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ESMA VI


El expolicía de la Federal, Mario Alfredo Sandoval, fue condenado a 15 años de prisión por crímenes de lesa humanidad. El juicio tuvo como única víctima a Hernán Abriata, estudiante de arquitectura y militante de Juventud Universitaria Peronista, secuestrado en octubre de 1976 y visto por última vez en la ESMA. Sandoval había sido extraditado de Francia en 2019 después de una lucha de 8 años por parte de la familia de Abriata y sobrevivientes del genocidio. Redacción: Paulo GiacobbeEdición: Fernando Tebele/Pedro Ramírez OteroFotos: Captura Transmisión La Retaguardia/La Colectiva El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 5 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, compuesto por los jueces Fernando Canero, Daniel Obligado y Adriana Palliotti, condenó a la pena de 15 años de prisión por crímenes de lesa humanidad al expolicía de la Federal, Mario Alfredo Sandoval. El juicio tuvo como única víctima al estudiante de arquitectura y militante de Juventud Universitaria Peronista, Hernán Abriata, secuestrado de su domicilio en octubre de 1976 y visto por última vez en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). El fiscal Leonardo Filippini y la auxiliar fiscal Marcela Obetko habían pedido para Sandoval la pena de 20 años de prisión, al igual que la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación; la querella Walsh-Lordkipanidse-AEDD había solicitado prisión perpetua por el delito de genocidio, como es costumbre; en tanto el CELS junto a Kaos pidieron 21 años. El 23 de febrero de 2023 a las 17 horas se conocerán los fundamentos. Luego de un extenso proceso, Sandoval fue extraditado desde Francia en 2019 y alojado en la Unidad N° 34 del Servicio Penitenciario Federal de Campo de Mayo, donde cumplirá su condena. Los testimonios del juicio se podrán ver en el canal de YouTube de La Retaguardia y en este portal en los próximos días, ya que el TOF negó la posibilidad de que fueran vista en vivoNo hay genocidas Por la mañana, el expolicía tuvo la oportunidad de decir sus últimas palabras. En los casi 20 minutos que duró su oratoria se dedicó a victimizarse y atacar al Ministerio Publico Fiscal. Se dijo inocente, que no estuvo en el domicilio de Hernán Abriata cuando fue secuestrado: “No soy ni el comisario Sandoval ni el inspector Sandoval que fue al domicilio de la familia Abriata y luego del señor Abriata, no soy el que detuvo a esas personas”. Su declaración de inocencia vino acompañada de la negativa a la existencia de un pacto de silencio. Se declaró ajeno a los hechos y por tal motivo dijo que nada podía aportar. “¿Cómo puedo guardar algo que no sé?”, preguntó. La negativa de la existencia de un pacto de silencio vino acompañada del desconocimiento de los hechos como crímenes de lesa humanidad y, desde ahí, negó el genocidio del que formó parte. “En la Argentina no se vivió un genocidio, no hay genocidas”, dijo. Durante la lectura del veredicto, los jueces (por mayoría) van a coincidir con Sandoval: no fueron delitos de genocidio. En este punto hubo un voto en disidencia, probablemente el del juez Daniel Obligado, quien ya en otras ocasiones había votado a favor del pedido para que se comprendieran los hechos ocurridos en la ESMA como punibles por el delito internacional de genocidio. Una característica de Sandoval durante el debate fue el uso de barbijo tapándole parte del rostro. El condenado sostuvo que no era por temor a ser identificado por otras víctimas, sino por razones sanitarias. Le dedicó también unos minutos a ese tema y justificó: “En la unidad lo utilizo en forma permanente”. Un gran impulso de Memoria, Verdad y Justicia La pequeña sala de usos múltiples (SUM) donde se conoció el veredicto estaba repleta de brazos en alto con carteles con el rostro de Hernán Abriata en blanco y negro. Cuando el presidente del Tribunal leyó “el juicio ha concluido”, se completó un ciclo de 46 años de lucha por justicia. Para ese momento Sandoval abandonaba el cuarto acustizado del Servicio Penitenciario donde estaba escuchando la audiencia. Se levantó, abrió la puerta a sus espaldas y volvió a su celda.

