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Fracking


Matías Ruíz, profesor de historia y coordinador de la Campaña No al fracking de la ONG Conciencia Solidaria, detalló cómo funciona la técnica de extracción hidrocarburífera, comúnmente llamada “fracking”. También explicó cuáles son sus consecuencias, tomando como ejemplo Vaca Muerta y el nuevo negociado en la Costa Atlántica. Lo hizo en diálogo con Conciencia Rebelde, el nuevo programa de Conciencia Solidaria en Radio La Retaguardia, donde remarcó además la importancia de las movilizaciones populares como el Chubutazo y el Atlanticazo. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Silvia Medrano/Mariela Silvestein ✍️ Redacción: Agustina Sandoval Lerner 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Conciencia Solidaria —¿Qué significa “fracking” y qué consecuencias tiene esta práctica? —Literalmente en inglés significa “fracturando” y tiene que ver con una técnica distinta de la explotación convencional de petróleo. Para explicar que es el fracking tendríamos que ir mucho más atrás y empezar hablando del origen de la extracción petrolera, allá por principios del siglo XX, y que desde entonces hasta ahora la humanidad ha prácticamente acabado con casi todo el petróleo que había en las profundidades de nuestro planeta. Petróleo que es producido por los fósiles de especies animales, vegetales y minerales que han ido muriendo a lo largo de toda la historia. Sus restos se han ido depositando en el interior de la Tierra para finalmente producir el petróleo y los diferentes tipos de gases. Quedan muy pocos yacimientos y se han encontrado yacimientos llamados no convencionales de petróleo y gas de esquisto, que están a muy grandes profundidades dentro de nuestro planeta. Y eso no evitó que la industria del hidrocarburo encuentre la forma de extraerlo también. Y esto es la fractura hidráulica, el llamado “fracking”, que es un procedimiento de extracción que consiste en inyectar en el subsuelo una combinación de arena mezclada con cientos de químicos contaminantes, que requiere una inmensa cantidad de agua insertada a altísima presión para poder quebrar la roca y llegar tan profundo como están estos gases y este petróleo no convencional. Una vez llegado a esa profundidad surge el reflujo de esto mismo que se usó para producir la apertura del camino, por donde va a subir el petróleo y el gas, refluye hacia la superficie y obviamente es agua tóxica, contaminada, que por filtraciones puede tranquilamente llegar a las napas de agua potable. Regresan hacia la superficie. No hay forma de recuperarla. Existen estos piletones de contención que están cerca de los sitios de exploración donde el agua es acumulada, pero también en nuestro subsuelo existen sustancias radiactivas que dentro del subsuelo cumplen obviamente funciones que tienen que ver con el planeta, pero que afuera son muy peligrosas. Y estos gases muy peligrosos para el efecto invernadero también pueden subir hacia nuestra atmósfera. Otra consecuencia puede ser el incremento de actividad sísmica. Que ya se estaba denunciando en nuestro país, especialmente en Añelo, allí cerca de Vaca Muerta, el yacimiento de fracking más famoso en nuestro país. La Asamblea de Allen y de Añelo hace muchísimo tiempo que vienen denunciando las diferentes consecuencias por este tipo de extracción. Una vez que se genera la grieta principal, vertical, que va hacia el subsuelo, se descargan explosivos a través de estos conductos para poder generar las grietas horizontales que muchas veces tienen kilómetros de expansión, cruzando por debajo de poblaciones, por debajo de lagos, de ríos. Entonces, ciertamente pueden llegar a generar enormes niveles de contaminación y de residuos que van a afectar nuestra agua, más allá del agua que se utiliza para producir la grieta para poder empezar con la extracción.  —¿Por qué es importante hablar de fracking en este contexto del Atlánticazo y de lo que está sucediendo con la exploración sísmica, ya autorizada por el Gobierno nacional a través del Ministerio de Ambiente?  —Porque una de las técnicas que se va a utilizar para poder hacer esta exploración es la técnica de fracking. Aparte de esto, también tenemos que considerar que tenemos un muy reciente incidente que tiene que ver con el petróleo, cercano también a Allen, a Vaca Muerta, a Añelo; en Catriel, Río Negro. Donde a mediados de diciembre se produjo probablemente el peor daño ambiental de las últimas décadas, cuando se rompió un oleoducto de 16 pulgadas que conectaba la estación de bombeo de puesto Hernández, en Neuquén, con la estación de bombeo de Medanito en Río Negro. Y esto produjo más de 3 millones de litros de petróleo derramado, afectando no solamente la zona de la rotura de este oleoducto que obviamente no tiene mantenimiento porque una vez que son construidos ya quedan así. Estos tienen 60, 70 años de antigüedad. Fueron creados allá por la década del 60, entonces se rompen. ¿Cuál fue una de las medidas de remediación que tomó la empresa Oleoductos del Valle, que tiene el 95% de la producción y yacimiento de Vaca Muerta? Pusieron una pileta pelopincho debajo de la grieta del oleoducto. Tremendo. No se había visto nunca ingenio argentino al 100%. Y bueno, obviamente más de 3 millones de litros de petróleo derramado, dos hectáreas afectadas de forma directa. Los pueblos originarios que viven cercanos a la zona del derrame denuncian que la pileta no fue lo único que llevaron, también estuvieron ahí haciendo algún otro tipo de contención y produjeron daños. Dos hectáreas más alrededor del área afectada. Entonces tenemos también cuatro hectáreas afectadas.  —La cantidad de petróleo derramado no sólo contamina las hectáreas mencionadas, ¿no?  —Claro. Además podemos vincularlo con lo que podría llegar a pasar en el Atlántico, porque es muy parecida la situación. Debajo de esta zona en Río Negro, en Catriel, hay solamente a tres kilómetros de profundidad una reserva de agua dulce muy importante que alimenta a los ríos de la región e incluso ríos que por sus ramificaciones llegan hasta la Provincia de Buenos Aires. O sea que no es que solamente se queda el problema en Neuquén, en Río Negro. Este petróleo que es absorbido nuevamente por la tierra va a llegar hasta estas napas que tienen un grado

