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  Tristeza, dolor, angustia, bronca. Algunas de estas sensaciones, entre otras, se notaban a simple vista frente a la vivienda de alquiler de Barracas en la que fueron atacadas 4 personas por ser lesbianas. Que Pamela, Roxana y Andrea hayan muerto, vuelve irreversible algo que nunca debió haber ocurrido. Pero sucedió. Entonces, tristeza, dolor, angustia y bronca, no alcanzan para describir. Quizá las fotos ayuden un poco más. Fotos: Emiliano Rojas SalinasEntrevista: Luis Angió  

El Comité Ejecutivo de Lucha Contra la Trata y Explotación de Personas se encargaba de intervenir en pos de la restitución de derechos para las víctimas y sobrevivientes de esta problemática. El Gobierno de Javier Milei decidió desarticular el organismo que funcionaba hace 12 años y despedir a sus trabajadores y trabajadoras. Patricia Gordon, excoordinadora del Comité, habló con La Retaguardia acerca de las tareas que llevaban a cabo y de las consecuencias que traerá su desmantelamiento para las víctimas y sobrevivientes. Redacción: Valentina MaccaroneEdición: Pedro Ramírez OteroFoto: Valentina Maccarone / Archivo La Retaguardia Hasta el martes pasado, las nuevas estructuras ministeriales no habían asignado responsables para integrar el Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas. Ese día, a partir de una publicación en la cuenta de Instagram del  Ministerio de Seguridad de la Nación, se hizo público que la nueva directora operativa es Verónica Toller, investigadora y periodista especializada en la problemática. Sin embargo, el organismo cuenta con más de 30 personas despedidas y sus tareas quedaron desarticuladas desde el inicio del Gobierno de Javier Milei.  El Comité fue creado a partir de la sanción de la Ley 26.842/12 (Prevencion y sanción de la Trata de personas y asistencia a sus victimas), junto con el Consejo Federal para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas.  Desde entonces, la principal función de este organismo fue la coordinación con agencias del ámbito nacional y provincial y con las organizaciones de la sociedad civil para la prevención, combate y asistencia a las víctimas de trata sexual y laboral. En ese sentido, las tareas fundamentales del Comité fueron planificar y ejecutar políticas públicas para víctimas y sobrevivientes de esta problemática. Fundamentalmente, se basó en planes bienales que contenían acciones en distintos ejes: prevención, asistencia, persecución del delito y fortalecimiento institucional. Había un delegado o delegada por provincia, que trabajaban junto a un equipo técnico, una dirección, una coordinación. “Favoreció al hecho de que la trata ocurre cuando las condiciones están dadas, cuando hay connivencia con el delito. De esta manera, se trabajó de una forma mucho más dinámica y territorial, con delegados que conocían ese territorio y que iban acompañando no solamente lo que tiene que ver con la asistencia y trabajando articuladamente con cada punto focal de cada provincia, sino también fue de mucha utilidad el hecho de quien conoce el territorio, conoce qué pasa en ese territorio. Esto ha servido mucho para la detección de casos de trata que por ahí en otro momento no eran tan visibles”, dijo Patricia Gordon, excoordinadora del Comité. “Nos parece importante resaltar que seguramente faltaba avanzar en muchas cuestiones, pero el hecho de que se hayan rescatado durante esta gestión 5.200 personas que han sido víctimas de este tipo de delitos y que muchas de ellas hayan recibido todo esto que estoy contando en relación con las políticas públicas existentes”, señaló Gordon. Algunos de esos aportes, en el marco de distintos niveles de asistencia, inmediata y a largo plazo, estuvieron con vinculados con la inclusión laboral a través del Programa Reparar Derechos del Ministerio de Trabajo, el Programa Acompañar del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, las ayudas a través de Desarrollo Social, el acompañamiento terapéutico con el trabajo conjunto con la Dirección Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud, brindar soluciones habitacionales en convenio con el Ministerio de Desarrollo y Hábitat, entre otros. “De la gestión del 2020 al 2023, se trabajó fundamentalmente en ejes que tienen que ver con lo que nosotros consideramos que es la restitución de derechos para esas víctimas de trata”, dijo la excoordinadora. Y agregó: “Estas han sido políticas públicas novedosas y necesarias para que podamos pensar en lo que es la restitución de derechos”. Además, en el eje prevención, el Comité realizó capacitaciones y espacios de formación a través de mesas interinstitucionales en todo el país y en los territorios de frontera. “La conformación de este Comité en esta gestión que hemos realizado durante todos estos años dejó de ser una oficina ubicada en CABA desde la cual se miraba como pasaba la trata por la ventana, por decirlo de alguna manera”, planteó Gordon.  Acerca de la continuidad de las tareas que desarrolló el Comité, sostuvo: “Son todas instancias que me parece importante destacarlas, pero también decir que todo esto ya no está, porque la mayor parte de estos ministerios ya no existen y porque estos programas quedaron a mitad de camino. A raíz de los despidos de todos los delegados y delegadas, coordinadores, el director, este Comité prácticamente podemos decir que ya no existe”.  Reestructuración en el Ministerio de Seguridad: contra las recomendaciones internacionales Actualmente, la ley vigente (26.842) indica que el Comité Ejecutivo debe funcionar bajo el ámbito de Jefatura de Gabinete y debe estar integrado por un representante del Ministerio de Seguridad, uno del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, uno de Desarrollo Social y uno del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. A partir de las modificaciones estructurales o renombramientos que atravesaron los ministerios, se dejó al Comité sin una definición clara sobre las acciones a tomar y las instituciones responsables de su funcionamiento.  Además, en febrero de 2024, el Comité fue transferido al ámbito del Ministerio de Seguridad. “Era un organismo que dependía de la Jefatura de Gabinete de Ministros, porque era un organismo interministerial. Fue por un decreto trasladado a lo que sería la órbita del Ministerio de Seguridad y esto, consideramos nosotros, que es un gran problema”, indicó la excoordinadora.  Esta decisión contradice las recomendaciones y protocolos internacionales de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional Internacional. Allí, desaconsejan que las fuerzas de seguridad tengan el monopolio en la lucha contra la trata de personas, ya que es un delito federal y transnacional. Al respecto, Gordon señaló: “El hecho de que un organismo que por ley debe tener

