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Caso Belén

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Ruth Zurbriggen es feminista, referente activista y militante de La Revuelta de Neuquén, durante la Marcha Nacional que el viernes 12 de agosto se realizó en distintos puntos del país por Libertad Para Belén, le preguntamos sobre la objeción de conciencia, aquí compartimos sus palabras. (Por Gabriela Barro Gil)Foto: María Zunino La objeción de conciencia es un privilegio, no un derecho, y es un privilegio de la corporación médica. Por otro lado, quienes no somos objetores, tenemos conciencia. Una conciencia muy humana, muy ética, muy moral.En primer lugar creo que es todo un avance que el proyecto de Ley de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito no haya incorporado en esta nueva versión -a punto de ingresar en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados- la objeción de conciencia. Creo que hay muchas aristas para pensarla, particularmente creo que no puede ser reconocida como un derecho en el marco de un país que tiene leyes y por lo tanto, los objetores de conciencia no las cumplirían.También creo que hay matices. Si, en todo caso, habrá que reglamentarla para la posibilidad del aborto legal -creo que esto va a ser una negociacion-, hay que pensar estrategias para que esa reglamentación nos lleve a que en algún momento los objetores de conciencia no estén en ningún servicio de ginecología, por ejemplo. Porque, justamente, la objeción de conciencia está puesta en los servicios vinculados a la sexualidad, a la reproducción, a los derechos al acceso a métodos anticonceptivos, es ahí donde se juega, en el cuerpo de las mujeres, fundamentalmente, y de las personas feminizadas. Me parece necesario ir buscando mecanismos que interfieran o que garanticen que estos personajes no estén en lugares clave. Y cuando digo esto me refiero a que un objetor de conciencia no puede ser director del servicio de ginecología de un hospital público de este país. Tampoco pueden estar a cargo del programa de Salud Sexual y Reproductiva; me refiero incluso al momento de rendir sus concursos, si es objetor o no lo es, tendrá que ser parte del puntaje que se le otorgue. Otro mecanismo podrá ser dedicarse a otras especialidades, para poder evitar que los objetores se conviertan después en obstructores de derechos.Dentro de los matices a los que aludí, creo que hay personas que plantean “yo soy objetora pero no voy a obstruir la garantización de un derecho” y eso es otra ubicación, porque se vincula con la complejidad que tiene el tema y que tienen las conciencias humanas. Entonces, una cosa es ser objetor para impedir el cumplimiento de derechos como una práctica, y otra cosa serían esas y esos objetores que no obstruyen la práctica por más que digan “yo no la hago”, y entonces ayudan a hacer el pasaje para que otra persona garantice el aborto, en el caso de que fuera un aborto.Insisto, es un tema complejo. Y como posición política de principio feminista, diría que no se les puede garantizar ese derecho; porque no es un derecho, es un privilegio. Y es un privilegio de la medicina fundamentalmente, ¿por qué digo esto? Si yo soy abogada y rendí un concurso para el Poder Judicial como defensora oficial, cuando me toca defender a un violador de tres niñas, de una niña o de una mujer adulta, no puedo negarme a defenderlo. Como maestra, como profesora, atea, que soy, no podría decir “objeto darle clase a las evangélicas, a las católicas, me niego”. No, no lo puedo hacer, y está bien que no lo pueda hacer. En educación, justamente, la cuestión tiene que ver con la disputa de sentidos. Y en ese camino estamos.Me parece que es problemático reconocer eso como un derecho. En este país, este reconocimiento está incluido en el fallo FAL de la Corte Suprema de Justicia. Y sería el único punto complejo que tiene ese fallo que por otro lado parece ser un tratado de derechos humanos con relación a interpretar el inciso 2 del artículo 86 del Código Penal sobre cómo debe tramitarse un aborto por causal violación.Agrego algo más: es hora de que pensemos en instalar otros sentidos y empezar a hablar de los compromisos de conciencia que sí tenemos las personas que garantizamos derechos en nuestros espacios, porque si no, pareciera que solamente tienen conciencia los objetores. Quienes no lo somos, tenemos conciencia. Una conciencia muy humana, muy ética, muy moral, vinculada a garantizar el ejercicio de derechos. DESCARGAR

Se realizaron Marchas por la Libertad de Belén en casi todas las ciudades del país. En Ciudad de Buenos Aires, encabezada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Libre y Gratuito, Nina Brugo habló con La Retaguardia, al igual que La Revuelta de Neuquén, CTA Autónoma,  FPDS CN, y activistas por la autodefensa y la acción directa, todas militantes del movimiento organizado de mujeres. (Por Gabriela Barro Gil para La Retaguardia)Foto: María ZuninoEl viernes 12 se llevó a cabo la marcha que a nivel nacional convocó la Mesa por la Libertad para Belén en cada plaza del país. ¿Existe alguna manera de expresar a través del lenguaje la potencia y la energía de lucha diversa y plural que ha acumulado el movimiento de mujeres en el camino de lograr derechos dentro de contextos machistas, violentos y misóginos que el sistema patriarcal nos impone? Esta marcha lo refleja. Esta marcha que fue nacional, que fue en cada plaza de distintas ciudades del país, y se realizó por la Libertad de una joven de la que casi nadie conoce su cara, ni donde vivía antes de estar presa, ni qué hacía, ni a qué se dedicaba. Por el solo hecho de ser mujer, criminalizada y encerrada por una acusación misógina e injusta, organizaciones políticas, sociales, sindicales, se unieron al grito de “Libertad para Belén YA. Basta de patriarcado y que nos digan lo que hay que hacer. Aborto libre y gratuito para que decida la mujer”. La marcha del viernes responde a un progresivo avance en acciones por visualizar la injusticia y bregar por la nulidad de una sentencia no firme y a todas luces incorrecta. Pero también es por todas las Belés, porque las “mujeres queremos libertad para nuestras vidas”, dijo durante la marcha Dora Martínez.Belén es la joven que ingresó al sistema de Salud tucumano, y fue denunciada por los mismos médicos que debían atenderla, contenerla y hasta escucharla. ¿por qué ocurrió esto?, ¿objeción de conciencia?, ¿moralina?, ¿poder corporativo?; lo cierto fue que cursando un aborto involuntario al momento de ingresar en la guardia del hospital Avellaneda, no sólo fue inmediatamente denunciada a la policía que se encuentra en las instalaciones del nosocomio, sino que fue acusada injustamente de asesinar a un feto, sin pruebas de que fuera suyo; no se hizo ADN, y además fue violado el secreto profesional que asiste por derecho a Belén y a cualquier persona en toda circunstancia. Con todo esto la Justicia patriarcal avanzó sin mirar atrás y la metió presa, incumpliendo leyes entre desprolijidades legales. En este Estado