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El depuesto presidente del Estado Plurinacional de Bolivia realizó un acto en el estadio del Club Deportivo Español. Compartimos una crónica y fotos de una jornada tan emotiva como política, en la que Morales propuso que la región industrialice el litio para poder fijar su precio. (Por La Retaguardia)📝 Texto 👉 Natalia Bernades📝 Edición 👉 Fernando Tebele📷 Fotos: Natalia Bernades y Rolando Andrade Stracuzzi Algunos dirán que el motivo que nos convoca el 22 de Enero en el Estadio Deportivo Español, en el barrio de Bajo Flores, son los 14 años del Estado Plurinacional de Bolivia. Otros, la fecha que marca oficialmente el fin del mandato de Evo Morales y la presentación del informe anual de su gestión. Alguno atinará a afirmar que es el lanzamiento de campaña que presenta al binomio Luis Arce Catacora y David Choquehuanca. La realidad es que una multitud llenó el estadio, movida por el deseo de recuperar la democracia en Bolivia. La jornada empieza con un calor agobiante que no impide a las mujeres de pollera portar con orgullo su vestimenta tradicional. Las inmediaciones al estadio, pobladas de vendedores ambulantes con aromas de comidas tradicionales, nos hacen sentir que Argentina es una pequeña sede de Bolivia. Esto no resulta extraño ya que Evo Morales, en condición de refugiado, por primera vez tendrá que presentar el informe anual de gestión fuera de su país. El estadio se convierte en un mar de wiphalas y rostros con miradas firmes. Los espectáculos musicales suman ritmo y color. No podían faltar las sagradas hojas de coca para realizar la ceremonia de agradecimiento a la Pachamama. El bullicio de 40 mil personas ansiosas esperando el discurso del ex presidente, es interrumpido por un minuto de silencio en honor a las víctimas de las masacres de Sacaba y Senkata. Foto: Rolando Andrade Stracuzzi Llega el momento que todos esperan. Evo sube al escenario acompañado del grito “ Evo no está solo carajo”, agradece y arenga “¡Que viva Bolivia, que viva Argentina, que viva la Patria Grande!” Comienza el discurso y la gente lo escucha atentamente. “¿Por qué el golpe de Estado? No nos perdonaron que los movimientos sociales podamos demostrar que sin la participación de agentes externos  podemos ser libres.Es un golpe del imperio norteamericano, a nuestro proceso de cambio. No solamente de la derecha boliviana.  Hemos demostrado que sin el Fondo Monetario Internacional podemos tener una Bolivia digna y soberana. El segundo motivo es el litio. Argentina tiene reservas de litio, Chile también. Que lindo sería que tres países latinoamericanos industrialicemos nuestro litio. De acá a poco tiempo podemos decidir el precio del litio para todo el mundo” Tras repudiar el golpe de Estado  esperanza a la audiencia. “Es cuestión de tiempo, vamos a recuperar la democracia y vamos a volver al gobierno. No con armas como la derecha, no con balas como los fascistas. Sino que volveremos con la conciencia del pueblo”. Foto: Rolando Andrade Stracuzzi Foto: Rolando Andrade Stracuzzi Foto: Rolando Andrade Stracuzzi

Es una de las nietas que pudo recuperar su identidad a través de Las Abuelas de Plaza de Mayo. Sus padres fueron secuestrados y desaparecidos en Argentina luego de haberse exiliado del Uruguay. Nació en cautiverio, en un centro clandestino de detención y apropiada por un Comisario de la Brigada de San Justo. Victoria visitó el estudio Victor Basterra de radio La Retaguardia, entrevistada por Christian Madia en el programa Detrás de las Paredes. (Por La Retaguardia) Foto El Teclado “Yo nazco en uno de los Centros Clandestinos de Detención del Circuito Camps, en la ciudad de La Plata. Mis padres comenzaron su militancia política en Uruguay, ya que si bien mi padre era argentino, mi madre era uruguaya y como la dictadura en aquél país se impuso antes, ellos se exilian a Argentina”, comenzó contando Victoria Moyano sobre su historia.Cuando secuestran a sus padres, María Asunción Artigas y Alfredo Moyano Santander, el 30 de diciembre de 1977, su madre confirma su embarazo de dos meses en la clandestinidad.Victoria explicó cómo sus padres fueron parte del circuito Camps: “Ellos estuvieron en cautiverio en la Brigada de San Justo, en el Pozo de Quilmes y en el Pozo de Banfield, que es donde está la maternidad clandestina y donde nazco. Allí hubo muchas apropiaciones de bebés, aunque en todo el Circuito Camps las hubo. Las mujeres parían, en un sucucho de mala muerte. Era el lugar que ellos destinaban para maternidad clandestina”.En referencia a su apropiación, contó que “había un médico genocida que atendía los partos clandestinos y una vez que nazco sabemos que estuve ocho horas con mi madre. Quien me apropió fue el comisario de la Brigada de San Justo y me entrega a su hermano y su cuñada, que me crían hasta los nueve años, cuando las Abuelas de Plaza de Mayo recuperan mi identidad.”Oscar y Víctor Penna fueron sus apropiadores. Sobre sus años de crianza con ellos y la esposa de éste último declaró: “Víctor Penna se murió cuando yo tenía un año y me crió su esposa con mi hermano de crianza, no fui ni abusada, ni maltratada, pero Oscar Penna, como pasó a cumplir el rol de la figura masculina en la casa, lo cual era más perverso todavía, era al mismo tiempo mi ‘tío’ y uno de los responsables de la desaparición de mis padres y otros compañeros y compañeras en esos centros clandestinos de detención. Había una ideología en esa casa y una estaba siendo criada por determinado tipo de vida y valores que nada tienen que ver con lo que hago y pienso ahora”. La recuperación de su identidad “A las Abuelas de Plaza de Mayo, unos sobrevivientes les cuentan que mi mamá había dado a luz y empiezan a buscarme desde ese mismo momento. El reencuentro con mis abuelas  de sangre, imaginate que yo tenía nueve años, fue traumático pero a la vez raro, yo no quería pero al mismo tiempo las quería conocer y había preparado unas galletitas de limón hechas por mis manos. El reencuentro fue con mis dos abuelas, la de Buenos Aires y la de Montevideo, también estaban Chicha Mariani, Elsa Pavón y Estela. A los dos o tres meses yo ya estaba mejor, quería estar con mis abuelas y me fui a vivir con mi abuela paterna a Montevideo porque tenía una muy linda relación con ella. A los 16 años volví a Buenos Aires y en el juzgado me obligaron a ver nuevamente a mi apropiadora”, recordó.  “Gurisito”“Estando secuestrada mi mamá, me contó Adriana, una sobreviviente del Pozo de Banfield, cantaba todo el tiempo y principalmente me cantaba, estando en la panza, la canción ‘Gurisito’ de (Daniel) Viglietti. Años después, cuando le cuento a Viglietti esta historia, él reversionó la letra y la canta en vivo dedicándola a mi mamá y a mí”, dijo con alegría. Los juicios, justicia a medias “Desde mi punto de vista hemos entrado en una especie de rutina judicial, ciertos criterios que son en principio condenar a las cúpulas y a los apropiadores. Pero después hay toda una cadena de mandos intermedios que son los que tuvieron contacto con  los detenidos, que saben un montón de cosas, y están libres. En el juicio de la Brigada de San Justo me costó muchísimo. Declaré un montón de tiempo, llevé pruebas para demostrar el rol del centro clandestino alrededor del Plan Cóndor, y para los jueces lo que se investigó ya se investigó y después surgen cosas nuevas y no les importa. Hay un nivel de impunidad enorme. El plan sistemático de robo de bebés se hizo  a través de la coordinación de un montón de centros clandestinos de detención, con civiles, etc. Uno además de buscar justicia, busca verdad. Ninguna de las tres nietas que estamos en este juicio (Brigada de San Justo) figura como víctima a pesar de haber sido apropiadas. No se juzga la apropiación, entonces eso no es verdad. Esperemos que en los juicios que están por venir que son el Pozo de Banfield y el Pozo de Quilmes se dé una gran pelea.  Los documentos que presenté parten de una investigación personal. Estos juicios son limitados, con muy poca justicia y muy poca verdad. Igual peleo por cada juicio, para que cada genocida tenga perpetua”, expresó Victoria. Y continuó haciendo referencia a la responsabilidad civil de las empresas automotrices durante la última dictadura: “Lo de la Mercedes Benz es escandaloso. Hasta se sospecha que uno de los gerentes se apropió de un niño. Desaparecieron comisiones de trabajadores internas. También estuvimos en el juicio de la Ford, que casi queda impune después de que había pasado mucho tiempo y que llegaron muy poquitos gerentes a juicio”.“Nos está ganando el tiempo biológico de los genocidas, algunos se están muriendo. Han mostrado que no se traicionan entre ellos, y han mantenido el silencio. Puede ser que con el tiempo se van a desclasificar los archivos. Lamentablemente cuando ya no quede gente de poder”, opinó.Por último, recordó cómo se fue construyendo

Lo dijo el fotógrafo y comunicador social Rolando Andrade, apenas regresó de Bolivia, desde donde tuvo que -literalmente- escapar. Fue invitado a Radio La Retaguardia y relató su periplo:  las fotos de la represión, el desprecio por los pueblos originarios, el cerco mediático y las amenazas que recibió durante su estadía en La Paz, una ciudad militarizada. Andrade se metió en medio del conflicto y evidenció como pocos la violencia desmedida con la que se maneja el golpe de Estado en Bolivia. (Por La Retaguardia)Fotos: Rolando Andrade Stracuzzi (Estas fotos están protegidas por la Ley 11723 y el autor prohíbe su uso en medios de comunicación comerciales) Rolando Andrade, más conocido como Rolo, sacó en Bolivia muchas de las fotos que La Retaguardia y otros portales de comunicación autogestivos utilizaron en sus notas para graficar la represión y la violencia que se vive allí. Andrade trabaja en Clarín/Agea como reportero gráfico, pero no viajó enviado por el multimedio sino por su condición de comunicador popular y no permitió que su material sea utilizado por los medios hegemónicos. El fotógrafo estuvo en La Paz durante la represión al cortejo fúnebre que bajaba desde El Alto para manifestarse frente a la Casa de Gobierno: “Llegué el 20 de noviembre. El 21 fue la marcha con el cortejo fúnebre para mostrar los muertos a la autoproclamada presidente (Jeanine) Áñez. Ellos hicieron como 30 km desde El Alto hasta la capital, La Paz. Su intención era llegar hasta Murillo, donde se encuentra la Plaza de Gobierno. Solo pudieron llegar hasta la plaza San Francisco, que está como a 5 cuadras de allí. La manifestación era pacífica. La Policía y el Ejército no querían que siguieran avanzando y comenzaron a disparar gases lacrimógenos y balas de goma a discreción, sin ver que había niños, ancianas, ancianos y familias completas. La gente de La Paz se dio cuenta que es un golpe de estado. La propia población se dio cuenta que ha sido una usurpación del estado de derecho. A pesar de que los medios de comunicación ocultan al 100% la realidad, el pueblo paceño le daba agua y comida a la gente que venía bajando desde la mañana del Alto. Cuando llegaron fueron reprimidos. En mi vida había visto que pudieran reprimir cuando llevaban a los muertos en los hombros. Me pareció muy impactante cuando hice las fotos. Era en la mitad de los tiros y los gases. Tenía una máscara, unas antiparras y un casco”, contó Rolo en el estudio Víctor Basterra de La Retaguardia. El fotógrafo hizo un análisis sobre la ferocidad e impunidad que retrató en sus fotos y contó acerca de las maniobras que realizaron desde el gobierno de facto para impedir la comunicación entre quienes se manifiestan y quienes pretenden contar esas marchas: “Están haciendo golpes militares y policiales en todo el continente. Hay que ser precavidos con esa violencia que se ejerce contra el pueblo. Las fuerzas policiales y las fuerzas militares no tienen un freno. Cuando les dan la orden de reprimir entran con los tanques. Sentí que estaba de vuelta en los ’70. Ver tantos tanques, tantos militares en la calle, en los espacios públicos… Están limitando el internet en los espacios públicos. La población se preocupa porque le han sacado hasta el derecho de estar comunicados con las familias. Eso me causó un poco de terror, porque cuando llegué al aeropuerto estaba rodeado de militares y no me podía comunicar con la persona que venía a buscarme. La población ha sido convencida de que los extranjeros vamos a molestar en su reconstrucción. Ellos dicen que están en paz, que allá está todo tranquilo”, explicó.Para Rolo, la saña más grande es para con los bolivianos pertenecientes a los pueblos originarios y la estrategia de la dictadura boliviana es mantener al margen del conflicto al resto de los y las ciudadanas: “La población estaba dolida por los 10 muertos. La represión tan fuerte de ese día fue para dar un mensaje a la gente de La Paz: no se metan, el problema es con ellos no con ustedes. La mayoría de la población quiere que se vaya Áñez. No la quieren. La consideran una asesina. Tiene más de 34 muertos y muchos desaparecidos. Eso me hizo acordar a las Madres de Plaza de Mayo”, retrató el fotógrafo. Andrade contó sus sensaciones mientras retrataba la represión y ejercía su rol de comunicador. Habló del cerco mediático que existe en Bolivia y de la desesperación del pueblo en busca de ayuda y difusión: “La gente