Carlos Slepoy y los avances en la querella argentina por los crímenes del franquismo
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Carlos Slepoy, un luchador por la Justicia Universal |
(Por La Retaguardia) Esta semana se realizó una conferencia de prensa de la Plataforma Argentina de apoyo a la querella contra los crímenes del franquismo al cumplirse cinco años de su inicio. Estuvo presente Carlos Slepoy, abogado argentino residente en España y uno de los patrocinadores de las víctimas en aquel país. Dialogamos con él acerca del estado actual de la causa de los crímenes del franquismo en la justicia argentina, pero también sobre su repercusión en España. También convocamos a Juan José Fernández Ageitos, de la Federación de Sociedades Gallegas en Argentina, quien calificó a la querella como «indetenible». Además, nos adelantó cómo será el acto por el nuevo aniversario de la II República Española que se realizará este sábado 18 de abril en el Bambalinas.
En la actualidad, la única querella existente en el mundo por los crímenes del franquismo se tramita en Argentina en el Juzgado Federal de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional N°1, a cargo de María Romilda Servini de Cubría. Esta semana se cumplieron cinco años desde su inicio.
A pesar de la casi nula repercusión mediática de este hecho, durante los últimos meses se produjeron algunos avances. Así lo aseguró Carlos Slepoy, uno de los abogados de las víctimas del franquismo, en diálogo con Oral y Público: “algunos acontecimientos son internos del procedimiento propiamente dicho, y otros tienen que ver con las repercusiones que hay en el ámbito de la justicia y la política española. A mediados del año pasado fueron denegadas dos extradiciones solicitadas por la jueza argentina Servini de Cubría. Sin embargo el gobierno español, que inicialmente no había procedido al pedido de las detenciones de estos dos torturadores, sí dio traslado a la justicia de ese país cuando llegaron las extradiciones, es decir que podría haber hecho lo que acaba de hacer que era denegar el paso a la solicitud judicial para que lo tratara la justicia; en este sentido ha actuado exactamente igual a como lo hacía Menem en su momento, o incluso De la Rúa, pero ya de otro modo, básicamente negaban cualquier colaboración con la justicia española en aquel momento (en las causas españolas que investigaban delitos de lesa humanidad en Argentina). Esto es lo que ha hecho el gobierno en primer lugar y por otra parte la justicia española dictó una resolución negando la extradición de estas personas por considerar que estaban prescriptos los crímenes. Es decir, una resistencia enorme por parte de la justicia española a considerar estos delitos del franquismo como crímenes contra la humanidad”.
Redoblar la apuesta
Carlos Slepoy explicó que a partir de esta denegación, la querella, en lugar de tomarlo con desazón y pesar, redobló la apuesta y planteó veinte nuevos pedidos de detención y extradición: “respecto a esos nuevos pedidos, hubo un apoyo muy importante por parte de las organizaciones políticas y sociales españolas, hubo un pronunciamiento por parte del parlamento europeo y también por parte de un grupo muy importante de diputados del parlamento español exigiendo que se produjeran las detenciones que había solicitado la jueza; sin embargo el gobierno se mantuvo y no procedió a la detención. Esto determinó que la jueza solicitara las extradiciones que fueron denegadas por el gobierno, y este acontecimiento que nuevamente podría haber provocado la sensación de que mucho más no podíamos avanzar, tuvo una enorme respuesta por parte de cuatro relatores especiales del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el organismo internacional más importante en materia de derechos humanos, que fueron el Relator para la Tortura, para la Desaparición Forzada de Personas, para las Ejecuciones Sumarias o Arbitrarias, para la Verdad, la Memoria y la Justicia, las Reparaciones y Garantías de No Repetición, y condenaron al gobierno español por no conceder las extradiciones. Es decir que avalaron la solicitud de un juzgado de primera instancia de la justicia argentina exigiendo que se revea esta medida y estas personas sean extraditadas. En el mismo sentido, acaban de presentarse, al hacer un pronunciamiento muy importante incluso con algunos diputados del Partido Socialista Español (PSOE) y otros diputados de otros partidos, solicitando al gobierno español que revea esta decisión”.
