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no a la prostitución

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Lo advirtió Diana Maffía, Directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, en diálogo con Alfredo Grande en el programa Sueños Posibles por La Retaguardia. La filósofa participará este sábado a las 17 en la sala teatral La Clac (Av. de Mayo 1156, CABA) de un panel junto a la sobreviviente de prostitución y militante abolicionista Sonia Sánchez y la actriz Daniela Ruiz. Subversión de género, patriarcados sustentables, sexualidad represora, feminismos de clase, prostitución y trata son algunos de los tópicos sobre los que reflexionarán. (Por La Retaguardia) ¿Quiénes pedimos por el aborto legal? “La legalización del aborto es un reclamo constante desde el feminismo y el movimiento de mujeres. Pensemos que los Encuentros Nacionales de Mujeres, que se hacen desde 1986 una vez por año, todos los años reclaman la legalización y la despenalización del aborto. Todos los años en la marcha. Desde hace ya unos diez años, con los pañuelos verdes, que fue una iniciativa de Católicas por el Derecho a Decidir cuando fue el Encuentro en Rosario (en 2003). Los llevaron como signo del reclamo y eso fue tomado luego por todo el movimiento de mujeres y hoy día incluso internacionalmente. El pañuelo verde de la Campaña por el derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito es un emblema de derechos humanos, sexuales y reproductivos. Creo que es una constante”, definió Maffía. “Lo que sí es deslumbrante es cómo de golpe florece ese reclamo y se transforma en una movilización social muchísimo más amplia. El debate legislativo es oportuno, necesario y es el lugar donde debe darse porque es el de la pluralidad política. En la Justicia o el Ejecutivo hay que tomar medidas en relación al aborto pero esas medidas no son frutos de la pluralidad de las opciones electorales que tiene la población. Pero se está debatiendo en todas partes. Donde vayas: en las universidades, en los negocios, en los café, en la calle. En todas partes. Se está discutiendo socialmente en las casas. Las familias, generaciones enteras, chicas que descubren que sus abuelas ya luchaban por el derecho al aborto. Ocurren cierto tipo de cosas que generan una genealogía, una historia de este reclamo, muy valiosa. Atraviesa todas las clases sociales, han querido demostrar que este era un reclamo de clase media y llevar personas en una utilización siniestra”, denunció sobre los argumentos contra la legalización. “Personas de una villa para que reclamen por el derecho a la vida, cuando en realidad hay muchas maneras de reclamarlo, no hay que renunciar por supuesto a ese reclamo. Es un reclamo vital y no es este el país en el que ese derecho ha sido vulnerado sistemáticamente en nombre del derecho a la propiedad, así que claro que es un derecho importante”, consideró. “El tema son los conflictos de derechos: qué vidas cuentan y hay un movimiento antiderechos que pasea un feto sin útero. Cuando hablamos de aborto estamos hablando de un feto que no tiene sobrevida fuera del útero, si no es una inducción al parto”, puntualizó. “Nos referimos al primer trimestre, es lo que se pide dentro de la ley, y se pasea un feto con un cordón umbilical que no lleva a ninguna parte, desenchufado, sin útero. Es decir, las mujeres no somos registradas como sujetos de derechos. La idea de una vida es la idea de algo que progresa solo, sin que nosotras seamos responsables de esa vida, tengamos alguna incidencia en la continuidad o no de ese embarazo o nuestras vidas se vean o no afectadas por él. Creo que hay mucha verdad en el ambiente, para quien quiera leer el mensaje de lo que está ocurriendo es muy significativo”. Maternidad y deseo “Los sectores antiderechos mantienen a la maternidad del lado de la naturaleza y no de la cultura. Hay que pensarlo como un debate que atraviesa a una enorme diversidad de mujeres. Los antiderechos son casi todos varones de la UCA y la Universidad Austral; es decir, dos usinas masculinizadas de imposición sobre el resto de la sociedad de sus condiciones dogmáticas. También las feministas hacemos patriarcados sustentables cuando nos conformamos con una cierta comodidad, un estándar mínimo que no cambia radicalmente las cosas”, advirtió. Beneficios secundarios “También ahí hay una sustentabilidad. Hay un espejismo del progreso de las mujeres que encubre el sostén de todo el sistema. Como cuando decimos: ‘hay más mujeres gerentes de empresas multinacionales’. Bueno, pero yo quiero que haya otro sistema económico, no que haya más mujeres en empresas multinacionales que concentren el capital. Hay que estar muy alertas. El patriarcado se sostiene con pequeñas donaciones a las mujeres que aceptan y se adaptan al sistema. La reina del hogar, la reina de la belleza. Las que aceptan las reglas de juego tienen chances dentro de ellas de algunos beneficios. Si fuera sólo castigo, todas reaccionaríamos”, analizó sobre los mecanismos del patriarcado al otorgar concesiones que impliquen avances pero no cambios radicales en la sociedad. Abolicionista sólo en los papeles, no es abolicionista Maffía se refirió a la legislación argentina en comparación con lo que sucede en la realidad: “Veo la impunidad de la explotación sexual, que es lo que supuestamente el abolicionismo debería combatir. El abolicionismo nos va a decir que el ejercicio de la prostitución no es un delito. Es muy importante, las personas en prostitución no deberían ser perseguidas porque no están cometiendo un delito. Ocurre todo lo contrario: las persiguen. Sobre todo se persigue la prostitución callejera y al hacerlo obligan a las personas a ejercer la prostitución en lugares donde son explotadas a cambio de una supuesta protección. No se persigue la explotación sexual porque en ella participan policías, intendentes, jueces. Eso se ve cuando se desarman las redes de explotación y también las redes de trata, que es un delito federal y diferente. La trata se ha federalizado porque las mujeres son trasladadas de una provincia a otra y no se podía investigar”, explicó. “El Consejo de la

