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Este 12 de marzo se llevará adelante la segunda Feria del Libro de Flores en conjunto con la tradicional Feria de Artigas. Sus organizadores son el Centro de Formación Profesional N° 24 y las editoriales independientes Tinta Limón y La Periférica. El lema principal es “gratis y en la calle”.  El evento que se llevará a cabo en las calles Morón y Artigas promete una convocatoria importante. Diego Picotto, integrante del CFP y uno de los organizadores, dio más detalles del evento en diálogo con el programa radial Mis hijos están con el padre. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Silvio Florio/Braulio Domínguez ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Diego Adur 📷 Fotos: Nicolás Rosales El próximo sábado 12 de marzo de 14 a 20 se celebrará la Feria del Libro de Flores. Será la segunda edición del evento que se realiza junto a la Feria de Artigas. “Gratis y en la calle” es la consigna de la Feria que contará con cientos de editoriales, las presentaciones de escritores y escritoras y música en vivo:“Se viene la segunda Feria del Libro; será desde el mediodía hasta las 20. Van a participar más de 100 editoriales independientes, algunas muy nuevitas y chiquitas. Y otras con mucha trayectoria, de 15 o 20 años, como puede ser Tinta Limón, una de las organizadoras, Cactus, La Cebra, Milena Cacerola, entre otras. También habrá editoriales de ensayos, de ficción, un sector de cómics, otro de libros infantiles, publicaciones de otras provincias como Catamarca, de la localidad de Paraná, Entre Ríos, la editorial Nudista de ficción de Córdoba, otras extranjeras, desde Chile, como Long y Tiempo robado, también de España, Traficantes de sueños, Virus, Tercero incluido… en fin, un conglomerado grande de editoriales independientes y autogestionadas”, describió Diego Picotto, integrante del Centro Profesional N° 24 de Flores. Herederos de la FLIA Por otro lado, el organizador remarcó cierta semejanza con otra reconocida Feria independiente porteña, la FLIA (Feria del Libro Independiente y Autogestiva): “Esta feria es un poco una deriva posible de lo que fue aquella, que funcionó desde el 2005 hasta el 2015 aproximadamente. Y que fue inmensa, itinerante, acorde a las fuerzas desatadas en el 2001. La Feria del libro de Flores en cierto modo se inscribe en esta línea, ya que muchas de las editoriales formamos parte de FLIA también”. En la calle y junto a La Feria de Artigas “Esta Feria de Flores viene con una propuesta muy comunitaria, no solo se trata de venir a comprar libros, sino de venir a pasar un rato en la calle y de manera gratuita. Porque esta feria se suma a otra que se viene haciendo hace más de 10 años en la esquina de Artigas y Morón, La Feria de Artigas que es de artesanos y emprendedores. Además, allí funciona un Centro de Formación Profesional, que es una escuela de oficios. Son los egresados de esta escuela los fundadores de la Feria de Artigas”, detalló.  Un escenario: entrevistas, presentaciones y música Picotto contó que ese día estarán presentes autores y autoras de diferentes publicaciones y habrá una propuesta de música en vivo: “También habrá un escenario con muchas propuestas a lo largo del día. Estará un autor octogenario como Enrique Medina, autor de ‘Las tumbas’ y que será entrevistado por otro escritor más joven como Leonado Oyola. También se harán presentes Elena Silvestri y Marcelo Freire, dos escritores brasileros, ella poeta y el performer. A Elena la va a entrevistar la ensayista argentina Verónica Gago. Se presentarán dos libros vinculados a la economía popular con compañeras pertenecientes a organizaciones, como Rosalía Pellegrini de la UTT (Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra) y Dina Sánchez del Frente Popular Darío Santillán. Se presentará otro libro sobre reflexiones alrededor del trabajo en condiciones de pandemia, editado por el propio CFP. Ahí habrán referentes importantes como Quique Martínez, Alexander Roy, Ricardo Bellisi. También vendrá la parte musical, y el cierre estará a cargo de Luciana Jury, música reconocida. Estará cantando además Juan Pablo Fernández, compositor, escritor del Acorzado de Potenkim, que también presentará su libro. Por otro lado, escritores territoriales de Flores tendrán un puesto”, cerró Diego Picotto. 

