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Lo dijo Jorge Adaro, secretario de Acción Gremial del  sindicato. En diálogo con el programa radial Estás Muteadx, habló acerca de la historia del gremio y estableció un paralelo entre la actual crisis educacional con la que se vivió en la década del 90. Entrevista: Pedro Ramírez Otero / Julián BouvierRedacción: Nicolás RosalesEdición: Pedro Ramírez Otero / Bárbara BarrosFoto: Ademys El gremio docente Ademys se fundó el 20 de agosto de 1983 y es reconocido por la lucha por los derechos de las y los docentes y por la defensa de la educación pública. El sindicato representa a docentes de la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires en todas sus áreas y niveles.  ―Ademys cumple 40 años, ¿qué se festeja? ―Por los ataques del gobierno que sufre la docencia y nuestro sindicato, no nos iban a quitar la posibilidad de festejar. Son 40 años de una organización democrática, de un sindicato que lucha, que se ha mantenido independiente de los gobiernos y que ha practicado la democracia sindical sin ningún tipo de dudas. Incluso con distintas conducciones, porque Ademys surge en el 83 una vez regresado el orden constitucional. Ha tenido básicamente una estructura y un estatuto o un ordenamiento que es super democrático, ya que en Ademys, por ejemplo, no hay mayoría o minoría. Hay un sistema donde en la mesa directiva están expresados todos los sectores que participan en un acto eleccionario por proporcionalidad. Entonces, esto es una de las referencias que ya pocos sindicatos la tienen y para nosotros es un orgullo. Hay que recuperar que este sistema no es un invento nuestro, sino de la Ctera (Confederación de Trabajadores de la Educación) en sus orígenes. ―En cuanto a la actual crisis educacional, ¿hubo otro momento similar en la historia? ―Si bien cada proceso tiene su particularidad, efectivamente la década del 90 fue sin ninguna duda un momento crítico, donde algunos cambios negativos que tuvimos persisten. Fue una época también donde la tradición que tiene este país en relación a la educación pública y en ese marco de ataque, fue impresionante como el pueblo salió a defender la educación. Hubo movilizaciones multitudinarias contra todo un sistema de reformas que ya, obviamente, advertíamos en ese momento que iba a un proceso de privatización del sistema educativo. Había un proceso de atomización del sistema, y esto no era para nada bueno. Creo que este fue uno de los momentos más críticos desde el punto de vista educativo. Igualmente, todo esto está ligado a los gobiernos y a las políticas que emprendan. El menemismo aplicó una política fuerte e importante, sin embargo, en la conciencia del pueblo no se ha podido lograr. Hicieron la Ley Federal de Educación, y entre tantas otras cosas, cambiaron el concepto de lo que es la escuela pública. Ellos decían que la educación pública, bajo la ley, tenía distintas gestiones: una de ellas estatal, la otra la privada. De esta manera, daban un salto cualitativo en la privatización del sistema educativo y en desarrollar un concepto para entender no a la educación como un derecho, sino como un servicio. Este momento tuvo algunas líneas de continuidad. Hoy hay una expresión clara de un nuevo ataque en ese mismo sentido con gobiernos que han venido aplicando políticas orientadas a la Ley Federal de Educación durante todos estos años. Gracias a la lucha, los avances que han querido tener los organismos internacionales y los gobiernos subordinados a estos organismos, siempre han sido limitados por la respuesta de los trabajadores, trabajadoras y de la comunidad en general.  El secretario gremial de Ademys contó que el festejo por los 40 años del sindicato seguirá durante lo que resta del año, “porque no estamos en un año muy tranquilo”. El miércoles pasado realizaron una actividad en el Profesorado Joaquín V. González, y habrá también una serie de eventos sobre los derechos humanos de los maestros y maestras desaparecidas en la Ciudad de Buenos Aires. Además, dijo, harán una fiesta en algún salón para brindar “como corolario de todas las actividades”. 

