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Viviana Mazur, médica a cargo de la Coordinación Salud Sexual, VIH e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) de la Ciudad de Buenos Aires y referente del Postítulo de Especialización en Educación Sexual Integral del Instituto Joaquín V. González, pasó por el programa radial La Retaguardia. Habló acerca de la discusión por la compra de los penes de madera desde el Ministerio de Salud de la Nación, una oportunidad para hablar de ESI en nuevos espacios. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Daniela Cormick 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Bárbara Barros Mazur analizó la polémica y reforzó la importancia de enseñar el uso y colocación correcta del preservativo frente al aumento de las infecciones de transmisión sexual como la sífilis, particularmente en jóvenes. Se refirió al amplio desconocimiento de la anatomía de vulva y vagina, y el debate para instalar un modelo de vulva para trabajar en ESI y desde el sector salud. Además compartió su mirada sobre la aprobación del uso de la X en el DNI para personas con identidades de género no binarias.

Lo dijo Gustavo Alonso, asesor de cooperadoras escolares e integrante de Familias por un Retorno Seguro a las Escuelas. En diálogo con el programa radial Tengo una Idea, explicó las razones por las cuales el colectivo se opone a la presencialidad escolar que no garantiza la correcta continuidad pedagógica. Además, Alonso denunció, entre otras exigencias, la falta de insumos de higiene,  bioseguridad y planteó que el Gobierno porteño pretende deslindarse de la responsabilidad para garantizar estos elementos básicos. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Graciela Carballo/Carlos Morchio/Nicolás Rosales✍️ Redacción: Nicolás Rosales💻 Edición: Diego Adur📷 Foto de portada: Nicolás Rosales En plena segunda ola de contagios de Covid-19, el Gobierno de la Ciudad insiste con las clases presenciales en nivel primario y jardines de infantes. Mientras tanto, impone un sistema híbrido con presencialidad y virtualidad en el secundario. Parte de la comunidad de las escuelas públicas se opone de manera organizada para resistir ante esta postura del Gobierno, por ahora inamovible y con apoyo de la Corte Suprema.  Por qué no a la clases presenciales Gustavo Alonso, asesor de cooperadoras e integrante de Familias por un Retorno Seguro a las Escuelas, explicó cuál es el riesgo sanitario y la problemática educacional que supone la presencialidad obligatoria en las escuelas: “Desde el colectivo creemos que esta presencialidad es criminal porque no ayuda para nada a desaturar el sistema sanitario. Está metiendo una carga en cuanto al movimiento de gente en el transporte público que acá en la Ciudad de Buenos Aires es de más de un millón 200 mil personas. Por otro lado, creemos que es una presencialidad que no ayuda y que no garantiza la continuidad pedagógica. Esta, se ve cortada por el aislamiento de burbujas cuando hay contagios. Pero sobre todo, lo más preocupante es la gente que se está enfermando, y lamentablemente trabajadores de la educación y de la comunidad educativa que han fallecido. Esta presencialidad es una negligencia total”, criticó. ¿Protocolos seguros? “Pensamos que para tener una presencialidad segura donde los protocolos que se han generado sean efectivos, necesitamos una baja circulación del virus, de por lo menos una incidencia de 200 casos cada 100 mil habitantes. Y la vacunación masiva de toda la comunidad, hasta llegar a un 70% u 80% de la población. Mientras tanto no hay protocolo que pueda salvarnos de estos contagios masivos. En el colegio Cortázar, que es donde concurría mi hija hasta hace unos días, de 100 docentes sólo se había vacunado uno solo. Falta mucho”, aseguró.  También, mencionó que los problemas en las escuelas son estructurales y vienen desde hace tiempo: “Hace años que venimos reclamando que las condiciones de infraestructura en las escuelas sean óptimas. Hoy venimos pagando el precio de la desidia y el bajo presupuesto en educación. Tenemos muchas aulas sin la ventilación correcta. A veces, sin agua o con problemas eléctricos”, denunció. Háganse cargo “La entrega de insumos de higiene y bioseguridad deja mucho que desear por parte del Gobierno de la Ciudad. El pasado 10 de Mayo dejaron una resolución, la 114, donde quieren deslindarse de la responsabilidad de la entrega de insumos para pasarle esa responsabilidad a las cooperadoras. Muchas nos hemos juntado y en una reunión masiva hemos repudiado esto, porque creemos que es el Estado quien debe garantizarlos para los alumnos y para los trabajadores de la educación. Esta responsabilidad no puede quedar en las familias”, detalló.  El Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, afirmó que la mayoría de los docentes viven cercas de las escuelas donde trabajan. Al respecto Gustavo Alonso opinó que “el Gobierno maneja unas estadísticas que quienes estamos todos los días en las escuelas no las reconocemos. Son mentiras, lejos de la realidad”. Alonso pidió que las autoridades del Gobierno porteño se hicieran cargo de garantizar las posibilidades para sostener las clases virtuales, brindando equipamiento y conectividad a los y las alumnas: “El Gobierno de la Ciudad debería garantizar una educación virtual segura con los dispositivos necesarios, abonando la continuidad pedagógica. Hemos visto el año pasado que en algunas escuelas esto es posible de manera fluida. El único camino que nos queda es resistir como familias, apoyando la lucha docente y poniéndonos de acuerdo no mandando a nuestros hijos a las escuelas. Esto podría hacer descender el nivel de contagios por el virus del Covid. Queremos una educación virtual de calidad, con equipamiento y conectividad. También con dispensas y licencias para trabajadores que tienen hijos con edad escolar a cargo para que puedan cumplir con esta virtualidad sin salir de sus casas”, concluyó. DESCARGAR

La educación ambiental, integral y transversal es ley en todo el territorio argentino desde la madrugada del viernes 14 de mayo, luego de una extensa sesión en el Senado, en la que se aprobó por unanimidad. “Esto es una luz”, dijo Jackeline Ermini, activista socioambiental de Jóvenes por el Clima en Rosario, Santa Fe. En diálogo con el programa radial A mí no me importa, la joven describió lo que significa esta ley en medio de un contexto donde los problemas medioambientales se potencian cada día. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Julián Bouvier ✍️ Redacción: Catalina Goldszmidt 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Archivo Virginia Chaile/La Retaguardia El Proyecto de Ley de Educación Ambiental se aprobó por unanimidad en el Senado, luego de que había logrado la media sanción en marzo en la Cámara de Diputados/as con 215 votos afirmativos, siete votos negativos y 18 abstenciones. “Es una ley de presupuestos mínimos, con lo cual se prevé que la educación ambiental sea obligatoria en todas las jurisdicciones y niveles educativos del país, adaptando el contenido para cada nivel y haciendo hincapié en las problemáticas y realidades de cada territorio en el que se la implementa”, explicó Jackeline Ermini, integrante de Jóvenes por el Clima de Rosario, Santa Fe. Y es que detrás de cada plan de estudios, contó la activista, estará el COFEMA (Consejo Federal de Medio Ambiente) y un consejo consultivo, conformado por pueblos originarios, guardaparques, representantes de organizaciones estudiantiles y socioambientales, y hasta personas de cada región, con el objetivo de aportar información pertinente y hacer un seguimiento de los contenidos que se dan.  Si bien es un logro la aprobación de esta ley, lo que queda por delante es un camino de lucha para exigir que se implemente de forma correspondiente en todos los colegios del país. La activista la comparó  con la Ley de Educación Sexual Integral, que es similar en el modo de aplicación pero no se cumple como debería. “Nuestro mayor miedo es que pase lo mismo que con la ESI, que no se termine implementando, o que se implemente según la voluntad de cada institución y de la forma que quieran”, dijo Ermini. Y mencionó lo que sucede en algunos colegios religiosos del país, donde la ESI es aplicada según creencias o doctrinas de la institución, y planteó que esto es algo que podría repetirse con la Ley de Educación Ambiental, ya que “toca los intereses de un montón de sectores”.  Fue gracias al apoyo de una sociedad cada vez más despierta y a las campañas de organizaciones socioambientales como Jóvenes por el Clima y EcoHouse que esta ley se pudo impulsar. Pero el camino está lleno de barreras que aún quedan derribar, ya que la megaminería y el agronegocio siguen creciendo en todo el país. Una de las problemáticas urgente es la de los humedales que volvieron a arder en la zona de Santa Fe, mientras la Ley de Humedales sigue cajoneada. Ermini se refirió a las campañas que están haciendo desde Jóvenes por el Clima  para que otras leyes que son de importancia para el medioambiente, puedan, efectivamente, salir. “Nosotros venimos impulsando una agenda legislativa, para tratar de sancionar diferentes leyes… En este momento una de las principales leyes y campañas que estamos llevando adelante, que nos parece como una de las más importantes, es la Ley de Humedales”, contó. Este proyecto, que fue presentado el año pasado en Diputados/as pero que hoy en día está “cajoneado”, tiene por objetivo establecer presupuestos mínimos para la conservación, uso racional y sostenible de los humedales en todo el territorio nacional, con el fin de asegurar la integridad de estos espacios que son fundamentales para el ecosistema. “Hoy Rosario está de vuelta inundada de humo”, comenzó a decir la activista sobre su lugar de residencia, desde donde puede ver el humo que llega a la ciudad mientras se sigue postergando la ley. Pero la lucha sigue: “La Ley de Humedales es una ley por la que vamos a seguir trabajando hasta lograrla”, cerró.