Así definió Vanina Biasi al trabajo que desarrolla el movimiento feminista para impulsar la aprobación de la ley de aborto legal, seguro y gratuito. Sobre las jornadas de exposición y debate que habrá hasta junio en comisiones, y también sobre el tercer hallazgo de la joven Nadia Rojas, captada en varias oportunidades por una red de trata que opera en la CABA, la dirigente del Plenario de Trabajadoras dialogó con Rosaura Barletta y Graciela Carballo en el programa Otras Voces, Otras Propuestas. (Por La Retaguardia)Foto: po.org.ar Postal de época “Afuera de la primera jornada de exposiciones hubo una movilización muy importante a favor de la legalización del aborto. Tuve que subir a un despacho en un momento y las compañeras me contaban que seguían llegando chicas de colegios secundarios. Fue una linda convocatoria, se hizo el pañuelazo, por supuesto. Efectivamente hubo una movilización de los sectores antiderechos que fue bastante menguada. En el caso de las exposiciones tuvieron algunas cuestiones interesantes. Primero, en lo que fue el bloque a favor de la legalización del aborto con características muy interesantes, de un lado había una médica del Argerich que conoce mucho la temática. Había una composición de juristas que desde diferentes ángulos hicieron su aporte en relación a por qué había que definitivamente había que eliminar del Código Penal esa penalización, periodistas, actrices. Algo que muestra la popularidad que hoy tiene esta causa. Hablé en el acto que hicimos en la puerta del Congreso y dije que esa popularidad no es la de siempre, hace 30 años atrás no teníamos esta popularidad con la causa del aborto legal y el gran mérito del movimiento de mujeres fue que logramos sobreponernos a los poderes más importantes de este país: el Estado y la Iglesia católica. Hicimos popular una causa que ellos no querían. Es un rasgo lindo”, destacó.“De parte de los sectores que encabezaron la lista de las exposiciones en contra del derecho al aborto, hubieron expresiones que muestran lo que fue la composición de la marcha del 25M. Una composición muy fascista en los planteos. En algunos casos, muy profunda, refiriéndose al aborto como la desaparición forzada de personas y jugando con un tema muy delicado de la historia de nuestro país. Había defensores de milicos que defienden su actividad privada y eso le da toda una impronta al sector que es el vocero de esas posiciones. También estaba el enviado del Papa Francisco que fue el recientemente (nombrado) Obispo Gustavo Carrara. El señor se tomó el atrevimiento de hablar en nombre de todas las mujeres pobres de este país. Debatir con quien fue enviado por el Papa Francisco me parece interesante, con otros sectores más marginales y fascistas quizás es distraer el debate central nuestro”, diferenció la militante.La mano negra del Vaticano “La intromisión de la Iglesia en este debate hace que se vuelvan más difusas o se borren los límites que en general intentan mostrar que existen entre diferentes alas de la Iglesia católica o entre sectores que hoy estuvieron unidos luchando contra el aborto legal. Evidentemente hay una puja dentro de la Iglesia, la hay. Monseñor Aguer representa una línea diferente a la que representa Bergoglio, por supuesto que es así, pero a la hora de reprimir los derechos de las mujeres estas divisiones se vuelven más difusas y todos se inscriben en el mismo camino que es donde hoy los encontró. Sin lugar a dudas el Vaticano tiene muchísimos recursos para extorsionar a un Estado, porque tiene casi el poder que tiene el Estado argentino. Es un poder que le confirió el propio Estado bajo el gobierno de Cristina Kirchner cuando modificó el Código Civil y Comercial porque es una institución poderosa inmiscuida en las decisiones de todos los gobiernos de la Argentina, no sólo de este. Sin lugar a dudas tiene los recursos para extorsionar, sobre todo en lo que son las provincias. Del otro lado también tienen recursos para extorsionar a la Iglesia y, de hecho, el debate parlamentario es un recurso de extorsión a la Iglesia católica que dentro de lo que es el debate político en la Argentina está ubicada en el campo de la reconstrucción del PJ y estuvo ubicada arriba del palco que montó Moyano en la 9 de Julio”, consideró Biasi. “Esas fueron algunas de las razones que llevaron al Pro a meter primera con relación a este tema. Aprovecharon la popularidad, aprovecharon un tema que el movimiento de mujeres logró instalar y, al mismo tiempo, tienen extorsionada a la Iglesia con un recurso que para la Iglesia, tal como explicó Carrara, es políticamente muy importante. Esto es lo que está en juego en la discusión. El hombre expropió la palabra de las mujeres pobres, dijo que las mujeres pobres no quieren esto. Entonces, ¿qué debemos interpretar? ¿Que las mujeres de las villas y los barrios carenciados de la provincia de Buenos Aires lo que quieren es aborto clandestino con cócteles de vino, aspirinas, ruda macho y agujas? ¿De qué está hablando? Esto quedó bastante de relieve en las exposición”, planteó.“Si no estamos en las calles, este derecho no se arranca” “El fenómeno social que se ha producido en torno a la lucha por el aborto legal es algo muy lindo y muy interesante porque muestra cuán hondo puede calar una causa entre diferentes sectores sociales. Efectivamente hay un fenómeno de empatía cuando la gente se cruza con pañuelos verdes de acá para allá mostrando, de alguna manera, que tenemos muchas diferencias, es un movimiento muy heterogéneo, pero ahí hay un puntito por el cual hay una confluencia para arrancar un derecho muy importante. Esto condiciona. Creo que la Iglesia católica, los poderes empresariales, son grandes lobbistas dentro del Congreso de la Nación y hasta ahora han triunfado siempre. Esto ocurre porque el movimiento obrero no se dio cuenta hasta hoy porque lamentablemente está atravesado, filtrado por mecanismos para que eso no ocurra, como la burocracia sindical, las estudiantiles, las representaciones políticas engañosas”, planteó. “Pero el movimiento obrero hoy en

Lo denunció Margarita Meira, integrante de Madres Víctimas de Trata, en el programa La Retaguardia. La activista contra la trata dialogó con Fernando Tebele y María Eugenia Otero a propósito de un nuevo episodio de amedrentamiento en el que le dispararon desde una moto en la entrada de su domicilio. También se refirió al reciente premio que recibió en Italia. (Por La Retaguardia) “Vengo amenazada hace rato. El martes pasado a la mañana estaba haciéndome una nota la revista Hecho en Buenos Aires. Salí afuera porque sentí los gritos de la gente. Era una moto, sacó un arma. Cuando salí yo, se le cayó el arma, la levantó y se acomodó en la moto y disparó hacia mí. Por suerte, luego se le trabó el arma y se fue. Estaba con casco. Le tomamos la patente. El periodista que estaba con cámara le sacó fotos. Cuando empezamos a calmarnos, la moto volvió”, recordó Meira. “Pensamos que había arreglado el arma y venía a disparar pero no, quería llevarse el casquillo, pero nosotros ya lo habíamos levantado. Hice la denunica, acá hay cámaras y se ve perfectamente, igual que la foto que aportó la revista