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Esta semana, las organizaciones piqueteras recibieron un duro golpe: la Cámara de Apelaciones ordenó 27 allanamientos e imputó a 28 integrantes de varios grupos, que el juez Sebastián Casanello había rechazado realizar en primera instancia, en una causa que investiga posibles delitos de extorsión contra beneficiarios de planes sociales. Los medios tradicionales se hicieron un festín con su modus operandi habitual: tomar un caso, mostrarlo como una generalidad y generar la estigmatización necesaria para que la persecución política se realice con importante consenso social. Entre los señalados en las operaciones mediáticas, por un llamado no del todo claro que lo menciona, está el exdiputado nacional Juan Carlos Alderete, principal referente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC). En diálogo con La Retaguardia, respondió a las acusaciones y aclaró las metodologías de financiamiento de su organización. Entrevista: Fernando Tebele / Pedro Ramírez Otero https://www.youtube.com/watch?v=BVu-xCHyUvA

Buena parte del centro porteño estuvo hoy transitado por columnas de sindicatos, partidos políticos, organizaciones sociales y “gente suelta”. Los actos del 1 de mayo suelen ser, históricamente, no muy masivos. Salvo en momentos de crisis brutales. Estamos en una, qué duda puede caber.  Por la mañana con el peronismo, luego del mediodía con la izquierda, la jornada contó con un cierre artístico de las fuerzas de seguridad, que invitaban a irse a quienes se estaban yendo. Al menos esta vez fue sin personas heridas o detenidas, y con la convicción fuerte de que es en las calles donde el pueblo manda, y puede marchar con los dirigentes a la cabeza, o con la cabeza de los dirigentes. Fotos de Natalia Bernades Fotos de Antú Divito Trejo        View this post on Instagram              A post shared by La Retaguardia (@laretaguardia)        View this post on Instagram              A post shared by La Retaguardia (@laretaguardia)        View this post on Instagram              A post shared by La Retaguardia (@laretaguardia)        View this post on Instagram              A post shared by La Retaguardia (@laretaguardia)

Lo dijo María Eva Gorojovsky, una de las personas despedidas de la Secretaría de Cultura de la Nación. En su paso por el programa radial Estás muteadx, contó la situación que están viviendo los trabajadores y trabajadoras estatales y la pelea que vienen dando frente a los recortes del Gobierno nacional. Entrevista:  Pedro Ramírez Otero / Julián BouvierRedacción: Julián BouvierEdición: Valentina MaccaroneFoto: Archivo Natalia Bernades / La Retaguardia     María Eva Gorojovsky trabajaba en la Secretaría de Cultura de la Nación, hasta el viernes 5 de abril, cuando se enteró que ya no formaría parte de ese equipo. Su caso se suma a una larga lista de personas que fueron despedidas de sus puestos en el Estado desde que Javier Milei asumió la presidencia de la Nación.  La trabajadora era parte del Sistema de Información Cultural de la Argentina (SINCA). En sus palabras, “una especie de INDEC de la cultura nacional”, un organismo público que ofrece información sobre el comercio, producción y divulgación cultural del país.  “Los despidos en Cultura están siendo a través de un mail, que yo nunca recibí. Es una manera muy irregular, porque además esos mails no los firma nadie. En el caso particular de la Secretaría de Cultura, que funciona físicamente dentro del Centro Cultural Kirchner (CCK), vivimos una situación muy violenta. El miércoles 3 de abril, bajamos al hall para hacer una asamblea y, cuando llegamos ahí, nos encerraron. Cerraron el CCK completo con cadenas y candados. Nos sentimos secuestrados, estuvimos 20 minutos privados de la libertad. Y eso fue lo que más nos dolió. No solo estás despedido, sino que, peor aún, te violentan”, contó Gorojovsky.  