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genocidio

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Es escritor, psicólogo, investigador sobre el genocidio indígena en nuestro país y autor de “Pedagogía de la Desmemoria”. Con lucidez, se refirió a la continuidad de las políticas de exterminio sobre los pueblos originarios en una nueva avanzada sobre los procesos de recuperación de territorios de las comunidades mapuche en la Patagonia. En diálogo con Hasta que vuelvan los abrazos, el programa de las mañanas de La Retaguardia y Radio Sur, Valko reflexionó sobre las nuevas generaciones de descendientes originarios que en todo el país avanzan en procesos de recuperación de sus identidades, culturas y tierras. Si bien la charla se dio unas semanas antes del asesinato de Elías Garay en la Lof Quemquemtrew, la temática tiene más de 500 años de actualidad. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tocco/Miriam Libertad ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Fernando Tebele “Argentina hizo el famoso Juicio a las juntas militares de la dictadura cívico militar eclesiástica y hubo un Nunca más. Pero con el caso de los pueblos originarios, en lugar de un Nunca más, es un Siempre más. Ahora, este gobierno, que tiene un comportamiento errático no solamente con los pueblos originarios, sino en general, por ejemplo con el ministro Berni hablando de terrorismo; y Aníbal Fernández, a quien nunca se va a despegar de lo de Kosteki y Santillán, dice lo contrario. Siempre la idea de cuando se habla mucho es que nadie entienda nada. Ese es un clásico y lo practican todos los gobiernos.   El imaginario  Valko consideró  que, sin exculpar al actual gobierno, hay un imaginario social nacional que lo trasciende: “Si este gobierno de Alberto Fernández no es el culpable, porque este es un problema que viene de muy atrás, no tiene que ver con Macri, ni con Menem, ni con Duhalde,  ni con Alfonsín, ni con los milicos, esto es una concepción del imaginario nacional que de pronto, Alberto Fernández lo verbaliza tan claramente cuando dijo: ‘todos venimos de los barcos’. Entonces hay un imaginario que los manuales escolares dicen claramente: que eran diez, lo que habitaban o cazaban. Son ausencia, no están, son invisibles.  Según Valko así se construye la mirada hacia un otro/a diferente: “Si aparecen, seguramente han de ser extranjeros, han de ser mapuches, chilenos, bolivianos, guaraníes, paraguayos, porque nosotros somos noruegos. Es una cosa tan simple. Tenemos la cara de la excepcionalidad de Argentina. Nosotros somos excepcionales, no tenemos nada que ver con los negritos, bolivianos ni paraguayos, somos noruegos. Entonces, en ese contexto, un país que se construye desde la excepcionalidad, un país que le tiene miedo a la pluralidad, que construye una historia oficial, como dice (el escritor Juan José) Hernández Arregui, que es la obra maestra de la oligarquía, esa historia oficial que no solamente viene de Mitre, sino que hoy tenemos unos cuantos escribas, algunos que parecen progresistas, pero se dedican a la nota de color: qué le gustaba comer a San Martín y cosas por el estilo. Entonces hicieron una historia a la medida de una élite que invisibiliza no solamente a los pueblos originarios, sino también a la negritud”. Sobre este punto dio un ejemplo claro: “Hay que recordar que el 25 de mayo, que en los actos escolares, a los afro los hacen participar como mazamorrera0 o vendedor de velas, cuando a fines del siglo XIX, en la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, se editaban una docena de periódicos afro. Entonces este es un país que le teme a lo plural que hizo un un culto al olvido, aunque de sí mismo, de la amnesia y en este caso en particular, con el tema de las tierras”.  Para Valko, lo que está sucediendo en torno del conflicto mapuche, “es una cosa muy simple de entender. De pronto, territorios ancestrales, de la noche a la mañana, mediante la construcción del desierto, porque acá no hubo ninguna Campaña del desierto sino que se construyó un desierto que, por ejemplo, Estanislao Zeballos, que es el ideólogo de Roca, dice el slogan que Julio Julio Roca cumple a rajatabla. La barbarie está maldita y no quedarán en La Pampa ni los vestigios de su hueso. Entonces esas tierras ancestrales, de la noche a la mañana, se transformaron en tierras fiscales que el Estado luego malvendió. Por ejemplo, tenemos el caso de Carlitos Menem vendiéndole a precio vil al (empresario Joe) Lewis y otros particulares que de pronto usurparon, les dieron tierras que el Estado y esos particulares sabían que estaban en conflicto. Hay gente, gente de los medios, por ejemplo, gente que tiene programas de televisión bastante vistos, que compraron tierras con gente adentro y también deportistas que últimamente los escuchamos repetir la letanía: terrorismo. Terrorismo porque esa gente compró tierras con personas adentro”. Valko recordó lo que todo el mundo sabe, pero se niega a aceptar: las naciones originarias habitaban estas tierras antes de la conquista. “¿De dónde vinieron esas personas? Siempre estuvieron ahí, pero no tenían títulos de propiedad. O sea, no tuvieron escrituras legales. Yo recuerdo el caso de la acampe Qom acá hace unos diez años en Buenos Aires, que a propósito le pregunté a un abuelito Qom que estaba ahí tirado en el piso de la Av. 9 de julio y me dijo algo igual que me dijo otro en el Chaco. ¿Cuáles son sus títulos de propiedad? sabiendo que no los tenía. Y este señor,  también el del Chaco, me dijeron básicamente lo mismo: ‘acá está enterrado el abuelo de mi abuelo y el abuelo del abuelo de mi abuelo’. Y no me dijo más. Con eso que me estaba diciendo: esos son los títulos de propiedad, esas puertas ancestrales que tienen el territorio. Exacto. Tenía esos títulos con el escribano, follados con el sello, pero los muertos en el territorio, que había sido ancestral y se transformó en tierra fiscal y después en tierras privadas. Y en algunos casos permaneció la gente adentro. Y bueno, el conflicto era cantado. El Estado nacional que se dedicó a patear la pelota, la patiaron

