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  La resistencia organizada de la comunidad educativa de la Escuela para personas sordas Bartolomé Ayrolo, del barrio porteño  Villa Devoto, acordó iniciar una mesa de trabajo con el Ministerio de Educación porteño para evaluar el proyecto de remodelación del Palacio Ceci. Se trata de un edificio histórico que forma parte de los terrenos donde se ubica la institución escolar. El Gobierno de la Ciudad pretende avanzar con una obra para que el espacio se convierta en la Casa del Vino. Así lo explicó en  el programa radial Hora Libre el secretario de Educación Especial Jorge Godoy del gremio UTE (Unión de Trabajadores de la Educación). (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Natacha Bianchi/Matías Bregante/Rodrigo Ferreiro ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Estudio Diego Cabales El Palacio Ceci fue construido en 1913 por el ingeniero Alfredo Ceci, donde residió por 25 años. Luego el espacio lo alquiló al Ministerio de Educación para que sirviera como vivienda del profesor Bartolomé Ayrolo, quien permaneció hasta su muerte en febrero de 1942. Desde entonces, el lugar funcionó como una escuela para niños y niñas con compromiso auditivo y trastornos del lenguaje. Las instalaciones fueron propiedad del Estado nacional, cuando se las expropió a la familia Ceci. En 1996 pasó a manos de la Ciudad de Buenos Aires bajo la órbita del Ministerio de Educación. El secretario de Educación Especial Jorge Godoy del gremio UTE analizó: “Una vez más el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, pone al servicio del mercado los bienes del Estado, algo que se observa bastante a menudo en la Ciudad de Buenos Aires. Se ponen a disposición estos bienes para arreglar con los empresarios amigos, y denostar lo público, para que en definitiva pase a manos privadas”. Turismo del vino mata Educación Por otro lado, el dirigente explicó: “Hemos vivenciado una vez más un arrebato de lo público. La conducción de la escuela se ha enterado no por vías oficiales de que una de las dos escuelas de educación especial para sordos como es la Bartolomé Ayrolo que funcionan en la Ciudad de Buenos Aires, en parte de su predio donde funciona la primera escuela de sordomudos de la Argentina iban a instalar el Centro del Distrito del Vino”. El Gobierno porteño se había comprometido a la refacción del edificio en pos de instalar allí, en el mismo predio, el distrito vinícola. En este sentido, Godoy detalló y aclaró: “El edificio viene siendo mantenido por la cooperadora de la escuela. El Gobierno de la Ciudad ni siquiera ha mandado en todos estos años una lamparita, o un litro de cera para mantener la limpieza del palacio. También, hace 7 u 8 años el Gobierno construyó una escuela nueva en el mismo predio, separada por unos 6 metros del palacio. Entonces la escuela viene pidiendo una refacción total de este antiguo edificio donde hay un proyecto pedagógico, cultural y de apertura a la comunidad. El Gobierno ataca e irrumpe con la historicidad de un edificio de alto valor simbólico”. Ante la notificación a las autoridades de que la escuela tenía que entregar las llaves del edificio histórico, se generó una espontánea convocatoria de la comunidad educativa para intentar evitar la cesión bajo la consigna “El Palacio Ceci no se toca”. Al respecto, el secretario de Educación Especial dijo: “Nos enteramos en principio por los rumores que corrían porque hubo una visita de la ministra de Turismo de Mendoza y de varios empresarios de bodegas, en donde se les entregó una carpeta donde ya tenían los lugares distribuidos. La información nos llegó por alguien que fue partícipe de esa reunión, en el marco de una ley de 2021 que confirma el distrito del vino pero que no concuerda con la entrega del Palacio Ceci. También, el Ministerio de Cultura de Mendoza sacó un tweet que fue rápidamente borrado. Por suerte tenemos capturas de pantalla de eso. Fue algo escandaloso, y nuestra reacción fue rápida. Esta lucha continúa”.