La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), junto a Amnistía Internacional, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), EcoFeminita, Fundar y FES Argentina, realizaron un informe que analiza el presupuesto nacional destinado a políticas públicas de género en los primeros meses del gobierno de Javier Milei. Además, lo compararon con el de la gestión de 2023.  Redacción: Agustina Sandoval LernerEdición: Pedro Ramírez OteroFoto de portada: Natalia Bernades / La RetaguardiaFotos: Informe ACIJ – ELA “El gasto en las políticas públicas que según el propio Estado apuntan a reducir la desigualdad de género fue, en lo que va de 2024, un 33% más bajo que el año pasado. Este ajuste es incluso más fuerte que el que sufrió el presupuesto nacional total, que fue del 24%”. Así comienza el duro informe publicado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA).   ¿Qué son las “políticas públicas destinadas a reducir la desigualdad de género”? Los instrumentos legales, la Constitución Nacional con sus Tratados Internacionales ratificados por nuestro país, y con jerarquía constitucional, las leyes, los decretos, protocolos, reglamentaciones, e infinitas disposiciones que regulan la violencia de género apuntan a una activa participación del Estado como principal responsable de esta problemática.  Además de conceptualizar qué es la violencia de género, con sus tipos y modalidades, es importante recordar qué indican acerca del rol estatal.  El Estado argentino está obligado por normativa nacional e internacional a aplicar políticas públicas para erradicar las relaciones desiguales de poder. Algunos ejemplos de estas políticas son promover la concientización de esta problemática, informar, educar. Esto, llevado a la práctica, puede traducirse en fomentar el acceso al empleo, otorgar subsidios económicos, acceso a tratamientos psicológicos, entre otros. Un ejemplo clarísimo es la creación en 2020 del Programa Acompañar, mediante el decreto 734/2020. Programa que brinda un apoyo económico, estipulado en un Salario Mínimo, Vital y Móvil, durante seis meses, además de acompañamiento psicológico. Lo que surge del documento de la ACIJ y ELA es que “se observa desfinanciamiento en todas las aristas del presupuesto con perspectiva de género. Entre ellas, cabe destacar aquellas que garantizan pisos mínimos de protección social ―como la AUH y las moratorias previsionales―, las que sostienen espacios de cuidado ―como los jardines infantiles y los centros de primera infancia―; y las que permiten a las personas en situación de violencia contar con atención, contención, asesoramiento y asistencia económica ―como la Línea 144 y el Programa Acompañar―”. No es de extrañar. Las personas que seguimos de cerca las políticas del Estado en relación a la violencia de género, sabíamos qué iba a suceder cuando Javier Milei asumiera la presidencia.  No perdió el tiempo. El 10 de diciembre de 2023 fue disuelto el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, mediante la Ley de Ministerios, dentro del Decreto 8/2023.                               Actualmente, existe (y no está claro qué función cumple) la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género. Lo único que aparece en el sitio web oficial del Ministerio es un cartel que indica: “Estamos actualizando los contenidos del sitio en el marco de la implementación del Decreto 8/2023” y un aviso de comunicación a la Línea 144.     No la ven Es curioso (o no) cómo pueden asegurar que están ocupándose de una problemática que siempre existió, que en tiempos de crisis aumenta, simplemente poniendo en pantalla un aviso que dice: “Llamá al 144. Comunicate vía WhatsApp”, cuando, sin ir más lejos, en la órbita del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a fines de diciembre, fueron despedidas trabajadoras de la Línea 144 y de Centros Integrales de la Mujer. Si creemos que esta información es de difícil acceso o son datos que “sobrevuelan” o “circulan”, solamente ingresando a la página del Ministerio de Economía de la Nación, en la sección de Presupuesto Abierto, se encuentra el Seguimiento de gasto en género.  Casualmente, desactualizado, ya que sólo figura el Ejercicio 2023 de la Administración Pública Nacional.      Aun contra todo pronóstico, los programas que se encontraban a cargo del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, aparecen en el presupuesto del Ministerio de Capital Humano. “Aunque las asignaciones presupuestarias fueron prorrogadas nominalmente al igual que el resto del presupuesto, la baja en la ejecución del primer bimestre es mucho más marcada que en el presupuesto total, observándose caídas superiores al 50% en todos los programas”, indica el Informe de la CIJ y ELA.     Ni un paso atrás Haber reducido tan drásticamente el presupuesto nacional y haber desmantelado los programas dirigidos a las víctimas de violencia de género en tan sólo tres meses de gobierno, no da un panorama muy alentador sobre el futuro cercano. Siempre lo supimos. Pero no podemos, como sociedad hambreada y harta de la crisis socioeconómica, mirar para el costado.  Con esta información al alcance de nuestras manos, teniendo estos datos tan claros del desguace del Estado para con las mujeres y diversidades, es momento de gritar más fuerte que nunca, que no estamos dispuestas a movernos de este lugar de conquista de derechos. 

