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Cromagñón


En vivo desde la Plaza de Mayo, un nuevo encuentro para recordar la masacre ocurrida en la Ciudad de Buenos Aires que se llevó la vida de 194 personas y cerca de 1500 resultaron heridas durante un recital de Callejeros en el que se produjo un incendio. Este año, la coordinación de diferentes organizaciones de familiares y sobrevivientes consiguieron la expropiación del lugar para que allí funcione un Espacio para la Memoria. Esta mesa central contará con la participación de Vanesa Orieta, hermana de Luciano, joven asesinado y desaparecido por la Policía Bonaerense en 2009; Christian Olmedo Benítez y Liz Torres Herrera, de Ycuá Bolaños, una masacre similar a Cromañón ocurrida en Paraguay también en 2004; y Alba Pereyra Lanzillotto, del Ex Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio Virrey Cevallos. El objetivo es intercambiar sobre los espacios de memoria de tragedias ocurridas en diferentes momentos y por problemáticas diversas.

El Senado de la Nación aprobó por mayoría el proyecto de “expropiación y declaración de utilidad pública” del boliche República de Cromañón y el Santuario, ubicados en el barrio porteño de Balvanera. Tras 18 años de lucha, Cromañón será un espacio para la Memoria. Redacción: Julieta GaleraEdición: Pedro Ramírez Otero Tras 18 años de lucha de las víctimas sobrevivientes y familiares de las víctimas fatales, el proyecto de “expropiación y declaración de utilidad pública” del boliche República de Cromañón y el Santuario, ubicados en Mitre al 300 en Balvanera, con 60 votos a favor y un voto en contra, se convirtió en ley. Cromañón será un espacio para la Memoria. No alcanzan palabras para describir la emoción que vivieron anoche en el Senado las víctimas sobrevivientes y las familias de las víctimas fatales de la masacre de Cromañón luego de la abrumante mayoría que obtuvo la ley, que desbordó el recinto y se vibró puertas afuera. Durante la conmovedora sesión, las senadoras y senadores que tomaron la palabra se mostraron profundamente conmovidos porque “todos los de su generación conocen a alguien que estuvo en Cromañón o a un familiar de una víctima”, coincidieron en que “Cromañón nos pasó a todos y todas” y que “la corrupción mata”, porque esta masacre sucedió “por negligencia, por desidia, por corrupción y por ausencia del Estado”. Por primera vez desde 2004, las y los senadores pidieron perdón en nombre del Estado y destacaron que Cromañón marcó un punto de inflexión que logró que muchas situaciones relacionadas con normas de seguridad, con el funcionamiento del SAME y con la construcción de espacios públicos cambiaran. En ese sentido, el senador por el Frente de Todos, Mariano Recalde, señaló: “Que hoy estemos votando esta ley ayuda no solo un poco a pedir perdón, sino también a reivindicar a familiares, a sobrevivientes y a las propias víctimas de Cromañón que sufrieron revictimización”. Al respecto, Celeste Oyola, sobreviviente referente de “Coordinadora Cromañón” expresó: “Tenemos la alegría de que el Estado por primera vez pidió perdón. Es la palabra que necesitábamos escuchar hace 18 años. En nuestros corazones se sintió un confort que no se puede transmitir en palabras. Los senadores y diputados son representantes del pueblo, que esté sucediendo esto significa que el pueblo está abrazando a las víctimas de Cromañón”. Por su parte, Marcos Centeno, sobreviviente de la agrupación “Ni olvido ni perdón” manifestó que “después de tantos años de maltrato, de ser marginados… ignorados, que se haga ley este proyecto, es un montón, es una felicidad inmensa”. La sanción de esta ley significa “poder poner en manifiesto de manera pública la gesta heroica de miles de pibas y pibes que no dudaron un segundo en arriesgar su propia vida con tal de salvar la de otro u otra, es seguir advirtiendo y denunciando que la corrupción mata, es seguir dándole pelea a la impunidad. Es también honrar la historia y profundizar la tradición que nuestra nación tiene en materia y política de Derechos Humanos”, reza el documento que leyó el senador por el Frente de Todos por Jujuy, Guillermo Snopek, como una forma de darle la voz a las víctimas sobrevivientes y familias de las víctimas de Cromañón en el recinto. En ese sentido, el Secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla Corti, quien acompañó la presentación del proyecto de expropiación en la Cámara de Diputados/as y en el Senado, dijo sentirse “contento de que se haya votado en Diputados y en el Senado con este consenso general”. A su vez, planteó: “Ahora hay que trabajar para tener rápido el espacio