Desde La Asociación Docentes de Santa Cruz reclaman hace tiempo por mejoras salariales. En diálogo con el programa radial Otras Voces, Otras Propuestas, el secretario general Javier Fernández contó cuál fue el motivo de su viaje a la Ciudad de Buenos Aires ante la falta de respuesta de la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner. Entrevista: Luis AngióRedacción: Nicolás RosalesEdición: Pedro Ramírez Otero Los y las docentes de Santa Cruz han realizado paros y movilizaciones para hacer escuchar sus reclamos. Una delegación viajó a Buenos Aires para difundir lo que ocurre con la docencia santacruceña. “Estamos en la provincia con un conflicto sostenido y con un plan de lucha muy fortalecido desde los mismos compañeros que desde el mes de febrero, cuando comienza el ciclo lectivo, estamos planteando medidas de fuerza con un acuerdo paritario que no fue, que falta. No solo en términos salariales sino también en términos edilicios pedagógicos, laborales”, comenzó explicando Javier Fernández, secretario general de la Asociación Docentes de Santa Cruz (ADOSAC). Fernández explicó que en Santa Cruz han cerrado el diálogo con las y los docentes y por eso decidieron viajar a la Ciudad de Buenos Aires. “El sentido de venir a Buenos Aires es claramente y de alguna manera poder confluir con otros sindicatos y de a poco ir sumando también a alguna otras provincias en un reclamos que entendemos debe ser de conjunto. Creo que es la única manera para visibilizar”, explicó.El secretario general de ADOSAC también dijo: “A pesar de haber elevado notas y pedidos de nuestro congreso provincial al respecto para coordinar un plan de lucha nacional no nos han contestado. Los pedidos ya están, no obstante también hemos estado comunicados con Cetera (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina) aunque no se logró una coordinación”.Acerca de la situación salarial, denunció: “Las reuniones paritarias han tenido resultados negativos respecto a nuestras exigencias. El Estado provincial ha establecido una cláusula gatillo prácticamente como un decreto de enero a junio. Pero vale decir que nosotros estamos pidiendo esa recomposición salarial desde hace cinco años porque se ha perdido de manera muy importante el poder adquisitivo bajo el gobierno de Alicia Kirchner. Otra discusión es sobre la extensión de la jornada laboral, y sobre decisiones a contramano de todo lo que la docencia piensa del Consejo Provincial de Educación. Desde hace un tiempo a esta parte el diálogo se ha cortado. Hubo un llamado a último momento pero la problemática es ahora”. En Santa Cruz el salario docente de una persona cuando recién ingresa a trabajar en nivel inicial ronda los 125 mil pesos. El salario es un poco mayor para aquellos y aquellas docentes de jornada extendida. En este sentido, Fernández dijo: “Lo que pasa en la provincia es que el docente por necesidad tiene que salir a buscar ese doble cargo para cubrir la canasta básica y pagar en la mayoría de los casos un alquiler de vivienda”.

En el marco del paro docente del jueves pasado, se realizaron “semaforazos” y movilizaciones  en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires para visibilizar el avasallamiento de los derechos de los y las docentes y el vaciamiento de la escuela pública por parte del Gobierno porteño. Además, por los problemas edilicios, las viandas y otros reclamos estudiantiles, hay más de 10 escuelas tomadas y otras realizando pernoctadas en los colegios. Redacción: Bárbara BarrosTextuales: Nicolás RosalesEdición: Fernando TebeleFotos: Bárbara Barros/La Retaguardia El anuncio de Soledad Acuña, ministra de Educación de la Ciudad, sobre la capacitación docente los días sábados generó la respuesta gremial. Ante el fuerte rechazo docente y el anuncio del paro, la ministra no dudó en hablar en los medios tradicionales atacando a la docencia. Dijo que es una “movida política” y que no recibirán el “puntaje” quienes no realicen la capacitación.  