Lo dijo Griselda Galarza, docente e integrante de la Red de Docentes, Familias y organizaciones del Bajo Flores. En diálogo con el programa radial La Retaguardia, describió la grave situación por la falta de conectividad y dispositivos de la población más pobre de la Ciudad. Además, contó que desde la Red realizaron un relevamiento sobre estudiantes y familias sin posibilidad de conectarse y que se lo entregaron a las autoridades reclamando conectividad para todos y todas. Denunció la “total desidia del Estado” calificando de “criminal” la política que exige la presencialidad, y se refirió a la persecución que sufre el personal educativo con mecanismos de disciplinamiento. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Fernando Tebele ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Fotos: Red del Bajo Flores La Red de Docentes, Familias y organizaciones del Bajo Flores viene desarrollando una serie de relevamientos en el barrio a partir de encuestas antes y durante la pandemia de Covid-19. Luego de procesar y analizar la información exigen que sean cubiertas ciertas necesidades como, en el último caso,  de conectividad de las y los habitantes de esta parte de la Ciudad.  Sin conexión “Creemos que las autoridades tienen la obligación de resolver cuestiones tan urgentes como la alimentación, la salud, la educación y la vivienda. Estamos exactamente igual en todos los planos. En educación, más allá de la encrucijada de los últimos días de la presencialidad, la realidad es que estamos ante un escenario de mucha más restricción que la de ahora, por la cual la vuelta a la virtualidad plena es más que posible. Y nuevamente estamos dejando a una enorme mayoría, que son los más pobres, desfavorecidos, o más vulnerables; los más despreciados por esta gestión, a la intemperie. En nuestra escuela tenemos una matrícula de 480 pibes. Sacando a los del ciclo superior, de cuarto o quinto año que serán unos 100 que tienen su propio celular, el resto no. Por ende no tienen posibilidad de conectarse”, comenzó analizando Griselda Galarza, docente y vicedirectora de la escuela N° 3 del Distrito Escolar 19. Una política criminal Galarza denunció la inacción del Gobierno porteño y las necesidades reales de las y los pibes del barrio: “A pesar de la absoluta desidia del Estado, los docentes hicimos guardias pedagógicas para acompañar a los alumnos. El Gobierno de la Ciudad milita la presencialidad y es un desastre lo que están haciendo en términos sanitarios. Una política criminal, dice (el gremio docente) Ademys, y coincido con eso plenamente. No hay ninguna política en términos de preservar la vida humana, es en algún punto despreciar la vida. Porque si el Estado no interviene en ningún plano desde el cuidado, la protección o el amparo, de alguna manera lo que alienta es el individualismo, el sálvese quien pueda y también la violencia. La autorregulación en el territorio, que los pibes implosionen hacia adentro, que se maten entre ellos”, dijo. Vaciamiento y disciplinamiento estatal “La mirada que tiene el Gobierno a la educación pública va de la mano del vaciamiento presupuestario. Este año, hasta hace unos días atrás, no pudimos dar de alta ni a coordinadores de tutores, a tutores, coordinadores de área, ni EDI (Espacios de Definición Institucional), porque no se sabía si había partida presupuestaria para esa cantidad de horas. Estos cargos en mi escuela son fundamentales, porque en algún punto son ellos los que ‘campean’ la desigualdad. Hacen un seguimiento de los pibes, saben lo que les pasa, están atentos a que no se caigan de la escuela. Y eso último nos ocurre. Por otro lado, el vaciamiento va acompañado de todo un silencio de una cuestión intermedia entre el Ministerio y las escuelas. Meten miedo desde lo jerárquico y de las disposiciones que uno tiene que cumplir a través de lo que te mandan. Son rigurosos con lo administrativo, casi que tienen una política persecutoria y de disciplinamiento en este sentido”, culminó Griselda. La semana pasada, La Red de Docentes, Familias y organizaciones del Bajo Flores realizó un “semaforazo” en Cobo y Curapaligue. Exigieron “conectividad para todes”, lo que implica instalar cuatro antenas para unas 50 mil personas y dispositivos para las 3.764 familias de estudiantes con matrícula en las escuelas del barrio, según datos precisos que arrojó el último relevamiento. 

Ademys realizó ayer  una conferencia de prensa en la puerta de la Escuela Técnica N° 13 “Ingeniero José Luis Delpini”, en el barrio porteño de Villa Lugano, donde daba clases el docente Jorge Langone, quien falleció por Covid-19. La jornada de paro incluyó denuncias tanto al Gobierno porteño como nacional por la falta de medidas sanitarias en los colegios y el incumplimiento en la aplicación de protocolos necesarios para sostener la presencialidad de las clases. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Diego Adur 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Facebook Ademys Jorge Langone era docente en la Escuela Técnica N° 13, ubicada en Villa Lugano. Hace pocos días falleció tras haber contraído Coronavirus. El trabajador era afiliado a Ademys, por eso el sindicato dictó un paro de actividades para el pasado lunes y realizó una conferencia de prensa en la puerta del colegio. Las denuncias de las y los secretarios de Ademys apuntaron contra la responsabilidad política de sostener la presencialidad en las escuelas aun frente al notorio incremento de casos de Covid-19 en estudiantes y docentes. También criticaron las faltas de medidas sanitarias y el incumplimiento de los protocolos en los distintos establecimientos de la Ciudad de Buenos Aires. En el inicio de la conferencia, se ofreció el pésame a la familia del docente fallecido y criticaron “esta política de presencialidad sin cuidados”, tildada de “criminal por parte de (Horacio Rodríguez) Larreta, de (Soledad) Acuña y del ministro (Nicolás) Trotta”. Una y otra vez plantearon que la responsabilidad política es tanto del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires como también del Gobierno nacional. Frente algunas declaraciones de Rodríguez Larreta y de Soledad Acuña que ponían en cuestionamiento el lugar donde Langone se habría contagiado el virus, desde Ademys aclararon: “No nos interesa dónde se contagió Jorge, nos importa que hoy no está acá”, y aseguraron que existen “presiones para que no se apliquen los protocolos” y así lograr que los colegios permanezcan abiertos. Existe un notorio incremento de casos de personas contagiadas de Covid-19, tanto en docentes como estudiantes, y también se confirmó que en el país ya circulan las cepas de virus del Reino Unido, de Manaos, Rio de Janeiro y California. Incluso frente a estos datos, el Ejecutivo porteño estaba analizando la flexibilización del protocolo escolar: “La irresponsabilidad y el plan temerario al que nos han empujado está llegando a una situación extrema”, refirieron desde Ademys y ejemplificaron con los casos de que otros países que decidieron frenar con la presencialidad de las clases. La jornada de paro fue una de las medidas que dispuso gremio Ademys y la conferencia sirvió para expresar el dolor por la muerte del docente, y la preocupación porque estas situaciones sigan sucediendo.

