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El Senado aprobó por unanimidad en la sesión de este jueves 13, una iniciativa luchada y esperada por más de 20 años por las organizaciones de la comunidad sorda argentina. Foto de portada: Natalia Bernades (La Retaguardia)Fuente: Espacioteca El texto que llegó al recinto fue producto de un consenso entre propuestas impulsadas por los diputados Lucila Masin (FdT), Leonardo Grosso (FdT) y Julio Cobos (UCR). El proyecto fué presentado en la Honorable Cámara de Senadores por la senadora Mercedes Gabriela Valenzuela (UCR). La Lengua de Señas como idioma viso-gestual en todo el país es ley por unanimidad (60 votos afirmativos). Así lo indicó el tablero del recinto del Senado en la sesión de este jueves tras debatir la iniciativa después de la fallida última sesión en la que los senadores de Cambiemos abandonaron súbitamente el recinto. A través de la iniciativa se reconoce a la LSA como una lengua natural y originaria que conforma un legado histórico inmaterial como parte de la identidad lingüística y la herencia cultural de las personas sordas en todo el territorio de la Nación Argentina. Esta ley garantiza la participación e inclusión plena, como así también de las personas que, por cualquier motivo, elijan comunicarse en dicha lengua. En cuanto a su definición, se señala que “la LSA posee una estructura gramatical completa, compleja y distinta del castellano” y “al ser visual, es completamente accesible desde el punto de vista perceptual para las personas sordas, como así también para todas las personas”. Serán organismos legítimos de consulta sobre la LSA aquellas organizaciones constituidas íntegramente por personas sordas que las representen en todo el territorio de la República Argentina y que se encuentren oficialmente constituidas e inscriptas con reconocimiento de los Estados nacional, provincial y municipal. El proyecto faculta al Poder Ejecutivo para “fomentar e impulsar en los distintos ámbitos de su competencia el acceso y el uso de la LSA de todas las personas que, por cualquier motivo, elijan comunicarse en dicha lengua”. Esto será bajo los objetivos de tener una accesibilidad efectiva y plena a la vida social; eliminar barreras comunicacionales y actitudinales. Si bien esta ley viene siendo reclamada desde hace más de dos décadas, tomó especial impulso a partir de la presentación que hizo el diputado nacional Leonardo Grosso y la comunidad sorda de San Martín a través de ASORSAM (Asociación de Sordos de San Martín).

Lo dijo Enzo Faustino Rizzi Lobbia, presidente de la Confederación Argentina de Sordos (CAS). El viernes pasado, junto al diputado Leonardo Grosso, presentó el reclamo para que se trate la Ley Federal de Lengua de Señas Argentina. Redacción: Natalia BernadesFotos y video: Natalia Bernades/La Retaguardia La comunidad sorda de todo el país concentró masivamente frente al Congreso para apoyar el pedido para que la Lengua de Señas Argentina (LSA) sea reconocida como lengua natural y originaria que conforma el patrimonio lingüístico y cultural de la comunidad sorda. El objetivo principal es velar por los derechos de las personas sordas e hipoacúsicas y garantizar su inclusión en la sociedad. Deuda que el Estado aún tiene pendiente. El evento se extendió en la calurosa jornada acompañado por presentaciones artísticas y culturales a la espera del comité representativo. Estuvieron presentes Filomena Clementina las viajeras y La Lunita que te parió (teatro en LSA); Yacaré Manso y Ezequiel Jusid de Arbolito, quienes cantaron acompañados de interpretes; testimonios de víctimas de abuso del caso Provolo; la agrupación feminista Sordas Sin Violencia; entre otros. No faltó el emotivo apoyo de Nora Cortiñas, desde la pantalla, en nombre de las Madres de Plaza de Mayo. A las 20, Enzo Rizzi, subió al escenario para comunicar a las personas presentes lo sucedido en la Cámara de Diputados y Diputadas. “Sin LSA la opresión es absoluta y eso se logró hacer entender. Nos pidieron perdón por tantos años de no prestarnos atención a nuestro reclamo”, dijo, y agregó “pero le dijimos nada de perdón si no hay Ley de LSA”. La lengua de señas no es una a nivel mundial, al igual que otras lenguas varía en que cada país. En 62 países la lengua de señas local tiene reconocimiento oficial. En Sudamérica sólo dos aún no, Guayana y Argentina. Desde la CAS consideran urgente el tratamiento de la ley como una cuestión de Derechos Humanos: “Todo niño/a tiene derecho a adquirir de forma temprana una lengua perceptualmente accesible, a recibir una educación de calidad y a participar plenamente de la vida social”.