El Gobierno nacional a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible autorizó el 30 de diciembre a la empresa noruega Equinor a localizar pozos de petróleo en el fondo marino de la Costa Atlántica bonaerense. Fernanda Génova, integrante de la Asamblea por una Mar Libre de Petroleras de Mar del Plata y Mónica Tissone, de la Asamblea Ambiental del Tuyú de San Bernardo, dialogaron con los programas radiales Tengo una Idea y Otras Voces Otras Propuestas. Allí, hicieron referencia a las movilizaciones de asambleas y organizaciones ambientalistas que se dieron en diferentes puntos de la costa en oposición a este proyecto. Génova y Tissone destacaron el crecimiento de la participación ciudadana y argumentaron acerca del daño ambiental y sus posibles consecuencias. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevistas: Nicolás Rosales/Luis Angió ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero/Agustina Sandoval Lerner 📷 Foto de portada: Radio Comunitaria La Revuelta Fernanda Génova, integrante de la Asamblea por una Mar Libre de Petroleras contó cómo fue la movilización que se denominó el “Atlanticazo” que tuvo como objeto expresar la oposición a la instalación de petroleras offshore en la ciudad de Mar del Plata de la Costa Atlántica. “Los vecinos y vecinas no querían irse, fue una movilización increíble. Una demostración de lo que queremos como población, como comunidad. Y de lo que estamos dispuestos para defender el mar y nuestra forma de vida”, comenzó. La asambleísta continuó detallando: “Nos concentramos en la avenida de la costa, frente al playón del Hotel Provincial, de la rambla. No pudimos estar en el playón de los lobos porque estaba vallado tratando de impedir que hiciéramos nuestra acción. Pero, como somos una comunidad que entendió que tenemos que salir a la calle para defender el bien común que más nos convoca e importa que es el mar, directamente nos concentramos en la calle. Fueron varias cuadras de gente sobre la avenida, personas que marcharon decididas a demostrarle a este Gobierno nacional, provincial y municipal que acá no hay lugar para el extractivismo, que las plataformas petroleras no tienen licencia en nuestro territorio. Y que no les conviene instalarse, porque no van a poder. No los vamos a dejar”. Por su parte, la activista ambiental Mónica Tissone desde San Bernardo describió: “Fue sorprendente e increíble la cantidad de personas que se sumaron a la movilización. Incluso visitantes turistas y también residentes de la zona sur del Partido de la Costa que se sintieron realmente estimulados e inspirados de alguna manera. Fue algo muy natural y orgánico. Los cánticos, las consignas de las pancartas que cada uno trajo, las formas en que grupos de jóvenes presentaron su reclamo de un mar sin petróleo”. Y agregó con orgullo: “Luego de la movilización hicimos una actividad artística con música y baile. Fue emocionante haber logrado una convocatoria tan masiva”. El offshore y la contaminación ambiental  Hay una imagen dando vueltas en el imaginario social que es la de una Costa Atlántica contaminada de petróleo a raíz de este método extractivo. Al respecto, Génova realizó algunas aclaraciones: “En principio lo que ahora autorizó el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación es iniciar la exploración sísmica que consiste en un bombardeo desde un buque con distintos disparos de aire comprimido que impactan sobre el subsuelo marino y van a generar una señal que le permitirá identificar dónde exactamente tienen que hacer las perforaciones. Aún no habrá. La empresa YPF dice que quiere hacer el primer pozo exploratorio a fin del 2022. Sin embargo, este bombardeo sísmico genera un daño terrible sobre la fauna marina y todo el recurso pesquero que es fundamental en la economía de las ciudades costeras,  porque de ahí viven miles de familias, no solo en Mar del Plata, sino a lo largo de la Costa Atlántica. Las perforaciones en sí, son para sacar petróleo de la plataforma continental a la altura de la costa bonaerense y lo que se estableció por un estudio que hizo la Universidad Nacional del Centro es que hay un 100 por ciento de probabilidades de accidentes de derrames producto de las condiciones adversas en las que se hacen estas perforaciones en alta mar a 300 kilómetros de la costa. Por otro lado, es un método costoso y contaminante”. Además, la activista planteó que esto sucede en un contexto donde se están llevando adelante varias luchas contra el extractivismo a nivel mundial: “No se entiende por qué intentan hacer esto en este momento y de esta manera donde el mundo entero está diciendo que hay que dejar de extraer hidrocarburos para dejar de emitir gases de efecto invernadero y mitigar las consecuencias que estamos teniendo a partir del cambio climático. Vamos a contramano de lo que se está planteando y diciendo todas las comunidades científicas”. En esta línea de pensamiento y adherida al reclamo de la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras de Mar del Plata, la asambleísta Tissone desde San Bernardo afirmó: “Nos posicionamos también en defensa de la biodiversidad que es lo que más en riesgo está y que no tiene voz. Es por el impacto que pueden generar estas petroleras, no solamente las plataformas sino también los barcos petroleros. Estas bombas pondrían en riesgo la diversidad marina. A una ballena o a los delfines, le pueden llegar a producir sordera, estas especies se verían desorientadas y podrían llegar a morir. Lo mismo pasaría con los cardúmenes, afectando a la reproducción. También podrían migrar hacia otros hábitat más benévolos para sostener la vida. Y así con otras especies de la fauna marina”. “Conciencia ambiental” Por último, Génova volvió a remarcar la cantidad de personas que se movilizaron y en este sentido dejó ver un mayor grado de conciencia ambiental. “Nuestra asamblea viene funcionando hace unos seis o siete meses. Venimos haciendo acciones y movilizaciones. La realidad es que hasta ahora la población no se había sumado masivamente. Desde el día que salió y se publicó el Boletín Oficial con la resolución del Ministerio, la comunidad se está expresando en las

La embestida extractivista en Argentina apagó rápidamente la euforia por la victoria del pueblo chubutense que consiguió la derogación de la ley de zonificación que permitía la megaminería en la provincia. Otros conflictos, como la explotación petrolera offshore en Mar del Plata, movilizan a cientos de personas en las calles. Las luchas ganadas impulsan nuevas resistencias. Fabiana Cartolano, docente antiminera de Chubut, analizó el triunfo y remarcó que el pueblo sigue alerta más fuerte que nunca. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Archivo Natalia Bernades/La Retaguardia La docente Fabiana Cartolano, militante contra la megaminería en Chubut estableció una relación con la pueblada que se generó a partir de la aprobación de la zonificación por parte de la Legislatura con lo que sucedió en Argentina en 2001. “Es un paralelismo con el 2001. Les voy a enviar una imagen de un fotógrafo que forma parte de un grupo de fotógrafos que están detrás de las luchas sociales. Compañeros que corren con nosotros entre las balas, que han tomado edificios.  Aníbal Arizal  es uno de los que hace un paralelismo con la foto del 2001, donde un compañero está tirando la piedra con una foto de frente, con la Policía del Chubut reprimiendo en 2021. Nosotros tenemos un paralelismo con el Chubutazo que siempre fue nuestro norte.  