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La activista, politóloga y co-fundadora de “Rebelión o Extinción Argentina”, dialogó con el programa radial A mí no me importa. Allí habló acerca de la situación ambiental de Argentina y la falta de políticas por parte del Estado. También convocó al #25A, la manifestación contra el acuerdo porcino que se realiza mañana a las 14 en la Embajada de China y en otros sectores del país. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Lorenzo Dibiase ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero La politóloga y activista Flavia Broffoni habló sobre la fuerza que está tomando la lucha colectiva de organizaciones ambientales, activistas y personas autoconvocadas contra la situación ambiental que se vive en Argentina y a nivel mundial. “Hay un territorio levantado. Despiertos y despiertas ya estábamos, pero ante la profundización de algunos síntomas que están demostrando que no tenemos ni un segundo más para seguir boludeando con este tema, el territorio se moviliza. El miércoles 18 de agosto llegaron al Congreso un grupo de treinta y seis kayakistas, remeros y remeras que salieron desde Rosario. Estuvieron siete días remando, 350 kilómetros hasta llegar a Buenos Aires, para que los recibieran en el Congreso y les den un estado de situación sobre la tensión que parece no resolverse alrededor de la Ley de Humedales. Una ley que viene negociándose hace años, que está cajoneada desde noviembre pasado y que, de no tratarse este año, una vez más pierde estado parlamentario. Y a raíz de los incendios del año pasado en el Delta del Paraná, las organizaciones se autoconvocaron en una coordinadora, que es la Multisectorial por los Humedales, donde decidieron radicalizar un poco el estilo del reclamo entendiendo que la política no está respondiendo”, dijo.   —Cada vez es mayor el acceso a la información y la sociedad está más al tanto de lo que sucede con el medioambiente. Pero el Estado parece seguir yendo a contramano y se intensifica el agronegocio, la megaminería. ¿Cómo ves ese choque entre los reclamos populares y las decisiones estatales?   —Es interesante porque es una de las discusiones que tenemos hoy en los activismos, acerca de cuán buenas son algunas noticias. Por ejemplo, yo aprecio un montón a la gente que está trabajando en la Dirección de Agroecología, son el dream team de la agroecología. Pero me pregunto: crear una dirección sin presupuesto, sin poder político, con una limitada capacidad de acción, ¿es un gesto político relevante? Lo digo, teniendo en cuenta que al mismo tiempo te sacan 55 resoluciones que pretenden avanzar sobre las zonas de exclusión ambiental, que es una lucha histórica de los pueblos fumigados para generar barreras alrededor de las poblaciones rurales. La gente de Somos Monte Chaco me contaba cómo están calculando desde el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) la capacidad productiva de alimentos para personas que tendría el predio que están destinando para instalar las megafactorías de cerdos. Si la superficie que está destinada hoy a negociar con China solo para exportar animales  se cultivara para darle de comer a la provincia más pobre del país, con los niveles más altos de desnutrición, alcanzaría para alimentar a dos millones de personas. Entonces, es imperioso que desde los activismos conservemos el foco. Porque nos distraen con pequeñas buenas noticias, que son celebrables, pero no tenemos que perder el eje de la atrocidad que está sucediendo hoy con la profundización de todos estos modelos. Celebramos la gran cosecha de soja y trigo que estamos obteniendo este año. Ahora, con un Río Paraná en su peor nivel histórico, todo ese grano no se puede exportar. El gran desarrollo agroecológico que tenemos en nuestro país está en un nivel de subutilización muy atroz y cada vez saca más ventaja el agronegocio, con nuevos trigos, maíces, papas transgénicas, que además dependen de venenos para su existencia.   —En la distopía que vos presentás en tus publicaciones, del mundo en el que vivimos y en el que podemos vivir en el futuro, ¿con qué pensás que nos podemos encontrar si seguimos por este camino?   —No quiero ser apocalíptica, pero cuando cruzas la información empírica, los registros científicos de lo que está sucediendo, no hay una imagen que pueda ser amable frente a lo que nos depara el futuro próximo. Porque nuestra experiencia de vida está cruzada por un proceso global de aceleración en el declive de todos los indicadores de biocapacidad (la capacidad que tiene la tierra de producir ‘bienes y servicios’ ambientales y absorber impactos). Durante los últimos 40 años, todo esto se aceleró y profundizó en niveles nunca antes registrados. Pero claro, nuestra experiencia de vida nos muestra cada vez más tecnología, más confort, PBIs (Productos Brutos Internos) cada vez más altos. Entonces es muy contraintuitivo concebir la posibilidad de que el futuro próximo vaya a ser como en la película Mad Max. Ahora, mirás la información y pareciera que estamos en ese camino irreversible. Ante esto, siento que tenemos que mirar al problema a la cara, en su peor versión, prepararnos para lo peor, esperando lo mejor. Si seguimos mirando el futuro distópico y seguimos metiendo la cabeza bajo la tierra, va a ser la profecía autocumplida. Ahora, si miramos el futuro distópico a la cara, pensemos que tenemos que planificar política pública, como si este escenario fuera el real. Ahí es donde radica la enorme potencialidad que la organización colectiva podría tener, cuando se concibe en un proyecto común que básicamente es no ir a la extinción. Por eso yo me enojo con la política, ya no podemos meter más la cabeza bajo la tierra. Que digan la verdad sobre el estado de situación. Y déjennos también a les ciudadanes concebir qué elecciones queremos tomar ante esta transición inevitable. La ciencia empírica es indiscutible, ningún científico dice ‘vamos a estar mejor’. Es un presente distópico y de posverdad absoluta, y nos dicen que vamos a volver a una normalidad que no existe más y que, además, nunca tuvo nada de normal.   —Es una pelea