Fue este sábado por la mañana. Sobre el cierre hubo polémica en el escenario. Fue cuando el atleta militante Martín Sharples recibió su premio y realizó un encendido discurso recodando a los 30 mil, y contra Horacio Rodríguez Larreta. En referencia al secuestro que sufrió el padre del jefe de Gobierno porteño, dijo: “Si él tiene una familia víctima de la dictadura y no está presente acá, es porque las víctimas de la dictadura en Argentina a él no lo representan, y a nosotros sí”. Desde la coordinación lo quisieron cortar. Compartimos esta nota en la que Sharples repasa la historia de la Carrera. (Por Martín Sharples, Especial para La Retaguardia)     ✍️ Redacción: Martín Sharples 💻 Edición: Fernando Tebele 📹 Video: Luis Angió 📷 Foto de portada: Miguel Sánchez en una de las pocas fotos que lo regristran corriendo.   La historia de Miguel Sánchez se conoció en 1998 cuando se cumplieron los 20 años de su desaparición, a través de una nota en el suplemento deportivo de Clarín realizada por Ariel Scher y Víctor Pochat. El título de la nota era Memoria de un atleta. A raíz de de esa publicación, muchos conocimos su historia. En mi caso, siempre traté de recordarlo en cada carrera. Pero la mayor repercusión fue cuando el periodista Valerio Piccioni lee el libro El terror y la gloria, de Abel Gilbert y Miguel Vitagliano, en el que relaciona el Mundial 78 con la dictadura genocida, y en el que se alude a aquella nota. De ahí en más Valerio quiso hacer un libro con la historia del atleta desaparecido. Luego fue más concreto en lo que hoy conocemos como La Corsa di Miguel, una carrera que se viene realizando desde el 2000 en Roma, Italia. Increíblemente no fue en Argentina donde se creó su primera carrera/homenaje. En ese mismo año quise correr mi única maratón de 42 km. con mi prótesis, con una consigna: La carrera de Miguel en la Argentina. Así fue que llegó a realizarse en marzo del 2001 por parte de la Secretaría de Deportes de la Nación, a cargo de Marcelo Garrafo, durante la presidencia de Fernando De la Rúa. Luego de los sucesos de diciembre 2001, en 2002, la carrera no se realizó; fue durante la gestión de Daniel Scioli como Secretario de Deportes. A partir del 2003 la toma la Ciudad de Buenos Aires, con el por entonces jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra. Durante esos años la carrera se fue realizando además en varias ciudades: Villa España, Berazategui, lugar del domicilio donde desapareció Miguel, organizada por docentes y alumnos de la Escuela Media N°7 Che Guevara; también en Tucumán, provincia donde nació Sánchez; se sumaron Bariloche, Mar del Plata, Trelew, Quilmes, Madryn, Morón y se corrió hasta en Cuba. En la Ciudad de Buenos Aires, desde que la tomó el macrismo, cada año que pasa se le da menos importancia a la Carrera. No la difunden ni le dan contenido. Llegaron al punto máximo en esta edición 2022: la dieron a conocer cinco días antes, con cupos limitados, y lo más extraño es que la realizaron un sábado a la mañana, que para mucha gente es un día laborable. Los familiares y amigos venimos reclamando todos los años que se corrijan esos errores, pero en esta edición 2022 llegaron al extremo de llamar a Elvira Sánchez a su celular. Elvira, la hermana de Miguel, falleció en diciembre del año pasado… El caso de Sánchez se trata en el juicio Vesubio III que tendrá veredicto el 1 de abril. En la foto se ve el momento en el que el fiscal repasa su secuestro y desaparición. (Captura de la transmisión en vivo de La Retaguardia) Lo más sorprendente fue que en mi exposición, al recibir el trofeo, la locutora contratada para el evento, Carla Chudnowsky, me quiso interrumpir mientras contaba algunas de estas cosas. Todo esto parece ser coherente con este gobierno y sus funcionarios, escondidos o ausentes como en todas las ediciones. Por último, no existe una clasificación general de los participantes. Parece un mensaje macabro de corredores NN… Es hora de difundir y que se den las explicaciones de cuánto fue el presupuesto y por qué no se le da el marco que merece. Si la carrera se realiza es porque está reglamentada por ley de la legislatura porteña. Ellos la hacen obligados por una ley; nosotros, por una obligación militante: por Miguel y por los 30 mil desaparecidos.