En una de las jornadas más emotivas que se recuerden en los últimos años en el barrio porteño de Mataderos, con una gran fiesta en las calles se reabrieron las puertas del mítico cine. La presencia del grupo artístico Choque Urbano impactó desde lo visual y lo sonoro. Compartimos las fotos de una jornada tan esperada como memorable. (Por La Retaguardia) 📷 Fotoinforme: Nicolás Rosales/La Retaguardia 

Después de varios anuncios fallidos, todo indica que esta vez el histórico cine del barrio porteño de Mataderos abrirá sus puertas al público tras 14 años de lucha del vecindario y la mirada siempre oportunista del Gobierno local. Natalia Márques, integrante de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata, dialogó con el programa radial La Retaguardia y contó cómo viven este momento de alegría. La reapertura será el próximo sábado con un festival en la calle. La lucha de la Coordinadora continúa con la búsqueda de que allí no solo funcione un cine, sino un centro cultural que incluya otras actividades artísticas. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Fernando Tebele ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Fernando Salimbene El Cine El Plata, ubicado en Avenida Alberdi al 5700 , en el barrio porteño de Mataderos, finalmente abrirá sus puertas al público tras una extensa lucha que vecinos y vecinas organizadas supieron sostener. La espera se hizo larga, pero el día llegó. Será este sábado 16 de octubre. Natalia Márques, vecina del barrio e integrante de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata contó cómo recibieron esta noticia. “Todo indicaba que esta vez la reapertura sí era en serio”, comenzó. Por un espacio cultural “Pudimos constatar que la obra efectivamente existía y que tenía dimensiones importantes. Porque en la planta baja hay una sala de teatro con capacidad de más o menos 500 personas. El avance lo habíamos visto en noviembre de 2020. Vale admitir que los plazos son más o menos los que se especulaba. Este año pudimos volver a repetir otra visita institucional como coordinadora y efectivamente el avance era mucho mayor. Hay un compromiso manifiesto de construir una mesa de trabajo conjunta con la coordinadora, las instituciones barriales, las comunidades artísticas, los colectivos artísticos. Para no solamente tener un cine teatro bajo la órbita del Complejo Teatral Buenos Aires,  sino que además en un barrio como el nuestro que tenemos un montón de escuelas artísticas, podrían nutrir al espacio. Un espacio cultural”, describió.  Festival en la calle Márques también reflexionó acerca del festejo que se viene. “Estamos en un contexto electoral y no quisiéramos que se transforme en un acto de campaña. Va a ser un festival cultural con distintos números artísticos, vamos a estar sumándonos en una jornada extensa que arrancará a las 16 y que va a terminar alrededor de las 20 o 21 con “El choque urbano”. La Coordinadora va a tener un espacio físico en el festejo, en una suerte de stand donde vamos a estar compartiendo a modo de síntesis el recorrido de tanto tiempo de lucha, con algunas imágenes y objetos. El domingo ya hay una primera función inaugural y de ahí en adelante queda habilitada la programación. Por lo pronto sujeta a lo que vaya determinando el Complejo Teatral Buenos Aires, con la perspectiva de ir construyendo también una pata más comunitaria, más barrial. Dependerá también que seamos muchos y muchas organizando”, dijo. Arriba el telón y el cine para la barriada La voz de Walter Ordóñez hablando del Cine El Plata se ha escuchado muchas veces en La Retaguardia. Walter falleció a principios de septiembre y Márques lo recordó junto a otros compañeros y compañeras que lucharon desde 2007, cuando se constituyó la Coordinadora, y que no podrán estar presentes en el festejo. “Hay otro compañero también muy histórico que lo tenemos con nosotros. Tiene más de 95 años, es Roberto, que siempre dice ‘arriba el telón’, ese es su deseo. Ahora diremos finalmente ‘arriba el telón’ y también ‘abierta la puerta’. Va a ser uno de los mejores homenajes a la lucha de Walter”, dijo. “Un cine para la barriada”, solía decir Ordóñez al finalizar las entrevistas. Aquel cine que él imaginaba, hoy dejó de ser un sueño. 

