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Se trata de “Libélula”, el primer hogar especializado en infancias y adolescencias trans, no binaries y género fluido de la Ciudad de Buenos Aires. El equipo de trabajo del lugar también está conformado por personas del colectivo. Compartimos una crónica de la jornada de inauguración del espacio. Redacción: Eva AmorinEdición: Pedro Ramírez OteroFotos: Bárbara Barros / La Retaguardia Todo comienza con una performance de “Mandolin” y una versión a capela “Ángel de la madrugada” de Susy Shock, a cargo de “les opes”. Cuesta al principio entender qué es esto de “les opes”. Son una bandada de jóvenes trans, no binaries, monstruis que, con una sonrisa enorme, dan apertura a “Libélula”, primer hogar especializado en infancias y adolescencias trans, no binaries y género fluido de la Ciudad de Buenos Aires.  Y aunque se presentaron bailando y cantando, “les opes” no son un grupo musical. Son quienes desde sus trayectorias profesionales y de vida estarán todos los días acompañando a adolescentes trans y no binaries que desde el lunes 15 de julio comenzarán a habitar Libélula. En otros hogares se llaman “operadores”. Pero aquí son “les opes”: ese cambio a la “e” es intencional. Y necesario. ¿Por qué un hogar trans? En estos tiempos de crueldad, a sólo dos meses del triple lesbicidio en Barracas y con el inicio del primer juicio por la desaparición de Tehuel de la Torre, desde quienes impulsan el hogar se ocupan de aclarar que “no se trata de armar un gueto”, sino de un lugar cuidado donde las adolescencias trans con derechos fuertemente vulnerados puedan crecer siendo quienes son.  “Este hogar nace con la especificidad de lo trans para dar respuesta a una restitución de derechos”, afirmó Constanza, integrante de la cooperativa Unión y Esperanza, que tiene a su cargo la gestión del hogar, que se abre en convenio con el Consejo de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (CDNNyA) de la Ciudad de Buenos Aires. “Es una propuesta superadora para les chiques que no pueden adherir en otros dispositivos porque no les damos algo que los incluya”, reconoció Germán Onco, presidente del CDNNyA de CABA. A su turno, Aldana Crucitta, legisladora porteña por el radicalismo, señaló que lo que se busca con este dispositivo “es que no sea que las personas se tengan que adaptar a lo que existe y no generarles a los niños una nueva vulneración de derechos. Porque cuando llegan a necesitar un hogar es porque ya se les vulneraron montones de derechos”. Entre pares y en comunidad Luego se presentó el equipo que estará todos los días en Libélula, coordinado por Yanina Waldhorn y Tamara Gómez. Y circuló la palabra de algunes de les operadores que trabajarán con las niñeces y adolescencias que vivan en el hogar: *“No es solo un hogar, no es un gueto. No queremos aislarnos. Todos estamos acá preparades académicamente y desde la ternura para fortalecer los recorridos de vida. Somos un equipo muy plural”. *“En estas diversidades vamos a estar distintas voces, que son las mismas de quienes estamos esperando que lleguen”. *“Estamos recorriendo el barrio, buscando lugares recreativos, clubes, divertidos para que puedan participar les pibis que llegarán al hogar. Y también sabiendo que nuestro lugar es aportar herramientas para la autonomía progresiva de las personas. Muches en este equipo, como personas trans, sabemos que los espacios institucionales son un poquito duros”. *“Que sean personas trans les referentes, que les opes seamos trans es buenísimo. Ya en algunas entrevistas con pibis que vendrán el lunes nos decían que venían con mucha desconfianza y sintieron que esto solo es buenísimo. Vamos a ser una familia diversa”. *“Es importante que les pibis que lleguen puedan encontrarse con distintas narrativas en esta etapa de formación y en este mundo hostil. Da más esperanza llegar a un lugar así y ser pares, y más en un contexto que no acompañan a la ilusión y la esperanza”. *“Cuando leí el flyer de que buscaban opes trans y no binaries no lo dudé un segundo. Es un lugar que se está formando y en el que me hace feliz ser parte. Y en este momento de no tan buenas noticias para nuestro colectivo, esta es la buena del año”. El coraje de las mariposas “P“Para las niñeces y adolescencias trans es importante llegar a un lugar y ver que quienes les tratan son trans. Porque es importante ver que esta representación es posible también para sus proyectos de vida. Para imaginarse qué ser y hacer. Es dejar de ser el bicho raro en los lugares”, dijo Maru, le psicólogue del equipo.. “Para dar luz hay que prenderse”; “Buena vida y poca vergüenza”; “El amor tiene distintos colores”; “No queremos ser más esta humanidad” son algunas de las frases que alegran las paredes del salón donde se realizó la apertura formal del hogar. La actividad de apertura se completó con unos círculos de colores que se repartieron para que cada quien escriba el significado que le da a la palabra “comunidad”.  La comunidad de Libélula comenzó este lunes 15 de julio a estar habitada por niñeces y adolescencias trans, no binaries y de género fluido que, por distintas circunstancias, están separades de sus familias. Algunes están en otros hogares, otres en paradores. Van a migrar a Libélula como opción de un lugar donde la propia identidad no tenga que ser batallada y oprimida. Ya han pasado bastante en sus pocos años de vida. Y, como dice el cartelito cerca de la entrada, en este mundo “hay que tener coraje para ser mariposa”.