Patricia Pines, docente de la Ciudad de Buenos Aires, compartió la experiencia que vive tras la vuelta a las clases presenciales. Según contó a La Retaguardia, en tan solo 5 días de asistencia, ella y su marido, también docente, se contagiaron aun cuando extremaron los cuidados. Pines destacó la importancia de que la educación sea virtual hasta que se universalice la vacunación, priorizando la salud, porque las escuelas en general no están en condiciones y los protocolos no son suficientes para evitar la propagación del virus. Publicamos su carta abierta. (Por La Retaguardia) 🖍️ Ilustración: Lorenzo Dibiase/La Retaguardia Si de algo deben servir las malas experiencias son de aprendizaje. Desde una sala de internación con Covid y neumonía donde me arrojaron 5 días de dar clase en la escuela les digo prioricen el cuidado de sus familias. Luché mucho para intentar evitar enfermar,  me obligaron contra mi voluntad a asumir un riesgo que no quería y acá estoy,  hace 11 días sin poder abrazar a mis hijos, justo lo que temía que pasara. Exijamos educación virtual hasta que se universalice la vacunación. Están jugando a la ruleta rusa con nuestras vidas. La enfermedad no conoce de edades ni de clases sociales. Urge una humanidad más sensible con la naturaleza, más cercana con los verdaderos intereses de la vida que no son justamente la producción salvaje y desmedida. Conecten con el bienestar de las infancias y las juventudes desde un lugar de afecto, de cuidado. Prioricen su salud y sus vidas,  no expongan a estas experiencias traumáticas de contagios, aislamientos, miedos y enfermedad a las infancias. ¿Con qué necesidad real estamos exponiendo a lxs niñxs a estas experiencias tan insensibles y deshumanizadas? ¿Por qué este apuro desmedido por una falsa normalidad si sigue muriendo tanta gente y tanta otra sufre en camas de clínicas y hospitales? Urge que conectemos con nuestra humanidad, con la pacha, que se priorice lo importante de la vida, que es estar saludables. Todo lo demás ya habrá tiempo de recuperarlo.  La clase trabajadora tiene que confiar en su fuerza productiva y hacer valer sus derechos. Entre ellos velar por la salud de sus familias.  Más de 500 casos positivos y cientos de grupos de distintas edades en aislamiento en tan solo 2 semanas de clases. Por favor sean sensibles a esta realidad antes de que sea demasiado tarde.  #VirtualParaNoEnfermar  #SuspensiónDePresencialidadYa  #NuestrasVidasValen #LosGobiernosSonResponsables

Esther Vivas, periodista y socióloga catalana, es autora del libro “Mamá Desobediente”, donde invita a pensar a la maternidad desde una perspectiva feminista, resaltando la importancia del embarazo, el parto y la lactancia. En una extensa entrevista en el programa A mí no me importa de Radio La Retaguardia, Vivas contó los trasfondos que la llevaron a escribir el libro y apuntó contra el sistema capitalista y patriarcal que condiciona a las maternidades. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Agustina Sandoval Lerner ✍️ Redacción: Diego Adur 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero/Agustina Sandoval Lerner 🖍️ Ilustración: Portada de la edición Argentina El avance del movimiento feminista en el mundo ha puesto en jaque determinadas cuestiones vinculadas al rol de la mujer en la sociedad. Entre muchas otras, por ejemplo, la de ser madre como institución innegable e incuestionable, soportando la violencia obstétrica, los abusos dentro del mercado laboral y los prejuicios sociales vinculados a la lactancia. Esther Vivas, a través de su libro “Mamá Desobediente – Una mirada feminista a la maternidad” invita a rebelarnos ante esa pasividad y silencio impuesto dentro de un sistema capitalista y patriarcal. La periodista pondera como necesidad urgente respetar las decisiones que cada mujer tome en relación a su embarazo, a su parto y, más importante, a su vida. A lo largo de la entrevista, la escritora reflexionó sobre los estigmas y mitos que rodean la maternidad y resaltó la importancia de recuperar una maternidad natural, propia y distinta en cada mujer.   —La Retaguardia: ¿Cómo empezaste a escribir el libro y cuándo comenzó tu investigación sobre la maternidad? —Esther Vivas: El libro surge de una cierta indignación por cómo la maternidad está invisibilizada por la sociedad y los movimientos sociales que aspiran a transformar el mundo. Hoy en día, la maternidad carga el estigma de ser una maternidad patriarcal que nos han impuesto a las mujeres a lo largo de siglos. En realidad, no nos representa a muchas. Cuando la maternidad es una experiencia libremente elegida es fuente de placer, es un trabajo y una experiencia que debe ser disfrutada, valorada y compartida. Fruto de esta reflexión es como empecé a escribir sobre maternidades y la necesidad de tener un relato propio desde el feminismo. La maternidad es algo que nos imponen, pero también tiene que ser una reivindicación. —LR: ¿Cuál fue el punto de partida para desarrollar el libro?  —EV: A partir de mi historia personal surge este libro. Fue escrito a lo largo de los tres primeros años de mi maternidad. Una vez que quedé embarazada empecé a leer e informarme sobre cómo dar a luz y me di cuenta de cómo la atención al parto es un campo plagado de violencia y abuso. El parto es una experiencia muy traumática, donde muchas mujeres sufrimos violencia. Desde aquí comencé a investigar e informarme. Creo que es importante que desde el feminismo reivindiquemos una maternidad con un relato propio. Tenemos que recuperarla, rescatarla de las manos del patriarcado. La maternidad sigue siendo una experiencia donde se da el abuso, por eso me parece muy importante reivindicarla en clave feminista y emancipadora. No se trata de idealizar la maternidad, pero sí es importante reivindicar su valor social, político y económico. Es una responsabilidad de todos, no solo de las mujeres, sino también de los hombres y del Estado. Hay que reivindicar el derecho a la mujer de poder decidir sobre esa experiencia. —LR: En el libro surge el concepto de ideal materno, ¿de qué se trata? —EV: Hay una idea de maternidad que es hegemónica: la de que las madres tenemos que ser seres abnegados, sacrificados, al servicio de las criaturas y del marido. Este ideal es útil a los intereses del patriarcado que quiere a las mujeres y a las madres encerradas en sus casas. Es un ideal contra el cual nos tenemos que rebelar. A la vez, hoy en día no sólo tenemos que ser las madres sacrificadas de toda la vida, sino que además tenemos que ser las superwoman, las que dan todo, que están siempre disponibles para el mercado de trabajo, que tienen un cuerpo perfecto. Por lo tanto, a la maternidad patriarcal de siempre se le suma una intensificación neoliberal. Nos tenemos que rebelar tanto a esa maternidad patriarcal que fue impuesta a nuestras madres y abuelas como también a su versión moderna neoliberal que, en definitiva, da la espalda a lo que vivimos las madres y tiene en cuenta los intereses del mercado y del capital. —LR: Tomando estas definiciones de maternidad patriarcal y maternidad neoliberal, donde una es la sacrificada y la otra responde al sistema en el que estamos inmersos, ¿cómo surge la Mamá Desobediente? —EV: La madre desobediente es la que se rebela contra estos ideales de maternidad que nos han impuesto. Tanto a ese mito de la madre perfecta, abnegada y sacrificada como también contra ese mito de la súper mami que básicamente es útil al mercado. Reivindica poder vivir la maternidad como experiencia libremente elegida y poder decidir sobre esa vivencia. Es fundamental que las mujeres podamos decidir sobre nuestros partos, crianzas y lactancia. Esa madre desobediente sabe que para poder decidir es necesario cambiar el modelo de sociedad. Para que haya otra maternidad es necesario que haya otro modelo de sociedad. Es aquella que se reconcilia con su propio cuerpo, que sabe que puede parir y que puede dar de mamar, que es algo que nos ha sido secuestrado. —LR: ¿A qué se debe que las licencias por maternidad y paternidad sean tan dispares y escuetas? —EV: En España hay debates acerca de los permisos de maternidad y paternidad. Aquí, desde hace 30 años tenemos 16 semanas de baja por maternidad. Es un permiso muy escaso, apenas llega a los cuatro meses y es incompatible con la lactancia materna, exclusiva durante los primeros seis meses de vida de la criatura. Es imposible llevar a cabo esta lactancia si te tienes que reincorporar a tu trabajo luego de 16 semanas. El permiso

Lucas Bragan, docente de la Escuela de Danza N°2 “Jorge Donn”, del barrio porteño de Vélez Sarsfield, dialogó con el programa radial La Retaguardia. Allí habló sobre la deplorable situación edilicia y la suspensión de la construcción de un nuevo edificio, por decisión del Ministerio de Educación de la Ciudad. Además, mencionó la imposibilidad de sostener la vuelta a la presencialidad con protocolos y cuidados en el edificio actual que comparten con la Escuela de Cerámica “Fernando Arranz”. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/María Eugenia Otero ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero Con el retorno a las clases presenciales, en medio de una carrera acelerada por parte del Ministerio de Educación de la Ciudad para que esto se lleve a cabo, lo cierto es que la realidad de muchas de las escuelas plantea un escenario complejo, donde las condiciones no están dadas para que esto suceda con el cumplimiento de un protocolo sanitario y una planificación adecuada.  Recorte presupuestario La construcción de la Escuela de Danza N°2 “Jorge Donn” ubicada en el barrio Vélez Sarsfield, fue prevista por ley en el año 2008. Comenzó en el año 2015 y estuvo tres años parada.    Lucas Bragan, docente de la escuela, explicó la situación edilicia y el particular contexto que viven, ya que hace años comparten edificio con otra institución artística: “Es un problema histórico en nuestra escuela, como en tantas otras de la Ciudad. Nosotros estamos en un edificio en Margariño Cervantes y Lope de Vega que compartimos con otra escuela, que es la de Cerámica Fernando Arranz y es un edificio realmente en condiciones deplorables”, comenzó. “Como para graficar esto, desde el año 2014 no funcionan los enchufes en las aulas del piso superior, hay goteras que cada vez que llueve cae agua sobre los piso de madera de las aulas de danza. Hay roedores y todo tipo de problemas de infraestructura y de mantenimiento también. Hace años que estamos esperando la construcción de un nuevo edificio. De hecho hay una ley de la venta de los edificios de Catalina Sur, en la cual se asignó una partida presupuestaria del 2008 para la construcción de escuelas, entre ellas la nuestra. Efectivamente la construcción del edificio empezó en el año 2015 con un montón de idas y venidas entre el Gobierno y las empresas que  contrataba por medio de licitaciones. Ahora, hace tres años que la obra estaba paralizada y a través de una resolución y con la excusa de la crisis  sanitaria y económica, la ministra (de Educación de la Ciudad) Soledad Acuña decide directamente suspender el llamado a licitación”, continuó.   El escenario de la vuelta a las clases presenciales Ambas instituciones, el Jorge Donn y el Arranz, por ser Escuelas Superiores de Educación Artística, tienen doble turno por las clases del bachiller y de la especialización, además de  dos profesorados. En este nuevo ciclo lectivo, al reclamo histórico de un nuevo edificio se le suma la situación de los protocolos y cuidados por la pandemia de Covid-19. “Con  lo complejo que es la vuelta a la presencialidad, a la que nos están forzando ahora, ni siquiera tenemos en el horizonte poder vislumbrar si vamos a tener un edificio en condiciones dignas. Ahora, agravado por la situación de la pandemia, es imposible garantizar un protocolo con el distanciamiento y todas las cuestiones sanitarias y de higiene necesarias en el edificio en el que estamos”, aseguró. Bragan contó más detalles de las pocas garantías para comenzar la presencialidad: “Por empezar, las aulas son insuficientes. Convivimos, además de dos escuelas, distintas modalidades. Está el bachillerato, y la carrera de danza. Los chicos y chicas cursan las dos modalidades. Pero además hay un terciario, donde pueden culminar sus estudios después de terminar el nivel medio. Y muchas veces las aulas no alcanzan para la convivencia de los dos niveles. Hay aulas, como las de danza, que no tienen ningún tipo de ventilación, es decir, no tienen ninguna ventana. Aulas del piso superior tampoco. Las paredes son muy finas, son de durlock, hay una contaminación sonora tremenda. Es imposible imaginarse cómo garantizar ese protocolo en esas condiciones”. “Formar artistas no sirve” Respecto a las pésimas condiciones edilicias que tienen las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires, Bragan marcó algunas diferencias de las artísticas: “Estamos en la mira del Gobierno en los últimos años, se ha ido desfinanciado. Con una gestión que tiene una lógica empresarial como la actual, desde hace ya 14 años, la educación pública no es redituable, y la educación artística mucho menos. Porque formar artistas no les sirve, no les cierran los números. Y los avances son sistemáticos. De desgastar a las comunidades e intentar avanzar contra las condiciones de trabajo y aprendizaje de las escuelas artísticas”.  Por último, reflexionó: “No tenemos precisiones de retorno, ni en nuestra escuela y prácticamente en ninguna. Nuestros directivos y la supervisión no tienen aún directivas claras de más arriba. Estamos viviendo una incertidumbre total. En lo personal, como docente y padre tengo un deseo muy grande de volver a la presencialidad, pero es muy difícil dar clases en la situación que nos están proponiendo. La certidumbre es que las condiciones no están dadas desde lo sanitario, lo edilicio y lo pedagógico”.