Pasados algunos días del masivo 8M, compartimos la experiencia de la caravana que la Red de Docentes, Familias y Organizaciones del Bajo Flores llevó a cabo en el barrio. En el Día Internacional de la Mujer trabajadora, marcharon contra el ajuste, la represión y el hambre. Karina Valobra, abogada e integrante de la Red, conversó con Tengo una Idea acerca de la jornada. Además, reflexionó sobre la multiplicidad de feminismos que conviven actualmente a nivel nacional. Entrevista: Graciela Carballo / Carlos Morchio / Nicolás RosalesRedacción: Nicolás RosalesEdición: Valentina Maccarone Fotos: Mariano Battaglia   La caravana del 8M del Bajo Flores comenzó en 2015. Se trata de una iniciativa de la Red de Docentes, Familias y Organizaciones del Bajo Flores. Allí, se formó un entramado comunitario que creció al calor de las luchas y solidaridades de la organización. En un principio con las denuncias de trata de personas, luego haciendo foco en la violencia institucional que sufren en el barrio y, finalmente, se sumó la militancia feminista.  Como todos los años, la caravana  pasó por diferentes postas dependientes de instituciones del Estado, donde se intenta educar y concientizar sobre derechos de género, disidencias, sexuales y reproductivos. Karina Valobra, abogada, docente, poeta e integrante de la Red habló acerca de esta octava caravana: “Se llevó adelante para expresar otras formas de poder acompañar esa manifestación (el 8M) que se da en el centro y que es verdaderamente importante que suceda. Pero, hay otros territorios en los cuales ese tipo de manifestaciones no siempre son posibles”. Además, sobre las mujeres que participan de esta marcha, indicó:  “A las mujeres del Bajo Flores llegar hasta ahí (al Congreso), no les resulta tan sencillo. En primer lugar, porque se trata de un paro internacional y eso ya supone un tipo de relación de trabajo. Muchas veces en barrios populares o en otras zonas rurales, no están dadas esas condiciones”. Esto sucede ya que en las economías populares no hay patrones para hacer paro. Entonces, explicó Valobra, la caravana es la forma de poder expresar  el Paro Internacional de Mujeres en un territorio concreto.    Caravana con postas como emblemas del barrio  La caravana tiene la particularidad de ir haciendo pausas para reflexionar mediante diferentes postas. En definitiva, el recorrido es como un mapa, donde distintas oradoras, representantes de las organizaciones participantes, fijan consignas que luego forman parte de un documento colectivo. “Este año se eligieron los comedores o centros de salud, precisamente, porque se estaban dando cuenta de la emergencia que se está produciendo en materia sanitaria y en materia alimentaria. Pero otros años también hemos pasado por lugares en donde se habían producido muertes en manos de las zonas liberadas de la Policía y la Gendarmería”, relató la integrante de la Red.    El territorio en el barrio “En estos barrios populares hay una segmentación territorial muy marcada por cuestiones vinculadas no solamente a la forma en que se distribuye el espacio en la ciudad de ricos y pobres, de edificación formal o informal, villa miseria y zonas residenciales, sino también por un montón de fronteras simbólicas, atravesadas por el racismo, por las situaciones de migración que muchas familias transitan, por diferentes formas de violencia en el territorio que están dadas en las calles o como la violencia institucional”, dijo Valobra.   En relación con esto, la abogada refirió que “hay como una liberación de zonas para algunas cosas y una sobre representación de fuerzas de seguridad para otras”. Además, consideró: “Es absolutamente selectivo y, también, se lleva vidas y hace a las condiciones en las cuales la gente tiene que llevar así su existencia y organizar su vida en el medio de una incertidumbre en donde las madres tienen que ir a buscar a sus hijos de 18 años a una parada de colectivo, porque la liberación que se hace de las zonas deja expuestos a los trabajadores, a los estudiantes, a las pibas, a todo el mundo”.   Otro feminismo con las voces del Bajo Flores Acerca de cómo atraviesa el feminismo a la Red, la integrante definió:  “Hay divisiones dentro del feminismo. No hay un solo feminismo. Nos parece que hay cuestiones que son transversales, pero que la forma que cobra en la condición de cada mujer es totalmente distinta”.  