Lo determinó un informe de la Asamblea de Vecinxs Autoconvocadxs de Dique Chico. Delia Aiassa, doctora en Ciencias Biológicas, docente e investigadora en la Universidad Nacional de Río Cuarto, estuvo a cargo del estudio que se realizó en 2020. En diálogo con el programa radial Tengo una idea, Aissa brindó detalles del informe y precisó cuáles serían las consecuencias a futuro. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Carlos Morchio/Nicolás Rosales ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Asamblea de Vecinxs Autoconvocadxs de Dique Chico La Asamblea de Vecinxs Autoconvocadxs de Dique Chico realizó un informe sobre la presencia de glifosato en la zona y sus consecuencias. El estudio en concreto fue llevado a cabo en niños y niñas de entre 5 y 13 años, habitantes de la Comuna de Dique Chico, localidad ubicada en la provincia de Córdoba a 50 kilómetros de la capital, en el Valle de Paravachasca. Se realizó en 2020, en dos etapas de muestreo y en momentos de alta y baja frecuencia de pulverizaciones con agrotóxicos para el trabajo del agronegocio en zonas aledañas al pueblo.  Desde la Asamblea denunciaron al Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Provincia de Córdoba y a sus agentes fiscalizadores por la complicidad y protección de los intereses del agronegocio en detrimento de la salud de toda la población. La imagen de la activista ambientalista Sofía Gatica intentando impedir las fumigaciones en esta parte de Córdoba y su posterior detención quedará para el recuerdo de muchos y muchas.  “Desde el ámbito privado y desde mi laboratorio hacemos análisis toxicológicos y clínicos. En este ámbito ofrecemos el servicio de la toxicología en sangre y en niños, y desde el área genética estudios de genotoxicidad. En ese marco, la localidad de Dique Chico nos contacta y realizamos los estudios también de plaguicidas de los que esa comunidad relata son los más utilizados en la zona y fundamentalmente en los cultivos de soja que se llevan adelante”, explicó Delia Aiassa, doctora en Ciencias Biológicas e investigadora en la Universidad Nacional de Río Cuarto. En referencia a los daños que podría ocasionar el glifosato en términos generales, Aiassa puntualizó: “Cuando uno trabaja con niños tiene una ventaja, que es sacar la mayoría de los factores de confusión que puede tener una persona adulta. Por ejemplo si una persona adulta fuma tiene alterado el daño en su material genético, o si toma bebidas alcohólicas, medicación. En cambio, en los niños, como no tienen todo eso, uno puede atribuir o asociar el daño al agente tóxico que se encuentra en el ambiente o en su propio organismo. En el caso de Dique Chico nosotros buscamos glifosato y AMPA (ácido aminometilfosfónico), que es su metabolito que es la sustancia que se degrada, porque son las sustancias arrojadas al ambiente cercano donde viven. Son geografías muy particulares que se repiten en otras zonas de la provincia, donde el sector urbano limita con los campos de cultivo donde arrojan distintas sustancias químicas. El glifosato no es el único, son mezclas que se utilizan de herbicidas e insecticidas. Cuando encontramos esto en los organismos tienen un valor de daño aumentado, y se ha visto en las muestras que hemos hecho. Si esto a mediano o largo plazo se mantiene, el daño ocasionado no se repara en el organismo. La probabilidad de que se desarrolle algún tipo de cáncer es mayor. En personas adultas se observan problemas reproductivos con infertilidad, malformaciones. En los niños, es un sistema de alerta, y el daño genético podría ser reversible”.  Cabe mencionar que hace cinco años la Cámara en lo Contencioso Administrativo N°2 dispuso a pedido de productores locales la suspensión de la Resolución 242/17, que establece la creación de una Zona de Resguardo Ambiental (ZRA) de mil metros a partir del límite exterior o más extremo de la planta urbana. Así como también de la Escuela Bernardo de Monteagudo y Jardín de infantes Mariano Moreno, Anexo Bajo Chico ubicados aproximadamente a 1.500 kilómetros del pueblo. Gracias a la organización vecinal de manera asamblearia y pese al continuo embate del lobby del agronegocio, se logró una medida cautelar que impide la aplicación o fumigación con agrotóxicos, pero solo en un radio de 500 metros alrededor de la escuela, y no para toda la comuna como pedían las y los vecinos. Por último, la especialista advirtió: “Desde la salud observan un aumento  en los cánceres que en otro momento veían como raros. Y que si existen daños aumentados quiere decir que hay una sustancia que lo está causando. Resulta interesante ver cómo otras localidades que no tienen estas características ambientales tienen un daño genético menor. Negar que se provocan daños en la salud en Dique Chico es no querer ver la realidad”. DESCARGAR

El periodista Patricio Eleisegui, en su columna mensual en el programa A mí no me importa de Radio La Retaguardia, habló acerca de los proyectos de extracción de litio en Argentina, como una forma más del modelo extractivista. Además, contó algunas de las consecuencias ambientales que tienen este tipo de prácticas en nuestro país y evidenció las responsabilidades políticas que conlleva su aplicación. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Diego Adur Los métodos de extracción de litio, llamado también “oro blanco”, que se utilizan en nuestro país son altamente nocivos y contaminantes para toda la región. El periodista especializado en medioambiente, Patricio Eleisegui manifestó que Bolivia, Argentina y Chile, reúnen hoy más del 70% de las reservas mundiales de este metal, que se utiliza básicamente para toda la tecnología que empleamos a diario: celulares, computadoras, tablets y demás. “Es importante remarcar, ante el discurso del ‘vos te quejas de eso, pero estás usando celular’, que alrededor del 20, 30% de litio que se extrae se utiliza para la electrónica hogareña. Todo lo demás, el 70, 80% va a parar a BMW, a Audi, a las grandes compañías automotrices que están generando el ‘auto verde’ para el primer mundo, a costa de destruir el tercer mundo, como pasa siempre. Es decir, estamos hablando de un problema muy grande porque esta es una industria que está depredando estos recursos, mucho más que en los casos de las tecnologías hogareñas”, explicó el autor de los libros Envenenados y AgroTóxico.  El periodista explicó cuáles son las dos variedades principales de extracción de litio: “Primero, está el litio de roca, que es más caro de extraer. En Argentina se encuentra en Córdoba. Y después, está el de salares, que para las mineras es más fácil y barato de extraer”, informó. “Argentina, Bolivia y Chile tienen mucho litio sobre todo en la zona de los salares de la Puna, y ahí es donde se está llevando a cabo este desastre, amparado en la lejanía de los territorios, con provincias permeables y cómplices de las acciones de estas empresas. Son territorios habitados por pueblos originarios, que como sabemos, nunca son respetados”, contextualizó.  