Después de más de diez años de lucha, el histórico Cine El Plata del barrio porteño de Mataderos reabrió sus puertas definitivamente en octubre pasado, como parte del Complejo Teatral Buenos Aires. En esta crónica repasamos la historia del cine, desde el cierre hasta la reapertura, en las voces de los vecinos y vecinas, protagonistas de este logro. (Por La Retaguardia) ✍️ Redacción: Pedro Ramírez Otero/Catalina Goldszmidt 💻 Edición: Fernando Tebele 📷 Fotos: Julián Bouvier/Bárbara Barros/La Retaguardia Con el calor de octubre empiezan a intensificarse los olores. En Mataderos, por si fuera poco con los frigoríficos, el olor a cuero quemado de las curtiembres produce náuseas. Roberto tiene 19 años y cuando no trabaja se interesa por el teatro independiente. Es 1945 y lo nuevo en el barrio es el Cine El Plata, “El Gran Rex de Mataderos”. Sobre la Avenida Alberdi, la cartelera anuncia “Los Miserables” y el joven saca cuatro entradas. Horas más tarde, caminará quince cuadras para buscar a la novia, a la suegra y a la hermanita. Roberto no podrá elegir los asientos del fondo, donde “podría robarle un beso”. Pero se las rebuscará para besar a la novia, con su suegra en el asiento contiguo, mientras Jean Valjean escapa de la policía en la pantalla grande.  En 2008 el cine ya es casi escombros. A partir de un amparo judicial presentado por el Centro de comerciantes del barrio, logran que el lugar no sea demolido. Es de noche. La avenida más transitada de Mataderos está en completo silencio y un grupo de vecinos y vecinas corta la cadena que el Gobierno de la Ciudad había puesto en las puertas del edificio. El escenario principal ya no está. La platea no existe. Todo parece un enorme baldío y la luz de la luna que pasa por donde antes había un techo es lo único que permite que quienes entraron se vean las caras. El Gobierno porteño quería derribar todo para instalar un Consejo de Gestión Participativa (CGP). Pero sería ilícito: el edificio del cine está bajo una ley de protección estructural arquitectónica. Además está destinado para ser utilizado como espacio cultural. Eso dicen los papeles de compra del Gobierno de la Ciudad. Roberto Gutiérrez tiene 78 años y sigue viviendo en el barrio. Ese cine al que iba de joven ahora es sólo una anécdota. Zulema Luján, de 78, recuerda el Cine El Plata como lugar de encuentro de su juventud, en los años 50. “Cuando tenía 13 fui a ver Drácula. Al lado teníamos la ‘La Santa María’ donde íbamos a comer pizza todos los chicos del barrio”, dice. La arquitectura era muy similar a la del cine Gaumont: escalinatas con mármoles en la parte de las escaleras y las barandas. A partir de la venta e intento de demolición, Luján se sumó a la organización vecinal que en 2007 se constituyó como Coordinadora en Defensa del Cine El Plata. “Viví toda mi vida en Mataderos, vivo a seis cuadras del cine. Toda mi juventud estuvo trazada por ese lugar, hasta que lo perdimos”, cuenta.   Aunque digan “lo perdimos”, no se resignan. El edificio está abandonado. Ni rastros de lo que fue. Pero con una carga histórica que no permite que el barrio se olvide de qué es ese lugar. Con las cadenas rotas, las cuatro personas que están dentro de lo que alguna vez fue “el Gran Rex de Mataderos” no saben por dónde empezar. No se puede caminar entre la mierda de palomas. Ponen cadenas nuevas, con candado propio y se van. Salió el sol y se escucha el abrir de las tres puertas de un colectivo. Un auto patina en el asfalto ardiente en un semáforo en rojo. La gente pasa. Murmullos. Los “quince o veinte locos” que pelean por el cine, abren con su llave y empiezan las jornadas de limpieza. Uno es plomero y hace unos arreglos. Instala un baño. El hormigón antiguo resiste y el pullman y el superpullman todavía aguantan. Esperan a que el público pueda volver a habitar el lugar.  