El sociólogo Daniel Feierstein publicó recientemente el libro “Pandemia, un balance social y político de la crisis del Covid-19”. Allí hace un balance del proceso que comenzó hace ya más de un año. En su paso por el programa radial La Retaguardia, reflexionó acerca de la coyuntura actual, los posibles escenarios en el horizonte local y cómo se configura el mapa político y social de cara a lo que sigue de la pandemia en un año electoral. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele ✍️ Redacción: Pedro Tato 💻 Edición: Fernando Tebele —La Retaguardia: Escribir sobre la pandemia en tiempo real es una apuesta y más en formato libro. ¿Hay una necesidad urgente de reflexionar sobre la pandemia? —Daniel Feierstein: Sí, es un ejercicio complejo pero la idea era esa. No hacer futurología, cosa que sería medio inútil en este contexto, sino parar la pelota y tratar de pensar. Proponernos un balance de lo que pasó es una herramienta fundamental para poder abordar lo que viene. El eje del libro es un poco ese: por un lado una pandemia, que es un fenómeno evidentemente social y depende de los comportamientos. A su vez los comportamientos se basan en lo que podríamos llamar una disputa por las representaciones, cómo nos contamos lo que está pasando. Entonces el objetivo del libro no es solo entender sino incidir en esa disputa, para entender cómo nos estamos contando lo que está pasando y qué influencias tienen esas representaciones en lo que somos o no somos capaces de hacer. —LR: El contexto es complejo no solo desde lo sanitario sino también desde lo económico. En las barriadas populares la están pasando muy mal y el Estado está prácticamente ausente ¿Cómo se resuelve esta crisis desde lo político? —DF: A ver, el problema de fondo es no haber entendido el nivel de catástrofe con el que confrontamos y, entonces, no tomar medidas suficientes ni a nivel sanitario, ni a nivel político, ni económico. A mí me sorprende realmente el nivel de responsabilidad y de solidaridad de los sectores populares, que pese a estar pasándola muy mal, no estamos teniendo ni grandes explosiones, ni saqueos, ni respuestas de ese tipo. Con lo que está mostrando paradójicamente un enorme nivel de responsabilidad, que está en contradicción con la irresponsabilidad que muestran los sectores que más tienen, que incluso han buscado en algunos casos judicializar la mínima contribución extraordinaria que se propuso el año pasado y que es totalmente insuficiente en relación a la situación que requiere pensar seriamente una redistribución del ingreso, que es la única manera de poder afrontar esta situación en un sentido socio-político y con alguna chance de ir superándola. Después tenemos toda la parte más técnica, si querés, de las distintas respuestas sanitarias. Pero, la complejidad sociopolítica y económica te complejiza esa respuesta, porque de pronto algunas de las más costosas, como una cuarentena muy firme y prolongada por seis o siete semanas, que es lo que realmente en algunos lugares ha logrado una reversión muy significativa de la curva de contagios, requiere un nivel de inversión económica que es imposible sin plantear formas de redistribución del ingreso. Son totalmente posibles en la sociedad argentina, porque tenemos sectores que se están enriqueciendo como nunca, ni que hablar el precio de los commodities o las empresas de comunicaciones, pero requiere poner esas cuestiones sobre la mesa. —LR: Vos decías recién que el gobierno no asume la catástrofe en la que estamos. Ahora, justamente quienes están en el Gobierno nacional son los no negadores de la pandemia, todo el tiempo están diciendo que esto es grave y que tenemos que cuidarnos. Es raro porque se entendería lo que vos decís si estuviera el macrismo en el poder… —DF: Es muy bueno lo que decís, y yo en el libro planteo que esto genera en la sociedad argentina una de las situaciones más difíciles. Igual yo no me refería solo al