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La Asamblea de los Distritos Escolares 13 y 20 se congregaron en las calles para defender la educación pública y expresar el ajuste que vienen sufriendo. En un clima de fiesta popular y con ganas acumuladas de juntarse, la frase más destacada fue: “La lucha es también cultura, festejo y alegría”. Texto y fotografías: Nicolás Rosales La cita de la 13/20, como se conoce mayormente, fue este sábado en una jornada con clima ideal. Con el humito de los choris y patys de fondo la gente se acercó en gran número a la esquina de las calles Fernández y Lacarra, a un costado del exCentro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio Olimpo, en Floresta.  También hubo espacio para una pequeña feria de emprendedores docentes con artesanías y comida vegana. La 13/20 es una asamblea de docentes autoconvocados de los Distritos Escolares 13 y 20 que abarcan los barrios de Parque Avellaneda, Lugano, Mataderos y Liniers.  El arte ocupó un lugar central a través de la realización de un mural en memoria de los y las docentes fallecidos en la pandemia, un espacio para las infancias donde también pudieron pintar. Murgas, y mucha música.  “Venimos remándola hace 15 años, resistiendo al macrismo y ahora al larretismo en la Ciudad. La pandemia nos desmovilizó, el 2022 nos juntó luchando en las calles, porque la escuela está de pie”, sostuvieron desde la organización. Aportaron su presencia y alegría para todos y todas las personas allí presentes la “Murga Maestra”, “La Irregular”, el grupo de folclore “Sonqo” entre otros. A continuación algunas imágenes que intentan revivir la jornada.

Lautaro era un joven artista callejero argentino. Fue hallado sin vida en Brasil luego de haber estado desaparecido. Su mamá y su hermana están en ese país y exigen saber qué pasó con Lautaro. Nora Cortiñas, referente de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, exigió que las autoridades argentinas se expresen sobre el caso y brinden asistencia a la familia. (Por La Retaguardia)

Aldana Urigüen es socia del Club Atlético Vélez Sarsfield y desde hace dos años junto a otros y otras hinchas fundaron “Fortinerxs Memoriosxs”, una agrupación que busca saldar una deuda pendiente del club en el compromiso con los Derechos Humanos. Urigüen pasó por el programa radial Oral y Público y contó el recorrido que vienen haciendo con el fin de institucionalizar una subcomisión de Derechos Humanos dentro del club y sostener la memoria colectiva. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele ✍️ Redacción: Gabriela Suárez López 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Fotos: Fortinerxs Memoriosxs La violencia ilegítima como práctica cotidiana y alternativa natural durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica, cae con todo su peso sobre el fútbol argentino el 17 de mayo de 1976 en una represión a tiros en el estadio de Estudiantes de la Plata. La muerte de Gregorio Noya fue el saldo por una suelta de globos organizada por militantes de Montoneros que se encontraban entre simpatizantes de Huracán. De ahí en adelante, la metodología de acción de los grupos de tareas de la dictadura con su mecánica represiva, instaló entre hinchas y simpatizantes el terror y el horror como latencia. Pero Noya no fue la única víctima fatal vinculada a un club social y deportivo durante este período. A 46 años de ese hecho trágico, las instituciones deportivas con sus distintas culturas y gestiones,  comienzan a sostener la Memoria, Verdad y Justicia como bandera, en gran parte por demanda de sus asociados y asociadas: “Fortinerxs Memoriosxs se creó hace dos años, se juntaron hinchas y socios con un objetivo claro que era darle la memoria a hinchas y socios de Vélez que participaban activamente, que iban a la cancha. Tenemos a una compañera que era nadadora, que es la mamá de Pablo un compañero nuestro, y el año pasado tuvimos el primer gran evento que fue ‘Plantar Memoria’. El 24 de marzo y  se hicieron tres baldosas para recordar quienes eran esas personas. Nos reunimos con los familiares, estuvieron presentes, estuvo presente la Comisión de Derechos Humanos de Chicago, estuvo el vicepresidente de Chicago. Tuvimos un apoyo impresionante por parte del club vecino. No había ahí banderas de clubes,” contó Aldana Urigüen, integrante de Fortinerxs Memoriosxs.  