En diálogo con el programa radial Tengo una idea, Andrea Cohen, integrante del colectivo de “Familias por un Retorno Seguro”, detalló una serie de exigencias para garantizar la vuelta a las clases presenciales en el ámbito de la educación pública porteña. Además, aportó su mirada como docente y madre de un estudiante secundario. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Nicolás Rosales/Carlos Morchio    ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Archivo Valentina Maccarone/La Retaguardia En los últimos meses, la discusión acerca de la necesidad de que la educación sea presencial en todos los niveles tomó una fuerte presencia en la sociedad. Por un lado, hay pibes y pibas que no tuvieron ni tienen posibilidades de sostener la cursada virtual y, a su vez, muchas de las instituciones no cuentan con la infraestructura para cumplir los protocolos necesarios para la asistencia a las aulas. La docente Andrea Cohen, integrante del colectivo Familias por un Retorno Seguro, analizó esta situación y contó cómo lo vive la comunidad educativa: .“Acá estamos, preocupados. Creo que la política tiene que estar al servicio de la gente para organizarle la vida. Francamente lo que está sucediendo es exactamente lo contrario. Hablo como docente y como madre. Nosotros el año pasado recibimos un mail en donde nos decían que a partir del 17 de febrero iban a rendir exámenes, de manera virtual, los alumnos que no hubiesen aprobado las distintas materias durante el ciclo 2020. Y ahora, el Gobierno de la Ciudad viene a decir que hay que volver a la actividad docente, a las clases presenciales el 17”, expresó. Semáforo en rojo, no avanzar “Ahí, ya empieza a surgir un problema porque no se pueden superponer dos ciclos. El ciclo 2020 no terminó todavía, porque es de marzo a marzo. Y el tiempo que nosotros habíamos previsto para evaluar y ver si habían aprobado o no las materias, o si había una promoción o una acreditación de un grado, o de un año a otro, ahora de repente nos dicen que tenemos que volver bajo condiciones epidemiológicas que son inaceptables. Y no porque lo diga yo, una mamá o un docente, sino porque hay un semáforo epidemiológico que indica justamente que la Ciudad de Buenos Aires, y hablo de ella porque es lo que conozco, está en rojo. Entonces, no podemos avanzar cuando un semáforo está en rojo. Se mezclan varias cosas, la desorganización por un lado, el apuro por volver a la presencialidad cuando hay un semáforo aprobado por el Consejo Federal de Educación en octubre del año pasado”, explicó. Exigencia de las familias Cohen enumeró una serie de exigencias que fueron elaborando desde la organización: “Creemos, el colectivo Familias por un Retorno Seguro, que en este momento las clases deberían ser virtuales. Y que tanto el Gobierno nacional como el porteño deberían proveer el equipamiento necesario para la conectividad con las netbooks. Por otro lado, tal vez puedan pasar de dos a tres meses hasta que todos estemos vacunados, y mientras tanto tenemos que seguir preservándonos. Además, desde Ciudad lo que se está planteando es una presencialidad absoluta. En otras provincias, hablan de un sistema mixto. Mucho se llenan la boca de Dinamarca, de Alemania o de otros países del primer mundo, pero ninguno de ellos empezó la escolaridad de manera presencial a un 100 por ciento. Y todos los alumnos ingresaban en los mismos horarios”.  “Yo planteo lo siguiente: trabajo en una escuela donde hay 1.600 alumnos y 600 docentes Cómo hacés para tomarle la temperatura a las 7:45 para entrar, por ejemplo. Es imposible. La presencialidad todos los días es una utopía, o un disparate por decirlo suave. ¿Cómo hacés para mantener a todos estos chicos a un metro y medio de distancia? Otra cosa que tampoco puede ser admitida, que es la confusión, no sé si adrede o por desconocimiento por parte de la ministra (de Educación porteña, Soledad Acuña) que dice que los grados o los cursos son burbujas. Porque es algo completamente distinto. El año pasado cuando se hizo la revinculación, que fue absolutamente recreativa y fue un fracaso, porque los chicos y las familias después se dieron cuenta de que no era el momento y que además ellos seguían educándose virtualmente. Porque tenemos que tener esto presente: el año 2020 fue el año en que docentes, padres y alumnos aprendimos qué es la educación virtual. Yo lo aprendí en el momento, nadie me explicó nada, nos fuimos empapando con lo que teníamos a mano. La burbuja del año pasado, fue un grupo de chicos y un docente que iba, hacía una actividad recreativa, una o dos veces por semana, y listo. Ahora, yo que trabajo en escuela secundaria y mi hijo concurre a una, donde 11 docentes van a entrar a un curso. Eso ya no es una burbuja. Porque una burbuja es un aislamiento. Y si yo tengo 11 cursos por semana, tengo a 300 alumnos entrando y saliendo. Y otros 20 profesores van a hacer lo mismo. Eso ya serían clases normales. En este contexto no se puede volver”, continuó. “Necesitamos que se vuelva a garantizar que los padres y madres de alumnos menores de 14 años puedan estar teletrabajando. Y de esa manera acompañar también a sus hijos, y que la educación pueda ser virtual. En el mientras tanto nos están obligando todos: padres, madres y docentes a que volvamos a una presencialidad en la que sentimos que estamos yendo más a un matadero que al disfrute. Porque el ir a una escuela e ir una clase tiene que ser un disfrute, tiene que ser placentero. Cómo va pasar esto cuando los chicos van a tener que ir y estar sentados a un metro y medio de distancia y permanecer con barbijo durante cuatro horas”, detalló la integrante de Familias por un Retorno Seguro.   ¿En la vanguardia o en la retaguardia? La docente se refirió a las razones por las que cree que el Gobierno pretende que se vuelva a las