Hecho en Buenos Aires”.Sobre los orígenes del episodio, Meira contextualizó: “Yo explico lo que es la trata en la Argentina, lo que pasó con mi hija, lo que sigue pasando con las chicas. Que el Estado es proxeneta. Mi hija estuvo en ‘Shampoo’ y ‘Cocodrilo’, donde Raúl Martins es socio de Mauricio Macri según Lorena Martins, su propia hija. Las tres chicas víctimas de trata con las que trabajamos nosotros están internadas en lugares para enfermos mentales pero no orientado a su recuperación. La ley de salud mental no te permite estar más de tres meses internada, los psiquiatras están preocupados porque en tres meses no se recupera una víctima. Ahora me enteré de que el 80 % de las víctimas de trata quedan con esquizofrenia. Están enfermando a nuestras nenas”, planteó. “Con el premio que nos van a mandar pensamos comprar un terreno para construir algo y que ellas puedan estar recuperándose dignamente, ni en un neuropsiquiátrico ni en esos refugios del Estado que parecen cárceles, nadie se recupera ahí. El Estado no busca a nuestras hijas pero están en las fotos de internet de los prostíbulos. El Estado lo sabe, es cómplice”, denunció.El premio en Italia “Nosotras somos las nuevas Madres de Plaza de Mayo, le damos la vuelta a la pirámide, tenemos un grupo de artistas, docentes, amigos, familiares que nos acompañan. Nosotras volanteamos en inglés y castellano explicando qué es la trata y pidiendo monedas porque todo nuestro trabajo es voluntario, hasta el de mi marido que es abogado, que estudió y se recibió para esto. En una de esas, un periodista nos conoció, nos hizo una nota hace unos dos años. Salimos en tres páginas en el diario La República de Roma, en una revista italiana, en una suiza”, repasó. “Una francesa está haciendo una película sobre nosotros. Es un trabajo muy largo que hago hace veinte años, hace veinticinco que desapareció mi hija, pero yo empecé con la lucha cuatro años después. A raíz de todo eso, vino la televisión italiana, que nos hizo un video a nosotras y se metieron en un prostíbulo e hicieron una cámara oculta. Eso es lo que explotó en Italia, ver a las nenas pidiendo auxilio. A raíz de eso nos pusieron en la lista para salir premiadas. Éramos tres por la misma lucha. Una por la castración de las niñas en África y otra que escapó de una red de trata. Como son tres casos fuertes, no pudieron definir una y nos dieron a las tres como la Mujer del Año y se repartió el dinero para las tres”, concluyó. DESCARGAR

La actividad para recordar a la histórica referente travesti será el próximo lunes a partir de las 18 horas en el Congreso. Para profundizar sobre la situación en que se encuentra la comunidad travesti y trans, en el programa La Retaguardia Fernando Tebele dialogó con la militante Florencia Guimaraes García. (Por La Retaguardia) En sus horas finales, con el último suspiro de vida, Lohana Berkins escribió una carta para despedirse de sus compañeras, para dejar un legado. El tiempo de la revolución es ahora, porque a la cárcel no volvemos nunca más. Estoy convencida de que el motor de cambio es el amor. El amor que nos negaron es nuestro impulso para cambiar el mundo. Todos los golpes y el desprecio que sufrí no se comparan con el amor infinito que me rodea en estos momentos. Furia travesti siempre.“Qué visionaria, Lohana, ¿no? Cuando decía que a la cárcel no volvemos nunca más, ella sabía que con el contexto político que se venía, nuevamente íbamos a estar sacando a compañeras travestis de las comisarías y cárceles y es lo que está pasando. Estamos viviendo una gran persecución, una gran represión al colectivo travesti y trans y sobre todo a las compañeras que están en situación de prostitución. Sigue siendo la misma cifra alarmante del 80 % de nosotras”, declaró sobre la cantidad de travestis y trans sometidas a la prostitución.“Mi admiración a Lohana es muy profunda. No solamente como activista sino también como persona. Una persona que, sabiendo que se iba físicamente, dejó preparado hasta el último detalle de su velorio, de su entierro. Un ser extraordinario que se extraña y necesita cada día más. Sobre todo para la comunidad travesti y trans, tanto ella como nuestra compañera Diana Sacayán”, recordó Guimaraes. Las travestis hoy “Hace rato que venimos con un montón de compañeras que están siendo todas las noches llevadas presas, requisadas en la vía pública, golpeadas, violadas y todo lo que nos ha pasado siempre por tener que estar en una esquina subsistiendo en este sistema prostituyente. Muchas de nosotras creíamos que era algo levemente saldado, teníamos cierta tranquilidad con algunas zonas de Capital Federal y el Conurbano. En otras provincias nunca se frenó esta persecución. Hay códigos contravencionales que persiguen y encarcelan a las personas en situación de prostitución”, denunció. “Hace unos meses se presentó un proyecto para derogar el artículo 68 en la provincia de Buenos Aires. Ayer estuvimos haciendo territorio y viendo compañeras en Rafael Castillo, muy jovencitas ellas. La edad promedio era 20. Con mucho miedo, con persecución. Ahora está muy de moda esta estigmatización. Los comisarios vienen con el verso de que las chicas venden merca y sabemos que eso no es así. Es un chivo expiatorio para seguir persiguiéndonos y genera ese monstruo que hacen de nosotras las travestis”, planteó Guimaraes sobre la criminalización de las travestis.“Han logrado instalar que las travestis somos además dealers. Los casos más fuertes los venimos viendo en la ciudad de La Plata por parte del señor Garro (Julio, intentedente de la ciudad), al que antes de asumir le preguntaron qué iba a hacer con el cupo laboral travesti-trans y dijo que las travestis lo que necesitamos es un médico, un psiquiatra. Cuando asumió hubo razzias enormes a muchas compañeras travestis en La Plata, que gran parte de ellas son migrantes, peruanas, colombianas, ecuatorianas. Cae el estigma a cualquier persona migrante con la idea del narcotráfico, imaginen cómo cae a las travas. Estas razzias fueron en los hechos llevarse por ejemplo a 20 chicas, desnudarlas en la vía pública, fueron requisadas por varones violando la ley de identidad de género y un montón de cuestiones más. Esto sigue pasando”, planteó Guimaraes.  