El debate sobre la ESMA, ¿recordar o resignificar?
Por LR oficial en Uncategorized
(Por RNMA) En el marco de una transmisión especial realizada por la Red Nacional de Medios Alternativos, debatimos sobre qué hacer con los ex centros clandestinos de detención, tortura y exterminio que funcionaron durante la última dictadura cívico militar, ante el proyecto del gobierno que prevé modificar el emblemático Casino de Oficiales de la Escuela de Mecánica de la Armada. Con la presencia de integrantes de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) y retomando la visita efectuada el pasado sábado 1 de junio a la ESMA por sobrevivientes, medios alternativos y organizaciones populares, analizamos qué impulsa al Ejecutivo a llevar adelante este proyecto, los intentos previos de intervenir el predio, qué se esconde detrás de esta resignificación oficial, y sobre todo por qué es importante mantener los centro clandestinos sin modificaciones.
Hoy el Casino de Oficiales está igual que como lo entregó la Marina en 1983, y actualmente se encuentra bajo la administración del Instituto Espacio para la Memoria, un ente en el que convive el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con algunos organismos de derechos humanos. Ahora el ejecutivo nacional intenta avanzar sobre este espacio, cuya guarda no le pertenece, e instalar allí un museo para lo que pretende modificar ese lugar. Luego de participar de la recorrida, la RNMA resolvió realizar esta transmisión para denunciar esta situación. Al inicio del programa especial, escuchamos el relato que Enrique “Cacho” Fukman, integrante de la Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos (AEDD) realizó durante la recorrida por el predio de la ESMA del sábado pasado, en el que describió su paso por el ex centro clandestino. Reproducimos a continuación algunos fragmentos: “Ustedes hicieron el mismo recorrido que hacíamos nosotros, la única diferencia es que nosotros lo hacíamos con capucha y grillete. Se ingresaba por la misma puerta que ingresamos. Ahí había un guardia armado. Acá le decían Capucha, se le decía así porque había paneles de madera, colchonetas, en cada lugar entraban tres colchonetas, estábamos todo el día ahí tirados, piernas adentro, la cabeza afuera. Imagínense que en invierno hacía frío y en verano el calor insoportable. Con la capucha puesta, había un guardia y para sentarte tenías que pedir permiso al guardia”. “Estaban las hueveras, que le decían así porque las paredes estaban cubiertas con paneles de cajas donde se envuelven huevos, lo habían hecho como un microcine para traer periodistas y demostrar que en la ESMA no se secuestraba ni torturaba”. “El lugar quedó igual que como la Marina lo dejó y ese fue justamente un pedido que hicimos en su momento los organismos. No queremos reconstrucciones, ni camas de tortura, nada de morbo. Creemos que el hecho de cómo lo dejaron tiene que ver con el accionar genocida, haberlo dejado todo limpio tiene que ver con el accionar de la dictadura”. De la recorrida por la ESMA también participó Carlos “El Sueco” Lordkipanidse: “distintas situaciones se vivieron acá, que demuestran que este lugar no fue solo tortura y muerte, también fue un lugar de resistencia. Siempre pongo como ejemplo el caso de nuestra compañera Blanca Firpo y que tiene que ver con el caso de Víctor Basterra. Cuando cae Víctor, cae con su mujer y su beba de dos meses, María Eva. Le sacan la nena y se la entregan a Betty para que la cuide, mientras lo torturaban. Como Víctor no cantaba, el torturador sale y le dice a Betty ‘dame la nena’”. Ante las lágrimas de Lordkipanidse, Fukman continuó el relato: “Pensemos que la reacción que tuvo Betty le podría haber costado la vida, pero ella gira el cuerpo y pone su cuerpo entre el torturador y la beba. Su reacción fue totalmente natural, tanto que el torturador se quedó duro y no reaccionó y se fue. Y no torturaron a la nena, porque lo que hacían estos hijos de puta era torturar a los chicos”. Durante la transmisión, estuvieron presentes en el Estudio «Víctor Basterra» de La Retaguardia, Osvaldo Barros y Carlos Lordkipanidse, ambos sobrevivientes de la ESMA.