Siempre que imaginábamos, deseábamos, teníamos la utopía de repetir aquel chubutazo. No solo lo repetimos, sino que lo superamos en una magnitud inmensa”, comenzó. Una historia de lucha La lucha en oposición a la megaminería en esa zona de la patagonia se viene dando desde hace mucho tiempo. Así lo recordó la docente: “Estamos agotados de todos estos días. De todos estos años. Porque en veinte años de lucha es la primera vez que el pueblo de Chubut se manifiesta de este modo. Entonces también es un paso fuerte, inmenso, que es que no solo hacemos un paralelismo con el 2001 y que la gente va a quedar en la memoria después de 20 años del Chubutazo. Sino que en Chubut también vamos a contar dos:  el Chubutazo y el Chubutaguazo. Y de eso se trata la historia. Y nosotros decidimos cómo, cuándo y de qué modo contarla”.  Días de fuego Minutos antes de la represión, Cartolano había sido entrevistada por La Retaguardia. “Cuando corté con ustedes comenzaron a reprimirnos. En ese momento el aire no se cortaba con nada. Había una tensión que en cualquier momento explotaba todo. Corté y tuvimos que correr. Estaba detrás de mi auto que quedó estallado de vidrios, de rotura de piedras. Ahora me dejé llevar por esa sensación. Pero bueno, también era esto de venir hace tantos años en la lucha. Tantos años caminando. Y qué no salía el pueblo completo. Creo que no se animaba a ser escuchado. Nos seguían silenciando, seguíamos opacados, seguían las mineras y las empresas, los patrones y los dueños de la verdad. El discurso político pisándole la cabeza a la gente con sus trabajos. Con sus compromisos laborales. El pueblo se manifestó. Venimos diciendo hace muchos años que no provoquen al pueblo, que no se les ocurra levantar la mano en contra. El pueblo no se defraudó a sí mismo. Tuvimos tres días de fuegos en Rawson, se prendieron 18 edificios públicos. Vi correr gente que jamás en mi vida creí que iba a salir a la calle. En Rawson metimos una marcha de 15 mil y 20 mil personas que jamás en la historia sucedió. Puedo estar horas hablando de imágenes, y de cómo se sucedieron todos estos días”, contó.  El despertar del pueblo “El pueblo entendió que de ahora en más no tenemos que bajar la guardia ni dar un paso atrás. Ni siquiera para tomar el envión, como decíamos hacia el final de la marcha. Porque tenemos que aprender que de ahora en más vamos a luchar de acá para arriba, y que cualquier político que venga y de los que están aún en el gobierno sepan que de ahora en más el pueblo va a reaccionar así, porque el pueblo lo entendió. Por ejemplo, salimos con algunos de los pocos que quedamos con los cuerpos cansados a tomar algo. Estábamos comiendo algunos de los asambleístas y se nos acercaron varios vecinos a decirnos que no podían estar en ese lugar sabiendo que estaba presente el hijo de uno de los intendentes, uno de los diputados que levantó la mano en contra del pueblo. El bar estaba cantando cuando llegué, canciones que aprendieron de  estos tres días en la calle. Así que le pedimos al dueño del bar que la gente estaba pidiendo esto, que se retire,  y en un solo canto unánime el bar le empezó a cantar que si el pueblo no tiene paz, ellos tampoco. Y que se lo van a hacer saber cada vez. No podía parar de llorar de emoción, porque realmente ver el despertar de un pueblo no es cualquier cosa. Suena hippie, suena poético, pero yo vi despertar al pueblo y eso nadie me lo va a sacar de la memoria. Hablábamos con muchas compañeras y decíamos que el día de mañana  las que somos docentes vamos a hacer de las viejas docentes antimineras. La gente entenderá que le vamos a contar a nuestros pibes lo que sucedió en Rawson y que fueron tres días de fuego. Que al Gobierno no le tembló la mano en dispararle a los vecinos durante cuatro horas y media. Tengo una amiga que dejó el reloj del conteo de pasos prendido, y la primera noche corrimos 25 kilómetros. Todos quedamos con perdigones en el cuerpo, todos quedamos agotados, estresados, pero entendimos que también la vida se defiende con vida. Pero nunca habíamos estado tan cerca, y el pueblo no lo dudó y salió a la calle. Y el marichiweu, el grito de guerra de mi pueblo ancestral, significa que por cada caído, diez se levantarán. Cada diez caídos, cien se levantarán. Vimos despertar al

El fotógrafo Pablo Piovano expondrá en Mar del Plata las imágenes que capturó durante varios años en Vaca Muerta, Neuquén. Será el 10 de diciembre en el Espacio de Memoria y Promoción de los Derechos Humanos “El Faro”, y también habrá una charla de la que participarán representantes de la Confederación Mapuche de Neuquén y del Observatorio Petrolero Sur. Piovano pasó por el programa radial La Retaguardia y profundizó acerca de la muestra “Fracking en Vaca Muerta”.  (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Fotos: Pablo Piovano Pablo Piovano, fotógrafo, recorrió por más de cuatro años el megaproyecto hidrocarburífero Vaca Muerta, en Neuquén, que abarca unos 30 mil kilómetros cuadrados. A partir de estas visitas, de hablar con la gente de la zona y con las comunidades mapuche que están en el territorio, Piovano hizo un registro fotográfico que expondrá en la muestra “Fracking en Vaca Muerta”. Tendrá lugar en el Espacio de Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos “el Faro” de Mar del Plata, el viernes 10 de diciembre. “El trabajo tiene como eje ver cuál es el impacto de las grandes corporaciones en las comunidades. En este caso, sobre el fracking, donde nos encontramos en una situación muy alarmante en términos medioambientales. Una crisis enorme socioecológica, donde resulta urgente la necesidad de modificar los vínculos con la naturaleza. La explotación que se da en el fracking es drástica y afecta una cantidad enorme de kilómetros cuadrados. Una formación sedimentaria, en la meseta de Neuquén, donde ya existe un estrés hídrico, una profunda crisis sobre el agua. Y el daño se extiende, no sabemos hasta dónde. Pero sí sabemos que hay una gran cantidad de sismos en Sauzal Bonito, un pueblo donde viven 200 familias, pero donde ya se han perforado 80 pozos. Donde se han declarado 300 sismos en cinco años. La situación es realmente grave. Aunque se hable de una salvación económica, no puedo dejar de observar lo que está pasando dentro de las comunidades, y sobre todo lo que pasa con la tierra, con el agua. Cada vez que salgo a hacer un trabajo tengo la necesidad de escuchar las manifestaciones de estos seres sagrados, dadores de vida, que hay que cuidarlos y tener una relación verdadera. Recuperar la memoria de esa relación, simplemente para la continuidad de la vida”, comenzó a contar el fotógrafo. Además, remarcó la difícil situación laboral de quienes tienen que trabajar en estas explotaciones y los cambios que sufre el pueblo con el paso de