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Continúan las indagatorias de los imputados Rubén Osmar Andrade, Luis Alberto Brun, Gustavo Delfor González Sass, Horacio Linari, Emilio Pedro Morello, Martín Eduardo Sánchez Zinny, acusados por crímenes de lesa humanidad contra 37 personas, en general integrantes del PRT-ERP, la Juventud Guevarista y el Partido Socialista de los Trabajadores  (PST). Los casos ocurrieron entre mayo y julio de 1976 en la zona oeste del Gran Buenos Aires y Luján. Entre los operativos se encuentra el que se realizó contra la imprenta más grande en la que el PRT-ERP imprimía el periódico El Combatiente.

Declara el excolimba Pablo Mariano Gómez.

El 27 de octubre de 2021 se cumplió un año del comienzo del juicio por los crímenes de Lesa Humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio que  funcionaron en las Brigadas de Quilmes, Banfield y Lanús (El Infierno de Avellaneda). Desde el sitio para la Memoria de Quilmes organizaron una conferencia de prensa y una visita guiada con sobrevivientes a “El Chalet”, un sector recuperado en 2020.  (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Paulo Giacobbe/Nicolás Rosales 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Fotos: Natalia Bernades 📺 Video: Nicolás Rosales 📺 Edición de video: Natalia Bernades “Buenos días, compañeros y compañeras, a mí me produce este lugar una carga que ustedes no se pueden imaginar. El olor que hay acá adentro, el olor a piel quemada, a sangre”, dijo Mabel, agregando que a 45 años de los hechos no es justicia tener a los genocidas sentados en sus casas. “Tengo a Bergés en su casa y me violó acá adentro y nos pone un cartel que dice ‘Es Bueno estar en casa’”, señaló acerca del modo en el que el genocida recibió un escrache. “No podemos dejar que se mueran sin justicia”.  Jorge Bergés fue médico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y vive en Quilmes, donde goza del beneficio de la prisión domiciliaria. Además de violador y torturador, es ladrón de bebés y sabe el destino de niños y niñas que nacieron en cautiverio, pero nunca habló. Por último, Mabel García pidió que en el sitio “entren luz y vida”.  Asistir a un ex Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio de por sí es fuerte. Conlleva una carga emotiva grande solo el hecho de saber que allí se sucedieron historias horrorosas teñidas de sangre y muerte. Pero cuando a todo esto se le agrega el acompañamiento de testimonios de los y las sobrevivientes, se vive de una manera distinta, especial. Porque al recorrer el sitio no solo se pueden observar las celdas y recovecos de torturas, sino que también afloran momentos tristes a través de relatos. Esto fue lo que se sintió en el Pozo de Quilmes.  El Consejo del Sitio para la Memoria, Defensa y Promoción de los Derechos Humanos Ex Centro Clandestino de Detención Pozo de Quilmes organizó una conferencia de prensa con visita guiada al cumplirse un año del comienzo del “Juicio Brigadas”, que se realiza en forma remota y es transmitido en vivo por La Retaguardia, que realiza una cobertura junto a Pulso Noticias. Participaron de la jornada integrantes del Colectivo Quilmes, Memoria, Verdad y Justicia; sobrevivientes y familiares de desaparecidos y desaparecidas del centro clandestino; integrantes de la Secretaría de Derechos Humanos del municipio y de la Comisión Provincial por la Memoria.   Hugo Colaone, de la Secretaría de Derechos Humanos de Quilmes, anunció que la idea es comenzar a realizar recorridas guiadas en el Sitio de Memoria con la apertura de actividades. Para Colaone, recuperar “el ex centro de detención, el chupadero, un lugar clandestino, y haber iniciado el juicio que fue postergado durante muchos años, es reparador. Repara a las víctimas”, aunque también cuestionó la tardanza en el inicio del juicio porque la “Justicia cuando llega tarde no es justicia”. Pero el testimoniar, para los y las sobrevivientes, los coloca en otro lugar: el de poder decir “teníamos razón”.  