Sobre la “sustentabilidad” del litio, Eleisegui aseguró que este concepto es uno de los más viciados de la última década: “Hoy decir que algo es sustentable está lejano a bajar el uso de los recursos, de no utilizarlos cuando no sean necesarios y reemplazarlos por otros menos dañinos. En el caso del litio, es el elegido por las empresas automotrices y por las grandes industrias de la tecnología como el reemplazo de los combustibles fósiles. Están viendo que la tendencia va para ese lado y obviamente no quieren perder el mercado. Entonces son los grandes consumidores de este litio, que se utiliza en gran medida de forma experimental”, aseguró. Y agregó: “Hay un científico del Conicet, Germán Lener, que viene investigando sobre este tema y explica cómo en Europa (donde trabajó) hacen pruebas mínimas de laboratorio con litio de Argentina, porque les es un producto barato, sin tener en cuenta del desastre que se genera al recurrir a ese material. Entonces promueven autos, que no sabemos si algún día llegarán a nuestro país, desde una promesa enarbolada por las gestiones de gobierno, lo cual lo hace más preocupante aún. Tenemos Ministerios que hablan de las bondades del litio, de la ley de electromovilidad para estimular vehículos basados en estas tecnologías. Y de fondo lo que tenemos es infinidad de proyectos que se están instalando en los salares, los que ya están funcionando, una técnica de extracción realmente muy violenta, depredatoria de estos espacios, y al mismo tiempo una salida de recursos sin valor agregado, ni mucho menos. Así que no tiene sustentabilidad económica, financiera, y mucho menos ambiental”, denunció. El periodista especializado en temáticas ambientales aseguró que el peor de todos los modelos de extracción de litio es el que se utiliza en Argentina. “Se bombea el líquido que está debajo de los salares, lo que se le llama ’salmuera’, que incluye litio entre otros minerales. Se coloca en piletas, se va secando hasta generar ese cristal final, que es justamente de litio”. Y expresó: “Si buscan ‘oro cobre’ en Google, se pueden ver en la página oficial del proyecto esas piletas de la Puna donde bombean la salmuera. Este proceso es fatal para toda la zona, para la biodiversidad y para las poblaciones, porque justamente están sacando toda el agua que hay en la región. Y el salar, me comentaba Ariel Slipak (Economista por la Universidad de Buenos Aires) tiene un proceso natural de llenado, que cuando se desocupa, recurre al agua cercana para ocupar ese espacio y volver a llenarse, consumiendo todo el acceso de agua de las comunidades. Entonces quizás estas mineras no están sacando el agua directamente de los pueblos, pero al vaciar el salar, liquida las poblaciones con sus floras y faunas”.  Patricio marcó la diferencia en la extracción de este metal con otros países de la zona: “En Bolivia, por ejemplo, se trabaja de otra manera. Existe cierta protección de los recursos. El mineral del litio está considerado un recurso estratégico, protegido por ley. Hay otras políticas vigentes en el país vecino. Y como acá no, estas empresas se están aprovechando”, razonó. Eleisegui explicó cómo se da el proceso de separación de minerales y cuáles son las consecuencias que puede generar en lo ambiental. “Para generar los cristales de litio, en la separación de minerales se utilizan muchos químicos, como en todos los procesos de minería a gran escala. Esto redunda en un lodo químico que ninguna empresa declara qué es lo que hace con él, asegura Slipak. Y los otros minerales que salen, como Potasio, Boro, no están declarados y no sabemos si quedan ahí como residuo, o si la empresa los está exportando de manera ilegal, como se ha comprobado en otras explotaciones”. Y expresó que “lo que se hace es bestial y en el propio canal de

Lo dijo Juan Pablo Della Villa, integrante de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT), en diálogo con el programa radial La Retaguardia. Della Villa habló sobre la inauguración de la Red de Almacenes Sanos en el AMBA, del trabajo que vienen haciendo durante la pandemia, demostrando que el modelo de agroecología es posible en Argentina. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Agustina Sandoval Lerner 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Fotos: Archivo Natalia Bernades/La Retaguardia —Lanzan desde la UTT una red de alimentos sanos en todo el AMBA, en la Provincia de Buenos Aires y en la Ciudad de Buenos Aires, también, ¿cómo es esta movida?  —Después de muchos años de organización, de lucha, y de proponer y demostrar que nuestro modelo es posible en Argentina, el viernes ocho de julio lanzamos la Red de Almacenes Soberanos que es como una especie de, bueno, valga la redundancia, red entre distintos actores, sean nodos, centros culturales o comerciantes, pequeños pibes, relacionados con el modelo de producción de alimentos que venimos llevando adelante y con más de 80 cooperativas en todo el país, que son las que van a abastecer estos espacios, así que es un paso más en términos de escala en poder seguir llevando más y más vecinos que puedan acceder a los alimentos y que también, esa compra atraccione y motorice todo lo que necesitamos para cambiar el modo de producción de alimentos y distribución. —Uno de los problemas durante muchos años que tenían los emprendimientos de alimentos saludables era la distribución.   —Sí. También está claro que hay un momento de época y ahora es cuando y, digo, hay cierto sector de la sociedad que entendió que el capitalismo no va más. Entonces hay mucha atracción también de las ciudades para que esto suceda y eso permite construir las herramientas necesarias, sea como sea, con mucho ahínco. Sí, la verdad es que, hace muchos años, con mucho laburo y con muchas dificultades, pareciera que hay un Estado y un sector concentrado de la economía empujando para el otro lado. Pero también está muy bueno, en estos momentos de crisis, porque la crisis permite el replanteo de modelo y hay mucha gente poniéndolo en práctica. Eso también, la posibilidad de poner en práctica la discusión y de motorizar, como con la inauguración del viernes en Banfield, va a haber productos de dieciséis provincias de la Argentina, con distintos actores: del trigo, de la leche, de la fruta, de la verdura, de la yerba. Es muy importante motorizar desde la producción de alimentos el desarrollo también y la creación de trabajo de muchas cooperativas y de miles de familias campesinas que todos los días necesitan recuperar un poco de la soberanía que generan incluso, ¿no? El capitalismo no va más —Cuando vos decís que se está poniendo en cuestión el capitalismo, ¿lo decís por las personas que producen o también por quienes se vuelcan a comprar alimentos saludables? —Hay un sistema que crece… Estamos en una lucha muy clara. Parecía que la pandemia permitía profundizar la discusión, después eso se fue apagando y tenemos un gobierno muy… Nosotros todavía no entendemos para dónde patea…, y es necesario construir herramientas concretas y esta es una de ellas y tiene que ver con que miles de productores y productoras van laburando y fortaleciéndose en este proceso de organización y de lograr capacidad y también miles de familias en las ciudades que buscan apoyar eso. —La UTT es un ejemplo muy claro de que pueden constantemente seguir haciendo crecer todos estos lugares de distribución, de comercialización. A la vez, están al frente del