para convertirlo en un espacio de memoria y reflexión, que es lo que piden las familias y los sobrevivientes. Y a partir de ahí generar un lugar con una impronta diferente a lo que estamos acostumbrados como espacios de la memoria. Diferentes pero que no deja de tener una impronta tan profunda como los otros espacios de memoria que tenemos en nuestro país”. Pietragalla Corti, además, contó que “la idea es poder acompañar en la construcción de este espacio desde la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación” y manifestó la necesidad de empezar a trabajar cuanto antes, antes de que termine el año legislativo, en este espacio de la memoria, más allá de los tiempos previstos por la ley. Tanto Marcos como Celeste coinciden en que se vienen nuevos tiempos, pero que la lucha no terminó porque tienen que seguir trabajando en la construcción de memoria, en invitar a la ciudadanía a conocer e involucrarse con su historia, “apelando a la realidad histórica, permitiéndose consultar nuestros relatos, que pondrán en tensión aquellos relatos alejados de la realidad, muchas veces elaborados desde la construcción mediática, la instalación de mitos, mentiras y estigmatizaciones”. Las víctimas sobrevivientes de Cromañón cuentan que esta ley es un logro colectivo fruto del consenso de 9 organizaciones que forman la “Mesa Unidad Cromañón”, que se diferencian en muchos aspectos pero que siempre construyen acuerdos “cuando hay que poner la Memoria, la Verdad y la Justicia por delante”. Marcos Centeno considera que la aprobación de la ley es un gran alivio. “Hay mucho por hacer todavía. Esta es una nueva etapa de alivio, emoción, alegría y tristeza. Pero lo fundamental es la unión y trabajar juntos en construir memoria para que los pibes de hoy que no saben que existió Cromañón, sepan bien lo que pasó”, dijo. “En esta fecha siempre empezamos a organizar eventos conmemorativos de diciembre. Y esto marca un diciembre distinto, más en paz, necesario después de tantos años de caminar…”, concluyó Celeste Oyola.

El jueves 22 de septiembre se realizó el acto de presentación del proyecto de ley que reclama la expropiación del edificio de Cromañón, donde aquel 30 de diciembre de 2004 se produjo la masacre. Bernabé Galera, sobreviviente; Silvia Bignami, madre de Julián Rozengardt; y Delia Fucci, madre de Pablo Fucci; pasaron por el programa radial La Retaguardia.  Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez OteroRedacción: Julián BouvierEdición: Pedro Ramírez OteroFoto de portada: Archivo Bárbara Barros/La Retaguardia El 30 de diciembre de 2004, en el boliche República de Cromañón de la Ciudad de Buenos Aires, murieron 194 personas. Bernabé Galera, sobreviviente, compartió sus sentimientos y expectativas ante la posibilidad de expropiar el edificio: “Es un momento muy importante para todo el movimiento. Fuerte por el consenso político. Todas las corrientes de lo que es la Cámara de Diputados apoyando. Con este camino de casi 18 años que llevamos, creemos en la importancia de la expropiación, con la idea de que el espacio de Cromañón no sea nunca más un lugar de lucro, un lugar de explotación. Tiene que ser parte de la memoria colectiva y en eso estamos trabajando hace tiempo”.  Desde que ocurrió la masacre, sobrevivientes y familias tuvieron que esperar muchos años para poder recuperar las pertenencias de los pibes y pibas. Ese tiempo de espera fue perdido, cuando la Justicia decidió devolverle el lugar a Rafael Levy, dueño del edificio en el momento de la masacre. Esas pertenencias fueron tiradas a la calle. “Lo que hizo la Justicia fue totalmente repudiable. A nosotros ni siquiera nos lo avisaron. Ni a los familiares, ni a las organizaciones de Cromañón. A nadie. Por eso, nosotros pensamos que devolverle las llaves a Levy no tiene que ser posible. A él, ni a cualquier otro”, comentó Bernabé. Galera recopiló el historial de lucha que lleva encima el movimiento de sobrevivientes y familiares de Cromañón para conseguir avances en la construcción de la memoria colectiva: “Además de las marchas que hicimos por muchos años todos los jueves, el movimiento atravesó los ámbitos de la Legislatura para destituir a un jefe de Gobierno (Anibal Ibarra, gobernador porteño al momento de la masacre), caminó los pasillos de la Justicia hasta donde más pudo estirarse para presionar que se consiga esto. Y logramos también que los culpables lleguen a estar en la cárcel. Así que ahora tampoco vamos a claudicar. Ese lugar no puede ser otra cosa que un espacio de memoria”. Por su parte, Silvia Bignami, madre de Julián Rozengardt, un jóven que tenía 18 años cuando perdió