Sentados en sillas formando un semicírculo en lo que fue el garaje del Centro Clandestino, los y las sobrevivientes coincidieron en dar pelea en la “batalla cultural” y seguir luchando por Memoria, Verdad y Justicia. La sobreviviente Mabel Amelia García y los sobrevivientes Rubén Schell, Walter Docters, Horacio Monzón, Hugo García, Oscar Herrera y Alberto Derman, fueron algunos de los participantes de la jornada que comenzó con la lectura de una carta de Néstor Busso, otro sobreviviente.  “A mí me costaba mucho venir, fui a Banfield, también a Arana , pero acá me costaba mucho venir”, reconoció el sobreviviente Walter Docters, y destacó el trabajo que realizan desde el consejo del sitio. “La memoria no nace de sí misma, está si se la labura”.  Respecto de los juicios, calificó al poder judicial de corrupto. “No creo en la justicia salvo en la justicia popular. En ese sentido, HIJOS había tomado un buen camino: ‘i no hay justicia hay escrache’ y como creo que justicia no hay, el escrache sigue siendo válido.” Ese mismo día nos enterábamos de la muerte de uno de los represores de este juicio. El ex agente de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Miguel Ángel Ferreyro. Acusado de violaciones sistemáticas por la sobreviviente Nilda Eloy, el represor cumplió funciones en la Brigada de Lanús, donde funcionó el Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio “El Infierno”. Ferreyro gozaba del beneficio de la prisión domiciliaria y al comienzo del debate sonreía y se burlaba frente a las cámaras.  Con el fallecimiento de Ferreyro, el juicio por las Brigadas quedó con apenas 16 imputados por tres centros clandestinos; solo 2 de los acusados están en cárcel común. Por eso, Docters reivindica el escrache como herramienta de lucha en la búsqueda de justicia y se pregunta: “¿hasta cuándo vamos a aguantar?” En sus reflexiones incluye la histórica lucha de los organismos en la calle y subraya que los delitos de ayer se cometen aún hoy. “No nos dicen dónde están los restos de los compañeros que ellos asesinaron. No nos dicen a quién les dieron los chicos de nuestros compañeros. No nos dieron información”. Finalizada la conferencia de prensa, comenzó el recorrido por el centro clandestino, saliendo por el garaje para entrar por la esquina a “El chalet”. Por un paso interno volveríamos al edificio donde estábamos y terminaríamos ahí la recorrida.       “El chalet”, la escalera de madera y los recuerdos  En una jornada muy calurosa, la visita y recorrido abierto para los medios de comunicación comenzó por el denominado “Chalet”, en la esquina de las calles Garibaldi y Allison Bell, en un tranquilo barrio de clase media quilmeña. Allí funcionó durante la dictadura la

Declaran Ana María Caracoche, Ana Laura Mercader y Fabián Muñoz.

Mañana a las 10 se realizará una conferencia de prensa frente la casa de Gobierno de Jujuy para denunciar un escandaloso caso de espionaje ilegal dentro de Radio Pueblo, un medio comunitario perteneciente a la Red Nacional de Medios Alternativos. El agente Ezequiel Rosales participó del medio y de los espacios políticos que integra por 3 años. Fue descubierto por un vecino que alertó a la radio. Además, otres integrantes recibieron amedrentamientos, infiltraciones durante marchas y hasta una causa penal armada sin ningún sustento probatorio. Esta noticia, junto a todo el marco persecutorio, constituyen una verdadera violación de las libertades democráticas por parte del Gobierno de Gerardo Morales. (Por RNMA) En las asambleas de Radio Pueblo desde hace varias semanas no se habla de otra cosa: cómo encarar la causa penal que pesa sobre dos compañeras del espacio. Las dos mujeres de la biblioteca “Niñxs pajaros” que funciona junto al medio comunitario en Alto Comedero fueron imputadas por “amenazas” al gobernador Gerardo Morales y pueden ser condenadas hasta 3 años a prisión. En una de estás reuniones, un vecino golpea la puerta, aparta a un integrante y le dice que una de las personas que está ahí, sentada entre