se encuentra desde hace 26 meses exactamente, detenida apenas tuvo el alta del legrado. En cuanto el movimiento de mujeres pudo tomar conocimiento de la situación de la joven, la abogada Soledad Deza, de Católicas por el Derecho a Decidir, tomó la causa mal llevada por la abogada de oficio anterior y se iniciaron todas las acciones que de manera articulada el feminismo aprendió estratégicamente a llevar adelante cuando son vulnerados los derechos.Esta Marcha fue resultado de ello, porque Belén debe ser liberada; porque la instancia llegó a la Corte Suprema tucumana y es la que debe responder por sus derechos; porque con la sentencia no firme de 8 años de prisión, Belén fue criminalizada y judicializada sin pruebas, por ser mujer y pobre.Detrás de “Libertad para Belén”, en letras mayúsculas y encabezando la marcha en CABA, venía la verde bandera de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Libre y Gratuito. Entre megáfonos, bombos y voces cantando, Nina Brugo sostenía la bandera junto a otras luchadoras profesionales, abogadas, docentes, trabajadoras, activistas y militantes. “En esta marcha estamos pidiendo la Libertad de Belén, presa desde hace dos años en Tucumán. Fue condenada injustamente en un aborto espontáneo que tuvo en un hospital público. Fue una condena de moralina, no una condena de derecho. Y el fallo es nulo porque está plagado de injusticia y de mentira. Es incorrecto, se habla de un feto varón, de un feto mujer, no se hizo ADN, y cuando se lo solicitó, habían quemado la prueba, le plantaron un feto. Frente a esta injusticia nosotras marchamos para que el Superior Tribunal de Tucumán le dé la libertad”, expresó la abogada, orgullosa, por otro lado, de haber defendido a las médicas acusadas de aprobar el aborto legal de una mujer víctima de violencia.Dora Martínez, de la CTA Autónoma, declaró que “continúa la criminalización hacia las mujeres, hacia las mujeres trabajadoras, hacia las mujeres que no ingresan al trabajo como derecho. Acá lo que no se termina de discutir y debatir es el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, pero en este caso, como en otros casos, tiene que ver con la criminalización de una mujer que ingresó al sistema público de salud y es criminalizada por producir un aborto. Ponemos en cuestion la injusticia que los gobiernos democráticos nos deben desde recuperada la democracia después de la dictadura: el derecho legítimo de decidir si queremos seguir o no con una gestación y poder acceder en el sistema público de obras sociales al aborto legal. En el caso de Belén se conjuga aparte el modelo hegemónico dominante que los médicos y la medicina ejercen sobre el cuerpo de las mujeres”. La lucha real y el debate profundo Esta marcha se enmarca en una serie de acciones e inciativas nacionales e internacionales coordinadas desde la Mesa conformada por 40 organizaciones para la Libertad de Belén. Además del ciberactivismo tuitero de gran repercusión con #LibertadParaBelén, también se llevó a cabo el mismo viernes 12 una convocatoria en los Tribunales de Tucumán. Porque es allí, en la Corte Suprema provincial, desde donde decidirán rever el “caso Belén”, luego del Amicus Curiae presentado por 11 organizaciones el pasado 26 de julio. Claro está, el “poder” se toma su tiempo, y la decisión será después de unos prolongados casi 90 días hábiles, que esta convocatoria espera acortar.Si bien lograr su libertad y la nulidad de la condena a 8 años es la

Por la inmediata libertad de Belén y su absolución, once organizaciones se presentaron como Amicus Curiae ante la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, en instancias en que se estudia la apelación presentada por la abogada Soledad Deza. Desde Tucumán, Vicky Disatnik dialogó con la RNMA durante el programa Enredando las Mañanas y habló de Belén, el movimiento de mujeres y el patriarcado religioso. Luego La Retaguardia transmitió para la RNMA la conferencia de prensa realizada el jueves 28 de julio. (Por RNMA)“Ustedes han sido, junto a otras radios comunitarias de Tucumán, los que primero han difundido esta noticia que estuvo oculta por dos años cuando Belén fue presa -expresó Vicky Disatnik, docente e integrante de la Casa de la Mujer Norma Nassif-. Hemos cometido el error de no habernos enterado antes de este hecho ocurrido en el 2014. Pudimos tomar parte recién cuando la condena estaba firme”.Belén es la joven tucumana de 27 años, condenada en abril a 8 años de prisión y sometida desde el momento de su detención a las irregularidades del proceso  criminal realizado contra ella. La joven fue detenida mientras despertaba del legrado realizado en el hospital Avellaneda de San Miguel de Tucumán, producto de un aborto espontáneo del que da cuenta su historia clínica inicial. Durante la conferencia de prensa dada por las organizaciones que se presentaron como Amicus, parte de las declaraciones allí vertidas refirieron al accionar de esta justicia y las similitudes que refleja con lo que les sucede a las mujeres en todo el país; experiencias que han permitido establecer una tendencia y patrón comunes.“Un caso como éste muestra, en primer lugar, las terribles humillaciones que sufren las mujeres y sus cuerpos en los hospitales públicos. En segundo lugar, el encarcelamiento y el juicio estuvieron llenos de trampas y de barbaridades que han hecho que la condena sea absolutamente ridícula. El martes 26/7, el ministro fiscal de la provincia, Edmundo Giménez, ha hecho una declaración que muestra las irregularidades del fallo y pide que sea anulado”, contó Disatnik en el programa radial Enredando las Mañanas, con referencia al dictamen que Giménez presentó a la Corte. Algunos de sus párrafos fueron leídos por la abogada de Belén, Soledad Deza, al finalizar la conferencia de prensa del jueves: “La existencia de violación del secreto profesional genera un vicio desde el punto 1 de la causa. Esto se debe a que el proceder de las autoridades estatales, médicas y policiales fue en desmedro del debido proceso legal de la defensa en juicio; de la garantía de no autoincriminación; del derecho a la igualdad, a la salud, a la intimidad, repercutiendo directamente en la intervención y asistencia del imputado”. A su vez, el fiscal afirma que “no se tuvo en cuenta la situación de vulnerabilidad”, en lo que se incliuyen 4 hojas de especificación sobre qué significa vulnerabilidad en la salud pública, aclaró Deza. Por otra parte, en esta causa faltó el reconocimiento de ADN porque no se hizo el secuestro del feto, dentro de una serie de “confusos episodios” que permitieron al ministro fiscal asegurar la necesidad de “declarar nulo todo el proceso”.