Finaliza el juicio ESMA VI. Primero será el turno de las últimas palabras del imputado Sandoval, y luego de un cuarto intermedio, el TOF N°5 leerá el veredicto. Mario Alfredo Sandoval, quien fue extraditado desde Francia para ser juzgado por el secuestro, torturas y desaparición de Hernán Abriata.

Alegato de la defensa del único imputado en la causa: Mario Alfredo Sandoval, quien fue extraditado desde Francia para ser juzgado por el secuestro, torturas y desaparición de Hernán Abriata.

Alegatos de las querellas: Walsh/Lordkipanidse/AEDD, CELS/KAOS y Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.. Sandoval fue extraditado desde Francia para ser juzgado por el secuestro, torturas y desaparición de Hernán Abriata.

Comienzan los alegatos. En primer término lo hará el Fiscal General Leonardo Filippini, junto a la Auxiliar Fiscal Marcela Obetko.

Posible ampliación de indagatoria del único imputado, Mario Sandoval, y comienzo de los alegatos de las partes acusadoras. Sandoval fue extraditado desde Francia para ser juzgado por el secuestro, torturas y desaparición de Hernán Abriata.

El sobreviviente e integrante del Encuentro Militante Cachito Fukman declaró la semana pasada en el juicio ESMA VI, que tiene como único imputado a Mario Alfredo Sandoval, extraditado desde Francia en 2019 por el caso de Hernán Abriata. El relato de Loza incluyó el cautiverio compartido con Hernán, el pedido de investigación de una quinta en Don Torcuato a la que llevaban a personas secuestradas  y que La Retaguardia investigó. El testigo también habló sobre la amenaza que recibió durante la indagatoria del acusado. Redacción: Diego AdurEdición: Fernando TebeleFoto y video: Diego Adur / La Retaguardia Los aplausos ensordecen la sala entera. El presidente del Tribunal dice algo, pero no se escucha. Es que acaba de terminar el testimonio de Carlos Loza en el juicio que investiga la responsabilidad de Mario Alfredo Sandoval en el secuestro y la desaparición de Hernán Abriata. No era la primera vez que declara Loza, pero sí es una oportunidad muy especial. Carlos pasó parte de su cautiverio con la víctima de este sexto tramo de la Megacausa ESMA. Hernán Abriata fue quien les dio esperanzas de supervivencia tanto a Carlos como a sus compañeros detenidos en el altillo de la ESMA. “La noche que nos subieron, Hernán nos dijo: ‘Yo soy un preso como ustedes y ustedes van a salir en libertad porque tienen capucha blanca’. Efectivamente nosotros teníamos capucha gris y cuando nos subieron nos pusieron una capucha blanca que con un fibrón le habían escrito ‘posible franco’. Eso era lo único que teníamos. La única certeza que teníamos era lo que nos había dicho Hernán. Él preguntaba qué iba a pasar con nosotros en cada interrogatorio al que lo sometían y solidariamente nos volvió a confirmar que a nosotros nos iban a largar”, contó Carlos en la Sala SUM de Comodoro Py. Loza relató las torturas y las pésimas condiciones de vida que padecieron durante su cautiverio. También mencionó a otros y otras compañeras que estaban en ese mismo lugar del horror. “He sido privado de la libertad con otros 3 compañeros: Héctor Guelfi, Roberto Picheni y Oscar Repossi, el día 16 de diciembre de 1976. Fuimos trasladados a la Comisaría 30 y luego a la Escuela de Mecánica de la Armada, donde sufrimos tormentos. Estuvimos encapuchados, con grilletes y con esposas, incapacitados de movernos ni ver nada. Estuvimos hasta el 6 de enero del ’77, cuando nos soltaron. En ese momento había otras personas que dejaron de estar ahí antes de que nos liberaran. Cuando nos suben