Del proyector “de alguien” al apoyo del INCAA Corre el año 2009. Llega gente al histórico edificio. Ya no están las butacas de siempre. Desde afuera, el brillo de la pantalla proyectada invita a entrar. Volvieron las películas. Pero esta vez de la mano del barrio y de algún vecino que tenía un proyector. Cintas que ya no estaban en cartelera. El audio latoso y la imagen a veces sobreexpuesta. Pero una buena alianza con el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) sube el nivel de lo que empezó como una proyección armada con lo que había para convertirse en un ciclo de películas —ya no tan viejas— con sonido y luces de calidad. “Nos empezaron a traer de todo. Todo lo que necesitábamos. No teníamos las de estreno, que estaban en el Gaumont, pero nos traían la tecnología para poder pasar algunas”, cuenta María Denti, una de las referentes de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata. Y recuerda cuando los vecinos y vecinas pudieron sentarse a ver El secreto de sus ojos, la misma noche que del otro lado del continente ganaba el premio Oscar a mejor película internacional. Promesas de campaña El interlocutor entre el Gobierno de la Ciudad y la Coordinadora es Hernán Lombardi, ministro de Cultura. El PRO es oficialismo desde 2007. Lombardi: el nombre más repetido por los vecinos que pelean por el cine. En la Legislatura, con acompañamiento de diputadas y diputados, la gente de Mataderos intenta avanzar con la reapertura. Aparece otro nombre sumamente repetido: Cristian Ritondo. Legislador. Nacido en el barrio del Cine El Plata. La “gente de Ritondo”, recuerda Denti, los amenazaba en las sesiones: “Se ponían uno de cada lado cuando tenías que hablar y te decían bajito ‘si hablás vas a aparecer una zanja. Si hablás, vamos a reventar a tu hija’”.  2011. Mauricio Macri busca la reelección como jefe de Gobierno. Habían empezado a planificar obras en el cine e hicieron una inauguración parcial.

Pamela Andrade, vecina de la Villa 31 e integrante de La Poderosa se refirió a la situación en las villas porteñas con respecto a la ola de calor en medio del cemento de las urbanizaciones no finalizadas. También habló de la falta de luz, agua, y el aumento de casos de Covid-19. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Julián Bouvier ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: La Garganta Poderosa —¿Cómo se vive la ola de calor teniendo en cuenta el cemento de la urbanización  en las villas?  —Acá en los barrios populares la pasamos mucho peor ya que no está completa la urbanización. Es horrible tener que cocinar tantas horas en los comedores, pero tenemos que hacerlo porque somos los únicos que le podemos dar algo de comer a los vecinos del barrio que de verdad lo necesitan. Todo esto es peor cuando no tenemos luz, agua. Los cortes que hubo en la villa 31, como en otras villas de capital, no afectaron un montón. No pudimos cocinarles a los más de 400 vecinos, tuvimos que repartirles la comida cruda para que se la puedan cocinar. A veces estas personas están en situación de calle y no tienen como cocinar.  —¿Se acercaron desde la empresa proveedora de luz? —Todavía no hubo respuesta de ningún tipo. En algunos lugares estamos sin luz y en el único lugar que había un generador es el Ministerio de Educación. Los pocos sectores donde hay luz, no tienen agua.   —¿Qué diálogo existe con el Gobierno de la Ciudad para estos casos? —No tuvimos diálogo, acá nos organizamos entre todos los vecinos tratando de mandarnos mensajes, nos ayudamos. Si yo tengo una botella, le doy a mi vecina, quienes tuvieron o tienen luz ayudan a los que no tienen con cables. —¿Cómo está la situación con el aumento de casos de Covid-19? —La situación es crítica. Para hacerse un hisopado hay gente que hace filas interminables desde las tres de la mañana. Actualmente dan 180 cupos en la UFU (Unidad Febril de Urgencia) para hisopar. Y a veces menos. A las nueve ya no hay más cupos. Y si no te hisopás acá en el barrio no te ayudan con bolsones de mercadería para pasar el aislamiento. Con respecto a la vacunación y debido a los rebrotes que hubo tuvieron que cerrar los centros de vacunación en el barrio. Por otro lado, en el barrio Rodrigo Bueno no hay ningún lugar donde te puedas testear o vacunar. No podemos seguir así. 