“Hoy estamos en mejores condiciones de pelear por la libertad y absolución de Belén -agregó Vicky Disatnik-. Los once Amicus Curiae han sido presentados a la Justicia y con ellos se otorga elementos a la Cámara de Casación, donde está ahora el expediente, para demostrar estas irregularidades y las necesidades de rever el fallo”. Tortura, malos tratos y denuncia internacional Los derechos reproductivos son un elemento de tensión para quienes pretenden mantener el control sobre los cuerpos; en contraparte existe el movimiento organizado de mujeres, sin el cual la “causa Libertad para Belén” no hubiera tomado  repercusión masiva a nivel local e internacional, “y el caso hubiera seguido callado y Belén hubiera estado en la cárcel durante ocho años. En esa pelea estamos”, declaró Disatnik. “La otra institución que está al borde del colapso es la de Salud. Estamos hablando del hospital Avellaneda, con área de Maternidad -continuó-, donde los médicos enjuiciaron a Belén antes de que pudiera hablar: se despertó del legrado con la policía al lado. La médica que hace la historia clínica es policía. Estamos hablando de una absoluta humillación del cuerpo de las mujeres y hacia Belén en particular. Salió directo de la cama del hospital a la cárcel. Está detenida hace dos años y cuatro meses esperando que se la excarcele. No lo hemos logrado, hay una negatoria de la excarcelación, aduciendo que la familia tiene una casa -en un barrio muy humilde de la ciudad, por lo cual pareciera ser que son gente de fortuna-; éste es el argumento que han dado. En realidad, hay un ensañamiento contra la lucha de las mujeres, contra el cuerpo de las mujeres, contra las decisiones que hemos tomado ya hace muchos años, como el Aborto No Punible. El fallo está plagado de irregularidades y de desastres, esperamos que con estas presentaciones de los Amicus, con las declaraciones de Giménez y, sobre todo, con la lucha del movimiento de mujeres, podamos darlo vuelta. Eso sería -será, seguramente- un gran triunfo”.Paola García Rey, de Amnistía Internacional Argentina, se refirió durante la conferencia a los ratados y convenciones internacionales de Derechos Humanos que la Argentina ratifica y con los cuales asume el compromiso de cumplir. Recientemente, el Comité de Derechos Humanos, órgano de Naciones Unidas que monitorea este cumplimiento “recomendó y encomendó al Estado argentino revisar el caso de Belén en miras de su libertad. Según el Derecho internacional, los hechos ocurridos con la joven generan responsabilidad del Estado por tortura y malos tratos: los médicos que la denunciaron, los policías que intervinieron, o la violencia que se ejecutó a la hora de querer sacarle una confesión apenas finalizada la cirugía”. De la misma manera, Leticia Kabusacki  (Equipo Latinoamericano de Justicia y Género) se refirió a la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, tratado incorporado a nuestra Constitución y de acuerdo al cual “las instituciones

Once organizaciones políticas, sociales y de mujeres se presentaron como ‘amicus’ en la causa que lleva adelante la abogada Soledad Deza por el caso Belén, la chica que fue presa y condenada por homicidio agravado por el vínculo luego de sufrir un aborto espontáneo en un hospital público de Tucumán. María Elena Barbagelata, abogada y dirigente socialista, dialogó por Radio La Retaguardia con el programa Oíd Mortales y amplió los detalles de la presentación. (Por La Retaguardia) “Hicimos una reunión con medios de comunicación, periodistas por el tema de Belén. Del estudio de la causa, surge un trato de enormes estereotipos, violencia de género, de mitos que los jueces aplican para llegar a esta condena. Esto ha motivado que muchas organizaciones, no sólo las comprometidas con los derechos de las mujeres, sino también de los derechos humanos en general, (entre ellas el CELS, Amnistía Internacional, la Asociación de Abogados de Buenos Aires, Católicas por el Derecho a Decidir) se presentaran como amicus para abogar por la absolución de Belén y por el dictado de una sentencia que valore las contradicciones que existen en la causa, que valore los mitos y estereotipos que se han aplicado, y que puedan llegar a revocar esta condena y absolverla”, explicó la abogada. Barbagelata sostiene que “el expediente es un manual de mitos contra la mujer. Por primera vez en un caso que tiene que ver con aborto, con una condena a una supuesta maternidad que se dieran más de diez amicus llama la atención, porque la sociedad se pone en marcha para defender los derechos de las mujeres, sobre todo lo que tiene que ver con derechos reproductivos”.Además, explicó la dirigente, el fallo tiene enormes contradicciones: “es una valoración totalmente arbitraria. Pero tengo la esperanza con que la Corte Suprema de Tucumán, dada la envergadura y la trascendencia, se pongan a analizar el expediente a la luz del estado de derecho, desde una perspectiva de derechos humanos y de género; pero desde principios elementales del derecho penal. Acá hasta se basan en supuestas confesiones de Belén, parece que estuviésemos volviendo a la etapa de la Inquisición”, denunció. “Basta con leer las declaraciones de ella para darse cuenta de que ella jamás admitió el homicidio que le imputan. Además, es un hecho doloso en el campo del derecho penal, no hay un homicidio de este tipo que pueda ser atribuido siquiera a una negligencia. Hay una violación sistemática del principio de inocencia. Esto ha hecho que esté detenida aun desde la sala de parto, habiendo sido sometida, rodeada de policías. Fue juzgada y condenada antes de poder anoticiarse de qué le estaban imputado”, aseveró la abogada.Sobre el plazo del que dispone la Corte Suprema de Tucumán para responder la apelación, Barbagelata explicó: “Las Cortes en general suelen fijarse sus propios tiempos. Por supuesto que hay un derecho a ser juzgada en tiempo razonable, pero tratamos de incidir y de aportar amicus al Tribunal para demostrar la necesidad de que se tomen en cartas en el asunto y se intervenga lo más pronto posible, más allá de que ella pueda tener libertad durante el proceso. Pero apuntamos a que, de solo leer esta causa, se pueda arribar a una sentencia mucho más justa en tiempo razonable”.La abogada consideró que el caso necesita difusión para acelerar los tiempos, y sobre todo en Tucumán: “Hemos tenido el caso de Marita Verón, con procesos muy oscuros de trata donde están en juego derechos de las mujeres y de la sociedad toda. La Corte de Tucumán tiene en sus manos una causa para demostrar que existe la justicia para las mujeres en este país”. Carta abierta de Belén a la militancia y el movimiento de mujeres: «A todas las mujeres que luchan por mi libertad y a las organizaciones que piden por mí, quiero agradecerles de todo corazón lo que están haciendo. Estuve mucho tiempo sola, muy sola, y ahora siento la fuerza de mucha gente que me acompaña.Tengo fe de que pronto se va a hacer justicia para mí.Me enteré por mi defensora que las Naciones Unidas están pidiendo que me dejen libre y eso me da más esperanzas.Hace dos años y cuatro meses que no puedo estar con mi familia, eso es lo que más lamento, que me hayan separado de ellos. Extraño mi casa y mi vida de antes. Pero siento que ya falta menos.Me llegan los mensajes de la gente y todas las cosas que están haciendo desde afuera para que yo esté libre.De todo corazón, muchas gracias por hacer que mi lucha sea de ustedes».