me rogaba que las grabara. Me querían mostrar las heridas. Era una necesidad de ser escuchados. Decían que necesitaban a la prensa internacional porque la local mentía, decía que entre ellos se mataban. La prensa local está en otro canal, no está en el conflicto. Consideran que es una guerra, pero ellos no tienen armas. Solo tienen una wiphala. Era desgarrador lo que pasaba. Tienen en claro que el gobierno no los quiere. Consideran que es una dictadura cívico-militar y policial. Todavía tienen la negación de decir que es religiosa. Eso es lo que más me impactó. Que esté Dios presente, que bendiga las armas, me traía mucho dolor”, dijo a La Retaguardia. Los medios en Bolivia no solo se cierran para adentro sino que también pretenden expulsar a cualquier periodista extranjero que vaya a la región a contar del golpe de Estado que está viviendo el país. Rolo contó las amenazas que sufrió por parte de reconocidos empresarios mediáticos bolivianos en medio de una asamblea de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y acerca del plan de escape que tuvo que realizar para salir ileso del lugar en donde se encontraba: “Me dijeron que me tenía que ir del hotel. Me prepotearon e intimidaron. Amalia Pando, que vendría a ser como la Magdalena Ruiz Guiñazú de Bolivia, me dijo que yo era un infiltrado, un terrorista y un comunista. Yo soy un periodista que trabaja en Clarín. Todo en el medio de una

Londres 38 es un Espacio de Memoria que se pierde en una calle empedrada y silenciosa de la ciudad. Durante mucho tiempo, esa característica de la morfología urbana santiaguina fue metáfora de un olvido civil y estatal deliberado, sistemático. Pero la casa se recuperó, volvió a vivir y hoy late al ritmo de las jornadas de octubre. (Por La Retaguardia y Radio Presente desde Chile)📝 Texto 👇👉 Rodrigo Ferreiro (La Retaguardia)📷 Fotos 👇👉 Natalia Bernades (La Retaguardia)👉 Andrés Masotto (Radio Presente) 📷 Foto de Portada: Andrés Masotto Macarena Muñoz Madariaga se sienta al centro, dando la espalda a un enorme ventanal. La sala principal de Londres 38, donde estamos, es un panal en plena ebullición. Comienza tranquila, describiendo su rol en estos días convulsionados. “Estudio Derecho en la Universidad de Chile. Y trabajo en la Defensoría Jurídica de la misma universidad. Acá, acompaño desde lo legal, tomando y acompañando denuncias a los Derechos Humanos”. Macarena es parte de un equipo interdisciplinario que se gestó al calor de las barricadas, las plazas colmadas y las iglesias quemadas. No está sola. A su costado izquierdo se sienta Diego Ramos Medina, estudiante de Terapia Ocupacional, que coordina el trabajo en Salud Mental, y el otro ladero, a su derecha, es Pablo Romero, estudiante de Medicina, que acompaña desde la atención primaria. Les tres son apenas una mínima parte de una cuadrilla organizada de un modo perfecto y en la práctica, cuestión que se evidencia con un pulular de cuerpos y voces que, alrededor de las cuatro de la tarde, ya están armando el operativo para el jueves 14 de noviembre. “Somos voluntarios individuales que estudiamos diferentes carreras y decidimos organizarnos para asistir a los ciudadanos reprimidos”, comenta Macarena. Diego completa: “Necesitamos espacios seguros, y diferentes organizaciones cedieron sus lugares para que podamos trabajar. Londres 38 es una de ellas”. Un Espacio de Memoria que invita a no olvidar lo sucedido en los ´70 se habita, de este modo, por víctimas de la represión estatal actual. A Londres 38 se suman el espacio de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), la Junta Vecinal Blas Cañas y el Teatro del Puente, todos en Santiago. El dinero invertido por el Estado chileno para reprimir es inversamente proporcional al otorgado para sostener estas cuadrillas. “Los recursos son pocos, y provienen de donaciones, colectas, eventos, pedidos por redes sociales y conexión y traslado entre los diversos puntos de atención”, comenta Diego. Cuestión que se ejemplifica minutos después, cuando una ciclista agitada por el calor intenso de Santiago llega con su mochila llena de insumos odontológicos provenientes de la FECH. “A nuestra acción en la calle y en los espacios se suma, muchas veces, la ayuda de la Cruz Roja”, agrega Macarena. Foto: Natalia Bernades Foto: Natalia Bernades Las secuelas que deja el amo represor “Hay una falta de educación en Derechos Humanos que es herencia de la dictadura”, comenta Macarena. Su fuerte sentencia se explica en muchas acciones que se hicieron sistemáticas durante el mes del levantamiento popular. “El Estado se ha negado en muchas ocasiones a proporcionar datos de detenidos, hubo constantes amenazas a médicos para que no realicen informes que involucren a las fuerzas de seguridad y de este modo hubo muchos hospitales que no guardaron información trascendente. Por eso mismo desde acá estamos haciendo un trabajo de registro de los afectados, por si alguien quiere hacer una denuncia el día de mañana”. Sin embargo, esta ausencia de una mirada formada en Derechos Humanos trasciende al Estado y sus tentáculos. “Muchos ciudadanos no quieren denunciar. No conocen sus derechos, no saben, por ejemplo, que no te pueden detener en un toque de queda, porque la sanción es una multa, no la privación de la libertad”, agrega Macarena. Un aspecto del que no se dice mucho es de qué modo se ve afectada la salud mental de las víctimas de la represión estatal en estos contextos. “Existe un proceso traumático que es provocado por el Estado”, afirma Diego. “Este trauma no es solo jurídico, también es clínico”, agrega. “Aparece mucha gente con crisis de pánico, angustia, y trabajamos en conjunto con la atención clínica”, completa Pablo. “Otra cuestión que observamos fue la agudización de ciertas cosas preexistentes. Por ejemplo, aquellas personas que tenían consumo problemático de alcohol, o de drogas, lo incrementaron”, sentencia Diego. Según les jóvenes, aparece un miedo que no permite avanzar a la víctima. Y se trata de un temor legítimo, que debe ser abordado. “Y eso es más fácil abarcarlo de modo interdisciplinario”, plantea Pablo. Y prosigue. “También nos encontramos con mucha gente que pasaba por ahí y fue atacada. Y no entienden por qué les pasó, no formaban parte de las manifestaciones. Tratamos, con la mayoría de los casos, de hacer un seguimiento, de derivarlos a lugares seguros, de proporcionarles recursos psicológicos gratuitos, de invitarlos a seguir viniendo a las postas, que están abiertas para ellos”.  Diego, finalizando, despeja una duda que vuela en el aire: “el Estado no solo reprime sino que no se hace cargo de sus víctimas. No hay un seguimiento de las personas traumadas por parte del Estado”. Por último, la represión ha visibilizado la violación de Derechos Humanos de grupos más marginados. Y así lo relata Pablo: “por ejemplo, la gente en situación de calle. No podemos derivarla, no podemos decirle andá a tu casa. Su casa es la calle. No tenemos qué ofrecerle. No podemos derivar. Otro ejemplo son las personas de la diversidad y la disidencia sexual. Sufren vulneraciones diarias constantes que ahora son efectiva y gráficamente visibles. Ahora ya no hay excusa para no verlo”. Los números son escalofriantes. Recibieron 1299 casos, de diferente tipo. Desde heridos de bala hasta afectados por perdigones, afecciones oculares, bombas lacrimógenas al cuerpo, intoxicados por los gases. “También notamos que hay cierta naturalización en muchas víctimas. Como que vienen, se curan provisoriamente y vuelven a la calle”, comenta Macarena. “En Londres, la mayoría de los casos surgieron por fuera del Estado de Emergencia, ratificando