El primer juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo todavía no tiene sentencia firme. En 2009 se condenó a los responsables de la desaparición de Floreal “el Negrito” Avellaneda, el niño de 15 años, militante del Partido Comunista y secuestrado en su domicilio junto a su madre, Iris Pereyra. Después de una serie de apelaciones el caso llegó a la Corte Suprema de Justicia, que intentó beneficiar a los genocidas con la ley del 2×1. Ocho años después, devolvió el expediente a la Cámara de Casación. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele ✍️ Redacción: Paulo Giacobbe 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Foto de portada: Paloma García El caso de Floreal Avellaneda es emblemático. Se trata de uno de los primeros casos conocidos de los Vuelos de la Muerte. Rodolfo Walsh, en la mítica Carta abierta de un escritor a la Junta Militar, denunció las torturas que sufrió el Negrito y que su cuerpo fue encontrado en la costa de Uruguay. Pese a eso, continúa desaparecido. En diálogo con Oral y Público, Iris Pereyra de Avellaneda, su madre también secuestrada en el mismo operativo, dijo: “En la Corte Suprema se burlan de nosotros”, en referencia a la reciente decisión de mantener el expediente sin sentencia firme. “Después de ocho años encajonaron la causa en la Corte y ahora la mandan a Casación; es una burla. No nos respetan a nosotros, los sobrevivientes, el dolor que uno siente por la pérdida de un hijo”, señaló. Sucede que 3 de los acusados recibieron penas bajas y las querellas apelaron. Se trata de los represores Alberto Aneto, Raúl Harsich y César Fragni. “No estábamos de acuerdo con las condenas, y no quedaron firmes y quedaron sueltos”, detalló. El caso llegó a la Corte Suprema y ahí quedó hasta que lo devolvió a Casación.   “Los genocidas se están muriendo. Los testigos ya estamos grandes, seguimos perdiendo tiempo, que te llaman a declarar. Yo declaré ocho veces. Entonces no puede ser esto, por eso vamos a exigir que pongan las barbas en remojo y que los metan presos”, exigió.   15 de abril de 1976 Iris relató su secuestro y el de su hijo como si no hubieran pasado 45 años, con la entereza de quien lucha, milita y persigue justicia. “En el 76 fueron tan siniestros los casos. Lo que pasó con tanta desaparición de gente y el caso nuestro que fue a los pocos días, el 15 de abril”, arrancó. “Justo al mes del secuestro nuestro, que El Negrito cumplía los 16 años, aparece en los vuelos de la muerte. Yo estaba presa todavía, porque yo me comí más de tres años en distintas cárceles, y recién me entero cuando salgo que El Negrito había sido asesinado y tirado en los vuelos de la muerte”, recordó.   Madre e hijo fueron torturados en Campo de Mayo. Iris piensa que se llevaron a ellos dos porque no se pudieron llevar a Floreal, el padre del Negrito, que se escapó por los techos de la casa. El cuerpo del Negrito apareció en las costas uruguayas junto al de otras nueve personas, en bolsas negras. Se lo reconoció por un tatuaje con sus iniciales. “La FA y un corazón en el brazo, igual que su papá”, graficó Iris.  “Imaginate cuando salgo en libertad y me entero de todo esto. Mi desesperación de saber el porqué, dónde están, pero estábamos con el golpe militar. Hasta el 83 que vino la democracia, recién pudimos movilizarnos un poco, viajamos al Uruguay tres veces. Los jueces se declararon incompetentes”, detalló Iris. “Cuando salgo en libertad para mí fue una desesperación. Han pasado 45 años y no sabemos que pasó con el cadáver”, agregó. Iris contó que solo tiene del Negrito unas fotos escalofriantes, que un fotógrafo tomó de casualidad paseando por la playa: “Y de ahí, como apareció, desapareció. No se sabe si fue a fosa común o lo enterraron en algún lado. Por eso exigimos que nos abran los archivos para saber qué pasó con nuestra gente”.  Las empresas Iris Pereyra también exige a la Justicia que se juzgue a los empresarios que fueron parte del genocidio. “Queremos hacer juicio a las empresas” que tenían vínculo directo con el Ejército Argentino que comandaba el Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio El Campito, montado en Campo de Mayo. “Varios militares estuvieron en Tensa. Imaginate si nos quedamos de brazos cruzados y dejamos que esta gente que se enriqueció en forma, a costilla de nosotros, los secuestrados. Eso no se puede perdonar”, dijo. En Tensa trabajaba Floreal padre.   Por último, Pereyra de Avellaneda sostuvo que el camino para revertir la impunidad y lograr algo de justicia es el mismo de siempre: “Nosotros queremos hacer una movilización porque la lucha se gana en las calles, no queda otra. Nosotros lo que queremos es eso”. 

En diálogo con el programa radial La Retaguardia, Melisa Correa, docente e integrante de la Red de Docentes, Familias y Organizaciones del Bajo Flores, se refirió a la designación de Gustavo Albonico como director de la Escuela 2 del Distrito Escolar 8 “Tomás Santa Coloma”, en Parque Chacabuco. La docente contó que Albonico se ha expresado abiertamente en las redes sociales en defensa de la dictadura militar, entre otros dichos repudiables. La comunidad educativa reaccionó rápidamente y realizó algunas acciones en rechazo. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Agustina Sandoval Lerner ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Diego Adur/Pedro Ramírez Otero 📷 Fotos: Nicolás Rosales/La Retaguardia La comunidad educativa se movilizó en repudio a la designación de Gustavo Albonico como director de la Escuela 2 del Distrito Escolar 8 de la calle Santander 1150 de Parque Chacabuco, en la Comuna 7 de la Ciudad de Buenos Aires. Albonico ha tenido discursos misóginos en reiteradas ocasiones, palabras y actos que van en contra de los derechos de las mujeres y otras identidades de género, según contó en un comunicado la Red de Docentes, Familias y Organizaciones del Bajo Flores. Por otro lado, la comunidad educativa entiende que la modalidad del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires  ha sido rotarlo por diferentes escuelas y comunidades evidenciando complicidad y protección a este personaje. Melisa Correa, maestra e integrante de la Red de Docentes, Familias y Organizaciones del Bajo Flores y parte de la Asamblea de Docentes del Distrito 8 explicó cómo se enteró del hecho: “No conocemos personalmente a este sujeto, sí desde las notas que han salido a raíz de su fallida designación como director de una escuela del Distrito décimo. Ahí se pudo frenar la misma, ya que se dieron a conocer estos dichos y el discurso que hace apología del Terrorismo de Estado y de los crímenes de lesa humanidad. También reivindica el gatillo fácil y tiene dichos misóginos, donde pretende cerrar el Ministerio de la Mujer, Género y Diversidades”. Por otro lado, Correa argumentó porqué es inadmisible que el director asuma el cargo: “No podemos tolerar que ningún integrante de conducción de un equipo escolar tenga este tipo de discurso porque nuestros lineamientos curriculares promueven la valoración de la democracia y de la construcción de la memoria familiar, social y colectiva. Es una ley que tenemos que cumplir, y claramente este sujeto representa lo contrario. Estaría fuera de la ley”. Entre las acciones llevadas a cabo, el miércoles pasado hubo una conferencia de prensa en la Escuela Primaria 2 D.E. 8 “Tomás Santa Coloma” y el viernes una radio abierta en la esquina de las calles Emilio Mitre y Asamblea, en Parque Chacabuco. En la conferencia de la semana pasada estuvieron presentes la ex directora del colegio, madres de alumnos y alumnas, e integrantes del gremio Ademys como la actual legisladora porteña del Frente de Izquierda Amanda Martín, la secretaria general Mariana Scayola, y el secretario adjunto Jorge Adaro. Del gremio UTE (Unión de Trabajadores de la Educación) se hizo presente el secretario de Derechos Humanos, Matías Zalduendo. Por último y en relación a las expectativas luego del repudio de la comunidad, Correa expresó: “Hasta donde sé todavía no hay una respuesta, pero deseamos que se remueva o rechace la designación. Lo del miércoles fue movilizante. Creo que no es una opción seguir rotándolo (de un colegio a otro). De continuar en su cargo se estarían violando los derechos de los y las alumnas”.   DESCARGAR