Cuando una mujer avanza ningún hombre retrocede. Fue presentado por 6ª vez un proyecto de Ley para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), impulsado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Se realizó el jueves 30 en el Anexo de la Cámara de Diputados, durante una jornada en la que el adentro y el afuera se interrelacionaron con un mismo objetivo: aborto legal para no morir, anticonceptivos para no abortar, educacion sexual para decidir. La Retaguardia realizó la transmisión en vivo adentro, junto a La Colectiva, para la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA). (Por Gabriela Barro Gil para La Retaguardia) Once años de articulación y discusión anteceden la presentación del proyecto; el pañuelo verde de la Campaña los simboliza. Adentro de la Sala I, tenían vida propia. Iban y venían, se saludaban, se sentaban, recorrían el espacio, se acomodaban en la mesa, en las silla, en la cabeza, el brazo, la cartera, la mochila. A veces sentados, otras ajustando micrófonos, repasando papeles. Una sonrisa, un movimiento, un saludo, un corrimiento de sillas, todo dejaba entrever sororidad y potencia de lucha. Aquélla que se construye con los años de consensos discutidos entre más de las 350 organizaciones de mujeres que conforman la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Esta lucha por lograr legalizar y despenalizar el aborto en nuestro país es acompañada por los medios alternativos comuniatrios y populares, quienes comprometieron presencia adentro y afuera con la transmisión en vivo de la conferencia de prensa y del festival, respectivamente. Un afuera cargado de música, banderas y expresión militante.En la Sala, sacos, camperas, carpetas y bolsos tomaban sus lugares y un cambio de mirada atenta indicó -antes de la palabra-, el comienzo de la conferencia de prensa. Diputadas y diputados firmantes y referentes de la Campaña seleccionadas por consenso hablaron de la responsabilidad parlamentaria y las condiciones favorables debido al consenso social existente. Pero también remarcaron la necesidad de continuar ejerciendo presión porque “en el recinto se vota, y en la calle se gana”, dijo Donda; quizás lo que necesitan en el recinto quienes fueron elegidos por voto popular para avanzar en la discusión en Comisiones, necesaria para no perder estado parlamentario y comenzar a debatir con argumentos el aborto legal ya, sea esta presión social y no los derechos de las mujeres. Los derechos hay que conquistarlos, expresó Ruth Zurbriggen, de La Revuelta feminista de Neuquén, al finalizar la conferencia y en diálogo con La Retaguardia y La Colectiva: “esperamos no tener que volver dentro de dos años, sino que estos compromisos que acaban de asumir los diputados y diputadas de los distintos bloques no sean saludos a la bandera o actos para el movimiento de mujeres cuando presenta el proyecto, sino que sean compromisos cotidianos hacia el avance de la discusión en las comisiones y luego en el recinto”.Yo aborté, ¿y usted? Mirada, palabra y acumulación de lucha se expresan en las frases: las mujeres abortamos; yo aborté. En la Argentina se realizan entre 370 mil y 522 mil abortos al año, según cifras oficiales. Por su condición de clandestinidad, el aborto es un negocio, y como todo negocio capitalista, quienes tienen plata pagan por condiciones óptimas de higiene y salud. Siendo ésta la principal causa de muerte materna, son las mujeres de los sectores económicos más humildes quienes sufren las consecuencias por abortar. Por ello, se trata de una cuestión de salud, remarcaron en la conferencia, de salud pública.Los años de activismo y la presión constante del movimiento de mujeres fue resaltado a lo largo de la jornada. Resulta imposible brindar información de la presentación de este proyecto sin hablar del feminismo, con amplia experiencia en intentar visibilizar la vulneración de los derechos de las mujeres, sobre todo cuando se trata de salud reproductiva y derechos sexuales. “Las feministas sabemos mucho acerca de esto: los derechos hay que conquistarlos, para ello hay que insistir y empujar, porque estamos convencidas de que este Estado nos lo debe -dijo Ruth-. ¿Es éste políticamente el momento oportuno o no?, no sabemos, hace unos años pensábamos que era así. Desde nuestro punto de vista, el Frente para la Victoria se perdió la oportunidad histórica de garantizar este derecho a las mujeres de la Argentina, y en especial a las mujeres de los sectores populares y más empobrecidas económicamente”.Convencimiento reflejado en la Sala con cada intervención de referentes de la Campaña y parlamentarixs, quienes entre aplausos, acentimientos y pañuelos verdes dijeron que los derechos no tienen partido sino razones, y el aborto libre, seguro y gratuito continúa siendo una deuda de la democracia.Marta Alanis (Campaña), Victoria Donda (Libres del Sur), Ana Carolina Gaillard (FPV), Myriam Bregman (PTS), Soledad Deza (Campaña), Analía Bruno (Campaña), Ana Carla Carrizo (UCR), Soledad Sosa (FIT), Silvia Horne (FPV), y Sergio Wisky (PRO) hablaron durante la presentación. La diversidad política fue evidente, el diputado del PRO habló sobre la libertad de conciencia planteada en su bloque para firmar el proyecto, bajo el argumento de la razón y de la salud. La sociedad sí está listaEste año, el proyecto tiene la firma de 38 diputados y diputadas de todo el arco político, superando las expectativas de la Campaña con la nueva coyuntura. El número del expediente es el 4161-D-2016, y en los próximos días se sabrá a qué Comisiones les corresponderá su discusión. Una vez allí, con dictamen favorable podrá ingresar en recinto (hubo una sola oportunidad en la que fue tratado infructuosamente en Comisión). Si bien el Congreso presenta un claro corrimiento a la derecha, como expresó Victoria Tesoriero, integrante de la Campaña, hoy ya no hay condena social contra el aborto, o lo que sería peor, condena social contra las mujeres que abortamos. La sociedad está lista para el debate. En este contexto, se espera que diputados y diputadas, quienes fueron elegidos por el pueblo, asuman su obligación y respondan en consecuencia a la demanda que lleva años. “Porque sus convicciones personales no pueden estar por encima

