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Marcelo Maggio y un libro sobre el Diario El Mundo del PRT-ERP

Escrito por el abril 30, 2013


 

(Por La Retaguardia) Hace pocos días comenzó a presentarse el libro “Diario El Mundo. PRT-ERP: Prensa masiva para una política de masas”, del comunicador social y docente MarceloMaggio, editado por la Cooperativa Gráfica El Río Suena. Dialogamos con el autor, que nos explicó cómo surgió la idea de hacer una investigación sobre este periódico, que circuló solo en 1973 y 1974, y que nació con la intención de ser popular, de llegar a las masas, sin que éstas supieran necesariamente que quien estaba detrás de la publicación era la guerrilla guevarista. El Mundo era un diario en donde podían leerse textos de periodistas de distintas orientaciones políticas como el Partido Comunista o el Peronismo de Base, como así también encontrar los pronósticos y resultados del turf, espectáculos, deportes y más que nada noticias sobre las luchas sociales.

Según detalló Marcelo Maggio a La Retaguardia, la idea de escribir este libro surgió como una motivación grupal, colectiva: “a partir de mi militancia en medios alternativos, el objetivo fue tratar de engrosar un poco nuestro marco de discusión, nuestra ideología a través de recuperar a los que militaron e hicieron política antes que nosotros. Las clases poderosas trataban de borrar nuestra memoria histórica y nuestras luchas para que siempre tengamos que empezar de cero. Yo estuve integrando durante muchos años la Red Nacional de Medios Alternativos desde el espacio de AnRed, y desde ese lugar con debates, inquietudes, intentamos referenciarnos en las distintas experiencias y aprovechar una circunstancia puntual que es la que en algún momento me tenía que recibir en la facultad, y me puse a estudiar, investigar un poco y darle un cuerpo a ese material”.