al altillo, estaban ahí Hernán Abriata; Claudio Adur y Bibiana Martini -que eran pareja-; y unos días después estuvo Jorge Mendé, que fue asesinado a golpes el 28 de diciembre, al lado nuestro. La alimentación en ese lugar consistía en un mate cocido con un pan. Al mediodía, un pedazo de carne muy dura con un pan. Llegamos a bajar en 3 semanas de 7 a 10 kilos. Las necesidades las hacíamos en un balde que se iba pasando. No nos daban agua. Es terrible el desequilibrio que produce la sed. Nos orinábamos encima. Éramos reducidos a la nada”, narró con crudeza el testigo. La quinta de Don Torcuato Audiencias atrás fuimos escuchando de qué manera Sandoval visitó la casa familiar de Abriata, primero, y el departamento donde Hernán vivía junto a su esposa Mónica Dittmar, después. En ambos sitios se presentó con su credencial de Subinspector de la Superintendencia Federal. Una vez secuestrado, Abriata fue llevado a una casa quinta operativa de la Marina que sería la que queda en General Ricchieri 1325, Don Torcuato, Provincia de Buenos Aires. Luego sí fue trasladado a la ESMA: “Hernán nos contó que había estado en una quinta junto al matrimonio que tenía a su lado, donde había guardias que los controlaban. En la quinta había una pileta y ellos se hacían de comer. Una de las quintas de esa época estaba ubicada en la calle Camacuá y Ricchieri, en Don Torcuato. La primera referencia a esta quinta la hace el padre Orlando Yorio, que fue secuestrado en mayo del ’76. En su testimonio en el juicio a las juntas, Yorio declara esa dirección. Nunca se investigó ese lugar. Sí hubo una investigación periodística que realizó La Retaguardia. Aún no se ha hecho una inspección. Es un lugar muy importante donde han pasado compañeras y compañeros que algunos son sobrevivientes y algunos no”, dijo Loza y exigió que la Justicia haga algo al respecto. Tal cual dijo el testigo, La Retaguardia investigó e individualizó la casa operativa, siempre con el irremplazable aporte de sobrevivientes. Luego de aquella publicación, Alejandra Éboli, la exhija del represor Miguel Ángel Rodríguez, recordó que su progenitor llevaba a la familia a esa casa a pasar fines de semana mientras allí había personas secuestradas.  Carlos le pidió al Tribunal que tome medidas frente a la amenaza que recibió del imputado cuando en su declaración indagatoria al comienzo de este juicio lo señaló como la persona que había hecho todo para su extradición: “Quiero referirme a lo que yo considero que es una grave amenaza que ha hecho el imputado en su ampliación de indagatoria señalándome como que hice lo posible para que a él lo extraditaran. No debo entenderlo de otra manera que como una amenaza. Solicito al Tribunal que tome las medidas necesarias para que ninguno de los testigos padezcamos alguna agresión o atenten contra nosotros. Que se controlen las comunicaciones del imputado. Nuestro país tiene ejemplos de que han pasado cosas así y no quisiéramos que esto quede sin denunciarse en este lugar”. Carlos habló de manera firme y sin prisa. Tiene la verdad de su lado y la necesidad de hacerla pública. Dio cuenta del compromiso asumido por quienes quedaban vivos. La responsabilidad de visitar a familias y dar los nombres de las personas que estuvieron junto a ellos: “Hernán está todos los días de mi vida presente. Siempre tuvimos el compromiso de contar. El que salía contaba. Asumimos esa responsabilidad. Ese compromiso contraído en un campo de

Continúa la indagatoria de Mario Alfredo Sandoval, único imputado del juicio por el secuestro y desaparición de Hernán Abriata.