Las rivalidades que se dan entre distintos equipos, fomentada por intereses políticos y por la cultura del aguante, terminan quebrándose en la interacción de las comisiones de Derechos Humanos: “Adhirieron Lanús, Racing, Independiente, San Lorenzo, Argentinos Juniors, All Boys. No existe rivalidad en este tema. Es recordar a estas personas que la dictadura militar se llevó. Y nos han pasado cosas que no podíamos creer: se acercó un hombre que se enteró del paradero de su amigo al que no había visto más. No sabía que había pasado, no sabía que él era un desaparecido. Eso nos movilizó un montón y nos pidió el micrófono para poder contar esa historia. La murga de Vélez homenajeó y Vélez Social también participó, pero todavía no existe esta subcomisión dentro del club”, agregó. Entre los y  las integrantes de estas agrupaciones, existe una base de acuerdo respecto a la dictadura de 1976 como un suceso único y repudiable de la historia argentina y donde las diferentes camisetas no son un impedimento para promover los derechos humanos dentro de las instituciones a las que pertenecen. En las redes que van formando, prima la defensa de los derechos inherentes a todas las personas para una vida en libertad y democracia.  Aún así, y con todo el apoyo de otros clubes y de personalidades destacadas, socias, socios e hinchas de Vélez Sarsfield, “Fortinerxs Memoriosxs” lucha para lograr la conformación y el reconocimiento institucional de la Subcomisión de DDHH “donde también el club oficialmente participe de todas las actividades que se hacen”. Urigüen contó que tuvieron una primera reunión y están esperando que se debata en la dirección del club.  Acerca de los apoyos recibidos, destacó: “Se han solidarizado y han adherido a nuestro pedido Madres de Plaza de Mayo, Abuelas, organismos de derechos humanos, clubes, socios, todas personalidades que nos han enviado un video que nosotros vamos subiendo todas las semanas en nuestras redes, en donde cada uno explica la importancia de que en los clubes sociales exista una comisión, un área de derechos humanos”. Aldana Urigüen también se refirió a la resistencia que ofrecen las instituciones futbolísticas y deportivas frente a la conformación de ciertas áreas que trabajan con temas transversales que pueden atravesar todas las actividades de la institución. “Respecto a género Vélez fue pionero. Pero sobre la Subcomisión de Derechos Humanos no podemos no tenerla, es una lucha y estamos hace varios años cada uno desde su agrupación política o como hinchas, como socios que veníamos queriendo que Vélez participe en estos temas. El año pasado empezamos a tener reuniones, a charlar, a proyectarlo. Y hoy en día ver a todas las personas que nos están ayudando y que están enseñando para que nosotros lo podamos llevar a cabo, es impresionante y esperamos que el club lo entienda y sepa que faltan hinchas, socios y socias en el club. Y queremos en un futuro llegar a restituirles los carnés como ya lo hicimos con los veteranos de Malvinas. Estar también presentes para esas familias que van a la cancha y tienen familiares desaparecidos que no saben dónde están”, finalizó.  

Con un relato estremecedor, el periodista abrió la ronda de testimoniales en el juicio RIM 6. Allí se investiga el secuestro y desaparición de su madre, Rocío Ángela Martínez Borbolla. Camilo tenía 4 años cuando presenció el hecho junto a su hermana de 9, la también periodista Bárbara García. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Fernando Tebele 💻 Edición: Diana Zermoglio/Lucrecia Raimondi 📷 Foto de portada: La Retaguardia —Camilo Martín García es mi nombre. —¿Su edad señor? —pregunta Javier Feliciano Ríos, presidente del TOF N°2 de CABA. —50 años. Está sentado con la espalda bien recostada sobre la silla. Los dedos apenas apoyados sobre la mesa como si se tratara de un piano. Tiene una remera desde la que asoma la imagen de su mamá, Rocío Ángela Martínez Borbolla. Cuando la secuestraron, él y su hermana fueron testigos. Hoy también, esta vez por elección. Camilo va a contar sus recuerdos de aquella madrugada que cambió su vida para siempre, la del 14 de junio de 1976. “Yo tenía menos de 5 años… 4 años y ocho o nueve meses. Era de noche, entre domingo y lunes. Recuerdo esta circunstancia porque teníamos habitualmente bastante regularidad en cuanto a qué se hacía cada día y veníamos de un fin de semana. Iba a empezar la semana. En un horario que no puedo consignar con precisión, pero era indudablemente en el medio de la noche, estábamos durmiendo. Serían las tres, cuatro o cinco de la mañana, como mucho. Siento que empiezan a tocar el timbre. Y se escuchaban golpes de puerta, gritos…”. Camilo reconstruye los peores recuerdos: —¿Quién es? —oyó a su madre preguntar a través del portero eléctrico. —Policía militar.  —Es la Policía Militar, es la Policía Militar —se desesperó Rocío.  