elles, miembro de la radio hace tres años, es policía. Carlos lo mira y recuerda las notas que Ezequiel le hizo a tantas organizaciones sociales. Se acuerda de todas las veces que fue como miembro de la radio a reuniones políticas y se da cuenta de que él tenía un mensaje de Whatsapp pidiendo información sobre sus compañeras que luego serían acusadas por “amenazas” al gobernador. Así se iniciaba la investigación que confirmará que Ezequiel Rodrigo Rosales era un policía de la brigada que operaba desde hace 3 años en la radio. Mañana, martes 14 de diciembre, a las 10 frente la casa de Gobierno, se realizará la conferencia de prensa para denunciar la red de espionaje que la policía del gobernador Gerardo Morales armó alrededor de las organizaciones sociales y políticas. En la provincia, el pasado viernes 10 de diciembre les integrantes de Radio Pueblo y la biblioteca Niñxs Pájaros, presentaron ante la Unidad Fiscal Federal de Jujuy, una denuncia por espionaje ilegal contra Ezequiel Rodrigo Rosales. El agente fue designado (con retroactividad a junio del 2015) según boletín oficial Nº 18 del día 11 de Febrero de 2019 como miembro de planta de personal permanente de la U de O 2A Policía de la Provincia, dependiente de la Jurisdicción “Y” Ministerio de Seguridad. Los métodos de espionaje Rosales ingresó a la radio a mediados del 2018 a partir de una convocatoria que saca el medio para invitar a los talleres de comunicación popular que da desde sus inicios. “De a poco y en el transcurso del tiempo fue ganándose la confianza de los que serían en un futuro sus compañeros de equipo en el Colectivo Radio Pueblo, era un poco tímido pero al final logró vencer eso y darse con el grupo” dice uno de los integrantes del medio. Debido a su interés en la comunicación, por sus capacidades y la confianza que se había generado, decidieron sumarlo y para eso le solicitaron sus datos personales para realizar el carnet de prensa. Más adelante se darían cuenta de que el número de DNI pertenecía a otra persona. La radio y la biblioteca forman parte del la organización social ATD. Rosales tuvo acceso a otros espacios orgánicos dentro de la organización, hasta llegar a formar parte de reuniones más internas como asambleas y espacios de toma de decisiones junto a referentes. Rosales demostraba mucho compromiso e interés en las luchas sociales y siempre tomaba nota en su cuaderno. Participó de talleres políticos donde se abordan discusiones, análisis de situación y hasta la estructura orgánica con modos de organización que hacen al ejercicio democrático de derechos en el campo popular. A principios de noviembre de este año, un vecino del barrio donde se encuentra la biblioteca se acercó a la radio y les comentó que Rosales era miembro de la división de inteligencia de la policía de Jujuy. Rápidamente, les integrantes de la radio realizaron averiguaciones preguntando dentro de la policía, consultando con otres vecines, hasta que encontraron el boletín oficial donde se encuentra su designación. Jujuy, provincia represiva La Coordinadora Contra la Represión y la Criminalización del la Protesta en Jujuy realizó un informe que se presentó en conferencia de prensa a principios del 2021, donde se enumeran y describen los casos de violencia institucional desde el 2016 hasta la fecha. En total son 42 hechos registrados que van desde represión a detenciones, labrado de actas por contravenciones, amenazas de funcionarios públicos, entre otras. El foco de las acciones represivas están dirigidas a organizaciones sociales y políticas pero también lo sufren las organizaciones de trabajadores y familias sin techo. No es casual que el inicio de este despliegue represivo se de con la detención de Milagro Sala en un operativo dirigido personalmente por el Ministro de Seguridad Ekel Meyer. La red de espionaje y la persecución a las organizaciones populares El 18 de Junio de 2021 previo a las elecciones en la provincia, el AJI 20 realizó una llamativa intervención artística con caras y caretas