El genocida se victimizó y se mostró desafiante frente al juez Canero. Además, responsabilizó al sobreviviente Carlos Loza por su extradición; Loza lo tomó como una amenaza. Todo esto, escondido detrás de un gran barbijo blanco y guantes negros. La Retaguardia transmitirá el miércoles el cierre de su indagatoria. Hasta el momento, no podríamos difundir por TV las testimoniales. Las querellas repitieron esta semana el pedido para que el TOF revierta la medida. Redacción y cobertura en juicio: Diego AdurEdición: Fernando TebeleFoto: Captura de transmisiòn en vivo de La Retaguardia El comienzo del juicio estaba pactado para las 9:30 del miércoles 14 de septiembre, pero casi una hora y media después dio inicio la audiencia. La sala ya estaba repleta de familiares de Abriata, compañeros y compañeras, estudiantes y algunos medios de comunicación. La expectativa venía creciendo desde el día anterior, cuando el TOF 5 confirmó la semipresencialidad del debate: Sandoval iba a estar en Comodoro Py.  Después de problemas técnicos que impedían que el sonido de la sala llegara a las personas conectadas a través de la plataforma virtual –como el juez Obligado y la jueza Palliotti- el juez Canero, presidente del Tribunal, ordenó la lectura de cargos contra el único imputado de este sexto tramo de la Megacausa ESMA, Mario Alfredo Sandoval. La indagatoria Mario Alfredo Sandoval arribó a los tribunales de Comodoro Py una hora y quince minutos después de comenzada la audiencia. Entró a la sala con un barbijo muy bien acomodado que la cubría la mayor parte del rostro y con guantes negros. Se sentó del lado izquierdo, bien escondido detrás de sus defensores públicos y custodiado por dos agentes del Servicio Penitenciario Federal, que casualmente se interpusieron entre el imputado y las cámaras de los medios que aguardaban su llegada.  Escuchó imperturbable la lectura de cargos y el planteo de las partes, hasta que el juez le preguntó si iba a prestar declaración indagatoria. Asintió, se levantó y fue a sentarse delante del estrado. Desde allí dio comienzo a su show: Respondió las preguntas identificatorias del juez con cinismo, aclaró que no tenía ningún “apodo, sobrenombre ni alias”, dio su edad exacta -69 años y 14 días-, dudó un momento antes de decir que su estado civil era casado, dijo que su profesión era jubilado y que si bien tenía nacionalidad francesa y argentina, la argentina era por obligación, “aunque abandoné los derechos políticos de la Constitución hace más de 35 años”. Sobre sus estudios, aunque conocido que dio clases en la Universidad La Sobornna y fue asesor político de Nicolás Zarkozy, dijo simplemente que sabía leer y escribir. Ante la insistencia del juez, respondió que tenía los estudios “suficientes para saber leer y escribir”. Cuando le tocó responder sobre su estado de salud, contó que tiene “los padecimientos típicos de la edad”, que tuvo Covid 19 en dos oportunidades y que el parte médico entregado por la Unidad 34, donde se encuentra en prisión preventiva, forma parte del secreto médico. En este particular intercambio con Canero, Sandoval explicó que iba a responder preguntas de manera parcial: “después le voy a aclarar las preguntas que voy a responder”. El juez no entendía y siguió: -¿va a contestar preguntas sí o no?-. “Sí, parcialmente”, fue la respuesta que conformó finalmente al juez. Sobre el final aclararía que respondería preguntas del juez “si fueran formuladas por usted”. La amenaza a Loza A lo largo de su exposición, Sandoval hizo un repaso por lo que fue su extradición desde Francia. El pedido de la familia de Abriata fue en 2012 y recién fue otorgada en diciembre de 2019. El imputado señaló a Carlos Loza como uno de los responsables de dicha extradición: “El señor Loza hizo todo lo posible para que me extraditen”. El sobreviviente de ESMA, que compartió cautiverio con Hernán Abriata, calificó ante La Retaguardia su nombre en boca de quien formó parte del Grupo de Tareas de la ESMA como una amenaza: “Los dichos de Mario