gobierno, sino a la enorme mayoría de la estructura política, que incluye al gobierno y a la oposición de manera distinta. Porque tal como decís, tenés sectores de la oposición cada vez más importantes que están en una actitud de negacionismo absoluto y no fue así al comienzo de la pandemia. Entonces, pareciera que si analizas lo discursivo, los sectores del gobierno son los que le dan algún lugar a la comunicación de la gravedad de la situación como al intento de tomar algunas medidas. Pero, si sacas eso de la discusión de la grieta y de la discusión con los negacionistas, te das cuenta que en el tipo, en el modo, en el estilo y en la inversión de las medidas adoptadas, hay también un nivel muy grande de negación en el sentido de realmente no poder observar la gravedad de la situación y lo que ello requiere. Por supuesto todo es relativo en ese sentido, si lo comparás con una persona que te están diciendo que esto es una gripecita, que no existe o que podemos seguir haciendo todas las cosas como si no pasara nada y que total no va a pasar nada, podríamos decir que no es negador tratar de implementar algunas restricciones. Pero, el problema es este, incluso comparando con respuestas de Estados más negacionistas, como los casos de Estados Unidos o Brasil, vos tenías gobiernos que optaron hacer como que la situación no existía, pero entonces también tenías una enorme reacción social que se enfrentaba a esto buscando mostrar y denunciar la gravedad de la situación. En una situación como la actual, donde a un gobierno que no reconoce la gravedad en sus acciones que lo corren desde el negacionismo, casi que no te deja espacio para aquellas fuerzas que podrían plantear poner sobre la mesa la gravedad de la situación. Quizás ese lugar lo tendrían que ocupar las organizaciones sociales o las fuerzas de izquierda. No se ve una gran reacción que le esté exigiendo al gobierno otro tipo de medidas, tanto desde lo sanitario como desde lo económico. —LR: Año electoral,

“Vamos los pibes” es una orquesta infantil que funciona en el Club Atlanta, ubicado en el barrio porteño de Villa Crespo. El proyecto surgió a partir de la recuperación del club por parte de vecinos y vecinas, luego de la quiebra en los años 90. Gastón Gelblung, psicólogo y cofundador del proyecto, dialogó con el programa radial La Retaguardia. Allí contó la historia de la orquesta y se refirió al documental de Liv Zaretzky “Pibas del Viento”, que retrata el proceso y el día a día de tres de sus integrantes. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Pedro Tato 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Orquesta Vamos Los Pibes “La orquesta nace hace siete años en el centro cultural de un club que está renaciendo de las cenizas porque en los ’90 quebró y hubo que vender la sede. En la década siguiente con marchas y juntadas de firmas, los socios recuperan la sede y vuelven a darle vida. El barrio vuelve a habitar el club:. aparecen muchas actividades y gente que empezó a colaborar, a militar y a participar”, comenzó Gastón Gelblung, socio de Atlanta, sostén principal del medio Sentimiento Bohemio y uno de los fundadores de “Vamos los Pibes”. En ese contexto de recuperación del club barrial, a Gastón y a otros socios les surgió la idea de crear una orquesta infantil. Gelblung destaca el rol de un socio que estuvo a cargo del Centro Cultural Los Bohemios: “De la cabeza de Julio Winnicki, que era un compañero muy importante que ya no está más, se suma el músico Hugo Lobo, trompetista de Dancing Mood y Mimi Maura, y aparezco también yo. Un día en una mesa dijimos ‘hagamos una orquesta’. Cada uno más o menos tenía alguna idea, yo traía la experiencia de un trabajo parecido en Bariloche y un día soñando dijimos: ‘que la meta sea que los chicos toquen la marcha del club en la cancha’, y eso lo hicimos a los tres años y fuimos por más”, recordó. Ir por más no tenía que ver con aspirar a un teatro más