Aclara Camilo que algunas cosas las recuerda puntualmente y otras las fueron charlando con su hermana Bárbara, en un intercambio de imágenes que les acercara un poco más a la verdad. ¿Qué otra cosa podría buscar un familiar en esta circunstancia más que saber la verdad? “En ese momento no tomamos contacto con mi madre. Ella estaba con su compañero. Mi hermana dice que me hacía como el dormido y que ella me tiraba del pelo para que me levantara porque me quería sacar por una ventana. Y yo en realidad no estaba dormido, sino que estaba totalmente consciente de lo que estaba pasando. Pero en ese primer momento me había quedado muy asustado y me pareció que me tenía que quedar paralizado. O sea, como que no quería hacer nada porque me daba mucho miedo lo que estaba viviendo. Sobre todo porque vi todo el alboroto que se generó en mi casa  —describe—. Nosotros vivíamos en un departamento de planta baja, en Envíon (en Haedo, en las afueras de la CABA). En ese momento era como un barrio de casas obreras, sencillo pero digno. Lo que recuerdo es que empezó a entrar un montón de gente”, dice con tono pausado pero muy seguro. Abrigados y armados Camilo es muy detallista en su relato. Y continúa con la descripción de lo que vio: “Entiendo que eran soldados. Porque estaban todos armados, vestidos con camperas oscuras y gorros de lana. Así como bien abrigados, pero bien armados también. Y entraban al cuarto de a tres, cuatro, cinco. Nos miraban a nosotros, de alguna forma se presentaban”. No olvida el detalle que se hablaran entre sí seguramente a través de apodos: “Nombres aleatorios que no podría recordar en este momento, pero me llamaba mucho la atención cómo se presentaban. Somos tal y tal”. —Ustedes quédense tranquilos que no les va a pasar nada —recuerda Camilo que les decían a él y a su hermana. Pero ese llamado a la calma lo desatendió con rapidez cuando escuchó los gritos de su madre: “Logré escuchar algún forcejeo, algún grito de mi madre y su compañero (Pedro Martucci) con esta gente que entró. Como que la llevaron violentamente y rápido fuera de la casa”. Hace extensos silencios. Piensa cada palabra. Le duele cada palabra.  Las sábanas y los fantasmas Camilo reconstruye una conversación con una persona a la que señala como el jefe del operativo. —Ahora tenemos que hacer algo que ustedes no pueden ver —recuerda la voz de la persona a cargo— ¿Y qué hacemos con ustedes dos? ¿Los matamos o no los matamos? —Si tienen que hacer algo, nosotros nos tapamos con una sábana y no miramos —alcanzó a responder Camilo. —¿Cómo que ustedes se tapan? —le dijo el militar, descolocado—. No espíen, porque si ven, los vamos a matar. A pesar de la advertencia “que me dio mucho miedo, ahí sentí que estábamos realmente en peligro”, comenzó a espiar y los registró de espaldas, sacando cosas del ropero. Bárbara permanecía tapada. Luego de ese momento, el niño sintió cierto alivio: “como que el momento amenazante ya había transcurrido y nos habíamos portado bien, para decirlo de alguna forma”. Luego los sacaron de la casa y los dejaron en la de unos vecinos, en una planta baja. Varios años después, cuando Camilo trabajaba en la TV Pública, se le acercó una persona: —Hola. ¿Sabés quién soy? —No, no sé. —Te quedaste en mi casa el día que se llevaron a tu mamá…   “Eso me dio mucha emoción”, asegura ahora, también algo emocionado mientras lo relata. Cuenta que se entristeció a la vez, porque el vecino le confesó que no fue que hayan querido ayudarles, sino que al tiempo que observaba el operativo, se le cayó un escobillón al piso, lo escucharon, le golpearon la puerta y cómo no sabían qué hacer con el niño y la niña, se los dejaron. Durmieron allí hasta que al día siguiente lo fueron a buscar. “Diría que fue mi abuelo, que tenía auto. Entramos a mi casa, nos preparamos un bolso, una valija y nos fuimos. Bueno, esta persona que me vino a ver a la Televisión Pública me contó que, tres o cuatro días después de que pasó esto, la casa quedó abierta. Dice que volvieron unos soldados y

La agresión ejercida por José Ernesto Schulman, ahora expresidente de la centenaria Liga Argentina por los Derechos Humanos, a una trabajadora de la Terminal de ómnibus de Santa Clara del Mar, nos abre la puerta no sólo al análisis del video viralizado, algo que los medios tradicionales ya han hecho hasta el cansancio, sino a un movimiento más comprometido con la reflexión en torno a la violencia en nuestros espacios cotidianos, utilizando las herramientas que nos brinda la experiencia del movimiento feminista. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Chechu Rodríguez/Tamara Alfaro Moreno 💻 Edición: María Eugenia Otero/Fernando Tebele 🖍️ Ilustración: Marilina Contreras/La Retaguardia En el video, claramente, hay  un acto de violencia patriarcal, un abuso de poder simbólico y físico perpetrado por un hombre mayor sobre una mujer joven en su ambiente laboral. Sin embargo, la mayoría de los titulares pusieron el foco en que el atacante es (¿era?) un referente de los derechos humanos en nuestro país. Por eso mismo la condena social se extendió tan rápida y públicamente como fue posible. Hubo mucha gente apurada por “despegarse” de la figura de Schulman. Aparecieron indignadìsimos -y muy bien escritos- repudios al hecho, acompañados de solidaridades vacías hacia la empleada. En las redes sociales se multiplicaron los comentarios, algunos desde la ignorancia absoluta sobre la militancia que Schulman viene sosteniendo por los DDHH y, otros, sobre hechos anteriores de violencia patriarcal, de carácter mucho más sutil, que Schulman habría tenido con compañeras en esos mismos espacios de lucha.   En el video se puede ver cómo el sistema patriarcal se manifiesta con claridad, con todo el abuso de poder en primera plana, pero, ¿qué pasó con esas situaciones previas que no implicaban violencia física ni amenazas y que no fueron filmadas ni viralizadas? Para ser recordadas a partir del video, debieron ser vistas y reconocidas como injustas e inapropiadas cuando sucedieron; sin embargo, el trasfondo patriarcal parece esclarecerse recién ahora, con todos los dedos señalando a Schulman. “Vergüenza es robar y que te pesquen”, dice un viejo dicho.  Desde registrar micromachismos, sutiles y a veces imperceptibles ejercicios de dominio masculino en la vida cotidiana que atentan contra las subjetividades femeninas, hasta visibilizar las violencias más explícitas, como las psicológicas, políticas, económicas o sexuales, es importante mirar nuestros espacios cotidianos desde la perspectiva de género. De otra manera los hechos se contemplan por el impacto de los mismos como si fueran un “sin sentido” o “un desborde” de quien se posiciona en protagonista, justamente por la carencia del análisis contextual e histórico de estos actos. La disculpa de Schulman, precisamente, sólo abarca el único hecho de violencia que se hizo público, presentándolo como un hecho aislado en una vida de lucha y militancia, como una acción contraria a todas sus convicciones. Y seguramente él lo perciba de esta manera y muchas/os de sus compañeras/es de militancia, también. Y no es mentira: efectivamente hay una vida de militancia antes de este hecho; es cierto que Schulman es un referente de los derechos humanos; también es verdad que esto va en contra de las convicciones que defendió a lo largo de su vida. Pero también hubo (hay) una violencia no percibida, normalizada y, seguramente, silenciada.  Existe un silencio cómplice, un pacto entre caballeros que suele establecerse entre los varones, especialmente entre aquellos que ocupan posiciones de poder. Pero también existe otro silencio, el de la costumbre, por llamarlo de alguna manera, que incluso puede ser no solo de varones. Se percibe el acto como algo violento, pero también se lo minimiza y se lo excusa hablando de generaciones distintas, de malos momentos o de desbordes; se lo olvida a la luz de los logros y/o del cariño hacia quien lo realiza; se supedita el bienestar de quien padece esa violencia por un bien mayor, el de la organización o el de la lucha conjunta…  Cuando no podemos mirar nuestros espacios cotidianos desde la perspectiva de género, se nos olvida que todas, todes y todos crecimos en una sociedad patriarcal. Eso incluye a las personas referentes, y nadie está exento de comportarse en forma violenta. Ni siquiera nuestras propias prácticas, ni las de nuestras amistades, familias y militancias quedan afuera.  Condenar públicamente una conducta violenta porque fue filmada y viralizada sin reflexionar en clave de género sobre las prácticas institucionales que habilitaron la escalada de violencia, es convertir al victimario en un chivo expiatorio. Es lavarse las manos. Una salida fácil y políticamente correcta para las organizaciones y los medios tradicionales de comunicación. Incluso, da lugar a la victimización de la persona violenta.  Entonces, continuando con esta tarea reflexiva y ya que vivimos y asistimos al mismo sistema educativo, nos desarrollamos laboralmente y nos criamos dentro del sistema patriarcal, sin señalar o escandalizarnos casi como tomando distancia del hecho, pero poniéndolo en contexto, cabe preguntarnos: ¿estamos pudiendo ver en nuestros espacios cotidianos las acciones mínimas simbólicas, psicológicas, verbales, que anticipan situaciones violentas como las publicadas? ¿Qué estamos haciendo para erradicar este tipo de violencia en ellos? ¿Qué hacemos con quienes cometen un acto de este tipo? Demasiadas preguntas quizás. Apostamos a que, en la medida en que nos las hagamos, podamos encontrar respuestas. Y que sean, sobre todo y esencialmente, nuevas construcciones colectivas. 