Patricia Pines es docente de nivel inicial e integrante de “Vacantes para todxs en las escuelas públicas”, un colectivo de familias y docentes que luchan para que se garanticen las vacantes en la Ciudad de Buenos Aires. En los últimos días salió un fallo judicial que obliga al Gobierno porteño a resolver el problema. Siguiendo el slogan “No sobran pibes, faltan vacantes”, Pines sostiene una lucha por más y mejores escuelas para garantizar el derecho a la educación para todas las personas. La docente habló en el programa radial La Retaguardia y contó respecto a la problemática. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Fernando Tebele    ✍️ Redacción: Gabriela Suárez López 💻 Edición: Diego Adur La educación es un derecho que tiene carácter fundamental porque es esencial para el desarrollo humano, la erradicación de la pobreza y además, es garante de otros derechos y promotor del bienestar individual y colectivo. Ante el reclamo histórico que la comunidad educativa viene realizando sobre la falta de vacantes en las escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires, la Sala N°3 de Apelaciones del Fuero Contencioso Administrativo y Federal de la Ciudad dictó sentencia hace pocos días. Confirmando lo que la jueza Elena Liberatori dictaminó en el año 2019, el fallo dispuso que la administración del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires deberá garantizar el acceso a la Educación Primaria y Secundaria en los Distritos Escolares N° 1, 5, 13, 19, 20 y 21. Patricia Pines, integrante del colectivo  “Vacantes para todxs”, dijo al respecto: “Ojalá el Gobierno ahora acate el fallo con la misma celeridad que acató otros fallos que eran acordes a su política. Eso es lo que esperamos. Básicamente lo que dice el fallo es que tienen que garantizar la escolaridad, particularmente en 20 barrios, que son los más afectados por la problemática de la falta de escuelas, pero entendemos que en realidad es para toda la Ciudad. Deberían destinar el presupuesto y ejecutarlo y construir las escuelas que faltan”. La Convención sobre los derechos del niño aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas y ratificada por la República Argentina a través de la Ley 23.849, contempla los derechos fundamentales de las infancias. En su artículo 28, la Convención reconoce el derecho a la educación para ser ejercido en igualdad de condiciones y declara que los Estados deberán implantar una serie de medidas que garanticen el acceso gratuito a la misma, y velar por el cumplimiento de las condiciones enunciadas para todos los niños y niñas del mundo fomentando el desarrollo integral y el respeto de las libertades fundamentales. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires parece hacer caso omiso respecto de este derecho fundamental cuando se trata del otorgamiento de vacantes de escuelas públicas de esa jurisdicción. Sobre este tema, Pines explicó: “Nosotros lo venimos denunciando hace mucho. No solo no han dado respuesta favorable a la demanda, sino que en estos últimos años han cerrado cientos de salas, grados, cursos e incluso escuelas enteras”.  Instantáneas del sarcasmo Durante el transcurso de la pandemia y en muchos casos cuando la situación sanitaria no estaba aún controlada, el Gobierno porteño presionaba por la vuelta a la presencialidad en las aulas. Sus argumentos eran variados: que en las escuelas los y las estudiantes no se contagiaban, que el derecho a la educación solo se garantizaba con la presencialidad. Sin embargo, en las inscripciones online las vacantes son un bien escaso para los pibes y las pibas. “El fallo habla de las 54 escuelas de las cuales venimos escuchando ¡hace cuanto tiempo! Están construyendo las mismas 54 escuelas, pero cuando te ponés a revisar dónde están esos edificios te das cuenta que son muy poquitos los edificios nuevos que se inauguraron