Alfredo Sandoval me causan un profundo desconcierto. Es mentira. Yo no protagonicé esa extradición sino que fue el juez Torres quien la solicitó. Nosotros pedimos publicidad y seguimos todos los trámites del proceso judicial que se estaba dando en Francia para extraditarlo. Que me haya mencionado una persona que estuvo en Coordinación Federal, en el séptimo piso de Asuntos Políticos, lo siento como una amenaza. No es cualquiera, sino una persona que está imputada. El hecho de personalizar la extradición en mi persona me pone en una vidriera que me obliga a tener que tomar recaudos y sentirme amenazado porque sabemos la manera de actuar de ellos. Lo central es que Sandoval responda dónde está el cuerpo de Hernán Abriata, no quién lo extraditó y quién se movilizó por eso”, explicó. Un simple agente del Estado Se lo veía desesperado a Sandoval, temeroso, pero a la vez provocador. Negó ser la persona que participó del secuestro de Hernán. Solo reconoció pertenecer a la Policía Federal Argentina y pidió que tengan cuidado sobre las denominaciones que hacían de él porque podía verse afectado: “Tanto ustedes como en mi caso estamos en busca de la verdad jurídica. El sustento de la sociedad es la verdad. La mentira consiste en decir falsedad con intención de engañar. La mentira constituye una violencia particular para mí, porque están mintiendo sobre mí. ¿Cómo no me voy a sentir afectado? ¿Para qué comenzar un juicio cuando todas las partes saben que no soy la persona que cometió el hecho investigado? Cada uno de los integrantes del tribunal, el fiscal (Fillipini), la familia Abriata y los ilegales querellantes saben que no soy el inspector o comisario Sandoval que vino al domicilio de la familia Abriata en 1976 y luego al del señor Hernán Abriata… No quiero que se escuchen palabras que pueden afectarme moralmente de parte del público. Yo estaba completamente en desacuerdo con que saquen fotos. Espero que en lo sucesivo eso no ocurra y que podamos llevar un juicio en tranquilidad, sin esos

Mañana, desde las 9:30, comenzará el sexto tramo de la Megacausa ESMA. El único imputado será Mario Alfredo ‘Churrasco’ Sandoval, extraditado desde Francia en 2019 por el secuestro y la desaparición de Hernán Abriata, ocurrido el 30 de octubre de 1976. Las voces de Mónica Dittmar y Carlos Loza, esposa y compañero de cautiverio de Hernán. Si bien el TOF 5 de la CABA, a cargo de la causa, no permitió que se televisen los testimonios, La Retaguardia transmitirá el inicio del juicio y la etapa de alegatos. El SiPreBA denunció la situación. Redacción: Diego AdurEdición: Fernando TebeleFoto de portada: Sandoval cuando llegó extraditado desde Francia (Reuters) Hernán Abriata era militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y estudiaba Arquitectura en la UBA. El 30 de octubre de 1976, a la madrugada, lo secuestraron del domicilio en el que vivía junto a su esposa, Mónica Dittmar. Se supo que estuvo en una quinta de la zona norte de la Provincia de Buenos Aires y luego fue llevado a la ESMA, donde permaneció detenido en el sector de Capuchita hasta los primeros días de enero del 77. Abriata permanece desaparecido. La historia de amor y compromiso de Mónica y Hernán es conmovedora, aun ante tanto horror atravesado. Dittmar, repasó los largos años de impunidad que arrastró Sandoval, y aseguró a La Retaguardia que su rol como testigo será confirmar la participación del genocida en el secuestro de Abriata: “Tantos años esperando el juicio. Primero fue esta extradición tan larga de casi 8 años. Desde 2012 comenzamos este constante derrotero por cada organismo de Derechos Humanos, embajada y cancillería. Pasó por una cantidad de procesos innumerables. Todos estos años fue alargar la tortura. Sigue siendo una tortura la desaparición forzada, esa sensación de que no termina y sigue estando presente. Y sin justicia, eso es lo doloroso. La mamá de Hernán tiene 95 años. Ha ido desmejorándose, sus recuerdos van y vienen. Y siempre su pregunta, qué hicieron con Hernán. La