El jueves 30 no será un jueves más para el movimiento feminista. Por 6ª vez desde el retorno de la democracia se presentará en el Congreso de la Nación un proyecto para legalizar el aborto. La Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, organizará una conferencia de prensa y luego un festival. La Retaguardia (www.laretaguardia.com.ar), integrante de la Red Nacional de Medios Alternativos (www.rnma.org.ar), transmitirá en vivo desde las 15:30. Aquí una entrevista realizada en Enredando Las Mañanas con Soledad Deza, la abogada tucumana que es parte de la Campaña y que es reconocida por haber tomado el caso de Belén, la joven que hace dos años está presa en esa provincia por un aborto espontáneo. (Por RNMA)—Enredando Las Mañanas: ¿Con qué expectativas se presenta un proyecto en el Congreso? —Soledad Deza: Nosotros lo presentamos con las mayores expectativas. Creemos desde hace tiempo que estás dadas las condiciones en nuestra sociedad para debatir este tema. Consideramos que en términos de democracia se impone hablar de un pluralismo moral que requiere de nuestros parlamentarios y parlamentarias el respeto por una demanda que creemos, desde la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, reúne todas las condiciones democráticas para convertirse en ley. —ELM: ¿El proyecto es diferente a los anteriores? ¿Hay modificaciones? —SD: Tiene diferencias. Se ha extendido el plazo de doce a catorce semanas. Se ha incorporado las malformaciones fetales graves. Hemos tomado también las modificaciones que ha traído el nuevo Código Civil en todo lo que se refiere a la capacidad para decidir, en términos de autonomía, sobre todo en el caso de las menores. Y un dato que me parece muy importante: no incluye la objeción de conciencia.  Consideramos que el comportamiento de la objeción de conciencia en nuestro país viene siendo malversado por sectores conservadores. Entonces, lo que se presentó históricamente como una herramienta para proteger minorías termina, frente a los derechos sexuales y reproductivos en general y frente al aborto en particular, comportándose como una herramienta para vaciar de contenido políticas públicas. No lo hemos incluido. Consideramos que es una herramienta que la debe militar, si les parece, como hicieron los que quisieron salvarse de la colimba en su momento. Que la militen los objetores. Esos son cambios sustanciales.—ELM: Sos la abogada de Belén, la chica condenada a ocho años de prisión por haber entrado a un hospital público en Tucumán cursado un aborto espontáneo. ¿Qué cosas creés que hubieran cambiado en el caso de Belén si el aborto en nuestro país fuera legal, seguro y gratuito? —SD: El hecho que el aborto se inscriba en el imaginario social como un crimen nos juega en contra respecto de los abortos que están permitidos por la ley. En el caso de Belén, un aborto espontáneo no entra bajo ningún concepto en el tipo penal. Pero sí me parece que la penalización del aborto en general genera la visión en el imaginario social y médico del aborto como un crimen. En ese sentido, creo que hubiera habido un cambio sustancial. Ahora, me parece que no podemos ser ingenuas y tenemos que pensar que la legalidad va a coadyuvar a que trabajemos para que se desinscriba como delito y que se facilite la prestación médica. Pero igualmente va a haber sectores objetores y resistentes a los derechos de las mujeres que van a seguir operando de la misma manera. —ELM: ¿Hay novedades judiciales en el caso de Belén? —SD: Nos concedieron la casación; el expediente ya está radicado en la Corte. La novedad es que en el miércoles pasado CLADEM (Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer) presentó un amicus curiae y estamos esperando el de otras organizaciones que son referentes en derechos humanos y en derechos de las mujeres. Ya van a empezar correr los plazos para que la Corte Suprema de Tucumán revea la sentencia. Nosotras hemos pedido la absolución de Belén. Seis veces no es poco. El movimiento feminista ha demostrado tener paciencia para dar pasos seguros en el avance de los derechos. El de poder acceder a un aborto seguro, legal y gratuito, es un derecho que se está haciendo esperar más de la cuenta. Parece ser la hora. No van a querer verlas enojadas. ESCUCHAR O DESCARGAR EL AUDIO

Se realizó en la Facultad de Psicología de la UBA la charla “Derecho al Aborto: mujer, cuerpo y decisión” como una más de una serie de encuentros en distintas sedes académicas. Fue en el marco de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. En Radio La Retaguardia, durante el programa Oíd Mortales, Cristina Varela y Luis Angió dialogaron con Roxana Longo, integrante de la organización feminista Pañuelos en Rebeldía. El panel fue integrado por la profesora Graciela Zaldúa, profesora consulta, que trabaja desde la psicología preventiva y la epidemiología; la profesora Débora Tajer, de la cátedra de Introducción a los Estudios de Género, y la doctora Analía Bruno, de la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir. (Por La Retaguardia)Foto: Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito (CABA)“Esta charla es una iniciativa de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Este año estamos impulsando en la Facultad de Psicología una primera charla debate cuyo eje es cuerpo, deseo y decisión. Tiene que ver también con las implicancias que tenemos los psicólogos, los trabajadores de la salud, los docentes universitarios respecto a este tema que sigue preocupándonos, a las mujeres en particular y a toda la sociedad”, explicó Longo y añadió: “Las cifras son preocupantes. Hay un subregistro, porque no contamos con estadísticas oficiales, pero se estima que mueren alrededor de 600 mil mujeres por año por abortos clandestinos. Nos parecía pertinente que en la universidad se comenzara, por lo menos en la Facultad de Psicología, a debatir este tema y a problematizarnos también como profesionales, como sujetos críticos frente a una realidad y a un reclamo del movimiento de mujeres y del feminismo histórico”consideró. Según la militante, “en Argentina en los años ’60 empezaba a surgir esta demanda y luego, desgraciadamente, por las dictaduras militares, se aplacó un poco. En el ’84, con el retorno de la democracia, diferentes mujeres, sobre todo mujeres relacionadas con el feminismo, toman la bandera de la sexualidad, del deseo y también de la decisión de las mujeres como un tema importante en la agenda de los argentinos y de las argentinas”.Sobre las posibilidades de la legalización del aborto, Longo explicó: “Estamos impulsando desde la Campaña —una campaña que tiene más de dieciséis años, surgida en el 2005, con más de trescientas organizaciones— el proyecto de ley, un proyecto pensado, formulado, ideado colectivamente por estas mujeres de estas diferentes organizaciones. Se presenta el próximo 14 de junio en el Congreso, por sexta vez, exigiendo este derecho que tenemos las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos. Se estima que el 14 de junio alrededor de las 15 se estará presentando”. La militante feminista explicó que los proyectos tienen estado parlamentario por dos años, “la última vez que lo presentamos fue en el 2014, por lo cual, nuevamente lo presentamos este años, con un escenario preocupante. Volvemos a intentarlo y a poner en visibilidad y en agenda este tema que hace a la salud de las mujeres, a la autonomía de las mujeres y que hace pensar cómo también las mujeres, y específicamente el feminismo, históricamente han puesto en el escenario social la necesidad de pensar nuestros cuerpos, nuestras sexualidades, de pensar el derecho a una maternidad deseada, pero también el derecho a la interrupción del embarazo para aquellos casos no deseados”. Además, Longo advirtió que en el nuevo proyecto que se presentará hay modificaciones con respecto al primero: “Se alargan las semanas —hoy estamos hablando de catorce semanas— para la interrupción de un embarazo no deseado y para las personas con capacidad de gestación acorde con la ley de identidad de género. La jornada finalizará con un festival donde también el eje va a ser decidir sobre nuestros cuerpos”.Longo explicó las controversias que trae este proyecto hacia adentro de