Sobre el centro clandestino de detención tortura y exterminio ESMAOsvaldo Barros dio una mirada general sobre qué sucedió en ese lugar: «La ESMA como centro clandestino de detención y exterminio funcionó desde principios de 1976, e incluso hay testimonios que indican que antes del 24 de marzo ya funcionaba, hasta los últimos días de 1983. Víctor Basterra estuvo ahí detenido desaparecido hasta los últimos días de 1983, prácticamente hasta la asunción Raúl Alfonsín. Pensamos que por ahí pasaron cinco mil compañeros. No es una cifra caprichosa, sino que hubo compañeros como Carlos Lordkipanidse que tenían que microfilmar las carpetas con los casos que tenían para secuestrar y llegaron hasta el número cinco mil”, dijo el sobreviviente. “Nosotros insistimos en que toda la ESMA funcionó como un gran centro clandestino, porque si bien el núcleo donde nosotros estábamos secuestrados fue el Casino de Oficiales, el resto de los más de treinta edificios que componen la ESMA estaban en función de lo que ocurría en el Casino. Hay casos de compañeros que los derivaban a otros lugares, como la enfermería, la imprenta, allí algunos trabajaron como mano de obra esclava. Los compañeros iban con grilletes, esposas, antifaces, los llevaban por las calles internas de la ESMA, donde pasaban alumnos, docentes, y además los guardias, los que nosotros llamábamos los ‘verdes’, eran alumnos del último año de la Escuela de Mecánica de la Armada. Hubo guardias que nos custodiaban a nosotros teniendo 17 años de edad y estaban armados, dentro y fuera del Casino. Ellos sabían lo que pasaba allí”, detalló con crudeza. Carlos Lordkipanidse, quién fue sometido como muchos otros a trabajo esclavo en ese infierno dijo que: «hay que entender a la ESMA en un contexto de 500 centros clandestinos de detención de la dictadura cívico militar a lo largo del país. La ESMA por sí misma no podría haber existido sin la presencia de los otros centros clandestinos, que obedecieron a un plan estratégico al que recién ahora se lo está empezando a reconocer como dictadura cívico militar. Los civiles que programaron esa dictadura desde el punto de vista estratégico e ideológico, y la mano de obra barata que la ejecutó, que fueron los militares, y para lo que estaban preparados porque esto no empezó el 24 de marzo, sino que esto es una instrucción dentro de la educación militar que viene desde la década del 60”. Sobre intentos previos de utilización del predio de la ESMACarlos Lordkipanidse se refirió a esas movidas por apropiarse del espacio: “la mayoría de la gente tiene un concepto de lo que es Auschwitz. Están los pabellones, las cámaras de gas, los hornos, las oficinas, las torres de vigilancia y cada lugar tiene una función específica. Por lo tanto, suponer que el funcionamiento del exterminio de la ESMA funcionó solamente en el Casino de Oficiales, es negar la idea de lo que significa un centro clandestino. El Casino no hubiese funcionado como lo hizo sin la coexistencia y beneplácito del resto de las diecisiete hectáreas, más el campo de deportes, más las quintas en zona norte, más la isla del tigre donde nos llevaron cuando vino la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Separa esto tiene una intencionalidad, que la hubo desde un principio cuando surgió la idea de expropiarle o expulsar a la Marina de la ESMA. En un primer momento se pretendió hacer una calle que dividiera toda esta zona que abarca el Casino de Oficiales, la enfermería, la imprenta, automotores del resto de la ESMA y que el resto de la ESMA siguiera perteneciendo a la Marina. Esto fue durante el gobierno de Aníbal Ibarra (ex jefe de Gobierno de la Ciudad). A esto nos opusimos fervientemente y nos permitió ver esa intencionalidad, que se ve reflejada hoy en día a partir de que estos edificios están bajo la égida del Instituto Espacio para la Memoria (IEM)y el resto es un cuarteo de res. Ahora se intenta avanzar sobre el último reducto, que es el Edificio de Oficiales, y después avanzar sobre el resto de las instalaciones que maneja el Instituto Espacio para la Memoria. Ya hubo un intento, hay una construcción nueva que da sobre el fondo de la ESMA para hacer un Museo sobre Malvinas, tiraron cuatro edificios que eran