Analía Kalinec es la hija de Eduardo Emilio Kalinec, genocida condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura cívico militar eclesiástica. Es psicóloga y cofundadora del colectivo Historias Desobedientes, una agrupación conformada en 2017 por hijos, hijas y familiares de genocidas. Con motivo de la publicación de su libro “Llevaré su nombre: La hija desobediente de un genocida”, Kalinec pasó por el programa radial La Retaguardia y habló del proceso íntimo y doloroso de escribir sobre sus lazos más primarios y su historia personal. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Gabriela Suárez López 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Editorial Marea Los mandatos familiares actúan sobre los integrantes del “clan” como un legado emocional, como creencias y representaciones que suelen operar de modo inconsciente e influir en el recorrido de cada uno. Romper con ellos muchas veces significa autoexcluirse del círculo íntimo, de las relaciones primarias y más estrechas. Analía Kalinec, psicóloga e integrante del colectivo Historias Desobedientes, relató en primera persona este recorrido como hija del genocida Eduardo Emilio Kalinec: “Yo ignoraba completamente la condición de genocida de mi padre y había empezado a escribir de manera muy ingenua e íntima. Una especie de diario íntimo donde le iba contando a los hijos que alguna vez tendría. En esa época recién estaba conociendo a quien hoy es mi compañero, estábamos proyectando una familia y empezaba a querer registrar esto para cuando tuviera hijos. Casi sin darme cuenta, de un modo inconsciente, como una manera de subsanar aquello que a mí me faltaba. Porque yo no era consciente en esa época de que me faltaba reconstruir mi propia historia. Sin embargo, aparece ese deseo de que mis hijos la tengan narrada y entonces es muy genuino cómo se ve narrado en primera persona ese proceso que me va llevando a escribir en los años 2002, 2003, 2004 y en 2005. Aparece esto de que ‘te quiero contar’ y le decía a mi hijo que en ese momento era chiquitito, ‘que el abuelito está preso, yo no entiendo muy bien porqué’. Iba poniéndole palabras siempre a todo lo que me pasaba y esto se ve reflejado en el libro”, dijo. La portada del libro tiene una imagen impactante: se ve a una Analía adolescente en la rambla marplatense dándole un beso amoroso a su papá. Conmueve porque conocemos su historia y el relato tiene una distancia enorme con lo que se puede ver en la imagen. Ante la pregunta sobre esa elección, la autora contó: “Cuando en la editorial me proponen incorporar fotos al libro, yo empiezo a buscar las pocas que tengo de cuando era chica porque quedaron en mi casa materna. En la casa de mi mamá y mi papá, y ahí yo no tengo acceso. Encuentro esta foto de Mar del Plata, yo debía tener 12, 13 años. Año 92, 93, 94. Lo más gracioso es que cuando en la editorial me muestran el proyecto de tapa yo casi me infarto”. Kalinec le planteó su desacuerdo a la editorial, la foto le resultaba contradictoria y le daba “mucho pudor”. En un intento de suavizar el antagonismo entre imagen y narración, les propuso otras foto de ella jugando en la playa y, ante la duda y la mezcla de emociones, lo consultó con uno de sus hijos: “Gino, que es el más grande, me decía ‘Tiene sentido porque vos estás contando una historia entre él y vos, y está bien que los dos estén en la tapa’. Y ahí me terminó como de cerrar. Pero sí, entiendo que impacta”, afirmó.  Analía es la hija desobediente de Eduardo Kalinec, condenado en el juicio sobre los delitos de lesa humanidad cometidos en el circuito de centros clandestinos de detención, tortura y exterminio Atlético, Banco y Olimpo, donde era conocido como el Doctor K, responsable de secuestros, torturas, asesinatos y otros crímenes. La autora escribe su libro como una declaración de principios, como un faro que la acompañe en esta búsqueda de la verdad y que le aporte la distancia necesaria para lograr la construcción y resignificación de su propia historia. En “Llevaré su nombre” incluyó una crónica de La Retaguardia sobre la audiencia de 2020 en la que Eduardo Kalinec solicitó que se le otorgue el beneficio de salidas transitorias. En esa ocasión se sumó a la querella la participación de Historias Desobedientes como amicus curiae y la voz de Analía se enfrentó al pedido de su padre. En este camino de resistencia al interior del universo familiar, Analía eligió la escritura como modo de expresión para dar a conocer esta historia rompiendo los pactos de silencio y también como parte de una trabajo introspectivo donde aparece el descubrimiento de una fortaleza en el lugar donde se señalaba una debilidad: “Yo creo que es todo un proceso de sanación. Tengo muchas faltas de ortografía y en mi caso siempre fue motivo de hostigamiento, esto de que yo escribía mal. Recuerdo en la escuela, cuando hacían un dictado siempre me sacaba nota baja o cuando escribía mi mamá me retaba porque escribía mal las palabras. Después estudié para maestra y siempre fue un complejo tener que escribir en el pizarrón o cuando corregía los cuadernitos o las carpetas de los chicos, y estar muy atenta de no tener faltas de ortografía. Esto lo fui leyendo después en mi análisis y en mis lecturas más amorosas conmigo misma como un síntoma de algo. Por eso, cuando empiezo mis lecturas universitarias en la Facultad de Psicología para mí siempre escribir era una traba y me sentía torpe escribiendo. En los exámenes escritos sentía que no reflejaba lo que quería decir, en los trabajos prácticos siempre encontraba alguna traba en esto de poder decir lo que quería expresar”, contó. Y agregó que hubo un momento en que hizo un click ya avanzada en  la carrera de psicología donde pudo observarse con la escritura a partir de un reposicionamiento subjetivo propio: “Me llevaba a no estar

El Encuentro Militante Cachito Fukman dejó en la casa de gobierno un comunicado dirigido al presidente de la Nación, Alberto Fernández. Allí insisten con el pedido de apertura de los archivos del genocidio en la Argentina. A finales del 2020, se entregó un petitorio con miles de firmas. El mes pasado, sobrevivientes del Terrorismo de Estado que integran ese espacio se reunieron con la titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, con la misma intención.  (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Diego Adur 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Foto de portada: Encuentro Militante Cachito Fukman El jueves 10 de junio, integrantes del Encuentro Militante Cachito Fukman dejaron en la Casa Rosada una nota dirigida a Alberto Fernández. Es una nueva solicitud para que ordene la apertura de los archivos del Terrorismo de Estado en nuestro país. En el comunicado se le recuerda al Presidente de la Nación que el pasado 3 de diciembre se le presentó “un petitorio con miles de firmas solicitando la urgente apertura de la totalidad de los archivos de la dictadura”. Semanas después, “recibimos una nota de la Secretaría de Derechos Humanos” de la Nación en la que “se nos sugería remitirnos al Archivo Nacional de la Memoria”. En la nota dan cuenta de que ese archivo está conformado principalmente por sus testimonios  junto al que familiares, brindaron en juicios de lesa humanidad y en distintos organismos de derechos humanos a lo largo de estos años. Por lo tanto, consideran que la respuesta fue insuficiente. La carta insta a Fernández a que, en su carácter de Presidente y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, “disponga la apertura de los archivos del terrorismo de Estado, tanto del período 1974/75 como de la dictadura cívico-militar 1976/1983”.  