Desde que María Eva fue despedida, aún no recibió ninguna notificación. No sabe cómo sigue su situación. La mayoría de esta tanda de telegramas de despidos comenzaron a llegar el miércoles antes de Semana Santa, así como el año pasado, llegaron el día anterior a Navidad y Año Nuevo. “Además, te mandan el telegrama a la una o a las tres de la mañana, en horarios muy irregulares”, detalló. Y agregó: “En el sector de Cultura no han reincorporado a nadie. No reciben a nadie. Queremos la reincorporación de los 248 compañeros que echaron de la Secretaría de Cultura. Han echado a una compañera que está embarazada de ocho meses. No tienen piedad, son monstruosos. No entienden nada de Cultura, ni del trabajo, ni del Estado”.  El discurso de que las y los trabajadores estatales son “ñoquis” o no trabajan caló hondo en la sociedad argentina. Hay gente festejando despidan gente y cierren programas del Estado. Gorojovsky se refirió a esta situación: “Ya con los salarios que cobramos los estatales, que no cobramos dos palos como piensan algunos, estamos por debajo de la línea de la pobreza. Ese discurso hay que empezar a romperlo, porque la gente cree que somos ‘ñoquis’, que somos militantes, y no es así. Yo me despertaba a las cuatro de la mañana para llegar a las seis al laburo. No creo que eso sea ser un ñoqui. Hay que desmitificar lo que dicen del empleado público, sino no funcionaría nada. Nosotros somos los que hacemos el Estado, el Estado funciona por nosotros, los laburantes, no por los gobiernos”..  El sábado 6 de abril se realizó el festival ARDE en la explanada del CCK con el objetivo de recaudar fondos para los trabajadores y trabajadoras  despedidas. Hubo más de 20 mil personas presentes. “Ahora, estamos preparando una actividad artística de denuncia y difusión, con un cortejo fúnebre de la cultura”, concluyó Gorojovsky. 

Por iniciativa de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se realiza hoy una jornada de lucha contra los despidos masivos en oficinas públicas. En ENACOM fueron cerradas todas las oficinas menos la de CABA, en la que se registrarían un centenar de despidos. En el INaDi trabajadores/as consiguieron ingresar. Esta modalidad se replicó en otras dependencias. En otros lugares, como el Ministerio de Salud, quienes tienen sus contratos vencidos a fines de marzo continúan trabajando sin que nadie les dé alguna precisión. https://www.youtube.com/watch?v=GNDBe3ISDg0

Algunas personas compararon la masividad de la jornada de ayer con el primer Ni Una Menos. Otras con el 24 más concurrido que se te pueda ocurrir. Lo cierto es que las previsiones más optimistas quedaron desbordadas por la convocatoria unitaria en el Congreso. Escuchamos algunas de las entrevistas de la cobertura especial que La Retaguardia realizó junto a La Colectiva, Radio Sur, FM La Tribu, Radio Presente, Comunicadas y Perycia. Pollo Sobrero, dirigente ferroviario; Gabriel Arbós, dirigente de Directores Argentinos Cinematográficos (DAC); Jonatan Baldiviezo del Observatorio por el Derecho a la Ciudad y una argentina en Barcelona, fueron parte de este momento radial de anoche.  Audios: Cobertura conjunta de medios comunitariosFoto: Valentina Maccarone

Lo dijo Ezequiel Roldán, secretario Gremial de La Federación de Aceiteros y desmotadores en La Retaguardia. La semana pasada las y los trabajadores lograron otro sorprendente acuerdo paritario en comparación con el resto. A partir de febrero el salario básico de un peón será de casi un millón de pesos. ¿Cuáles son las claves del éxito sindical? Entrevista: Fernando TebeleRedacción: Camila Cataneo Edición: Fernando Tebele En medio de la crisis económica y social provocada por el ajuste que está llevando adelante el gobierno de Javier Milei, las y los trabajadores aceiteros nucleados en la Federación de Aceiteros y desmotadores acordaron con las cámaras del sector un aumento del 211.4% y un bono de 600.000 pesos. Esto quiere decir que, a partir de febrero el salario básico de un peón será de casi un millón de pesos.  La Federación viene luchando hace años para mejorar la calidad de vida de las y los trabajadores del sector. A partir de la persistencia y la unidad lograron resistir y defender sus derechos a lo largo del tiempo. Por este motivo, charlamos con Ezequiel Roldán, secretario Gremial de La Federación de Aceiteros y desmotadores.  – Bueno, ustedes perciben que cada vez que hay un arreglo de aceiteros hay una sorpresa en los medios tradicionales, sorpresa y  en algunos casos, incluso hasta crítica sobre el acuerdo.  