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Mientras podrían quedar libres los policías acusados, un testigo dice saber dónde está Daniel Solano

Escrito por el julio 25, 2015


En la base del molino está el jagüel
de 80 mts. tapado por 30 mts. de basura.
Allí podría estar el cuerpo de Daniel.

 (Por La Retaguardia) El juez que entiende en la causa por la desaparición de Daniel Solano, Julio Martínez Vivot, concedió a los 7 policías que están presos acusados por el hecho, la posibilidad de salir en libertad tras pagar una fianza. Los policías accederán a este beneficio por una ley provincial que dice que ninguna persona puede estar presa sin juicio más de 3 años, plazo que se ha cumplido en esta causa. Solano desapareció en octubre de 2011 y los abogados de la familia, Sergio Heredia y Leandro Aparicio, iniciaron una investigación que consiguió acusar a los policías. Durante una emisión de Desde Afuera, el programa radial de los Familiares y Amigos de Luciano Arruga, que puede escucharse por Radio La Retaguardia y Radio Zona Libre, Aparicio aseguró que hay un testigo que señaló el lugar donde, según él, habrían arrojado el cuerpo de Solano. Un geólogo salteño visitará el lugar para dar su opinión.

Durante la charla, Aparicio cargó contra el juez Martínez Vivot y otros funcionarios judiciales: “el juez que dispone eso está denunciado por nosotros. El fiscal Bodrato, el segundo fiscal, también está denunciado por nosotros. Son los megaencubridores, los encubridores de los encubridores. Ya veíamos venir esto, obviamente que nos vamos a oponer. Hay dos circunstancias que tal vez no las han tenido en cuenta. Circunstancias que, aparte de haber estado procesado y transcurrido ese tiempo, 3 años, uno de las personas detenidas, Sandro Berthe, violó las pautas de conducta que debería cumplir. Desde la cárcel mandaba a seguirlo a Sergio Heredia por medio de una persona que se llama Carlos Rosas, que fue y declaró. Oportunamente, todos los policías, todos, absolutamente todos, violaron las medidas de seguridad cuando se escaparon… No se escaparon, sus familiares ingresaron al penal de Viedma, hicieron una especie de motín y ahí los trasladaron a todos hasta Lamarque. Son circunstancias a las que nosotros vamos a apuntar para denegar la libertad”, dijo Aparicio, al dar los argumentos de la apelación ya presentada por la querella.
Luego siguió con su ataque contra el juez de la causa: “dudo de si el juez es un imbécil total o es un corrupto comprado por ellos. Tiene cara de imbécil. Vos leés los fallos y decís es que un imbécil. Es un arte hacerse el estúpido en estos días, ser idiota no es para cualquiera. He tenido conversaciones con él desde que empezó el fallo y lo hemos denunciado. Espero no ser confuso con lo que voy a decir: una cosa es la desaparición de Daniel Solano y su muerte, y otra cosa -que el fiscal nunca quiso investigar porque está obviamente comprado por la mafia que explota a los trabajadores y maneja la droga en Río Negro- es por qué lo mataron, cuáles son las cosas atrás. La causa que tiene que ver directamente con lo que pasó con Daniel es la punta de un iceberg que encierra una trama nefasta de tráfico de drogas, de una base de operaciones en el sur con todo el manejo de la empresa que en un momento fue ExpoFrut y fue cambiando de nombre”.

Construir la causa paso a paso

Aparicio se refirió al esfuerzo que implicó para los abogados intentar cumplir la tarea de investigación que debería haber impulsado el fiscal, y resaltó el rol de Sergio Heredia, de quien dijo ser solo un ladero: “esto no se descubre de un día al otro, son tres años y medio y trabajo e investigación. Yo soy un copiloto, voy todas las semanas y ayudo a mi amigo, pero el que está instalado ahí es él, está escuchando a los testigos que van todos los días, recabando pruebas. Le hicimos la tarea al fiscal que no hizo el absoluto. En uno de los escritos que hemos presentados decimos que colgamos el título de abogado y no trabajamos más si el fiscal nos demuestra que él hizo una medida de prueba conducente para descubrir todo lo que nosotros descubrirnos. No hizo ninguna en absoluta. Entonces, ¿qué pasa? Se centra específicamente en lo que pasó esa noche, y se dejan de lado los autores intelectuales, los encubridores. El dueño del boliche donde lo sacaron a Daniel es partícipe y tiene que estar preso también porque él prestó el boliche para que se concertara ese homicidio. Estaba todo concertado, todo planeado para que esto suceda. Quiso el destino que cayeran dos abogados que no tenían ningún compromiso con nadie y quisieran saber qué es lo que pasó y cuál es la verdad. Hay distintas circunstancias que sería bueno que sean conocidas a nivel nacional, porque hay fiscales que no deberían estar, hay fiscales que están denunciados hace tres años y no solo siguen en sus funciones, sino que siguen delinquiendo. Hemos probado que es una asociación ilícita, son parte de estas mafias que ya se han concursado. Es muy complejo para explicar el manejo de las tercerizadoras, las que están, las que hacen el trabajo de buscar a los trabajadores golondrinas y ponerlos a disposición de las multinacionales. Es una mafia que no es muy complicada de descubrir, es muy fácil si existiera voluntad, si un contador pudiera analizar todo lo que hemos presentado. Nosotros ya acreditamos no solamente por nuestras cuentas, sino por lo que ha dicho la Secretaría de Trabajo de Río Negro y la Subsecretaría de Trabajo de Lamarque, la plata que han estafado a Daniel y a otros trabajadores que estaban con él. Entonces, si esto es así, ¿por qué el fiscal no precedió a imputarlos? Son todas preguntas retóricas. Obviamente, porque está sobornado y comprado por esta gente”.

