Canción actual

Título

Artista


Vesubio III


La Retaguardia presenció el barrido con un georadar para advertir si se removió la tierra, lo que sería señal de posibles enterramientos. También se buscan objetos que contribuyan a reconstruir la historia del centro clandestino ubicado en La Matanza. Redacción: Carlos RodríguezEdición: Fernando TebeleFotos: gentileza Fernando Pérez Re   “El proyecto debe seguir adelante porque el Estado nos lo debe”. Verónica Castelli, querellante en la causa Vesubio por crímenes de lesa humanidad, reclamó que siga adelante el proyecto para convertir en Espacio para la Memoria al predio en el que funcionó el Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio (CCDTyE). El pedido fue hecho en el inicio de la búsqueda, en ese lugar, de posibles inhumaciones clandestinas ocurridas durante la última dictadura cívico-militar.  En el ex centro clandestino ubicado en Camino de Cintura y Riccheri, comenzaron las tareas de desmalezamiento y búsqueda de restos humanos. La tarea es realizada por personal de Gendarmería Nacional, por orden del juzgado federal a cargo de Daniel Rafecas. Por otra parte, fuentes judiciales indicaron que se avanza en la reunión de pruebas para realizar el juicio Vesubio IV. Ya se avanzó en el listado de víctimas y testigos, mientras se busca identificar a represores que deben ocupar el banquillo de los acusados.  En los tres juicios anteriores hubo 21 represores condenados. Entre ellos Héctor Gamen y Hugo Pascarelli, mientras que Pedro Alberto Durán Sáenz, máximo responsable del centro de tortura y exterminio, falleció poco antes de recibir su condena. En el juicio III se produjeron ocho condenas por delitos cometidos contra cerca de 400 personas. Los jueces resaltaron que “la violencia sexual” sufrida por las mujeres secuestradas fue “específica, sistemática y planificada”.  El predio fue cedido en el marco del convenio firmado en 2022 por la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires con la Secretaría de DDHH de la Nación para la creación en el lugar de un Espacio para la Memoria. El acuerdo incluye ampliarlo para incorporar a la provincia de Buenos Aires y al municipio de La Matanza, con la participación de la Comisión Vesubio y Puente 12, compuesta por familiares y sobrevivientes de los dos centros clandestinos que se distancian apenas por el cruce de la Ruta 4. En la actividad de ayer se hizo presente uno de los abogados querellantes por la Subsecretaría de DD.HH. bonaerense, Esteban Pereyra, quien comprometió todo su apoyo a la iniciativa.  El proyecto será construido en un predio de una hectárea, pero la búsqueda que se inició este jueves se extenderá a otras cuatro, hasta llegar a un arroyo que desemboca en el Río Matanza.  Este jueves, personal de Gendarmería Nacional comenzó la búsqueda con equipos de georadar rastreando lugares donde se advierta la presencia de tierra removida debajo de la superficie. Esto podría indicar la posible existencia de inhumaciones clandestinas. Por el campo de concentración pasaron unas 1.500 personas que fueron secuestradas y torturadas, en muchos casos hasta la muerte, en el centro clandestino de detención tortura y exterminio ubicado en Camino de Cintura y Autopista Riccheri, en el partido de La Matanza.  El proyecto de Espacio para la Memoria incluye una tarea pedagógica para seguir fomentando la política de Memoria, Verdad y Justicia. Hoy, aunque todavía no se han iniciado las obras que mejoren la accesibilidad al predio, ya tienen el acuerdo con dos escuelas secundarias de la zona para organizar visitas guiadas de alumnos y docentes. Las obras proyectadas incluyen la reconstrucción de veredas en torno a la Ruta 4 (Camino de Cintura) para facilitar y dar seguridad a los visitantes.  “Las obras están demoradas como consecuencia del cambio de gobierno” a nivel nacional, explicó a La Retaguardia Verónica Castelli, querellante en la causa Vesubio. La paralización de las obras públicas alcanzaron también a este convenio. El proyecto comprende la realización de excavaciones en un predio aledaño al terreno donde estuvieron las tres casas en las que funcionó El Vesubio entre marzo de 1976 y septiembre de 1978. En esa fecha fue desactivado y los edificios demolidos, para que no pudieran ser inspeccionados por la delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que llegó a la Argentina en 1979 para corroborar las denuncias sobre violaciones a los DDHH que eran cometidas en forma sistemática por la dictadura cívico-militar.  El Vesubio, como se dijo, constaba de tres edificaciones y una pileta de natación. La demolición se hizo a las apuradas, luego de trasladar a los sobrevivientes a otros centros clandestinos, de manera que quedaron los cimientos de las casas. Por eso se podría realizar la reconstrucción en los mismos lugares en los que estaban. También había un tanque australiano.  En el año 2006, un grupo de arqueólogos hizo una búsqueda con el georadar en el predio donde estaban las casas y no se hallaron restos humanos. De todas maneras, también se harán excavaciones allí porque los integrantes de la Comisión Vesubio y Puente 12 creen que se puede “reconstruir, con los hallazgos, parte de la historia de lo que fue este lugar y parte de la historia de nuestros seres queridos”, recalcó Verónica Castelli, hija de María Teresa Trotta y Roberto Castelli, secuestrados en febrero de 1977.  En los años 80, cuando seguía vigente la dictadura, se inició una causa judicial y se hicieron excavaciones sin contar con los elementos ni los avances logrados en estos 40 años. Sin embargo, “se encontraron utensilios de cocina con la inscripción del Ejército Argentino y el carnet de fútbol de un desaparecido”, recordó Verónica. Por eso se cree que, de hacerse un trabajo a conciencia, podrían recuperarse pertenencias de enorme impacto emocional para los familiares y los sobrevivientes. Castelli recalcó que fue “el Estado quien cometió los crímenes de lesa humanidad y por lo tanto, le exigimos que se siga adelante con el proyecto porque nos lo debe”.    Silvia Saladino, sobreviviente de El Vesubio, recordó que el pedido de investigación y justicia viene desde el año 1983, con la denuncia que hicieron entonces Jorge Watts y otros sobrevivientes del centro clandestino. Desde el