los partidos políticos que integran el Congreso: “Los bloques tienen diferencias, no hay un bloque que la apoye y otro que no. Seguramente, el bloque del Frente de Izquierda lo estará apoyando y ciertos sectores del kirchnerismo también. Hay un margen no muy favorable de Cambiemos. Más allá de la posibilidad de que esto se plasme, queremos insistir en que es una demanda histórica, demanda que tomó mucha visibilidad el 3 de junio en una marcha, una convocatoria histórica: se estima que 150 mil personas participaron del Ni Una Menos, donde también la temática del derecho al aborto legal, seguro y gratuito fue un tema importante”, aseguró. Longo mencionó, además, que en esta nueva convocatoria se incluyeron en las consignas reivindicaciones por situaciones de mujeres en el interior del país: “Como el caso de Belén, una mujer tucumana que está siendo juzgada por un aborto espontáneo. Y en el caso de la niña wichi de dos, que sabemos lo que sucedió en los últimos días. Para nosotras, como docentes universitarias y particularmente de la Facultad de Psicología, es importante, porque como psicólogas también tenemos un rol importante respecto a la decisión ética, política de aquella mujer que frente a determinada circunstancia decide interrumpir su embarazo, y también tenemos que respetar la autonomía de la decisión”. Para Longo, la facultad necesita tomar el tema del aborto como un tema de salud colectiva.

Una joven que llega a un hospital público cursando un aborto, espontáneo o no, puede, como consecuencia menos grave, ir presa. La confidencialidad médico-paciente pasa a segundo plano si la víctima es mujer, pobre y se rebela, voluntariamente o no, ante el mandato adoctrinador de la maternidad. El caso Belén suscitó una discusión ética y moral sobre el accionar de los trabajadores de la salud en esas situaciones. En Radio La Retaguardia, Viviana Mazur, médica generalista y trabajadora de la salud pública, aportó su mirada técnica a la discusión sobre el accionar de sus colegas en diálogo con Otras Voces, Otras Propuestas, con Luis Angió y Rosaura Barletta. (Por La Retaguardia) Foto: la marcha que acompañó a la presentación de la apelación de Belén a la Cámara.“Lo que tiene que aparecer por delante es la necesidad de cuidar la salud de la persona que tenemos enfrente. Cualquiera sea el problema de salud por el que consulte. Es el fin primero. Hablamos de personas que ponen su cuerpo y su vida en nuestras manos intentando conseguir algún alivio a sus dolencias. Lo que es increíble es este lugar que ha ocupado la medicina durante mucho tiempo, que en el tema aborto se pone más en carne viva, en el que los profesionales nos ocupamos de ser parte de los oficiales de justicia para impartir o no la ley”, criticó Mazur sobre los profesionales de la salud: “Ese no es nuestro rol. Lo que allí se cuela en este encarnizamiento es esta forma de pararse en contra del aborto limitando el acceso al derecho que tienen las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos y sus propias vidas. Quiero dejar en claro que no todos los profesionales actúan de esa manera”, señaló.Mazur destacó el rol de una nueva generación de trabajadores de la salud que no se apegan a esos estereotipos de criminalización: “Tanto de la medicina en particular como de las ciencias de salud mental, el trabajo social, etcétera, que tienen una perspectiva de derechos y desde esa perspectiva le aclaran a las personas que nuestro rol es cuidar su salud sin juzgar sus prácticas, sus ideas, sus elecciones y que por lo tanto no teman contar lo que les pasa, aún si hicieron alguna práctica que pueda ser insegura para su salud o su vida”, explicó sobre los procedimientos correctos ante casos como el de Belén. “Esto se tiene que difundir, porque el caso Belén es terrible desde el punto de vista del sufrimiento que le imprimen a esta joven pero también lo es porque intenta ser aleccionador para muchas mujeres que van a abortar igual, de cualquier manera, porque cuando lo deciden lo hacen como pueden, y que no van a querer concurrir a los centros de salud y hospitales ante una complicación y eso las expone a situaciones de altísimo riesgo”, denunció Mazur sobre lo que para la sociedad representa la historia de Belén. La violencia obstétricaMazur planteó que muchas veces escuchó casos de mujeres que llegan a los hospitales con amenaza de aborto o contracciones y son interrogadas por el personal médico: “¿Qué te hiciste? ¿qué te pusiste? Decime la verdad, mirá que yo me voy a dar cuenta”. Mazur introdujo rápidamente el concepto de violencia obstétrica: “El profesional no está preocupado por cuidar la salud de la persona sino por sacar información quién sabe para qué cosa, porque en realidad el riesgo debería correrlo el profesional que no cumple con su obligación de mantener el secreto”, denunció.“En los últimos años, sobre todo en los centros de salud de la Ciudad de Buenos Aires pero también de muchas otras provincias, Santa Fe, Río Negro, Chubut, hubo un gran movimiento de profesionales entre los que está por ejemplo Profesionales por el Derecho a Decidir, que hemos empujado desde la Asociación de Medicina General. Tiene que ver con poder ofrecer a las mujeres la posibilidad de elegir sobre su situación, sobre si quieren o no tener hijos, con quiénes, cuándo y asesorarlas en relación a que no corren ningún riesgo si desean interrumpir un embarazo y que tienen derecho a hacer lo que quieren sobre sus propios cuerpos y que nadie podría denunciarlas”, explicó su accionar en la salud. “Si alguien, las amenaza con que las podría denunciar es esa persona la que está cometiendo un delito que es no proteger el derecho de las personas a la privacidad de la información y al secreto profesional”, contó Mazur, quien además integra el Consejo académico del Postítulo de Educación Sexual que se dicta gratuitamente en el profesorado Joaquín V. González. Objetores sin ciencia Sobre los objetores de conciencia para la realización de abortos no punibles, Mazu explicó: “Reafirmado por la reglamentación que emanó la Corte Suprema de Justicia en 2012 queda muy claro que el Estado está obligado a garantizar ese derecho y que para eso tiene que generar los recursos que sean necesarios. La objeción de conciencia es una excepción para cumplir con la obligación, pero no un derecho. Es un pedido de excepción”, aclaró. “De ninguna manera puede ser masiva, de servicios enteros, y si todos los profesionales son objetores de conciencia, el jefe de servicio, aunque también lo sea, debería resolver igual la práctica porque se pone por delante la necesidad de acceder a un derecho que tiene la mujer. Esto de las objeciones masivas de conciencia está más vinculado a una resistencia civil a cumplir con las obligaciones que el Estado tiene que al ejercicio de un derecho”, explicó la profesional.Situaciones judicializadas como la de Belén ahora, o Romina Tejerina en su momento, reflejan en realidad el pensamiento de un sector de la sociedad. En ellas se cruzan desde la religión hasta la mirada de los otros. Todo con un condimento infaltable que garantiza que casos así continúen ocurriendo: la hipocresía. El gran problema es que nos enteramos de esas situaciones muy de vez en cuando.