Asimismo, Valobra contó: “En nuestro recorrido de la caravana, cada vez a lo largo de los ocho años, fue produciéndose un fenómeno que verdaderamente nos parece lo más óptimo para lo que nos propusimos cuando se creó esta red. Es que las mujeres del barrio, las que habitan, las que sostienen el cuidado comunitario, los comedores, las que van al frente todo el tiempo, las que sostuvieron la reproducción de la existencia durante la pandemia, han ganado voz”. La abogada,  al mismo tiempo, dijo: “Ya hoy por hoy, no somos las universitarias ni las feministas más ilustradas las que hablamos en las postas que se hacen a lo largo de la caravana, sino que son las mujeres que justamente hacen el feminismo en lo cotidiano. Y no solamente eso, sino que a su vez se sumó el hecho de que, en esta apropiación que se fue dando, también se producen discursos en aimara y  quechua, en las lenguas originarias de estas mujeres que también son causa de discriminación y de humillación, incluso dentro del propio barrio”.  En ese sentido, Valobra consideró: “La construcción de esta caravana no solamente tiende a dar una señal hacia afuera de un feminismo que no es el feminismo del centro, como a veces un poco en broma lo llamamos, sino que es un feminismo construido desde una territorialidad. No es el único. Hay diferentes expresiones de esa forma de construir el feminismo y que muchas compañeras también luego van a la movilización del centro”.  Cuando el hambre no puede esperar Para finalizar la caravana, realizaron una olla popular que le dio de comer a más de 2 mil personas como forma de visibilizar el trabajo dentro de los comedores. Al respecto, a modo de cierre, Valobra se

Las Juanas, una herejía cósmica es una obra de teatro protagonizada por Agustina Toia, que recorre diferentes momentos y circunstancias que atravesaron ocho mujeres  disruptivas de sus tiempos. Toia, quien también dirige la obra junto con Severo Callaci, conversó con La Retaguardia acerca de la creación y puesta en escena, y la importancia de recuperar “los legados de libertad, fe y lucha” de estas mujeres.  Redacción: Valentina MaccaroneEdición: Pedro Ramírez OteroFoto: Instagram Compañía Toia & Callaci Juana Manso, Juana La loca, Jeanne d’Arc, Juana Azurduy, La Papisa Juana, Giovanna Marturano, Juana de Ibarbourou y Sor Juana Inés de la Cruz. Ocho mujeres, cada cual con su lucha en distintos momentos sociohistóricos. En Las Juanas, una herejía cósmica, Agustina Toia protagoniza y dirige, junto con Severo Callaci, una obra que nos lleva a conocer la vida de estas mujeres. “Cada una de estas Juanas tuvo que afrontar el poder, el machismo y el patriarcado de diferentes maneras para poder torcer sus destinos”, las presenta Toia. Así, en esta tragicomedia vemos a estas mujeres que son herejes de sus contextos, ya que buscan más allá de lo permitido, confrontan el orden establecido y apuestan a algo distinto. Además, la directora señala que lo “cósmico” de la obra se relaciona con “lo universal, esa memoria histórica que viaja en nuestra sangre, que todas llevamos dentro, que nos emociona a todos”.  Las Juanas, una herejía cósmica se puede ver todos los sábados de marzo en La Carpintería Teatro (Jean Jaures 858). —¿Por qué Juanas? —Juana es un nombre poderoso como punto de partida para hablar de nosotras. Una vez, una mujer me dijo “Todas somos Juanas”. Eso es lo que genera la obra, mucha emoción e identificación, no solo en las mujeres. Retomamos la vida de estas mujeres, pero para dar un salto más grande, como fuerza inspiradora. No es una obra histórica-documental, es una obra viva. —¿Cómo fue el proceso de selección de estas ocho Juanas?  —Las Juanas están en mí desde siempre. Desde que era niña, cuando mi abuela del campo me recitaba de memoria las poesías de la Ibarbourou o de Sor Juana Inés de la Cruz: “Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpais…”.  La elección de las Juanas tiene que ver, además, con mi propia experiencia de vida como mujer. Eran ideas que las venía sintiendo hace mucho. De a poco las empecé a tejer, como las Juanas se van tejiendo a sí mismas durante el espectáculo por medio del vestido blanco. Cada Juana tiene algo muy importante que contarnos. La obra atraviesa varias épocas y siempre va cambiando. La Papisa pudo camuflarse muy fácilmente siendo mujer en el 800: se cortó el pelo, se fajó las tetas, aprendió un par de idiomas y ya nadie dudó de que era un hombre. Así vivió y llegó a ser “el primer papa con tetas”, como decimos en la obra. Era impensable que una mujer del 800 hable otro idioma que no fuera el propio. La mujer estaba condenada al recinto de las cuatro paredes de su casa.  —¿Cómo fue la experiencia de ponerle el cuerpo a estas mujeres?  —Fue un desafío muy grande, pero muy hermoso. Cada Juana está en un momento diferente de su vida y en una época y un lugar muy diferente. Plazas, cementerios, campos de batalla, claustros, habitaciones, torres. Son ocho cuerpos, ocho voces y ocho energías diferentes. Hay quien habla siendo apenas una joven, como la de Arco, que se disputa entre la hoguera y la vida. Otra regresa de la muerte, como La Papisa, que sale indignadisima de la tumba al haber sido enterrada como hombre. Otra está ya muy anciana en sus últimos días de vida. Construir todas esas voces y esos cuerpos fue mucho trabajo. Para anclarlas físicamente, por ejemplo,  me quedé todo un día siendo la Giovanna Marturano: salía a buscar leña y cocinaba todo como si fuera una anciana de 93 años. Otro día me quedé con La Loca, encerrada entre cuatro paredes. Y así, iban llegando esas mujeres, al invocarlas entre sí. Toia contó además cómo trabajaron junto con Callaci, compañero y director de la obra: “Algo que también nos ayudó a construirlas fue haber podido ir a sus lugares y acercarnos lo más posible a sus vidas. Una vez de gira por México fuimos a visitar el claustro de Sor Juana, donde vivió sus últimos años. También fuimos a la Plaza de Rouen, una pequeña ciudad medieval francesa, que aún conservaba algunas fachadas del 1400, donde quemaron a Juana de Arco. Hasta el Vaticano fuimos siguiendo las huellas de La Papisa y su historia. Todo esto ayudó mucho para la organicidad y la naturalidad de la escena a la hora de ponerle el cuerpo”. —La obra trabaja con distintos elementos cargados de simbolismo, principalmente, el vestido que usan todas las Juanas de distintas formas. ¿Cómo pensaste esas capas de significado en objetos “simples”? —A mí me gusta el desafío en el teatro, y en la vida también, de poder hacer lo máximo con lo mínimo. Es una premisa que en el teatro abre las puertas al juego y la imaginación. Además, como compañía viajamos por todo el mundo. Así que todo debe caber en una valija. En este caso, el espíritu de la obra es de mutación y transformación permanente. Todo tiene ese espíritu: la escenografía, el vestuario, los objetos escénicos. Todo va creciendo y resignificándose en la obra mientras transcurre. Y esa es la magia del teatro también para nosotros, que lo abordamos desde lo físico. Solo queda lo esencial.  —¿Cómo considerás que atraviesa “la locura” en las historias que se recuperan en la obra? —La mujer no tenía permitido opinar, manifestarse, ni mucho menos enojarse o ponerse a discutir. Solo asentía con la cabeza a los discursos, las opiniones e ideas de sus hombres (hijos, maridos, padres). Pero, cuando una mujer entraba en debate, se la callaba, se la colocaba en ese lugar de la “loca desquiciada”,

En el Día Internacional de la Mujer, compartimos un fotoinforme de la movilización al Congreso en la Ciudad de Buenos Aires, acompañado de una reflexión sobre la repercusión del contexto sociopolítico actual en las mujeres y disidencias.  Redacción: Agustina Lerner Sandoval / Valentina Maccarone Edición: Pedro Ramírez OteroFotos: Natalia Bernades / Barbara Barros / Antú Divito Trejo Un 8 de marzo en el que se cumplen tres meses de la asunción del gobierno de Javier Milei. Parece que fueron tres años, pero fueron solo 89 días. Un nuevo Día Internacional de la Mujer que se transita con el empuje de siempre, pero quizás esta vez incluye más consignas de las que veníamos acostumbradas a sostener para esta fecha. Se torna necesario, una vez más, remarcar la importancia de un Estado que garantice el acceso al aborto seguro, legal y gratuito, que garantice líneas telefónicas y atención presencial de asistencia a las víctimas, y que garantice el acceso a la información acerca de la problemática de la violencia de género. No. Esos derechos no. En cambio, sí parece necesario y urgente prohibir el lenguaje inclusivo, cerrar el INADI, quitar el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, y con ello desfinanciar herramientas sociales y económicas para las víctimas, como el Programa Acompañar.  Hay un ataque sistemático y constante desde diciembre. Parece que la “disruptiva” promesa de campaña de que la motosierra iba a terminar con la casta, en realidad se refería a barrer a toda política pública que tienda a brindar información y concientización sobre las relaciones de poder, entre otras necesidades sociales. Durante febrero, distintas asambleas transfeministas se fueron preparando para este día y todos los que siguen con este gobierno que no cesa en sus ataques. Las asambleas se desarrollaron en los barrios, en los gremios, sindicatos, con juntadas en las plazas o casas.  Algo es claro: nos tienen miedo. Temen el cuestionamiento y la rebeldía. Temen ese poder que tenemos. El poder de llenar las calles ante la violencia sistemática, el poder de la conquista de derechos. También temen a la hermandad, la sororidad, a las redes que tejemos. A la organización. Frente a semejantes ataques a los derechos de las mujeres y disidencias, estamos más posicionadas que nunca. No estamos dispuestas a dar ni un paso atrás. No estamos dispuestas a volver a doblegarnos. Nunca más. Ellos avanzaron, pero nosotras no retrocedemos. 8M 2024 Congreso de la Nación Foto Natalia Bernades