la vida aquel 30 de diciembre, comentó su visión sobre la presentación del proyecto de ley en la Cámara de Diputados y Diputadas de la Nación: “Me pone un poco contenta, porque creo que el hecho de que el proyecto de expropiación llegue a la Cámara de Diputados después de tanta lucha, que hayan tenido que comprometerse 22 diputados y diputadas, es un triunfo cósmico. Y además vemos que hay una acumulación de lucha en la calle. Entonces tengo el derecho de ponerme contenta por cinco minutos al menos, porque ya llegó. Es un hito. Como cuando logramos la condena por estrago, que parece poco el logro, pero sirvió para que los familiares de la Masacre de Once, pudieran usar esa figura para condenar a funcionarios. Por eso creo que el granito que uno pone, no lo hace solamente por uno. Fijate que la palabra expropiación en nuestro país no está muy bien vista. Y este es un proyecto de expropiación. Entonces, para mí son pequeñas victorias que abren el camino. Y si no lo logramos, no va a ser porque no estamos haciendo lo suficiente, será porque no tienen dignidad los diputados. Porque hay otra prioridad, porque dicen que no hay plata, pero no va a ser porque nosotros no hagamos cosas. Entre otras cosas, comprometimos a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación a que diga que Cromañón es un hecho de derechos humanos. Todo esto es un logro”. Este proyecto de ley tiene la particularidad de que cuenta con el apoyo de las diversas fuerzas políticas que componen las bancas de la Cámara de Diputados y Diputadas. Desde Myriam Bregman, Romina Del Plá, Alejandro Vilca y Nicolás del Caño,  del Frente de Izquierda; pasando por Paula Penacca, del Frente de Todos; hasta María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo, de la primera línea de Juntos por el Cambio. Margarita Stolbizer, María Luján Rey, Facundo Manes, entre otros y otras. Bernabé Galera contó que eso se consiguió golpeando puertas. “Esas puertas ya no las golpeamos tan fuerte. Al principio teníamos que darle muy fuerte. A veces teníamos que empujar un poquito. Otras veces no nos abrían. Y creo que hoy el movimiento ya tiene otra llegada, incluso por una cuestión generacional, de que los mismos diputados y legisladores son jóvenes y Cromañón les tocó”, dijo. Silvia Bignami aportó: “También logramos esta unidad más amplia, que está integrada por nueve grupos diferentes de familiares y sobrevivientes, en una gran diversidad y en un diálogo que tiene su complejidad, pero que sin él no hubiéramos llegado. Y eso está bueno, cuesta ponerse de acuerdo porque en general estamos acostumbrados a estar muy cerca con los que coinciden con uno”. Bignami contó cómo piensan la planificación del espacio, si la expropiación avanza y logran construir el sitio de memoria. “Primero tenemos en claro qué es lo que no se quiere. No se quiere que esté Levy ahí. No se quiere que los pibes de Once corran peligro. No se quiere que las escuelas no tengan a dónde recordar lo que pasó. No se quiere que vuelva la trata de personas, los talleres clandestinos, la prostitución, tal como promovió y promueve Levy. Por otra parte, el poder político tiene responsabilidad en habernos obligado a estar en la calle todo el tiempo y no poder terminar de pensar el proyecto. Lo que sabemos es que queremos es que sea un espacio de memoria colectiva, con administración conjunta entre el Estado y los

Se presentará en el Salón de los Pasos perdidos del Congreso Nacional un proyecto de ley para realizar un sitio de memoria en el edificio en el que ocurrió el 30 de diciembre de 2004 la Masacre de Cromañón.

Los símbolos nunca son porque sí. Las zapatillas de los pibes y las pibas de Cromañón se constituyeron naturalmente en la manera de hablar de aquello. O quizá tan solo mirar y no decir nada. Esas zapas perdidas en cada estampida desesperada o en cada regreso solidario, son todos y todas. Y los nombres se apilan contra el dolor. Porque Cromañón duele como el primer día. (Por La Retaguardia) 📷 Fotoinforme: Bárbara Barros/La Retaguardia