El 8, 9 y 10 de noviembre se realizó en Uruguay el octavo Encuentro Latinoamericano de Varones Antipatriarcales (ELVA) bajo la pregunta ¿Qué hacemos los varones en el actual contexto de avance de las luchas feministas y disidentes? El Encuentro se plantea la necesidad de cuestionar la masculinidad hegemónica en discusión colectiva de distintas identidades masculinas: maricas, varones trans, cis heterosexuales. El espacio propone cuestionar privilegios, desandarlos y desafiar las opresiones que el patriarcado impone. (Por Adrián Buenahora para La Retaguardia)Foto: Manuel Duré El lugar elegido fue el Centro Deportivo de Parque del Plata, un pequeño balneario a 50 kilómetros de Montevideo, el sabor que le aportó la cercanía a la playa fue innegable. El espacio recibió delegaciones de Argentina, Chile, Perú y sumado a la convocatoria local. Hubo talleres, conversatorios, espacios de encuentro y presentación de los distintas integrantes, presentación de libros y documentales, y la siempre disidente varieté del ELVA.Según Emiliano, miembro del colectivo Traidores de Papá (TdP) de Montevideo, parte de la organización del octavo ELVA, el eje de este año “tiene que ver con esa discusión sobre el rol de los varones en las luchas feministas y disidentes. (…) También está planteado en base a las circunstancias que están pasando en América Latina, la avanzada fascista y neoliberal. También, el ELVA parte de ese diálogo entre distintas formas de habitar la masculinidad”. Estos debates estuvieron presentes en los paneles de viernes y sábado en relación a las luchas feministas y disidentes en el contexto latinoamericano actual y experiencias que desafían al sistema patriarcal. Quimey Ramos, Diana Sellanas y Marcela Pini fueron parte de estos debates.Joaquín Coronel, estudiante de Ciencias Políticas y militante del Colectivo de Varones Antipatriarcales de la CABA, planteó: “El ELVA, desde mi humilde opinión, es un espacio de encuentro, donde convivimos una pluralidad de expresiones de la masculinidad en un ensayo permanente y creativo de intentar pensar cuál es nuestro lugar en la lucha contra el patriarcado. Y con ese objetivo tan utópico y a la vez cotidiano, se van abriendo desafíos y tensiones respeto a las formas de intervención, la relación entre varones cis y otras expresiones identitarias. Creo que es una excusa para congregarnos y poco a poco ir pincelando de algún modo cierta síntesis que nos acompañe a acumular al campo popular y feminista”.Los talleres a lo largo del sábado y el domingo transitaron desde el cuerpo y la palabra distintos ejes de debate. Cómo tener abordajes no punitivistas sobre los casos de violencia en las organizaciones sociales fue una pregunta que más que respuestas dejó la necesidad de seguir trabajando y compartiendo herramientas colectivamente para afrontar la violencias machistas en las organizaciones que se pretenden una sociedad más justa pero que también reproducen las lógicas patriarcales. Este eje estuvo presente en cuatro talleres lo que muestra la necesidad de abordar las violencias machistas en el campo popular atendiendo que ha sido el movimiento feminista quien puso las cartas sobre la mesa. Queda planteado como tarea desarrollar herramientas colectivas empáticas hacia las compañeras y que rompan la complicidad entre varones.Los espacios para transitar las masculinidades desde la experiencia vivencial y corporal también estuvieron presentes desde el abordaje teatral de historias de violencias e identidades disidentes, el explotar la sensibilidad masculina tan reprimida en una sociedad que nos dice que los nenes no lloran. Bailar, abrazarse, mirarse a los ojos, incomodarse, son consignas que nos lleva a poner en contradicción nuestra capacidad de levantar la bandera de la ternura y del goce en los procesos de transformación. El eje VIH también fue abordado desde el rompimiento de estigmas, así como la racialización de las masculinidades desde una perspectiva internacional entre género y étnico raciales.No solo se cuestiona la masculinidad hegemónica desde los talleres y paneles sino que también desde la presentaciòn de libros y documentales. Fue el caso de la publicaciòn “Machos de Verdad. Masculinidades, deporte y clase en argentina” de Juan Branz. También del Documental presentado por el Colectivo de Varones Antipatriarcales (CVA) de CABA sobre el ELVA 2018 titulado “ No nos dejaron llorar”, momento en que los recuerdos la emoción de de ver el recorrido del encuentro y las palabras de les, los y las compas que participaron inundaron el centro cultural. La fiesta donde el binarismo y la heteronorma temblaron. Con la presentación de Carmelitas Clown y otres artistes, el sábado cerró a pura carcajada y música.Para Leo Contreras, que viajó en uno de los micros autogestionados que salió desde la Ciudad de Buenos Aires “es importante un encuentro latinoamericano para conocer, apoyarnos y hermanarnos con las militancia de cada territorio y de esta manera poder trazar un ruta común para seguir avanzando en esta lucha contra un poder fascista, machista, patriarcal, antimigrante, conservador, religioso y odiante de las disidencias.” Una mirada regional El encuentro es latinoamericano y la solidaridad estuvo presente. El espacio de articulación latinoamericana donde se presentaron las diferentes organizaciones participantes dio lugar iniciativas y a reflexionar sobre el carácter regional del encuentro. La delegación chilena planteó la necesidad de hacer un cacerolazo por la lucha que está desarrollando ese pueblo contra el gobierno de Piñera. La emoción de la solidaridad continental estuvo atravesada por la conmoción ante el avance del golpe en Bolivia. Emiliano, integrante del CdP remarcó las razones de un encuentro latinoamericano por la “importancia de poder articular las luchas de los diferentes contextos específicos y hacer más cuerpo ante la avanzada de la derecha. El encuentro de las distintas masculinidades en distintos contextos pudiendo dialogar y encontrando puntos en común, intentar apoyarnos más, cuidarnos y querernos más”. Un encuentro que se construye todo el año Si bien resulta una experiencia intensa en términos personales/polìticos y colectivos/polìticos, el ELVA se encuentra con reticencias y desconfianzas de diferentes tintes. “Hay que evaluar dónde nace esa negación. Es claro que frente a una propuesta contrahegemónica, las subjetividades sostenidas por los privilegios patriarcales van a intentar sofocar cualquier fuego que ilumine las desigualdades”, dice Joaquín del CVA. Las estrategias para acercar varones a este