Horacio Rodríguez Larreta inauguró el Paseo del Bajo y la escalinata del eje histórico que une Puerto Madero con Casa de Gobierno. Pese a lo que dicen desde la página del Gobierno de la Ciudad, la escalinata no tiene acceso para sillas de ruedas. Rampas a medias y ascensores fantasmas dentro de la lógica de una ciudad que discrimina. (Por Paulo Giacobbe para La Retaguardia) Clarín no siempre miente. “Atrás de la Rosada. Inauguraron la ‘Escalinata-puente’ del Bajo y ya se puede ir caminando desde Plaza de Mayo hasta Puerto Madero”, informaba desde el título el 26 de mayo de este año. La Nación, también desde el título, estaba de acuerdo: “Paseo del Bajo: inauguraron las escalinatas que conectan Plaza de Mayo con Puerto Madero”. Pero en el interior de la noticia de La Nación algo de mentirita había: “En ambos laterales, hay rampas para ser utilizadas por bicicletas, cochecitos para bebés y sillas de ruedas, además de contar con un ascensor”. Clarín, en cambio, tomaba precauciones: “Por el costado, chicos y grandes subidos a bicicletas y familias con cochecitos iban y volvían en superficies diseñadas como rampas. En los próximos días, también ahí, se instalarán ascensores”. Eran superficies diseñadas como rampas, no exactamente rampas. Iban y volvían, no cruzaban. Para cruzar, a subir o bajar las escaleras, le faltó aclarar. Pero Clarín no habla de sillas de ruedas, lo sabe imposible, no miente en esa. Y dice que los ascensores se van a instalar en un futuro. Para La Nación, en cambio, además de las rampas se cuenta con un ascensor. Para ellos ya está. Lo cierto es que se trata de una escalinata-puente y como tal, no tiene acceso para personas con discapacidad, ni ascensor, ni nada. O al menos, para ser exactos, tiene rampas hasta la mitad. Una vez que subiste no podés cruzar, porque de un lado (oeste) tiene rampas y del otro (este) escalera. Y del lado de la escalera, lo que debería ser una rampa, con sus respectivos descansos, parece más una bajada de agua, sin descansos y demasiado angosta. Tan angosta que no entran una silla de ruedas ni un cochecito de bebé. Apenas una bicicleta. Así que se trata de eso: el gobierno de Rodríguez Larreta inauguró una escalinata. Y así la bautizaron desde el Gobierno de la Ciudad: escalinata eje histórico. El problema es que aseguran desde su página: “Escalinatas eje histórico. Una amplia escalinata conectará la Casa Rosada con Puerto Madero desembocando en el Puente de la Mujer. Se trata de una estructura de hormigón armado de 6,5 metros de altura, 50 metros de ancho y 55 metros de largo, con 47 escalones divididos en 4 tramos de 11 escalones cada uno, con 3 descansos”. (Algunos maceteros con tierra y luciendo un arbusto seco sin hojas impiden que te caigas por uno de esos descansos de la escalera sin señalizar, en una obra que a las claras fue inaugurada sin terminar). Y lo central: “En ambos laterales, hay rampas para ser utilizadas por bicicletas, cochecitos para bebés y sillas de ruedas, además de contar con un ascensor”.Repetimos, dicen que “en ambos laterales, hay rampas para ser utilizadas por bicicletas, cochecitos para bebés y sillas de ruedas, además de contar con un ascensor”. El Gobierno de la Ciudad es textual a la nota de La Nación mencionada.O también puede decirse: La Nación es textual al Gobierno de la Ciudad mencionado. Pero además de copiar y pegar, lo que dicen es totalmente falso y no hace falta ser un experto en ninguna materia para darse cuenta de que no es así. Alcanza con ir y ver. Pero volviendo al tema de no ser experto, sin ser ingeniero o arquitecto, uno se pregunta: ¿por qué no pusieron rampas del otro lado? Espacio a los costados tenían. No es que matemáticamente no se podía. No hay nada. Y la única respuesta que encuentro es que la Ciudad de Buenos Aires no es inclusiva. No está pensada para transitarla en silla de ruedas o con cochecito de bebé.No está pensada de esa manera. Está pensada sólo para el tránsito vehicular.  