Familiares y sobrevivientes de Cromañón continúan luchando ante el incumplimiento de la ley de reparación integral por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Fabiana Puebla, sobreviviente y familiar, dialogó con el programa Hasta que vuelvan los abrazos, de La Retaguardia y Radio Sur. Allí dio detalles de los reclamos en relación a que la totalidad de los y las sobrevivientes puedan recibir un subsidio económico. También piden que se cumpla con la asistencia psicológica y de medicamentos. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Nicolás Rosales ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Fotos: Camila Pierre La ley 1.975 de reparación integral vuelve a vencer en  diciembre. Cada tres años, familiares sobrevivientes de la tragedia de Cromañón vuelven a revivir y resignificar el horror en cada pedido. Diferentes organizaciones se han nucleado en la lucha para exigir al Gobierno de la Ciudad lo que les corresponde para continuar viviendo dignamente. Con una salud plena. El objetivo es conseguir una ley de reparación definitiva y abarcativa. Dentro de la Legislatura la mayoría de los bloques políticos acompaña, menos el de Juntos por el Cambio. “Lo que el Gobierno cumple parcialmente es con la asistencia económica. Sin embargo, el tema de la salud física y mental deja mucho que hablar. Es muy difícil conseguir un medicamento, o un psicólogo o psiquiatra de parte del Estado. Para nosotros, ahora que estamos en diciembre y que se nos acerca una fecha de aniversario, es un golpe muy bajo”, comenzó explicando la sobreviviente Fabiana Puebla, quien perdió a su pareja José Cantale el 30 de diciembre de 2004 en Cromañón.  “El padrón por los subsidios actualmente tiene 1.800 beneficiarios donde se encuentran padres y madres sobrevivientes. Quedaron afuera aproximadamente 4.500, que viven por fuera de la Ciudad de Buenos Aires. El mismo Gobierno lo reconoce en los carteles que rinden homenaje en la estación de subte de Once, lo dice: ‘Un sobreviviente puede estar viajando con vos’, explicó. Un dolor difícil de soportar Fabiana destacó la memoria activa para que no vuelva a pasar otra tragedia: “Hay que tener memoria para que principalmente no vuelva a ocurrir otro Cromañón. Lo nuestro fue una masacre. Queremos que la juventud vuelva salir y que toda aquella persona que sale pueda volver a su casa. Porque después de Cromañón vino la tragedia de Once (el accidente de en la estación de tren del Ferrocarril Sarmiento). Tenemos que estar cuidándonos mucho tiempo, pero sobre todo la juventud, que es la que pierde siempre, con lo que pasa hoy con los casos de gatillo fácil, como lo que pasó con Lucas (González). La memoria tiene que mantenerse activa. No hay que olvidarse, porque murieron más de 200 pibes”. Cromañón no sólo dejó personas fallecidas aquella noche, sino también familiares y sobrevivientes que se quitaron la vida. “Otros tuvieron secuelas, fallecieron. Los padres y madres que también se fueron al no soportar el dolor. En su mayoría, murieron de cáncer. Todo esto es comparable al haber sobrevivido a una guerra. Me lo dijo mi psicóloga”, contó. La lucha para que Cromañón sea un sitio de memoria Puebla pertenece al “Movimiento Cromañón”. Desde allí presentaron tres proyectos: uno de expropiación, otro de patrimonialización y por último el de protección de murales. Este último fue aprobado por la Legislatura porteña. “Estamos a la espera de que se aprueben los otros, porque queremos que ese lugar sea un espacio para la memoria. Repudiamos el accionar del TOF (Tribunal Oral Federal) 24 al entregarle el lugar a Rafael Levy (antiguo dueño) y este deshacerse de las pertenencias de nuestros pibes que hoy ya no están. Lo último que supimos es que estaban trabajando en el lugar, así descubrimos que las pertenencias habían sido tiradas en tres contenedores. Nosotros estuvimos esperando muchos años por esas cosas, porque cada uno tenía algo ahí adentro. En mi caso, cosas que dejó mi compañero, y que las quería tener conmigo, conservarlas. También pintaron las paredes, y además una familia viviendo, cuidando el lugar. Creemos y tememos que Levy en algún momento quiera reabrir algunos de sus tantos turbios negocios”, dijo la sobreviviente. La causa El único que sigue detenido hasta el momento es el exbaterista de Callejeros, Eduardo Vásquez, y no por Cromañón, sino por el femicidio de su pareja Wanda Taddei. El empresario Omar Chabán murió en la cárcel. “El resto de los responsables están todos en libertad. Creo que el mayor responsable político fue Aníbal Ibarra (jefe de Gobierno porteño en ese momento), y el primero que tendría que haber estado preso. Pero la justicia lo dejó de lado. Esto es una cadena de responsabilidades, y el principal eslabón era él”, remarcó.  Por último, Puebla dijo: “No termino de encontrar una paz absoluta. De hecho yo me enfermé de cáncer y estoy viva de milagro. Es difícil. Vivo y sigo aprendiendo a vivir el día a día con el dolor que me toca. Con las secuelas de aquella noche, con el estrés post traumático y con la pérdida de mi ser amado, José Cantale. Lo que me da algo de tranquilidad es salir a luchar y seguir haciendo cosas para mantener viva la memoria y evitar que esto se olvide”.

