Nora Cortiñas no pudo ver a los wichís detenidos en Formosa
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Los diarios locales no pudieron obviar la visita de Nora Cortiñas |
(Por La Retaguardia) Nora Cortiñas intentó visitar a los cinco hermanos Tejada detenidos desde el 28 de julio pasado en la Alcaidía de Las Lomitas, pero no pudo. En diálogo con La Retaguardia, relató las vueltas que le dieron para que finalmente se haya ido de Formosa sin poder verlos.
“Fue un viaje muy interesante porque fuimos tres personas de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de distintos lugares y yo, recorrimos los kilómetros que hay hasta Las Lomitas y nuestra misión era verlos y también hablar con los jueces correspondientes. Nos atendieron muy bien en la Suprema Corte del Tribunal, el juez de la causa pero que ese día ya no la tenía porque había pasado a otro magistrado”, comenzó el relato a La Retaguardia Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
Las trabas para poder ver a los hermanos Tejada aparecieron desde el momento en que arribaron: “el día que llegamos a la tarde nos dijeron que ya no era el horario, que no podíamos entrar, que fuéramos al otro día a las ocho de la mañana que sí íbamos a poder entrar. Fuimos al otro día y nos empezaron -como yo digo- a manosear, porque nos dicen que no, no se puede, que el prefecto, que el comisario, a cada rato nos ponían una excusa de que no se podía, entonces llamamos a Buenos Aires, a personas que conocemos de Derechos Humanos y les dijimos que no nos dejaban entrar. Estaba Pablo Pimentel (APDH-La Matanza) e iba llamando a gente que por ahí podía interesarse”, continuó Cortiñas.
Como no podían ingresar a la Alcaidía se reunieron con el juez: “cuando estábamos con él nos dicen que de 14 a 16 nos permitían entrar a conversar con ellos. Yo lo miro al juez y les digo a todos que yo me iba en el avión de las 18. Entonces el juez llama al penal donde estaban los presos y les dice que ‘desearía si le pueden permitir a Nora de Cortiñas hacer una visita ahora porque tiene que viajar a Buenos Aires’”.
Ante la respuesta afirmativa, Cortiñas fue nuevamente hacia el Alcaidía: “llegamos ya con el Jesús en la boca porque se estaba haciendo la hora que nos teníamos que volver con Berta (El Gandur – APDH Formosa) de Las Lomitas a la ciudad de Formosa para después tomar el vuelo. El director del Penal nos hace pasar y preparan un salón como para recibir a los cinco hermanos. Nos sentamos y viene un cana y nos dice que nos llama el director para vayamos a hablar con él. Me pareció bien, que era una cuestión de protocolo. Vamos, nos hacen sentar frente a él y empieza con una sanata impresionante, que era abogado, un tipo estudioso, blablá, toda una sanata a su favor. Pasan como diez minutos, lo miro y le pregunto si ya podemos ver a los hermanos. Y nos dice que no, que recibió una orden que dice que hasta que no era la hora que se había fijado no podíamos entrar. Le expliqué que tenía viajar y que además el juez habló delante de mí y que él le había dicho que sí. ‘Sí pero yo después recibí una orden de arriba que dice que usted no puede pasar hasta la hora convenida’, me respondió. Así que me despedí y dije que iba a volver en otro momento porque al otro día yo tenía que ir a Córdoba al festejo de un año del acampe que no dejó entrar a Monsanto a Malvinas Argentinas”.
En diálogo con La Retaguardia, Norita Cortiñas explicó que no le negaron la posibilidad de verlos, sino que el horario no era el convenido, a lo que se sumó que le dieron todas las vueltas posibles para que finalmente se vaya sin poder encontrarse con los Tejada: “yo no decidí quedarme, perder el vuelo, porque la orden de arriba sería del gobernador, pero bueno, la semana que viene capaz voy y los podré ver, o a lo mejor logramos que ya estén libres, porque nosotros fuimos a pedir que los liberaran porque hay acusaciones que les hacen que son totalmente irrelevantes, y no está todo tan correcto como tiene que estar”.