Testimonio de Mariano Garrido delegado de Ademys de la escuela 7 del D.E 13: “Fue una jornada de altísimo acatamiento, hay un nivel de mucho cansancio y bronca en las escuelas por todas las medidas de avallas amiento que se vienen tomando desde el Gobierno de la Ciudad, y en este caso el detonante, pero no así la única causa de este paro que fue muy contundente, fue esta medida que nos saca espacios de capacitación en servicio que tenemos como trabajadoras y trabajadores. Además de la pretensión del gobierno que trabajemos los días sábados en jornadas de reflexión o capacitación que antes teníamos dentro de nuestro horario de trabajo. Ahora, este no es el único punto, nosotros como movimiento docente venimos reclamando por distintas cuestiones: el salario que sigue estando muy por debajo de la inflación, por el vaciamiento de la obra social que está en quiebra literalmente, la falta de jardines de infantes y vacantes en general en el sistema educativo, el vaciamiento en educación especial, los problemas que hay en salud con la aplicación ‘MIA’ que dificulta la posibilidad de justificar días por enfermedad. Y por muchas otras cuestiones que hacen a la política de vaciamiento a la escuela pública y que usan como slogan la recuperación de días de clase y que cada día importa, sin embargo hay miles de pibes y pibas que no tienen vacante que para ellos evidentemente no les importa tanto”. Testimonio de Tamara Amendola, docente de Historia:  “Estamos reclamando también para que esa capacitación sea real y que coincida con lo que necesitamos en la escuela. Además la tarea docente no se limita a la clase, muchas veces usamos los sábados o domingos para capacitarnos aparte, corregir, preparar clase o material que va a servir para la semana. También hay otras cuestiones que tienen que ver con los cambios que hubo en el estatuto, y que la mayoría de los docentes no estuvimos de acuerdo. Ellos dijeron que hicieron como un sondeo que cuales eran los cambios que considerábamos necesarios, y que en realidad eso vino a significar la reforma laboral del estatuto inconsulta y hecha por legisladores que son básicamente administradores de empresas. Otro tema también fundamental es el de la obra social, donde no están habiendo lugares de atención, hay recortes por todos lados, compañeros y compañeras que no pueden atender a sus familiares o a sus hijos por no tener el servicio de pediatría. Por otro lado, están las escuelas que se caen a pedazos y que te dicen que esta va a ser la escuela del futuro, y termina siendo un aula con una pantalla. Los pisos están levantados, hay aulas sin pintar, sin vidrios en las ventanas, con computadoras que no funcionan, sin conectividad o deficiente. Acuña, desde que está como ministra, cree que la escuela es como una empresa”.  Testimonio de otras docentes del D.E 13:  “Otro reclamo es el vaciamiento de la obra social ObsBa, donde nos quitan los prestadores y no tenemos atención médica o guardas pediátricas para nuestros hijos o hijas. Se suman las faltas de vacantes y las malas condiciones edilicias. Faltan jardines en inicial y en primaria. Los cambios inconsultos de la modalidad de jornada simple a completa, el hecho de creer que darles más horas no significa calidad educativa. Sufrimos maltrato laboral a raíz de la aplicación ‘MIA’, cuando nos dan un día para presentar el certificado para una suplencia que tenemos que gestionar nosotros mismos. Ellos se toman hasta 15 días para aprobar esto o no. Denunciamos persecución mediante mails a docentes y estudiantes por algunas decisiones particulares en Media, como tomar o no las escuelas en apoyo a nuestros reclamos. No está habiendo actos públicos por el Área Socioeducativa, del programa ‘Maestro + Maestro’, y de otros programas más que creemos son indispensables para la alfabetización de sectores vulnerables. Hace 4 meses que no hay actos públicos, y tampoco dan respuesta de porqué no. También suceden los de las multas por decreto tras renunciar a un cargo, que tienen que ver con las reformas que se hicieron en el estatuto docente, quedando abajo en los listados, perdiendo así el año laboral”.