Cuadras y cuadras de personas: organizaciones sociales, movimientos populares, partidos políticos, personas autoconvocadas y las familias. Que cada vez son más, y cada vez gritan más fuerte. Más allá de la pandemia, la 7ª Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil, copó el centro porteño. Adelante de todo, una bandera con más de 250 obras de arte en las que se reflejaban las caras de pibes y pibas asesinadas por la policía. Abrazos, saludos, encuentros. Crónica de una jornada de memoria y clamor de justicia. (Por La Retaguardia y Revoluciones.net) 📷 Fotos: Natalia Bernades/Virginia Chaile/La Retaguardia  A las cuatro de la tarde comenzó la caminata, desde Avenida de Mayo y 9 de Julio hasta Plaza de Mayo, al canto de “Yo sabía, yo sabía, que a los pibes los mató la policía”, “El policía es un cagón, con un fierro y una bala, defiende a los que tienen plata, mientras el pueblo va a prisión…”. Y así, entró la gran marcha a la histórica Plaza, mientras una voz desde el escenario, la de Juan Diego Rossi, sobreviviente de Cromañón, recitaba poesías y cantaba contra el gatillo fácil, las desapariciones en democracia, los travesticidios, entre otras consignas. Una voz que vale por todas, esencia popular de un acto que escapa a la imposición de referencias y de nombres, que se arma entre todes y para todes. Fue entonces cuando Gonzalo Hormaechea (hermano de Nahuel Hormaechea), Nancy Sosa (madre de Ismael Sosa), Emilia Vassallo (madre de Paly Alcorta) y Silvia Bignami (madre de Julián Rozendgardt, víctima de Cromañón), comenzaron con la lectura del comunicado. Una extensa puesta en común del genocidio invisibilizado que mata a nuestras pibas/es todos los años. Una responsabilidad que el Estado parece no querer asumir, y que desde la Marcha se vuelve cada año una furibunda condena popular.  Se recordó a las niñas argentinas asesinadas por el Estado paraguayo y se insistió en la aparición con vida ya de Lichita. Entre testimonio y testimonio, las familias recordaron y homenajearon a los fotógrafos fallecidos recientemente, Reinaldo Ortega y Nicolás Avelluto, quienes siempre acompañaron a la marcha. Hicieron un reconocimiento a La Retaguardia, por estar desde la primera marcha cubriendo las actividades y acompañando a las familias; como así también a todos los medios y reporteros/as que con su trabajo suman a la difusión y visibilidad de las causas. Entrada la noche nos fuimos yendo de la Plaza, con las voces de esas madres y familiares que por un rato vuelven a traer los nombres de quienes fueron asesinadas/os en nuestros oídos. Esta marcha tan genuina, única, que al mismo tiempo que denuncia, repara. Porque para ellas poder contar lo que les pasó es una forma de encontrar un poco de justicia popular. Porque esa plaza llena que repudia y acompaña, que les grita “fuerza mamá” cuando alguna se quiebra, es quizás el tribunal dónde vamos entre todes construyendo una realidad distinta. Esta lucha no termina con la Marcha, sino que vuelve a empezar. Para que el próximo año no haya ni una bala más, ni una piba ni un pibe menos.

Este viernes desde las 15 horas se realiza la 7ª Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil, espacio que aglutina a familiares que luchan para que no exista ni un solo caso más. En esta nota nos cuentan sus vivencias personales, pero también el aprendizaje que les ha dejado tantos años de organización. Además reflexionan acerca de los caminos para terminar con este flagelo. (Por La Retaguardia y Revoluciones.net) 📷 Fotos: Reinaldo Ortega “La Marcha sirve para visualizar todos estos crímenes que cometen las fuerzas de seguridad , y que muchas veces los medios y la misma justicia tapan. En todos los casos terminan en nada, la mayoría de los casos no son condenados y si los condenan, es una burla para los familiares. Los jueces y fiscales que tienen que investigar las pruebas, no lo hacen, es más fácil archivar el expediente y todo termina en ‘suicidios’. Si no hubiera jueces corruptos, esto no pasaría”. La que habla es Mónica Campoy, mamá de Andrés García Campoy. El 13 de junio de 2014 su hijo fue asesinado por Gendarmería Nacional en un control caminero mientras se dirigía en su auto por la Ruta 7, a la altura de Luján de Cuyo, en la provincia de Mendoza. La causa está catalogada como homicidio agravado. Están implicados los gendarmes Maximiliano Alfonso Cruz y Corazón de Jesús Velázquez, pero por ahora “el juez federal Walter Bento los ha dejado libres”. Ahora, como el juez está procesado por una causa de corrupción, lo sacaron, “pero me quieren poner al juez Marcelo Garnica que fue su secretario y mano derecha”, y por lo tanto Mónica espera que no lo acepten. “El que mata tendría que tener condena perpetua, así dejarían de matar por matar y se buscaría profesionalizar a las fuerzas de seguridad, capacitarlas, hacer test psicológicos cada seis meses, y prepararlos como corresponde”, agrega Mónica.  