dormitorios que estaban sobre la calle Lugones. En esa oportunidad quisieron tirar también una parte de Automotores, que era donde reparaban los Falcon verdes, después de llevarnos a nosotros en los baúles o en la parte de atrás, o sea no hubieses podido funcionar la ESMA sin ese lugar específico donde se reparaban los autos operativos. Además del Museo de Malvinas ahora está la intención de construir el museo de la AMIA”. Sobre el proyecto del gobierno nacionalBarros destacó que el predio de la ESMA «está declarado monumento histórico nacional. Teóricamente ninguno de esos lugares se puede tocar. Hay un proyecto del gobierno nacional que consiste en hacer una intervención de luces, sonidos e imágenes dentro mismo del Casino de Oficiales. Sería una especie de pasillo que recorre el Casino de Oficiales, con dos paredes de acrílico transparente a los costados donde habría imágenes, sonido, luces, para explicar lo que pasaba ahí dentro. En nuestra opinión esto le va a quitar todo el sentido a lo que ahí ocurrió, se va a ir transformando en un show mediático. Lo que era el salón dorado era el salón de fiesta del Casino. Incluso se hacían fiestas mientras estábamos ahí secuestrados. Recuerdo estar en capucha y escuchar la música, los gritos del baile. Ese lugar además funcionó como centro de inteligencia donde se planificaban los secuestros y exterminio, y ahora está programado poner luces y fotos de caras de compañeros y de secuestradores. También pretenden poner fuentes con agua y juego de luces en el medio donde había mano de obra esclava de los compañeros, donde se los torturaban». Lordkipanidse, en tanto, fue contundente: “esto es un intento de desnaturalizar el espacio. Nosotros no decimos ex ESMA, es la ESMA. Me parece una falta de respeto la pretensión de innovación que no registra antecedente internacional. Respecto los edificios fueron cedidos a organismos, también hay edificios cedidos a Paka Paka, a Canal Encuentro. Son excelentes esos canales, pero habiendo tanto lugar, ¿tener que hacerlo ahí? Han actuado payasos allí, como el payaso Cacatúa en el pabellón de las Madres de Hebe. El asadito, ¿no hay lugares para hacer asados? Hacerlo dentro de la ESMA, con el significado de la palabra asado adentro de la ESMA. Esta desnaturalización del espacio responde a una política ¿Lo hacen a propósito contra los familiares de las víctimas, contra los sobrevivientes? ¿A ver hasta dónde aguantas? Nuestra alerta va en ese sentido, la memoria no es de ellos, la memoria es del pueblo y la hemos construido con más de treinta años de resistencia”, aseveró con firmeza. Sobre la resignificaciónEl Sueco, como conocen sus amigos a Lordkipanidse se refirió a un concepto polémico: “la resignificación pretende desde el discurso llevar vida a donde hubo tanta muerte. ¿A quién se le ocurre hacer un festival de murgas en el cementerio de la Chacharita? Se enojarían los parientes. Si la ESMA es un lugar de muerte como ellos lo definen, algo que yo me encargué de aclarar porque también es un lugar de resistencia y lucha, existen otros espacios donde desarrollar esta idea de llevar vida. Ahora esta última etapa, en la que el predio está lleno de publicidad oficialista, partidaria, en la ESMA, llena de fotos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Todas las personas que van a hacer una visita a ese lugar salen de ese espacio con una idea política preestablecida cosa que no es así. Cuando nosotros estuvimos secuestrados en la ESMA ni Néstor ni Cristina estuvieron en la puerta reclamando por nuestra liberación. Nadie puede apropiarse de lo que fue la lucha del pueblo para voltear la dictadura. Hoy venir y decir que los salvadores de la patria son fulano y mengano es un despropósito. Estas cuestiones a la larga quedan aclarados desde la perspectiva histórica, y ojo con eso, se sabe que hay otra historia, ojo con los que hoy hacen uso y se apropian de una bandera de lucha histórica de nuestro pueblo. Es una juzgada muy riesgosa la que están haciendo. Este pueblo con su resistencia y su memoria supo llevar a juicio a los genocidas y sus cómplices civiles”. Sobre los juicios por delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMABarros volvió sobre el proyecto