Patricia Pines es docente de nivel inicial e integrante de “Vacantes para todxs en las escuelas públicas”, un colectivo de familias y docentes que luchan para que se garanticen las vacantes en la Ciudad de Buenos Aires. En los últimos días salió un fallo judicial que obliga al Gobierno porteño a resolver el problema. Siguiendo el slogan “No sobran pibes, faltan vacantes”, Pines sostiene una lucha por más y mejores escuelas para garantizar el derecho a la educación para todas las personas. La docente habló en el programa radial La Retaguardia y contó respecto a la problemática. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Fernando Tebele    ✍️ Redacción: Gabriela Suárez López 💻 Edición: Diego Adur La educación es un derecho que tiene carácter fundamental porque es esencial para el desarrollo humano, la erradicación de la pobreza y además, es garante de otros derechos y promotor del bienestar individual y colectivo. Ante el reclamo histórico que la comunidad educativa viene realizando sobre la falta de vacantes en las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires, la Sala N°3 de Apelaciones del Fuero Contencioso Administrativo y Federal de la Ciudad dictó sentencia hace pocos días. Confirmando lo que la jueza Elena Liberatori dictaminó en el año 2019, el fallo dispuso que la administración del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires deberá garantizar el acceso a la Educación Primaria y Secundaria en los Distritos Escolares N° 1, 5, 13, 19, 20 y 21. Patricia Pines, integrante del colectivo  “Vacantes para todxs”, dijo al respecto: “Ojalá el Gobierno ahora acate el fallo con la misma celeridad que acató otros fallos que eran acordes a su política. Eso es lo que esperamos. Básicamente lo que dice el fallo es que tienen que garantizar la escolaridad, particularmente en 20 barrios, que son los más afectados por la problemática de la falta de escuelas, pero entendemos que en realidad es para toda la Ciudad. Deberían destinar el presupuesto y ejecutarlo y construir las escuelas que faltan”. La Convención sobre los derechos del niño aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas y ratificada por la República Argentina a través de la Ley 23.849, contempla los derechos fundamentales de las infancias. En su artículo 28, la Convención reconoce el derecho a la educación para ser ejercido en igualdad de condiciones y declara que los Estados deberán implantar una serie de medidas que garanticen el acceso gratuito a la misma, y velar por el cumplimiento de las condiciones enunciadas para todos los niños y niñas del mundo fomentando el desarrollo integral y el respeto de las libertades fundamentales. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires parece hacer caso omiso respecto de este derecho fundamental cuando se trata del otorgamiento de vacantes de escuelas públicas de esa jurisdicción. Sobre este tema, Pines explicó: “Nosotros lo venimos denunciando hace mucho. No solo no han dado respuesta favorable a la demanda, sino que en estos últimos años han cerrado cientos de salas, grados, cursos e incluso escuelas enteras”.  Instantáneas del sarcasmo Durante el transcurso de la pandemia y en muchos casos cuando la situación sanitaria no estaba aún controlada, el Gobierno porteño presionaba por la vuelta a la presencialidad en las aulas. Sus argumentos eran variados: que en las escuelas los y las estudiantes no se contagiaban, que el derecho a la educación solo se garantizaba con la presencialidad. Sin embargo, en las inscripciones online las vacantes son un bien escaso para los pibes y las pibas. “El fallo habla de las 54 escuelas de las cuales venimos escuchando ¡hace cuanto tiempo! Están construyendo las mismas 54 escuelas, pero cuando te ponés a revisar dónde están esos edificios te das cuenta que son muy poquitos los edificios nuevos que se inauguraron y la mayoría fueron mudanzas de escuelas que ya existían. Las poquitas obras que se inauguraron se hicieron siempre en años electorales y las abren sin completar la obra, entonces entregan escuelas donde está el agujero del ascensor, sin el ascensor, sin gas, sin teléfono. Con luz de obra, o sea, los cables colgando. Después, si quieren usar algún artefacto de más enseguida salta la térmica y se quedan sin luz”, contó Pines. En un Congreso Internacional que se celebró la semana pasada en la Universidad Católica Argentina, la ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, aprovechó la ocasión para cuestionar el dictamen y seguir sosteniendo que las 54 escuelas existen y relacionó el fallo con la campaña electoral además de responsabilizar al Gobierno nacional por la falta de conectividad en los barrios populares. Ante la consulta por las obras que el Gobierno de la Ciudad se adjudica, la docente opinó: “Hay un gran desinterés por el bienestar y  por la dignidad básicamente de las infancias. El colectivo Vacantes surgió pidiendo que construyan escuelas y después a medida que fue creciendo nos dimos cuenta que en realidad hay múltiples derechos vulnerados de las infancias. No solo el acceso a la educación pública, laica, gratuita y estatal desde los 45 días de vida, que