Mercado Central, con Nahuel Levaggi y siguen haciendo movidas para visibilizar y seguir alimentando al pueblo. Efectivamente hay pruebas de que la agroecología es un modelo posible, ¿no? —Sí. En Argentina el campo que produce los alimentos no es el que tiene representación ni en la mesa de enlace y hay un campo, éste campo, que produce alimentos todos los días; que son cooperativas yerbateras, lácteas, productores productoras de frutas y verduras, que usan la agroecología como herramienta de transformación del modelo y que también entendemos que es necesario construir la pata gremial y eso venimos haciendo hace muchos años y tiene que ver con poder desconcentrar un poco la producción y la distribución que es uno de los grandes desafíos en Argentina. Estamos atravesando una pandemia histórica, una crisis de salud y en el medio no podemos comprar un kilo de carne porque vale mil pesos. Entonces, necesitamos discutir el modelo y una de las herramientas es la agroecología, otra es el acceso a la tierra, otra es la democratización de los procesos productivos, la ampliación de la cadena de comercialización. Necesitamos diversas políticas públicas o programas que permitan, por un lado, hacer crecer la producción, que ese crecimiento sea planificado y democrático, poder ordenar las exportaciones. Estamos garantizando los alimentos para el mercado interno y necesitamos que esos alimentos sean sanos por una cuestión de salud, por el futuro del medio ambiente de nuestro país que está devastado… Bueno, estamos construyendo muchos ejes y lo del viernes es un paso más en la necesidad de construir todo esto y que hoy se ve reflejado también en producir alimentos desde las cooperativas, desde las pymes, desde los pequeños medianos productores que pueden comercializar en forma directa y eso genera un círculo virtuoso que constantemente nos viene empujando a que esto vaya creciendo y avanzando. —¿Han hecho una evaluación colectiva del paso actual de Nahuel Levaggi como presidente del Mercado Central? —Sí. Nahuel es compañero referente de la UTT, así que sí es la persona que labura en el Mercado Central, pero es nuestro compañero referente en la organización y en el mercado ha estado trabajando mucho, muy fuerte, hay repercusiones para un lado y para el otro. Se está tratando de modificar en términos de claridad, construir consenso y garantizar el abastecimiento de los alimentos para todo el AMBA fuertemente y

La histórica nutricionista, referencia de la lucha por la soberanía alimentaria, pasó por el programa radial Hasta que vuelvan los abrazos, de La Retaguardia y Radio Sur. Habló acerca del crecimiento de la agroecología como alternativa productiva frente al modelo de transgénicos y agrotóxicos y de la necesidad del acceso a la tierra para quienes producen alimentos. También planteó la importancia del derecho a la información “para conocer qué comemos”, en un país donde todavía no hay ley de rotulado frontal de ultraprocesados. Remarcó la urgencia de volver a la cocina y a los alimentos reales, y dejó una reflexión sobre los programas de cocina en la televisión. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 🖍️ Ilustración: Archivo Lorenzo Dibiase/La Retaguardia En un país que produce alimentos y tiene una buena parte de su población pasando hambre, el concepto de soberanía alimentaria, según la histórica nutricionista Miryam Kurganoff de Gorban, es “la capacidad de los pueblos de resolver la autosuficiencia alimentaria, de acuerdo a sus condiciones geográficas, económicas, sociales y culturales”. La coordinadora de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Universidad de Buenos Aires (CaLiSA) explicó que la disponibilidad de alimentos de cada una de las regiones determina también su propia cultura. “Pero este concepto está cada vez más universalizado en función de la importancia que tiene la alimentación. Cuando yo digo que la historia de la alimentación es la historia de la humanidad es porque  atraviesa todos los aspectos de nuestra vida. En los momentos gratos celebramos con comida y en los momentos más pesados también nos aferramos a ella. Es como que levantamos una coraza alrededor nuestro para que lo malo no nos afecte demasiado”, dijo. Gorban se refirió  a la situación de crecimiento del agronegocio en Argentina, en contraposición con la cantidad de información que ahora circula acerca de la agroecología y donde el concepto “Soberanía Alimentaria” es cada vez más conocido por la sociedad. “No solo en nuestro país, el mundo está atravesando una crisis económica y sanitaria que además afecta a los otros aspectos. Y esta crisis tiene un origen: el modelo productivo. En especial el de alimentos que se han convertido en una mercancía y no en un bien que la naturaleza ha puesto a nuestra disposición para crecer y desarrollarnos como seres humanos, omnívoros, además. Somos los únicos animales que producen y elaboran sus alimentos y, a su vez, somos quienes deformamos esa realidad y transformamos todo en un negocio, de especulación y de acumulación de riqueza de unos pocos, en contra de los muchos. Y generando esta desigualdad que hoy vemos. La crisis ha puesto sobre la mesa todo esto”, planteó la nutricionista. “Esto viene desde la colonización. (Cristóbal) Colón vino desde tan lejos, en búsqueda de alimentos. Marco Polo hizo lo mismo. Y si quedaron con la riqueza alimentaria que tiene América”, historizó.  “Desde hace 25 años, de la mano de la Vía Campesina, empezamos a recorrer el camino soberano y fuimos descubriendo que había otra forma de producir a la que hoy tenemos, que es causante de esta situación crítica. En el camino fuimos aprendiendo lo que es la agricultura familiar, quiénes son los productores de los alimentos, cómo lo hacen. Y así nos encontramos con la agroecología, que en realidad es lo que dio origen a la producción en el mundo entero, durante miles y miles de años. Contrario a lo que venimos viendo en las últimas décadas”, continuó la coordinadora de CaLiSA. Además, se refirió a las necesidades básicas de las personas:  “Estamos violando el derecho a la alimentación. La inflación hace que la parte más vulnerable de la sociedad no acceda a alimentos. No tener acceso a alimentos sanos es un problema grande de falta de derechos. Por otro lado, no sabemos lo que comemos, así que también violamos el derecho a la información. Y además, este modelo no tiene en cuenta que somos parte de la naturaleza y tenemos que cuidar el medioambiente. Hace un tiempo eramos ‘los raros’ los que hablábamos de ecología, unos locos que estaban divagando. Y hoy nos damos cuenta que todos los problemas que tenemos se relacionan con el daño a la naturaleza”, dijo.   