y la mayoría fueron mudanzas de escuelas que ya existían. Las poquitas obras que se inauguraron se hicieron siempre en años electorales y las abren sin completar la obra, entonces entregan escuelas donde está el agujero del ascensor, sin el ascensor, sin gas, sin teléfono. Con luz de obra, o sea, los cables colgando. Después, si quieren usar algún artefacto de más enseguida salta la térmica y se quedan sin luz”, contó Pines. En un Congreso Internacional que se celebró la semana pasada en la Universidad Católica Argentina, la ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, aprovechó la ocasión para cuestionar el dictamen y seguir sosteniendo que las 54 escuelas existen y relacionó el fallo con la campaña electoral además de responsabilizar al Gobierno nacional por la falta de conectividad en los barrios populares. Ante la consulta por las obras que el Gobierno de la Ciudad se adjudica, la docente opinó: “Hay un gran desinterés por el bienestar y  por la dignidad básicamente de las infancias. El colectivo Vacantes surgió pidiendo que construyan escuelas y después a medida que fue creciendo nos dimos cuenta que en realidad hay múltiples derechos vulnerados de las infancias. No solo el acceso a la educación pública, laica, gratuita y estatal desde los 45 días de vida, que es lo que dice la Constitución de la Ciudad. Además, los comedores escolares también sufrieron muchísimos recortes en estos años, la comida es insuficiente, no es del todo saludable y no se entrega para todos los niveles. Han recortado el plan Sarmiento y el plan Conectar Igualdad”. La educación en el laberinto judicial Frente a las distintas demandas sin respuesta efectiva y la negativa al acceso a la información, el fallo traslada el problema a la Legislatura para resolverlo allí, aprobar presupuesto y ejecutarlo. Sobre el modo en que se resolvió este conflicto y la división de poderes, Pines agregó: “No es incumbencia del Poder Judicial legislar, ni aprobar el presupuesto, ni construir las escuelas. Entonces, en un punto la cuestión está en la voluntad política que es distinta de la voluntad judicial. Obviamente los jueces que le dan vacante a las familias que reclaman están de acuerdo con que hay un derecho vulnerado, pero es tarea del Legislativo y del Ejecutivo hacer

El jueves se realizó un paro y movilización docente a la Legislatura porteña por la situación educativa en la Ciudad de Buenos Aires. Mariana Scayola, secretaria general del gremio Ademys, pasó por el programa Hasta que vuelvan los abrazos, de La Retaguardia y Radio Sur y se refirió a las problemáticas educativas y a la falta de respuestas políticas. Además, comentó que la cuestión salarial es uno de los temas recurrentes en los diálogos entre docentes. Compartimos un fotoinforme. (Por La Retaguardia) 📷 Fotoinforme: Bárbara Barros/La Retaguardia 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Nicolás Rosales

La organización Proyecto 7, junto con otros colectivos, convocaron a una semana de ollas populares en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Parque Patricios. Comenzó el pasado miércoles, en reclamo a las medidas incumplidas por el Gobierno porteño, y seguirá durante la semana desde las 11. Mientras tanto, las organizaciones siguen visibilizando la problemática de situación de calle para que salga la ley que se votaría el 26 de octubre. Compartimos un fotoinforme. (Por La Retaguardia) 📷 Fotoinforme: Virginia Chaile/La Retaguardia 

En una de las jornadas más emotivas que se recuerden en los últimos años en el barrio porteño de Mataderos, con una gran fiesta en las calles se reabrieron las puertas del mítico cine. La presencia del grupo artístico Choque Urbano impactó desde lo visual y lo sonoro. Compartimos las fotos de una jornada tan esperada como memorable. (Por La Retaguardia) 📷 Fotoinforme: Nicolás Rosales/La Retaguardia 