Por eso el semáforo para llegar a la base de la escalinata del eje histórico es exigente. En apenas 30 segundos tenés que cruzar la Avenida La Rábida, si no lo lográs quedás varado en un angosto bulevar, en una avenida de tránsito rápido, con carriles del metrobus a tu lado. El semáforo puede tardar cinco minutos hasta volver a darte el paso. Cuando llegás a la vereda te recibe una bicisenda doble sentido, volvés a cruzar otra calle, y recién ahí podés subir la escalinata del eje histórico hasta donde te dé, y desde ahí arriba, mirar por donde cruzar por abajo hasta el otro lado.

El 20 de mayo, la empresa Tessicot SA, principal proveedora de Adidas y Nike, impidió el ingreso de 7 trabajadores que reclamaban mejoras laborales. Despidos realizados de hecho, sin previo aviso ni carta correspondiente. Tres meses antes se impuso en la planta un sistema de trabajo en el que tomar agua o ir al baño son acciones improductivas que repercuten en el salario final. (Por La Retaguardia)Foto: El frente de la empresa. (Rene Vasquez)Con apoyo de organizaciones textiles, medios alternativos y a través de las redes sociales, el reclamo tomó estado público exponiendo a la vez las condiciones precarias de trabajo. Los trabajadores despedidos mantuvieron una jornada de lucha y organización el lunes 23 en la puerta de la empresa, ubicada en Dorrego 737/41, casi avenida Corrientes. El reclamo está centrado en el cese de despidos, reincorporación inmediata, mejoras en salario y en condiciones laborales. Durante el programa Tengo Una Idea, que se emite por Radio La Retaguardia, Nico Rosales, Carlos Morchio y Gabi Barro Gil dialogaron con Román Mamani Rosales, despedido de Tessicot.“En los últimos tres meses, nos hemos visto obligados a organizarnos ante las condiciones que estamos viviendo. La fábrica implementó un método asiático llamado ‘Lean System’, consistente en elevar la productividad y reducir nuestros salarios. Las metas son inalcanzables y llegar a cumplirlas es inhumano. Es decir, para llegar a una producción más o menos viable, necesitamos trabajar el doble de tiempo que se trabajaba antes, sin poder ir al baño o tomar agua. Los tiempos utilizados para nuestras necesidades básicas nos los han arrebatado”, explicó Mamani RosalesEn este contexto, continuó Román, “intentamos organizarnos ante el despido de un compañero. Nuestros reclamos recibieron sus frutos cuando logramos la recategorización, equivalente a $ 250 más por quincena como adicional. Sin embargo, no logramos la igualdad salarial ni los servicios reclamados. Nosotros sufrimos cierto grado de discriminación por parte de la patronal -explica-cuando la diferencia de sueldo respecto de los otros sectores es de $ 1500 a $ 2000. Por otro lado, seguridad e higiene también son precarios e insuficientes; por ejemplo, para 200 varones hay 3 urinarios y 3 tazas. Tenemos que hacer cola, y cuando tardamos un minuto más, vienen los encargados a buscarnos o los supervisores, o terminamos sancionados. A consecuencia de estos reclamos, terminamos en la calle”.Con un plantel total de 649 operarios/operarias, Mamani Rosales graficó que “el sector del taller se compone de 450 aproximadamente, de diversas colectividades, pero en su mayoria de la colectividad boliviana”. Responsabilidades evadidas “No tengo el número exacto de despedidos al día de hoy. El viernes (20/5) fueron 7, el lunes (23/5) se agregó 1 más. Pero desde hace tres meses vienen despidiendo de a uno, en especial personas con discapacidad. Discapacidad laboral -aclaró- debido a la forma de trabajo que atenta contra la salud. Si hay algún enfermo, nos