“Para este tribunal tengo la capacidad de manipular la cabeza de mi hija”
Por LR oficial en Uncategorized
Terminó el juicio, ¿seguirá Bilat en los medios? |
(Por La Retaguardia) Horas después de que se conocieran los fundamentos del fallo que absolvió a su ex pareja Nicolás Balerdi, acusado de abuso sexual contra una de las hijas de ambos, volvimos a dialogar con Feliciana Bilat. Bronca e impotencia son algunas de las sensaciones que transmitió Bilat durante la charla con La Retaguardia, en la que rebatió los argumentos de los jueces y relató cómo están sus hijas tras este proceso. Además denunció que el hermano de Balerdi la esperó en la puerta de su casa para hostigarla, lo que generó una tensa situación con la presencia de sus hijas.
“Estamos… que no es poco”, fue lo primero que respondió Feliciana Bilat al ser consultada acerca de cómo se encontraba. “Estoy indignadísima, tengo los fundamentos en mi poder, los leo y releo y realmente son increíbles las cosas que han puesto, muchas contradicciones”, agregó en diálogo con La Retaguardia.
El martes 14 de julio, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº17 absolvió a Nicolás Balerdi del delito de haber abusado sexualmente de su hija cuando ella tenía 4 años. El martes 4 de agosto, se conocieron los fundamentos, que tienen una extensión de 120 hojas, y en los que el tribunal, integrado por los jueces Pablo Vega, Juan Giudice Bravo y Alejandro Noceti Achával, dice de manera unánime que ella realizó una denuncia falsa: “según los jueces, lo que observaron algunos peritos y profesionales en la nena, que tiene que ver con situaciones de delito sexual, fueron inducidos por mí; pasándolo a criollo dicen que les llené la cabeza, y si queremos ser un poco más exactos estamos hablando nuevamente de SAP, el inexistente síndrome de alienación parental. Noto también que en los fundamentos se basan enérgicamente en los testigos que llevó el imputado, yo quiero aclarar que nosotros no presentamos testigos, no fue una amiga o amigo mío, no fue mi mamá, no fue la tía de la nena, nosotros no presentamos testigos porque estamos convencidos de que este es un delito de alcoba, como se llama, y no hay testigos. En ese sentido son pedófilos y perversos, pero no andan abusando en público”, afirmó Bilat.
Para el tribunal, Bilat mintió
La joven además se refirió a lo que calificó como una “estrategia perversa” por parte de la defensa: “citaron al juicio a testigos como un primer novio mío al que, por ejemplo, se le preguntó cómo eran nuestras relaciones sexuales cuando teníamos 18, 20 años, pregunta que por supuesto no tiene nada que ver con el hecho denunciado, pero que la defensa hizo igual y el tribunal dio lugar. Otra de las testigos fue María Laura Firpo, una ex amiga mía desde la infancia hasta que yo descubro los delitos de abuso sexual, y el tribunal hace muchísimo hincapié en estos testimonios; por ejemplo desestiman la denuncia inicial que yo hice contra Balerdi por violencia de género; el tribunal dice ‘claramente Bilat mintió en todo lo que dijo, hasta en la denuncia previa por violencia de género’. Lo dice porque esta señora o señorita Firpo, que éramos muy amigas, declaró que yo nunca le había contado que sufría violencia de género. Es verdad, no se lo había contado… ni a ella, ni a mis hermanas, ni a mi madre, a ninguna otra amiga, a nadie se lo había contado, digamos que es el 2+2 de las víctimas de violencia de género: no andamos mostrando nuestros golpes por la vida, ni contándolo abiertamente, sino todo lo contrario. Siempre lo ocultamos, así haga 40º, si hay que ponerse una bufanda, bueno… se la usa para que no se vean las marcas, de esto se trata”.
La gran manipuladora
Respecto a cómo explicó el tribunal por qué ella elaboraría una mentira semejante, Bilat aseveró: “se basan bastante en una pericia psicológica que se me hizo en el Cuerpo Médico Forense en la etapa de instrucción. Cuando yo la leí me asusté un poco de mí misma, por todo lo que dice. Dice que tengo un trastorno histeroparanoide, que soy manipuladora, no dice nada muy lindo de mí; y esto se contrapone a la pericia psicológica que le hicieron a Balerdi que es impecable, al margen de si es un pedófilo o no, y me pongo del lugar de la justicia y no del de mamá, entiendo que ninguna pericia de ningún ser humano puede dar impecable, pero en el caso de Balerdi es una persona ejemplar por donde se lo mire, y mi pericia todo lo contrario. Entonces se agarran de esto, y de que la testigo Firpo hizo hincapié en que soy una persona inteligente, habilidosa con las palabras; en resumen tengo tanta capacidad de manipular que no solo manipulé a mi hija para que hable, para que dibuje frente a diferentes profesionales por ejemplo a su progenitor con los genitales expuestos… ella habló, dibujó, pericias que hizo entre sus 4 y 5 años, cosas que si un chico no vivió no puede expresarlas de ninguna manera, y también gestualizó frente a una de las peritos del Cuerpo Médico Forense: con una birome hizo los gestos de una situación de sexo oral; con otra profesional del Centro de Atención a Víctimas de Violencia Sexual también hizo gestos masturbatorios de ella hacia su progenitor y a la inversa también. Evidentemente para este tribunal tengo la capacidad de manipular todo lo que pase por la cabeza de mi hija: los dibujos, los gestos, los sentimientos, las reacciones de miedo, de vergüenza, los sentimientos ambivalentes hacia su progenitor cuando inició esto, porque ella decía que tenía un papá al que cuando era bueno le gustaba verlo y que cuando era malo no, como que lo disociaba, y mi manipulación es tal que también tuve la capacidad de manipular a los profesionales que confirman el abuso, por ejemplo la licenciada Otero del Centro de Atención a Víctimas de Violencia Sexual. Ella fue terapeuta de la nena y la vio en 35 oportunidades y es una de las que confirma contundentemente los abusos que ocurrieron por parte de Balerdi, pero lo que dice el tribunal es que como la terapeuta de mi hija también hablaba conmigo, se predispuso a creer en mi relato y encaró el tratamiento de la menor con todo lo que yo le había metido en la cabeza. O sea que también pude manipular a los profesionales”.