El mes pasado, mencionan también en el comunicado, hubo una reunión en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) e integrantes del Encuentro Militante Cachito Fukman . En esa oportunidad, Cristina Caamaño, actual interventora del centro de espionaje oficial, recibió a Carlos Sueco Lordkipanidse y a Carlos Loza. Ellos expusieron que “la entonces Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) tuvo un rol importante a la hora de recabar información para los secuestros de personas y funcionó como aglutinador con los servicios de inteligencia de las distintas fuerzas”. En ese sentido, le hicieron saber a Caamaño que “la actual AFI debe tener, en sus fondos, documentos producidos por la entonces SIDE, incluyendo los envíos de información de los demás elementos que conformaron esa ‘comunidad informativa’ al servicio de la represión”. En el cierre de la solicitud, se expresa la responsabilidad del Estado en seguir permitiendo que los genocidas y sus cómplices permanezcan impunes, y las trabas que significa la no apertura de archivos en la búsqueda de nietos y nietas apropiadas, y en saber qué sucedió con las 30 mil personas desaparecidas. “Cada día que pasa sin que el Estado salde la deuda que tiene en materia de apertura de archivos y sin que implemente políticas archivísticas serias, planificadas, que garanticen la preservación y el acceso a esos archivos de forma integral; es un día más que el Estado continúa perpetuando la impunidad y atentando contra el reclamo de memoria, verdad y justicia. Pasaron 45 años del golpe genocida y se cumplieron 37 años del retorno de la democracia. Los años pasan, los genocidas mueren impunes; madres y familiares fallecen sin saber qué pasó con sus seres queridos desaparecidos; cientos/as de jóvenes que nacieron durante el cautiverio de sus madres continúan apropiados/as, con su identidad sustituida, mientras sus abuelas, sus hermanos/as, nosotros/as los seguimos esperando”, cierran. El comunicado completo Buenos Aires,  16 de junio de 2021 Al Presidente de la República Argentina Dr. Alberto Fernández De nuestra mayor consideración: Nos dirigimos a Ud. a efectos de solicitar se nos brinde una respuesta ante la solicitud iniciada el 3 de diciembre de 2020 y reiterada el pasado 4 de febrero, relativa al pedido de adopción de las medidas necesarias para la apertura de los archivos de la represión genocida. Al respecto, recordamos que: El 3 de diciembre pasado presentamos a Ud. un petitorio con miles de firmas solicitando la urgente apertura de la totalidad de los archivos de la dictadura, tanto en virtud de los compromisos asumidos por el Estado para la investigación de los crímenes de lesa humanidad, como en sus atribuciones específicas en su carácter de Comandante en Jefe de todas las Fuerzas Armadas de la Nación; Dicha presentación dio origen al Expediente Electrónico N° EX-2020-84314346- -APN-CGD#SGP, en el marco de la ley de derecho de acceso a la información pública Nº 27.275; por el cual el 29 de diciembre recibimos una nota de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación; en la que se nos sugería remitirnos al Archivo Nacional de la Memoria. Vale destacar que la mayoría de la documentación que allí se encuentra y se puso a nuestra disposición, fue el fondo CONADEP. Dicha documentación no sólo es de público conocimiento y de vieja data, sino que además está compuesta mayoritariamente por información que hemos aportado los familiares y sobrevivientes al brindar testimonio dentro y fuera del país; siendo éste el insumo básico de acercamiento a la verdad, como ya advertía el mismo informe de la CoNaDeP.  Conforme lo descripto en el punto anterior, resulta evidente que la nota recibida no dio respuesta al pedido realizado en diciembre de apertura de los archivos; y tampoco se hizo eco de la apelación a las atribuciones que nuestra Constitución le confiere a Ud. como Comandante en Jefe de todas las Fuerzas Armadas de la Nación; Por esas razones, el 4 de febrero nos dirigimos a Ud. reiterando por nota nuestro pedido de que “disponga la apertura de los archivos del terrorismo de Estado, tanto del período 1974/75 como de la dictadura cívico-militar 1976/1983”. En dicha presentación reiteramos que “en su carácter de Presidente de la Nación y Comandante en Jefe de las FFAA, Ud. tiene la facultad de ordenarle formalmente a dichas

Durante su testimonio en el juicio Brigadas, Valeria Gutiérrez Acuña, una nieta con la identidad restituida solicitó esta semana la sanción de una ley que penara el negacionismo respecto al genocidio ocurrido recientemente en Argentina. En marzo de este año, la diputada Patricia Mounier, del Frente de Todos, presentó en el Congreso de la Nación un proyecto en ese sentido. La Retaguardia la entrevistó para conocerlo en profundidad. Allí, Mounier analizó las repercusiones sociales y políticas que traería su promulgación. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Pedro Ramírez Otero 💻 Edición: Diego Adur 🖍️ Ilustración: Lorenzo Dibiase/La Retaguardia La diputada nacional Patricia Mounier dialogó con La Retaguardia para brindar más detalles del proyecto de ley para sancionar penalmente la negación del último genocidio ocurrido en el país. Desde su rol como docente, dio cuenta de cómo construir un discurso educativo que deje poco margen de maniobra a quienes niegan o incluso minimizan lo ocurrido. Mounier contó cómo surgió la presentación: “Con motivo de un nuevo aniversario del 24 de marzo presentamos un proyecto que se propone sancionar el negacionismo en nuestro país: Hay discursos, actitudes, ideas y pensamientos que niegan todo lo ocurrido durante la dictadura militar, cívica y eclesiástica del ‘76 al ‘83 y me parece que es muy grave, sobre todo teniendo en cuenta el trabajo que los organismos de derechos humanos, Madres, Abuelas, Hijos están haciendo al respecto, y que son, incluso, ejemplo de trabajo en derechos humanos en el mundo. Muchos países nos miran en ese sentido. Y cuando este tipo de declaraciones son de parte de funcionarios me parece que es más grave aún. Entonces, lo que plantea el proyecto es sancionar justamente ese tipo de conductas, que niegan, banalizan o vanaglorian lo ocurrido durante la dictadura”. —La Retaguardia: ¿Creés que esto debería haber estado contemplado desde hace tiempo? —Patricia Mounier: Creo que sí. Sobre todo este año hemos visto mucho de esas actitudes negacionistas en las redes, muchas veces en forma anónima y demás. Pero me parece que el avance de la derecha es peligroso en ese sentido, y en muchos otros más. Hay un discurso de la derecha que pretende negar a los 