Después de varios anuncios fallidos, todo indica que esta vez el histórico cine del barrio porteño de Mataderos abrirá sus puertas al público tras 14 años de lucha del vecindario y la mirada siempre oportunista del Gobierno local. Natalia Márques, integrante de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata, dialogó con el programa radial La Retaguardia y contó cómo viven este momento de alegría. La reapertura será el próximo sábado con un festival en la calle. La lucha de la Coordinadora continúa con la búsqueda de que allí no solo funcione un cine, sino un centro cultural que incluya otras actividades artísticas. (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Pedro Ramírez Otero/Fernando Tebele ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero 📷 Foto de portada: Fernando Salimbene El Cine El Plata, ubicado en Avenida Alberdi al 5700 , en el barrio porteño de Mataderos, finalmente abrirá sus puertas al público tras una extensa lucha que vecinos y vecinas organizadas supieron sostener. La espera se hizo larga, pero el día llegó. Será este sábado 16 de octubre. Natalia Márques, vecina del barrio e integrante de la Coordinadora en Defensa del Cine El Plata contó cómo recibieron esta noticia. “Todo indicaba que esta vez la reapertura sí era en serio”, comenzó. Por un espacio cultural “Pudimos constatar que la obra efectivamente existía y que tenía dimensiones importantes. Porque en la planta baja hay una sala de teatro con capacidad de más o menos 500 personas. El avance lo habíamos visto en noviembre de 2020. Vale admitir que los plazos son más o menos los que se especulaba. Este año pudimos volver a repetir otra visita institucional como coordinadora y efectivamente el avance era mucho mayor. Hay un compromiso manifiesto de construir una mesa de trabajo conjunta con la coordinadora, las instituciones barriales, las comunidades artísticas, los colectivos artísticos. Para no solamente tener un cine teatro bajo la órbita del Complejo Teatral Buenos Aires,  sino que además en un barrio como el nuestro que tenemos un montón de escuelas artísticas, podrían nutrir al espacio. Un espacio cultural”, describió.  Festival en la calle Márques también reflexionó acerca del festejo que se viene. “Estamos en un contexto electoral y no quisiéramos que se transforme en un acto de campaña. Va a ser un festival cultural con distintos números artísticos, vamos a estar sumándonos en una jornada extensa que arrancará a las 16 y que va a terminar alrededor de las 20 o 21 con “El choque urbano”. La Coordinadora va a tener un espacio físico en el festejo, en una suerte de stand donde vamos a estar compartiendo a modo de síntesis el recorrido de tanto tiempo de lucha, con algunas imágenes y objetos. El domingo ya hay una primera función inaugural y de ahí en adelante queda habilitada la programación. Por lo pronto sujeta a lo que vaya determinando el Complejo Teatral Buenos Aires, con la perspectiva de ir construyendo también una pata más comunitaria, más barrial. Dependerá también que seamos muchos y muchas organizando”, dijo. Arriba el telón y el cine para la barriada La voz de Walter Ordóñez hablando del Cine El Plata se ha escuchado muchas veces en La Retaguardia. Walter falleció a principios de septiembre y Márques lo recordó junto a otros compañeros y compañeras que lucharon desde 2007, cuando se constituyó la Coordinadora, y que no podrán estar presentes en el festejo. “Hay otro compañero también muy histórico que lo tenemos con nosotros. Tiene más de 95 años, es Roberto, que siempre dice ‘arriba el telón’, ese es su deseo. Ahora diremos finalmente ‘arriba el telón’ y también ‘abierta la puerta’. Va a ser uno de los mejores homenajes a la lucha de Walter”, dijo. “Un cine para la barriada”, solía decir Ordóñez al finalizar las entrevistas. Aquel cine que él imaginaba, hoy dejó de ser un sueño. 

