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Hacía varias horas que se sabía: no había vuelta atrás. Salía. Sería ley. Sería hoy. Sin embargo, después de tantos años de espera, era lógica también la desconfianza del final. Hasta ese momento en el que se anunció que la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo quedaba sancionada por el Senado. Recién allí explotó toda la euforia contenida, que había tenido durante la jornada forma de bailes, de gritos y hasta de algún abrazo inevitable. En ese momento de alegría incontenible, Viviana Mazur, médica generalista y militante cotidiana por el derecho al aborto de las mujeres y otras personas gestantes, se sumó a la vigilia de La Retaguardia. Explicó por qué la ley es un cambio profundo y a la vez planteó el desafío de hacerla cumplir. (Por La Retaguardia) 📷 Fotos: Natalia Bernades/Bárbara Barros/Virginia Chaile 🎤 Entrevista: María Eugenia Otero/Irene Antinori/Agustina Sandoval/Fernando Tebele 💻 Edición: Fernando Tebele ☝ Foto de portada: la euforia verde desatada a las 4:12 cuando tras el repaso voto por voto, se anunció el resultado final 📷 Natalia Bernades/La Retaguardia El momento previo al anuncio tan esperado.📷 Bárbara Barros/La Retaguardia  DESCARGAR “Es ley. Tenemos otro país. Tenemos otra situación para las mujeres y personas con capacidad de gestar que no van a tener que probar nada para poder acceder a lo que es un derecho: decidir sobre su cuerpo. Mañana vamos a ir a trabajar con la sensación que si una mujer que se sienta enfrente nuestro y nos dice que quiere interrumpir el embarazo, que está decidida, la podremos revisar, hacer una ecografía, hablar con ella y que si está de menos de catorce semanas será su decisión, yo no tengo nada que opinar, solo acompañar, cuidar y proveerle el mejor servicio de salud”, dice la médica generalista Viviana Mazur apenas minutos después de la sanción de la ley que garantiza definitivamente el derecho el aborto legal, seguro y gratuito. Mazur es una de las tantas profesionales que durante años hizo real que las mujeres y otras personas gestantes pudieran acceder a su derecho al aborto a través de las causales contempladas en el Código Penal desde 1921. Y garantizarlo no ha sido tarea sencilla. Por eso no duda cuando define sus primeras sensaciones: No podemos más de la felicidad”, aunque sabe que la lucha no terminó: “Ahora, que la ley sea realidad. Que haya disponibilidad de insumos y de servicios capaces de acompañar amorosamente con atención de altísima calidad. Un desafío enorme”. Todo objeto se puede transformar en una herramienta de lucha. El abanico auguraba vientos de cambio tras la enorme victoria del movimiento feminista que consiguió transformar en ley su demanda sostenida en el tiempo.📷 Virginia Chaile/La Retaguardia