30 mil, pretende ridiculizar y ofender la labor de las Madres y las Abuelas. Y entonces me parece que es hora de que pongamos claridad en esta cuestión y que realmente el que niega lo ocurrido sea sancionado. Yo soy docente además de legisladora y aspiro a que también estos temas se charlen en las escuelas. Lamentablemente en muchas escuelas el 24 de marzo pasa totalmente desapercibido, hay muchos docentes que no quieren hablar. En Santa Fe ocurrió que una docente de Nivel Inicial hizo una actividad con los alumnos explicándole la tarea de las Abuelas de Plaza de Mayo y un legislador de la oposición no solamente la ridiculizó sino que la escrachó en las redes diciendo que estaba adoctrinando a niños de cuatro y cinco años. Me parece muy grave lo que plantea el legislador teniendo en cuenta su calidad de legislador elegido por el pueblo. No puede negar lo que ha ocurrido. —LR: Sin ir más lejos, nos encontramos en las últimas elecciones presidenciales con un personaje como Gómez Centurión que tuvo una bancada muy grande de una parte de la iglesia y que este 24 de marzo salió a vender un buzo que decía “Ni fueron 30 mil ni fueron inocentes”.  —PM: Lamentablemente, además, con fotos con jóvenes. Uno siempre piensa que todas las nuevas generaciones tienen otras ideas, otro pensamiento y otra cabeza. Y este tipo de personajes como el que decís juntan gente que los apoya y que hasta los vota. Y me parece que es muy peligroso. Además declaraciones como las de Patricia Bullrich hacia Estela de Carlotto. Incluso gente  de la prensa: algunos periodistas se han manifestado en ese sentido. Me parece que cuando se es funcionario, legislador o incluso un comunicador social, hay que tener mucha responsabilidad y seriedad en ese sentido. En el proyecto se plantea una sanción que en el caso de ser funcionario se duplica en cuanto a impedirle que sea funcionario por ese tiempo también. Tenemos que empezar desde esos lugares a dar los ejemplos.  —LR: ¿Cómo fue recibido este proyecto?  —PM: Muy bien. Ha tenido el acompañamiento de muchos legisladores e incluso hay un par de proyectos más en la cámara. Uno de Marcelo Koenig, también del Frente de Todos, y la idea es trabajar juntos esos proyectos para que puedan llegar a las comisiones y ser tratados. Obviamente que los organismos de derechos humanos han acompañado el proyecto. Estamos esperando que se pueda tratar en las comisiones. Como docente aspiro a que esto también esté en las currículas escolares, también sobre el 24 de marzo, se hable sobre los organismos de derechos humanos. Que se hable de las violaciones de derechos humanos que ha habido en la dictadura.  —LR: En Alemania está penado reivindicar el Holacausto. Esto no impidió, por ejemplo, el resurgimiento de grupos neonazis, ¿lo contemplaron?  —PM: Con el avance de la derecha que en nuestro país implica gran parte de la oposición y en países como Alemania ese avance del neonazismo y demás, me parece que tenemos que empezar a plantear más fuertemente la cuestión. Por eso confío tanto en la educación. Yo quiero una escuela con perspectiva en derechos humanos, y me parece que si eso lo trabajamos en edades tempranas vamos a tener generaciones mejor formadas y con otra cabeza, otro pensamiento e ideales. Incluso hasta otra militancia. Y me parece que es grave el avance de la derecha que no implica solamente defender lo que han hecho los gobiernos neoliberales y las dictaduras, no solamente en derechos humanos: en planes económicos, proyectos culturales. Todo lo que ha significado la dictadura en nuestro país. Y negar que son 30 mil es negar lo que ha ocurrido en la dictadura, y tenemos testimonios de miles de militantes que vivieron esa época de horror y nos dejan su testimonio para

En el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la Brigada de Investigaciones de la Policía de Chaco, entre otros lugares, fueron sentenciados 8 represores por secuestros, torturas y desapariciones contra 32 víctimas. Además, en una revisión de la sentencia por la Masacre de Margarita Belén, se condenó al excomisario Alfredo Luis Chas a 15 años de prisión por su participación en los fusilamientos ilegales ocurridos en diciembre de 1976. El fiscal a cargo en Chaco, Diego Jesús Vigay,  participó de la previa de una de las transmisiones de juicios de La Retaguardia en su canal de YouTube y brindó detalles de lo que dejaron estos fallos. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele ✍️ Redacción: Diego Adur 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Captura de pantalla de la transmisión de La Retaguardia El tercer tramo de la causa Caballero que investigaba los crímenes de lesa humanidad cometidos contra 32 personas en la Brigada de Investigaciones de la Policía de Chaco, en la Alcaidía Policial y en la Cárcel Federal U7 tuvo sentencia: los 8 imputados, oficiales y suboficiales de la Inteligencia de Chaco y del Ejército, así como también policías penitenciarios, fueron condenados a penas que van desde los 3 años y 6 meses hasta 25 años de prisión. Las penas más bajas fueron para el jefe de guardia de la Cárcel Federal U7, César Pablo Casco, quien recibió 3 años y 9 meses de prisión, y para José Marín, exsargento de la Policía de Chaco, con una pena de 3 años y 6 meses. El suboficial Ángel Jorge Ibarra recibió 6 años; José Tadeo Luis Bettolli, exoficial de la Inteligencia del Ejército, fue condenado a 7 años y medio de prisión; a Luis Alberto Patetta, también de la Inteligencia del Ejército, le dieron 11 años y 6 meses; Francisco Orlando Alvarez, quien fuera oficial de la Alcaidía Policial y no había sido condenado en ninguna oportunidad, recibió 14 años de prisión. Las penas más elevadas las recibieron el comisario José Francisco Rodríguez Valiente y el suboficial Gabino Manader: 25 años de cárcel para cada uno y fueron considerados responsables de ejercer violencia sexual en el centro clandestino de detención que funcionó en la Brigada de Investigaciones de Chaco. Durante una de las transmisiones de juicios de lesa humanidad de La Retaguardia que se realizan por el canal de YouTube, el fiscal Diego Jesús Vigay fue invitado a participar y brindó más detalles de lo que dejó el veredicto del Tribunal Oral Federal de Resistencia: “En este juicio se trataron los casos de 32 víctimas, 28 de ellas sobrevivientes y 4 casos de desaparecidos. Fundamentalmente, fueron oficiales y suboficiales de la Dirección de Inteligencia de Chaco y oficiales de la Inteligencia del Ejército argentino. También se juzgaron casos puntuales de torturas en la Alcaidía Policial como en la Cárcel Federal U7. Por un lado, la reconstrucción de este centro clandestino de detención —la Brigada de Investigaciones de la Policía de Chaco—, los secuestros, las privaciones ilegítimas de la libertad, las torturas y las condiciones de detención. Se juzgó también un caso de violencia sexual, reconstruyendo lo que era la sistematicidad de la violencia sexual en este centro clandestino de detención como en todos los centros clandestinos del país. Se juzgó el caso de niños que habían sido alojados en este centro junto a sus padres por algunos días. El centro del juicio fueron casos que iban desde 1974 hasta el año 1979”, comentó el fiscal.  