de algunos políticos conocidos en Jujuy. En los días anteriores curiosamente Rosales había dicho de participar y hacer la cobertura como radio, pero esto nunca sucedió. Sí, consultó sobre la actividad, a lo cual un compañero le reenvía una información organizativa, en ese mensaje puntualmente sale un solo nombre completo. Un día después de las elecciones legislativas de Junio, llegaron notificaciones a dos educadoras comunitarias de la Biblioteca Niños Pájaros, que a su vez habían sido candidatas por la lista 251 en el partido MCP-AJI20. Se ven muy sorprendidas cuando descubren que les habían abierto una causa penal acusándolas de una situación donde no tuvieron nada que ver. Una de ellas era la que tenía el nombre completo en ese mensaje de Whatsapp. Como si todo esto fuera poco, durante una conferencia de prensa realizada

El jueves se realizó  una nueva Marcha de la Resistencia de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Fue la número 41. Hubo una mesa sobre los juicios, y muchas otras luchas reflejadas en la propia voz de quienes acompañaron a las Madres. La Retaguardia participó de la radio abierta con transmisión en vivo junto a FM La Tribu, Canal Abierto, La Colectiva Radio y Radio Sur. Te mostramos algunos de los momentos más destacados en este fotoinforme. (Por La Retaguardia) 📷 Fotos: Nicolás Rosales/La Retaguardia

El fotógrafo Pablo Piovano expondrá en Mar del Plata las imágenes que capturó durante varios años en Vaca Muerta, Neuquén. Será el 10 de diciembre en el Espacio de Memoria y Promoción de los Derechos Humanos “El Faro”, y también habrá una charla de la que participarán representantes de la Confederación Mapuche de Neuquén y del Observatorio Petrolero Sur. Piovano pasó por el programa radial La Retaguardia y profundizó acerca de la muestra “Fracking en Vaca Muerta”.  (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero ✍️ Redacción: Julián Bouvier 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Fotos: Pablo Piovano Pablo Piovano, fotógrafo, recorrió por más de cuatro años el megaproyecto hidrocarburífero Vaca Muerta, en Neuquén, que abarca unos 30 mil kilómetros cuadrados. A partir de estas visitas, de hablar con la gente de la zona y con las comunidades mapuche que están en el territorio, Piovano hizo un registro fotográfico que expondrá en la muestra “Fracking en Vaca Muerta”. Tendrá lugar en el Espacio de Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos “el Faro” de Mar del Plata, el viernes 10 de diciembre. “El trabajo tiene como eje ver cuál es el impacto de las grandes corporaciones en las comunidades. En este caso, sobre el fracking, donde nos encontramos en una situación muy alarmante en términos medioambientales. Una crisis enorme socioecológica, donde resulta urgente la necesidad de modificar los vínculos con la naturaleza. La explotación que se da en el fracking es drástica y afecta una cantidad enorme de kilómetros cuadrados. Una formación sedimentaria, en la meseta de Neuquén, donde ya existe un estrés hídrico, una profunda crisis sobre el agua. Y el daño se extiende, no sabemos hasta dónde. Pero sí sabemos que hay una gran cantidad de sismos en Sauzal Bonito, un pueblo donde viven 200 familias, pero donde ya se han perforado 80 pozos. Donde se han declarado 300 sismos en cinco años. La situación es realmente grave. Aunque se hable de una salvación económica, no puedo dejar de observar lo que está pasando dentro de las comunidades, y sobre todo lo que pasa con la tierra, con el agua. Cada vez que salgo a hacer un trabajo tengo la necesidad de escuchar las manifestaciones de estos seres sagrados, dadores de vida, que hay que cuidarlos y tener una relación verdadera. Recuperar la memoria de esa relación, simplemente para la continuidad de la vida”, comenzó a contar el fotógrafo. Además, remarcó la difícil situación laboral de quienes tienen que trabajar en estas explotaciones y los cambios que sufre el pueblo con el paso de los años. “Suele haber una exigencia laboral muy alta. A