Además, expresó: “En el Conurbano lo vemos también. Las chicas nos los cuentan y también compañeras que trabajan en oficinas contra la trata nos plantean esta preocupación: que en las comisarías están preocupados, dicen, con hipocresía. Dicen que les preocupa que las travestis que están en Virrey del Pino, por los kilómetros de la Ruta 3 o en Camino de Cintura, estarían con el tema del narcomenudeo. Esto es mentira. Puede haber siempre alguna compañera, una no va a decir que no porque no lo sabe, pero es una persecución generalizada a todo el colectivo”, señaló Guimaraes. “Muchas de nosotras hemos tenido sí consumo problemático con sustancias psicoactivas porque el sistema prostituyente te lo demanda, porque hay que estar parada y aguantar el infierno que es estar todas las noches. Los inviernos, los veranos, los tipos y todo lo demás. Además, muchos van a buscarnos a nosotras simplemente para ir a consumir todo tipo de sustancias. Tenemos una gran problemática con el tema de las drogas pero no es que nosotras seamos narcotraficantes. Que vayan a agarrar realmente a quienes manejan todo eso que siempre son los poderosos, no nosotras las travestis”, aseveró.Por último, Guimaraes convocó a la actividad del lunes: “El lunes 5 hacemos como el año pasado una actividad en el Congreso porque ya sabemos lo que está pasando en Plaza de Mayo, que la están desmantelando, que están pretendiendo borrar parte de nuestra historia. El Congreso también es un lugar muy significativo, es un lugar al que Lohana ha ido muchas veces para muchas luchas. El homenaje a dos años de la partida física de nuestra compañera será de seis de la tarde hasta las ocho y media de la noche”. DESCARGAR

Florencia Guimaraes García es la trava que impulsó la primera Marcha del Orgullo LGTBIQ en La Matanza, el distrito más grande del Conurbano bonaerense. Es lúcida y cruda para comunicar la realidad de su comunidad: 35 años de expectativa de vida, muertes evitables, y el Estado como responsable o cómplice. Estas fueron algunas de sus definiciones en dialogó con Luis Angió y Rosaura Barletta en el programa Otras Voces, Otras Propuestas. (Por La Retaguardia)Foto: marcha.org.ar “La marcha en La Matanza salió espectacular, superó nuestras espectativas, por ser la primera en nuestro territorio concurrió muchísima gente. Han venido muchos compañeros, compañeras de Capital, de zona sur, de La Plata, tuvimos acompañamiento de personas de otros espacios además de los que conformamos la comisión organizadora. Veníamos muy ansiosas, embaladas, la organización fue una multisectoral de organizaciones, partidos políticos, personas independientes. Fue abierta a todos y todas aquellos que quisieran participar. Tuvimos desde el Partido Obrero, el Partido Comunista, la JP Descamisados y muchas organizaciones más”, enumeró Guimaraes. “Fue muy constructivo, los ejes salieron, más o menos todos teníamos las mismas posturas conociendo las realidades del territorio de La Matanza y lo que viene sucediendo específicamente con la comunidad travesti y trans en La Matanza. Teníamos una gran necesidad de hacer esta marcha, estuvimos más o menos dos meses reuniéndonos una vez por semana para ir crackeando todo lo que tiene que ver con lo organizativo, con la estructura de la marcha, con el documento, con el pintado de las banderas. Salió todo espectacular”, celebró la militante.En contraposición, Guimaraes marcó ciertas delimitaciones con la marcha que se realiza todos los años en la Ciudad de Buenos Aires: “Lleva muchísimos años, este fue el número 26. También hay una comisión organizadora donde hay, lógicamente, muchísimas más organizaciones, tiene que ver con la cantidad de años que lleva esta marcha. Hay varias voces y tenemos la particularidad de que este año en la comisión organizadora se introdujeron las personas de AMMAr (Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina) lo cual para nosotras es de gran preocupación. En una marcha que tiene que ver principalmente con las identidades disidentes una de las primeras proclamas es el trabajo sexual, es totalmente grave”, subrayó. “Acá, en La Matanza, de entrada se acordó y se expresó en el documento que esta comisión es totalmente abolicionista. En Capital hubo una gran ola de reglamentarismo, yo fui insultada porque andaba con un cartel que tenía una consigna contraria. No me interesa, porque le pongo el cuerpo a la situación. A nosotras nos preocupa muchísimo que una de las consignas principales sea referida al trabajo sexual, sobre todo sabiendo lo que pasa y atraviesa nuestra comunidad. El 80 % de nosotras, travestis y transexuales, estamos en situación de prostitución, tenemos como única subsistencia el sistema prostituyente obligatorio”, denunció Guimaraes. “Seguir reforzando y exigiéndole al Estado que nos condene a la eterna prostitución y con eso a una expectativa de vida de 35 años, hay que decirlo, y está totalmente asociada al sistema prostituyente. Nuestra primera causa de muerte, de nuestra comunidad, son las infecciones de transmisión sexual. Tiene que ver con que a los 11 o 13 años cuando manifestamos nuestra identidad de género y somos expulsadas, el trampolín es ir a parar a una esquina donde somos abusadas y manipuladas por los prostituyentes. Eso conlleva a que muchas terminemos con esta expectativa. La segunda causa son las malas aplicaciones de inyecciones de silicona, las cirugías ilegales, que tienen que ver con reacomodar nuestra corporalidad a lo que requiere el mercado prostituyente”, explicó y agregó: “Si se quiere con más cola es más cola, si se quiere con más tetas, más tetas, en las condiciones en que accedemos a eso que son de total marginalidad. La tercera causa son los travesticidios, la gran mayoría de nuestras compañeras son asesinadas en una ruta, por prostituyentes. Cuando hablamos de travesticidios no sólo nos referimos a los crímenes de odio sino a la responsabilidad del Estado en un genocidio travesti y trans”, consideró la referente. “Hablamos de un Estado cómplice de estas muertes que son evitables y que están todo el tiempo asociadas al sistema prostituyente. Este año nos encontramos con una marcha en Capital, muy vacía de contenido político, lo cual es grave. Donde todo era fiesta, color y fantasía, no había consignas de repudio a las acciones que este gobierno lleva adelante con toda la comunidad LGTBIQ pero sobre todo al sector más vulnerado que es la comunidad travesti y trans. Tendría que haber habido un gran repudio al protocolo que lanzó el macrismo hace un mes y pico, a la persecución sistemática hacia nuestras compañeras en situación de prostitución”, señaló sobre los pronunciamientos de la marcha. El abolicionismo: resistir al sistema prostituyente  “Me vinculé con el abolicionismo después de estar doce años en situación de prostitución y defender lo que yo creía. Comprendo muchísimo a mis compañeras, a mí me pasó escribiendo mi libro que me dí cuenta de que decía todo el tiempo ‘cuando yo trabajaba’. Claro, para mí era un trabajo porque era lo que me daba de comer y también estaba alienada en lo que el sistema me hizo creer: que eso era mi destino, mi trabajo. Me costó mucho poder dejar el sistema prostituyente y empezar a comprender que era víctima de un sistema que me oprimía y me ponía en ese lugar. No era lo que yo elegía ni lo que mis compañeras eligen”, aseguró Guimaraes. “No es que Lohana Berkins se nos murió con 56 años porque haya elegido estar parada en una esquina como estuvo, o Diana Sacayán. Es interminable la lista de las que hoy no están vivas con nosotras para seguir gritándolo. Tuve una amistad con Lohana desde que soy chica y ella me venía hablando de estas cuestiones que en mi cabeza no entendía. Me superaba la realidad, yo comprendo a mis compañeras, tenía que pararme sí o sí para comer, para subsistir”, explicó. Además, recordó cuando todavía no creía en la