Belén fue condenada a 8 años de prisión por la Sala III de la Cámara Penal de Tucumán por homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía luego de cursar un aborto espontáneo el 21 de marzo de 2014 en el Hospital de Clínicas Avellaneda, en esa provincia. La acusación plantea que la joven parió en un baño y luego mató a su bebé prematuro. Su abogada, Soledad Deza, integrante de Católicas por el Derecho a Decidir, plantea actualmente que la instrucción de la causa debe ser anulada de plano, pues se cimentó sobre la base de la violación de la confidencialidad médico-paciente. Durante el programa radial La Retaguardia, María Eugenia Otero y Fernando Tebele, dialogaron con la profesional sobre la apelación próxima. (Por La Retaguardia) Foto: www.notas.org.ar“Estoy preocupada como estamos en Tucumán y creo que en sintonía con todo el país en un caso muy desafortunado. Belén entra en la madrugada del 21 de marzo de 2014, hace un poco más de 2 años, a la guardia del hospital Avellaneda. Entra con dolores abdominales y en el interín tiene un aborto espontáneo muy completo, sin complicaciones según informa su historia clínica”, explicó Deza y explicó que, aún así, la joven se despertó rodeada de custodia policial. “Al parecer, por lo que consta en la causa, una de las parteras encuentra un feto en un baño, no sabe en cuál, no hay precisiones. Sólo en planta baja hay ocho baños y no hay ninguna precisión acerca de cuál. A Belén le adjudican, primero moralmente, luego policialmente, luego judicialmente, siempre sin un ADN, a ese feto en carácter de hijo. Así termina presa y acusada de homicidio agravado por el vínculo”, denunció la abogada.Según Deza, “no hay precisiones sobre las semanas que tenía el embarazo que cursaba Belén porque según algunos testimonios el feto tenía 18 semanas. El médico le dijo a Belén y su mamá que el aborto había sido de unas 20 semanas, en otros lugares decía 22, en otros 26, en otros 27, y en la autopsia 32. La autopsia se refiere a un feto femenino en algunos lugares y masculino en otros, que tiene contradicciones en lo que se llaman medidas antropométricas”. Para traducir el lenguaje técnico, la abogada explicó: “Un fémur de siete centímetros tiene determinada edad gestacional, una circunferencia abdominal refiere a otra. En este caso hay contradicciones, según el fémur parecería de 38 semanas, según la circunferencia abdominal, de 22. La autopsia, además, tiene fecha del año 2004. Es un caso bastante complejo”, consideró.Para Deza, “se montó una maquinaria simbólica para ponerla presa y nunca más volvió a su casa. Tuvo una defensa técnica deficitaria, primero fue un abogado que dejó la causa a los pocos días, pero durante toda la etapa de instrucción su defensora fue una persona que puso el Estado que no pudo alegar que toda la causa era producto de la violación del secreto profesional, que no pudo mostrar estas discordancias que muestro yo y es algo que advierto porque soy inteligentísima. Alcanza con ojear la causa”, señaló. Deza identificó, en el tratamiento de este caso, desigualdad y asimetría: “Así se para una mujer frente al Estado en la salud, en la policía, en el poder judicial, y por eso es complejo. Hay una privación de libertad que lleva más de dos años sin una condena firme y se emite un mensaje que es el dilema cárcel o muerte. El hospital pareciera ser un lugar poco confiable”.Deza señaló un rasgo determinante del hospital: tiene un destacamento policial permanente. “Eso hace suponer que están para cuidar los bienes, a las personas. Sin embargo, cuando se ve que actúan de forma conjunta con efectores inescrupulosos y arman una causa uno debe detenerse a pensar, debe sentirse interpelado ¿Qué hace la policía dentro de un hospital?”, interrogó. Asistencia tardía“Yo llego a Belén de casualidad. Me llamó una de las testigos que fue citada a declarar, una profesional del área de la salud del hospital, para que la asesore. Me enteré un día antes de que la condenen. Belén es una chica cualquiera de 27 años que no tiene hijos, que tenía muchos planes, que sufrió un estado de mucho abandono simbólico, con culpabilización producto de un accionar muy agresivo del personal policial, de los propios médicos tratantes, luego de su defensora”, denunció Deza, pero agregó: “También veo una Belén que se está empoderando, a la que le hace bien la compañía, que se siente acompañada por el movimiento de mujeres y se está parando de otra forma en la vida”.La abogada sostiene que en esta oportunidad se mancomunó “una tríada compuesta por salud, policía y un sector del poder judicial que también pone el caso en un cajón a partir del hecho de que Belén pertenece a un sector popular, con una ciudadanía debilitada, que no conoce sus derechos y, por lo mismo, muchas veces no sabe qué exigir, no sabe qué derechos tiene. Han confluido muchos factores y nosotras estamos igualmente alarmadas porque pensamos que habrá otras Belén”.Deza buscó dimensionar la peligrosidad que implica para todos dejar pasar desapercibida a esta historia: “Los actores que intervienen tienen una connivencia que significa el poder biomédico, el disciplinamiento desde todos los sectores, son un poder muy fuerte, pueden armar una historia clínica, pueden hallar un feto y que no haya un acta policial que diga dónde pero ese feto dentro del sistema judicial logra criminalizar a una mujer, un poder judicial que se da el lujo de ignorar que las investigaciones en el marco de la violación del secreto profesional son nulas. En el medio hay una mujer presa, privada de su libertad y era una criatura de 25 años”, interpeló.Belén y Romina TejerinaLa principal prioridad de la abogada hoy es que cese la prisión preventiva para Belén y que pueda esperar en libertad las definiciones judiciales: “Así esperaron los tratantes de Marita Verón, así esperan en general los procesados y está muy bien que así sea porque para eso es el principio de