La Sala de Feria de la Cámara de Casación Penal, en su último día de actuación, revocó el fallo que rechazaba las salidas transitorias del genocida Eduardo Kalinec. Compartimos en este texto escrito para La Retaguardia, las primeras sensaciones de Analía, una de sus hijas, referente de Historias Desobedientes. (Por Analía Kalinec, para La Retaguardia) ✍️ Redacción: Analía Kalinec 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Foto de portada: Analía junto a su padre en otra época de vínculo felíz. Archivo Analía Kalinec. Me llega hoy temprano la noticia, no entiendo nada… estoy de vacaciones en Mar del Plata, mañana vuelvo a presentar el libro… seguro hay un error… no puede ser… Escribo a algunos contactos de prensa y con mucho pesar corroboro que la Sala de feria de Casación Penal integrada por Juan Carlos Gemignani, Eduardo Riggi y Carlos Alberto Mahiques resolvió autorizar a padre genocida (condenado a perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos en el circuito represivo Atlético-Banco-Olimpo), a realizar “salidas transitorias para afianzar y mejorar lazos familiares y sociales”.  ¿Otra vez? El pedido había sido rechazado por todas las querellas y por la fiscalía, incluso desde Historias Desobedientes también nos pronunciamos en aquella audiencia el 19 de febrero de 2020… fue entonces que se revirtió la medida y negaron las transitorias con fundamentos tan básicos como elementales: el derecho de las víctimas a que se cumpla la sentencia, la falta de arrepentimiento de este hombre que no solo sigue pensando que lo que hizo estuvo bien (secuestrar, torturar, desaparecer personas, matar, arrojar personas al mar, robar los bebés), sino que además guarda información acerca del destino de los desaparecidos y los bebés nacidos en cautiverio. ¿De verdad le van a otorgar salidas transitorias? ¿De verdad estos tres tristes y mediocres jueces van a permitir esto alegando “reinserción social y fortalecimiento de los vínculos familiares”? Leo el fallo, tomo notas, me llegan mensajes, contesto. Bruno se angustia y Gino hace sus ya típicos comentarios sarcásticos. Intento infructosamente compensar la amargura escribiendo.  Según estos tres tristes y mediocres jueces entender (como lo había hecho la instancia judicial anterior) que no hay en mi padre genocida “asunción de responsabilidad por los hechos admitidos” es una consideración “discrecional y arbitraria”. Estos infelices consideran que los informes elaborados por los “especialistas” (léase “uniformados”) del servicio penitenciario como “único elemento objetivo de valoración”. Según estos informes padre genocida tiene conducta ejemplar 10 y concepto ejemplar 9… padre genocida se negó a ser evaluado por equipo interdisciplinario externo al servicio penitenciario. Sostienen estos tres impresentables que los fundamentos que se utilizaron para negar las salidas transitorias en 2020 y que fueron tomados -entre otra fuentes- del Estatuto de Roma son “una base normativa errónea”. Hablan de “apreciaciones subjetivas y arbitrarias” en el fallo que negó las transitorias, dando la razón a padre genocida y su defensa… Se evidencian de manera contundente sus propias apreciaciones subjetivas y arbitrarias. ¿Por qué tenemos que soportar esto? Afirman la necesidad de padre genocida de “mejorar y afianzar sus lazos familiares”. ¿Se enteraron estos tipos que este criminal de lesa humanidad busca eliminar a su hija de la familia por pensar distinto? ¿No piensan en los lazos familiares de los detenidos desaparecidos? ¿En las heridas que siguen sangrando? ¿En el silencio que siguen sosteniendo y tanto mal hace?  ¿No se enteraron que hay acá una sociedad que sigue reclamando Memoria, Verdad y Justicia? Lazos familiares de padre genocida… qué ocurrencia… Claro que tiene un par de hijas obedientes. Su referente María de los Angeles Kalinec (mi hermana, la que nació el día de la Virgen María) y Alejandra aparecen como guardianas y defensoras de padre genocida. Las dos personal civil de la Policía Federal, una hasta da clases en la escuela de cadetes. Dignas hijas, claro, de un padre genocida. ¿Qué decir de todo esto? Me viene a la mente Silvio “la mato y aparece una mayor”… Y vuelven los sueños con serpientes. El mar azul de Mar del Plata se vuelve un mar de serpientes que mastican la paloma, pero no logran envenenarse del bien, ni se destruyen con la verdad.  Triste. Parece que la matamos y aparece una mayor con mucho más infierno en digestión… Que no se quede este pueblo dormido… Reforma judicial urgente y necesaria. No es ninguna novedad la existencia de un entramado mafioso en el poder judicial que junto con sectores del poder político, económico y grupos concentrados de comunicación bregan por el oscurantismo y la reafirmación de políticas neoliberales… Qué no se quede mi pueblo dormido… nunca lo hizo. Tal vez estuvimos golpeados o maltrechos en algunos momentos, pero no dormidos.  El martes 1F de vuelta a la calle, frente al palacio de tribunales. Porque Nunca más es Nunca Más.