Lo dijo la actriz y música Valeria Leiva, creadora de “Se hizo costumbre”, una obra de teatro sobre abuso sexual en la infancia. Leiva pasó por el programa radial Estás Muteadx y contó cómo surgió la obra. También habló acerca de los silencios, el sistema patriarcal y la Justicia en los casos de abuso.  Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Julián BouvierRedacción: Gabriela Suárez López/Tamara Alfaro MorenoEdición: Pedro Ramírez OteroFotos: Comisión de Mujeres, Géneros y Diversidades del Club Larrazábal La idea de hacer una obra de teatro sobre abuso sexual en las infancias es jugada, disruptiva. Teniendo en cuenta lo político y lo estético del tema, Valeria Leiva, creadora de “Se hizo costumbre contó cómo surgió la idea de hacer una obra de teatro sobre abuso sexual en la infancia: “Ante todo, yo soy víctima, sobreviviente de abuso en mi infancia. Eso por un lado. Y la identidad de las víctimas de abuso las solemos construir en soledad. No hay mucha difusión, no hay mucho material. Es un tema que está más bien silenciado y del cual cuando se habla, se habla siempre en un tono condescendiente. Es muy complejo construir esta identidad de sobreviviente y poder después de alguna manera correrse del lugar de víctima por más que lo hayamos sido”. Leiva explicó que trabaja con infancias vulneradas y que en su trabajo diario era recurrente esta situación de ir a espacios donde se tocaba la temática de abuso y esa temática estaba siempre en presencia intereses académicos y con una bajada muy verticalista. Por eso surgió la necesidad de hacer algo distinto: “La idea, como mi formación también es teatral, fue armar un dispositivo, una herramienta que funcionara para bajar al cotidiano, a algo más coloquial un tema del cual no se habla. Se habla cuando acontece un medio más bien de tono amarillista y hace una tapa o una placa y el morbo empieza a actuar en torno a eso. La obra fue una excusa para poner sobre el tapete y visibilizar algo de lo que deberíamos hablar muchísimo más porque es transversal en cuanto a generaciones, a niveles socioeconómicos, a geografías, a religiones, a todo”, dijo la actriz y creadora de “Se hizo costumbre”. Acerca del modo de mirar a las infancias y la incomodidad que genera el tratamiento social de las niñeces, Leiva planteó: “En una sociedad adultocentrista, tan patriarcal como la que vivimos, tan capitalista, si nos ponemos a hurgar y a hacer memoria cada une de nosotres seguramente sufrimos algún tipo de vulneración en nuestra infancia. Desde un docente que te decía ‘no llores’, o alguien que te bajaba línea de alguna manera agresiva o violenta, o ciertos mandatos. La infancia suele ser una etapa en la que estamos susceptibles de ser agredides todo el tiempo. Parece algo muy común pero también parece algo de lo que rápidamente queremos salir. Viste que cuando somos chicos todo el tiempo estamos hablando de ‘cuando yo sea grande voy a hacer tal cosa’. Como que rápidamente queremos salir de la infancia por ese lugar de vulnerabilidad en el que estamos”.  “Se hizo costumbre” Valeria Leiva fue la creadora de esta obra que aborda el abuso sexual en las infancias, pero la dramaturgia fue construida de manera conjunta: “La idea fue mía pero la dramaturgia terminamos armándola colectivamente todas las personas que integramos este colectivo que somos las tres actrices y el director. La dramaturgia es una construcción de todos. La historia son tres mujeres de distintos estratos, con distintos recorridos, con distintos bagajes socioculturales que narran sus historias, rememorando y todo el tiempo corriéndose del lugar de adultas, pasando de adultas a niñas. Y esta variedad hace que sea muy fácil identificarse o ponerse en ese lugar. Y la obra es esa herramienta que es un poco la excusa para lo que viene después que es el espacio de debate. Nosotras siempre proponemos la obra como una apertura para el debate que es lo que más nos interesa que es lo que después termina enriqueciendo la experiencia total. O sea que es teatro-debate”, contó. Sobre la relación de la problemática de abuso sexual en las infancias, el movimiento feminista, el Estado y la Justicia, Valeria afirmó: “Creo que tenemos desde el feminismo una gran deuda todavía con las niñeces en ese sentido. Creo que todavía nos debemos una revisión y volver a repautar cómo vamos a encarar esto. Porque lo que le pasa a las niñeces es que no pueden armar un plan de protesta por sí mismas. Necesitan la voz adulta. Entonces, un poco necesitan esa voz adulta, responsable y comprometida que pueda salir, reclamar, decir lo que se tenga que decir en este sentido. Y en relación a políticas públicas, tenemos en el país leyes que son de vanguardia a nivel mundial. En el 2004 se modificó la ley que se llamaba de Patronato, por la Ley 26.061 a nivel nacional, que constituye a las niñeces como sujeto de derecho. El tema es la aplicabilidad de esas leyes porque sino terminan siendo letras muertas que es lo que nos está pasando hoy en nuestro país”. La actriz se refirió a la dificultad en la aplicabilidad efectiva de las leyes cuando apelan a distintos organismos o a la Justicia: “El Estado debe un ajuste en sus políticas de actualización y de implementación de estas leyes”. Que las causas no prescriban Hace algunas semanas, en la Cámara de Diputados y Diputadas presentaron un proyecto de ley para que las causas de abuso sexual en la infancia no prescriban. Leiva se refirió a la importancia de una ley de ese estilo, porque muchas veces cuestionan a las personas que denuncian hechos de abuso varios años después. ”Empieza a circular este discurso de ‘20 años después lo dice, ¿por qué lo dice justo ahora?’. Te revictimizan desde un lugar social que lo que termina generando es más silenciamiento”, dijo. Y profundizó: “¿Para qué me voy a animar a decir esto? Me van a decir que lo invento, que porqué lo