Lo aseguró Vicky Disatnik, docente de la Universidad Nacional de Tucumán y psicóloga de la Casa de la Mujer Norma Nassif, Belén fue condenada por la Sala 3 de la Cámara Penal de esa provincia, a 8 años de prisión por homicidio agravado por el vínculo y alevosía en el marco de su llegada al hospital Avellaneda de Tucumán, mientras cursaba un aborto espontáneo. Disatnik dialogó en el programa radial La Retaguardia con Fernando Tebele y María Eugenia Otero para ampliar la información sobre la causa. (Por La Retaguardia)“Es un caso emblemático de la justicia del país pero, en particular, en Tucumán, que es una provincia sumamente misógina. Belén es una joven que en 2014 tenía 25 años y llegó al hospital Avellaneda, en la ciudad de Tucumán con un aborto en curso. Fue atendida por un médico en la guardia en el marco de una crisis muy grande y la denunciaron”, explicó la profesional, e informó que cuando despertó de la invervención que le hicieron, “estaba rodeada de policías. Nunca más volvió a su casa, de allí fue directo a la cárcel y nosotros nos enteramos recién hace una semana cuando el Tribunal la condenó a 8 años de prisión por homicidio porque la acusa de haber matado al bebé. Ella llegó con un aborto en curso, ni sabía que estaba embarazada, tenía un embarazo de veinte semanas. El juicio está plagado de irregularidades y culpabilización sin ninguna prueba científica. Solamente testimonios de los médicos, de la policía, de la partera que encontró un feto en un baño”.Para Disatnik, el caso hace agua desde el punto de vista jurídico “pero muestra, sobre todo, lo que es para una joven pobre y mujer llegar a un hospital público con una emergencia relacionada con su condición. Por algo tomó tan rápidamente una visión nacional, porque es emblemático de la opresión. Lo que debe ser juzgado es el sistema de salud de la provincia. Estamos por hacer una presentación al ministerio de Salud para que se sancione a los médicos que rompen la confidencialidad médico-paciente”, denunció. “O sea, no pudo sostener el secreto profesional, no pudo ser atendida como una víctima sino como victimaria. Se la juzgó desde la moral y no desde las pruebas contundentes que tienen. Nunca se hizo un ADN de ese feto, con lo cual no hay una relación directa. El baño donde fue encontrado quedaba a 100 metros de donde estaba internada Belén. Hay otra incongruencia entre la hora en que entró Belén al hospital y la hora en que el feto fue encontrado, que es antes del ingreso de ella a la guardia”. Esas, aseguró la psicóloga, son sólo algunas de las irregularidades identificadas en el proceso. Justicia moral“Belén fue muy mal defendida por la defensora oficial. No tuvo la posibilidad de ser excarcelada cuando estaba procesada, como tienen la mayoría de los procesados. La condición para dejarla (detenida) debería ser que pueda fugarse y ella es una joven muy humilde, no hubiera podido ir a ningún lado. Tampoco se deja en libertad a un procesado cuando puede incidir en la libertad de las otras víctimas y en este caso la víctima era ella. No se le dejó salir porque la moral de estos jueces lo impidió, porque la justicia debidamente aplicada hubiera permitido que Belén saliera y esperara un juicio fuera de la cárcel”, aseguró. “Ahora hemos pedido, en primer lugar, la excarcelación de Belén; y en segundo lugar, la nulidad de la sentencia, por estar viciada. Esperamos tener un juicio justo. Queremos identificar a las víctimas de este sistema, de esta situación hospitalaria, y cómo médicos y enfermeras y el personal que participó de este circo siniestro, están todos libres, todos son acusadores, ninguno acusado”, denunció Disatnik.La psicóloga planteó que se trata de un caso sin precedentes recientes: “Buscando jurisprudencia nos encontramos que no hay condenas por aborto en el último siglo. Como no la podían condenar por aborto, la condenaron por homicidio. Belén ha sido víctima de la moral de esos jueces. En ningún procedimiento judicial técnicamente justo se encuentra el delito. Aquí no hay delito, no lo hubo, no lo encontraron y lo inventaron sobre la base de que ella no tuvo una buena defensa”, sentenció. Disatnik recordó el juicio por el caso de gatillo fácil de Ismael Lucena, hace una semana: “Los responsables son 5 policías. 4 años, 5 policías. Fueron condenados el viernes pasado, pero durante los cuatro años de espera, estuvieron libres. Iban por el barrio, amenazaron a la familia, a los testigos. Hubo una gran movilización aquí. Ahora el principal culpable tiene perpetua, hay tres que van presos y dos libres porque les dieron dos años. Belén es una joven que no tiene ningún recurso y estuvo presa dos años y dos meses. De los tres jueces que condenaron en el caso de Lucena, dos estuvieron también en el juicio por Belén”, mencionó.Sobre la situación actual, Disatnik contó que ya se realizó una presentación por la liberación de Belén y por un nuevo juicio. “También acompañamos el pedido de excarcelación de una gran juntada de firmas de personalidades, medios de comunicación, organizaciones. Los que quieran pueden mandar su firma a libertadparabelen@gmail.com. Pueden acceder a la declaración en la página de facebook de La Casa de las Mujeres Norma Nassif”, informó. La lucha por Belén trascendió toda clase de frontera: “Amnistía Internacional sacó un reclamo, la cámara de diputados, otro. Es decir, estamos en un momento bueno en términos de movilización. El lunes que viene hacemos una reunión con organizaciones y la abogada para diseñar alguna actividad y marchamos el 28 de mayo, Día de la Salud de las Mujeres, exigiendo la libertad para Belén si no la conseguimos antes. Después del lunes vamos a tener novedades”, advirtió. DESCARGAR