grande, sino a ocupar un lugar en la vida de quienes pasan por la orquesta. Se transformó en un proyecto colectivo, apropiado por voluntarios, voluntarias, docentes y familias, pero sobre todo por la juventud. “Fueron llegando, no son todos del club, no son todos de Atlanta, hay gente que viene de González Catán, de San Miguel. Que terminan haciéndose de Atlanta, yendo a la cancha, pero que además terminan haciendo deporte y a medida que van creciendo y avanzando en la orquesta terminan ellos dando clases”, explicó Gelblung. En el documental “Pibas del viento”, de Liv Zaretzky, se destaca la importancia que tiene la voz de las pibas, quienes participan y toman decisiones acerca de qué y cómo tocar. El psicólogo planteó que una de las cosas que son transversales en el proyecto es la participación protagónica: “Los chicos son tan protagonistas como los adultos. Porque el proyecto es compartido y ellos además de ser protagonistas tienen los mismos derechos que cualquiera a opinar qué se hace y qué no se hace. Entonces, así como el repertorio musical lo votamos entre todos y se decide que se toca y que no, otras situaciones que surgían se resolvían siempre de una manera horizontal. Muchas cosas en referencia a la peli fueron así también, más allá que había un guión”. En el documental se muestra principalmente la historia de Guada, Maite y Sofi, tres chicas que transitan la preadolescencia en medio de la crisis social y encuentran en la orquesta un lugar propio, para ser y constituir su identidad. Gastón . trabajó en El Alto en Bariloche, donde se ubican los barrios populares y el rol social en la comunidad era fundamental. Trazando un paralelo entre ambos lugares, remarcó el valor que tienen estos proyectos para los pibes y las pibas. “Alojar en términos subjetivos es fundamental, porque si no hay otro que te resignifica estas al horno. Si uno no puede generar algo más y que sea propio, en términos subjetivos, saber lo que quiero y lo que no quiero se hace difícil”, expresó. La realización del documental significó abrir las puertas a la intimidad del grupo.  Pero el resultado es contundente, decanta la importancia social que tienen los clubes barriales, que parecen ir a contracorriente de la dinámica de la Ciudad. “Todo este proceso es la importancia de estos proyectos, de los clubes sociales, de evitar que sean sociedades anónimas y el rol fundamental de estas instancias en clubes de barrios, en instituciones sociales y comunitarias. Por supuesto nunca saldrán en la tapa de ningún lado porque no vende, pero le cambian la vida a muchas personas. Hay gente que estaba en el margen de todo, y que encontró un lugar ahí, y no un lugar para comer en términos asistencialistas, sino para ser. Para sentirse orgullosos, crear, dar todo lo que pueden dar, para que los viejos los miren con orgullo cuando toca en vivo, para hacer cosas que no pudieron hacer en el colegio o en otros ámbitos de la vida. Salir de la calle o de situaciones de vulnerabilidad total y saber que ahí hay un grupo de personas que lo aloja”, manifestó. Al cierre de la entrevista sonó  la orquesta, con una presencia fundamental de las trompetas y trombones. Al escucharlas, Gastón enfatizó: “Para mí es magia. Porque esos vientos, ese sonido empieza siendo un ruido, y uno va los primeros días, las primeras semanas a la clase y se vuelve con dolor de cabeza porque es una cosa que no se puede creer, porque es ruido. Pero termina confluyendo en una canción,  hay una conexión que va más allá de las notas, entonces esos vientos salen del alma: es magia”. El documental “Pibas del viento” que captura la experiencia de la orquesta suspendió su estreno en el BAFICI por la pandemia de Covid-19. La directora Liv Zaretzky y Florencia Franco, productora del film, decidieron