Dos integrantes de La Retaguardia fueron al Encuentro. Una de ellas asistió al taller de mujeres trabajadoras sexuales. Desde nuestra posición abolicionista, su idea fue escuchar argumentos de quienes creen que la prostitución debe ser reglamentada. También advirtió sobre algunas cuestiones logísticas que podrían ser constructivas hacia el próximo encuentro que se realizara en 2018 en Puerto Madryn, Chubut. (Texto de Rosaura Barletta y fotografías de Agustina Salinas para La Retaguardia) “¡Hijas de puta! ¡Si quieren aborto legal, cuidensé!”, nos gritó un pibe desde una moto mientras se desarrollaba un taller en la vereda. En Bariloche, recuerdo, nos escandalizamos con justa razón porque un ultracatólico le pegó una piña en la cara a una compañera durante la marcha. Hoy por la tarde, cuando todo había terminado y sólo quedaban unas cuantas haciendo tiempo para sus vueltas, un grupo de motos rodearon la plaza 25 de Mayo para tirarles piedrazos. “Yeguas”, nos dijo uno el domingo, también en moto, mientras cruzábamos la calle. Me hacen reír los insultos tan absurdos como yegua. Esos ataques tendrían otra identidad si la logística fuera diferente, pero son fugaces, rápidos, cobardes, y bajo ningún punto de vista son la expresión de un repudio generalizado de los habitantes de Resistencia. También eso es parte de lo que pasa en el Encuentro Nacional de Mujeres. Las y los chaqueños, como en su momento fueron las y los misioneros, transitaron este fin de semana con asombro y emoción. “¿Qué es el pañuelo verde? ¿Son de Moyano?”, preguntó un kioskero confundido. El Encuentro tiene la riqueza, y el privilegio, de ese contacto cuerpo a cuerpo con quienes sólo reciben nuestro mensaje distorsionado a través de los medios hegemónicos, y la valiosa posibilidad de explicar nuestras razones sin intermediarios. Desde el balcón, una señora levantaba el puño y aplaudía al ritmo de la marcha que la interpeló: “Mujer, escucha: ¡Únete a la lucha!”. La movilización llega después de dos días de discusiones acaloradas y emocionantes, es decir que para ese momento se concentra toda nuestra pasión. Por eso las postales del Encuentro no se borran más. Por más dificultades que haya que sortear –innumerable cantidad-, las primerizas no salen de su conmoción y son fácilmente reconocibles. Se les nota en las lágrimas o en el parpadeo compulsivo que las detiene. En esa expresión obnubilada, de niñas, que no puede dejar de absorber escenas, fotos, instantes. Por qué Resistencia es un sí Resistencia es una ciudad verde y hermosa. Las arboledas, para quienes pasamos horas y horas en plazas o veredas, son fundamentales. La plaza 25 de Mayo, además de muchos, tiene esos árboles entrados en años que, por el tamaño del tronco y la copa, dan sombra y también brisas de aire fresco. Nuestra suerte es indescriptible, porque durante el sábado y el domingo la temperatura no superó los 25º, mientras que el lunes rondó los 30º y, el martes, cuando ya se fue la enorme mayoría, la máxima fue de 36º. No hubiéramos podido, sin dudas, sostener el ritmo de nuestras actividades con un clima tan hostil. Resistencia es, también, una ciudad relativamente grande. Hay una enorme cantidad de colectivos que recorren el interior de la Capital y que tienen, aparentemente, buena frecuencia y accesibilidad. Se viaja con la SUBE, como en gran parte del país. Lo que falló Aún con todas las comodidades de que dispone, la gran cantidad de escuelas y sedes de la universidad, el verde y las plazas, Resistencia colapsó, al menos en unos cuantos aspectos. El primero y más frecuente tiene que ver con los baños, que no es menor, mucho menos si vas con niñas o niños que enfrentan varias urgencias a diario. La decena, o más, de baños químicos que estuvieron todo el fin de semana en la plaza 25 de Mayo, a las 24 horas del comienzo del Encuentro no sólo no podían usarse, sino que acercarse a unos cuantos metros era nauseabundo. Claro que el “no podían” era relativo si eran lo único que había. Lo mismo pasó en las escuelas en las que estuve. No es un problema menor. En otro sentido, la ciudad se vio desbordada en materia de alojamientos, y por eso una gran cantidad de mujeres paró en Corrientes, del otro lado del puente que separa las provincias, a unos 15 kilómetros de Resistencia. Recorrer ese tramo breve (no más de 30 minutos) y en buen estado fue caótico en exceso. Chaqueños y chaqueñas viajan a diario a Corrientes y viceversa, a ver parientes, trabajar, pasear, etcétera. Hay varias empresas de colectivos que hacen el recorrido Chaco-Corrientes pero, como hay un problema económico y de monopolios de transporte, para viajar en el Chaco-Corrientes –así se llama-, no se puede usar SUBE. Las empresas de tienen para sí una hora de cada día en la que el recorrido es suyo, y cada una tiene una tarjeta diferente. Fue difícil entender este sistema pero, cuando le encontramos el sentido, nos dimos cuenta de que no podíamos comprar una tarjeta por cada línea y tener cada una cargada con los cinco boletos que necesitábamos: sólo íbamos a hacer dos veces ese viaje y perderíamos el resto del dinero. El primer día, además, las calles cortadas desviaban el recorrido del colectivo sin criterio unificado y eso nos llevó a esperarlo, por indicación de agentes de tránsito que parecían estar seguros, dos horas en una esquina por la que nunca pasó. La opción B era tomar un cochecito, así se llama en Laferrere el remís con recorrido específico que lleva a varios pasajeros con una tarifa única por cada uno y más barata que la de un remís tradicional. Salía de Resistencia y cobraba a cada pasajero 35 pesos para cruzar el puente que iba hacia Corrientes. Este servicio tenía una demora de más de dos horas y ofrecía una trampa: a quienes estaban dispuestas a pagar 100 pesos cada una o un precio similar, se les daba cierta prioridad y no superaban la hora de espera. Nosotras, luego de hacer