El Diario El Mundo comenzó a salir a las calles en 1973, con la dirección y sub dirección de Luis Cerrutti Costa y Manuel Gaggero, respectivamente. A lo largo de su corta historia, sufrió varios atentados y persecuciones hasta que en marzo de 1974 fue clausurado en forma definitiva por el gobierno de Juan Domingo Perón.
Sobre el surgimiento del diario, Maggio relató: “la intención de los fundadores, el PRT, era agitar desde los distintos frentes que puede agitar un partido político, para eso tenían la prensa partidaria, boletines de lucha sindical, y llega un momento en que dicen que están en condiciones de ir de frente hacia las masas y hacer un diario. De hecho mucha gente no sabía que ese diario era de la guerrilla. Y por ahí te encontrabas a alguno en un hipódromo con el Diario El Mundo porque tenía pronósticos de turf. La idea del partido era que no se supiera que era un órgano de comunicación, que sí quedara claro que era un diario que estaba ligado a un determinado campo de lucha social en términos de amplitud; por eso dentro del diario había gente de distintas organizaciones, por ejemplo mucha presencia de periodistas del Partido Comunista, también del Peronismo de Base. En definitiva uno puede tomar los titulares, y resulta interesante en algún sentido cuando vos podés ver esa intencionalidad de amplitud en una época como la actual donde no predomina la generosidad ni la amplitud, sino más bien lo contrario: están las tendencias de la izquierda marcando todo el tiempo las diferencias y es muy difícil encontrar espacios de confraternidad, de unión para determinadas luchas comunes; ese es un elemento a destacar en relación al PRT: la preocupación por la unidad y generar herramientas concretas para que esa unidad se manifieste. En ese caso el diario era un elemento más”.
Respecto a cómo era la relación entre las distintas corrientes políticas que trabajaban dentro del diario, Maggio afirmó que es necesario tener en cuenta el contexto en que esto ocurría: “vos tenías una corriente histórica que manifestaba que algún tipo de revolución era inminente, y con el PRT tenías dialogando incluso a gente del partido radical. Por ejemplo, un diputado de la UCR, Hipólito Solari Yrigoyen, era afín a ellos. Hay cantidad de notas en el diario en las que aparecen actividades de este miembro del radicalismo. Incluso se pueden leer anécdotas de cómo fue la reunión de Raúl Alfonsín con Mario Santucho. Los partidos que uno ve como partidos tradicionales, de la burguesía, se preguntaban dónde iban a quedar parados si se venía la revolución, y entonces estaban viendo de qué manera negociaban con las organizaciones revolucionarias. Santucho tenía la visión de que no se podía hacer una revolución mediante una alianza pura, desde un purismo de las clases, sino tejer alianzas en las que dentro de esas alianzas y fracciones la conducción tenía que estar en manos de las organizaciones que tuvieran una orientación revolucionaria, pero de ninguna manera una orientación purista como es quizás más común escuchar hoy en día”.
En el marco de la charla con La Retaguardia, Maggio comparó la experiencia de El Mundo con la de los medios alternativos actuales. Al respecto, afirmó que dialogando con los periodistas que participaron del diario encontró similitudes en cuanto a la preocupación e inquietud por narrar las luchas y todo aquello que es ocultado y tergiversado: “siempre denunciamos de qué manera los medios masivos son cómplices de las represiones, de tapar las luchas sociales, y vemos un rol estratégico en que esas luchas sean contadas y destapadas. Esa misma preocupación estaba en aquellos periodistas, que quizás no eran del partido, que estaban ahí como periodistas profesionales y que entendieron la profesionalidad desde otro lugar, no desde la profesionalidad del periodista liberal que quizás está en un medio tradicional como podría ser lo que se entiende como prensa liberal, Clarín, La Nación, sino que entendía que tenía un compromiso con narrar aquello que era ocultado y que le parecía que era justo que se contara, creo que esta preocupación sigue vigente, y uno puede encontrar en las notas que fueron escritas allí esas denuncias, esos relatos”. En este sentido, Maggio citó ejemplos como el caso de la lucha contra la burocracia de la UOM en la provincia de Santa Fe: “justamente esa lucha que fue narrada en el diario fue la que motivó y detonó que Lorenzo Miguel le pidiera a Perón que cerrara el diario –señaló–. Una cuestión que es interesante destacar es que el PRT tenía una visión de territorio nacional muy destacable, entonces se preocupaban en que el diario llegara a la mayor cantidad de provincias posible. Eso es muy interesante, porque quizás uno piensa en un diario que en su momento podría ser progresista, como Página 12, y nunca pudo trascender determinadas fronteras capitalinas y acá estamos hablando de algo que si bien era gestado dentro de la Ciudad de Buenos Aires podía tener una proyección nacional, y eso le preocupaba a determinados sectores que se veían afectados, como la UOM, Lorenzo Miguel”.
Para el autor, el eje es cómo se entiende el rol del comunicador y desde dónde uno se compromete: “nosotros desde los medios alternativos siempre tuvimos muy claro esto de que están los medios masivos, que son el enemigo. De hecho cuando fue el asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki el diario Clarín claramente con ese título de ‘La crisis causó dos nuevas muertes’, nos ratificaba el rol de los medios masivos en consolidar todo lo que es esta dominación. Desde el 2003 en adelante aparece toda esta idea del periodismo militante, que de alguna manera a nosotros nos tiene que llevar a repensar qué es el periodismo militante y en qué se diferencia de la comunicación alternativa, cuáles son las diferencias específicas que a nosotros nos pueden apuntalar para decir ‘esto es la comunicación alternativa’ y de alguna manera yo creo que incluso hay que hasta denunciar determinada noción de periodismo militante porque va desde el oportunismo hasta un falso ejercicio de la profesión, en el sentido en el que lo planteaba Gramsci, la hegemonía está todo el tiempo reconvirtiéndose entonces tiene que tomar de los procesos sociales para poder seguir llevándose adelante. Uno por ahí ve gente que no ha pisado una lucha social nunca y adhiere de un modo ideológico puramente textual a un ideario. Obviamente que es mucho más complejo para debatir, y hay una cuestión que es la de los derechos humanos hoy, qué pasa con eso, por qué se niega. Que los presos no tengan comida es un problema claro de derechos humanos; la cuestión ambiental, por qué no se puede hablar de medio ambiente en determinado medio militante si se quiere, los que hacen periodismo militante no pueden criticar Barrick Gold, Monsanto, el glifosato, porque no es periodismo militante, en todo caso es otra cosa. Las luchas sociales no cesan en la medida en que no cesen las injusticias y la explotación”.
En los próximos meses, Maggio hará una gira presentando el libro por algunas provincias: “a mí me interesa que el libro se difunda para poder discutir comunicación, ideología, marxismo y actualidad también. Ver esta continuidad de la lucha, que la lucha no empieza cuando nosotros empezamos a estar en un espacio, sino que este país tiene una rica tradición, que podemos aprender de los errores y retomar algunas ideas, como por ejemplo la de hacer un periódico. Nosotros en algún momento con AnRed, Prensa de Frente y un montón de compañeros tuvimos la idea de lanzar un periódico y nos debatíamos los sesos, veíamos cómo se hace un periódico, y una de las cuestiones era que todo el tiempo nos íbamos a la prensa militante, y nos costaba muchísimo poder imaginar hacer un diario de masas, y está bueno pensar de qué manera en algún momento, quizás, se pueda avanzar en términos de una prensa de masas y discutir también qué es una prensa de masas. ¿Puede haber un medio alternativo y masivo a la vez? Es uno de los grandes debates que nos podemos dar”.
Una discusión abierta que desde los distintos medios populares, alternativos y comunitarios nos planteamos permanentemente. 

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