despiden, y no se hace cargo ni la ART, ni la obra social, ni la empresa.”El sindicato que los representa es la Asociación Obrera Textil (AOT). Según Román: “Lamentablemente nos vimos no representados por los delegados. Los delegados patean para el otro lado, y tienen un conflicto con los del gremio. Estos últimos (AOT) quieren jugar, pero hasta ahí nomas. Nosotros esábamos en la calle, en conflicto y deberían haber pedido una reincorporación obligatoria y no lo hicieron. Sólo se pidió una audiencia con Ministerio de Trabajo que se llevó a cabo hoy (24/5). Tuvimos una mediacion; la postura de la empresa es negar que fuimos despedidos sin causa y ofrece la indemnización, y nosotros queremos la reincorporación. La respuesta será en una semana, y de acuerdo a ella, veremos cómo proceder”. El respeto y la dignidad no pasan por el dinero“La empresa ofreció la indemnización disponible para que podamos acceder al dinero. Pero no pasa por el dinero -expresó claramente Román-, pasa por respeto y dignidad hacia los trabajadores. Tessicot es la principal proveedrora de Adidas y Nike, pero trabajamos con salarios muy debajo de la canasta familiar. Apenas llegamos a los 10 mil, si llegamos, y si cumplimos la produccion en las condiciones de explotación existentes, sin ir al baño y terminando con la lengua afuera. El sistema  asiático es una esclavitud moderna”. Por ello, Román insistió: “El dinero no compra ciertas cosas, no compra dignidad ni respeto. Nos ponenen la guita para que nos vayamos”.Respecto al acompañamiento, dijo: “Hemos recibido apoyos de muchas organizaciones, en especial las de corte; La Alameda; diferentes delegados de distintas fábricas del barrio; la gente de la colectividad. La lucha sigue, no bajaremos los brazos hasta que estos señores sepan que somos trabajadores, que no nos pueden usar como si fuésemos desechables, y cuando te enfermás te echan.”

El Instituto San Pedro es una escuela religiosa de la Ciudad de Buenos Aires. Allí cursaba Sofía la primaria hasta que en 2014 toda su familia tuvo un accidente. Tras más de un año de internación, la niña quiso cursar séptimo grado y cerrar el ciclo de educación inicial con sus compañeros, sin embargo su mamá asegura que los directivos del Instituto hicieron todo lo posible para impedírselo y ahora que Sofía está cursando padece situaciones de discriminación, como el hecho de no poder salir al recreo. Así lo relató Silvia Anso, durante el programa radial La Retaguardia, en diálogo con María Eugenia Otero y Fernando Tebele. (Por La Retaguardia) “Hace un año y medio tuvimos un accidente toda la familia, Sofía estuvo internada desde el 28 de noviembre de 2014 hasta el 22 enero de este año. Sufrió una lesión medular incompleta con fractura de vértebra, por lo que tuvo dos intervenciones quirúrgicas. Su fisiatra y su psicóloga consideraron que tenía que retomar la actividad normal en el colegio, donde hizo prácticamente toda la primaria, excepto sexto grado que lo cursó en una escuela domiciliaria. Actualmente, ella utiliza un andador para caminar pero al colegio tiene que ir en sillas de ruedas por una cuestión de prevención para que no se caiga y la escuela no tenga problemas, esto es más que nada para salir al recreo. En realidad ella podría estar todo el tiempo con el andador, pero es una cuestión de prevención hacia el colegio”, relató la mamá de Sofía, en diálogo con La Retaguardia. “En diciembre planteamos con mi esposo el tema de hacer rampas en la escuela porque ella tenía que volver por una cuestión psicológica y para cerrar su ciclo primario con sus compañeros, pero los directivos se negaron a inscribirla porque estaba en sillas de ruedas y no había rampas, no querían bajar el aula a la planta baja del edificio porque las aulas de abajo son para primer grado”, expresó Silvia.Incluso a fines del año pasado, recibieron la visita de una trabajadora social que le había dicho que si Sofía no volvía a caminar no iba a poder volver a la escuela: “cuando mi hija estaba finalizando el año pasado la cursada domiciliaria, una asistente social de la Escuela Domiciliaria Nº1 me dijo ‘mamá, ¿usted sabe que Sofía no va a poder ir al colegio?’