Nosotros hace años que venimos peleando por un salario mínimo, vital y móvil, como lo establece la ley para que cubra las nueve necesidades  como la alimentación adecuada, vivienda digna, esparcimiento, salud, educación, entre tantas.  Venimos peleando hace años y obviamente nada es gratis. Lo hemos conseguido a través de la lucha y de concientizar a todos los trabajadores aceiteros del país. Fue un laburo duro. Hoy tenemos la herramienta de la huelga para poder hacer entender a los empresarios qué es lo que necesita un trabajador para vivir dignamente. Y bueno, obviamente lo tomamos a través del índice de inflación del INDEC y tenemos un estudio de asesores que calcula el salario mínimo, vital y móvil. – Ustedes son conscientes de que en el contexto de lo que sucede al resto de los trabajadores y trabajadoras, aunque sea lo que debiera ser, termina siendo una situación casi de privilegio.  Sí. Cuando no tendría que ser así, como bien lo dijiste. Nosotros peleamos el salario mínimo, vital y móvil. Lo peleamos obviamente para nuestra actividad  pero nosotros creemos que todo trabajador, yo, vos y todo trabajador tiene que cobrar el salario, porque realmente es lo que uno necesita para vivir dignamente en estos tiempos. Si vas al supermercado y te encontras con diferentes precios todos los días. Si no te alcanza para pagar el colegio a tu hijo, si no te alcanza para la salud, si no te alcanza para todas estas nuevas necesidades que marca la ley, entonces ¿qué hacemos? El problema no está en quién lo pelea, quién lo gana, sino que el problema está en quién no lo hace. Nosotros tratamos de hacer entender, no solamente a los compañeros nuestros, sino a todo el resto de la sociedad que realmente todos tenemos derecho a cobrar un salario mínimo, vital y móvil como establece la ley. Si no tendríamos que decir: “bueno, a ver qué de esas nuevas necesidades tendríamos que sacar para no cobrar un sueldo mínimo, vital y móvil. Que hacemos, no comemos, no tenemos una vivienda digna, no mandamos al colegio a los pibes” Bueno, justamente eso es lo que sucede en un estado de privilegio. Nosotros creemos que realmente ese es el salario que tiene que cobrar hoy en día en Argentina todos y todas las trabajadoras del país. Sabemos que  los empresarios nunca te van a querer dar un mango. Nunca te van a querer sacar de su ganancia para poder pagarte un salario mejor. Y nosotros siempre decimos lo mismo, el empresario o la empresa que no pueda pagar, que nos muestre los balances y veamos las ganancias y si realmente el balance de las ganancias son negativos, iremos y le diremos a los trabajadores: “Mirá, la verdad que esto no puede pagar hasta el día de hoy” Pero no conocemos un balance de los aceiteros. Creo que si lo llegáramos a conocer tendría que estar pagando mucho más de lo que de lo que conseguimos. Por eso es que no lo conocemos, claro. Así que cada uno tendría que tiene la obligación como dirigente, como gremio, como sindicato, federación, de exigir a los empresarios que muestren los balance de ganancias y ahí discutiremos si pueden o no pueden pagar un salario mínimo, vital y móvil, como establece la ley.  –  Suele decirse que ustedes consiguen lo que consiguen habitualmente porque son parte de una actividad que tiene sus ganancias maximizadas. Sin embargo, cuando uno recorre otras actividades que también tienen grandes ganancias, no se encuentran con el mismo panorama salarial. ¿Es exportable el modelo de la Federación Aceitera? ¿Es exportable a otros sindicatos?  Nosotros creemos que sí,  tendría que ser así. Muchos dicen que la soja maneja gran parte de la economía del país, que los dólares, que el que exporta. Nosotros lo tenemos en envasadoras con diez trabajadores que están pagando $992.000 de salario mínimo, vital y móvil. Hay empresas de Caba y de Gran Buenos Aires que están envasado a mano en bidones y lo llevan a los restoranes, y están pagando el salario. Entonces se cae el mito porque también estas empresas trabajan con el mercado interno. Si lo pueden pagar no teniendo gran tecnología y maquinaria, imaginate si no lo pueden pagar otros. El tema es pelearla y concientizar a la gente de que el trabajador vende su fuerza de trabajo y su fuerza de trabajo tiene que estar bien paga, porque justamente se trata eso.  –Como secretario general de la Federación, ¿nos contas un poco cómo se organizan, porque intuyo que también ahí habrá parte de este, “secreto del éxito” a la hora de negociar, no en el modo en el que se organizan?.  Nosotros hacemos