Hace cuatro años que el Ferrocarril San Martín no para en las estaciones Villa Crespo y La Paternal. Vecinos y vecinas realizaron un banderazo para reclamar que se retomen las obras que se encuentran abandonadas. En diálogo con el programa radial Oid Mortales, Dafne Strobino, periodista e integrante de la organización Nueva Comuna, brindó más detalles de la jornada. Además, precisó qué pasó con las obras que comenzaron y luego quedaron paralizadas con la excusa de la pandemia.  (Por La Retaguardia) 🎤 Entrevista: Cristina Varela/Luis Angió ✍️ Redacción: Nicolás Rosales 💻 Edición: Pedro Ramírez Otero La finalización de las obras del Viaducto San Martín y de las estaciones La Paternal y Villa Crespo/Chacarita continúan demorándose. También pasaron dos años de las promesas de campaña de Horacio Rodríguez Larreta sobre estos temas, mientras que los vecinos y vecinas siguen a la espera de la resolución. En las estaciones queda pendiente completar la construcción de escaleras y losas de andén, instalaciones sanitarias, eléctricas, de incendio y calefacción, mobiliario urbano, provisión de cubiertas, puesta en servicio y habilitación de ascensores y escaleras mecánicas. Al respecto, Dafne Strobino, integrante de la organización Nueva comuna, detalló: “Estamos sin estaciones desde hace cuatro años, desde que empezó la obra para elevar el tren San Martín, que era la del viaducto. Al principio era para cubrir el trayecto de Villa del Parque a Retiro. En realidad había unos micros nuevos contratados por el Gobierno que hacían el trayecto de Villa del Parque a Palermo, después la gente se tenía que arreglar de llegar a Retiro sola. Eso duró unos dos años hasta la inauguración con bombos y platillos que hizo el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Rodríguez Larreta, junto al presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal. Inauguraron las dos estaciones, la de Villa Crespo y La Paternal, pero el tren lo inauguraron en el 2019, en la campaña para las PASO”. Strobino explicó que el tren pasa por las estaciones, pero no frena para los pasajeros y pasajeras: “No se puede ni subir y bajar de las estaciones. Los pasajeros que vienen de la Provincia se bajan en Villa del Parque para tomar un colectivo. Y los que vienen de La Paternal para ir a Retiro se tiene que tomar un colectivo o un subte, porque ahí no hay tren”.  La pandemia como excusa “Por otro lado, quedaron terrenos baldíos abajo del viaducto y todo el entorno quedó horrible. Muchos comercios de la estación Villa Crespo, sobre todo, tuvieron que cerrar. Porque al no haber movimiento de tren, de estación, no hay gente más allá de la pandemia. Esto ocurre desde hace cuatro años atrás. La pandemia es la excusa por la que el Gobierno de la Ciudad diga que no es una prioridad terminar las obras de estas dos estaciones. No tienen plata para terminarlas”, aseguró la periodista.  Reclamo vecinal Más allá de la organización y de los reclamos, la vecina describió otro conflicto sobre los terrenos: “Como vecinos y vecinas estamos reclamando al Gobierno de la Ciudad que continúe con estas obras y que nos devuelva el tren a la Comuna 15 (Agronomía, Chacarita, La Paternal, Parque Chas, Villa Crespo y Villa Ortúzar).  El Gobierno nacional está estudiando el tema y viendo qué hace. Lo que pasa es que estos terrenos eran del Gobierno, son terrenos fiscales. (Mauricio) Macri cuando era presidente se los pasó a la Ciudad y ahora la Ciudad se los quiere devolver a Nación para que terminen las obras”. Todavía no se sabe qué pasará con los terrenos del bajo viaducto. Al respecto, la periodista dijo: “Me acuerdo que fui a una reunión en la que el Gobierno de la Ciudad convocó a los vecinos y vecinas en 2018 para que llevemos propuestas de qué es lo que queríamos hacer con esos terrenos. Todo es mentira, porque los vecinos queremos que haya lugares de esparcimiento, como plazas para hacer deporte”. Comunidad vecinal movilizada “Vino mucha gente. Muchos vecinos se acercaron e hicimos un banderazo. Cada vez que paraba el semáforo cortábamos la calle con una bandera que decía ‘El tren pasa, pero no para’, con la compañía de una murga. Así que hicimos bastante ruido. Participaron distintas organizaciones barriales, políticas y sociales de la Comuna 15, estuvo Radio Asamblea, La Cámpora, Peronismo Militante. El 22 de octubre vamos a hacer una movida parecida en La Paternal”, cerró.