En diálogo con el programa radial Hasta que vuelvan los abrazos, Patricia Pines docente e integrante del colectivo Vacantes para Todes, expresó su preocupación por un fallo judicial que atenta contra el acceso a las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires, y que agravaba aún más la falta de vacantes que se viene sucediendo en el último tiempo. Un revés judicial abre una luz de esperanza. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Tiempo Argentino A finales de diciembre del 2020, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) falló contra las familias que reclaman una vacante para sus hijos e hijas en las escuelas públicas. Además, había declarado inconstitucional que se exija a las autoridades porteñas la obligatoriedad de las vacantes y  determinaron que solo debían hacer el reclamo por la vía judicial aquellas personas que no puedan abonar la matrícula en la educación privada. Un pequeño giro en la justicia podría revertir la situación. Una luz de esperanza Al cierre de esta nota, el colectivo Vacantes para Todes sacó un comunicado donde se expresa con esperanza:  “En un fallo con perspectiva de género el Dr. Darío Reynoso, Juez a cargo del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario de C.A.B:A. Nº 24 secretaría 47 reconoció y protegió los derechos de una mamá a cargo de manera exclusiva de su hijo. Hizo una combinación de artículos de los Tratados Internacionales incorporados en la Constitución Nacional a fin de hacer reales, es decir, operativos los derechos humanos y sociales para esta mamá y su niño. También tuvo presente el artículo 24 de la Constitución de C.A.B.A. en cuanto a la perspectiva de género. El fallo describe la vida de una mamá sola y pone en evidencia la discriminación, el trato desigual a la hora de salir a trabajar, la dificultad de acceder de manera igualitaria a la oportunidades y el distinto trato que genera el estar a cargo exclusivamente de un hijo. Demuestra que se combinan todas variables insalvables para redundar en pobreza y exclusión de la mujer de ámbitos vitales y productivos”.  Por otro lado, aclaran: “Se aplicó conjuntamente la Convención de Derechos del Niño/a y Adolescente y la Convención Contra toda forma de Discriminación hacia la Mujer. Como resultado se cumple el sueño de acceder a una vacante”.  Mencionan que el Estado es responsable de asistir a las familias en cuanto a políticas públicas que aseguren poder criar, escolarizar, construir aulas, formar docentes con sueldos acordes a la importante tarea de educar, y del diseño de políticas públicas que favorezcan a la mujer.Y finalizan: “Esto permite vislumbrar una legítima demanda de la justicia a Horacio Rodríguez Larreta, el principal responsable de que estos derechos se vean vulnerados sistemáticamente y desde hace años en su gestión a cargo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”. Otra vez sopa: cada vez más, menos vacantes “Vacantes para Todes en las escuelas públicas es un colectivo de familias, docentes, miembros de distintas agrupaciones, personas independientes, que desde hace siete años viene luchando por la construcción de escuelas en la Ciudad de Buenos Aires, y denunciando que la situación de las familias que quedan en lista de espera cada año se va agravando”, comenzó explicando Patricia Pines, integrante del colectivo Vacantes para Todes.  “Es cada vez mayor el número de familias afectadas. En 2013, cuando se implementó el sistema de inscripción online en la Ciudad, era ministro Esteban Bullrich y reconocía entre 7 mil y 9 mil niños, niñas y jóvenes que quedaban fuera del sistema educativo. Y ya para el 2020, si bien el Ministerio de Educación de la Ciudad se niega sistemáticamente desde el 2016 a entregar cifras concretas del resultado de las inscripciones, pudimos acceder a ellas y constatar que son alrededor de 15 mil niños, niñas que se inscribieron y quedaron en lista de espera. Y otros 15 mil más asisten a los Centros de Primera Infancia (CPI). Que no son escuelas, porque no dependen del Ministerio de Educación, dependen del Ministerio de Desarrollo Social”, detalló. La justicia “Hasta ahora el colectivo venía haciendo amparos gratuitos para las familias con un conjunto de abogados y abogadas que dentro de todo era el único ámbito, en el poder judicial, donde encontraban las familias afectadas algún tipo de respuesta favorable. Dado que hemos ido numerosas veces a la Legislatura, se presentaron distintos proyectos de construcción de escuelas que nunca se trataron, que no recibieron adhesiones de ningún otro bloque más que del Frente de Izquierda que fueron quienes lo presentaron consecutivamente todos los años. Sabemos también que el Ministerio de Educación viene subejecutando partidas para infraestructura escolar hace años y el presupuesto educativo, incluso para este año (2020), es uno de los más bajos de la historia. En el poder legislativo y ejecutivo, no hay ningún tipo de respuesta favorable para esta problemática. Nosotros habíamos llevado más de 700 amparos dentro del colectivo, más todos los que se hacen por fuera de él, de familias que vienen reclamando en los últimos años”, aclaró la integrante de Vacantes para Todes. Certificado de pobreza, ¿será obligatorio? “Ahora el Tribunal Superior de Justicia dictaminó que las familias ya no van a tener este derecho de poder reclamar por algo constitucional vulnerado de sus hijos e hijas por no poder acceder a la escuela pública. Y solo podrán hacerlo aquellas familias que demuestren, suponemos a través de ANSES, un certificado de pobreza. Este fallo, además de ser escandaloso y aberrante, atenta básicamente a la pluralidad de las escuelas públicas que conocemos desde su formación. Si hay que caracterizar a las escuelas públicas es por la heterogeneidad de los grupos, las clases sociales que asisten a las escuelas. Las familias más vulnerables y sus hijes pueden vincularse con familias trabajadoras, con familias más pudientes. La escuela pública iguala en ese sentido, e incluye a todas las personas independientemente de sus orígenes, prácticas religiosas, nacionalidad, condiciones económicas, culturales o de otra índole”, planteó. Por último, Pines aseveró: “Esto es sumamente alarmante, esperamos