Lo dijo Enrique Stola. El psiquiatra y psicólogo habló sobre el estrés postraumático que sufren las personas que viven en estado de prostitución y remarcó la importancia del movimiento de mujeres en la lucha contra el machismo. También se refirió al caso de Cristina Santillán, la mujer condenada por la muerte de su marido golpeador donde fue testigo y perito de la causa. El especialista en trauma por explotación sexual, participó de una de las emisiones del programa Ni Putas Ni Sumisas con Alika Kinan, María Eugenia Otero y Rosaura Barletta. (Por La Retaguardia) “Encontramos dos cuestiones en las mujeres que viven en situación de explotación sexual. Una que tiene que ver con algo estrictamente clínico como un estrés postraumático crónico y depresión. Eso genera un estado de malestar interno y subjetivo muy grande. Se mantiene hora tras hora, día tras día y mes tras mes. Muchas veces se ve camuflado con alguna droga, cocaína o lo que sea, que les hacen tomar obligatoriamente. Puede crear momentos de exaltación y euforia, pero luego viene la depresión. Las situaciones de violencia sexual y el hecho de estar sometidas a un régimen donde hay dominadores, inevitablemente produce esa depresión y estrés postraumático. Por otro lado, está la cuestión ideológica que genera una distorsión cognitiva. Es una forma de estar parada en el mundo, en donde la mujer se hace y se siente responsable de lo que está haciendo, como si eso hubiese sido una decisión de ella y no un problema social impuesto sobre su cuerpo. Esto de sentir que fue una responsabilidad de ella, produce muchísima culpa y vergüenza. Eso estimula, además, nuevas conductas de sometimiento al dominador. Cuando las mujeres pueden salir de esa situación, inevitablemente lleva un proceso de desaprender esa situación impuesta. A la vez hay que ir recuperándose del trastorno del estrés postraumático y de la depresión”, comenzó relatando Stola al respecto de los traumas que les provoca a las mujeres esa situación de dominación y explotación sexual.Para el psiquiatra, el empoderamiento de las mujeres como mecanismo de autoprotección no es más de lo que él llama una ficción. El patriarcado continúa reflejándose en la sociedad con el sometimiento de las mujeres a un mercado para los hombres: “A las mujeres que creen en eso, porque se establece un sistema de creencia alrededor de eso, las puedo ubicar y darle cierto estímulo en la ficción de una independencia, pero es una ficción. Estrictamente una ficción. Pensemos en los nenes y las nenas que van caminando por las calles y ven las pegatinas donde hay propagandas de ofrecimientos con fotografía de mujeres en situaciones terribles para ellas. El nenito y la nenita van aprendiendo que en el mundo de los adultos hay mujeres que están a disposición de los hombres. En el psiquismo de los nenes ya se está produciendo la idea de que ellos tienen un lugar de poder. En las nenas, algunas van a seguir un camino que está siendo marcado por colegios, ideologías o las cosas que ven por televisión y va a haber otras que van a ocupar ese lugar. Esta situación de mujeres sometidas a la prostitución, con todo un aparato machista que está sosteniendo eso, es una escuela social donde reafirmamos la existencia y la continuidad del patriarcado y la dominación masculina. Puedo entender perfectamente a las mujeres que pueden considerarse putas empoderadas, que disponen de su cuerpo y del sexo, como en cualquier trabajo, que uno pone el cuerpo. Estamos observando que ese tipo de práctica social no es una práctica ingenua. No tiende a empoderar a las mujeres sino que tiende a mantener un mercado de mujeres para los hombres. Ese es el objetivo de esa práctica social”, afirmó. ¿Cómo se significa ese cuerpo después de la explotación sexual? “Toda mujer que por un lado es ayudada a salir de esa situación y lo decide, tiene que iniciar un proceso de reparación sobre su propio cuerpo y sobre su psiquismo. Lo que pasa es que en nuestras sociedades patriarcales no hay una política que ayude a la reparación de los cuerpos de las mujeres ni de su psiquismo. Hace todo muchísimo más difícil. Esto lleva a que muchísimas puedan llegar a salir, pero luego son de vuelta atrapadas por la situación. Tenemos que cambiar muchísimas cosas. Siempre digo que hay una trampa patriarcal en cómo se están manejando los medios de comunicación respecto a la violencia de género. Los medios de comunicación se refieren solamente a la violencia de género extremo. Es como si dijeran, no las queremos golpeadas, no las queremos asesinadas, pero que sigan subordinadas. En la medida que se siga el discurso explícito o implícito en medios de comunicación y en las políticas que existan, se van a seguir generando las condiciones para que las mujeres sean sometidas a situaciones de prostitución, para que las mujeres sean golpeadas, violadas en su propia casa y asesinadas, si nosotros no tomamos la violencia de género como la violencia instrumental que necesita un sistema patriarcal”, respondió el psicólogo. ¿Cómo detener esa avanzada del sistema patriarcal? “Cada hombre, cada mujer y cada integrante del colectivo LGTBI tiene que reflexionar cotidianamente sobre cuáles son aquellas conductas conservadoras que llevan a sostener al patriarcado y llevan a darle oxígeno a la dominación masculina. Hay un montón de rituales que se sostienen socialmente y en dónde se recrea permanentemente esa dominación. Reflexionar acerca de las cosas que aceptamos o empezamos a poner límite es sumamente necesario para que nuestros cuerpos dejen de replicar esas costumbres machistas”, propuso.El proceso que inicia la posibilidad del rescate de esa persona explotada sexualmente puede comenzar con el cierre del prostíbulo, pero continúa durante un largo tiempo y requiere la cercanía de un Estado presente: “Hay algunas mujeres que sí pueden reconocerse como víctimas rápidamente. Hasta llegar al juicio y todo lo demás, yo he observado que viven un proceso de muchísimas horas y días en absoluta soledad. Hay mucho sufrimiento y no hay contención emocional, afectiva, económica ni