La industria de los ultraprocesados y sus nutricionistas   La especialista habló acerca del rol de muchos y muchas nutricionistas que pasean por los medios de comunicación recomendando los productos que la industria provee, los ultraprocesados. “Cuando hablamos del modelo productivo también tenemos que hablar de la publicidad, de la propaganda. Tiene que haber un Estado fuerte regulando. Porque nosotros creemos que elegimos lo que está en la góndola y no nos damos cuenta que estamos condicionados por la publicidad, que nos indica qué comer. Sabemos que a la industria lo que le interesa es obtener mayores ganancias, no beneficios para la salud. Ellos piensan en el dinero, nosotros pensamos en la vida y la salud.  Esa es la confrontación que hoy tenemos”, denunció. También hizo hincapié en la relevancia de saber y conocer lo que comemos: “La industria ha logrado los cuasi-alimentos, estos ultraprocesados que pueden llegar a tener olor, sabor, color y forma de lo que dicen ser. Pueden tener olor, sabor, color y forma de frutilla, pero no es una frutilla. Para eso apelan a la industria química, a lo que se llama ‘disruptores endocrinos’, que alteran nuestro metabolismo y que hacen a nuestra problemática sanitaria”, explicó.   La nutricionista festejó la existencia de los movimientos ambientales y agroecológicos que cada día crecen más y toman visibilidad. “Estamos en camino a un cambio de conciencia. Y es fundamental para avanzar en el acceso a la tierra. Esto lo visibiliza cada día la UTT (Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra), verdaderos productores de la tierra, con los verdurazos, los yerbazos. Quienes producen alimentos son ellos, no esos que se hacen llamar ‘los del campo’. Esos producen commodities para la exportación. Eso es negocio, otro tema. No son alimentos”, planteó.  “Hay más de

Carlos Briganti es el principal referente de los colectivos Reciclador Urbano y Acción Huerta Urbana, que funcionan en la Ciudad de Buenos Aires y en algunas zonas del resto del país. A través de la instalación de plantaciones en las veredas o en espacios verdes, buscan demostrar que hay otras formas de producir alimentos y que se puede utilizar el reciclaje para reducir el impacto ambiental. En diálogo con el programa radial A mí no me importa de La Retaguardia, Briganti contó cómo surgieron los colectivos y habló de la importancia de concientizar acerca de las problemáticas medioambientales. (Por La Retaguardia)   🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Julián Bouvier/Pedro Tato ✍️ Redacción: Pedro Ramírez Otero 💻 Edición: Diego Adur 📷 Foto de portada: El Reciclador Urbano Con su mate y termo listos, Carlos Briganti se conecta al Zoom desde la terraza de su PH en Chacarita. Pero no es cualquier terraza. Hace más de 10 años que ese lugar se convirtió en un enorme espacio de producción de alimentos libres de agrotóxicos y una apuesta a la soberanía alimentaria a través de la agroecología. Aunque casi es mediodía, el verde que lo rodea lo protege del sol pleno que hace arder a la Ciudad de Buenos Aires y, por las dudas, también tiene calzado su sombrero de paja. Briganti casi no hará pausas más que para tomar algún mate o indicar cómo enterrar algún plantín a las voluntarias que están trabajando junto a él al momento de la entrevista.  —La Retaguardia: ¿Quién es el Reciclador Urbano?  —Carlos Briganti: Reciclador Urbano es una persona que ha nacido en el campo, en una quinta. Yendo a la escuela ya tenía mi primera huerta. Después, en la década del ‘70, me dediqué en una hectárea y cuarto  a producir verduras y a venderlas en la feria. Tenía una granja con animales. Después hice un impasse y me dediqué a la docencia en plomería. Como digo siempre, la tierra debajo de las uñas nunca se va, siempre relacionado con las plantas. Allá por el 2010 empieza a poblarse la terraza, este espacio que estaba improductivo, de verdes que es lo que yo sabía hacer. Y después se fue transformando en lo que es hoy: un bosque, una selva productiva de alimentos. Flores, polinizadores, frutas, de todo un poco.  —LR: ¿Cómo surgieron los colectivos Reciclador y Acción Huerta Urbana?  —CB: Con el tiempo la gente empezó a visitar, a ver, y a tomar clases. Después se fueron quedando. Y ahí surgió el colectivo de todos los voluntarios viejos. Esto ya estaba abierto a la comunidad, pero empezamos a salir del gueto. Con frutas en la Ciudad, plantando en los espacios verdes, poniendo composteras en las veredas de los barrios. Antes de la pandemia (de Covid-19) empezamos a poner huertas con cubiertas —neumáticos— en las veredas, y hoy tenemos 25 proyectos dentro de CABA. La gente encontró un espacio y entendió que el cambio pasa por la alimentación. Lo que siempre digo: uno se levanta con hambre y se acuesta con hambre. La transformación de lo urbano empieza visibilizando la problemática que tenemos de los pasivos ambientales. Y fue así que se construyó esta huerta (en su terraza): cubiertas de autos, tachos juntados de la calle, todo basureado. Y se transformó en un lindo emprendimiento. Muy grande.  —LR: ¿Cómo se involucran los vecinos, vecinas e integrantes del colectivo?  —CB: Cada uno participa de esta actividad libremente. Sólo junta buena energía: la gente viene cuando tiene ganas de participar. Es un colectivo transformador, activista. Un colectivo que cambia las cosas. Vamos para adelante y hacemos partícipe a todo aquel que quiera huertear, no importa de dónde venga. Lo único que exigimos es empatía. Mientras no ofendas a ninguna persona, acá está abierto para toda la comunidad.  ¿Una huertita no cambia al mundo? El objetivo de los colectivos Reciclador y Acción Huerta Urbana es, además de poblar de plantaciones todos los lugares posibles, concientizar acerca del daño ambiental que generamos como sociedad y hablar sobre modelos de producción que crecen cada año con apoyo del Estado, como la megaminería y la agroindustria. Briganti explicó que la huerta es una excusa para llegar al vecino o vecina común: “Nosotros amigablemente hacemos una huerta, el primer espacio. Y después hablamos de megaminería, de reforma agraria, de tierras fiscales, terrenos improductivos, de los dueños de las semillas, los oligopolios, las formas de producir. Mirá todo lo que hace una huertita”, explicó. Además, recordó una frase que le dijeron una vez: “Pero es una huertita, eso no cambia al mundo”, e inmediatamente respondió con énfasis, como si se lo estuvieran diciendo otra vez: “Lo cambia todo. Porque en una huertita enseñás qué impacto tiene la megaminería, qué es la agroecología, la soberanía alimentaria. Mirá todo lo que se dispara. Nosotros sabemos entrarle a la gente porque somos la gente”, argumentó.  Cebando el último mate que tomará antes de volver a llenarse las manos de tierra, el Reciclador Urbano cerró con una invitación a participar: “Estamos en crecimiento, pero no lo podemos hacer solos: tiene que ser colectivo. Y ese crecimiento colectivo va a empujar a esta exigencia y demanda de espacios productivos”.