En diálogo con el programa radial La Retaguardia, Zulema Olga Luján vecina e integrante de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata, habló del histórico cine que está ubicado en Avenida Alberdi al 5700. Destacó la importancia de su presencia en el barrio porteño de Mataderos y de las acciones de resistencia del colectivo que lleva más de 10 años de lucha por la reapertura del lugar. La vecina además se refirió a la actual situación judicial por la recuperación definitiva del espacio. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Fernando Tebele ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Fotos: Coordinadora en Defensa del Cine El Plata Zulema Olga Luján comenzó la charla haciendo referencia a las primeras reuniones en defensa del espacio, que derivaron en la conformación de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata: “Nos reuníamos donde podíamos, desde el 2007 éramos un grupito que nos íbamos corriendo de lugar en lugar, pero se terminó conformando directamente en el 2008 como coordinadora y desde ahí arrancamos en esta lucha”, contó.    Un cine de barrio Como en un viaje en el tiempo, Zulema recordó sus vivencias alrededor del emblemático cine barrial: “Mi experiencia con el cine, cuando tenía 13 años, antes no salíamos los chicos como salen ahora, fue de ir a ver Drácula. Que ahora la veo me doy cuenta que diferentes eran los miedos que teníamos en ese momento. Al lado teníamos un lugar que se llamaba ‘La Santa María’ donde íbamos a comer pizza todos los chicos del barrio. La arquitectura era muy parecida a la del cine Gaumont. Con esas escalinatas, con mármoles en la parte de las escaleras lo mismo que las barandas. El cine teatro Rivadavia también era parecido, por lo menos de los que yo conocí. Viví toda mi vida en Mataderos, vivo a seis cuadras del cine. Toda mi juventud estuvo trazada por ese lugar, hasta que lo perdimos”, detalló. Promesas incumplidas Desde el comienzo de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta en el Gobierno de la Ciudad, el cine entró en una fase de promesas de obras inconclusas, y de reaperturas incumplidas. “Ahora se avanzó bastante, dicen que en segundo semestre del 2021, y espero que no sea por el anuncio de las elecciones medias, se va terminar. Lo vimos avanzar y retroceder”, dijo la vecina. Durante los años de lucha transcurridos hubo algunas aperturas parciales. Algunas veces para eventos como la Noche de los Museos, pero siempre se abría una pequeña porción del lugar que comprendía a dos microsalas que se habían inaugurado en 2011, un tiempo después de que los vecinos y vecinas lograron frenar la demolición del cine.  Desde 2015 permanece cerrado. “Fuimos a ver películas muy malas, que no se si lo hacían para que nosotros no fuéramos, pero insistimos igual, hasta que lo cerraron. La parte principal, la más gruesa de lo que están haciendo, está avanzada pero falta hacer mucho. Dicen que van a llegar hasta la parte principal y con el superpullman. La esperanza que nos dan es que el arquitecto que está a cargo es el que está delante de las obras de remodelación del Teatro San Martín”, expresó. La Coordinadora en su visita para ver el avance de las obras Más de 10 años de reclamo “Nosotros tuvimos una lucha incansable, hacíamos reuniones en la puerta del cine, repartíamos panfletos en las esquinas. La gente nos apoyó, juntamos muchas firmas. Y como no éramos partidarios, teníamos el apoyo del barrio y del vecindario. Este lugar que prometieron que van a abrir, dicen que va a tener un sistema de refrigeración especial para el Covid, para que esté contemplada esta prevención. Estamos ahí, esperando que sea realidad, llegamos a instancias judiciales para que esto se cumpla. (Hernán) Lombardi vino muchas veces pero siempre cerca de cada elección, y después se diluía el comentario de lo que se iba a hacer. Y volvíamos a estar nosotros en la puerta del cine a tirar panfletos, esta es nuestra lucha”, remarcó Luján.  