En el balance que hizo Vigay aparece la alegría por lograr la condena de los 8 imputados en la causa y, a la vez, la frustración porque las 4 desapariciones que forman parte de las 32 víctimas del juicio no fueron probadas en la sentencia: “Se condenó a todos los imputados por 28 de los 32 casos. Es muy importante porque consolida todo el proceso de juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad y la reconstrucción de lo que fue este centro clandestino de detención en Chaco. Lo negativo fueron las absoluciones en cuanto a las desapariciones. Existen elementos suficientes de indicios de algún nivel de participación de quienes estaban imputados, sobre todo en las condiciones de detención que nosotros consideramos ilegales y los tormentos a estos detenidos que están desaparecidos. Se va a apelar esa parte de la sentencia”, aseguró.  El fiscal también celebró la velocidad con la que se desarrolló este tercer tramo de la causa: “Fue muy positivo que el juicio por el caso de 32 víctimas, con alrededor 40 testigos se pudo hacer prácticamente en 10 días. Se fijaron audiencias todos los días de la semana. Jueces de otra jurisdicción —los jueces Luciano Homero Lauría y José María Escobar Cuello del Tribunal Oral de Santa Fe— se instalaron en Resistencia todos esos días. El presidente del Tribunal —Rubén David Oscar Quiñones— no lo pudo hacer porque no estaba vacunado, así que dirigió el juicio desde Formosa. Se pudo hacer una parte con testigos de manera presencial. Las audiencias empezaban puntualmente a las ocho de la mañana y terminaban a las tres, cuatro o cinco de la tarde. En cinco días se produjeron todos los testimonios y la semana siguiente fue la producción de los alegatos. Fue muy importante hacerlo con esa celeridad”, destacó. Impunidad biológica para genocidas y declaraciones pendientes para víctimas Vigay habló de algo que sucede en casi la totalidad de estos procesos, que tardan tanto tiempo en llegar y las consecuencias que eso genera: genocidas que mueren sin recibir condenas y familiares de víctimas o sobrevivientes del Terrorismo de Estado que no llegan a contar su historia. “Lamentablemente no llegaron a juicio los responsables principales del centro clandestino de detención. Han fallecido en el camino de lo que fue esta causa y, fundamentalmente, en este tercer tramo. Además, tuvimos el fallecimiento de varias víctimas que no tuvieron la oportunidad de que su caso fuera tratado en un tribunal. Se salda la situación con la incorporación por lectura del testimonio que se hizo en instrucción, pero claramente

La actual interventora de los servicios de inteligencia, Cristina Caamaño, recibió ayer por la mañana a Carlos Lordkipanidse y Carlos Loza, integrantes del Encuentro Militante Cachito Fukman. Fueron en representación de miles de firmas que apoyaron un petitorio entregado al presidente Alberto Fernández el 3 de diciembre pasado exigiendo la apertura de archivos de los años del genocidio. Les mostraron varios muebles con fichas, entre ellas una de espionaje, siempre ilegal, al sobreviviente de la ESMA Enrique Fukman, fechada en 1986. El mensaje de Nora Cortiñas para Caamaño. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista y redacción: Nicolás Rosales  📷 Fotos: Natalia Bernades/La Retaguardia 💻 Edición: Fernando Tebele Los dos Carlos caminan con pasos firmes dejando a sus espaldas el fondo de la Casa Rosada bajo un sol otoñal. Uno de ellos es Carlos “Sueco” Lordkipanidse y el otro es Carlitos Loza. Ambos son  sobrevivientes de la perversidad de la ESMA durante el genocidio, e integran el Encuentro Militante Cachito Fukman.  Desde este espacio, habían convocaron a una conferencia al mediodía en la Pirámide de la Plaza de Mayo, que también derivó en charla con La Retaguardia. Lordkipanise y Loza se reunieron ayer a las 11 de la mañana con Cristina Caamaño, interventora de la AFI (Agencia Federal de Informaciones ex SIDE), en la sede de los servicios de inteligencia, apenas a 40 metros de la Casa de gobierno.  La cita es una respuesta del gobierno nacional a una rápida y nutrida juntada de firmas que el EMCF entregó en la Rosada hace algunos meses con la exigencia de la apertura de todos los  archivos de la dictadura.  Al culminar la reunión, en diálogo con La Retaguardia, bajo la sombra de la pirámide, El Sueco, claramente conmovido y algo ansioso por expresar sus primeras sensaciones dijo: “Nosotros vinimos acá con una premisa clara que es la que se manifestó en el petitorio que le habíamos presentado previamente al Presidente Fernández, que como ya se sabe nos mandó a contestar en primera instancia por el Secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla, con una respuesta absolutamente insuficiente. Por lo tanto presentamos una nota, y en lo que consideramos un salto cualitativo, nos llamó la interventora y nos citó en la AFI. Si bien no nos agradó, concurrimos a la cita. Respecto al petitorio presentado exigimos saber el paradero de los desaparecidos, los lugares donde estuvieron detenidos, quiénes son los responsables, y dónde están los niños y niñas apropiados”. En referencia a la respuesta recibida contó: “Ellos tienen esto que han encontrado que son los famosos archivos, y que nos mostraron. Son tres muebles grandes, de un conjunto de trece en total, o sea que faltan diez. Nos dijeron que supieron de estos faltantes por unas fotos viejas que encontraron. La pregunta que nos hacemos es, ¿dónde está la información faltante? Por ahora no sabemos”. Por otro lado hizo referencia a ciertas limitaciones burocráticas: “La información que ellos nos brindaron a nosotros fue de carácter personal. Lo que quiere decir que tiene que venir una víctima o familiar a buscar su información. No dan información por el cumplimiento de una ley, que desconocemos. Esta respuesta, entre otras cosas, fue la que esperábamos. También les entregamos el petitorio que habíamos hecho en mano y que lo firmaron como recibido. Además nos transmitieron que, a pedido de la justicia, este material está disponible”, y en varias ocasiones fue utilizado en juicios por crímenes de lesa humanidad. Para acceder a esa información personal se puede escribir al correo electrónico informacion.publica@afi.gob.ar El mensaje de Norita para Caamaño En el transcurso de la reunión, El Sueco puso sobre la mesa un mensaje muy especial para Caamaño. “Cuando le conté a Nora Cortiñas que íbamos a venir, me dijo: `Bueno, haceme un favor, cuando hables con ella decile que en la información que le hicieron llegar a Madres de Plaza de Mayo, me encontré con una ficha mía que dice que me espiaron cuando yo estaba entrevistando a una delegación internacional. Decile a la doctora que sé que me han espiado en cada uno de mis pasos, pero que lo que yo quiero saber es el destino de mi hijo”. Hace algunos meses, el gobierno entregó a varios organismos de derechos humanos carpetas de espionaje a sus integrantes. En ese paquete estaba la ficha a la que se refiere Norita. Expediente Fukman Lordkipanidse hizo una pausa, y visiblemente emocionado detalló que le mostraron una ficha con material