El mejor día en la vida
Para Slepoy se está ante un momento realmente trascendental de la querella: “esto está teniendo un enorme impacto en la sociedad española, es la única causa abierta en el mundo respecto de los crímenes del franquismo, las personas pueden declarar ante la jueza Servini de Cubría de distintos modos, ya sea viniendo a Argentina como lo han hecho algunos, ya sea por videoconferencia, que ya se han hecho y se van a hacer otras a fin de mes, o enviando sus denuncias a través de los consulados argentinos que en todo el mundo atienden y reciben gratuitamente las denuncias de las víctimas del franquismo que luego son enviadas aquí, o bien como lo han hecho en el transcurso del año pasado prestando declaración directamente ante la jueza en España. La jueza se trasladó a España y hubo un juzgado que envió un exhorto para solicitar autorización y hubo juzgados españoles en los que la jueza Servini tomó declaración a las víctimas que muchas de ellas manifestaron que era el día más importante de sus vidas por poder declarar ante un juez. Este hecho de una enorme trascendencia, sin embargo no fue de gran conocimiento en Argentina, pasó como muy inadvertido y sin embargo fue un acontecimiento de primer orden”, aseveró.
Durante su estadía en la Argentina, Carlos Slepoy tuvo reuniones en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, en la Cancillería argentina y en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación con el objetivo de que el gobierno de nuestro país realice una protesta formal ante el incumplimiento del tratado de extradición entre ambos países ya que el gobierno español denegó primero las detenciones y luego las extradiciones: “también le hemos pedido a la jueza que repita un exhorto como el que hizo para tomar declaración a las víctimas pero ahora a los victimarios, es decir que se traslade a España, también en presencia de un juez español, y le tome declaración a los que están imputados en la causa. En este caso concreto, están imputados 17 de las 20 personas que se habían solicitado, ya que 3 murieron; son ex ministros que firmaron sentencia de muerte, ordenaron represión donde murieron muchos trabajadores; también son torturadores, hay un médico por la apropiación de un niño, y jueces cómplices de los crímenes del franquismo. Si esto sucede, y hay posibilidades de que así sea, pasarán ante la justicia española para declarar personajes que parecían absolutamente inexpugnables y esto creo que nos remite a todos a aquella época en que en Argentina parecía imposible terminar con la impunidad, y sin embargo empezaron a desfilar ante la justicia con los resultados que ya conocemos”, agregó el abogado en diálogo con Oral y Público.
Ida y vuelta
Carlos Slepoy también tuvo un rol protagónico cuando, aún vigentes las leyes de impunidad en Argentina, se iniciaron causas en España bajo la coordinación del juez Baltasar Garzón. Para Slepoy, el procedimiento actual evoca en cada paso aquel anterior: “yo tuve la suerte de ser abogado allí y nosotros empezamos ese procedimiento pensando que iba a tener un carácter simbólico nada más. Las madres, abuelas, familiares, ex detenidos desaparecidos fueron a declarar a España, y era porque encontraban un oído judicial que aquí no tenían, pero jamás pensamos que se iba a detener a (Augusto) Pinochet, que iba a ser juzgado (Adolfo) Scilingo y que finalmente iban a ser detenidos por un juez argentino 40 personas solicitadas por Garzón en su momento, que fue en gran medida desencadenante del fin de la impunidad cuando (Néstor) Kirchner dijo aquella famosa frase ‘los extraditamos y los juzgamos’. Antes, con las leyes de punto final y obediencia debida y el indulto, tuvimos más de diez años de impunidad absoluta, salvo el tema de los niños (la apropiación), y parecía que eso era inamovible, y si alguien osaba decir que estas leyes eran contrarias a la Constitución o al Derechos Internacional se le contestaba como contestó alguno en su momento que esa posición estaba vulnerando el Estado de derecho, cuando lo que estaba violando el Estado de derecho era la institucionalización de la injusticia que significaban las leyes”.
En este sentido, para Carlos Slepoy “la gran enseñanza histórica en Argentina” es extrapolable a otros procesos: “lo fue en relación con algunos otros países de América Latina, logró derribar las leyes de impunidad que en su momento parecían absolutamente inamovibles; o sea, es posible, y esto en España está entrando, están pensando que es posible derogar la ley de amnistía, es posible que un tribunal diga que conforme al derecho internacional estos crímenes deben ser investigados, que no se puede hablar de prescripción cuando se habla de crímenes de lesa humanidad o genocidio, y eso que parecía una quimera, hoy está en la agenda política y los cambios políticos tienen que ver con la crisis profunda del sistema español, incluido su sistema judicial, y esto va a facilitar que las cosas avancen, seguramente no con la profundidad con que se hicieron en la Argentina, ya que es otro contexto histórico, nosotros tenemos solo siete años de dictadura y tuvimos diez o doce años de impunidad absoluta, en España son cuarenta años de dictadura y cuarenta de impunidad, memoria y olvido. Por eso va a ser más grande el triunfo y por eso va a ser nuevamente una enseñanza internacional de primer orden: es posible luchar contra la impunidad aunque se trate de crímenes que se han cometido bastante tiempo atrás. Y la idea de fortalecer el principio de justicia universal que es la justicia de las víctimas, la justicia de los débiles, de aquellos a los que nadie hace caso, no es la justicia de los poderosos que instrumentan tribunales penales internacionales para juzgar a quienes creen que deben ser juzgados porque no afectan sus intereses. Estamos hablando de algo muy serio para el futuro de la humanidad, los avances que en el derecho internacional que esto está causando son de una enorme trascendencia”, concluyó.