Lo dijo Elena de Matteo, médica del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Habló acerca de la intoxicación por monóxido de carbono que sufrieron niños, niñas, personal de salud y otras personas que estaban en el hospital. De Matteo pasó por el programa radial Oíd Mortales y contó lo sucedido. Entrevista: Luis Angió/Cristina VarelaRedacción: Nicolás RosalesEdición: Pedro Ramírez Otero Una fuga de monóxido de carbono provocó un susto en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Es que 17 menores, 9 médicos y médicas y 10 familiares fueron evacuados y trasladados al Hospital Fernández. Sucedió a finales de abril durante la madrugada y se investiga si fue por un desperfecto técnico. El escape de gas se produjo en la Unidad 4 de internación. El operativo fue rápido gracias a las ambulancias derivadas por el SAME. “Las personas afectadas empezaron a tener síntomas y surgió la posibilidad, como lo referían varias de ellas al mismo tiempo, que pudiera ser monóxido de carbono. Así se empezó a ventilar y evacuar. La jefa de toxicología del hospital organizó la presencia de bomberos, de la policía, así como de la gente de Metrogas. Al poco tiempo terminaron de hacer la evacuación con las indicaciones de los bomberos también”, comenzó explicando la doctora Elena de Matteo, médica del Gutiérrez. También dio algunos detalles acerca de en qué estado se encuentra la investigación del hecho. “En el informe preliminar de lo que pudo investigar esa misma noche, se supo que había un error o desperfecto entre la conexión de gas y el aire acondicionado. Esto se encuentra en una pericia y no tenemos los detalles de la investigación tanto del cuerpo de bomberos como de la fiscalía que está a cargo del tema. Estamos esperando que nos puedan explicar exactamente las causas y poder dilucidar las responsabilidades”, dijo. “A los niños los evacuaron y se los llevaron a las distintas salas del hospital, excepto a uno que se lo llevó a terapia intensiva, un poco por su enfermedad de base y otro poco porque en un principio hubo niveles muy altos de carboxihemoglobina, y los familiares y residentes recibieron oxígeno y los trataron en la guardia”, continuó describiendo. Desinversión La doctora también refirió al mantenimiento del hospital y a las condiciones en las que trabajan en líneas generales: “El mantenimiento de estas instalaciones está tercerizado hace muchísimos años. La empresa acá en el hospital se llama Mejores Hospitales y no es la misma en todos los hospitales públicos. El mantenimiento es muy básico, los hospitales son viejos y se necesita un cambio permanente edilicio de toda la estructura eléctrica”.Además, De Matteo contó que hay hospitales en la Ciudad de Buenos Aires que están sin gas y en malas condiciones: “Se caen techos, se desmoronan paredes, hay muchas cosas que están con un atraso de mantenimiento por falta de inversión del Gobierno”. Las personas adultas tuvieron intoxicaciones leves y posteriormente les hicieron un seguimiento en el Hospital Fernández. “Varios de ellos fueron a cámara hiperbárica. El seguimiento de los residentes fue en el hospital de niños. Este episodio agudo fue superado y no tuvimos que lamentar ninguna muerte porque fue en horas de la tarde, de haber sucedido de noche la alarma no hubiese sido tan rápida como para iluminarse de lo que estaba pasando y tendríamos que lamentar otro escenario”, dijo. Por su parte y en un comunicado, la dirección del hospital había considerado innecesaria la participación del SAME, algo que generó cierta polémica. “La no presencia del SAME en las primeras horas está siendo también investigada porque tendría que haber estado ahí colaborando con los adultos. Todo esto no está del todo aclarado. Hay dudas de que esto se tapó, de que no salió en ningún noticiero de los que más se ven”, aclaró la médica. Las y los trabajadores de salud del Hospital Gutiérrez están esperando el informe oficial de la pericia para conocer también la respuesta del Gobierno de la Ciudad. “Hay relatos de los médicos involucrados en el hecho que se contradicen mucho con la versión oficial de la dirección del hospital. En todos los hospitales estamos trabajando en pésimas condiciones”, planteó De Matteo. Por último, los trabajadores y trabajadoras tomaron algunas medidas de fuerza para visibilizar lo que pasó. Las personas afectadas fueron dadas de alta.

Analía Álvarez es docente y especialista en Educación Sexual Integral La Profe de ESI, como se la conoce en redes sociales, pasó por el programa Estás Muteadx de La Retaguardia y habló acerca de la importancia de la Educación Sexual Integral, las trabas que todavía tiene para su puesta en práctica y algunas herramientas para combatirlas. Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Julián BouvierRedacción: Julián BouvierEdición: Pedro Ramírez OteroFotos: Instagram La Profe de ESI En 2006 se sancionó en Argentina la Ley 26.150, que establece el derecho de niñas, niños y adolescentes a recibir Educación Sexual Integral (ESI). Analía Álvarez es docente de ciencias naturales en nivel secundario y también es especialista en ESI. En 2018 un grupo de estudiantes de quinto año le insistieron para que abriera un perfil en Instagram para trabajar y divulgar la ESI para que trascienda las paredes del aula y de la escuela. La convencieron y allí nacieron dos perfiles: “La Profe de ESI” y “Consultorio ESI”. Este último, con contenidos más relacionados a la escuela. “Desde que abrí estos canales de comunicación, se abrió una veta en mí, vinculada a la divulgación. A partir de ahí nacieron también oportunidades, propuestas, proyectos vinculados con la ESI”, dijo Analía. La Profe de ESI habló acerca de las dificultades que existen para que la Ley 26.150 se cumpla y efectivamente en las escuelas se trabajen, de manera transversal, los contenidos que propone la ESI. “Mis alumnas y alumnos me decían que muchos de sus amigos y amigas que iban a otras escuelas no recibían esta información. Sentían que era algo muy preciado, a lo que no se accedía fácilmente. Y que les parecía que era algo que se podía promocionar y hacer llegar a quienes lo necesitaran. De hecho el perfil Consultorio ESI está pensado para ese público, para divulgar contenidos para los y las pibas. Ellos y ellas fueron quienes lo difundieron y creció muy rápido el año que lo abrí. A la ESI la milito dentro de la escuela, pero también afuera. Y me parece que de esta manera, se puede colaborar mucho, no solo para brindar información confiable, validada, sino también brindando ayuda a colegas que se comunican conmigo para preguntarme cosas sobre la ESI”, contó. El meme como herramienta El perfil de Consultorio ESI tiene más de 60 mil seguidores. Allí podemos encontrar información sobre la historia del avance de los derechos de las mujeres y diversidades sexuales, propuestas pedagógicas, reflexiones acerca de la importancia de la Educación Sexual Integral. Por otro lado, el perfil de La Profe de ESI tiene más de 13 mil seguidores y podemos encontrar, con mayor fuerza, un emergente social de los últimos años, sobre todo cuando hablamos de redes sociales: los memes.