La educación ambiental, integral y transversal es ley en todo el territorio argentino desde la madrugada del viernes 14 de mayo, luego de una extensa sesión en el Senado, en la que se aprobó por unanimidad. “Esto es una luz”, dijo Jackeline Ermini, activista socioambiental de Jóvenes por el Clima en Rosario, Santa Fe. En diálogo con el programa radial A mí no me importa, la joven describió lo que significa esta ley en medio de un contexto donde los problemas medioambientales se potencian cada día. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Julián Bouvier ✍️ Redacción: Catalina Goldszmidt 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Archivo Virginia Chaile/La Retaguardia El Proyecto de Ley de Educación Ambiental se aprobó por unanimidad en el Senado, luego de que había logrado la media sanción en marzo en la Cámara de Diputados/as con 215 votos afirmativos, siete votos negativos y 18 abstenciones. “Es una ley de presupuestos mínimos, con lo cual se prevé que la educación ambiental sea obligatoria en todas las jurisdicciones y niveles educativos del país, adaptando el contenido para cada nivel y haciendo hincapié en las problemáticas y realidades de cada territorio en el que se la implementa”, explicó Jackeline Ermini, integrante de Jóvenes por el Clima de Rosario, Santa Fe. Y es que detrás de cada plan de estudios, contó la activista, estará el COFEMA (Consejo Federal de Medio Ambiente) y un consejo consultivo, conformado por pueblos originarios, guardaparques, representantes de organizaciones estudiantiles y socioambientales, y hasta personas de cada región, con el objetivo de aportar información pertinente y hacer un seguimiento de los contenidos que se dan.  Si bien es un logro la aprobación de esta ley, lo que queda por delante es un camino de lucha para exigir que se implemente de forma correspondiente en todos los colegios del país. La activista la comparó  con la Ley de Educación Sexual Integral, que es similar en el modo de aplicación pero no se cumple como debería. “Nuestro mayor miedo es que pase lo mismo que con la ESI, que no se termine implementando, o que se implemente según la voluntad de cada institución y de la forma que quieran”, dijo Ermini. Y mencionó lo que sucede en algunos colegios religiosos del país, donde la ESI es aplicada según creencias o doctrinas de la institución, y planteó que esto es algo que podría repetirse con la Ley de Educación Ambiental, ya que “toca los intereses de un montón de sectores”.  Fue gracias al apoyo de una sociedad cada vez más despierta y a las campañas de organizaciones socioambientales como Jóvenes por el Clima y EcoHouse que esta ley se pudo impulsar. Pero el camino está lleno de barreras que aún quedan derribar, ya que la megaminería y el agronegocio siguen creciendo en todo el país. Una de las problemáticas urgente es la de los humedales que volvieron a arder en la zona de Santa Fe, mientras la Ley de Humedales sigue cajoneada. Ermini se refirió a las campañas que están haciendo desde Jóvenes por el Clima  para que otras leyes que son de importancia para el medioambiente, puedan, efectivamente, salir. “Nosotros venimos impulsando una agenda legislativa, para tratar de sancionar diferentes leyes… En este momento una de las principales leyes y campañas que estamos llevando adelante, que nos parece como una de las más importantes, es la Ley de Humedales”, contó. Este proyecto, que fue presentado el año pasado en Diputados/as pero que hoy en día está “cajoneado”, tiene por objetivo establecer presupuestos mínimos para la conservación, uso racional y sostenible de los humedales en todo el territorio nacional, con el fin de asegurar la integridad de estos espacios que son fundamentales para el ecosistema. “Hoy Rosario está de vuelta inundada de humo”, comenzó a decir la activista sobre su lugar de residencia, desde donde puede ver el humo que llega a la ciudad mientras se sigue postergando la ley. Pero la lucha sigue: “La Ley de Humedales es una ley por la que vamos a seguir trabajando hasta lograrla”, cerró.

Fabiana Cartolano es docente e integrante de la Asamblea No a la Megaminería de vecinos y vecinas de Playa Unión y Rawson. Durante semanas, participó de los cortes de ruta que se realizaron en la Ruta 3 y pedían el retiro del proyecto de ley de la zonificación de la actividad minera. El domingo 9 fueron reprimidos por la Policía provincial. Lo contó en el programa Hasta que vuelvan los abrazos, de Radio La Retaguardia y Radio Sur. Este viernes, la Justicia aceptó un amparo para frenar la puesta en marcha del proyecto de zonificación minera. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Diego Adur 📷 Foto de portada: El Chubut   El proyecto de ley 128/20 establece la rezonificación en los departamentos de Telsen y Gastre, provincia de Chubut, y la extracción minera a gran escala. Desde  2003, existe una ley que prohíbe la megaminería a cielo abierto en la provincia. Por eso, la intención del gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, quien responde a los intereses de las empresas mineras, es lograr la zonificación en distintos departamentos de la provincia como primer paso para después sí habilitar la actividad. Distintos grupos que pelean hace años por detener la minería en Chubut, como es el caso de la Asamblea No a la Megaminería de vecinos y vecinas de Playa Unión y Rawson, se opusieron al proyecto de ley y decidieron cortar la ruta para expresar su disconformidad. Juntaron firmas y presentaron un proyecto de iniciativa popular con 30 mil firmas para frenar la rezonificación, pero el jueves 6 de mayo la legislatura lo rechazó. Días después de las primeras manifestaciones, las fuerzas policiales reprimieron la protesta en la Ruta 3. En un comunicado anunciado el pasado viernes, la Justicia ordenó a la Legislatura provincial que se suspenda el tratamiento del proyecto de zonificación minera. El reciente amparo resuelve “suspender cautelarmente el tratamiento del proyecto de ley 128/20″. Fabiana Cartolano, integrante de la Asamblea, contó cuáles fueron los desencadenantes del conflicto: “El jueves (6 de mayo) terminó sucediendo lo que venimos denunciando hace muchos años las asambleas de Chubut: en la Legislatura se votó la aprobación del proyecto de iniciativa popular que había salido con despacho negativo de la Comisión de Ambiente. Esa Legislatura es un espacio que ha perdido toda legalidad y seriedad acá. Hace ya muchos años tejen los negociados por abajo, se entrega la provincia, y asumen personas que tienen causas. Hay diputados que tienen más de veintiuna causas”, expresó. La docente se refirió a los métodos de lucha que se venían tomando, previamente a la represión policial: “Se tomó la determinación, como última herramienta de lucha que estamos teniendo, cortar la Ruta Nacional N°3. En cuanto se aprobó el proyecto en la Legislatura, que estábamos todos afuera escuchando, nos vinimos hasta Trelew —autoconvocadamente, todo el mundo—, y llegamos hasta aquí. La solicitud del corte de ruta y de todas las actividades que se están haciendo en la provincia, es que se retire el proyecto de zonificación minera, que es un proyecto fraudulento, ilegal, un “corto y pego” del CONICET. De hecho, salió también el director de CONICET a nivel nacional a denunciar ese proyecto porque habían mal usado toda la información del CONICET y la habían utilizado para poder armar ese proyecto, que está claramente digitado y dictado por las mineras. Recordemos que nosotros tenemos nuestra primera iniciativa popular desde el 2014 y que una compañera, a través de una buena cámara con zoom, descubre -fotografiando un teléfono de uno de los diputados- que le estaban dictando los dueños de las mineras qué era lo que tenía que decir como fundamento. El jueves sonaban igual. Eran voceros de las mineras”, denunció Cartolano.   