Las calles de Santiago de Chile han modificado su ritmo. Aunque ya no hay oficialmente Estado de emergencia, los carabineros siguen acechando a la población, en algunas casos de maneras no tan visibles. Compartimos crónicas y fotos de nuestros compañeros y compañeras que realizan una cobertura especial. (Por La Retaguardia y Radio Presente desde Chile)📝 Texto 👇👉 Natalia Bernades (La Retaguardia)📷 Fotos 👇👉 Natalia Bernades (La Retaguardia)👉 Andrés Masotto (Radio Presente)Edición 👉 Liliana Roco (Radio Presente)👉 Julián Bouvier (La Retaguardia) Esperaba encontrar a Santiago totalmente militarizada y al llegar me sorprendió una aparente “normalidad”. Conversando con la gente, me explicaron que desde que levantaron el Estado de Emergencia “mandaron a guardar a los pacos pero ahora están con más saña, actuando donde no se ven”. Sin embargo, esta ciudad ya no es la que conocí. Las paredes hablan, gritan, interpelan. Absolutamente todas las fachadas, de punta a punta de la ciudad, visten graffitis para decir lo que un pueblo entero calló por años. Por un instante se cruza la pregunta ¿cuánto tiempo puede pasar para que todo vuelva a la normalidad? El deseo es que realmente eso nunca suceda. El pueblo no quiere esa “normalidad”, quieren cambiarlo todo. “Los chiquillos nos abrieron los ojos” me dice una señora. Son ellos y ellas a quienes, en su mayor parte, vemos en las convocatorias en Plaza Italia, hoy renombrada por ellos mismos “Plaza La Dignidad”. Todos los días alrededor de las 17 hs. empiezan a llegar para manifestar su descontento con un sistema que los obliga a vivir endeudados. No resulta extraño que en las movilizaciones suene casi como un himno la canción, de la banda local Los Prisioneros, “El baile de los que sobran” que repite en su estribillo: “Únanse al baile de los que sobranNadie nos va a echar de másNadie nos quiso ayudar de verdad” Esta juventud es una gran comunidad, todos unidos en una misma lucha por una vida digna. Tan rápido como los gases nublan la vista, alguien se acerca con agua y bicarbonato para ayudar. Estudiantes de medicina asisten a los heridos. Otros heroicamente están en primera fila atajando los gases lacrimógenos que lanzan carabineros, los atrapan en el aire y rápidamente los sumergen en agua para desactivarlos. Entonces se arengan mutuamente para avanzar, hombres, mujeres y disidencias por igual. “¡el que no avanza es paco!” En unos días se cumplirá un mes que el pueblo entero salió a apoyarlos con la evasión del metro. Me bastaron un par de días en la ciudad para entender que lo que mantiene el fuego activo no es solo la rabia. A una semana del estallido popular la Unidad Social* comenzó a convocar a cabildos ciudadanos, lo que nosotros llamamos asambleas, con el deseo de formar una sociedad más libre, democrática, con más igualdad y justicia. Éste espíritu se contagió y hoy en día el propio pueblo organiza cabildos abiertos donde todos reflexionan de manera horizontal sobre sus problemáticas y sus posibles soluciones. Según las estadísticas realizadas por la Universidad de Chile el 91% considera que lo más urgente es reformar el sistema de pensiones. El 89,4% la salud y 85,5% la educación. El 80,3% está de acuerdo con una nueva Constitución. Éstos son algunos de los temas de los cabildos que se realizan por estos días, pero además se reflexiona sobre el agua, vivienda y territorio, feminismo, pueblos originarios entre otras demandas. La necesidad de unirse e iluminarse es evidente. Talleres de escritura en resistencia, proyecciones de cine con su posterior conversatorio, festivales musicales e intervenciones artísticas de todo tipo invaden la ciudad de la furia. El 8 de noviembre los noticieros locales sentenciaban de violentos a los manifestantes que incendiaron el rectorado de la Universidad Pedro de Valdivia y la Parroquia de La Asunción. Caminando por las calles las conversaciones que se escuchan evidencian el hartazgo que llevó a ello. Para acceder a las universidades han tenido que atarse a créditos imposibles de pagar. Más del 40% de los créditos otorgados están morosos. Con la implementación del Crédito con Aval del Estado (CAE) los únicos beneficiados han sido las bancas privadas y las Universidades que aumentaron su matrícula entre 2006 y 2018 en un 71%.Conversando con los deudores me han hecho saber que, además, los niveles y calidad de las universidades no corresponden con el valor de las cuotas.En la parroquia ubicada en Vicuña Mackenna, la gente incendió mobiliario y objetos religiosos. Desde el 18 de octubre que comenzó el estallido social el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal solo sacó un comunicado llamando al Gobierno a comprender el malestar generado por las desigualdades. En ningún momento se manifestó contra la violación de los Derechos Humanos ejercida por las fuerzas armadas. La historia entonces se repite. Al igual que en dictadura el silencio de la Iglesia los hace cómplices. En las paredes se lee “No tenemos miedo”. Escucharlos decirles y cantarles cosas a los carabineros por las calles es la mayor evidencia de ello. Pude presenciar, en el Palacio de la Moneda, una intervención de la agrupación feminista Frente Poderosas. Cortaron la calle con una pancarta que denunciaba la violencia del gobierno de Piñera y ante las amenazas anunciadas por alto parlantes de un camión hidrante ubicado a 50 metros de ellas, se mantuvieron firmes. No hay dudas. El fuego iluminó al pueblo y están decididos y decididas a cambiarlo todo. *Central Unitaria de Trabajadores (CUT) Coordinadora Nacional NO+AFP, Confech, ANEF, Colegio de Profesores, Modatima, Comité de Allegados de la Agrupación de Vendedores Ambulantes de Santiago, Sindicato Starbucks Chile y la Coordinadora Feminista 8M.