A 14 años del asesinato de Natalia “Pepa” Gaitán, fusilada de un balazo por el papá de su novia, este 7 de marzo en la plaza del Congreso se presentó un proyecto de ley para que se reconozca la fecha como “Día de la Visibilidad Lésbica”. Texto: Eva AmorínFotos: Natalia BernadesEdición: Pedro Ramírez Otero/Valentina Maccarone En tiempos en que el vocero presidencial Manuel Adorni anuncia la supresión de las identidades con “E”, se pretende disolver el INADI y borrar la perspectiva de género, el proyecto es una forma de disputa para afirmar que “les lesbianes existimes” (todo con E). Así lo presentaron desde la Red de Organizaciones y Autoconvocades de Argentina, autoras del proyecto. El proyecto de ley impulsa que se reconozca el 7 de marzo para promover la visibilidad de las lesbianas y terminar con las situaciones de discriminación y violencia que atraviesan. En esta fecha desde 2011 se realizan acciones en todo el país. Este proyecto fue presentado por el diputado Esteban Paulón y acompañado principalmente por Mónica Fein (Partido Socialista), Margarita Stolbizer (GEN) y el bloque completo del Frente de Izquierda y Trabajadores Unidad (FIT-U).  En la Plaza de los dos Congresos se realizó el pasado jueves  por la tarde una “ranchada lésbica” en la que estuvieron presentes, además de la Red de Organizaciones y Autoconvocades de Argentina, Identidades lésbicas contra el fascismo, Lesbianas por vínculos libres de violencia, Sueños de mariposas, Potencia Intersex y Lesbianxs Dark en resistencia, entre otras organizaciones.  Escritos a mano, colgados de la reja del monumento, podían leerse carteles que decían: “Amarme con lesbianas no me salvó la vida pero sí la ternura”, “¿Dónde mierda está Tehuel?”, “La normalidad apesta” y “Alicia CAF presente (1955-2020). El Estado es responsable”.  Son las siete de la tarde en la Plaza de los dos Congresos y todavía no oscurece. En el micrófono se van terminando las canciones. Se repasa la historia de Pepa Gaitán, la lucha por la absolución de Pierina, el alerta ante la criminalización creciente de las disidencias sexuales.  Una ronda grande de risas, abrazos, caricias, besos y lenguas cierra la ranchada de este año, día en el que en el país se lucha, de forma erótica, política y potente por la visibilidad lésbica. Aquí, participantes de la ranchada reflexionan en primera persona sobre la situación de las lesbianas en la Argentina.  Claudia Castro: “Saber que existen otras formas de afecto”  “El primer proyecto para tener un día de la visibilidad lésbica lo presentamos desde La Fulana en 2012, porque queremos que las niñeces sepan de la existencia lesbiana. Nos dicen “las están adoctrinando para que sean lesbianas” y, en realidad, se trata de tener la chance de poder saber que existen otras formas de afectos”, cuenta Claudia “Kerana” Castro, integrante de la Red de organizaciones y autoconvocades de Argentina. Claudia se autodefine como “lesbiana, marrona y trabajadora del INADI en lucha”.   ―En el 7 de marzo se realizan actividades desde hace más de diez años, ¿por qué presentar ahora el proyecto? -―Estamos en un momento muy complejo. El odio se está retroalimentando de viejas recetas que espantan. Hay una necesidad imperiosa de muchísimos derechos a los que no accedemos como lesbianas. El día de la visibilidad lésbica tiene que ser un derecho de todas las lesbianas para terminar con situaciones horribles que viven desde la niñez. ―¿Por ejemplo? ―Como Red nos parece importante empezar recordando lo que le pasó a la Pepa y que hoy sigue pasando. Seguimos escuchando de violaciones correctivas como la que vivió Higui. Y hace un tiempo me llamó una compañera de Corrientes: sus padres evangelistas la hacían comer aparte de la familia por ser lesbiana. La tenían encerrada. Es un momento de defender nuestra memoria lesbiana, de defender la ESI (Educación Sexual Integral).  Soy una luchadora del 2001 y en ese momento nos salvó la retroalimentación de lo que producíamos entre nosotras. Ahora necesitamos estar muy juntas también. Cami Lujan: “India y lesbiana son insultos que transformamos” “Trabajamos nuestra identidad lésbica con nuestra identidad india. Somos indias lesbianas”, se presenta Cami Luján, integrante de la organización Harpias, de Salta. Y cuenta que son la única organización lesbiana de esa provincia. “La posibilidad de tener una ley de la visibilidad lésbica empodera a nuestras compañeras indias lesbianas en el norte que tiene a las mujeres y a las niñeces como territorios de uso. Atravesadas por violaciones, por el mal llamado chineo”. ―¿A qué se llama “chineo”? ―Es una forma de disfrazar las violaciones sistemáticas