los años. “Suele haber una exigencia laboral muy alta. A veces trabajan 14 días de corrido, muchas horas, y se producen a cada rato episodios de contaminación, incluso de muertes obreras. En un año se han registrado 8 muertes obreras. Y ni hablar de lo que significa instalar esto en un pueblo pequeño —Añelo, en el corazón de Vaca Muerta—, con una idiosincrasia muy distinta a la que se está gestando por la llegada de las grandes empresas. De repente se empiezan a construir cantidad de casas, empieza a recorrer una energía que no había. Se instala un casino, empieza la prostitución, se complejiza todo el sistema social. Pasó de haber 2.500 personas a 8 mil en muy pocos años. Por eso creo que es importante tomarse el trabajo de observar la implicancia de estos modelos desde diferentes puntos de vista. Yo estoy yendo ya hace tres o cuatro años, en el marco de un proyecto más amplio, pero siempre que llego a Añelo, a Vaca Muerta, es una sensación como de desolación. Se te seca la piel de manera directa, un poco por el clima, pero también por el daño que se le está haciendo al lugar. Imaginémonos que se fractura la tierra en una cantidad enorme de metros y se le extraen sus recursos de manera muy violenta. Se fractura con químicos. Se utiliza una cantidad enorme de agua, entre 70 y 90 millones de litros por pozo. Es complejo y muy dramático en términos ecológicos”, dijo. —En estos años que estuviste recorriendo Vaca Muerta, ¿con qué tipo de historias te encontraste? —Sobre todo he estado trabajando con el pueblo mapuche. Ahí en los alrededores hay cerca de 20 comunidades, donde se instalaron estas empresas. Para ellos es muy complicado porque van siendo desplazados. Se contamina el agua. Y están todo el tiempo en un proceso de negociación. Porque tampoco existe la fuerza para oponerse a semejante invasión. Creo que es una continuidad de la Campaña del Desierto, pero esta vez en términos ambientales, aunque siguen involucrados los pueblos originarios. No deja de ser un avasallamiento a su tierra, a su espacio, a sus vidas. Entonces están en constante tensión con el poder judicial, porque los echan. Hay juicios de usurpación, que algunos como el de Campo Maripe fueron ganados. Porque la comunidad, en el derecho común de los pueblos originarios, dos meses después del comienzo del juicio lograron revertir la situación de la que los acusaban. Pero esto demuestra el poder de operación judicial y política, otra vez sobre la debilidad de los pueblos. Yo vengo trabajando sobre el espacio de las comunidades. Es difícil entrar a las empresas. Alguna vez pude entrar, haciendo trabajos para Holanda. Entré a Shell y a YPF. Son paseos que te hacen como si fueras de jardín de infantes, donde te muestran muy poco de lo que sucede. Es muy escaso el registro que se puede hacer, y es casi imposible incluso hacer fotos desde la ruta. Cuando queremos levantar un dron, a los cinco minutos caen servicios de seguridad privados diciéndonos que no podemos documentar esos espacios. Que son públicos. Y con amenazas de que si no frenábamos nuestro trabajo nos iban a mandar a la comisaría. Tienen mucho poder. Entonces es muy difícil trabajar en la zona, porque las empresas se convierten en los gobernantes de ese territorio. Y constantemente están negociando y haciendo entrar a las comunidades en negociaciones también. La exposición “Fracking

La educación ambiental, integral y transversal es ley en todo el territorio argentino desde la madrugada del viernes 14 de mayo, luego de una extensa sesión en el Senado, en la que se aprobó por unanimidad. “Esto es una luz”, dijo Jackeline Ermini, activista socioambiental de Jóvenes por el Clima en Rosario, Santa Fe. En diálogo con el programa radial A mí no me importa, la joven describió lo que significa esta ley en medio de un contexto donde los problemas medioambientales se potencian cada día. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Julián Bouvier ✍️ Redacción: Catalina Goldszmidt 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Archivo Virginia Chaile/La Retaguardia El Proyecto de Ley de Educación Ambiental se aprobó por unanimidad en el Senado, luego de que había logrado la media sanción en marzo en la Cámara de Diputados/as con 215 votos afirmativos, siete votos negativos y 18 abstenciones. “Es una ley de presupuestos mínimos, con lo cual se prevé que la educación ambiental sea obligatoria en todas las jurisdicciones y niveles educativos del país, adaptando el contenido para cada nivel y haciendo hincapié en las problemáticas y realidades de cada territorio en el que se la implementa”, explicó Jackeline Ermini, integrante de Jóvenes por el Clima de Rosario, Santa Fe. Y es que detrás de cada plan de estudios, contó la activista, estará el COFEMA (Consejo Federal de Medio Ambiente) y un consejo consultivo, conformado por pueblos originarios, guardaparques, representantes de organizaciones estudiantiles y socioambientales, y hasta personas de cada región, con el objetivo de aportar información pertinente y hacer un seguimiento de los contenidos que se dan.  Si bien es un logro la aprobación de esta ley, lo que queda por delante es un camino de lucha para exigir que se implemente de forma correspondiente en todos los colegios del país. La activista la comparó  con la Ley de Educación Sexual Integral, que es similar en el modo de aplicación pero no se cumple como debería. “Nuestro mayor miedo es que pase lo mismo que con la ESI, que no se termine implementando, o que se implemente según la voluntad de cada institución y de la forma que quieran”, dijo Ermini. Y mencionó lo que sucede en algunos colegios religiosos del país, donde la ESI es aplicada según creencias o doctrinas de la institución, y planteó que esto es algo que podría repetirse con la Ley de Educación Ambiental, ya que “toca los intereses de un montón de sectores”.  Fue gracias al apoyo de una sociedad cada vez más despierta y a las campañas de organizaciones socioambientales como Jóvenes por el Clima y EcoHouse que esta ley se pudo impulsar. Pero el camino está lleno de barreras que aún quedan derribar, ya que la megaminería y el agronegocio siguen creciendo en todo el país. Una de las problemáticas urgente es la de los humedales que volvieron a arder en la zona de Santa Fe, mientras la Ley de Humedales sigue cajoneada. Ermini se refirió a las campañas que están haciendo desde Jóvenes por el Clima  para que otras leyes que son de importancia para el medioambiente, puedan, efectivamente, salir. “Nosotros venimos impulsando una agenda legislativa, para tratar de sancionar diferentes leyes… En este momento una de las principales leyes y campañas que estamos llevando adelante, que nos parece como una de las más importantes, es la Ley de Humedales”, contó. Este proyecto, que fue presentado el año pasado en Diputados/as pero que hoy en día está “cajoneado”, tiene por objetivo establecer presupuestos mínimos para la conservación, uso racional y sostenible de los humedales en todo el territorio nacional, con el fin de asegurar la integridad de estos espacios que son fundamentales para el ecosistema. “Hoy Rosario está de vuelta inundada de humo”, comenzó a decir la activista sobre su lugar de residencia, desde donde puede ver el humo que llega a la ciudad mientras se sigue postergando la ley. Pero la lucha sigue: “La Ley de Humedales es una ley por la que vamos a seguir trabajando hasta lograrla”, cerró.

La Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas denunció en la Justicia a las empresas dueñas del complejo de Vaca Muerta y a la que se encarga del “tratamiento” de los residuos del megaemprendimiento. En diálogo con el programa radial Hasta que vuelvan los abrazos, el abogado ambientalista Rafael Colombo brindó más detalles. Además, analizó en profundidad el método extractivista contaminante y opinó que el activo petróleo podría quedar obsoleto en poco tiempo. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero El abogado ambientalista Rafael Colombo, integrante de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas comenzó explicando de qué se trata la denuncia que realizaron a las empresas que explotan Vaca Muerta y a la que debería encargarse del tratamiento de los residuos: “Nuestra presentación y denuncia penal tuvo por objeto revelar el millonario negocio que hay detrás de los residuos petroleros en Vaca Muerta. Es lo que nosotros denominamos como ‘el lado B’, donde se desnuda una detallada trama que envuelve maniobras de usurpación y contaminación de tierras públicas. Zonas liberadas, simulación de tratamientos de residuos petroleros y, al mismo tiempo, la cuantificación de un pasivo ambiental que llega a los 5 mil millones de pesos. Esto está íntimamente relacionado con las empresas que llevan a cabo, en teoría, el tratamiento de estos residuos, y que en  esta ocasión en nuestra denuncia en particular, así como lo habíamos hecho con Treater Neuquén S.A en el año 2018, concentramos la lupa sobre  lo que está haciendo actualmente COMARSA en la planta del Parque Industrial de Neuquén, y en la de la localidad de Añelo”, dijo.   “Con un volumen de 400 mil centímetros cúbicos de residuos petroleros peligrosos que equivalen a 720 mil toneladas, y que al mismo tiempo estimamos que representa a 500 piletas olímpicas. Con residuos acumulados que contienen materiales radiactivos, metales pesados. Sin ningún tipo de tratamiento. Meramente acopiados y acumulados en gigantescos piletones sin impermeabilización y medidas de seguridad. Mezclándose con la atmósfera, la tierra, el agua. Ubicados muy cerca de comunidades que habitan en la zona. Esto está configurando un desastre socioambiental de proporciones colosales”, planteó. Un modelo antieconómico “Lo que planteamos básicamente es que Vaca Muerta no puede funcionar como lo está haciendo. Existen hoy 2.200 pozos petroleros que se intervienen mediante la fractura hidráulica que ya de por sí genera brutales impactos sobre el ambiente, y sobre la salud humana. Este es un modelo necesariamente antieconómico, porque se concentra sobre un activo que internacionalmente va camino a ser obsoleto. Depende de los subsidios a los combustibles fósiles. En Argentina, desde el año 2013 el Estado federal viene invirtiendo un total de 10 mil millones de dólares en los subsidios antes mencionados. El presupuesto 2021 contempla casi 80 mil millones de pesos en el marco de lo que es el “Plan Gas 4”. Esto es diez veces más que el presupuesto del Ministerio de Medioambiente, y cuatro veces más de lo presupuestado para el Ministerio de Salud en contexto de pandemia. Las prioridades del Estado parecen estar destinadas a continuar subsidiando Vaca Muerta cuando es evidente, como han manifestado muchísimas empresas, que sin este tipo de subsidios se retirarían de la explotación de yacimientos”, aseguró.  Y el boom petrolero, ¿dónde está? “Lo que decimos es mucho más genérico: tiene que ver con que este modelo de explotación de yacimientos de hidrocarburos no convencionales es completamente inviable desde lo económico. Es un modelo que está muy alejado de las promesas del milagro de la revolución del boom petrolero que nos va a salvar mediante la entrada de divisas. Eso es mentira. Desde que se explota Vaca Muerta hay mucha más pobreza en Argentina según datos oficiales. Es una industria que se concentra sobre un activo que está en crisis de manera estructural, que es completamente incompatible con los compromisos constitucionales y convencionales que tiene nuestro país en materia de cambio climático. Los fósiles están en baja en todo el mundo, por la crisis de precios que actualmente atraviesa la industria hidrocarburífera. También es un momento de recambio estructural. Vaca Muerta resulta entonces una apuesta ciega, un extractivismo energético contaminante y depredador de gran escala. Es una auténtica pesadilla que colisiona con la condiciones de un planeta asediado por el cambio climático. Más de 150 ciudades del mundo están liderando un proceso de desinversión de la industria fósil para reinvertir en energías renovables. El Banco Mundial ya no financia más proyectos de gas y petróleo. Por otro lado, el Banco Europeo de Inversiones va a camino a transformarse en un banco climático para destinar el 50 por ciento de sus activos en inversiones de energías renovables”, expresó el abogado ambientalista.   Por otro lado, agregó: “Las falsas promesas que deliberadamente no se cumplen, parecen ser un denominador común con los extractivismos en general, porque ocurre con la megaminería, con la agroindustria a base de organismos genéticamente modificados con agrotóxicos, con la industria forestal. El Estado, en cambio, debería invertir en promover energías renovables”. Montaje político legal Al referirse a la otras empresas que integran el grupo Vaca Muerta y que también se encargan de de generar los residuos peligrosos, Colombo denunció: “Pedimos que se investigue a las empresas generadoras y que explotan Vaca Muerta, como YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) Pan American Energy, Shell Argentina, Chevron, TecPetrol, Pampa Energía S.A, ExxonMobil. Y al mismo tiempo pedimos que se investiguen las eventuales responsabilidades penales de los funcionarios públicos involucrados en este gran montaje de una ingeniería política y legal, que generó las condiciones de posibilidad para que Comarsa pueda llevar las acciones que lleva a cabo sin ningún tipo de control o fiscalización sobre terrenos públicos. Porque las 50 hectáreas que suman la planta de Añelo y la planta del Parque Industrial neuquino son tierras públicas. Cuando estas empresas, el día de mañana, se retiren de Vaca Muerta, nos van a dejar un pasivo ambiental desastroso desde todo punto de vista”.