Trabajar en el expediente y en la calle

Durante el diálogo con los Familiares y Amigos de Luciano Arruga, Aparicio se refirió a esta doble estrategia: “obviamente que las manifestaciones, la lucha en la calle, la militancia, ayudan, pero también ayuda el trabajo en el expediente. Lo que está volcado en el expediente no se puede borrar. Eso me parece que es muy importante porque nos permite en un futuro acudir a organismos internacionales para sancionar a la provincia de Río Negro y para sancionar a los funcionarios que no han cumplido con su deber. No vamos a claudicar, vamos a seguir. Yo me estoy quejando con vos, me lamento, pero me agarra más bronca. Vamos a seguir, no va a quedar así.

¿Donde está Daniel Solano?

El mojón ante el campo La Manuela

En otras ocasiones los abogados de la familia Solano accedieron a diversas pistas acerca de dónde podría estar el cuerpo de Daniel. Primero se sospechó que podría haber estado en la comisaría. En noviembre del año pasado, Sergio Heredia comentó, en diálogo con La Retaguardia, que tenían idea de dónde podría estar Solano. Ahora un testigo dice saber que Solano fue arrojado en un jagüel ubicado dentro del campo La Manuela, que no es más que aquel al que se refería Heredia.
Aparicio dijo al respecto: “por otro lado, como una primicia: se sabe dónde está el cuerpo de Daniel… en un jagüel, a 25 kilómetros. Sergio Heredia es de Tartagal y conoce a un geólogo que es experto en introducirse a lugares como el que está el cuerpo de Daniel y va a venir específicamente desde Salta para poder bajar y tratar de sacar el cuerpo, o lo que quedó en ese jagüel, que es un pozo que tiene entre setenta y ochenta metros de profundidad”. El geólogo Walter Ovejero, oriundo de Tartagal, Salta, el lugar de dónde son oriundos tanto los Solano como el abogado Heredia, comprometió su presencia y llegará en los próximos días a Choele Choel para estudiar el lugar y dictaminar acerca de cuál es la mejor manera de acceder a las profundidades del pozo.
Sobre cómo accedieron a esa pista, Aparicio dijo: “hay varias pistas que nos llevan a ese lugar, pero específicamente el testimonio de una persona que nos da (la información) con lujo de detalle, cómo quién fue el que lo llevó, cómo fue, cuál fue el pacto o la promesa para que esté ahí. Una certeza absoluta tenía el testigo en cuanto a fechas, datos, circunstancias”, aeguró el abogado.

—Familiares y Amigos de Luciano Arruga: ¿Hace cuánto tiempo saben de esto?

—Leandro Aparicio: En noviembre del año pasado lo denunciamos y en diciembre fuimos al establecimiento con personal de Gendarmería, y también, en otra de las estrategias, el fiscal llevó veinticinco policías, que me puedo dar el orgullo de decirte que los eché a todos. No en la primera ocasión, pero los pude echar a todos porque llevé al testigo de identidad reservada que estaba en mi coche. Y cuando no me dejó no me dejó sacarlos a todos el juez, a pesar de que le dije: «Mire, no puede estar la policía acá por razones obvias, porque hay policías de ellos que están detenidos, porque nos están siguiendo, y usted lo sabe porque está denunciado en el expediente». Me dijo que no, que los iba a dejar. Le dije: ‘Se tienen que ir igual porque está el testigo de identidad reservada en mi auto y no va a entrar acá hasta que se vaya la policías’. Los eché a todos, se fueron los 25 policías de ese establecimiento, quedaron nada más que los 4 gendarmes junto con el dueño, y ahí se procedieron a hacer las tareas de peritaje para establecer en dónde estaba el cuerpo. Después el juez y el fiscal, en otro intento de encubrimiento, llevaron 3 poceros. Alteraron los dichos que dijeron los poceros ―baqueanos que trabajan en los campos— y les hicieron decir que era imposible bajar ahí. Imaginate que se pudo sacar mineros de la mina de Chile, el hombre llega a la Luna, y no van a poder bajar a un pozo de setenta metros.

Historia judicial

Como suele ocurrir en estos casos, los primeros jueces ayudan a ocultar las evidencias perdiendo esos momentos iniciales de la investigación tan importantes para reconstruir delitos tan complejos como el de un secuestro y la desaparición de la víctima. Aparicio repasó aquellas autoridades: “la primera juez fue la doctora Marisa Bosco; la echamos nosotros, tenía que estar presa, pero gracias a Pichetto y a los diputados provinciales de Río Negro no tuvo un juicio político. El otro fiscal que estaba en la causa se llama Miguel Flores, también denunciado por nosotros hace tres años. El fiscal que está ahora se llama Guillermo Bodrato, también denunciado por nosotros. Víctor Soto, juez civilista, tuvo que subrogar esa causa y fue el que produjo las detenciones. Fue el único que estuvo a la altura de las circunstancias; después, fueron todos cómplices de todo lo que estamos denunciando.

El caso de Daniel Solano continúa dando de qué hablar. Al cierre de este informe, Gualberto Solano, su papá, desconsolado ante la posible liberación de los policías acusados por la desaparición de su hijo, estaría a punto de dar un paso tan peligroso como desesperado: retomar una huelga de hambre que ya le trajo problemas de salud y encadenarse en la plaza de Choele. Sería toda una paradoja: la víctima encadenada y los acusados libres.

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