Mientras los medios de comunicación tradicionales construyen un discurso de odio y un sector de la población hipnotizado por la televisión golpea cacerolas, en el segundo piso del edificio de la Mutual Sentimiento hombres y mujeres que recuperaron la libertad reconstruyen su vida entre costuras. Fotoinforme y crónica de una jornada de trabajo en la Cooperativa Textil Hombres y Mujeres Libres. (Por La Retaguardia) ✏ Redacción: Andrés Masotto 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Fotos: Andrés Masotto Mientras tomamos algo caliente para bancar el incipiente frío otoñal, Claudio Castaño cuenta, entre risas, el laburo que hacían y el que hacen ahora en la cooperativa: “Nosotros hacemos ropa. Conjuntos de jogging, buzos de egresados, guardapolvos. Y ahora nos pusimos con los barbijos”, detalla mientras responde mensajes en su celular. Y, como para dar cuenta de ese viraje en la producción, nos lleva hasta una de las salas del taller. Cinco mujeres están en plena costura. “Tenemos que coser 70 mil barbijos”, cuentan y se ríen como quien dice qué lindo día. Trabajan metódicamente, con prolijidad, pero sin la respiración de la patronal en la nuca. Es que Hombres y Mujeres Libres nació y se mantiene como una cooperativa. El germen empezó a crecer en la Unidad Penitenciaria de Marcos Paz. En una celda de una cárcel en la que, si sobrevivir es difícil, gestar algo nuevo lo es más. Recuperar la libertad después de haber estado en prisión es empezar de cero. Incluso peor. Si antes las oportunidades escaseaban, con antecedentes cualquier puerta entornada, cualquier haz de luz, se cierra y apaga definitivamente. “Perdés cosas que por ahí no recuperás más”, reflexiona Claudio con cierto abatimiento en los ojos. Durante toda la mañana y parte de la tarde quedará implícita en la conversación la importancia de tener algo al momento de recuperar la libertad. Un lugar a donde ir, un compañero o compañera, un trabajo, o al menos un plato de comida asegurado. Algo. Marcelo, socio fundador de la cooperativa, desfila de a ratos con una olla en la mano entre el baño y la cocina. Va y viene. Está recolectando agua para el guiso de lentejas y arroz que se servirá en el almuerzo. El aroma no se hará esperar mucho tiempo. Y el hambre tampoco. En un rincón hay una pila de bolsas con un cartel pegado que dice “donación para mujeres con arresto domiciliario”. Y Claudio, otra vez, comienza a relatar. Cuenta que si hay personas que la pasan mal, son las mujeres con arresto domiciliario, que se tienen que tapar la tobillera electrónica para conseguir un alquiler. La mayoría, con varios hijos e hijas, no tiene cómo darles de comer, entonces hay un montón con desnutrición. Dice que a veces las va a visitar y en algún momento le piden que se vaya a dar una vuelta porque tienen que atender a un cliente. Que nadie, pero nadie, se anima a hablar de ese tema. Sí se habla de “los presos”, sobre todo, desde el viernes 24 de abril, cuando internos del Complejo Penitenciario Federal -con sede en Devoto- realizaron una protesta para exigir medidas de prevención ante la pandemia. Ese genérico que reduce un mapa complejo y dinámico a una categoría (y a un estigma): presos. Para el mercado laboral un preso y una presa serán siempre delincuentes. Y en tanto delincuentes no merecen una oportunidad de trabajo. Ya fracasaron y no tienen arreglo. Pero eventos como el de Devoto -la cobertura mediática de eventos como el de Devoto, mejor dicho- machacan y exacerban a la audiencia. Y la audiencia reacciona ante el estímulo. Es esa construcción del enemigo que los Estados necesitan para justificarse, para justificar ciertos despliegues de fuerzas, cierto control. Y también lo necesitan ciertos sectores para aceptar esos despliegues y ese control. Nietzsche decía que “la diferencia entre el bien y el mal es que los buenos siempre somos nosotros”, y esa idea explica, entre otras cosas, lo que está sucediendo con los presos y presas. Durante el almuerzo surge el tema, que es ineludible. La postura de la mesa es clara y determina que son puras fake news. Incluso surge una hipótesis interesante. Una compañera de la cooperativa dice que no fue un error que liberaran a algunos condenados por delitos violentos, que fue una estrategia de la misma justicia para generar revuelo y así suspender todas las domiciliarias. No suena tan disparatado. Pero esas noticias falsas, con intencionalidad, despertaron al enano fascista que habita en el inconsciente colectivo. ¿Qué sienten cuando escuchan las cacerolas? Es la pregunta clave. Todos hablan de ellos y de ellas, pero pocos abren los oídos para escuchar sus voces sin juzgarles. Las cucharas y tenedores dejan de escarbar los guisos y sus miradas se cruzan. “Sentimos mucha angustia”.

Se realizó esta tarde la 5ª Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil. En distintos puntos del país, familiares de víctimas de gatillo fácil organizados movilizaron para exigir justicia por los pibes asesinados por las fuerzas represivas. En Capital, la marcha recorrió desde Congreso hasta Plaza de Mayo con una columna de familiares cada vez más extensa, denunciando el avance represivo y la responsabilidad del Estado que asesina a un pibe o a una piba todos los días. Aquí un fotoinforme de la jornada y algunas reflexiones. (Fotos de Agustina Salinas y Natalia Bernades / Texto de Valentina Maccarone para La Retaguardia) ¿Será la pistolaque disparaola indiferenciade quien la ve disparary callalo que determinala muerte injustadel pibe o la pibagatilladesmientras hacíano nolo esperableo nopor esta sociedad asquerosa? ¿Será la señorasentada en el ministerioola televisión atpque señala que robó y mató con 13 añosla que elige ciegamente (pero con el clasismo como criterio)a quién le caeo noa quién le queda dentroo nola bala que dispara este estado asesino? Ojalá fuesen sólo dudasy nobalas.