del gobierno nacional y entregó más argumentos sobre su posición en contra de esa iniciativa: “el Casino de Oficiales es monumento histórico, por lo que no puede tocarse nada, pero además la ESMA es una prueba judicial para los distintos juicios que se desarrollan en torno a la ESMA. El juicio que se está desarrollando en este momento no va a ser el último, porque de sus testimonios están surgiendo novedades, casos nuevos, nombres de compañeros desaparecidos, se van conociendo más identidades, además de casos que no entraron en juicios anteriores. Seguramente habrá una cuarta etapa del juicio. A su vez, el Casino de Oficiales sigue hablando a través de las inscripciones que dejaron los sobrevivientes y compañeros desaparecidos en distintos lugares del Casino, y esto se ve reflejado a partir del trabajo que está realizando un equipo de restauradores, museólogos que investiga cada cm2 para ver si se encuentran alguna otra cosa. Fue así que se encontraron inscripciones en el sector de Capuchita, la parte más alta del Casino, donde muchos compañeros estuvieron secuestrados. En otros sectores del segundo piso donde dormían oficiales, pero también donde hubo compañeros secuestrados también aparecieron inscripciones. El último caso fue una inscripción que encontraron en Capuchita, debajo del tanque de agua aparecía una hoz y el martillo y una sigla J.D.D. Pensando, ubicando los tiempos se dieron cuenta los museólogos que esa era la firma de un compañero llamado De Marco que es sobreviviente pero que nunca supo dónde había estado, y ahora este año, después de treinta y pico de años, conoció dónde estuvo secuestrado en la ESMA, este es un caso emblemático de por qué no se puede tocar nada de ese lugar». Más tarde se sumó Víctor Basterra, también sobreviviente de la ESMA, integrante además del ejecutivo del Instituto Espacio para la Memoria. Este es su testimonio respecto a qué es lo que se debe hacer o no en ese predio: “Yo digo que no, porque el Casino de Oficiales es un lugar emblemático y necesario de recordar en toda su dimensión, reflexionar sobre lo sucedido ahí y además es un lugar de recogimiento, alguna vez dije que quieren establecer ahí una especie de Disneylandia, un extraño aparato virtual, con sonido, aguas que corren, ¡no, así no es la vida!, las cosas hay que mirarlas de otra forma, eso debe estar impoluto, tal cual lo dejaron estos hijos de una gran siete. Hay cosas que están como lo dejaron en los años 1977, 1978, 1979, 1983, todos los años que funcionó, y esto no se ha podido modificar a lo largo de tantos años y ahora lo pretenden hacer. A fines de febrero hubo una única reunión con sobrevivientes en el que se planteó esta posibilidad, solo un quince por ciento de los compañeros se mostró contemplativo, el resto estuvimos coincidimos en que eso no debía alterarse. El Casino de Oficiales esta bajo la tutela del Instituto Espacio para la Memoria, que ha sido absolutamente respetuoso de lo que siempre se habló, que no tiene que ser modificado, simplemente mirarlo, observarlo. Por supuesto, no se ha trabajado nada en lo que es el Casino de Oficiales porque está bajo nuestra tutela, tendrían que hacer una movida casi digamos legal para despejarnos de esa tutela, porque el Consejo Directivo del Instituto Espacio para la Memoria (IEM) casi en pleno se opone a cualquier intervención en ese lugar. Yo creo que hay una clara decisión de imponer, acompañada de una inmensa cuota de soberbia, de hegemonía, y también de oportunismo de aprovechar todos los espacios que son simbólicos y que sirven para prestigiarse y establecer algunos negocios. A título personal yo me opongo totalmente a esa posición y sigo sosteniendo que esos lugares son de reflexión y de recogimiento, son de respeto extremo y de absoluta modestia, tiene que ser tratado con mucho respeto y mucho cuidado, no puede ser siquiera lugar de disputa, ese lugar hay que dejarlo tranquilo, solo se significa, solo tiene un significado importantísimo, no es necesario resignificarlo”, concluyó Basterra.
La polémica recién empieza. Está lejos de ser un tema cerrado. Seguramente la pelea discursiva será cruda. Habrá que esperar para saber qué lugar ocupa en ese debate la opinión de los sobrevivientes.