“Los memes son una herramienta muy buena para dar un mensaje muy claro, que se entienda. Y que para el público, sobre todo a los y las jóvenes y adolescentes, sea una manera de entrar a los temas. Es una forma muy piola, muy actual, y que tiene que ver con los modos de comunicarse que tiene la juventud en general. Entonces, los pienso como herramientas didácticas. De hecho, en mis clases habitualmente uso memes: en biología, en química. Y por supuesto, en todo lo que tiene que ver con la ESI los utilizo también, porque justamente de eso se trata la transversalidad”, contó Álvarez. Los mitos sobre la ESI En muchos ámbitos de la sociedad todavía hay personas o grupos que se oponen a la ESI y desacreditan su importancia. El diputado nacional Javier Milei, de Libertad Avanza, dijo en uno de sus discursos en la Cámara que si fuera presidente eliminaría la ESI (que insiste en nombrar como ideología de género). Porque, según él, se utiliza para adoctrinar. La Profe de ESI planteó una posible respuesta a estas expresiones: “Primero les diría que se pongan en conocimiento de qué es la ESI. En general, cuando trabajamos en esta área, tanto adentro de la escuela como afuera, nos encontramos con resistencias que vienen dadas por diferentes cuestiones. Una es la difusión y divulgación de ideas erróneas, de mitos, de confusión, que vienen de sectores que lo hacen a propósito, con toda la intención de generar ideas que nada tienen que ver con la realidad. Entonces, una de las primeras cosas que trabajamos es qué es la ESI y qué no es la ESI. Ahí, ese tipo de discursos que apuntan a captar gente que se va a oponer a todo, como el de Milei, se desmorona”. Álvarez contó también que, ante estos casos, invita a la gente a leer los contenidos curriculares de la ESI para darse cuenta que nada tiene que ver con los mitos e ideas erróneas que se divulgan. “Los contenidos curriculares se escribieron en base a información validada y científica, como las diferentes disciplinas de la escuela que nadie se atreve a cuestionar. Nadie va y dice que los contenidos de geografías son ideológicos, por ejemplo. Pero de la ESI parece que cualquiera puede hablar sin conocer. Tiene una especificidad, saberes específicos por los cuales hay que formarse, estudiar, para poder hablar del tema. No sé cuál es el conocimiento de Milei sobre el tema, lo que sí sé es que apunta sistemáticamente a captar a pibes jóvenes, que esa actitud de despotricar contra todo les pueda sentar cómoda. Por otro lado, hay sectores más vinculados a las religiones que se oponen porque dentro de sus preceptos, el tema de las relaciones sexuales o el placer, están prohibidas, condicionadas. Después, lo que hace cada persona en su intimidad es otro tema, pero en términos generales, desde su moral o doctrina, se oponen”, dijo. Uno de los fenómenos que cada día se visibiliza más son los casos de niñeces que pueden contar en la escuela que sufren o han sufrido abusos a lo largo de sus vidas. Muchas veces, en sus casas y por parte de algún familiar. “La escuela es un lugar privilegiado para trabajar con niños, niñas y adolescentes, porque como

Docentes de la Escuela 11 de la Villa 21-24 denunciaron la muerte de una niña de 11 años, ocurrida en el día de ayer en el Hospital Penna por la desidia y el abandono del Estado y del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: también en la ciudad más rica del país, niñas y niños se mueren de hambre. La voz de Ailén Galante, una de las docentes de la escuela porteña: “el Estado ya tenía un certificado de que la niña estaba desnutrida”, dijo. Redacción: Chechu Rodríguez Edición: María Eugenia Otero / Fernando Tebele Una niña de 11 años -de quien preservamos identidad por pedido de su madre- murió ayer en esta ciudad. Junto a su familia, atravesaban una situación de muchísima vulnerabilidad que databa de años y requería la intervención de numerosos organismos estatales para un abordaje integral. Así lo detallan en el comunicado redactado por docentes de la escuela, que compartimos al final de esta nota.La Retaguardia dialogó con Ailén Galante, una de las trabajadoras de la educación. ”Hicimos todo lo que pudimos, hasta lo que no podíamos, intentamos por numerosos medios con organizaciones, con donaciones, con la comunidad, con el barrio, con las maestras de la escuela, conseguir todo lo que necesitábamos: útiles, ropa, zapatillas, todo lo que estaba necesitando, no solo esta familia sino muchísimas de la familias que tenemos hoy en día en la escuela que están siendo vulneradas por un Estado que solo piensa en sacar planes sociales, solo piensan desfinanciarmos las escuelas, en dejarnos sin intervenciones como para poder acompañar situaciones complejas donde la economía y el país cada vez están peor y las situaciones de nuestres pibis cada vez están peor y cada vez tiene menos futuro en vez de más futuro. Estamos denunciando a un gobierno que solo hace marketing con la educación, en vez de ocuparse de nuestras niñeces”, señaló dejando ver una mezcla de indignación y tristeza. A pesar de los reiterados pedidos e informes elevados desde la escuela, la ayuda nunca llegó: “En realidad el Estado ya tenía un certificado de que la niña estaba desnutrida”. La intervención del Equipo de Orientación Escolar demoró tres años y aunque derivaron su caso a la Defensorìa Zonal, aún no han brindado respuestas a la situación, ni se tiene noticias de seguimiento alguno; La solicitud de un refuerzo hipercalórico de vianda, para paliar el hambre, fue rechazada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en todas las ocasiones en las que fue solicitada, incluso siendo acompañada de un certificado médico que indicaba su necesidad. Galante destacó que no es una situación aislada :”En realidad estamos denunciando una situación de vulnerabilidad y la desidia de un Estado ausente que mira para otro lado, desfinancia los pocos organismos estatales que pueden intervenir. El Equipo de Orientación Escolar es casi nulo. No tenemos formas de acompañar a las familias más que organizándonos entre la comunidad educativa, entre las organizaciones del barrio, los merenderos, los comedores, la juegoteca, con gente comprometida que pone fuerza y militancia en este tipo