Los jóvenes, la II República y ¿la III República?
El 14 de abril no sólo se realizó la conferencia de prensa en la Legislatura porteña al cumplirse cinco años del inicio de la querella argentina, sino que además es la fecha en que se conmemora un nuevo aniversario de la II República Española.
La Retaguardia dialogó con Juan José Fernández Ageitos, presidente de la Sociedad de Riveira en Buenos Aires e integrante de la Federación de Sociedades Gallegas en Argentina.
Fernández Ageitos se refirió a la querella argentina por los crímenes del franquismo que lleva adelante, entre otros, Carlos Slepoy a quien describió como “el gran Carlitos, es una máquina ese hombre”. Respecto al avance de la querella, afirmó: “la cosa va caminando, es indetenible, hay que tener confianza. Está teniendo repercusión a nivel mundial la cosa, hay declaraciones de la OEA, hay presión sobre el gobierno español, no se puede parar, la historia no se para, sigue; y en algún momento vamos a tener novedades que nos van a llenar de alegría y tristeza a la vez, porque no es que uno se pone feliz con estos temas, pero es resarcir un poco toda esta brutalidad fascista de tanto tiempo y tanto desastre que hicieron”.
El sábado siguiente a cada 14 de abril, la Federación de Sociedades Gallegas en Argentina realiza un acto. El de este año será el 18 de abril, a partir de las 19, en el Teatro Bambalinas, ubicado en Chacabuco 955 de la Ciudad de Buenos Aires. “Realizaremos el acto de siempre de la República. Festejamos siempre todos los años, eternamente, ya no sé cuánto hace, yo aprendí a caminar en la Federación de Sociedades Gallegas y ya me acuerdo de eso. Va a ser un hermoso acto fraternal, muy solidario, siempre es muy lindo, nos emocionamos mucho los viejos y los no tan viejos. En estos actos hay cuatro generaciones, encontrarse ahí ese día, a los que más años vamos teniendo nos emociona muchísimo”, explicó Fernández Ageitos.
Sobre la trascendencia de la II República en aquel momento y lo que significa para la España actual, el integrante de la Federación reflexionó: “la primera medida fue la educación, el cine, el teatro, había una vida cultural terrible, se llegaba a los pueblos y lo primero era la obra de teatro, enseñar a los demás, fue un desarrollo cultural terrible, por eso también la combatieron y lo siguen haciendo al día de hoy, pero por suerte los jóvenes españoles fundamentalmente, que son los que tienen que volver a la III República, que no me cabe duda que vendrá, están haciendo una muy linda experiencia con flor de ajuste neoliberal en España: no hay trabajo, no hay educación, y la experiencia por supuesto tiene que ser de lucha, no hay otra forma. Aquello fue una explosión, fue masivo, en la República hasta participaba gente de derecha democrática, no eran todos de izquierda, fue muy masivo. Yo siempre le explico a los más jóvenes la importancia de la Guerra Civil, la experiencia de esos republicanos en toda América Latina, militando, los anarquistas, los comunistas, todos, cada uno con su granito de arena, hemos producido en toda América Latina, lo que hoy estamos viviendo, yo estoy convencido de eso, el Che Guevara seguía las batallas de la Guerra Civil Española con un mapa en su dormitorio, yo creo que perdimos pero hasta por ahí nomás”.
Ante la pregunta de por qué actualmente pareciera ser que los militantes políticos que queremos cambiar el mundo nos conformamos con muchos menos que en aquellos años, Fernández Ageitos aseveró: “es un proceso de acumulación, de conciencia, hay que trabajar mucho, en general la gente mayor española está muy asimilada al franquismo, con temor… uno cuando vuelve a España se da cuenta de eso, te dicen ‘no, de este tema no hablamos’, uno va con todas las pilas y tratan de no discutir, ni siquiera de dejarte hablar, por eso la juventud es la fuente de toda vida en política, no hay proceso en el mundo que si no lo toma la juventud, no avanza, hoy en España encontramos una importante juventud pidiendo cambios, y hay que darle tiempo”.
Este sábado 18 de abril se llevará adelante un nuevo acto de conmemoración de la II República, con los ojos puestos en los jóvenes y la llegada de una III, pero también con la esperanza del fin de la impunidad para los crímenes cometidos por el franquismo, gracias al trabajo incansable de un grupo de personas, entre ellas el imprescindible y “gran Carlitos” Slepoy.