veces trabajan 14 días de corrido, muchas horas, y se producen a cada rato episodios de contaminación, incluso de muertes obreras. En un año se han registrado 8 muertes obreras. Y ni hablar de lo que significa instalar esto en un pueblo pequeño —Añelo, en el corazón de Vaca Muerta—, con una idiosincrasia muy distinta a la que se está gestando por la llegada de las grandes empresas. De repente se empiezan a construir cantidad de casas, empieza a recorrer una energía que no había. Se instala un casino, empieza la prostitución, se complejiza todo el sistema social. Pasó de haber 2.500 personas a 8 mil en muy pocos años. Por eso creo que es importante tomarse el trabajo de observar la implicancia de estos modelos desde diferentes puntos de vista. Yo estoy yendo ya hace tres o cuatro años, en el marco de un proyecto más amplio, pero siempre que llego a Añelo, a Vaca Muerta, es una sensación como de desolación. Se te seca la piel de manera directa, un poco por el clima, pero también por el daño que se le está haciendo al lugar. Imaginémonos que se fractura la tierra en una cantidad enorme de metros y se le extraen sus recursos de manera muy violenta. Se fractura con químicos. Se utiliza una cantidad enorme de agua, entre 70 y 90 millones de litros por pozo. Es complejo y muy dramático en términos ecológicos”, dijo. —En estos años que estuviste recorriendo Vaca Muerta, ¿con qué tipo de historias te encontraste? —Sobre todo he estado trabajando con el pueblo mapuche. Ahí en los alrededores hay cerca de 20 comunidades, donde se instalaron estas empresas. Para ellos es muy complicado porque van siendo desplazados. Se contamina el agua. Y están todo el tiempo en un proceso de negociación. Porque tampoco existe la fuerza para oponerse a semejante invasión. Creo que es una continuidad de la Campaña del Desierto, pero esta vez en términos ambientales, aunque siguen involucrados los pueblos originarios. No deja de ser un avasallamiento a su tierra, a su espacio, a sus vidas. Entonces están en constante tensión con el poder judicial, porque los echan. Hay juicios de usurpación, que algunos como el de Campo Maripe fueron ganados. Porque la comunidad, en el derecho común de los pueblos originarios, dos meses después del comienzo del juicio lograron revertir la situación de la que los acusaban. Pero esto demuestra el poder de operación judicial y política, otra vez sobre la debilidad de los pueblos. Yo vengo trabajando sobre el espacio de las comunidades. Es difícil entrar a las empresas. Alguna vez pude entrar, haciendo trabajos para Holanda. Entré a Shell y a YPF. Son paseos que te hacen como si fueras de jardín de infantes, donde te muestran muy poco de lo que sucede. Es muy escaso el registro que se puede hacer, y es casi imposible incluso hacer fotos desde la ruta. Cuando queremos levantar un dron, a los cinco minutos caen servicios de seguridad privados diciéndonos que no podemos documentar esos espacios. Que son públicos. Y con amenazas de que si no frenábamos nuestro trabajo nos iban a mandar a la comisaría. Tienen mucho poder. Entonces es muy difícil trabajar en la zona, porque las empresas se convierten en los gobernantes de ese territorio. Y constantemente están negociando y haciendo entrar a las comunidades en negociaciones también. La exposición “Fracking

Serán las indagatorias de los imputados Rubén Osmar Andrade, Luis Alberto Brun, Gustavo Delfor González Sass, Horacio Linari, Emilio Pedro Morello, Martín Eduardo Sánchez Zinny, acusados por crímenes de lesa humanidad contra 37 personas, en general integrantes del PRT-ERP, la Juventud Guevarista y el Partido Socialista de los Trabajadores  (PST). Los casos ocurrieron entre mayo y julio de 1976 en la zona oeste del Gran Buenos Aires y Luján. Entre los operativos se encuentra el que se realizó contra la imprenta más grande en la que el PRT-ERP imprimía el periódico El Combatiente.

Declaran los exconscriptos Héctor Torlaschi, Andrés Marcinkevicius, Néstor Di Giácomo y Luis Héctor Mondone.