La docente y vicepresidenta de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), María Elena Naddeo, pasó por el programa Sueños Posibles de Radio La Retaguardia, y habló acerca de la situación actual de la Argentina.  “Estamos viviendo una catástrofe política”.  Además se refirió al paro nacional del 24 de enero. Dijo que la APDH está participando junto a ATE de una red de abogadas y abogados para trabajar en la defensa de los trabajadores, presentando una medida cautelar para el paro. Entrevista: Alfredo Grande / Irene AntinoriRedacción: Agustina Sandoval Lerner / Julián Bouvier —Evidentemente, después de lo que podemos llamar el triunfo de Milei, estamos hablando mucho, con distintas personas de distintas orientaciones para ayudarnos entre todos a ubicarnos rápidamente en este nuevo panorama, que no sé si es tan nuevo, pero nos gustaría mucho que vos, desde tu especificidad más conocida, pero también desde tu rol de militante, dirigente sindical, nos des tu panorama de qué pensás de esta situación, ¿no? Que para muchos sigue siendo sorprendente.    —Sí, la verdad es que estamos profundamente consternados y consternadas. Es una catástrofe política lo que estamos viviendo. Creo que la gente que votó a la Libertad Avanza no entendió que detrás de ese mensaje transgresor, alegre, rupturista de un cambio profundo, se escondía una mano negra. Porque la verdad lo que estamos presenciando es el intento de destruir lo poco de bueno que tiene el estado social, ¿no? Las leyes laborales, el tema de las indemnizaciones, por ejemplo, la derogación del INADI. La derogación de leyes muy importantes como la Ley de Apoyo a la Fabricación Nacional de Medicamentos. Sin hablar incluso de los temas de género, recortan la Ley Micaela, por ejemplo. Esa es una decisión ideológica. Fijate que es una capacitación obligatoria a los tres poderes del Estado, ¿no? Todos los funcionarios, para que conozcan la temática de la prevención de la violencia de género, la recortan sólo para aquellos que trabajen el tema. Y solamente con la temática de violencia intrafamiliar, como si no hubiera violencia social,violencia política, o institucional. Pero bueno, eso es un aspecto pequeño, pero que muestra el perfil. Lo otro es un desmantelamiento brutal de todas las medidas protectoras de la industria nacional, de las pymes. La libertad de mercado, otra vez la libertad de mercado absoluta de los grandes monopolios, de los grandes capitales.  —Justamente quería agregar que ya se produjeron despidos en las líneas 144, también en el Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes en CABA, y en la línea 137 nos informaron que hay siete trabajadoras despedidas. Todo esto conlleva a un nivel de violencia mayor y a mayor desprotección hacia los niños, las mujeres, que son las principales víctimas de violencia. ¿Cómo pensás que se puede hacer, más allá de difundir, de denunciar, para impedir que se avance sobre estas conquistas?  —Sí, los despidos son terribles porque es lo que acompaña en forma primera el proceso de desmantelamiento del Estado. El Estado pequeño que ellos quieren reducir. Yo estoy en la APDH, en la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, y participamos junto con ATE capital de una red de abogados y abogadas para justamente trabajar los temas de la defensa de los trabajadores y por otro lado, también se ha presentado el pedido de una medida cautelar para la movilización del 24 de enero. Una de las maneras que tenemos desde la sociedad es acompañar a los gremios, a las tres centrales de trabajadores, las dos CTA, y gran parte de la CGT, que se han puesto de acuerdo para marchar el 24. Ese paro tiene que ser un paro muy importante y además tiene que ser el inicio de un plan de acción sostenida, ¿no? Después el otro frente es el