Se realizó en la Ciudad de Buenos Aires una multitudinaria marcha en repudio al golpe de Estado en Bolivia. Organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, de derechos humanos, sindicales, entre otras, junto a un sinfín de personas por fuera de esas columnas, marcharon desde el Obelisco hasta la Embajada del Estado Plurinacional de Bolivia. La presencia de bolivianos residentes en Argentina también fue muy nutrida. (Por Paulo Giacobbe para La Retaguardia)Foto: Vicki Otero Vestido de uniforme verde camuflado, sentado, acompañado por militares a su lado y a sus espaldas, Williams Kaliman, comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas del Estado Plurinacional de Bolivia, desde atrás de sus anteojos, leyó pausadamente un comunicado de prensa del mando militar y de las fuerzas armadas: “Luego de analizar la situación conflictiva interna sugerimos al presidente de Estado que renuncie a su mandato presidencial permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia”. Eso resultó terminante. El golpe de Estado que Evo Morales había denunciado el sábado por la mañana estaba consumado el domingo por la tarde.Vestido de blanco, con la bandera de Bolivia  y la wiphala a su espalda, sosteniendo un micrófono con las dos manos, Evo Morales dio la noticia. Habló de golpe cívico, político, policial. Dijo que su obligación es buscar la paz y denunció que grupos oligárquicos conspiran contra la democracia. “Duele mucho. Estoy renunciando, enviando mi carta de renuncia a la asamblea legislativa plurinacional de Bolivia”. El vicepresidente Álvaro García Linera, a su lado, también renunció. Entre los dos repasaron los logros del gobierno, de cómo levantaron a Bolivia. La reducción de la pobreza y el crecimiento del país. Pero también relataron cómo actuaron los grupos violentos de derecha contra los campesinos y como la policía se convirtió en grupo de choque. “Policías armadas con armas de fuego han salido a perseguir campesinos en los campos, en las comunidades. Familias de trabajadores han sido intimidadas, secuestradas, su casas quemadas, su ropa destruida y en las últimas horas han querido provocar muertes”, dijo Linera y sentenció: “El golpe de Estado se ha consumado”. Evo Morales pidió a los golpistas Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho que no sigan quemando casas y persiguiendo a sus hermanos y hermanas, que no sigan secuestrando y maltratando a familiares de sus dirigentes, que no perjudiquen a gente humilde. “Mi pecado es ser dirigente sindical, indígena, cocalero. No puedo entender cómo pueden usar la biblia para maltratar a la familia”.  Dijo que a su custodia le ofrecieron 50.000 mil dólares para que lo entreguen a los golpistas. Y también habló de la Organización de Estados Americanos: “Me he convencido de cómo los técnicos de la OEA no están al servicio de familias humildes, sino están al servicio de grupos de poder”.Luis Camacho, el líder golpista, llamado líder cívico por los medios de comunicación hegemónicos, antes del pronunciamiento del camuflado Kaliman, rechazó el llamado a elecciones realizado por Evo Morales en la mañana y dijo que la OEA había demostrado el fraude en las últimas elecciones.  La OEA iba a emitir un informe de las elecciones el martes, pero se anticipó difundiendo un informe preliminar el domingo. “La OEA nos ha demostrado que el fraude fue obvio”, dijo Camacho, que volvió a pedir la renuncia de Evo y un poquito más: “y debe irse la sucesión constitucional, los senados y diputados y los miembros del tribunal de justicia, los miembros del Tribunal Supremo de Justicia y del Tribunal Constitucional”. Completito el pedido. Después de la renuncia, va a entrar por la fuerza a la Casa de Gobierno de Bolivia, acompañado por un grupo de policías.“La Biblia está volviendo al Palacio de Gobierno, nunca más volverá la pachamama, hoy  Cristo está volviendo al Palacio de Gobierno, Bolivia es para Cristo, padre eterno, en el nombre de Jesús, te damos las gracias, Señor, porque tu palabra se ha cumplido, tú has dicho que tú lo vas a cumplir y lo has dicho, hemos confiado y hemos creído en tu hijo, Luis Fernando, Señor, que tú has levantado como un David, que se ha defendido contra Goliat y hoy hemos dado la piedra, esa estocada para ganar al Goliat, le agradecemos, Señor, amén, amén”, gritaba una persona en suerte de bendición a Luis Camacho, en la puerta del palacio quemado antes de forzar la entrada. Luego vendría la foto de Camacho con la biblia sobre la bandera de Bolivia.La misión electoral de la OEA tuvo un papel fundamental, tanto o más que los militares. Por la tarde del domingo dieron  a conocer un informe preliminar señalando irregularidades en los últimos comicios. Ese será el instrumento de los golpistas para decir que hubo fraude. Convenientemente se saltearon la parte del informe donde recomienda nuevas elecciones y dan ganador a Evo: “Teniendo en cuenta las proyecciones estadísticas, resulta posible que el candidato Morales haya quedado en primer lugar y el candidato Mesa en segundo. Sin embargo, resulta improbable estadísticamente que Morales haya obtenido el 10% de diferencia para evitar una segunda vuelta”.En Argentina organismos de Derechos Humanos repudiaron el golpe inmediatamente: “Solicitamos a los organismos internacionales y los gobiernos democráticos de la región que desconozcan al gobierno de facto promovido por los opositores Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho, y contribuyan al restablecimiento de la democracia del país hermano, con todas las garantías para que el pueblo pueda elegir con libertad”, expresaron mediante un comunicado Abuelas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, HIJOS, Familiares, entre otros. Por su parte, el Encuentro Memoria Verdad y Justicia llamó a movilizar desde el Obelisco a la Embajada de Bolivia. Las marchas en Argentina no fueron exclusivas de la Ciudad de Buenos Aires.Por su parte, el gobierno de Mauricio Macri se niega a repudiar el golpe de Estado. La Cancillería Argentina saca un penoso comunicado hablando de transición y vías institucionales: “El Gobierno argentino hace un llamado a todos los actores políticos y sociales bolivianos para preservar la paz social y el diálogo, enfatizando la importancia de encaminar este periodo