Familiares y sobrevivientes de Cromañón continúan luchando ante el incumplimiento de la ley de reparación integral por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Fabiana Puebla, sobreviviente y familiar, dialogó con el programa Hasta que vuelvan los abrazos, de La Retaguardia y Radio Sur. Allí dio detalles de los reclamos en relación a que la totalidad de los y las sobrevivientes puedan recibir un subsidio económico. También piden que se cumpla con la asistencia psicológica y de medicamentos. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Nicolás Rosales ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Fotos: Camila Pierre La ley 1.975 de reparación integral vuelve a vencer en  diciembre. Cada tres años, familiares sobrevivientes de la tragedia de Cromañón vuelven a revivir y resignificar el horror en cada pedido. Diferentes organizaciones se han nucleado en la lucha para exigir al Gobierno de la Ciudad lo que les corresponde para continuar viviendo dignamente. Con una salud plena. El objetivo es conseguir una ley de reparación definitiva y abarcativa. Dentro de la Legislatura la mayoría de los bloques políticos acompaña, menos el de Juntos por el Cambio. “Lo que el Gobierno cumple parcialmente es con la asistencia económica. Sin embargo, el tema de la salud física y mental deja mucho que hablar. Es muy difícil conseguir un medicamento, o un psicólogo o psiquiatra de parte del Estado. Para nosotros, ahora que estamos en diciembre y que se nos acerca una fecha de aniversario, es un golpe muy bajo”, comenzó explicando la sobreviviente Fabiana Puebla, quien perdió a su pareja José Cantale el 30 de diciembre de 2004 en Cromañón.  “El padrón por los subsidios actualmente tiene 1.800 beneficiarios donde se encuentran padres y madres sobrevivientes. Quedaron afuera aproximadamente 4.500, que viven por fuera de la Ciudad de Buenos Aires. El mismo Gobierno lo reconoce en los carteles que rinden homenaje en la estación de subte de Once, lo dice: ‘Un sobreviviente puede estar viajando con vos’, explicó. Un dolor difícil de soportar Fabiana destacó la memoria activa para que no vuelva a pasar otra tragedia: “Hay que tener memoria para que principalmente no vuelva a ocurrir otro Cromañón. Lo nuestro fue una masacre. Queremos que la juventud vuelva salir y que toda aquella persona que sale pueda volver a su casa. Porque después de Cromañón vino la tragedia de Once (el accidente de en la estación de tren del Ferrocarril Sarmiento). Tenemos que estar cuidándonos mucho tiempo, pero sobre todo la juventud, que es la que pierde siempre, con lo que pasa hoy con los casos de gatillo fácil, como lo que pasó con Lucas (González). La memoria tiene que mantenerse activa. No hay que olvidarse, porque murieron más de 200 pibes”. Cromañón no sólo dejó personas fallecidas aquella noche, sino también familiares y sobrevivientes que se quitaron la vida. “Otros tuvieron secuelas, fallecieron. Los padres y madres que también se fueron al no soportar el dolor. En su mayoría, murieron de cáncer. Todo esto es comparable al haber sobrevivido a una guerra. Me lo dijo mi psicóloga”, contó. La lucha para que Cromañón sea un sitio de memoria Puebla pertenece al “Movimiento Cromañón”. Desde allí presentaron tres proyectos: uno de expropiación, otro de patrimonialización y por último el de protección de murales. Este último fue aprobado por la Legislatura porteña. “Estamos a la espera de que se aprueben los otros, porque queremos que ese lugar sea un espacio para la memoria. Repudiamos el accionar del TOF (Tribunal Oral Federal) 24 al entregarle el lugar a Rafael Levy (antiguo dueño) y este deshacerse de las pertenencias de nuestros pibes que hoy ya no están. Lo último que supimos es que estaban trabajando en el lugar, así descubrimos que las pertenencias habían sido tiradas en tres contenedores. Nosotros estuvimos esperando muchos años por esas cosas, porque cada uno tenía algo ahí adentro. En mi caso, cosas que dejó mi compañero, y que las quería tener conmigo, conservarlas. También pintaron las paredes, y además una familia viviendo, cuidando el lugar. Creemos y tememos que Levy en algún momento quiera reabrir algunos de sus tantos turbios negocios”, dijo la sobreviviente. La causa El único que sigue detenido hasta el momento es el exbaterista de Callejeros, Eduardo Vásquez, y no por Cromañón, sino por el femicidio de su pareja Wanda Taddei. El empresario Omar Chabán murió en la cárcel. “El resto de los responsables están todos en libertad. Creo que el mayor responsable político fue Aníbal Ibarra (jefe de Gobierno porteño en ese momento), y el primero que tendría que haber estado preso. Pero la justicia lo dejó de lado. Esto es una cadena de responsabilidades, y el principal eslabón era él”, remarcó.  Por último, Puebla dijo: “No termino de encontrar una paz absoluta. De hecho yo me enfermé de cáncer y estoy viva de milagro. Es difícil. Vivo y sigo aprendiendo a vivir el día a día con el dolor que me toca. Con las secuelas de aquella noche, con el estrés post traumático y con la pérdida de mi ser amado, José Cantale. Lo que me da algo de tranquilidad es salir a luchar y seguir haciendo cosas para mantener viva la memoria y evitar que esto se olvide”.