Una marcha con la seguridad de las ideas
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(Foto archivo) |
(Por La Retaguardia) Una nueva marcha del Orgullo Gay se está realizando, no sin polémica previa. Analía Más, abogada de la Federación Argentina LGBT, explicó cómo y por qué fueeon moa cruces con el gobierno porteño. Fue durante una entrevista con Cristina Varela y Luis Angió en el programa radial Oíd Mortales.
—Analía Más: Hemos tenido algunos problemas con el Gobierno de la ciudad. La organización CHA (Comunidad Homosexual Argentino) hizo en su momento una actividad al aire libre y hubo un episodio aislado de violencia: una persona que golpeó a otra, lo que puede pasar en cualquier manifestación pública. Se hizo un juicio, una sentencia en primera instancia condenó al Gobierno de la ciudad y a la organización, y en segunda instancia sacaron al Gobierno y dejaron únicamente como responsable a la organización por una suma económica impagable.
Todas las organizaciones de diversidad, más allá de las diferencias que podamos tener, hemos apoyado a esta organización, porque quiere decir que de aquí en adelante, cualquier organización que quiera realizar un evento público corre riesgos.
—Oíd Mortales: Sería como una privatización de las movilizaciones.
—AM: Yo soy abogada de la Federación Argentina LGBT, participamos de las marchas desde hace muchísimo tiempo, desde que nos creamos. La marcha la organiza una comisión que formamos todas las organizaciones. Apenas termina la marcha, ya estamos preparando la del año siguiente, pedimos permisos al Gobierno de la ciudad, tenemos que pagar un montón de cosas, seguridad del escenario, los camiones. Hacemos las cosas muy prolijas. Y este año incluyó una cláusula el Gobierno de la ciudad, en la que dice que nos tenemos que hacer cargo de la seguridad. O sea, están dejando a organizaciones de la sociedad civil como responsables de la seguridad en la vía pública, lo cual es una locura. De hecho, las únicas organizaciones que podemos participar tenemos que estar inscriptas en la IGJ (Inspección General de Personas Jurídicas). Desde ya, la federación está inscripta desde hace mucho tiempo, pero quiero decir que este es el marco en el cual se puede realizar esta marcha que hacemos desde hace veintipico de años y que se hace en casi todas las ciudades del mundo, al menos en Occidente.
Nosotros sí nos hacemos cargo de lo que pase sobre el escenario, de que los camiones tengan todos los seguros. Lo que siempre hicimos fue estar cerca de los camiones para que no haya accidentes porque la gente marcha muy cerca. El año en que salió el matrimonio igualitario hubo más de ciento cincuenta mil personas, somos organizaciones de la sociedad civil que hacemos esto con muchísimo esfuerzo.
—AM: Desde ya. Y más que somos organizaciones de diversidad. Ustedes se acuerdan de las barbaridades que nos decían durante la tramitación del matrimonio igualitario; hubo manifestantes públicas de los que llamamos los naranjitas, la Iglesia, muy agresivas. Todavía estamos dando una batalla social y cultural, hace dos años nada más se sancionó la ley de identidad. Ante este hecho, de fiesta, invitamos a participar a toda la familia. El año pasado vino a cantar Sandra Mihanovich, este año también hay una sorpresa.
La organización empieza al mediodía con una feria en Plaza de Mayo con muchos puestos, de hecho, participan organismos del Estado que nos piden por favor estar presentes en la Plaza. Tienen sus puestos en donde exponen qué políticas públicas hicieron este año. Y alrededor de las seis de la tarde empieza una marcha desde Plaza de Mayo hacia el Congreso, en donde hay un escenario, se leerá una consigna, “De la igualdad formal a la igualdad real”, y pedimos por la ley antidiscriminatoria y por un Estado laico. Es desde muy temprano hasta la noche, es imposible que dependa de nosotros la seguridad de todo el mundo. Nunca ha pasado nada, pero después de este antecedente judicial, nos pone mal a todas las organizaciones, que hacemos todo con muchísimo esfuerzo.
—AM: Hay varios. También se van a hacer aplausos a quienes colaboraron. Después se hace la besada masiva.
—OM: Por más que Macri no quiera, las cosas que surgen desde la gente, no puede ir contra eso. La gente se va a juntar e ir igual. Hasta sería un punto a favor para él darse cuenta de que podría ganar votos. Pero no puede con su genio.
—AM: También pasa con la educación, cada vez hay más presupuesto para la educación privada y menos para la pública. Lo mismo que con la salud.
Seguridad para todos menos para…
Resulta al menos paradójico que el PRO, que tiene un discurso de seguridad implacable, quiera ceder la gestión del poder de policía justamente en esta marcha: “lo que me llama la atención es que hacen mucha campaña —especialmente el jefe de Gobierno y gente que se ubica en su mismo espacio político— por el tema de la seguridad. Entonces, que cedan la seguridad, la calle, el espacio público, a la buena voluntad de lo que puedan hacer activistas, es impensable. Yo detesto la visión de ellos con respecto a la seguridad, pero no es esta, es una contradicción absoluta. Quienes han ido ya saben que es un momento que se disfruta, es una fiesta. Nosotros, aun en épocas difíciles, hemos marchado con muchísima alegría, siempre peleamos con alegría por nuestros derechos. Ha habido muchísimos logros en estos años, todavía tenemos mucho por hacer, pero sabemos disfrutar y hacer que la gente disfrute”, aseguró Más.
—AM: Sí. Precisamente, la consigna es “Igualdad real”, porque gracias a nuestra lucha tenemos reconocimiento legal, pero todavía falta que eso se transforme en realidad en la vida cotidiana de muchos de nosotros. La ley antidiscriminatoria la venimos pidiendo al mismo tiempo que cuando metimos la ley del matrimonio. También estaba esa, y no la logramos. Pensamos que iba a salir primero, y, sin embargo, todavía no pudimos lograr que se trate. Es simplemente actualizar la ley que ya existe, vieja, dictada en otro contexto. Y el Estado laico es una realidad más que pendiente, luego de que el papa Francisco accedió al Vaticano, las cosas se han complicado mucho, sobre todo para lo que tiene que ver con derecho de género. Ese también es un trabajo que hacemos a diario: ver qué pasa en las universidades públicas, en la educación pública; sobre todo en los espacios públicos, que son cada vez menos laicos.