. Yo sorprendida le dije que cómo no iba a poder ir si yo tenía el certificado de la fisiatra. ‘No, no, si no camina, ya dijo la directora que no la quiere en el colegio por una cuestión edilicia y que ni piensa bajar el aula’, me respondió. A partir de ese momento, fueron muchas llamadas y esfuerzos de parte nuestra, para que recién la inscribieran en el colegio el 4 de marzo y empezara a cursar el 7 con una serie de certificados inútiles que pedían respecto a qué podía hacer, si podía caminar, pararse. La verdad es que pusieron traba sobre traba, hasta fuimos al Arzobispado planteando todo esto y los obligaron a bajar el aula para que cursara, pero como séptimo grado está en el segundo piso, Sofía no tiene recreos y se tiene que quedar dentro del aula. Así que es tortuoso ir al cole”, relató Silvia. Al ser consultada acerca de por qué habían elegido originalmente esa escuela para Sofía expresó: “nos pareció buen colegio, es doble escolaridad y yo trabajaba, además vengo de una formación de un colegio católico y con mi esposo nos pareció que estaba bueno que ella fuera a ese colegio, pero creo que nos equivocamos”.“Lo que estamos pidiendo es que se cumpla con el derecho de Sofía de salir al recreo con todos sus compañeros de séptimo grado –continuó Silvia– o, por ejemplo, ahora están preparando el viaje de egresados, venden rifas y tortas y realmente ella no tiene mucha participación porque como el colegio es el que organiza el viaje la directora ya dijo que lamentablemente no la puede llevar. Pero más allá de eso, el tema es que ella se siente excluida completamente porque de manera constante le hacen notar la diferencia; si ella se para ya está la maestra diciéndole que no lo haga, ‘no podés salir al patio con el andador, tenés que hacer los 5 metros hasta el baño con la silla de ruedas’, y el certificado hecho por la fisiatra dice expresamente que ella tiene que movilizarse con andador, y que puede ir a la clase de gimnasia. Lo peor es que la agarra la psicopedagoga del colegio junto con la directora y la vice y le han llegado a decir que si va a la clase de gimnasia y le pegan un pelotazo puede salir despedida de la silla de ruedas, algo ridículo. Esto psicológicamente la afecta porque con todo este período que estuvo internada, y lamentablemente sola porque yo también estuve mucho tiempo internada, es una nena de 11 años con una mentalidad  de 17. Ella sabe lo que puede hacer con su cuerpo, sabe hasta dónde rinde, y que alguien que es un maestro o un psicopedagogo le diga que no se puede agachar cuando ella sigue con su tratamiento de rehabilitación y sabe por los profesionales qué movimientos puede hacer, la enoja muchísimo, viene angustiada todos los días”.La contrapartida del accionar de los directivos se encuentra en la reacción de los compañeros de Sofía: “el grupo de chicos es fantástico, los 14 meses que ella estuvo internada se turnaron los fines de semana para ir a verla. Los directivos del colegio se borraron completamente, si no llamábamos nosotros en diciembre para decir que Sofía volvía al colegio, era como si nada, no les importó nunca su estado de salud. Además Sofía va al grupo scout de la Parroquia del Colegio y el grupo se portó genial el año pasado.  Ella tenía salidas transitorias los fines de semana, el sábado podía salir de la clínica y con sillas de ruedas, y los scouts cambiaron toda la actividad para que