de actividades, porque si no fuera por eso el Estado nos deja sin nada”. Cuando el Estado está ausente, es la comunidad la que se pone la situación al hombro. En este caso, durante los seis años que la niña concurrió a la Escuela 11 D.E. 5, los y las docentes de la escuela gestionaron turnos médicos, organizaron espacios de refuerzo escolar y pusieron a la familia en contacto con organizaciones barriales. Sin embargo, esta ayuda no fue suficiente. “Llamamos a una ambulancia desde la escuela con una situación urgente y tardan más de una hora llegar, si es que llegan porque a veces nos llegan. Las salitas en nuestros barrios no tienen turno. Hay que esperar más de 3 meses para tener un turno, para tener un certificado, para tener una derivación. Entonces, estamos denunciando un Estado ausente que mira para otro lado, que no es de ahora, que les ha sacado a les pibis el yogurt de las meriendas, que brinda viandas que son paupérrimas, cada vez peores”, indicó Galante a La Retaguardia. El día viernes 12 del corriente, la niña se descompensó en la escuela y, después de llamar al SAME dos veces -desde un teléfono particular, porque la escuela no tiene uno propio- y de esperar en vano una ambulancia del SAME que nunca llegó, la familia retiró a la menor. Ayer fue ingresada en la guardia del Hospital Penna, pero la niña no sobrevivió. La situación en el barrio Desde la escuela, el cuerpo docente denuncia que no fue un caso aislado. Sumado a la crisis socioeconómica que se vive en todo el país, las viandas se reducen en cantidad y calidad al tiempo que las escuelas de la zona sur de la ciudad reciben cada vez menos materiales y menos insumos. Ailén Galante dijo en ese sentido que “las dificultades son numerosas. En nuestros barrios, nuestras familias y nuestra comunidad están padeciendo los últimos años y esta crisis que estamos viviendo”. También dio cuenta de la tardanza de la asistencia de salud como parte del problema: “La ambulancia que nunca llegó es solo un síntoma de lo que estamos viviendo. Es la falta de atención, la falta de turnos médicos, la falta de alimento general, la falta de dinero. Son muchísimas vulneraciones que el Estado de esta jurisdicción, de este distrito, el más rico del país, decide mirar para otro lado porque no le interesa. No le interesan nuestres pibis, no le interesan nuestros barrios, entonces somos les maestres, la comunidad, la escuela, somos las familias comprometidas, las organizaciones del barrio, los merenderos, los comedores, las juegotecas, es muchas veces la salita, muchas veces articulamos con médicos y médicas que están comprometidas con el barrio, en nuestro caso con la Iglesia de Caacupé, para poder acompañar integralmente a familias, que son cada vez más las que más necesitan y nosotros en la escuela a cada vez tenemos menos recursos” y cerró con más indignación: “No

Transmisión especial desde la marcha en Lomas del Mirador, Provincia de Buenos Aires, donde el joven Luciano Arruga nació y vivió hasta el 31 de enero de 2009, cuando fue desaparecido hasta que 5 años y 8 meses después su familia lo halló enterrado como NN en el Cementerio de la Chacarita en la Ciudad de Buenos Aires. La marcha será desde el lugar en el que se vio con vida a Luciano por última vez hasta la plaza de la villa 12 de octubre, el barrio donde aún vive su familia.  #13añossinlucianoarruga #LucianoArruga #ELESTADOESREPONSABLE  #represionestatal

Gabriela Mansilla, mamá de Luana, la primera niña trans en obtener su DNI con género autopercibido, reflexionó acerca de las niñeces travestis-trans y la invisibilización por parte del sistema educativo y del Estado. Laura Taffetani, integrante de la Fundación Pelota de Trapo, habló del festejo comercial del Día de las Infancias mientras que en Argentina más de la mitad de los niños y niñas crecen en familias pobres. Ambas pasaron por el programa radial Hasta que vuelvan los abrazos, de La Retaguardia y Radio Sur. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Julián Bouvier/Nicolás Rosales ✍️ Redacción: Julián Bouvier/Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Archivo Natalia Bernades/La Retaguardia El Día de las Infancias tiene por lo general un fin de festejo con una fuerte impronta mercantil y de consumo. Los juguetes como objetos garantes de felicidad se instalan a través de las publicidades en las calles, comercios e incluso en los medios. Sin embargo, existen otras realidades y miradas poco reflejadas en los medios tradicionales de comunicación.  Niñeces trans Gabriela Mansilla, la mamá de Luana, la primera niña trans en obtener su DNI con género autopercibido, describió cómo viven, desde su mirada, las niñeces hoy en nuestro país. “Las infancias resisten y padecen este mundo. Esta sociedad y este sistema capitalista. De hecho el famoso ‘Día del Niño’ es una fecha comercial, donde tenemos que salir a gastar lo que no tenemos. Y me pregunto si con estos índices de pobreza que hay en el país, todos los niños y niñas van a recibir algún regalo. Seguimos reproduciendo además las lógicas de la cocinita rosa para la nena y el superhéroe para el campeón azul. Y vale destacar que no en todos los lugares donde se comercializa, se habla de ‘Día de la Niñez’. ¿Qué hacemos con esas niñeces? ¿Cuán estructuradas están nuestras niñeces en estereotipos de género? ¿Cuántas voces se están escuchando? Yo creo que todavía no tienen ningún lugar las niñeces”, dijo. La presidenta de la Asociación Civil Infancias Libres se refirió también al funcionamiento del sistema educativo. “Las niñeces también padecen la educación. Tanto las niñeces trans, travestis, como las cis género. Tenemos una educación que no está encuadrada en la realidad actual. Ya ha caducado, quedó en el pasado. Ni siquiera teniendo hace 15 años (desde 2006) la Ley de Educación Sexual Integral se puede trabajar con esa perspectiva. Hay una resistencia enorme que viene de los sectores más conservadores, pero que también bajan desde el Estado. Hay una decisión de no ampliar la mirada. Y es muy peligroso, porque la escuela no solo tiene que alojar y albergar a las niñeces travestis, trans, no binarias, sino que también tiene que educar a la sociedad que después las mata, las castiga constantemente, planteó. Y remarcó que a pesar de las leyes y los cambios logrados en el sistema educativo, las modificaciones no se llevan a cabo en todas las instituciones. “Hay excepciones de