por parte de los patrones a las niñas y mujeres que trabajan las tierras. Ellos tienen a las niñas y mujeres de las comunidades para su uso personal. Y la Justicia nunca está a favor de ellas, porque son amigos del poder y los policías también hacen uso de esas violaciones. ―¿Cómo se vive ser lesbiana en Salta? ―Hasta hoy se considera que es una desviación, una enfermedad, no es fácil ni siquiera estar en la calle de la mano. Además, se suma la cuestión de ser racializadas. ―¿Se suma la racialización por eso de que la provincia  es “Salta la blanca” dentro del Norte? ―Se usan “lesbiana” e “india” como insultos. Por eso reivindicamos estos términos, les quitamos su carga ofensiva y nosotras mismas nos llamamos con orgullo “indias lesbianas”. Y no es solo el machismo sino que somos antirracistas, antiextractivistas y reivindicamos a la pacha, somos tierra. ―¿Tienen antecedentes de lesbianas indias? ―Hemos hecho una búsqueda de lesbianas ancestras, que muchas veces se ven oprimidas y no pueden decir que son lesbianas. Y nos alientan a que nosotras salgamos de esa opresión.  Chiqui Conder: “Luchamos por la absolución de Pierina” Dice que viene siempre desde el primer 7M en 2011. Gabriela “Chiqui” Conder, abogada, lesbiana y feminista, tuvo a su cargo en la actividad de este año presentar quién era la Pepa Gaitán. “Sufrimos un montón de violencias por la invisibilidad, porque cuando una lesbiana se hace visible pasa lo de la Pepa Gaitán. Por eso tenemos este día de

Este jueves 15 de febrero a partir de las 18 y hasta la medianoche se realiza una jornada de arte y protesta por la absolución de Pierina Nochetti. La actividad es en Casa Cultural Pepa Noia (Brasil 444), frente al Parque Lezama, en la Ciudad de Buenos Aires. Foto de portada: Archivo Natalia Bernades / La Retaguardia Pierina Nochetti es una activista lesbiana, mamá de tres hijes y trabajadora municipal, que vive en Necochea. Está criminalizada, acusada de haber pintado un mural con la consigna “¿Dónde está Tehuel?” en una pared del anfiteatro de esa ciudad balnearia en 2022. El mural fue realizado por la Marcha del Orgullo, no obstante ella es acusada y enfrenta el próximo 6 de marzo un juicio en su contra. Pierina está en la Ciudad de Buenos Aires y ayer, en la asamblea preparatoria del 8M, explicó su situación. El proceso judicial es un caso testigo: “La causa puede sentar precedentes que criminalicen la protesta, limitando el derecho a lucha y a la libre expresión, de cualquier artista, cualquier persona LGTBIQ, cualquier persona que se movilice por alguna causa social”, advierten desde la Campaña Absolución para Pierina, desde la Secretaría de Género y Diversidad ATE CDN, la junta interna de ATE Cultura y desde Amnistía Internacional. https://youtu.be/FdQPRCvlZqc?si=x19aBeMJVkNZqP4O

Trabajadores y trabajadoras de Sitios de Memoria y del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad consiguieron que se firmaran sus renovaciones contractuales. Sin embargo, la precarización de tantos años no asegura la continuidad laboral ante un gobierno al que esa situación le cae ideal para su idea de cerrar ambas áreas. Entrevistas: Julieta Galera / Fernando Tebele / Pedro Ramírez OteroRedacción: Julieta GaleraEdición: Eugenia Otero / Pedro Ramírez OteroFotos: Archivo Natalia Bernades / La Retaguardia Más de 1.600 trabajadores y trabajadoras del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación negociaron a contrarreloj la renovación de sus contratos para garantizar su continuidad laboral en la transición hacia el nuevo gobierno que asumirá el domingo.El 31 de diciembre vencen los contratos temporarios de trabajadores y trabajadoras que sufrieron años de precarización ambos ministerios. Cada uno tiene sus particularidades y sus normativas de contratación, pero coinciden en que la mayoría de quienes trabajan allí tienen contratos transitorios que se renegocian en diciembre de cada año.La Secretaría de Derechos Humanos, con sus políticas de Memoria, Verdad y Justicia, y el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad son áreas que no tienen lugar en el organigrama que viene anunciando el equipo del presidente electo, Javier Milei. Que ninguna de las dos carteras haya iniciado conversaciones para la transición con referentes del gobierno entrante es una clara señal. Sorprende que la administración de Alberto Fernández en los últimos meses venga esquivando respuestas y dilatando decisiones que garanticen la continuidad de estas políticas de Estado y de sus trabajadores y trabajadoras, dejándolos en una situación de desamparo y vulnerabilidad. Luego de reunirse con el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, sin obtener una respuesta respecto a la renovación de contratos precarios