Además, comentó que se estaban tomando medidas de fuerza en otros lados de la provincia: “El mismo jueves se tomó la Municipalidad de Esquel. Al igual que la Municipalidad de Trevelin, en la Comarca Andina, donde estuvo el fuego hace poco. También se cortó la Ruta 40”. Y destacó :”Pero los medios no están contando mucho, por eso estamos más que agradecidos. Porque saltar el cerco mediático provincial nos cuesta muchísimo”, admitió.   Fabiana resaltó el rol de las mujeres en esta lucha: “En la logística del corte de ruta somos las mujeres las que vamos al frente. Lo decidimos así las mujeres y hemos logrado llevar adelante un corte de ruta tranquilo, porque somos nosotras las que dialogamos con los camioneros, con las familias, con los choferes de colectivos, y demás”, explicó.   Un pueblo que resiste La docente rememoró el derrotero de luchas que el pueblo chubutense guarda en su historial: “Nosotros venimos de muchas luchas en la calle. Recuerden que dormimos 41 días afuera del Ministerio de Educación, cuando se tomó allá en el 2018, en pleno invierno. Amanecíamos con la ropa escarchada. Acá en la Patagonia el viento y el frío se hacen sentir. Hacemos fogatas en las puntas de los cortes de ruta”. Y exclamó: “Pero parece ser que al gobierno le encanta tener a la gente en la ruta. No hay diálogo. Es cada vez más hermético el gobierno con el pueblo. Al gobernador no se lo ve casi nunca. A veces pasan meses sin dar una nota, sin hacer una conferencia de prensa”, contó.   La complicidad de los diputados provinciales con las mineras Para sumar al paquete de irregularidades que hay alrededor de la instalación de las mineras, también está la situación del diputado provincial Sebastián López, quien fue grabado pidiendo coimas a empresarios mineros: “‘Cien luquitas López’ le decimos nosotros. Es terrible. López, después de que salió ese escrache de la coima que él estaba pidiendo, se abre del bloque y hace un unibloque. Hay tres unibloques dentro de la Legislatura. Él solo quedó como bloque, y él solo decidió votar a favor de este despacho negativo a la iniciativa popular, al igual que Eliceche (Carlos, diputado provincial PJ- Frente de Todos y ex Intendente de Puerto Madryn, 2003-2011) y que Roddy

La justicia de Gualeguaychú falló a favor de Estela Lemes, docente rural de Entre Ríos, en el reclamo por los efectos de la exposición a agrotóxicos. En diálogo con el programa radial Tengo una idea, Lemes explicó que a partir de esta decisión, la ART deberá indemnizarla y hacerse cargo de su tratamiento, estudios y prácticas de salud necesarias para atender aspectos de la enfermedad que padece, provocada por las fumigaciones. La docente recordó diferentes momentos y logros en estos años de lucha personal y colectiva contra las fumigaciones con agrotóxicos y remarcó la necesidad de continuar con estos reclamos. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Graciela Carballo/Carlos Morchio/Nicolás Rosales ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero —La Retaguardia: ¿Cómo has recibido esta buena noticia? —Estela Lemes: Después de tantos años de espera, sabía que en algún momento iba a llegar, y cuando llegó me sorprendió. Todavía me dura la sorpresa. Sé que es algo no muy común y que va a sentar precedentes. Eso me mantiene a la expectativa a ver qué pasa.  —LR: ¿Qué otros detalles nos podés agregar del fallo? —EL: Ellos le indicaron a la ART que se tiene que hacer cargo de mi tratamiento, de estudios que yo necesite, de cualquier práctica y medicación que tenga que ver con mi enfermedad por estar expuesta a los agrotóxicos.  —LR: Para recordar, ¿cuál es tu enfermedad y cómo fue que la contrajiste? —EL: Yo tengo ya hace muchos años una enfermedad producida por exposición a los agrotóxicos, es una neuropatía aguda. Esta enfermedad le quita la tonicidad a los músculos, atrofiándolos de a poco. Se siente mucho dolor. Me ayudo con medicación, me afectó sobre todo en mi brazo derecho y en mi pierna del mismo lado. También, en algunos momentos tengo dificultad para respirar. Me agito mucho cuando hablo demasiado, cuando camino, y pierdo el equilibrio. El fallo, cabe aclarar, sale por un daño dermatológico, no reconocen la neuropatía. Sobre esto último es lo que tengo que seguir trabajando para que me permitan hacer unos análisis nuevos y que pueda hacer el tratamiento que realmente requiero. La única perito mujer, después de hacerme muchos estudios haciéndome ir cuatro o cinco veces a su consultorio, descubrió además que tengo un síndrome químico múltiple producto de haber estado expuesta a los agrotóxicos. Sobre esta nueva enfermedad tengo que ver ahora cómo tratarla.  —LR: Por otro lado, en 2019 se volvieron a modificar las distancias de fumigación en cercanías de las escuelas rurales, ¿cómo sigue eso hoy en día? —EL: Estamos pidiendo que se extienda la distancia mínimamente a lo que habíamos logrado antes, pero hay muchos intereses creados y es muy difícil que se revierta. De todas maneras, en este momento los diputados están con un proyecto de ley. Nosotros pedimos que se nos escuche, que se legisle y principalmente que tengan en cuenta las distancias. Pero mientras no le pregunten al pueblo o a quienes estamos luchando y que conocemos de lo que hablamos vamos a seguir igual. Estar detrás de un escritorio no es lo mismo que vivirlo día a día.  Lemes agregó que hasta que el fallo tuvo sentencia firme pasó días de muchos nervios. “Cuando estuve segura, ahí recién lo empecé a contar y mostrar mi alegría. Y contagiar a la demás gente de que hay que luchar. Porque si la Justicia al fin reconoce que los agrotóxicos enferman, nosotros seguimos en la lucha porque además matan”, dijo la docente. Por otro lado, también se refirió a la novedad del abandono gradual del uso del veneno clorpirifós, un insecticida creado por la empresa Dow, que se aplica en la mayoría de los cultivos de Argentina. Justamente, el que ella recibió en su cuerpo al ser fumigada. Existiría un plazo de un año para su retiro definitivo en el país.  —LR: ¿Qué fue lo primero que se pasó por la cabeza al recibir el fallo favorable? —EL: Pensé en mis hijos, quienes me han acompañado siempre. Lloré mucho, mi abogada también lloraba del otro lado del teléfono cuando me lo decía. Fue muy raro, en ese preciso momento estaba sola. Fueron muchos años de pasar cosas muy duras. De sentir al principio mucha soledad. Pensé en Fabián Tomasi, en Ana Zabaloy (docente que denunciaba fumigaciones en San Antonio de Areco y falleció de cáncer en 2019) y en tantos otros que no sé sus nombres pero que han pasado por lo mismo, y han dejado su vida por haber estado expuestos a los agrotóxicos y que no pueden ver esta victoria. Se las dedico a ellos.