Avelino, Rogelio, Manuel, Esteban y Ricardo Tejada permanecen detenidos en la Alcaidía de Las Lomitas, tras el violento allanamiento realizado por la policía provincial en la Comunidad El Colorado el 28 de julio pasado. Los hermanos wichí fueron procesados acusados de ser “coautores materiales y responsables de la comisión de los ilícitos penales de robo doblemente agravado por el uso de armas y en poblado y en banda y coacción agravada (…) en concurso real”.
“Los abogados iban a apelar todas las cosas que ellos ven que están mal y ver si los pueden liberar mientras le siguen la causa. A los Tejada les pusieron una moto ahí en la Comunidad, no la fueron a buscar y al otro día los denunciaron que se la habían quedado. Es decir, los mafiosos se la dejaron para volver al otro día a buscarla y después denunciaron que la habían robado. La otra acusación es por resistencia a la autoridad, algo que ponen siempre, pero si vieron entrar a sus viviendas, que son como chozas, a que le destrozaran todo y se los llevaran arrastrándolos delante de las mujeres y los niños, la resistencia es que no te dejes llevar así, entonces la peleás, no te dejás arrastrar, primero la peleas. Cualquiera de nosotros lo hace. Luego se descubrió que la moto que les habían dejado no tenía papeles, y cuando ya estaban preparando la acusación rápidamente le hicieron unos papeles. Todo burdo”, agregó Cortiñas.
Los que sí los visitaron
Quienes sí pudieron entrar a ver a los hermanos Tejada fueron Pablo Pimentel de APDH-La Matanza y Paula Alvarado, integrante de la Mesa de Pueblos Originarios Capital / Buenos Aires y de la APDH Nacional: “están bien porque ahora están todos los ojos puestos ahí, pero el día que hicieron la razzia les han hecho de todo, les han roto las viviendas, los han golpeado, a uno lo mandaron al hospital, han golpeado a las mujeres y a los niños”, afirmó Cortiñas.
En cuanto a las vueltas que le dieron a ella para verlos, Norita se preguntó: “¿por qué tanta perversión, por qué tanta hipocresía, por qué siempre uno tiene que señalarlos de esta manera, por qué no pueden proceder como algo normal?, yo no digo que sea ni bueno, ni malo, sino normal. El juez llamó, dijo que por favor me dejaran entrar y ellos tienen que cumplir lo que les dijo el juez. Pero como el proceso de esta causa tiene cosas muy irregulares, tenemos la esperanza y estamos pidiendo que los dejen el libertad mientras le siguen la causa como le hacen a más de uno que está ahora con proceso; acá en Argentina hay un montón de gente que está procesada por cosas muy graves y sin embargo están en libertad y tienen cargos importantes y representan al gobierno”.
A pesar de todo, Cortiñas destacó, con la fuerza que la caracteriza, que hay que seguir actuando: “pidiendo también por la libertad de los presos de Las Heras, y de los delegados de ATE en Santa Cruz que están hace un año y además no están ni siquiera procesados. Defendiendo las fuentes de trabajo, el respeto a las leyes de trabajo, del ser humano con todo lo que dice la Constitución. Yo creo que la Argentina algún día va a mejorar cuando el otro no sea el enemigo siempre, cuando no inventen un enemigo en el otro, piense lo que piense”.
Cuando la llamamos a Norita Cortiñas para que nos cuente qué había pasado durante su viaje a Formosa, nos dijo que sólo podía charlar cinco minutos porque estaba con sus sobrinos; sin embargo, la charla -como es habitual con ella- se extendió. Nora relató lo que sucedió y lo que sintió en la provincia del norte argentino; además –como lo hace siempre– recordó otros conflictos actuales: “cada tanto los voy a llamar y los voy a jorobar, voy a hacer un microprograma, mirá qué amenaza”, cerró la entrevista. A los que sostenemos La Retaguardia nos encantó la amenaza y pronto no nos va a quedar otra que atenderla más frecuentemente y hacerle un lugar a esta hermosa Madre que, como siempre, está llegando al lugar adecuado. Los medios alternativos, comunitarios y populares estamos en los mismos lugares por los que ella camina.