Hace 8 años que falta en la provincia de Santa Fe Natalia Acosta, quien tiempo antes de desaparecer era explotada sexualmente por su pareja. En el programa Ni Putas Ni Sumisas, Alika Kinan dialogó con su mamá María Cristina Balán Acosta que recorrió los pasos que dio la investigación y el estancamiento en la búsqueda de la joven. (Por La Retaguardia) “Mi hija se llama Natalia Liliana Soledad Acosta, hace 8 años que la estamos buscando, desde el 29 de mayo de 2009. La causa estuvo en el juzgado provincial de Santa Fe, después hicimos la denuncia en el juzgado federal. A los tres años, el expediente volvió a Provincia, que se lavó las manos, fue a la Corte Suprema y hasta ese momento se hizo poco y nada. En Federal se hizo bastante. En Provincia no se hizo absolutamente nada más que un par de allanamientos para los que nosotros les dimos los datos. De la Corte Suprema volvió al juzgado federal y desde entonces, la investigación está un poquito mejor. En la investigación se buscó el teléfono, se siguió la línea de que la había invitado a ejercer la prostitución en México. Yo entiendo poco y soy una señora mayor y no sé de esas cosas mucho, antes no se hablaba de eso. Ahora me tuve que poner a usar palabras de la noche a comparar cosas”, explicó María Cristina sobre los cambios que atravesó a lo largo de la búsqueda. “El papá, yo, los hermanos que siempre nos están acompañando”, enumeró.“Yo creo que es víctima de trata porque lamentablemente estaba juntada hacía dos o tres años y el conviviente la mandaba a trabajar. Nosotros nos enteramos cuando desapareció Natalia que ella trabajaba, que él la mandaba a trabajar. Aunque él haya dicho en la declaración que ella lo hacía porque quería para darnos una ayuda, no es así porque no nos mantenía.Quiero encontrarla, busco bajo tierra, por todos los medios. Yo tengo Facebook y me pongo en contacto con gente de afuera, les mando la foto, les digo que la compartan. El fiscal está muy interesado en la causa. Hoy justamente nos hicieron ADN. No es nada alentador porque la están buscando bajo tierra. Pero se movió en seis meses lo que no se movió Provincia en años”, lamentó.El manosea mediático “Susana Trimarco no me acompañó en ningún momento. Una vez fuimos a querer hablar con la presidenta y pensamos que de paso podíamos ir a la fundación Marita Verón en Buenos Aires. La presidenta no nos atendió y nos fuimos a la fundación. Pedimos hablar con Susana Trimarco, ella estaba en lugar y nos hizo atender con una abogada y una psicóloga. Nos dijeron que estaban a disposición de nosotros. Después, la misma abogada y la psicóloga nos preguntaron si no habíamos ido a los medios. No habíamos ido, más que a los medios locales y en las volanteadas de todos los 29 de mayo. Ahí nos ofrecieron ir al programa del Negro Oro. Fuimos una vez, nos pagaron los pasajes, las comodidades y la comida. En el programa no hubo lugar y lo postergaron una semana que volvimos a ir. La última vez que fuimos fue para la marcha de Ni Una Menos, el 3 de junio de 2015. Oro habló con una abogada de Santa Fe. Cuando estábamos en el programa, el Negro Oro dice ‘apareció una llamada diciendo que el marido la vendió a España’”, recordó. La mujer se refirió al curso de esa llamada en la investigación: “Supuestamente tenía una característica de Santa Fe. Salimos del programa. Nos habían pagado el pasaje, la comida. La estadía allá era por cuenta de nosotros. Nos daban la comida mientras esperábamos que nos reciba el Negro Oro. Fuimos a la marcha. Nos deslumbró. Cuando llegamos a Santa Fe, todos nos preguntaron si le habíamos pedido al programa el número de teléfono de ese que llamó. Entonces le hice una llamada de WhatsApp al productor y me dijo que esos registros se eliminan todos apenas termina el programa. Así quedó todo en la nada. Fueron de la PROTEX (Procuraduría de Trata y Explotación Sexual), yo lo volví a llamar y nunca más me contestó”, explicó.“Nunca sentí que podía estar cerca de encontrarla porque las pistas a la justicia se las dábamos nosotros. Que vayan a averiguar, a allanar. La gente nos daba información y nosotros se la pasábamos al juzgado. Su pareja fue a dar testimonio, a decir que ella trabajaba porque quería, para ayudarnos a nosotros, que no lo molesten porque iba a hacer una contradenuncia con su abogado. Ahora es pastor de una Iglesia evangélica, tiene una hija y una mujer y el pastor que lo llevó a ser líder es un interno de la cárcel de Las Flores que estuvo preso por una violación a su hija. Es todo turbio en Santa Fe”, aseguró.

En el marco de uno de los debates políticos más trascendentales y profundos dentro del feminismo, el programa radial abolicionista de Alika Kinan, Ni Putas Ni Sumisas, entrevistó a Diana Maffía. La directora del Observatorio de Género en la Justicia del Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autómoma de Buenos Aires atravesó todas las aristas ligadas al tema: la normativa vigente, el análisis del discurso reglamentarista, la necesidad de unificar tareas y la responsabilidad del Estado. (Por La Retaguardia) Abolicionismo, reglamentarismo o prohibicionismo “Tiene que haber voluntad para comprender los argumentos y para diferenciar una postura abolicionista de una postura prohibicionista. En general se distinguen tres posiciones en relación con la prostitución. Son posiciones que tienen que ver con cuál es la reacción, la política que debe haber en un país en relación con la prostitución. Una de esas posiciones es el prohibicionismo, es decir, prohibir la prostitución. Eso implica que hay que perseguir a las personas que ejercen la prostitución. Aquí nunca ha habido una postura prohibicionista, sino posturas alternativamente reglamentaristas y abolicionistas. De acuerdo al reglamentarismo, la prostitución debe ser reglamentada por el Estado que tiene que decir cómo se ejerce, en qué condiciones, establecer inspecciones en los lugares donde se ejerce la prostitución, cartillas de salud para las personas que la ejercen, cargas económicas a los locales, a las personas, a quienes los manejan. Una serie de regulaciones que el Estado va a tener”, explicó Maffía. “El abolicionismo, en cambio, considera que no hay un delito en el ejercicio de la prostitución. Eso es muy importante, porque no se va a perseguir a quienes ejercen la prostitución pero sí se considera que no es un ideal de vida que las personas elijan libremente. Muchas veces, es el efecto de situaciones de pobreza o marginación o el resultado de procesos donde determinado tipo de sujetos ejercen una violencia contra las mujeres, que son las principales afectadas por esta situación pero también las travestis u otros sujetos que pueden estar en esta situación de verse forzados y explotados en el ejercicio de la prostitución. El abolicionismo considera que las personas en situación de prostitución son víctimas de un sistema prostituyente. Trata de definir a ese sistema prostituyente con una serie de condiciones. Condiciones sociales, de marginación, de explotación donde ciertos sujetos obtienen ventaja económica del ejercicio de la prostitución de otros sujetos. No es un delito ejercer la prostitución pero sí lo es