Legislativo y las asambleas vecinales. También hay una red federal que se nuclea en Judiciales, en Rincón 74, que ya hemos tenido dos reuniones plenarias, han presentado un amparo contra el DNU fundamentalmente. Y bueno, se están haciendo reuniones en diputados contra la Ley Ómnibus. Justamente, estamos trabajando un documento que se va a llevar el miércoles, desde la Mesa de Articulación de Niñez, donde confluimos más de 400 organizaciones. El viernes nos reunimos de manera presencial en el SERPAJ (Servicio Paz y Justicia de Argentina) y virtual, con gente de todo el país. Allí con la APDH, con madres, con APIABA (Asamblea por las Infancias y Adolescencias de Buenos Aires), las redes, los chicos del pueblo, una cantidad de organismos y especialistas trabajando para denunciar esto porque la verdad que no es una alternativa. La realidad actual es malísima, porque hay mucha pobreza infantil y mucha indigencia, pero lo que ellos proponen va a acentuar la brecha social y la brecha cultural. No es la alternativa deseada. Así que no hay que bajar los brazos y articular, no quedarnos solos y solas, acercarse a los sindicatos, a los movimientos sociales, a los organismos de derechos humanos, en fin, no estar solo. Ese es el mensaje. Marchar juntos y juntas, y apostar a los colectivos que en las plazas y en los barrios se están organizando.   —Quería retomar algo de lo que vos dijiste en el sentido de catástrofe. Me impactó porque mi penúltimo artículo para Pelota de Trapo se llama justamente “Catástrofe y Oportunidad”, para correrse de ese latiguillo tan conocido de crisis y oportunidad. Esto es una catástrofe y no sé si trae una oportunidad. La pregunta que te quiero hacer es qué hicimos nosotros, o qué no hicimos, para llegar a esto, para merecer esto. Desde ya estas elecciones, creo, sorprendieron a más de uno. La pregunta que te hago es ¿qué pensás que llevó a que mucha gente votara al alacrán a pesar de que sabía que iba a picar? ¿Qué es lo que pasó en cuatro años? Pero también antes, porque Macri ganó no hace mucho.  —Es una pregunta que nos hacemos prácticamente todo el tiempo. Yo creo que influyó mucho la pandemia. No vimos lo suficiente el

La diputada electa del Frente de Izquierda y Trabajadores Unidad (FIT-U) realizó un análisis de la jornada de protesta y movilización en los Tribunales de la Ciudad de Buenos Aires en contra del mega DNU del presidente Javier Milei. En diálogo con el programa radial La Retaguardia, destacó la acción que llevaron adelante las centrales obreras y el acompañamiento de diversas organizaciones políticas y sociales. La referenta del Partido Obrero puso el foco en la fuerte presencia de efectivos policiales federales y de la Ciudad que “buscaron tener detenidos, tener el escenario represivo”. Por último, Biasi planteó que hay que prestar atención a los verdaderos poderes que representa este gobierno. Entrevista: Fernando TebeleFoto: Emiliano Rojas Esuchá la entrevista completa acá:

Transmisión conjunta de medios comunitarios desde la Plaza Lavalle. Allí, las centrales obreras, organizaciones sociales, políticas y derechos humanos alzarán sus voces contra el Decretazo del presidente Javier Milei.

Lo dijo Lourdes Hidalgo, sobreviviente de la masacre en la textil Luis Viale. A finales de marzo de 2002 un desperfecto eléctrico desató un incendio en el taller textil clandestino de Caballito donde los y las trabajadoras estaban en condiciones de esclavitud. Murieron seis personas, cinco de ellas tenían entre 3 y 15 años. Hidalgo pasó por el programa radial Tengo una Idea y recordó aquel día. Entrevista: Graciela Carballo/Carlos Morchio/Nicolás RosalesRedacción: Nicolás RosalesEdición: Pedro Ramírez OteroFoto de portada: Nicolás Rosales Lourdes Hidalgo, sobreviviente y luchadora activa por la búsqueda de justicia por el incendio de la calle Luis Viale tiene una voz firme. Es boliviana, de origen aymara, y como muchos y muchas de sus compatriotas emigró a Buenos Aires en el 2004 deseando una mejor vida. Dos años después, sucedería un hecho que le cambió la vida. —¿Cómo era tu vida antes de Luis Viale y cómo fueron tus días allí?