Se leerá el veredicto en el juicio

Fue este sábado por la mañana. Sobre el cierre hubo polémica en el escenario. Fue cuando el atleta militante Martín Sharples recibió su premio y realizó un encendido discurso recodando a los 30 mil, y contra Horacio Rodríguez Larreta. En referencia al secuestro que sufrió el padre del jefe de Gobierno porteño, dijo: “Si él tiene una familia víctima de la dictadura y no está presente acá, es porque las víctimas de la dictadura en Argentina a él no lo representan, y a nosotros sí”. Desde la coordinación lo quisieron cortar. Compartimos esta nota en la que Sharples repasa la historia de la Carrera. (Por Martín Sharples, Especial para La Retaguardia)     ✍️ Redacción: Martín Sharples 💻 Edición: Fernando Tebele 📹 Video: Luis Angió 📷 Foto de portada: Miguel Sánchez en una de las pocas fotos que lo regristran corriendo.   La historia de Miguel Sánchez se conoció en 1998 cuando se cumplieron los 20 años de su desaparición, a través de una nota en el suplemento deportivo de Clarín realizada por Ariel Scher y Víctor Pochat. El título de la nota era Memoria de un atleta. A raíz de de esa publicación, muchos conocimos su historia. En mi caso, siempre traté de recordarlo en cada carrera. Pero la mayor repercusión fue cuando el periodista Valerio Piccioni lee el libro El terror y la gloria, de Abel Gilbert y Miguel Vitagliano, en el que relaciona el Mundial 78 con la dictadura genocida, y en el que se alude a aquella nota. De ahí en más Valerio quiso hacer un libro con la historia del atleta desaparecido. Luego fue más concreto en lo que hoy conocemos como La Corsa di Miguel, una carrera que se viene realizando desde el 2000 en Roma, Italia. Increíblemente no fue en Argentina donde se creó su primera carrera/homenaje. En ese mismo año quise correr mi única maratón de 42 km. con mi prótesis, con una consigna: La carrera de Miguel en la Argentina. Así fue que llegó a realizarse en marzo del 2001 por parte de la Secretaría de Deportes de la Nación, a cargo de Marcelo Garrafo, durante la presidencia de Fernando De la Rúa. Luego de los sucesos de diciembre 2001, en 2002, la carrera no se realizó; fue durante la gestión de Daniel Scioli como Secretario de Deportes. A partir del 2003 la toma la Ciudad de Buenos Aires, con el por entonces jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra. Durante esos años la carrera se fue realizando además en varias ciudades: Villa España, Berazategui, lugar del domicilio donde desapareció Miguel, organizada por docentes y alumnos de la Escuela Media N°7 Che Guevara; también en Tucumán, provincia donde nació Sánchez; se sumaron Bariloche, Mar del Plata, Trelew, Quilmes, Madryn, Morón y se corrió hasta en Cuba. En la Ciudad de Buenos Aires, desde que la tomó el macrismo, cada año que pasa se le da menos importancia a la Carrera. No la difunden ni le dan contenido. Llegaron al punto máximo en esta edición 2022: la dieron a conocer cinco días antes, con cupos limitados, y lo más extraño es que la realizaron un sábado a la mañana, que para mucha gente es un día laborable. Los familiares y amigos venimos reclamando todos los años que se corrijan esos errores, pero en esta edición 2022 llegaron al extremo de llamar a Elvira Sánchez a su celular. Elvira, la hermana de Miguel, falleció en diciembre del año pasado… El caso de Sánchez se trata en el juicio Vesubio III que tendrá veredicto el 1 de abril. En la foto se ve el momento en el que el fiscal repasa su secuestro y desaparición. (Captura de la transmisión en vivo de La Retaguardia) Lo más sorprendente fue que en mi exposición, al recibir el trofeo, la locutora contratada para el evento, Carla Chudnowsky, me quiso interrumpir mientras contaba algunas de estas cosas. Todo esto parece ser coherente con este gobierno y sus funcionarios, escondidos o ausentes como en todas las ediciones. Por último, no existe una clasificación general de los participantes. Parece un mensaje macabro de corredores NN… Es hora de difundir y que se den las explicaciones de cuánto fue el presupuesto y por qué no se le da el marco que merece. Si la carrera se realiza es porque está reglamentada por ley de la legislatura porteña. Ellos la hacen obligados por una ley; nosotros, por una obligación militante: por Miguel y por los 30 mil desaparecidos.

Últimas palabras antes de la lectura del veredicto el 1 de abril. 

Alegatos de las defensas.

Comienzan los alegatos de la defensa pública oficial que representa a Milcíades Luis Loza y Olegario Domínguez, Roberto Horacio Aguirre, Florencio Esteban Gonceski, Hugo Roberto Rodríguez y Eduardo David Lugo.