Entre los reclamos que unen a cientos de miles de chilenos en las calles, hay uno que resalta, pero despierta incredulidad: que el agua deje de tener dueños. Cauces enteros de ríos que surcan el territorio de Chile hoy están siendo explotados por empresas privadas que, muchas veces, son extranjeras. (Por La Retaguardia y Radio Presente desde Chile) 📝📷 Texto y Fotos 👇👉 Natalia Bernades 👉 Andrés Masotto En el Parque O’Higgins hay niños jugando, ciclistas que pasean y, de fondo, desde algún lugar, suena música de fiesta. Dentro de esa postal, entre árboles que ofrecen sombra refrescante, se puede ver un cabildo con la consigna de reflexionar y discutir el acceso al agua. Lo que aquí llaman cabildo, es lo que nosotros/as conocemos como asamblea.El cabildo fue convocado por estudiantes de Ingeniería de la Universidad de Chile,abierto a quien quisiera participar. La mayoría son jóvenes, perola composición es heterogénea y se hace más evidente al exponerse cada su voz. Se organizaron varios grupos en los que debían elegirse un moderador y cada participante tenía la misma posibilidad de expresarse. Se trabajó sobre consignas para determinar cuáles eran las problemáticas del agua hoyen Chile. Cuáles son los usos principales y cuáles deberían ser prioritarios. ¿Por qué el acceso al agua, un derecho humano, se cuela entre los reclamos de este momento histórico? En 1981, durante la dictadura militar de Augusto Pinochet, fue introducido el Código de Aguas en la Constitución redactada por Jaime Gúzman, colaborador de asuntos jurídicos durante esa etapa. El mencionado código estableció que el agua deje de ser un bien común de uso público para ser un bien de mercado. Es decir: el agua pasó a ser una mercancía. Y como toda mercancía, podía ser comerciable.A partir de ese momento, en Chile se empezó a conformar algo así como una bolsa de comercio del agua: el Estado otorga gratuitamente derechos de propiedad sobre el agua a privados que reclaman los derechos de un cauce. Los privados –con el único requisito de ser ciudadanos chilenos-, entonces, pueden explotarlo o seguir comerciando. Un ciudadano chileno propietario de un derecho sobre el agua puede revenderloa cualquier persona o grupo empresario de cualquier nacionalidad. O también puede guardarlo y especular: los derechos de propiedad sobre el agua que  otorga el Estado de manera gratuita, son transables, perpetuos y especulativos. Todo un negocio. La situación actualEn la actualidad hay regiones del interior de Chile donde las personas están obligadas a vivir sólo con 20 litros de agua al día porque, a ojos del capital del agua, no viven en zonas rentables, lo que implica bañarse con paños humedecidos y no mucho más. Mientras tanto, el Ministro de Agricultura, Antonio Walker, es beneficiario de un derecho de propiedad sobre 30.000 litros de agua por segundo, a 68 millones de pesos chilenos el litro por segundo, suficiente para abastecer a 12.500.000 personas.En Chile hay empresarios que construyen su fortuna sobre el agua. Es el caso de Isidoro Quiroga, que se inscribió como propietario de algunos miles de litros en el norte del país, formalizó un trato con una minera y hoy es uno de los pocos que vive del agua, mientras muchos otros mueren por no poder acceder a su uso.La jornada finalizó con cada representante exponiendo, ante todos los concurrentes, las conclusiones. No resultó extraño que todos los grupos coincidieran en la necesidad urgente de tener un control por parte del Estado, para saber realmente la cantidad y calidad de agua que disponen y su mejor distribución. Incluso sonaron voces, que fueron aclamadas, llamando a la expropiación.

En los cabildos, especies de asambleas porteñas del 2001, y en las barricadas, el hartazgo de la población chilena busca nuevas formas de reconstrucción de lazos sociales rotos desde el golpe de 1973 en adelante. Aquí otra crónica de lo que se palpa en las calles. (Por La Retaguardia y Radio Presente – Enviados especiales) Lunes otra vez sobre la ciudad, el primero sin estado de excepción desde que el presidente Piñera lo dictaminóDesde muy temprano hay actividades por la ciudad y el país entero. Cabildos y ollas populares constantes donde la gente se va organizando, coordinando actividades, compartiendo la comida con las personas en situación de calle, preparando actividades de primeros auxilios y miles de emergencias más.Al mediodía de ayer agrupaciones de Derechos Humanos se convocaron pacíficamente frente al palacio de tribunales, vestidos de negro, para honrar, denunciar y pedir justicia por todas las víctimas  de estas trágicas semanas. Participó Sergio Micco, Presidente de Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile, organismo que viene realizando una labor fundamental en estos días. Referentes de todo tipo y hasta la Presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira.Las miradas son profundas e inabarcables, la mayoría no refleja miedo, pero la angustia y el dolor se palpan,  junto con la tenacidad y la alegría. Pasado el mediodía jóvenes secundarios, universitarios y familias comienzan a aglomerarse en Plaza Italia, todo transcurre en paz. Hay grupos con redoblantes y bombos, muchas personas con sus ollas que llevan en la mochila todo el día y sacan para golpear apenas tienen la oportunidad. Sobre el monumento de la plaza, gente con banderas que no deja de cantar y saltar. Debajo, está la estación Baquedano, que cuenta con una Comisaría que aloja a policías que repliegan con gases y postas a los manifestantes que quieren acercarse.Las consignas siguen siendo las mismas, la gente quiere estar en la calle con sus reclamos porque está cansada de vivir de ese modo. Luego de las 16 horas, la gente ya comienza a contarse de a miles en los alrededores de La Moneda,  edificio histórico y central al cual nadie se puede acercar.Son cuadras, múltiples manzanas que no llegamos a ver. Están enojados. Gritan, cantan, a pesar de los gases que empiezan a dibujar el cielo. Se dificulta respirar,, el miedo y el peligro se hacen constantes, pero la solidaridad y la organización de la gente no tiene precedentes. Muchas personas tienen botellas, rociador con agua y bicarbonato que van tirándole en la cara a los que han sido heridos y gaseados.La gente se siente unida y cambiaron la mentalidad del consumo y la competencia por el amor y el compañerismo. Las situaciones que se viven son inexplicables, y mientras corremos con temor muchos periodistas coinciden: “No sabemos cómo narrar esto”.Ruidos y sirenas comienzan a desplazar a la gente del Paseo Bulnes y se repliegan por las calles paralelas mientras que al mismo tiempo en Plaza Italia siguen miles de personas manifestándose. Los bomberos realizan por toda la ciudad un intenso trabajo para apagar  los incendios y se ve un gran operativo por la Alameda.Ya es de noche y el peligro se acentúa, el caos de la ciudad no permite saber cómo la gente regresará a su casa, porque no todos los transportes están habilitados. Pasadas las 22.30 sigue habiendo personas que caminan y corren para todos lados, escapando por miedo o intentando llegar a su casa, nadie se quiere quedar solo. Ambulancias y móviles recorren la ciudad intentando ordenarla, para que pueda comenzar el otro día con “normalidad”, cuestión imposible en un país donde todo se modifica minuto a minuto. Hoy hay nuevas convocatorias por todo el país y todas las organización siguen reuniéndose, el paro general de mañana parece inminente.Se seguirán sucediendo hechos sin la observación de la ONU, que suspendió sin explicaciones claras su visita a Chile. Solos y sin protección internacional, el pueblo no planea abandonar las calles.