Vanessa Dourado nos invita a reflexionar acerca de algunos temas que, en plena pandemia de coronavirus, no figuran en la agenda prioritaria. Mientras que los medios tradicionales consultan día a día a los y las mismas especialistas, Dourado recopila información que da cuenta de formas de avanzar hacia un pacto económico y social, enfrentando al modelo dominante mundial de producción y consumo, a través de alternativas como la agroecología y la economía popular y cooperativa. (Por La Retaguardia) ✏ Redacción: Vanessa Dourado 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: https://havanatimesenespanol.org El COVID-19 logró poner el rol del Estado en el centro de los debates. En los últimos meses, todo el mundo acompaña con atención las decisiones de quienes lideran los distintos países respecto de las medidas tomadas para controlar la pandemia. La incapacidad de responder a la crisis se nota concretamente materializada en los hechos: la cantidad de personas infectadas, de vidas perdidas y el caos causado por la falencia de los sistemas de asistencia sanitaria. La salida encontrada por muchos gobernantes es combatir el problema a través del rescate de una lógica belicosa, de la represión y del ideario de guerra. Sin embargo, sale la luz el contexto en el cual se enmarca esta crisis. Según un estudio del año 2016 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP por sus siglas en inglés), el 60% de todas las infecciones en humanos es zoonótica. El mismo estudio demuestra que una nueva enfermedad infecciosa surge en humanos cada cuatro meses. Los contagios a causa de este tipo de infecciones llegan a la cifra de mil millones a cada año. La actividad humana ha alterado el 75% de la superficie terrestre. Estos disturbios en los ecosistemas —de forma directa o indirecta— son la causa de la propagación de muchas enfermedades transmisibles y no transmisibles. Según la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés), 100 millones de hectáreas en los trópicos fueron transformadas para la expansión agrícola entre los años 1980 y 2000. La agricultura industrial es la principal causa de deforestación en América Latina. La cifra, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), llega a 70%.La destrucción de los ecosistemas, más allá de causar el desequilibrio biológico que genera enfermedades, también reduce el acceso a las materias primas para la fabricación de remedios. Entre 25% y 50% de los productos farmacéuticos son derivados de los recursos genéticos encontrados en la naturaleza. Seguir con el mismo modelo de producción, consumo y distribución dependiente de la quema de combustibles fósiles y de la deforestación y contaminación del suelo, agua y aire significará permitir que surjan más pandemias y demandará más recursos económicos para cubrir los daños causados por sus consecuencias. Asimismo, otros eventos extremos relacionados al cambio climático han exigido que los Estados se hagan cargo de los daños que son, en su mayoría, causados por las actividades de empresas privadas. Para dar cuenta del tamaño del desafío, muchos economistas y expertos han planteado la necesidad de un nuevo pacto económico y social, algo ya adoptado anteriormente en Europa y Estados Unidos, como el Plan Marshall y el New Deal. Un proyecto de ley para evitar una depresión se negocia en los Estados Unidos, el plan de estímulo que inicialmente prevé 2,2 billones de dólares para salvar la economía es el mayor de la historia. Sin embargo, la crisis no puede ser afrontada solo desde lo económico y social cuando lo que hay es el rompimiento de un elemento central para garantizar que el Sistema Tierra, tal como la conocemos, siga existiendo. Salvar a las empresas responsables por la crisis climática y garantizar empleos que contribuyen a agravar las condiciones de calamidad sanitaria en consecuencia de las actividades contaminantes y depredadoras de las industrias estadounidenses es financiar el caos futuro. Tomando las experiencias de estas medidas de emergencia y adaptándolas a las necesidades reales en este espacio-tiempo, profesionales de distintas áreas están haciendo el esfuerzo de formular una alternativa que pueda resolver el problema a través de políticas públicas que abarquen las esferas ambientales, sociales y económicas A corto plazo, en los Estados Unidos, desde los que defienden el llamado Green New Deal se propone que el estímulo económico —que será mayor que estos 2,2 billones iniciales— sea “verde”, o sea, que ya sirva para empezar una transición hacia fuentes de energía limpias y renovables; transporte, agricultura y urbanismo sostenibles y la creación de empleos verdes, con el objetivo de empezar un cambio y seguir profundizando con más políticas públicas restaurativas hacia futuro. La propuesta que se discute en Estados Unidos es una forma de pensar otros horizontes que no sean estos que ponen lo económico por encima del sostenimiento de la vida y está en debate también entre aquellos que plantean que no volver a normalidad es la única alternativa posible en un escenario post-Covid. “Un Gran Pacto Ecosocial y Económico”, es lo que, desde Argentina, plantean la socióloga Maristella Svampa y el abogado ambientalista Enrique Viale. La propuesta de una transición justa pasa no solo por cambiar la matriz productiva contaminante —que es el caso de los combustibles fósiles, mayor responsable por la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera— hacia fuentes de energía limpias y renovables, sino que también plantea un cambio de paradigma que implica una modificación en los patrones de consumo y la relación entre las personas con la naturaleza. Svampa y Viale lo llaman “transformación integral y holística”. Para lograr este pacto, todos los sectores de la sociedad deberían trabajar conjuntamente: sindicatos, movimientos sociales, de mujeres, indígenas y juveniles desde una perspectiva interseccional en clave ecosocial que contemple la justicia racial. “La justicia ambiental y climática sólo será posible con consenso social”, afirma la socióloga. “Una brújula en tiempos de crisis climática” que está en proceso de edición por la Editorial Siglo XXI, es el título del libro que saldrá en los próximos meses y