docentes copados y copadas, pero no son la regla. La escuela sigue expulsando y replicando la misma violencia, de más de 100 años atrás. Sería bueno que toda la sociedad reclame eso, y todavía no sucede. Solo lo hacemos los sectores más perjudicados. Y quizá nos ponen un parche, como si fuese que nuestras niñeces se desprenden de lo normal y hay que atender esa urgencia porque no les queda otra. No se toma a la infancia ni a la diversidad como parte de la raza humana, sino como ‘algo’ que se desprende y que jode atenderlo. Es una sociedad que a través de la educación que tiene y de la cultura que se replica, ha naturalizado tanto las violencias que no las podemos detectar, todavía”, agregó Mansilla. La autora de “Yo nena, yo princesa”, el libro que relata la historia de su hija Luana,  habló de las dificultades que se encuentran a la hora de aplicarla ESI en las escuelas. “No tiene que ser más la voluntad de la Dirección de la escuela. Esto tiene que ser a nivel nacional. Tiene que salir del Ministerio de Educación de la Nación y del Ministerio de Educación de cada provincia. Tiene que ser una normativa, tener un contenido que les aloje, porque las niñeces travestis-trans ya están en el aula, y no pueden esperar más. No hay nada para ellas. Tenemos la Ley de Identidad de Género, pero en el 65% de las escuelas públicas y privadas del país no conocen la ley o no la saben aplicar. Y si quieren aplicarla, se encuentran con un montón de obstáculos para poder hacerlo. Entonces no hacen nada. El año pasado tuve reuniones con el ministro de educación Nicolás Trotta. Le hemos presentado todo el trabajo que realizamos en Infancias Libres, todos los cuadernillos, libros, láminas, todo lo que hemos realizado autogestivamente, y todavía estamos esperando que lo vuelquen en algo. Todo este tiempo, esta burocracia, es la vida de nuestros hijos e hijas. Es la vida de niñeces que evidentemente importan menos que el resto. Es lo que dice siempre la comunidad travesti-trans: ‘Hay vidas que importan y vidas que no’. Estas vidas les vienen a incomodar y a obligar a pensar otra estrategia, y se están tomando un tiempo difícil de sostener. Es muy doloroso”, dijo. Y contó cómo transita Luana educación en la escuela secundaria: “Mi hija sostiene estar en una clase con un contenido biologicista, un contenido que la expulsa y la violenta. Y lo puede seguir haciendo porque estoy yo acá al lado. Pero pensemos en otras niñeces trans-travestis que no tengan familia, o que no lo pueden decir. La escuela tiene que poder decir: ‘si tu familia no se da cuenta o no te acompaña, nosotres te vamos a acompañar y vamos a intentar trabajar con tu familia, y te vamos a proteger en aula, para que nadie se burle de vos’. Eso todavía no está sucediendo. Y esto implica calidad de vida. Porque todo lo que padecen ahora lo van a acarrear por el resto de sus

    A contrapelo de las adjetivaciones negativas que algunos medios tradicionales utilizan con las vecinas y vecinos de la toma de tierras de Guernica, visitamos a las personas que están resistiendo al desalojo para conocerles y acompañarles en el reclamo de tierra para vivir. (Por La Retaguardia) 📷 Fotografías: Agustina Salinas  ✏ Redacción: Agustina Salinas 💻 Edición: Fernando Tebele   “No tenemos llave”, dice la señora, y larga una carcajada cuando le pregunto si puedo pasar a su terrenito a conocerla. Graciela y Nicolás son una de las dos mil quinientas familias que habitan la toma de Guernica desde el 20 de julio. Él es un jubilado de 67 años. Ella todavía no se jubiló y no sabe si algún día podrá hacerlo, porque durante toda su vida trabajó sin que los patrones la registren. Por ahora se mantienen con la pensión de Nicolas, que cobra unos pocos pesos para sobrevivir. Llegaron hace tres años desde Formosa para trabajar como caseros en una quinta de Monte Grande. Cuando comenzó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, los patrones decidieron hacer la cuarentena en esa casa, lo que implicaba que ellos salieran a buscar un alquiler. Pudieron alquilar un tiempo en Longchamps, hasta que la plata no alcanzó y apareció la oportunidad de ocupar un terreno en el Barrio San Martin de la Toma, junto con otra familia que tiene 10 hijos. Graciela habla pausado, con tono suave, tranquila, mientras su marido asiente a todo lo que dice y apenas mete bocado. También está Maira, una vecinita de 10 años que cuando te mira te descoloca. Tiene la piel morena y ojos color miel, que miran al cielo seguramente pensando en un mundo más habitable. Caminó en patas los metros que separan su terreno del de Graciela y Nicolás, y les llevó un bidón con agua porque, como dice Graciela: “somos los más viejos y todos se ocupan de nosotros. Nos preguntan si comimos o no, si necesitamos algo, si amanecimos bien”. Historias así hay de sobra. Cientos de personas en la toma trabajaban en casas ajenas, y cuando se decretó la cuarentena se quedaron sin casa. Nicolás y Graciela, hasta marzo, trabajaban en la quinta de Monte Grande, mantenían el lugar, les daban mercadería y ropa y “un poquito de sueldo”, dice Graciela, demasiado amable con esos patrones que piensan que hacen favores “dando trabajo”. Ante el posible desalojo, que se programó para el próximo 1 de octubre, comentan: “Tenemos esperanza, que es lo último que se pierde. Pedimos que se solucione, acá hay mucha gente buena y sobre todo los niños. Si el gobierno nos da el IFE podemos pagar, no queremos robar. Queremos llegar a un arreglo, pero que no nos dejen en la calle. No tienen que tratarnos con violencia. Yo me volvería loca si veo una criatura correr, porque los persiguen con un caballo o a los escopetazos, acá se escuchan ruidos de tiros. Estamos realmente mal, nos sentimos culpables si a los chicos les pasa algo, pero los responsables son los del gobierno. Si hubiera alguna solución real ya la hubieran mostrado.”Comparten el terreno con una señora y sus 10 hijos. El más chiquito tiene dos años y el más grande es el que se queda cuidando el lugar. Algunos de los pibes son asmáticos, por eso vienen de día a jugar al sol, pero no se pueden quedar a la noche porque hace frío. Todas las familias de Guernica se bancan las adversidades que implica una toma. “Hoy Amanecimos con mucho frío, anoche nos congelamos. No te imaginás, era todo blanco, hielo, impresionante. Ahora estoy aprovechando para intentar dormir porque me da el sol y calienta el Nylon.” A veces el frío es el peor enemigo cuando no hay con qué cubrirse.      