El proyecto de presupuestos mínimos que implementaría una política pública nacional para promover la concientización y la responsabilidad ambiental en la ciudadanía obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados y Diputadas el 27 de marzo. La Retaguardia buscó la opinión de especialistas y militantes por el medioambiente para entender este proyecto de ley en un contexto de crecimiento del modelo extractivista y agroindustrial con apoyo explícito del Estado. Mientras tanto, en Andalgalá, 11 personas continúan detenidas. Entonces cabe la pregunta: la Ley de Educación Ambiental, ¿sería una simulación de progresismo o una perspectiva de cambio a largo plazo? (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Pedro Ramírez Otero/Catalina Goldszmidt 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Fotos: Archivo Natalia Bernades/La Retaguardia  Con 215 votos afirmativos, 7 negativos y 18 abstenciones, la Cámara de Diputados/as otorgó media sanción a la Ley de Presupuestos Mínimos para la Implementación de la Educación Ambiental obligatoria para todas las jurisdicciones del país. El proyecto, que contó con el apoyo de distintos bloques y de Juan Cabandié, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, busca la “concienciación y responsabilidad ambiental”. Mientras tanto, en Andalgalá, Catamarca, hace algunos meses se declaró inconstitucional la ordenanza municipal que prohibía la explotación megaminera y las máquinas del proyecto minero Agua Rica ingresaron al Cerro Aconquija mientras los vecinos y vecinas resisten y sufren persecuciones de otra época. En San Juan, la Asamblea Jáchal No Se Toca sigue denunciando la explotación minera de litio, para evitar nuevos derrames de cianuro como ya sucedió en la cuenca del Río Jáchal. El presidente Alberto Fernández, cuando asumió, aseguró que la minería en esa provincia cuyana se llevaría adelante de forma “sustentable” y “segura”. En Chubut, la comunidad lucha por el agua, en contra de la zonificación que el gobernador Mariano Arcioni intenta hacerla efectiva a cualquier precio. Hay sobrados ejemplos del crecimiento de la agroindustria, con la baja de aranceles para la compra de agrotóxicos, la implementación del trigo transgénico y el intento por impulsar el acuerdo porcino con China. Todo esto sucede en simultáneo con el tratamiento de esta ley. La Retaguardia consultó a quienes militan y accionan por el medioambiente cada día.  Jackeline Ermini, activista socioambiental e integrante de Jóvenes por el Clima de Rosario, Santa Fe —una de las organizaciones que participó de la creación de esta ley— contó a La Retaguardia que recibieron de forma positiva la noticia de la media sanción del proyecto que incorporaría la educación ambiental de forma transversal en la currícula educativa. “Sin embargo, creemos que esto solo no alcanza. Es insuficiente. Y en materia ambiental hay muchísimo más para cambiar y para construir. Y en ese sentido, las políticas públicas deben ir en línea con esto: hoy en día Argentina tiene una matriz productiva atravesada por un modelo profundamente extractivista que todo el tiempo avanza en contra de nuestros ecosistemas, de nuestra biodiversidad y principalmente de la salud de nuestro pueblo”, cuestionó la joven. Ermini consideró que la pandemia por Covid-19 evidenció la situación climática y ecológica que estamos viviendo. “No vamos a salir de esta crisis invirtiendo en proyectos como Vaca Muerta, en proyectos megamineros, en combustibles fósiles, en agronegocio, y en tantos otros etcéteras que no son nada más ni nada menos que la causa de lo que hoy estamos viviendo”, remarcó la activista.  Del dicho al hecho… El periodista Patricio Eleisegui, especialista en temáticas medioambientales, explicó que este proyecto surgió en un contexto de extractivismo acelerado y desproporcionado por la misma gestión de Gobierno que hoy celebra esta media sanción: “Lo cual da para sospechas y para hacernos la pregunta de por qué se está promoviendo este tipo de iniciativas mientras es el mismo Gobierno el que tiene frenado proyectos como la Ley de Humedales y ha hecho promoción de actividades terribles para el medioambiente como el agronegocio atado a los transgénicos y los agrotóxicos, o la minería de litio también”, apuntó. Eleisegui sostuvo que estos modelos de producción vigentes e intensificados con el paso de los gobiernos, chocan de frente con esta Ley de Educación Ambiental, y dijo que hay que prestar especial atención a cuáles son los contenidos que se van a incluir, para evitar que se baje línea acerca de que, por ejemplo, la soja transgénica no es tan dañina o que la minería es una gran creadora de empleo, como alguna vez consideraron —¿o consideran?— desde el Gobierno nacional. “Ese aspecto es peligroso y necesita ser vigilado, debatido y confrontado desde el principio”, planteó el periodista.  Por su parte, Mariana Katz, la abogada de la Asamblea del Algarrobo de Andalgalá, Catamarca, compartió también que hay que estar alerta para evitar que la ley sea contraproducente: “Va a empoderar a muchos niños, niñas y adolescentes siempre y cuando esta ley no sea utilizada o se le permita a las Fundaciones que dependen también de las empresas que llevan adelante actividades económicas extractivas meter la cuchara en el contenido de lo que se le va a transmitir a los pibes mediante la Ley de Educación”, detalló, y aclaró que es una buena iniciativa pero que es una política política pública que, de ser aprobada, tendrá impacto a muy largo plazo. Katz, en principio, reconoció que el texto de la ley es bueno. A su vez, observó: “Como toda ley en nuestro país puede ser muy buena, como por ejemplo la de Presupuestos Mínimos de Protección de Glaciares y Ambientes Periglaciares pero cuando los pueblos que están afectados por la actividad minera reclaman por la aplicación de esa ley, concretamente nadie quiere aplicarlo”.  Acción además de educación En un contexto de fuerte apuesta por parte del Estado a los modelos extractivistas y alimentarios basados en transgénicos y agrotóxicos, son muy importantes los proyectos que demuestran que existen otras formas de producir alimentos de forma sustentable y segura, a través de la agroecología, reciclando y conociendo realmente qué comemos o cuán dañinos son algunos procesos para el planeta y para quienes lo habitamos. Los colectivos El Reciclador Urbano y Acción Huerta Urbana trabajan desde