Un día especial Para Inés Alderete, mamá de Marcos Sebastián Acuña, “la Marcha es un día especial, no porque no luchemos todos los días, sino que es un día especial donde podemos estar juntas y lograr que el Estado vea que no somos un caso aislado como dicen ellos, esto es sistemático: están matando a los pibes. Así que la experiencia es grande y sirvió para que las mamás, los papás, los familiares puedan darse cuenta de que tienen derechos y que la voz de ellos y de sus seres queridos que ya no están necesita ser escuchada”. Marcos fue asesinado el 28 de Agosto de 2015 por el Prefecto Juan José Silva en el barrio La Cañada, Partido de Quilmes. Y aunque ya va para dos años que su causa está elevada a juicio oral, “por diversos motivos se ha suspendido cuatro veces, la última porque dicen que el prefecto estaba con Covid-19, por lo que hasta hoy estamos esperando una respuesta a ver si vuelven a darnos una nueva fecha”. Inés sostiene que, a pesar de que “a los pibes los siguen matando, creo que hoy con la 7ª Marcha las familias se animan a salir a la calle y reclamar por justicia”. También arremete contra quienes señalan con el dedo a las víctimas: “Todos juzgan el pasado del pibe, si era o no delincuente, si cometió o no un delito, si era o no adicto, miran el pasado y no miran el hecho. Porque cuando mataron a Marcos, yo le contesté a un juez: ‘¿para qué quiero un abogado? si lo mató la policía a mi hijo, por algo fue’, esas fueron mis primeras palabras. Hasta que el tiempo me hizo cambiar, y comprendí que no es lo que él pudiera ser, sino el hecho a partir del disparo que le provocó la muerte. Porque si no quiere decir que una persona que tiene el uniforme tiene derecho a disparar y hacer lo que sea. Eso cambió, hoy salen las madres y los familiares, y aunque empezamos con 100 o 200 mamás, hoy están unidas todas las provincias y eso es muy importante”. Los reclamos y consignas “Los principales planteos que hacemos en esta Marcha son exigir justicia, basta de impunidad del aparato represivo, que las causas lleguen a un juicio y a una condena, que se pueda mejorar la situación del grupo de familiares de las víctimas, ya que estamos muy solos en esto”, nos cuenta Paula, cuñada de Ariano Biza. A sus 22 años murió junto con Emanuel Gallardo en la Brigada Norte de Tucumán, en un motín, el 15 de junio de 2015. “Aún estamos sin avances en la causa”, denuncia Paula. “Creo que aún hoy continúa vigente este tipo de violencia porque el aparato represivo que es la policía se maneja con total impunidad, avalados por jueces y fiscales” agrega. Balas y justicia “En esta Séptima edición los reclamos son los mismos que la primera marcha, no ha cambiado nada, no ha variado nada. Los métodos son los mismos: el gatillo fácil, el encubrimiento del poder político, judicial y policial, la responsabilidad del Estado frente a estos casos no solamente de gatillo fácil sino de represión estatal, desapariciones forzadas, causas armadas, encarcelamiento a los que luchamos, a compañeros que salen a la calle día a día a reclamar los derechos que tenemos”. La que habla es Emilia Vassallo, mamá de Pablo “Paly” Alcota, fusilado el 18 de mayo de 2013 por el policía Diego Ariel Tolaba de un tiro en la cabeza, y fallecido el 6 de diciembre de 2013 después de una cruel agonía. La causa está elevada hace dos años, a la espera de un tercer juicio fallido y una pericia de la Corte Suprema de Justicia que todavía no se hizo. “Nuestros derechos son vulnerados todo el tiempo, ni hablar de lo que son las causas judiciales, sabemos que el Estado es el responsable y el que garantiza la impunidad para que esto siga sucediendo”, agrega Emilia.  Marchar para que no haya ninguno más “Hace 10 años que estoy peleando por una justicia que sé que nunca voy a tener,

En el marco del BAFICI se presentó Cemento, el documental. Lisandro Carcavallo, el director de la película que también fue proyectada en el antiguo lugar donde funcionaba la discoteca, pasó por el programa radial Hora Libre, que conducen Matías Bregante y Rodrigo Ferreiro. (Por La Retaguardia) Carcavallo contó las sensaciones que le dejó el estreno del documental en el BAFICI, con un público que colmó la sala: “Lo vivimos con mucha emoción. Estamos muy felices por la repercusión que tuvo y las palabras que hemos recibido, la cantidad de e-mails y mensajes que nos han mandado. La verdad que muy felices, no podemos creer lo que vivimos en estos últimos días. Tanto la premier en Cemento como la función en Plaza Francia fueron verdaderamente impactantes; ver tanta gente, tanta emoción. Estamos muy agradecidos con todos los que nos apoyaron. No podíamos pedir más” comenzó relatando. -Matías Bregante: ¿Cómo arranca el proyecto? -Lisandro Carcavallo: Lo empecé solo, con mi cámara y un sonidista que le pagaba $120 la jornada. De a poco se fue sumando gente. Hoy somos aproximadamente 15 personas trabajando. Todo esto fue producto de un trabajo en equipo muy arduo. Reivindicar este espacio con lo importante que era, contar una historia que creíamos que merecía ser contada. Demuestra que el cine independiente está para muchas cosas. En el documental, Carcavallo hizo un repaso sobre la historia de Cemento y su función como escenario de desarrollo artístico para muchos artistas: “Fue un lugar que marcó y permitió el desarrollo de un montón de artistas. Nace con una democracia