Hablar con ellas
En diálogo con La Retaguardia, Bilat explicó que ya habló con sus hijas del fallo absolutorio y relató una situación vivida con el hermano y un amigo del denunciado: “volví a mi casa después de escuchar los fundamentos del fallo y fui a buscar a las nenas al colegio, pensás qué cara pongo en mi casa, cómo hablo con ellas. Uno trata de poner su mejor cara, sus mejores ánimos, y veníamos llegando a casa del colegio y en la puerta del edificio apareció el hermano del imputado con un amigo hostigándonos, insultándome. Ellas se pusieron muy mal, expresan de manera diferente, la más grande llora, no puede ni siquiera omitir palabra y la menor pudo decirle: ‘andate, no te quiero ver’, pero esta persona lejos de irse se acercó más; por suerte estaba mi mamá también en la puerta del edificio, que se encargó de las nenas, y yo me encargué de que esta persona se retirara, pero las nenas están descontroladas, hoy no querían ir al colegio, no quieren salir a la calle, dicen que van a vivir acá adentro, quieren que el colegio venga a casa, que la psicóloga venga a la casa, y que toda la vida venga adentro de casa, y es muy difícil poder explicarles, me encuentro en un punto donde ya no tengo herramientas para que ellas se sientan seguras. En algún momento era que la policía nos cuida pero ellas ya vieron en todo este trayecto que no fue así, en algún momento tuve un botón antipánico entonces les decía que se quedaran tranquilas pero tampoco sirvió; les decía que se quedaran tranquilas porque teníamos una medida cautelar de prohibición de acercamiento pero tampoco sirvió. Y ahora más que nunca ellos se sienten impunes, como la justicia dijo que esta persona es inocente, se sienten impunes, mientras tanto las que no quieren salir a la calle hoy son mis hijas”.
Aquí o en el Congo
El fallo absolutorio contra Nicolás Balerdi ha sido un golpe muy duro para Feliciana Bilat, sin embargo está decidida a no abandonar su lucha. En todo este tiempo, incluso, muchos conocidos le han recomendado irse, una propuesta que ella negó sistemáticamente: “me ha pasado que mucha gente en algunos momentos me ha dicho que me vaya, pero a donde nos vayamos lo que mi hija vivió la va a acompañar, así viva en el Congo. Los abusos sexuales no desaparecen nunca de nuestras cabezas, y lo digo porque conozco a muchas sobrevivientes y muchos sobrevivientes de abuso sexual en la infancia, gente de más de 60 años que fueron abusados a los 4 y siguen recordando y siguen soñando y siguen teniendo miedo y culpas y millones de consecuencias que deja el abuso sexual infantil, más aún cuando es intrafamiliar. Por otro lado, ni mis hijas ni yo tenemos que ir a ningún lugar, el que se tendría que ir o esconder debajo de la tierra es él, nosotras no hicimos nada. Entiendo el planteo porque estamos o estoy personalmente enfrentada a un sistema judicial que es patriarcal, un monstruo, pero lo que justamente quiere este monstruo es eso, que nos callemos. En este caso me tocó a mí ser la atrevida en denunciar, en seguir, hace 5 años que estoy con esto, me pusieron muchos palos en la rueda y fui una atrevida también por llegar a juicio oral y por seguir enfrentando o por repudiar el fallo. Esto es lo que le molesta a nuestra justicia patriarcal, y yo lamento en el alma que les moleste pero yo voy a seguir luchando no para demostrarles que no les voy a dar el gusto de callarme, sino para proteger a mi hija”.
A pesar del fallo absolutorio, quizá algo pueda sacarse en positivo: esta causa, nos hizo conocer a una joven que parece estar dispuesta a seguir dando batalla, no solo por su causa, sino por la de tantas otras mamás que viven situaciones similares. Feliciana Bilat va camino a convertirse en una suerte de Vanesa Orieta, es decir, en una referencia que ayudará a amplificar situaciones que vive muchas otras personas, pero que están invisibilizadas por los medios tradicionales de comunicación. Ahora que terminó el juicio, seguramente Feliciana dejará de ser noticia. Desde los medios alternativos estaremos allí, para seguir acompañándola.