Mara Puntano, periodista y abogada salteña, contó cómo es la vida de las comunidades wichí en Salta. Las peripecias para tener agua para beber y al abandono estatal que sufren hace tiempo. Puntano habló de genocidio, comparó la situación con la invasión colonizadora y se refirió a la corrupción política. Al momento de la publicación de esta nota, se conoció la muerte de Ayelén Torres, la novena niña wichí que murió en poco tiempo. Era oriunda de Santa María. El hospital más cercano queda a 22 kilómetros. (Por La Retaguardia)🎤 Entrevista 👉 Fernando Tebele y Pedro Ramírez Otero✍ Texto 👉 Nicolás Rosales💻 Edición 👉 Fernando Tebele📷 Foto de Portada 👉 Tres niñas wichí sonríen, a pesar de todo. La del medio tiene una malformación atribuible al uso indiscriminado de agrotóxicos en la zona: nació con un solo brazo. (Rodrigo Caballero/La Garganta Poderosa) Mueren niños y niñas por desnutrición en Salta, titularon los medios tradicionales de comunicación. La abogada y periodista Mara Puntano en esta extensa charla, fue más a fondo para entender la realidad de un problema que no es de ahora, sino desde hace mucho tiempo, pero que necesita soluciones urgentes, que parecen no estar llegando, más allá de algunos anuncios realizados por el Ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, e incluso algunos empresarios como Marcelo Tinelli, que prometió realizar pozos para extracción de agua, uno de los problemas esenciales de las comunidades. —La Retaguardia: Lo que pasó ya lo sabemos, pero me gustaría escuchar una primera reflexión tuya y cómo ves que lo vive el resto de la sociedad.—Mara Puntano: Lo que está pasando es la manifestación de la perversidad de un sistema. Lamentablemente Salta tiene una historia en donde sigue siendo como hace 500 años con la conquista. A partir de ahí se comienza con el plan de extinción de las poblaciones indígenas, y las mismas lamentablemente han buscado las formas de resistencia. Digo esto, porque no han podido en 500 años acabar con ellas. Hay una diversidad. Salta es la provincia argentina con más diversidad etnológica: hay 14 etnias diferentes, formas de hablar, de manifestarse, de luchar. Diferentes silencios y diferentes estrategias para sobrevivir. Evidentemente, este sistema y esta conquista no ha terminado, y Salta sigue siendo una familia feudal en donde esas familias que vinieron de España con la espada y con la cruz siguen gobernando y están en absolutamente todos los lugares de poder. Es por eso que se produce este genocidio específicamente contra alguna de las etnias que son más pacíficas, esa es la característica del pueblo wichí. —LR: Para quienes no conocen la situación allí en el territorio wichí el desmonte ha avanzado de manera desmedida, como en todo el país, y eso les ha cambiado el modo de vida también. —MP: Sí, el pueblo wichí naturalmente es nómade, se traslada y vive de la naturaleza, de la Madre tierra, de la pesca, de la caza y de la recolección de frutos.  Entonces, estas políticas que aplican estos gobiernos corruptos —nacional y provincial— entregando, saqueando, terminan expulsando a las comunidades de sus territorios ancestrales, porque hay que decir que el pueblo wichí tiene más de mil comunidades. Muy pocas de ellas tiene personería jurídica, la mayoría no, y son así, la característica es ser nómade. Se trasladan de acuerdo adonde hay alimento, pero con esto han sido cercados por campos de soja en donde se han desmontado todos sus árboles, fundamentalmente ell algarrobo, que es un alimento que da mucha saciedad y tiene muchas propiedades para nutrir a los niños y  los grandes. Su madera sirve para hacer artesanías, muebles, el pueblo wichí es un trabajador excelente de la madera. También con el monocultivo de la soja se les quitó la posibilidad de comer de sus árboles y de trabajar de su madera. Además,  los persigue la policía fluvial cuando van a pescar, o sea los echan de sus ríos. Los wichí se manejan entre los ríos Bermejo y Pilcomayo, parte del límite con Bolivia. Precisamente en esa zona están cercados por los empresarios sojeros y petroleros que aplican el fracking y contaminan las aguas. Aparte, en las empresas petroleras hay cuerpos parapoliciales y en cualquier protesta es criminalizado el aborigen que muchas veces no hablan castellano y por lo tanto no tienen ni acceso a comunicarse en la justicia. Quedan presos sin causa alguna. Tampoco tienen acceso a la salud pública las mujeres, porque a pesar de que tiene que haber leyes que interpreten, no hay un programa que se implemente adonde haya un intérprete bilingüe tanto en la justicia, la educación y la salud. No se cumple con la legislación. Esto provoca hambre, y la muerte de los más vulnerables. Por eso decimos que es un etnocidio, un genocidio, y no es de ahora. Salta es tan feudal, que la mayor parte de la población naturaliza estas cosas, a tal punto que en la Cámara de diputados se aprobó, a libro cerrado y en tratamiento exprés,  un proyecto de ley elevado por el Poder Ejecutivo a través del Gobernador (Gustavo) Sáenz. En vez de llamar y abrir las sesiones legislativas para declarar la emergencia socioalimentaria para ayudar a las comunidades indígenas, se presentó un proyecto de elevar el número de miembros de de la Corte de Justicia, precisamente para poner a medida en estos cargos al hermano del ex Gobernador Juan Manuel Urtubey, que es Rodolfo, legislador nacional, quien estaba a cargo del fondo de reparación histórica. Es decir, quien era el responsable de hacer las obras de agua potable para las comunidades que no se hicieron. Y también decimos que ese proyecto es para garantizar la responsabilidad de los responsables de este genocidio, que son: Urtubey, quien recibió millones de parte de la Nación para terminar con la desnutrición y no lo hizo porque siguen pasando todas estas muertes. Hay 32 niñitos internados, pero hay más de 2000 niños en grave riesgo de muerte y este fondo de reparación histórica en manos del hermano, que ahora va a ser