la explotación de la prostitución ajena, someter a alguien a una situación de explotación, forzar a alguien a ejercer la prostitución, obtener beneficio económico instalando un prostíbulo o un bar en que se cobra por que las mujeres o travestis estén sentadas esperando a sus clientes o cobrar por los pases, quedarse con un porcentaje u obtener lucro de muchísimas otras maneras: con avisos en los diarios, pegando cartelitos en la calle, toda la enorme lista de personas. Quienes cobran las coimas, los policías, los que someten a los lugares o las mujeres a entregas mensuales de dinero, del poder político, judicial, para la protección impune de esos lugares. Todas esas formas que tienen que ver con lucrar con la prostitución ajena son delictivas y deben ser perseguidas por el Estado”, explicó la referente acerca del marco jurídico de nuestro país. “Muchas veces el propio Estado está en situación de explotación y explota la prostitución de otras personas y por lo tanto está cometiendo un delito y, a la vez, dejándolo impune”, advirtió.“Normativamente, nuestro país es abolicionista. Incluso antes de la ley de trata, porque la trata es un delito federal y es otra historia. Estamos hablando simplemente de la situación de prostitución. Los gobiernos locales deben ocuparse de evaluar si hay sujetos que lucran con la prostitución ajena, deben sancionarlo y, a aquellas personas que no quieren estar en situación de prostitución, tienen que darles alternativas sociales para salir de ese modo de vida. En esto hay testimonios disímiles entre las personas en situación de prostitución porque hay muchos modos, maneras, niveles de ejercer la prostitución, pero en todos los casos lo que se ve es una situación de violencia y explotación. Legalmente, nadie que lucre con la prostitución ajena puede estar impune. El Estado debería intervenir y evitar esto”, aseguró.La mercantilización de los cuerpos “Pero también desde un punto de vista feminista, crítico de las relaciones sociales donde las mujeres tenemos generalmente lugares de subordinación, tenemos que pensar en el Estado capitalista donde todas las cosas y sujetos nos transformamos en mercancías, las mujeres somos una especie de moneda de cambio. Tenemos roles vinculados con la maternidad y la sexualidad que son en beneficio de otros sujetos. La maternidad es muchas veces forzada para mantener niveles determinados de población y la legitimidad de los hijos. Esto implica el control sobre la vida sexual de las mujeres. También es explotada la sexualidad de las mujeres a través de considerar que los hombres son los que poseen la mayor cantidad de dinero y de recursos -cualquiera que analice las cifras de Naciones Unidas ve que el 98 % de los medios de producción, incluyendo la tierra, están en manos de varones- y las mujeres ponen los cuerpos, claramente eso implica un sesgo de género. Nadie que sea feminista puede ignorar la diferencia de género que hay entre quien consume prostitución y quien pone el cuerpo en ese consumo. Pone el cuerpo como una mercancía que circula y este es el motivo político por el cual muchas mujeres que somos feministas nos oponemos a que se regule la prostitución como si fuera un trabajo. Claramente no lo es porque la distribución de mercancías y de producción no implica ceder el propio cuerpo. Es más parecido a una situación de esclavitud, en la que la persona que es esclava anula su voluntad, su libre albedrío, su autonomía y realiza aquello que el amo le dice que realice. En esto consiste la esclavitud. Se considera que el esclavo es una especie de extensión del cuerpo del amo como

La niña de 14 años estuvo 33 días desaparecida. La encontraron el 12 de julio y desde entonces estaba bajo la tutela del Estado en un hogar. Hacía pocos días, Nadia había empezado a relatar su calvario en manos de una red de trata y el juez Canicoba Corral decidió trasladarla a un refugio del que desapareció a los tres días. (Por Rosaura Barletta para La Retaguardia) Nadia Rojas le importa a su mamá.  En la audiencia pública contra la trata convocada la semana pasada por los legisladores del Partido Obrero en el Frente de Izquierda y en la que se anunció la segunda desaparición de la niña, Elena fue categórica: “Cueste lo que cueste, voy a encontrar a mi hija. Ahora mismo salgo de acá a buscarla”. Y, por si fuera poco, terminó esas palabras y se levantó para hacerlo.Nadia Rojas le importa a la comunidad educativa de Lugano y a sus profesores de la Media 1 que salieron a la calle de inmediato y han llegado a organizar movilizaciones durante tres días consecutivos. Cortaron Acoyte y Rivadavia, Corrientes y Callao y otras arterias de la Ciudad. Tanto en el barrio de Lugano como en la zona del Bajo Flores, toda la comunidad denuncia que opera una red de trata y abuso sexual por la cantidad de secuestros y captaciones de niñas de entre 11 y 16 años. Nadia Rojas también le importa a la Red de Docentes, Familias y Organizaciones de Lugano, que nació para combatir a esas mafias, ayer fue a Comodoro Py a responsabilizar a la justicia de esta aberración, y hoy se sumará a las 15 horas a la movilización que irá desde Av. de Mayo y 9 de Julio hasta el Congreso, y que convoca la familia de Anahí Benítez. Nadia Rojas le importa a los centros de estudiantes de los colegios de la Ciudad de Buenos Aires que convocan a un corte por su aparición con vida el lunes a las 12.30 en Acoyte y Rivadavia.Nadia Rojas le importa a su abogado, que había pedido una declaración en Cámara Gesell desde el momento en que la niña comenzó a relatar los abusos y violaciones sufridos durante el cautiverio y no dudó en aseverar luego de la segunda desaparición que hay que desmantelar a la red de trata que opera detrás de la desaparición y que los organismos estatales intervinientes deben rendir cuentas sobre lo sucedido.    Nadia Rojas nos importa a las cientos de miles de mujeres que, perplejas y vacías, vacías por dentro, nos tragamos ayer su segunda desaparición como un hielo demasiado grande, que no pasa. Y de la misma forma, pero acumulando, nos tragamos el crimen de Anahí. Que con una piedra en la garganta no pudimos creer el estado de excepción en que nuestro género se encuentra. Que empezamos a preguntarnos compulsivamente lo que al mismo ritmo nos respondíamos ¿Dónde están los responsables? En el Estado. ¿Dónde están los responsables? En el Estado. ¿Dónde están los responsables? En el Estado. ¿Dónde están los responsables? En el Estado.  Hace años, la palabra responsable nos parecía osada y, a algunos, exagerada. Hoy queda corto decir que el Estado es responsable: el Estado es partícipe. El Estado es la trata de personas.