Ayer se realizó en el Parque O’Higgins de Santiago de Chile, otra multitudinaria concentración. Esta vez fue un festival que tomó el nombre de la canción de Víctor Jara que se convirtió en una de las consignas principales del movimiento que permanece en las calles de todo Chile. Compartimos fotos y una crónica de otra jornada de lucha y represión. (Por La Retaguardia y Radio Presente – Enviados especiales) Desde hace días, Chile se ve inmerso en la mayor crisis política y social de las últimas tres décadas: “No son 30 pesos, son 30 años”, vienen clamando.Luego de varios días de represión brutal con personas muertas, torturadas, desaparecidas, abusos y violaciones constatadas y denunciadas por el Instituto Nacional del Derechos Humanos de Chile, el pueblo chileno se convirtió en un perfecto trapecista que limita constantemente entre la angustia y el dolor de lo que viven, y el coraje y la alegría por lo que están haciendo.Sostienen que han perdido el miedo y se viven contagiando alegría y fuerza.Esto logró visualizarse en la jornada “El derecho de vivir en paz”; esta canción de Víctor Jara que marca rumbo hasta hoy. Participaron más de ciento veinte organizaciones, referentes sociales y miles de personas, que se reunieron en el parque O´Higgins, no en cualquier día, sino dos días después de haber sido más de un millón de personas en las calles hacia Plaza Italia.Bandas históricas de Chile, que han pasado los peores momentos, como Illapu; y otras más jóvenes pero siempre presentes, como Los Prisioneros y Moral Distraída; fueron pasando y mostrando, no sólo su apoyo, sino su alegría con los reclamos que se llevan adelante.Los testimonios de todas las personas participantes coinciden: buscan la unión y la paz. Piden que la policía y los militares dejen de reprimir y perseguir estudiantes. Que se haga justicia por los caídos, se esclarezcan todos los crímenes y haya responsables políticos.Van por la Asamblea Constituyente y se escucha el mismo grito del alma que recorrió tantas veces estas calles santiaguina:“El pueblo unido jamás será vencido”. Los conductores leen las palabras en común que recorren lo que señalamos y todos los puntos que el pueblo considera necesarios y obligatorios para una vida digna.Piden que no dejen de estar en la calles, que tengan fuerza y que sigan organizados en los Cabildos. Estas son las formas de organización que tienen los chilenos en cada barrio. Divididos  por profesiones, se juntan a debatir y crear resoluciones para enfrentar el hoy y definitivamente para saber el tiempo que viene mañana. Ollas populares, sindicatos, colectivos de todo tipo y color, están en trabajo permanente, alertas, cansados, pero envueltos en una energía arrolladora. Se saben portadores de la verdad. Tal vez por eso hayan censurado las redes sociales y exista un trabajo permanente por ocultar lo que aquí sucede. Se saben responsables sujetos de derechos luchando por ellos.La jornada en el Parque ha sido necesaria y reconfortante para gran parte del pueblo chileno que se fue en calma, sin ningún problema. En la tarde, mientras tanto, una manifestación especial sucedió en Plaza Italia: cientos se ciclistas de autoconvocaron simplemente para dar vueltas a la plazoleta.Mientras los camiones hidrantes mojaban y trataban de dispersar a los manifestantes, éstos los eludían de manera creativa y seguían firmes en su objetivo.Los gases lacrimógenos  se respiran en el aire y el camión va soltándolos en cada vuelta. Como en todo el mundo, la presencia del Estado altera a quienes se manifestan, que sólo quieren expresarse libremente. La intensidad va subiendo y aparecen carabineros corriendo a algunos manifestantes. El gas inunda el aire y cuesta respirar, la gente se dispersa, pero los ciclistas cumplieron su objetivo. En Valparaíso, una de las marchas más históricas para los porteños recorre la costanera, con gente de Viña del Mar, Villa Alemana y todas las poblaciones aledañas. Cientos de miles de personas caminan con total tranquilidad, luchando por sus derechos y su futuro. El resultado también fue la represión y, según denunció el propio alcalde Jorge Sharp, reprimieron indiscriminadamente a personas adultas, niños y niñas, sin distinción, como viene pasando en todas partes. El panorama general del país es esta escena que se vuelve a repetir por todas partes.No sabemos si lo peor ya pasó, pero la gente busca difundir a cualquier costo lo que aquí se está censurando.  Este domingo llega la misión de derechos humanos de la ONU y la propia ex presidenta, Michelle Bachelet, será la encargada de registrar y -suponemos- condenar todas las violaciones a los derechos humanos denunciadas por el mundo entero, para que dejen de suceder. Mientras eso sucede, el pueblo chileno se niega a volver a sus casas.