Un dato no menor es que a la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata no le permitían el ingreso al lugar para ver cómo avanzaban o no las obras. “Como a mí me queda cerquita, y todos los de la Coordinadora vivimos cerca,  íbamos a mirar de lejos. Y nos prometían: ‘sí, ya lo terminamos’. Es más, en el 2015 vino toda una comitiva a la inauguración y nosotros nos pusimos contentos, pasaron las elecciones y nunca más. Y así muchas veces pasó lo mismo. Llevamos murgas, pasábamos películas en la vereda, llevamos nuestras sillas para que la gente pueda mirar las películas que queríamos pasar”, rememoró Zulema.  La integrante de la Coordinadora manifestó que todo el barrio está esperando la reapertura del Cine como espacio cultural: “Para los comerciantes y los negocios va a ser un cambio importante en esta arteria principal de Mataderos, que es Juan Bautista Alberdi. Hay colegios que necesitan que sea algo cultural como para usar cuando se entregan los diplomas y muchos no cuentan con un SUM (Salón de Usos Múltiples) adecuado. Sería una forma de dar cultura al lugar, a los vecinos, y que las instituciones tengan un lugar para mostrar lo aprendido. Es mucha la iniciativa que tenemos pensada”, planteó. Finalmente, contó que pudieron entrar al lugar para ver el avance de las obras. “Nos hicieron poner un casco y miramos parte de la construcción. Cuando habían empezado pusieron los techos de telgopor y me acuerdo que vino la tempestad, por abril del 2008 y los telgopores aparecieron por todo Alberdi. Estamos muy esperanzados, y esperamos que sea realidad, con mucha energía positiva. Con muchos deseos que se abra, que se levante el telón, como dice uno de nuestros compañeros. Hubo muchas personas que lucharon que ya no están, porque algunos somos personas grandes, aunque juventud también hay. La gente nos ve en la lucha y se va sumando. Nos ven en el sol, bajo la lluvia o con frío. Aparentemente es el momento

En contexto de pandemia, la cultura porteña se encuentra en estado de emergencia. Las fuentes de trabajo, muchos proyectos y espacios que la componen están cerrando sus puertas. En diálogo con el programa Tengo una idea, Juan Guardia, integrante del Espacio Cultural El Puente, de Villa Luro, describió la situación y manifestó la necesidad de que se tomen medidas extraordinarias y urgentes para recomponer al sector. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Carlos Morchio/Nicolás Rosales ✏ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero —La Retaguardia: ¿Cuál es la situación actual y real de emergencia cultural dentro de la Ciudad de Buenos Aires? —Juan Guardia: Los espacios culturales estamos sin poder trabajar, con la actividad totalmente frenada y sin un pronóstico de cuándo podemos volver a trabajar. Entonces, nosotros  pedimos que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires declare la emergencia cultural y tome medidas al respecto. Porque el Gobierno de la Ciudad hace como si nada y no toma ninguna política al respecto y para nosotros es muy difícil. Hay espacios culturales que están cerrando, otros que nos estamos replanteando qué hacer con las deudas que se van acumulando y demás. —LR: ¿Cuál es la diferencia entre aquellos espacios culturales que dependen del Gobierno y aquellos que son autogestivos e independientes? —JG: La diferencia es que nosotros somos totalmente independientes. No pertenecemos a lo que sería el Programa Cultural en Barrios, que es un programa del Gobierno de la Ciudad, que paga sueldos a los profesores y coordinadores. Nosotros, todo eso lo sacamos de las actividades que hacemos. Cobramos por los talleres, por los espectáculos. Hay muchas cosas que funcionan a la gorra y le ponemos mucho corazón para que eso funcione. Pero cuando se decreta el aislamiento social, preventivo y obligatorio, cosa que nos parece bien, quedamos sin ningún tipo de ingreso. Creemos que es importante que el Estado intervenga, en este caso donde nosotros pertenecemos que es el Estado de la Ciudad, y que tome medidas al sector. Porque