El fotógrafo Pablo Piovano expondrá en Mar del Plata las imágenes que capturó durante varios años en Vaca Muerta, Neuquén. Será el 10 de diciembre en el Espacio de Memoria y Promoción de los Derechos Humanos “El Faro”, y también habrá una charla de la que participarán representantes de la Confederación Mapuche de Neuquén y del Observatorio Petrolero Sur. Piovano pasó por el programa radial La Retaguardia y profundizó acerca de la muestra “Fracking en Vaca Muerta”.  (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Fotos: Pablo Piovano Pablo Piovano, fotógrafo, recorrió por más de cuatro años el megaproyecto hidrocarburífero Vaca Muerta, en Neuquén, que abarca unos 30 mil kilómetros cuadrados. A partir de estas visitas, de hablar con la gente de la zona y con las comunidades mapuche que están en el territorio, Piovano hizo un registro fotográfico que expondrá en la muestra “Fracking en Vaca Muerta”. Tendrá lugar en el Espacio de Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos “el Faro” de Mar del Plata, el viernes 10 de diciembre. “El trabajo tiene como eje ver cuál es el impacto de las grandes corporaciones en las comunidades. En este caso, sobre el fracking, donde nos encontramos en una situación muy alarmante en términos medioambientales. Una crisis enorme socioecológica, donde resulta urgente la necesidad de modificar los vínculos con la naturaleza. La explotación que se da en el fracking es drástica y afecta una cantidad enorme de kilómetros cuadrados. Una formación sedimentaria, en la meseta de Neuquén, donde ya existe un estrés hídrico, una profunda crisis sobre el agua. Y el daño se extiende, no sabemos hasta dónde. Pero sí sabemos que hay una gran cantidad de sismos en Sauzal Bonito, un pueblo donde viven 200 familias, pero donde ya se han perforado 80 pozos. Donde se han declarado 300 sismos en cinco años. La situación es realmente grave. Aunque se hable de una salvación económica, no puedo dejar de observar lo que está pasando dentro de las comunidades, y sobre todo lo que pasa con la tierra, con el agua. Cada vez que salgo a hacer un trabajo tengo la necesidad de escuchar las manifestaciones de estos seres sagrados, dadores de vida, que hay que cuidarlos y tener una relación verdadera. Recuperar la memoria de esa relación, simplemente para la continuidad de la vida”, comenzó a contar el fotógrafo. Además, remarcó la difícil situación laboral de quienes tienen que trabajar en estas explotaciones y los cambios que sufre el pueblo con el paso de los años. “Suele haber una exigencia laboral muy alta. A veces trabajan 14 días de corrido, muchas horas, y se producen a cada rato episodios de contaminación, incluso de muertes obreras. En un año se han registrado 8 muertes obreras. Y ni hablar de lo que significa instalar esto en un pueblo pequeño —Añelo, en el corazón de Vaca Muerta—, con una idiosincrasia muy distinta a la que se está gestando por la llegada de las grandes empresas. De repente se empiezan a construir cantidad de casas, empieza a recorrer una energía que no había. Se instala un casino, empieza la prostitución, se complejiza todo el sistema social. Pasó de haber 2.500 personas a 8 mil en muy pocos años. Por eso creo que es importante tomarse el trabajo de observar la implicancia de estos modelos desde diferentes puntos de vista. Yo estoy yendo ya hace tres o cuatro años, en el marco de un proyecto más amplio, pero siempre que llego a Añelo, a Vaca Muerta, es una sensación como de desolación. Se te seca la piel de manera directa, un poco por el clima, pero también por el daño que se le está haciendo al lugar. Imaginémonos que se fractura la tierra en una cantidad enorme de metros y se le extraen sus recursos de manera muy violenta. Se fractura con químicos. Se utiliza una cantidad enorme de agua, entre 70 y 90 millones de litros por pozo. Es complejo y muy dramático en términos ecológicos”, dijo. —En estos años que estuviste recorriendo Vaca Muerta, ¿con qué tipo de historias te encontraste? —Sobre todo he estado trabajando con el pueblo mapuche. Ahí en los alrededores hay cerca de 20 comunidades, donde se instalaron estas empresas. Para ellos es muy complicado porque van siendo desplazados. Se contamina el agua. Y están todo el tiempo en un proceso de negociación. Porque tampoco existe la fuerza para oponerse a semejante invasión. Creo que es una continuidad de la Campaña del Desierto, pero esta vez en términos ambientales, aunque siguen involucrados los pueblos originarios. No deja de ser un avasallamiento a su tierra, a su espacio, a sus vidas. Entonces están en constante tensión con el poder judicial, porque los echan. Hay juicios de usurpación, que algunos como el de Campo Maripe fueron ganados. Porque la comunidad, en el derecho común de los pueblos originarios, dos meses después del comienzo del juicio