que recién comenzaba. Tuvo la particularidad de atravesar tres décadas muy importantes: el advenimiento de la democracia, lo que fueron los ’90s, el menemismo, consumismo pleno y lo que fue la posterior crisis del 2000. Sin embargo Cemento siempre estuvo abierto dando oportunidades a performances, actrices, actores, artistas, músicos… Eso es algo para destacar. Fue una usina cultural tremenda, tal vez la más importante post dictadura en este país. El hecho de que se haya vuelto un estacionamiento y haberla dejado que se vaya olvidando poco a poco no le hacía justicia. Este documental contribuye a construir la memoria que se merece” repasó el director en conversación con Matías Bregante.Lisandro se refirió también al dueño de Cemento, Omar Chabán, quien fue condenado a prisión por la causa Cromañón y, sin ánimos de exonerarlo de culpas, remarcó el gran trabajo que hizo el empresario como gestor cultural: “No estamos diciendo que Omar (Chabán) haya sido inocente ni queremos sacarle responsabilidad, pero sin duda no podemos negar el trabajo que realizó como gestor cultural. Fue tremendo y muy importante. No sabemos qué hubiese pasado si Cemento no estaba. La realidad es que estuvo y fue el lugar que todas las bandas y los artistas necesitaron para desarrollarse, crecer y para poder hacer lo que les gustaba, justamente música, arte y cultura. Fue un gran apostador. Un tipo que apostaba al desarrollo artístico y, como refleja la película, mucho más que un empresario”. El documental destaca la función de Cemento como lugar de desarrollo de la cultura independiente y muestra la opinión de las personas que participaron activamente para que así fuera:“Hoy parece impensado que haya un lugar con capacidad para 1000 personas y se lo destaque por el apoyo al arte. Es bastante loco. Quisimos mostrar lo que allí sucedió y sacar el estigma que cayó sobre Cemento. Es hacer honor a la verdad. Si bien esta película es lógicamente la mirada de los que la desarrollan, creo que tiene la fuerza que tiene porque se muestra a través de las palabras de los protagonistas. Eso le da un nivel de veracidad y de diversidad de opiniones que es muy rico. Por lo menos se puede abrir al debate y a la reflexión de qué posición tenemos nosotros ante el consumo de la cultura o cuál es la cultura que nos bajan. Si somos pasivos o activos frente a eso. Si consumimos un Big Mac porque está subsidiado o pagamos una entrada al cine. Está bueno que por lo menos se abra ese debate” agregó.Sobre la realización de la película, el director y su equipo lograron recopilar muchos testimonios importantes para entender la historia de Cemento y contó cómo fue ese trabajo documental:“Se trabajó mucho, de forma muy intensa. Prolongada también porque fue un día a día constante. Hemos trabajado mucho para conseguir cada nota, cada archivo. Estamos muy orgullosos, muy contentos. Para la mayoría del equipo es la primera película, entonces era también un desafío estar a la altura de lo que queríamos contar. Nos jugábamos mucho haciendo esa película. Hoy por hoy estamos muy contentos. Sorteamos cada piedrita que hubo en el camino. Valió la pena el aprendizaje y el esfuerzo. Tener hoy la palabra de todos esos monstruos que seguimos desde hace tanto tiempo es impresionante” -MB: ¿Cómo continua el recorrido de la película? -LC: Ahora en principio estamos haciendo recorrido en festivales. Hay una proyección gratuita el día 26 o 27 del mes que viene en la Biblioteca Nacional a las 18:30 horas. Para fin de año, veremos de estrenarla en el (Cine) Gaumont o algo así. Sobre el contexto actual del INCAA, el director de Cemento dijo: “Hay muchas miradas al respecto. Estamos en alerta por diferentes cuestiones que sucedieron y señales que hemos recibido. Por otro lado, hay una realidad que es innegable. Más allá de la destitución de determinadas personas no se modificó la ley. No estoy muy embebido en el tema, pero si me enorgullece muchísimo ver a toda la comunidad audiovisual de pie defendiendo su trabajo y sus derechos, planteando que no hay grieta acá, que no hay postura política, simplemente una defensa al laburo de un montón de personas. Creo que eso es lo más importante, la unidad y ver que estamos defendiendo la industria nacional que es tan importante. Seria lindo tener noticias de que se apuesta al arte, a la cultura, de que no cierran lugares, de que no hay problemática