del 90% del plantel, trabajadores y trabajadoras de los Espacios de la Memoria Atlético, Virrey Cevallos, Olimpo y Orletti, realizaron durante la mañana del martes una manifestación frente al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Allí le exigieron al ministro Martín Soria que firmara la renovación de 40 contratos con el fin de garantizar la continuidad laboral de quienes trabajan. La medida fue efectiva. Por la tarde comenzaron a llegar los contratos para ser firmados por los y las beneficiarias vía sistema informático.Algo similar ocurrió con los y las trabajadoras del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad. Mariela Sarlinga, del equipo de capacitación del Ministerio, dijo a La Retaguardia que alrededor de mil personas que tienen contratos de trabajo de planta transitoria y finalizan el 31 de diciembre tuvieron que exigirle una respuesta de la ministra, Ayelén Mazzina.Desde septiembre que las y los trabajadores de esta cartera vienen pidiendo que se les renueven los contratos. Un comunicado que el Ministerio le envío a las y los trabajadores por mail afirma que el gobierno no renueva los contratos porque “la firma de los contratos individuales queda sujeta a la aprobación del presupuesto y a la voluntad de la nueva gestión” porque “no se puede comprometer presupuesto que no se tiene”.“Nuestra ministra nos dijo que iba a ver qué hacen con esto. Esto le allana el camino a la gestión entrante para cerrar el Ministerio”, dijo Sarlinga. Pero a última hora de la gestión, finalmente los contratos fueron extendidos hasta diciembre de 2024 por Mazzina.Respecto al panorama que se avizora ante el anuncio realizado por el presidente electo, Javier Milei, acerca del cierre del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, Mariela Sarlinga señaló: “Si deja de existir el Ministerio, dejaría de haber una gestión que lleve adelante las políticas de acompañamiento a las víctimas de violencia de género. Se abandonaría el extenso trabajo que se está haciendo por la implementación del cupo laboral travesti trans. Se dejaría de hacer todo el trabajo que venimos haciendo hace cuatro años en torno a pensar las violencias adentro del Estado de forma transversal para que las políticas de género no sean algo encapsulado en un ministerio sino en conversación con todas las políticas estatales. Y cuestiones que tienen que ver con la implementación de la Ley Micaela o la Ley de Protección contra las violencias, que es la 26.485, quedarían totalmente naufragando”. El panorama de los Espacios de la Memoria también es de incertidumbre ante el nuevo gobierno, a pesar de la renovación contractual. Nelson, coordinador del área de prensa del Espacio para la Memoria Virrey Cevallos, declaró a La Retaguardia que la Mesa de Trabajo de los Espacios para la Memoria Atlético, Virrey Cevallos, Olimpo y Orletti debe “reorganizar alguna acción conjunta ya no relativo a lo contractual de los trabajadores sino a la función del sitio en un momento como este”. El trabajador dijo: “Hay que redoblar el trabajo, incidir más en lo cultural porque evidentemente ellos están dando una batalla cultural que están ganando. Es importante generar un estado de conciencia y lucha permanente. El desafío va a ser sostener las actividades de los sitios y tratar de financiarnos de alguna forma porque las políticas de vaciamiento se venían dando y ahora se van a intensificar. Tenemos que recuperar la autonomía de los Espacios de Memoria, que es lo que les permitía desprenderse de las lógicas de los gobiernos”.En la misma línea, Soledad Astudillo, coordinadora del Espacio para la Memoria Atlético, explicó que los Espacios de la Memoria que hoy son política de Estado, si dejan de serlo, van a seguir existiendo porque hay una red de contención barrial, de organizaciones de la sociedad civil, de sobrevivientes del terrorismo de Estado y de organismos de derechos humanos que recuperaron estos espacios y que “contienen y empujan todo el trabajo que se hace allí. Ahí está el fuerte de los espacios. Y (ellos) son los que los van a seguir sosteniendo”.

Con la protección del Newen de las lamngen del Wallmapu en la cabecera, la marcha del 36 Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries invadió de energía feminista las calles de San Carlos de Bariloche. Contra los discursos de odio, por territorios y cuerpos libres de toda opresión. Después de cada Encuentro se espera el próximo con más fuerzas y con la certeza de que hay mucho por cambiar. Juntas, diversas y con organización. Nos vemos en Jujuy. Fotos: Natalia Bernades/ Bárbara Barros/ La Retaguardia Esta cobertura del 36 Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries fue posible gracias a tu aporte y la organización de SiPreBA.