lograron revertir la situación de la que los acusaban. Pero esto demuestra el poder de operación judicial y política, otra vez sobre la debilidad de los pueblos. Yo vengo trabajando sobre el espacio de las comunidades. Es difícil entrar a las empresas. Alguna vez pude entrar, haciendo trabajos para Holanda. Entré a Shell y a YPF. Son paseos que te hacen como si fueras de jardín de infantes, donde te muestran muy poco de lo que sucede. Es muy escaso el registro que se puede hacer, y es casi imposible incluso hacer fotos desde la ruta. Cuando queremos levantar un dron, a los cinco minutos caen servicios de seguridad privados diciéndonos que no podemos documentar esos espacios. Que son públicos. Y con amenazas de que si no frenábamos nuestro trabajo nos iban a mandar a la comisaría. Tienen mucho poder. Entonces es muy difícil trabajar en la zona, porque las empresas se convierten en los gobernantes de ese territorio. Y constantemente están negociando y haciendo entrar a las comunidades en negociaciones también. La exposición “Fracking

Lo dijo Nelson Ávalos, de la APDH de Chubut, desde la puerta del Hospital de El Bolsón. Allí, otro integrante de la LOF Quemquemtrew ingresó con una herida de bala en el abdomen. En el territorio, en Cuesta del Ternero, quedó el cuerpo de la persona asesinada. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele 📷 Mariel Bleger (Cooperativa de Comunicación Popular Al Margen El integrante de la APDH de Chubut, Nelson Ávalos, diálogo con Radio La Retaguardia en una transmisión en vivo de emergencia. Allí confirmó la noticia del crimen: “Lo que sabemos es que hoy se produjo en la Lof Quemquemtrew un hecho violento y el resultado es de un peñi fallecido y de un peñi herido en el abdomen con bala de plomo”. También comentó que fueron dos personas de civil las que ingresaron al territorio: “Por lo que nos dicen, andaban dos personas con armas largas en el territorio y se encontraron con gente de la comunidad, o sea, con estos peñi de la comunidad, y les dijeron que eran cazadores. Al decirles que no podían estar en el territorio, que se retiren, que se vayan con esas armas, fue que que al parecer le dispararon a los dos peñi y bueno, uno quedó en el territorio. Ahora yo estoy en el Hospital de El Bolsón. Hemos estado en la comisaría averiguando si había detenidos”. Ávalos acusó al gobierno provincial y a la justicia por la militarización del territorio recuperado hace 52 días. “Es una situación producto de esta militarización, de esta situación que creó la justicia de Río Negro y el gobierno de Río Negro en la Cuesta del ternero al criminalizar la recuperación territorial”, dijo. En las cercanías permanecía un acampe solidario que fue levantado recientemente: “El acampe humanitario se levantó antes de ayer. Ya no hay acampe en la Cuesta. Y sin embargo, la Policía de Río Negro sigue bloqueando la Ruta 6.  Ayer fuimos, intentamos pasar por la ruta para dirigirnos a la localidad de El Maitén, y no nos dejaron pasar. Nos dijeron que había una directiva de no dejar pasar a nadie por cuestiones de prevención. Bueno, hoy nos enteramos de esto y también nos preguntamos cómo hicieron estos ‘dos cazadores’, entre comillas, para ingresar al territorio, si nadie puede pasar por este retén. Entonces no es confuso y estamos tratando de clarificarlo”, concluyó.

Entre informaciones confusas, La Retaguardia pudo saber que un integrante de la comunidad mapuche Quemquemtrew que permanecen desde hace 52 días resistiendo en una recuperación territorial fue asesinado esta tarde. Otra persona fue hospitalizada en el Hospital de El Bolsón con una herida de bala. (Por La Retaguardia) Un integrante de la Lof Quemquemtrew que se encontraba en la Cuesta del Ternero, Chubut, fue asesinado esta tarde de un disparo con arma de fuego, y otro permanece hospitalizado. Según lo que pudo saber La Retaguardia, el herido relató al llegar al hospital cómo sucedieron los hechos. “Dos personas de civil ingresaron a la Lof esta tarde con armas de fuego y amenazando y finalmente dispararon. Dice que asesinaron a un Lamien”, comentó una vocera a La Retaguardia, luego de haber hablado con el herido.  Por otra parte, Nelson Ávalos, de la APDH Chubut Este, quien pudo obtener información en la Comisaría de El Bolsón, comentó: “Quería avisar que está confirmado el fallecimiento de un peñi en el territorio de la Lof Quemquemtrew. El cuerpo está ahí todavía, la ambulancia no subió a buscarlo. Hay otro peñi con una herida en el abdomen que está en el Hospital de El Bolsón. Esta es la situación en el momento en la Comarca Andina”, cerró. La Retaguardia también dialogó con Pablo Pimentel quien confirmó la misma versión. Pimentel estuvo en Cuesta del Ternero al comienzo del conflicto. Aún no se conocen más detalles ni las identidades de la persona asesinada y la herida. 