Empleadas domésticas en la calle Mercedes trabajaba cuidando a un señor de 90 años. Su ex patrona dice que la vio por la tele en la toma. Decidió echarla “por romper la cuarentena” y la dejó en la calle. Ahora vive ahí con su hijo de 7 años, que sufre de asma. Daniela hacía changuitas, de todo. Trabajaba limpiando, haciendo alambrados, contrapisos, columnas para tanques, pozos ciegos. Desde que empezó la cuarentena no tiene nada de trabajo. Vive en la toma con su hijo y su hermana y  sus hijas mellizas de 9 años, que llegaron desde el país que le dio la tonada guaraní cuatro días antes de la cuarentena. Desde marzo solamente hizo una columna de tanque como changa. Pudo cobrar el IFE pero no la tarjeta alimentaria y, entre tantos gastos del día a día, como a la mayoría de las personas, no le alcanza la plata. Comenta que invierte el dinero en asegurarse que su hijo pueda estudiar por internet.Rosalía tiene 20 años, trabajaba como empleada doméstica sin estar registrada, cuidando a una señora de 90 años, en Capital. “No me llamaron más, me dieron una liquidación pero ya me quedé sin nada.” Vive en el barrio 20 de Julio con su compañero. Comparten el terreno con otra vecina. La echaron de la casa que alquilaba. Tiene pocas cosas, porque estos últimos años estuvo viviendo “de alquiler en alquiler, de prestado”, y fue dejando sus cosas en distintos lugares. Su pareja está haciendo changuitas y pasan el día a día con la plata que junta, porque no cobran el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) ni ningún subsidio.         Comida para el barrio Gabi, Brandon, Ale, Tomi y  El Polaco están de sobremesa. El humo de la leña donde prepararon el guiso de fideos codito se va apagando con el viento de la siesta. El Polaco encandila con sus ojos, que se destacan aunque se tape con la sombra de su gorrita.  Los pibes son jóvenes, tienen entre 17 y 23 años. Por la tarde arman copa de leche para los pibes y pibas de la cuadra; en realidad, “para los que alcance”, dice… y muchas veces no alcanza. Sacan plata de su bolsillo

Martín Crespi es artista visual, escritor de literatura infantil y parte de Pachamamita Libros, un proyecto editorial autogestivo que trabaja la temática medioambiental. En diálogo con el programa A mí no me importa, habló acerca de los libros que realizan, que están enfocados hacia niños y niñas, e incluyen temas como los agrotóxicos, transgénicos y la megaminería, entre otros. Además, se refirió a las herramientas artísticas y de comunicación que utilizan para trabajar los contenidos vinculados a lo ambiental desde una mirada crítica. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Julián Bouvier/Valentina Maccarone ✏ Redacción: Nicolás Rosales/Pedro Ramírez Otero 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: http://pachamamitalibros.com.ar/ En el 2015, el docente de historia, artista y escritor Martín Crespi creó la Editorial Pachamamita Libros. Un proyecto, autogestivo e independiente con la mirada puesta en libros infantiles de temáticas ambientales, con posibilidad de ser descargados desde la página web de forma gratuita, como herramienta de visibilización de estas problemáticas. Entre muchas particularidades, estos libros trabajan el concepto de accesibilidad, a partir de traducciones a braille, por ejemplo. “La asombrosa historia de la mega-minería y las mini-regalías”; “La fabulosa historia de la sojita traviesa”; y “La increíble historia de las perdices que comieron felices, ilustrado por Diana Chereau; son algunas de sus obras más importantes. “Desde hace aproximadamente 5 años que venimos trabajando junto a Diana Chereau, y en los primeros momentos con Ana Pascal que ilustró los primeros tres títulos. Son libros sobre la infancia que tienen que ver con el concepto de extractivismo. Nos vemos atravesados por esta cuestión: la extracción de recursos naturales a gran escala con el impacto social y ambiental que eso provoca. A partir de la producción de una muestra plástica se me ocurrió crear un espacio pensado para las infancias que problematice con esto”, expresó el docente. Una muestra particularLa muestra plástica a la que hacía referencia es “Naturaleza Humana”, una obra que tiene como eje el concepto de extractivismo.  “Lo voy analizando a través de una exposición que intenta hacer una síntesis visual y conceptual de las diversas problemáticas ambientales y de cómo se  manifiestan en los distintos territorios. El extractivismo se manifiesta, por ejemplo, en la Pampa húmeda a través de la soja transgénica. Se transforma en un commodity. Eso tiene un valor en el mercado y por lo tanto se imponen las reglas de juego sin importar las consecuencias sociales y ambientales que provoca. No solo es de Argentina, es un problema regional que afecta parte de Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia”, explicó. Llegar a las infancias desde el medioambiente Desde Pachamamita Libros buscan adaptar la temática medioambiental para el público infantil. Crespi contó que hacen un trabajo de investigación para elegir el tema, donde es importante problematizar y, al mismo tiempo, plantear una alternativa. “Si no están esas alternativas habrá que inventarlas. Quedarán en nosotros, o en las generaciones futuras encontrarle la vuelta para que esto mejore, poder vivir con dignidad en ambientes saludables”, manifestó. Además, detalló cómo desarrollan cada edición: “Planteamos una historia, una fábula o un relato, y los libros libros tienen un glosario y distintas actividades didácticas que hacen referencia a esta problemática: trabalenguas, laberintos, crucigramas, espacios libres para que intervengan en el libro y no quede abandonado en la biblioteca. También está el espacio que permite la ilustración”. Los comienzos“Yo llegué a acercarme a las cuestiones ambientales a través de la radio. Escuchaba un programa que se llamaba “Horizonte”, en Radio Nacional, que después estuvo en distintas radios, dirigido por Jorge Rully y un equipo del “Grupo de Reflexión Rural”. Ahí empecé a escuchar las primeras denuncias y voces que se alzaban contra lo transgénico y lo que eso implicaba. Yo estaba trabajando en un proyecto de fotos adaptadas para personas con discapacidad visual que se podían tocar, tenían relieve, braille y sonido. Venía trabajando desde lo cultural pero no tan metido en las problemáticas