creemos que somos quienes aportamos a la Ciudad de Buenos Aires con todos los teatros independientes, los centros culturales, y creemos que entre todos tenemos que pasar esta crisis. El rol del Estado es fundamental para no dejar que el que no pueda se caiga. —LR: ¿Cómo se han venido sosteniendo ustedes en estos meses de aislamiento social? —JG: No nos venimos sosteniendo. Muchos cobraron el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), algunos trabajamos virtualmente como podemos, pero hay muchos a los que se les complicó la situación. Por ejemplo, en el Puente doy clases de plástica para chicos y es imposible. Dar un taller de arte con una computadora, se hace realmente más complejo. Hay realidades muy diferentes, pero nosotros lo que pensamos es que esto no puede quedar a que cada uno o una se arregle. Sino que por eso exigimos esta emergencia cultural. Se podría hacer un registro de trabajadores y trabajadores de la cultura. Presentar, en el mejor de los casos, una renta básica para estos trabajadores. Se puede pensar una mesa en conjunto con el Ministerio de Cultura de la Ciudad para buscar soluciones para el sector, y pensar de cara al año que viene. En el Puente tenemos un montón de deudas de servicios, no pagamos la luz, el gas, el agua. Y estaría bien también tener una perspectiva de cómo va a ser el año que viene. O mismo, se dará comienzo al Festival de Tango, con el sector de las milongas y el tango, que quedó abandonado dentro de la emergencia cultural por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ellos hacen un festival virtual, y hay mucha gente que no está pudiendo llegar a fin de mes. No hay y no crean un vínculo, y no piensan soluciones y políticas públicas al respecto para ninguno de estos sectores de la cultura que evidentemente abonamos a esta Ciudad. —LR: ¿Se evidencia en el horizonte algún proyecto de ley para el sector? —JG: No, no hay ninguna respuesta clara. Por eso es que salimos con esta campaña que es “Emergencia Cultural BA”. Fuimos los espacios culturales los que empezamos a proponer cosas. —LR: ¿De qué se trata esta campaña de emergencia cultural? —JG: Somos un frente, hay un montón de espacios culturales, de actores de la cultura en general gente del tango y demás, que nos estamos reuniendo vía zoom virtualmente. Se va ir proponiendo sostener una campaña en redes sociales los jueves, para instalar este tema. Haciendo distintas actividades, jamás proponiendo que se junte gente, sino de manera virtual y proponiendo que se tomen medidas. Nosotros no queremos ir en contra de lo permitido, no queremos hacer una movilización, no queremos que se abran los espacios, pero sí que se piensen políticas culturales para el sector. Se está redactando un proyecto y un petitorio para juntar firmas. Para que la gente participe estamos instalando el hashtag #EmergenciaCulturalBA. Se puede buscar y los jueves vamos a ir lanzando las distintas campañas. Una va a ser la de juntar firmas a través de las redes de los espacios culturales y hay un montón de actores de la cultura que lo van a estar replicando.  —LR: ¿Cuántos años tiene El Puente y cuán importante es para el barrio de Villa Luro? —JG: El Puente tiene 20 años, siempre en el mismo lugar. Yo extraño todo, es tremendo porque mi vida sucede ahí adentro. En este caso, la importancia de la cultura o de los teatros, desde mi perspectiva son fundacionales para la historia de la Ciudad. Pensarla sin los teatros, sin los espacios culturales, sin los artistas callejeros, se me hace muy difícil, y en la vida de la comuna y de la sociedad es imprescindible. Hay espacios que son más antiguos, otros que son nuevos. Tener este parate de casi un año, y no sabemos tampoco cuando se va a poder volver, para cuidar estos espacios tienen que haber políticas públicas. https://www.facebook.com/elpuentecultural Por último, Guardia citó un ejemplo de política cultural europea que se podría imitar