Se trata de Horacio Ferrari, quien aguarda juicio por su participación en los crímenes del Terrorismo de Estado. Había quedado libre durante el ESMA IV. Luego zafó del veredicto recusando a los jueces. Ahora tiene un nuevo tribunal solo para él. Le cambiaron su libertad por prisión preventiva con domiciliaria. Ahí comenzó la odisea por colocarle el dispositivo electrónico de control, que incluyó la alternativa de que la pagara una querella. El último episodio del culebrón fue la semana pasada, cuando según su abogado Guillermo Fanego, desatendió el llamado para la colocación por miedo a un robo. El abogado querellante Ariel Noli repasó toda la trama. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Paulo Giacobbe/Fernando Tebele 💻 Edición: Fernando Tebele “Cuando a Ferrari lo llaman desde la Instrucción le decretan la prisión preventiva. Lo que logró su defensa, (el abogado Guillermo Fanego), a través de una recusación, es un fallo de Casación respecto de Daniel Obligado y Adriana Palliotti (juez y jueza del TOF N°5 a cargo de la megacausa ESMA). En virtud de eso pidió que se morigeren las condiciones en las cuales se iba a continuar bajo proceso y le hicieron lugar, ordenando el cese de la prisión preventiva”, explicó Noli a La Retaguardia. Ferrari, alias Pantera, no había sido llamado por la Justicia en ningún tramo de la megacausa ESMA y así quedaba en libertad.  “Cuando nosotros recurrimos, vamos a Casación, llegamos a la Corte y el 12 de agosto la Corte hace lugar a nuestro recurso de queja y dispone que se revoque la libertad. A partir de ahí empezó una odisea con el tribunal, porque ahí se dieron cuenta de que este hombre no tenía jueces que integren el nuevo tribunal  desde noviembre del año pasado”.  Así pasaron casi tres meses más a la espera de que se integre el tribunal solo para juzgar a Ferrari y se cumpla el fallo de la Corte. Finalmente,  el 1 de noviembre se efectivizó la revocación. Pero entonces, Gabriela Illarregui, desde la Dirección de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación informó al tribunal que cuentan con “un número limitado de dispositivos electrónicos” y que “se dará prioridad a aquellas personas que se encuentren detenidas en una unidad penitenciaria”. También recordaron que, “en atención a la necesidad de optimizar el uso de los recursos disponibles, la Comisión de Emergencia en Materia Penitenciaria a través de la NOTA N°2/2019 remitida a la Suprema Corte de Justicia de la Nación señaló que los dispositivos electrónicos no resultan necesarios en todos los casos”.  Noli calificó de asombroso lo ocurrido. “Llama poderosamente la atención. Da la sensación que no sería un criterio prioritario monitorear a un genocida por parte del Ministerio de Justicia, cosa bastante asombrosa”. Pero a su vez se dieron cuenta de que, anteriormente, cuando el TOF N°5 ordenó que tuviera un dispositivo de monitoreo, tampoco ocurrió.   “Atento el contenido de la contestación de la Dirección de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica suscripto por Gabriela Illarregui, del que surge que el imputado Ferrari no cuenta a la fecha con un dispositivo de geolocalización colocado y, toda vez que ello se dispuso al conceder el cese de prisión preventiva revocado el día de ayer, venimos a solicitar se requiera a la Dirección de Asistencia de Personas bajo Vigilancia Electrónica informe de manera urgente las razones del incumplimiento de la manda judicial por espacio de más de dos años”, dice el escrito que presentaron ante el Tribunal desde la querella unificada encabezada por Patricia Walsh y Carlos Lordkipanidse, y que también representa a la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos.  Pero fueron más allá y propusieron hacerse cargo de la compra de la tobillera: “En cuanto a la escasez de dispositivos para su colocación y la prioridad que tendrían las personas privadas de su libertad en establecimientos penitenciarios por sobre los imputados por crímenes de lesa humanidad que transitan su detención en sus domicilios, esta querella hace saber su disposición para adquirir por su exclusiva cuenta y cargo el dispositivo necesario para el monitoreo del imputado Ferrari, el cual en comodato gratuito y a su cargo le será entregado, ello con el objeto de evitar erogaciones al erario público y contribuir de esa forma a la recuperación económica del país, solicitando a V.S. tenerlo presente a sus efectos”, continúa el escrito presentado. Si bien la situación es insólita, que una querella pague el dispositivo, para Noli es “peor que no lo monitoreen. No deberíamos tener que hacer esto. Yo entiendo que deberían darle desde el ministerio prioridad a que un genocida esté monitoreado. Cuando uno ve situaciones de presos comunes, sociales, cuando los tribunales ordenan un dispositivo se lo ponen a las 24 horas, esto pasa nada más que con los genocidas”. Por último, el abogado querellante se refirió a las demoras en el comienzo del juicio. “Acá tenemos que entre los jueces que recusó (el abogado defensor Guillermo) Fanego, los jueces que se apartaron por la suya y los que aceptaron la recusación, ya llevamos diez jueces separados de esta causa”. El 5 de noviembre llegó la respuesta del Tribunal Oral en los Criminal Federal N5 conformado por los jueces Sabrina Namer, Enrique Méndez Signori y Fernando Machado Pelloni: “Hágase saber a la Directora Gabriela Illarregui que por el presente se dispone la realización del informe técnico de viabilidad y, asimismo la implementación del mecanismo de vigilancia electrónica. Por lo demás, adjúntese una copia digital del requerimiento de elevación a juicio y de la resolución que concede el arresto domiciliario”. Pero además le informa: “Horacio Luis Ferrari ha sido imputado por el representante del Ministerio Público Fiscal como autor de 43 privaciones ilegales de la libertad doblemente agravadas; 180 privaciones ilegales de la libertad triplemente agravadas; 246 tormentos; 74 homicidios y 17 sustracciones, retenciones y ocultamiento de menores. Y estos delitos son considerados de Lesa Humanidad y habrían sido cometidos dentro de la estructura del Grupo de Tareas 3.3.2. que habría funcionado en