ambientales. Y era una de las inquietudes que tenía, más que nada pensando en el futuro porque lo que sabemos son las proyecciones”, recordó el docente, y agregó que  el panorama dentro de 20 a 50 años no es para nada alentador. “Y si pensamos en las futuras generaciones que van  a venir, algo hay que hacer, por los que vendrán, por la continuidad de la vida”, enfatizó.El buen uso de las nuevas tecnologíasLa propuesta de estos libros apunta a los niños y niñas, teniendo en cuenta también la evolución tecnológica y el contexto en el que están inmersos e inmersas generalmente, con interacción con celulares, tablets y computadoras como parte de lo cotidiano. Acerca de esto, el escritor profundizó: “Tenemos el orgullo y el mérito de ser de las primeras editoriales independientes en sacar libros con realidad aumentada. Se baja una aplicación al celular, toma las imágenes del libro con un código QR, y al mismo tiempo que lee esa imagen dispara distintas animaciones, relatos de audio, y genera movimientos que sólo se ven con el dispositivo electrónico. Es fundamental trabajar con las nuevas tecnologías”. Crespi citó como ejemplo en esta temática al filósofo argentino, docente de la UBA, Alejandro Piscitelli. Dijo que este filósofo, sacó un libro  llamado “Nativos digitales”, que habla de cómo las nuevas generaciones incorporan los hábitos de consumo a través de los teléfonos celulares, de los dispositivos electrónicos. “Alejandro  decía que ese libro ya estaba obsoleto, que los chicos no son más nativos y son cautivos digitales. La incorporación de las nuevas tecnologías viene a hacerle un guiño a estas nuevas generaciones. Es un puente de comunicación para llegar con los contenidos”, añadió. Una lucha social y cultural“Tomar conciencia de los que nos está pasando es parte de una batalla cultural para tener conciencia y una mirada crítica. Hay que reafirmar que las alternativas están”, aseguró el artista visual tras exponer un diagnóstico de la naturalización de un consumo poco consciente y las malas consecuencias de los procesos de producción que afectan al medioambiente.Crespi, continuó explicando el origen del nombre de la editorial:“Se fue armando de a poco, las primera

El ajuste presupuestario en la educación porteña repercute directamente sobre la comida que se brinda en los comedores escolares. Se redujeron las porciones y la calidad es sumamente inferior. A esto se le suman dificultades en la inscripción online para acceder a las becas. De todo esto habló Jorge Adaro, docente y Secretario General de Ademys, en el programa Tengo una Idea, que conducen Graciela Carballo, Carlos Morchio y Nicolás Rosales. (Por La Retaguardia)Foto: lineasindical.com.ar La situación de los comedores y las viandas escolares es cada vez más preocupante: además de entregar productos que poco alimentan a los niños y niñas, el Gobierno porteño redujo -aún más- la cantidad y la calidad de las raciones. El Secretario General de Ademys, Jorge Adaro, explicó que “el ajuste a los comedores se aplica ya desde hace un año a estar parte, sin lugar a dudas. Hay toda una serie de elementos que configuran este ajuste. Por un lado, algo muy simbólico que fue quitarle las paneras a la hora del almuerzo. Puede haber cualquier excusa, menos que el gobierno esté interesado en resolver el problema de la obesidad infantil. Cuando uno ve lo que se come, lo que uno ve en primer lugar es una reducción de las porciones. Nosotros hemos llegado a tener en el plato de cada niño y niña 1/4 de pollo, hoy eso pasó a 1/8. Entonces la calidad de la comida ha bajado”. Inscripciones online“A esto hay que sumarle otros elementos: la dificultad, sobre todo en los barrios populares, de completar todo el trámite burocrático para que tengan la beca”, agregó Adaro sobre el trámite online que pone en evidencia la brecha digital que se vive, sobre todo en la zona sur de la Ciudad.Además mencionó otras dificultades similares que se viven con la inscripción online en las escuelas en general: “en determinados barrios, los locutorios terminan cobrándoles para hacer el trámite”. Detalló que no es un trámite amigable y que una vez finalizado, luego hay que dirigirse al CGP, para validarlo. “El traslado de la familia, el viático, hacen que esté todo preparado para que haya un degradamiento en ese sentido, y de hecho el gobierno después te dice ‘mirá, bajamos las raciones porque nos estamos ajustando a lo que han bajado como becas completas’”. Menos calidad y raciones más pequeñasEl docente explicó cómo funciona estructuralmente el plan alimentario porteño: “Básicamente el gobierno administra todo lo que es comedor y viandas a través de concesionarios. Es decir, la tercerización del servicio de comedor. Esto no siempre fue así, en algún otro momento, inclusive hay todavía escuelas donde las cooperadoras son las que se encargan de esto. Pero el 90% de las escuelas tiene un servicio tercerizado de comedor. Todos los concesionarios deben brindar el mismo menú en todas las escuelas”.También marcó otras diferencias en el menú: “Algo que no comen más, y los pibes extrañan mucho, es el pastel de papa, por ejemplo. Entonces eso se reemplaza por unas hamburguesas que dicen que no sé que tienen, que tienen lentejas, que no tienen lentejas. Es imposible saber de qué están compuestas esas hamburguesas. En el guiso, la carne es cada vez menos y el arroz es más. Los postres lo mismo. La otra vez publicamos -que nos costó un reto del gobierno y una amenaza- lo que era el flan: líquido”, aseveró.Además remarcó algunas diferencias según los barrios: “los servicios no son todos iguales en las escuelas. En las de pibes muy pobres el servicio es peor. Y la denuncia es mínima, entonces ese también es un elemento que juega, como las ‘marcas’. En algunas ocasiones hemos visto cómo en las escuelas de la zona norte de la ciudad se brindaba determinada marca de leche y en la zona sur otra.  El servicio es deficitario y con una tendencia a empeorar. Lo que el gobierno dice que debe comer un niño y lo que efectivamente día por día le dan, la diferencia es mucha”.Por último, al ser consultado por la cantidad de escuelas que el Gobierno de la Ciudad anuncia que se están construyendo, Adaro aseguró que “escuelas se han hecho poquísimas, este año efectivamente le hacen mucha propaganda. Se hicieron dos escuelas que recuerdo ahora, en el barrio de Lugano, en el Distrito 21; y la de Retiro”, finalizó.