Esa consigna eligió el grupo de familiares de víctimas que se concentrará el 30 de diciembre a las 19 en la Plaza de Mayo para realizar una actividad de solidaridad con otras causas y pronunciarse acerca de la masacre de Cromañón, ocurrida en 2004. Sobre esta convocatoria y la situación actual en materia de derechos humanos, Alfredo Grande y Fernando Tebele dialogaron con Silvia Bignami, mamá de Julián Rozengart, fallecido en la tragedia. Fue en el programa Sueños Posibles. (Por La Retaguardia) “Estamos saliendo a la calle por Cromañón desde el primer día y tenemos algunos logros que son históricos en relación con otros familiares de víctimas, otras situaciones. No porque sean menos injustas, sino que se dieron coyunturas por las cuales nosotros logramos la destitución de Aníbal Ibarra, llevar a toda esta gente a juicio y si bien nunca es un juicio justo, se pusieron sobre la mesa algunas responsabilidades, fueron en cana con cumplimiento efectivo de la pena algunos funcionarios. En este camino nos fuimos encontrando con otras víctimas en el sentido de lo que Alfredo llama ‘la lógica Cromañón’, que tiene que ver con la negligencia, la corrupción, la falta de respeto por la vida porque el dinero vale más”, expresó Bignami.La activista expresó que, además del recuerdo de Cromañón, “queremos juntarnos con otros compañeros y compañeras, papás, mamás, sobrevivientes, tenemos un lema en este momento que es ‘el Estado es responsable’. Creemos que tanto por acción, represión -de Kosteki y Santillán en adelante, y antes también-, como por omisión, negligencia, connivencia con los poderosos, que sería Cromañón u Once. El Estado, cualquier Estado, representado por los gobiernos que sean, tiene responsabilidad. Vamos a hacer algo muy chiquito porque, por un lado, hemos logrado éxitos en estos años, y porque estamos bastante convencidos de que no se trata sólo de Cromañón”, consideró. “Después de haber lanzado el 21 una actividad con otras víctimas lo que hacemos es recordar a nuestros pibes en una situación de mucha zozobra, de mucha pena y con un nuevo gobierno que no parece que se esté moviendo por los derechos humanos. El encuentro es en Plaza de Mayo que para nosotros es el lugar del reclamo, vamos a leer algunas cartas de homenaje a los pibes, esta idea de las cartas va a continuar porque el 30 de marzo es el día que habría que recordar Cromañón en las escuelas, cosa que si no empujamos, no se hace”, aseguró. Además, Bignami continuó adelantando las actividades: “La idea es hacer una juntada de dinero para el espacio cultural de Luciano Arruga haciendo un enganche con las distintas luchas y leer nuestro documento consensuado. Son actividades sencillas que los que vienen compartiendo con nosotros saben que hacemos cada 30”. Gobiernos e impunidad  “Con respecto a la política de derechos humanos, este gobierno no los está defendiendo. Creo que se ha hecho toda una operatoria con Avruj en Nación convocando a familiares para dialogar donde más que diálogo se da una situación de frases como ‘dejá de discutirme si hay o no 30 mil desaparecidos’, ‘fijate que hacés con las víctimas’”, denunció Bignami.“En este sentido, creo que no se puede dejar de lado que Cromañón sucedió durante un gobierno progresista y que fue producto de un progresismo trucho. Además, habría que discutir si el progresismo que mata es progresismo, ¿no? Si no, vamos a terminar votando a Aníbal Fernández porque formó parte de un supuesto ciclo progresista, preguntémosles a los padres de Kosteki y Santillán si forma parte de un espacio progresista. Por eso, los derechos humanos, el progresismo, cuando funcionan así pasan a ser palabras vacías. También digo que, al revés, tampoco me olvido de que este es el gobierno de Larreta, en el que acaba de ocurrir la tragedia Time Warp de la que no se está hablando y además se culpa a las víctimas. Se la llevó de arriba con eso Larreta, como se la llevó de arriba con Beara”, planteó sobre la competencia en Ciudad de Buenos Aires. Para Bignami, “los distintos signos políticos han demostrado que no quieren, no saben, no pueden respetar la vida, y en particular la de los jóvenes. Hay un hecho Cromañón que son los 194 que nos faltan pero hay una metáfora Cromañón que es todo lo que tendría que funcionar de otra manera. El otro día compartimos la actividad con las Madres de Víctimas de Trata, con las pibas víctimas de femicidio, con los pibes víctimas del gatillo fácil. Hay una serie de cuestiones en común que van más allá del rocanrol y que tienen que ver con la impunidad que no se terminó con los gobiernos democráticos”, señaló.¿Cuántos somos el Estado? “Creo que hay pendiente una buena discusión sobre el rol del Estado y yo siempre cuestiono esta mirada sobre el Estado ausente, en Cromañón el Estado estuvo, fue negligente pero para cobrar la coima estuvo. Hay un problema con esas ideas de que el Estado somos todos o la presencia del Estado, hay un debate que dar, porque si no parece que el Estado fuera dios, pero no, es gente concreta que defiende intereses concretos y que ausente no está casi nunca, lo que puede pasar es que esté negligente, codicioso o mirando para otro lado”, aseguró. Para Bignami, la responsabilidad del Estado es lo que hermana causas, “incluso de algunos crímenes que se nos presentan como individuales, como los femicidios, pero ¿qué hizo el Estado? ¿Cómo protege a las víctimas? ¿Cómo hace que la mujer se pueda ir de esa situación? Si no hubiera impunidad que ampara, esas cosas no se producirían”, reflexionó.Por último, convocó a la Plaza de Mayo: “A los oyentes quiero decirles que ya sé que es difícil movilizarse el 30 de diciembre, que es una fecha complicada, para nosotros es igual de complicada, los esperamos en Plaza de Mayo a las 19 de la tarde para leer nuestra carta y hacer la juntada también por Luciano, leer el documento, dejar palabra, dejar voz”. Allí habrá que estar.