es lo que dice la Constitución de la Ciudad. Además, los comedores escolares también sufrieron muchísimos recortes en estos años, la comida es insuficiente, no es del todo saludable y no se entrega para todos los niveles. Han recortado el plan Sarmiento y el plan Conectar Igualdad”. La educación en el laberinto judicial Frente a las distintas demandas sin respuesta efectiva y la negativa al acceso a la información, el fallo traslada el problema a la Legislatura para resolverlo allí, aprobar presupuesto y ejecutarlo. Sobre el modo en que se resolvió este conflicto y la división de poderes, Pines agregó: “No es incumbencia del Poder Judicial legislar, ni aprobar el presupuesto, ni construir las escuelas. Entonces, en un punto la cuestión está en la voluntad política que es distinta de la voluntad judicial. Obviamente los jueces que le dan vacante a las familias que reclaman están de acuerdo con que hay un derecho vulnerado, pero es tarea del Legislativo y del Ejecutivo hacer

A un año de la represión en el Centro Universitario del Penal de San Martín CuSam, las y los estudiantes, junto a docentes y directivos organizaron un festival al aire libre. Con la consigna “La violencia trae más violencia”, hicieron eje en la actuación del Servicio Penitenciario Bonaerense aquellos 31 de octubre y 1 de noviembre. Esos dos días, tras reiterados reclamos de pibas y pibes por las condiciones de demora en la revisión de las causas, el pedido de libertades asistidas y condicionales, regímenes abiertos, transitorias, agotamiento de penas, y con la negación del Servicio Penitenciario de que reciban a sus familiares -la gota que rebalsó el vaso-, a lo largo y ancho de la Provincia de Buenos Aires se organizaron jornadas de lucha. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Evelyn Schonfeld En el caso del CuSam, una vez que la disputa ya había comenzado a ceder, policías del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) ingresaron a las aulas y comenzaron a destrozar lo que se cruzaban: instrumentos de música, libros, computadoras, el estudio de radio. Rompieron y quemaron todo lo que tenían por delante. Todo lo que para las pibas y los pibes es su material de estudio, de trabajo. Sus pasatiempos y sus sueños. El capital simbólico y cultural que se construye tras las rejas. Todo fue destruido. Además, los policías robaron televisores, instrumentos y libros.  “Basta de violencia. Acá en CuSam se estudia, se crea. Acá se sueña. Acá la luchamos día a día para tomar esas herramientas que no tuvimos antes. Que no las tuvimos en la sociedad de allá afuera, de donde venimos y a donde vamos a volver. Acá luchamos por la inclusión, no por una resociabilización”, dijo Silvana Ortiz, privada de su libertad e integrante del Centro de Estudiantes Azucena Villaflor del CuSam. Entonces, este 1 de noviembre todo esto se resignificó. El festival se realizó en el patio aledaño al centro universitario. “Porque acá estaba todo prendido fuego”, señaló uno de los pibes privados de su libertad. Allí, aunque las nubes amenazaban con una posible lluvia, a la mañana arrancó el encuentro. Música en vivo, a cargo de Abelardo Martín y Pica Para Todxs Mis Compas. La puesta en escena de la obra “Los amotinados”, que rememora los hechos sucedidos aquel 31 de octubre y 1 de noviembre en las diferentes unidades del penal, con guiños a la lucha de las Madres y las Abuelas en la época de la dictadura. Con una crítica al rol de la espectacularización de los medios tradicionales de comunicación cuando se habla sobre la situación de encierro. Siguió la jornada, repleta de sonrisas y abrazos. Con una carga emotiva fuerte. “Hoy no estamos festejando nada, estamos haciendo memoria, recordando lo que no queremos que vuelva a pasar”, dijeron casi a coro.  Los diferentes talleres del centro universitario tenían mesas donde vendían sus producciones: cuadernos y muñequitos amigurumis formarían parte también de las rifas que circulaban. “Los talleres son terapéuticos. Además de estar haciendo algo que te gusta, pones la cabeza en eso y te ayuda a relajar. Y cuando ves que cada vez te salen mejor, te da una alegría”, contaba uno de los integrantes del taller de encuadernación.  Silvana y Larry en el micrófono no dejaban un ratito sin animar, sin acompañar con sus palabras.. Presentaban los números y mencionaban cada vez a Radio Mosquito, el proyecto radial de la Universidad. A las 15, bajo las primeras gotas de llovizna del lunes, arrancaron los primeros acordes de “Que mala suerte!”, de la banda Sale 500, integrada por estudiantes del CuSam. Palmas, agite, baile de rocanrol. Hacia el cierre, sonaron temas de Las Taradas, a cargo de Nati Gavazzo, una de sus integrantes, trabajadora también de la Universidad de San Martín.  Los pibes y pibas, con toda sus fuerzas y con ganas de seguir encontrándose, creciendo, y compartiendo sus formas de hacer arte y comunicación, propusieron para diciembre una nueva actividad. Porque, como decía Silvana Ortiz: “Acá en CuSam no lloramos, le damos para adelante. No nos lamentamos, no nos arrepentimos. La maldita policía siempre está ahí, acechando. Y acá estamos nosotres, educándonos”.