El presidente de la República Plurinacional de Bolivia está en Argentina. Ayer por la tarde pasó por La Matanza. En el Polideportivo Alberto Balestrini, participó de un acto junto a representantes de la comunidad boliviana. En una jornada plena de emoción y con el colorido habitual, participaron desde organizaciones sociales hasta la intendenta Verónica Magario y el actual diputado nacional Fernando Espinoza. El toque de acto partidario no evitó pasajes muy emotivos. Compartimos un fotoinforme. (Por Natalia Bernades para La Retaguardia)

Pasó otro 24 de marzo. 43 años después del golpe que institucionalizó el genocidio que ya había comenzado, centenares de miles de personas salieron a la calle en todo el país con diferentes consignas. El la CABA se realizaron dos marchas, que utilizaron el mismo escenario. Primero ingresó la Mesa de Organismos y Organizaciones políticas y sociales kirchneristas. Y luego se realizó el acto del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. Compartimos un fotoinforme. (Por Agustina Salinas y Valentina Maccarone para La Retaguardia)

Lo que genera la ausencia, lo que genera la impunidad, lo que genera la incertidumbre, lo que genera el despojo, se transforma en lucha, que se transforma en memoria, que se transforma en justicia. Hoy se cumple un año de la desaparición forzada de Santiago Maldonado y las fotógrafas de La Retaguardia armaron un fotoinforme con poemas para recordarlo. (Por Natalia Bernades, Valentina Maccarone y Agustina Salinas para La Retaguardia) Instrucciones para ser una cara en la pared – (Por Valentina Maccarone)En principio debe asegurarse, como requisito fundamental, pertenecer a algún grupo clasificado como “otredad”. Entre las categorías más utilizadas se encuentran: “mujer”, “trans”, “villero/a”, “joven”, “trabajador/a”, “zurdita/a”. Con tan solo pertenecer a conjuntos iguales o semejantes, va a contar con la suerte de que se hable de usted cuando no haga falta y cuando sí se tenga que hablar, no. En segunda instancia, deberá ser consciente de sus derechos. Si busca pensarlos y repensarlos en colectivo, si intenta descubrir cuales son las estructuras discursivas macabras que “las y los poderosos” intentan hacer pasar desapercibidas, se asegura de estar en la mira. Y si finalmente, en tercer lugar, usted se empodera y sale a luchar por lo que cree justo, sea un derecho propio o ajeno, pone su cuerpo y alma al servicio de una causa que se precie y en esa guerra contra el atropello, usted tiene la desdicha de caer por causa suya o de elles, quédese tranquile, todes nosotres vamos a pintar en una pared su cara.   Hasta la anarquía – (Por Agustina Salinas)Que nunca se apague la llama.nunca, nunca.nunca más.Que no nos cierren los ojos.que nunca se pierda tu mirada.que nunca se olviden tus ideas.que nunca nos priven de la libertadque nunca nos priven del abrazoque nunca nos priven de la memoriaque cimentamos luchando.Santiago,nunca paramos de buscarte.Santiago,nunca paramos de gritar tu nombre.Santiago,nunca nunca nunca nos detendrán.hasta que todo sea como lo quisiste, Brujo.     

Este mediodía los trabajadores despedidos de Télam movilizaron desde el Obelisco hasta el Centro Cultural Kirchner. La columna de movilizados superó las 4 cuadras y fueron controlados por un operativo de cientos de efectivos de la Policía de la Ciudad durante todo el trayecto. Aquí un fotoinforme de Agustina Salinas y video de la movilización por Fernando Tebele para La Retaguardia.

Grupos ultracatólicos, evangelistas y de distintas agrupaciones nacionalistas, como la liderada por el neonazi Alejandro Biondini y la defensora de genocidas Cecilia Pando, marcharon prolijamente esta tarde desde Plaza de Mayo hacia el Congreso, otra vez reclamando por “las dos vidas”, que no es otra cosa que la prohibición del acceso al aborto legal, seguro y gratuito. El bebito gigante de papel maché con la cabeza emparchada fue el principal protagonista de la jornada, entre todas las consignas vacías y antiderechos. Compartimos un fotoinforme. (Por Agustina Salinas para La Retaguardia)

Este sábado se realizó otra jornada de denuncia contra Monsanto, la multinacional privatizadora de semillas que fomenta el modelo de agricultura tóxica. Esta actividad de repudio a la empresa Monsanto se realiza una vez al año en distintas ciudades de todo el mundo sintetizando el reclamo en una sola consigna: fuera Monsanto. En Plaza San Martín hubo actividades, charlas de concientización, intervenciones, bandas en vivo e intercambio de semillas y plantas sin transgénicos. Aquí un fotoinforme de Agustina Salinas. (Por La Retaguardia)

La premisa del feminismo se transformó en la principal actividad de este martes frente al Congreso cuando las feministas allí presentes pintaron sus cuerpos con tempera verde para visibilizar la lucha por el aborto legal. También estuvieron presentes las radialistas firmando la carta colectiva a favor del aborto. Mientras los medios tradicionales siguen hablando del Súper Martes, compartimos un fotoinforme sobre el mismo martes, también verde, pero por otras razones. (Por Agustina Sinas para La Retaguardia)