de espionaje sobre su querido compañero de militancia, Enrique Cachito Fukman, quien falleció en 2016. “Cuando nos muestran el material, que fueron tres personas, uno de ellos me dice: ‘Acá tengo algo que te puede interesar, la ficha de Cachito Fukman’. Que está elaborada en el año 1986, en plena democracia. Se nota que hay una investigación, un seguimiento a él y a un grupo de personas. Investigaron todos los viajes que hizo al exterior, con quien se reunió, donde militaba en esa época”, dijo acongojado como cada vez que pronuncia su nombre. Lordkipanidse dejó ver cierta disconformidad por el resultado de la reunión: “Sigue habiendo una confusión de qué es lo que queremos. Por eso en el petitorio lo dejamos claro”, pero remarcó una diferencia con gestiones anteriores: “Esta administración puso mucho esmero en deslindarse de todas las administraciones anteriores en función de la tenencia de este material, y que el mismo no se haya hecho público nunca. Lo que implica una situación compleja, porque pasaron gobiernos que responden a la línea política, o fueron muy cercanas o iguales a la del actual”. Carlos Loza agregó: “Además de los archivos metálicos como los mencionan, está el álbum de fotos que estaba ahí adentro en un armario, que salió en los medios. Y en el altillo encontraron material deteriorado, sucio, viejo, comido por ratas. Lo que nos dijeron además, es que ellos no tienen otros archivos; y que los que están, los están digitalizando. Nos entregaron una carpeta sobre este trabajo que vienen haciendo”. Por último, ambos coincidieron en una misma sensación: perciben que se

La caravana convocada por el Sitio para la Memoria ex Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio Pozo de Quilmes pasó por la puerta de la casa del ex médico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Jorge Bergés, quien pese a sus condenas por crímenes de Lesa Humanidad, goza del beneficio de la prisión domiciliaria en la localidad de Quilmes. “¿Dónde está Rosita?”, fue la consigna que las y los militantes exhibieron frente a su domicilio el 24 de marzo. El cartel colgado en la persiana de su casa llamó la atención. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Paulo Giacobbe 💻 Edición: Fernando Tebele Al lado del cartel celeste de la empresa de seguridad privada hay otro cartel, blanco y con letras negras: “ES BUENO ESTAR EN CASA”. Cualquier transeúnte podría pensar que desde esa ventana proponen cuidarse del Covid-19, pero no. Se trata de un mensaje siniestro de impunidad. Porque en esa casa de rejas verdes vive un torturador, violador y ladrón de bebés, el ex médico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Jorge Bergés. El 22 de Mayo de 2001, por ordenanza municipal “para perpetuar la memoria de los desaparecidos durante la represión”, la calle donde Bergés actualmente goza de la prisión domiciliaria cambió de nombre y pasó a llamarse “Madres de Plaza de Mayo”. Sin embargo la casa conserva dos placas con el nombre incorrecto: “Magallanes 1441 ex 723” y “Magallanes 723”. El 24 de marzo, desde el consejo del Sitio para Memoria ex Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio Pozo de Quilmes, realizaron una caravana recorriendo el territorio. Unieron en su recorrido los Sitios de Memoria, ex centros clandestinos como El Infierno de Avellaneda, Pozo de Banfield y Pozo de Quilmes, actualmente en juicio, en el que Bergés ha sido ya varias veces reconocido por sobrevivientes. También fueron hasta Temperley, en el Barrio San José, recordando la Masacre de Pasco, ocurrida el 21 de marzo de 1975 a manos de la Triple A.  En Quilmes pasaron por la Comisaría 3ª que “durante el Rerrorismo de Estado albergó prisioneres ilegales” y por la Comisaría  1ª, que tuvo “detenidas ilegales en cautiverio” y donde “cuatro jóvenes fueron torturados y asesinados” en 2004, informaron desde el sitio en la invitación a la actividad. En un tramo del recorrido, pasaron cerca de la casa del represor y se realizaron una serie de intervenciones, como repintar el nombre de la calle Madres de Plaza de Mayo.  Rosita Una militante de la caravana bajó del auto y comenzó a tirar volantes y mariposas de papel para el otro lado de la reja verde de la casa del represor Jorge Bergés. A los pocos segundos, “Como a los nazis/les va a pasar/adonde vayan los iremos a buscar”, era el retumbar que sobresalía en las gargantas y la pregunta: “¿Dónde está Rosita?” atravesaba el viento en cartulinas blancas. Durante la actividad no solo se identificó el domicilio del torturador, violador y ladrón de bebés nacidos en cautiverio, también se repintó el nombre de la calle, se colgaron pañuelos blancos en los árboles y se habló con los vecinos y vecinas.   Viviana Buscaglia, del Colectivo Quilmes Memoria Verdad y Justicia, contó a La Retaguardia la historia de Rosita, una beba robada por el ex médico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires: “El caso de Rosita es emblemático para Quilmes. Cuando en diciembre del 1976 secuestran a Silvia Mabel Isabella Valenzi la llevan al pozo de Quilmes, en febrero de 1977 la reconoce María Kubik Marcoff, que estaba presa ahí y tenía a su hija también ahí, ella dice que estuvo con Silvia y que estaba embarazada. El 2 de abril la llevan a Silvia a parir al Hospital de Quilmes y atiende el parto el Doctor Blanco. Da a luz, la trasladan, y del Pozo de Quilmes la llevan al Pozo de Banfield. Silvia cuenta que había dado a luz estando en cautiverio en el Hospital de Quilmes y las presas que estaban ahí no le creían. La última vez que se la ve a Silvia es a fines de abril, y está desaparecida”. Quien llevó a Silvia a parir al Hospital de Quilmes fue Bergés, en ese momento médico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.   “El 2 de abril nace Rosita, la hija de Silvia”, retoma Buscaglia, “el Doctor Blanco lo echa a Bergés y Silvia puede contar que estaba secuestrada.  La partera era Norma Brola. Anotan en el libro de partos que había nacido Rosita y después lo tachan, lo borran, ese libro está en la Justicia”. La enfermera Generosa Fratassi y la partera María Luisa Martínez, trabajadoras del Hospital, se van a poner en contacto con la familia de Silvia para avisarles del nacimiento de Rosita. “No estaban de guardia en ese momento y al día siguiente, cuando van a trabajar, se enteran de que Bergés había traído a esta parturienta y que la beba no estaba en neonatología. Silvia y la beba habían desaparecido”.  Martínez y Fratassi escriben una carta a máquina de escribir y Emma Salas de Ciavaglia la deja en el correo con remitente anonino, así “avisan a la familia de Silvia que estaba viva, que había dado a luz en el Hospital de Quilmes una niña y le había puesto Rosita”. Fratassi y Martinez son secuestradas, “se las vio en Vesubio”, y sus cuerpos fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense.   “Por eso cada vez que hacemos una campaña de visibilización de que Bergés está cumpliendo prisión domiciliaria, para los y las quilmeñas, la pregunta es: “¿Dónde está Rosita?”, además de todos los bebés que este genocida se apropió”, concluyó  la integrante del Colectivo Quilmes Memoria Verdad y Justicia. 

