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Antonio Brailovsky; el por qué de las inundaciones y las posibles salidas

Por LR oficial en Uncategorized

foto: ambiente.blogs.unc.edu.ar

(Por La Retaguardia) Ha pasado poco más de una semana del temporal que provocó gravísimas inundaciones en la Ciudad de Buenos Aires, distintas zonas del conurbano bonaerense y, principalmente, en La Plata. La emergencia continúa, muchos habitantes de la capital provincial perdieron todo y aún no pueden retornar a sus hogares; además, fuertes lluvias se registraron en las últimas horas en Santa Fe y Entre Ríos. Es momento entonces de pensar y analizar las causas de esta situación y sus posibles soluciones. Para ello hablamos con Antonio Elio Brailovsky; licenciado en Economía Política, ecologista, docente, periodista, quien se refirió a la necesidad de efectuar cambios estructurales vinculados al diseño de las ciudades y al modelo socioeconómico del país, planteando por ejemplo alternativas de diversificación de cultivos.

Para Antonio Brailovsky una de las principales causas que ha generado las reiteradas inundaciones en Buenos Aires y La Plata es la acumulación de personas en las grandes ciudades: “tenemos un modelo de país que expulsa gente de todas partes, esa gente va a Buenos Aires. El modelo sojero por ejemplo está despoblando el campo argentino, porque lo que antes se hacía con un montón de personas en los establecimientos de campo, que alternaban agricultura con ganadería, ahora el campo se entrega a una compañía que se ocupa de los grandes pooles de siembra, echan a todos menos a un sereno, todo el mundo desocupado, y la gente no encuentra trabajo en los pueblitos. Acabo de recorrer la provincia de Buenos Aires y está llena de pueblos muertos, vacíos. Recorrés cuadras enteras y no hay nada, nadie ¿Adónde va esa gente? A Buenos Aires. Y la única respuesta a eso es amontonarlos, hacinarlos en las villas a los que tienen poca plata, y en la altura a los que tienen un poco más”, explicó el licenciado en Economía Política en el marco de un programa especial realizado por Otras Voces Otras Propuestas y La Retaguardia.

En este sentido, Brailovsky profundizó su reflexión con un ejemplo histórico: “cuando termina la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de Francia llama a un grupo de urbanistas para hacer el plan de París, y los tipos contestaron que lo que había que hacer era el plan urbano de Francia. Allí le dieron un enorme peso a retener a la población con fuentes de trabajo en sus lugares de origen, que hubiera trabajo en las provincias, en las ciudades grandes, pequeñas y medianas del interior de Francia, que la gente no tuviera motivos para llenar París, para hacinarse allí. Durante varias décadas realmente detuvieron esa migración hacia la capital, simplemente porque la gente quería permanecer en su lugar de origen”.
Otro elemento que aporta su granito de arena perverso a la actual realidad porteña y bonaerense es el negocio inmobiliario. Para Brailovsky se ha descubierto que ahora es negocio no sólo inundar a los sectores pobres sino también a los ricos: “por eso es que pusieron gente de alto poder adquisitivo en las zonas inundables de Belgrano, Núñez y en los countries de Pilar. Casi todos los countries de Pilar se inundan. A los ricos se les venden por fortunas terrenos que valen basura. La mayor parte de los countries de Pilar está en sitios que habría que haberlos usado para sembrar arroz o algo así”, explicó.
Cuando fue consultado sobre cómo se puede salir en forma gradual de este modelo sojero y comenzar a descomprimir las grandes ciudades, Brailovsky dio cuenta de sus dudas acerca de si esto es posible, pero manifestó que aunque sea como primer paso se tienen que ir planteando alternativas de diversificación de cultivos: “el país está entrampado por una cosa que le pasó al tercer mundo durante todo el siglo XX -reflexionó-, y es que cada vez que los grandes capitales querían promocionar un cultivo subían el precio del algodón, de la soja ahora, antes del trigo, del azúcar, subían el precio de compra y los sitios de producción se llenaban de nuevos ricos, como los nuevos ricos sojeros ahora o la oligarquía de la azúcar en Cuba o del café en Brasil, y después el precio caía; una vez que estaban los cultivos asentados, el precio caía brutalmente pero ya tenían el proveedor asegurado. De modo que el modelo sojero va a hacer crisis cuando los chinos y otros clientes bajen el precio de un día para otro, porque además es lo que ha pasado durante todo el siglo XX con las llamadas commodities, y siempre han caído porque siempre ha habido nuevos ricos deslumbrados”.
En este sentido, el ecologista manifestó que lo que se necesita es una reactivación económica que dure, pero que no se destruya en la primera tormenta: “uno suma los daños de esta reactivación económica, cuánto nos cuesta este desastre, y uno dice para qué quiero plata que se destruya al día siguiente. Lo que pasa es que el cálculo del producto bruto y todas estas cosas no tienen en cuenta la destrucción, sino solamente el dinero que ganan, porque en definitiva los que se benefician y los que se perjudican son personas distintas”.
Cuando escuchamos a Antonio Brailovsky sucede como con otros pensadores, estudiosos sobre distintos temas: nos preguntamos si es posible que sus reflexiones y propuestas sean tenidas en cuenta o puestas en práctica por quienes tienen el ejercicio del poder para cambiar la realidad. Al respecto, el propio Brailovsky afirmó que ha mantenido conversaciones más o menos informales, que ha recibido consultas sobre temas puntuales, pero nunca en una forma sistemática como para incidir en políticas públicas: “una charla amable obviamente sí, he tenido; pero siempre hay un obstáculo armado más allá de la buena onda del funcionario que me diga que le interesan estos puntos de vista”.
Funcionarios que ni se imaginan la posibilidad de vivir la desesperación que pasaron más de 350 mil personas que vieron cómo el agua les llevaba, rápidamente, lo poco que tenían.