—Llegue a la Argentina en búsqueda de un trabajo digno, yo era una persona sana, no tenía problemas de salud. Llegue con las esperanzas y con los sueños que todos tenemos quienes migramos y como toda la sociedad que quiere trabajar. Mi propósito era estar un buen tiempo y regresar a Bolivia porque había dejado a mi familia. Es muy duro dejar a nuestros seres queridos. Al principio, lo que más me llamó la atención fue el horario de trabajo. Eran muchas horas y no era como yo me había imaginado. Como también en la forma en que se vivía. Y nos dijeron que nos iban a dar comida, techo, y así. Quienes trabajaban en aquel lugar, lo hicieron con el método de trabajo esclavo, que se denomina “cama caliente”, que consiste dormir en el lugar de trabajo, y en este caso casi al pie de las máquinas textiles. “Cuando entré me dí cuenta que era una fábrica, estaba llena de máquinas y había mucha gente. Cuando empecé a trabajar ví que era muy incómodo. Al principio no vivía ahí, vivía a siete cuadras entre Donato Álvarez y Gaona en una pieza alquilada. Trabajé desde la mañana temprano y regresaba a las once de la noche. En aquel momento me daba miedo pasar de noche por la plaza Irlanda porque estaba vacía”, recordó Lourdes. La sobreviviente contó también que había pensado en dejar el trabajo. “Teníamos que almorzar sobre la máquina o sobre los cortes de la tela. Incluso la cocina doméstica estaba en el centro del taller, entre las máquinas. Eran condiciones inhumanas. Los cables estaban colgando, y el lugar no tenía ventilación, era todo cerrado. Yo trabajé un mes y me dije: cobro un mes y me voy. Pero pasó un mes y una semana y al pedir que me pagaran me respondió uno de los capataces que ahí pagaban cada tres meses. Y yo le dije: ‘¿con qué me voy a pagar el alquiler?’ Y él me dijo que me vaya a vivir ahí”, contó. “Cuando llegué, me subieron al entrepiso y vi dos piezas separadas con madera y nylon. Todo era muy incómodo, las piezas estaban en el primer piso y el entrepiso, vivimos ahí 65 personas, entre ellas 25 niños. Trabajábamos de 16 a 18 horas diarias y nuestra rutina diaria fue de la cama a la máquina, y de la máquina a la cama. Había dos baños pero funcionaba solo una ducha. Era un cono con agua fría, en un espacio muy chico. Tuvimos que hacer colas en las noches para bañarnos, hasta las dos de la mañana. Yo reclamé por el baño roto y otro de los capataces me dijo que me vaya porque había reclamado”, dijo Hidalgo acerca de las condiciones en que vivían y trabajaban en el taller clandestino. Además, la sobreviviente señaló que el Gobierno porteño y la policía conocían el estado del lugar: “Entraban también policías y se llevaban jeans secuestrados, hasta cínicamente se llevaban los de sus talles. Entraron ese año varios funcionarios del Gobierno de la Ciudad a revisar. Los dueños del taller con la complicidad de los capataces sabían lo que estaba pasando y no hicieron nada. Estas muertes eran evitables antes de que ese día 30 se incendiara el taller”. —¿Cómo sigue la lucha por la búsqueda de justicia? —Seguimos en el camino de búsqueda de Memoria y Justicia por las víctimas que perdieron la vida en el taller. Pasaron 17 años y fueron de lucha incansable. En 2019 hicimos una asamblea y se convocó a todos. Así se formó la Comisión por la Memoria y la Justicia. Se hizo también para seguir adelante y se fortalezca la lucha. —¿Qué pasó con los dueños del lugar? —Realmente desaparecieron. Incluso cuando fue el juicio no sabemos si realmente declararon. El juicio no fue público y la Justicia los ha encubierto. Solamente dio la cara uno de los capataces de nacionalidad boliviana, encargado de traer a la gente. Acá hubo trata laboral, familias enteras con hijos, incluso con personas que no hablaban el castellano, solo el aymará. Se aprovecharon de nosotros. Por último, Lourdes recordó algunos momentos traumáticos más del día del incendio y también mencionó que a pesar de que pasaron muchos años aún continúa con tratamiento médico y psicológico. Este caso continúa impune porque las víctimas y sus familiares no tuvieron justicia. “En estos 17 años mi dolor se transformó en lucha”, dijo emocionada. Al día de hoy continúan exigiendo que el lugar se transforme en un espacio de memoria.