hermana de Hernán, Juliana, va a atestiguar. Mi hermana Claudia y yo también. Vamos a dar cuenta de que Sandoval estuvo en nuestra casa, se presentó y era él. Queremos verlo en la sala, en Comodoro Py. Estamos esperanzados en que se va a hacer justicia. Necesitamos esta reparación como para poder abrazarnos con tantos compañeros”. Durante el operativo, primero en la casa familiar de Abriata y luego en el domicilio de donde secuestraron a Hernán, Mario Alfredo Sandoval se identificó como inspector de Coordinación Federal, mostrando su carnet. Churrasco, como se lo conocía, era policía de la Superintendencia de Seguridad Federal y formaba parte del grupo de tareas de la ESMA. Gracias a ese desliz de impunidad del genocida, la familia Abriata ha podido realizar las denuncias pertinentes contra él para llevarlo a juicio. Desde marzo de 2012, familiares, compañeros y compañeras de Hernán comenzaron el periplo para lograr la extradición de Sandoval, que recién se consiguió en diciembre de 2019. Carlos Loza, del Encuentro Cachito Fukman, es sobreviviente de la ESMA y compartió cautiverio con Hernán en Capuchita. Fue Abriata quien en ese lugar de terror y miedo le dio esperanza a él y a sus compañeros cuando le aseguró que ellos iban a ser liberados porque sus capuchas eran blancas y llevaban la inscripción ‘Posible Franco’. Loza nunca olvidó ese gesto de calidez. Hoy, a horas del juicio contra el genocida Sandoval, el sobreviviente lamentó las prohibiciones que anunció el TOF 5 para este juicio: “Las expectativas que tenemos sobre el juicio a Sandoval dejan mucho que desear. Después de 46 años y más de 8 años del pedido de extradición, vamos con todas las ganas de que salga una condena a Sandoval por haber participado del hecho en el que secuestraron a Hernán Abriata. El inicio del juicio, lamentablemente, no consagra la posibilidad de que las testimoniales sean también televisadas. Nos deja mucho que desear. Lo de oral y público quedó en ayunas. Nosotros venimos hace 46 años tramitando esto. La familia, por un lado, y nosotros, que fuimos compañeros de cautiverio de Hernán. También estaban Claudio Adur, Bibiana Martini, y Jorge Mendé. Ninguno de los 4 fueron liberados y permanecen desaparecidos”. Loza espera justicia: que se condene a Sandoval y que pueda escucharlo Bety, la mamá de Hernán: “Esto me genera un desgaste personal. Esperamos que se haga justicia. Que Sandoval sea condenado. Esto es un delito continuo, aun se sigue cometiendo. Hasta que él no diga dónde está el cuerpo de Hernán -que es por el único caso que lo elevan a juicio- no va a caducar la causa. Estamos esperanzados en que también se cumplan las expectativas de Bety, la mamá de Hernán, que con 95 años está esperando la condena de este represor”, culminó. Se presume que Sandoval participó de cientos de operativos similares al secuestro y desaparición de Abriata. Una vez restablecida la democracia, el genocida huyó a Francia, donde logró esconderse e incluso hacer carrera como docente de la Universidad de La Sorbonne y como asesor del expresidente Nicolás Sarkozy. Si bien el genocida está acusado de por lo menos 600 crímenes de lesa humanidad, la extradición se otorgó solo por el caso de Hernán Abriata. El juicio, que fue pospuesto dos veces en lo que va del año, finalmente comenzará este miércoles, a partir de las 9:30 horas, en la sala SUM de los tribunales de Comodoro Py. En la audiencia inaugural se leerán los cargos contra Sandoval y se le realizará la declaración indagatoria. Seguramente habrá planteos preliminares de las partes.  El TOF 5 de CABA, está integrado  por el juez Daniel Obligado, la jueza Adriana Palliotti y el juez Fernando Canero. Representando a la Fiscalía estará Leonardo Fillippini y la auxiliar fiscal Marcela Obetko. Entre las personas citadas como testigos, además de Carlos y Mónica, estarán Claudia Dittmar y Juliana Abriata. Además, se escuchará la grabación de los testimonios de la mamá de Hernán, la madre de Plaza de Mayo Bety Cantarini de Abriata.