Poco antes del mediodía de este lunes, el senado provincial dio media sanción a la derogación de la Ley 9209 que habilitaba la minería. Ahora falta que la deroguen los diputados/as. El pueblo movilizado espera con desconfianza frente a la legislatura para corroborar el anuncio del gobernador. Es un buen tiempo para realizar un recorrido por los intensos 15 días de una “inmensa mayoría” movilizada y que siguió este domingo con un banderazo histórico que ha unido el Valle de Uco y Mendoza. (Por Eduardo Latino para La Retaguardia) La madrugada del jueves anidaba los tambores que aún sonaban en la Plaza Independencia, corazón de la capital mendocina. Un círculo interminable de personas que hicieron de la sonrisa y el baile la forma de habitar una noche que quedará viva en la retina del pueblo. La convocatoria surgió un día antes, 400 tambores, todos juntos. Un llamado que podía ser al Rey Momo y su carnaval. Algo de eso hay. Se trata del agua, de las tierras áridas de Mendoza y la conciencia que crece en una provincia donde hay historia respecto a la protección del agua. Un jueves que arrancó con una fría conferencia de prensa del gobernador y terminó con fiestas populares en la ciudad capital, Alvear, Malargüe, San Carlos y Uspallata. El latido de la tierra, el latido del pueblo, fue decisivo para que el gobernador Rodolfo Suárez tuviera que retroceder tras sus propios pasos y el viernes cerca de las 21 horas, anunciar el envío de un proyecto de derogación de la Ley 9209, que tan solo una semana antes, salía, en tratamiento exprés, aprobada por ambas cámaras legislativas. Este domingo las banderas se unieron de pueblo a pueblo en el Valle de Uco para trazar la nueva ruta de la dignidad. Víctor Jara nos recuerda: “la luna es una explosión/que funde todo el clamor/el derecho de vivir en paz”. El latir del pueblo chileno resuena en las venas de la Cordillera de Los Andes en un solo canto, en una sola voz. Es que la búsqueda de vivir en paz está en la memoria de un inconsciente colectivo que emerge como agua de la vertiente, como señal de un presente que dice que “no hay licencia social para la megaminería”, que Mendoza es pueblo que abraza la tierra. Una semana que tuvo todo, desde el acuerdo de sectores dominantes del Partido Justicialista (PJ) y la Unión Cívica Radical (UCR) casi en bloque, junto a gran parte del Partido Demócrata (PD) para modificar la Ley 7722, que prohíbe el uso de sustancias tóxicas en el proceso de lixiviación en la minería y que se constituyó en el mayor obstáculo para las multinacionales que han intentado avanzar en estas tierras desde hace más de una década. Nuestra América despierta, es domingo y las banderas se desplegaron en cada punto de la provincia en un solo canto. Todas las voces todas enseñó el gran Armando Tejada Gómez. Todas esas voces no callan y hasta meditan por la tierra alrededor del lago del Parque San Martín. Así se multiplican charlas, abrazos, sonrisas, que son el encuadre perfecto de una foto que trasciende banderas, nombres y sentidos. Una semana que amontonó corazones que han mostrado que el latir del Valle de Huentota sigue vivo y rebelde en tierras donde los cerros Aconcagua y Barauca siguen vigilantes. De la sanción al principio del ocaso Una semana. Tan solo siete días fueron suficiente para que quedase marcado a fuego que en Mendoza la megaminería es inviable porque no tiene consenso social. Una semana marcada por acuerdos a escondidas y el pueblo mendocino que reaccionó en cada rincón para dejar en claro que “El agua de Mendoza no se negocia”. El viernes 20 de diciembre hubo sesión especial en ambas cámaras del Poder Legislativo para tratar un sólo proyecto: el de modificación de la Ley 7722, la llamada ley “guardiana del agua” por las asambleas socio-ambientales, y que ya tenía su suerte echada. En un rápido tratamiento, en horas de la tarde, se sancionó la nueva ley que modificó varios artículos, en particular el primero, que era el que prohibía el uso de sustancias tóxicas como el cianuro, el ácido sulfúrico, el mercurio, entre otros. Un acuerdo del PJ, con Guillermo Carmona, Anabel Fernández Sagasti, Omar Félix y Alejandro Bermejo a la cabeza; junto a la UCR, con el propio gobernador al frente, acordaron la reforma de la ley y el avance de los emprendimientos megamineros en la cordillera. Dos nombres claves: Rodolfo Gabrielli, ex gobernador y la pieza fundamental en el armado de la unidad del justicialismo; el otro, el diputado del PD, Guillermo Mosso. Este último fue la figura central y voz de las empresas mineras dentro del recinto de la Legislatura, y un nombre conocido para el propio Gabrielli, ya que había sido funcionario durante su gestión al frente del ejecutivo provincial. Incluso, paralelamente al debate de la reforma de la 7722, el Presidente Alberto Fernández mantuvo una reunión con gobernadores radicales, donde quedó cerrado el acuerdo respecto a la modificación de la ley guardiana del agua. La mira del presidente estaba fija en las modificaciones de las leyes de Mendoza y Chubut. El resultado: un PJ dividido y costos políticos elevados para varios sectores. El único que salió a despegarse inicialmente fue Guillermo Carmona, presidente del PJ local, para que luego, sólo a partir de un comunicado de prensa en los últimos días, cambiaran de postura orgánicamente desde el partido y pidieran en bloque dar marcha atrás y avanzar en la derogación. El gobernador Suárez había enviado el 10 de diciembre el proyecto de ley de reforma al Senado. Ese proyecto había sido redactado por la cartera de ambiente de la provincia en la gestión de Alfredo Cornejo como gobernador. El nombre que se repite es el de Humberto Mingorance, quien fuera el Secretario de Ambiente en la gobernación anterior y que conservó su puesto. El otro funcionario que fue fusible en este acuerdo es Emilio Guiñazú Fader, que