció la universalidad de la justicia en los distintos juicios. Tanto en España como aquí en Argentina. Carlos Slepoy era un tipo macanudo. Fue un militante consecuente y coherente. Fue un excelente abogado, pero por sobre todo fue un excelente ser humano”, resaltó Benítez Dumont.A continuación, otros testimonios de compañeros y compañeras, de diferentes ámbitos quizás, pero todos coincidientes en la personalidad arrolladora del abogado, su calidez humana, su sincera preocupación por las personas y su inmenso e incansable trabajo para construir memoria, llegar a la verdad y conseguir justicia.Jorge Muracciole, periodista y Secretario Gremial de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) “Lo conocí a Carli en el ’75, en la época de la militancia dura. Yo soy también muy amigo de la hermana. Éramos compañeros de la Agencia de Noticias Télam, en donde formamos y reorganizamos la lucha sindical en prensa. A Carli lo conocí en el cumpleaños de la hermana. Por ella me enteré cuando había sido detenido en un bar, atendiendo justamente a familiares de compañeros que estaban presos. Con posterioridad, volví a verlo en el exilio. Vivimos en Madrid. Yo llegué en el ’78. No solo fue un compañero muy singular. Pese a no estar en la misma organización, acordábamos en muchísimos puntos. Esos acuerdos trascendieron el tiempo. Cuando regresé al país retomé mi actividad sindical en prensa. En el 2001, en un conflicto muy importante de una empresa española llamada Recall, era imprescindible poder tener una persona de confianza y que discutiera las reivindicaciones nuestras. Esa persona era Carli Slepoy. Simplemente con llamarlo por teléfono, el mismo día que estábamos tomando la empresa, se apersonó en Recall, en Madrid. Estábamos discutiendo en una especie de triangulación. Él con la patronal allá y nosotros con el consulado español que habíamos ocupado. Ese aspecto, después de 30 años de conocerlo, y esa actitud solidaria pintan de los pies a la cabeza la demostración de que era posible un hombre nuevo en este mundo de mierda”Juan Carlos Capurro, vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) “Hemos mandando con el compañero Horacio Ricardo González la presentación que hizo la CTA en España donde aportamos los datos que comprobaron la complicidad de los empresarios. Cuando conocí a Carlos nos fuimos para los Tribunales. Uno veía la tremenda energía de Carli que ya tenía que andar con un bastón, pero tenía más energía que todos nosotros. Él Iba adelante. No solamente en la cuestión física, iba adelante en todo. Las tres características que recuerdo de Carli son su inteligencia, su bondad y su tenacidad. Él fue decisivo. Sin él no hubiese sido posible. El papel del individuo en la historia. Él ocupó un lugar clave, de imaginación, de inventiva, de seguimiento, de abrir las puertas y de astucia para encontrarle la vuelta a una cuestión sumamente difícil. Lo logró. Es la mayor alegría que la vida le pudo dar. Después, nos embarcamos juntos en los juicios de acá. Nos hicimos muy amigos y eso fue uno de los mayores regalos de la vida”Julieta Bandilari, de la Asociación de Abogados de Buenos Aires en la plataforma de apoyo a la querella argentina contra los crímenes del franquismo“Soy de las últimas que ha conocido a Carli. Soy abogada y conocí el JURE. Conozco a Carli con motivo