Entre las actividades a 45 años del golpe de Estado, La Retaguardia participó de una movida cultural en el CuSam de la Unidad Penal 48 de San Martín. Compartimos la crónica de un día de libertad entre los muros. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Diego Adur 📷 Fotos: Mauro Martínez/Julián Bouvier/Lorenzo Dibiase Este 24 de marzo fue sin dudas especial. La pandemia de Covid-19 obligó a dividir las distintas actividades: se realizó una transmisión especial con las Madres, de manera virtual; se marchó en la Plaza de Mayo; se plantaron árboles en plazas y espacios de todo el país. Las formas de manifestación en nombre de la Memoria, por la Verdad y la Justicia fueron muchas. Otra actividad, de la que participó La Retaguardia, la realizaron las personas privadas de su libertad en la Unidad 48 del Penal de San Martín, en la Provincia de Buenos Aires. Allí funciona el CuSam (Centro Universitario San Martín), donde las pibas y los pibes se encuentran y construyen un espacio de libertad. “Acá somos libres”, se escuchaba cada vez que alguien agarraba el micrófono. Es emocionante imaginar lo que significa ese lugar para personas privadas de su libertad, que sienten que, luego de recorrer diferentes unidades a lo largo y ancho de la Provincia, son libres por un rato Hay un edificio principal, emplazado en un lugar verde, no muy grande, pero lleno de actividades y de vida. Allí funcionan una biblioteca, la “Juan Gelman”; una sala de computación, la “Paulo Freire”; una sala de música; aulas para las cursadas de las materias de la Universidad; y también funcionaba una radio hasta hace algunos meses, Radio Mosquito. En octubre del año pasado, durante una protesta de los internos, la policía reprimió brutalmente el penal y terminó por destruir parte del CuSam. La sala de música y la radio son las que más lo sufrieron. Instrumentos musicales y elementos de la radio fueron destrozados. Los pibes aseguran que Radio Mosquito pronto volverá a sonar. No piensan permitir que nadie les robe la voz. En las afueras del edificio hay una pequeña casilla con un horno, donde se producen artesanías en cerámica. En otro lado, una huerta, con ganas de convertirse en agroecológica. Todo esto gestionado por las pibas y los pibes del CuSam, y acompañado por coordinadores de la Universidad de San Martín, muchos de ellos presentes durante la actividad. La actividad central se realizó en el patio del CuSam. El día lo ameritaba. Las sillas se colocaron frente a la entrada del centro universitario. El piso de cemento que anticipa la entrada al edificio hacía de escenario, con varios micrófonos, equipos de sonido, una batería e instrumentos musicales esperando a ser utilizados. Los pañuelos de las Madres y Abuelas bailaban al son del viento, colgados de una media sombra que amenizaba el sol. En una de las paredes del CuSam estaban las imágenes de las y los desaparecidos de San Martín. Y había también un hueco en la tierra, que invitaba a sembrar memoria. Toda la decoración y la escenografía de la jornada fue armada y montada por las y los pibes.  A eso de las 11, Abel Díaz, integrante del Centro de Estudiantes del CuSam “Azucena Villaflor”, tomó el micrófono y dio la bienvenida a las muchas personas invitadas a compartir esta jornada. Invitó a sentarnos, recordó que hay que tener puestos los barbijos y arrancó con la lectura del comunicado. Un comunicado lleno de memoria activa, que planteó la lucha por la justicia de ayer y también de hoy. Que habló de los y las 30.000, pero también de Johana Ramallo y de Luciano Arruga. Que denunció la violación de los derechos humanos tanto adentro, como afuera de los penales. Pero que, además, recordó a las personas desaparecidas con mucha vida, con ese amor a la militancia, a la construcción de un mundo más justo, a las artes, las lecturas. Y eso fue algo que rondó por toda la jornada: aun sabiendo que el 24 es un día de reflexión y de memoria, todo estuvo rodeado de alegría, arte, risas, baile y música.  Luego pasaron por el micrófono Daniela Gaona, familiar de desaparecidos/as; Leonardo Grosso, diputado nacional por el Frente de Todos; Mariel Fernández, intendenta de Moreno; algunos integrantes del Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires; Carlos Greco, rector de la Universidad de San Martín; Silvana Ortíz, integrante del Centro de Estudiantes del CuSam; entre otros/as. También tuvimos la posibilidad de tomar la palabra desde La Retaguardia para contar acerca de nuestro trabajo en materia de derechos humanos.  Más adelante, se entonaron las estrofas del himno nacional argentino y luego, se pasó a uno de los momentos más emotivos de la jornada: la plantación de un árbol de paltas en el patio del CuSam.  La música empezó a sonar en las manos de los “Sale $500” la banda de los pibes del CuSam. “Sale $500, porque acá adentro todo sale $500”, dijo Mauro, uno de los integrantes, entre risas. Se cantó por las y los desaparecidos. Se cantó por la desigualdad. Se cantó por un mundo más justo.  Le siguieron las rimas del Patón Argüello, rapero, liberado del CuSam. “Sueñen alto que a veces los sueños se hacen realidad”, repitió más de una vez a quienes hoy continúan privados/as de su libertad. Al terminar, llegó otro momento muy emotivo, de lágrimas y pieles de gallina: la obra de teatro gestionada por los y las pibas del CuSam: “Sobrevivientes”. Fueron unos 15 minutos para reflexionar sobre la atrocidad de la violencia militar en los 70 y también acerca de la violencia policial de hoy. Como si estuviéramos en un jueves cualquiera de la vieja normalidad, a eso de las 15.30, en la Plaza de Mayo, la obra cerró con un fuerte: “30.000 compañeros detenidos desaparecidos: ¡Presentes! ¡Ahora y siempre!”. Mientras por las mesas circulaban sanguchitos de miga y empanadas, continúo la música a manos de otro rapero, Hugo Paez, “el expresante”,  hijo de desaparecidos/as. Estaba muy nervioso