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La Retaguardia

Reflexiones hacia el 22 de noviembre

Por LR oficial en Nacionales

La Retaguardia consultó a Alfredo Grande, Enrique Martínez y Patricia Gordon, para saber qué están pensando y qué harán en el balotaje. (Por La Retaguardia)



Alfredo Grande: “Para mí que no pase el fascismo es el bien mayor”

 El 25 de octubre, el psiquiatra y psicoanalista Alfredo Grande, conductor de Sueños Posibles, que se emite por Radio La Retaguardia, votó al Frente de Izquierda; sin embargo, en la segunda vuelta lo hará por Daniel Scioli, una decisión que sorprendió a muchas personas que lo conocemos. “Yo también me sorprendo”, afirmó el propio Grande entre risas.

-Fernando Tebele: Has sido siempre muy crítico de las políticas del kichnerismo.

-Alfredo Grande: Ni siquiera yo estoy muy convencido, lo que pasa es que no es votar a Scioli, creo que ahí hay una pequeña trampa que habría que aclarar: para mí Scioli no es el mal menor, para mí que no pase el fascismo es el bien mayor. Evidentemente en otro escenario, que mucha gente, y me incluyo, quisiera que fuera otro -por ejemplo quisiera que fuera un balotaje entre Scioli y (Nicolás) Del Caño o Scioli y Víctor de Gennaro, o Scioli y Alfredo Palacios, qué sé yo-, hubiera votado seguramente a cualquiera de las variantes de la izquierda, incluso a la socialdemócrata, pero no es el caso. Este es el escenario y el bien mayor siempre ha sido en la historia de las luchas populares primero frenar el fascismo o hacérsela difícil, o complicársela un poquito. Evidentemente un Macri presidente, una Vidal gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, toda una franja amarilla importante, es darle al fascismo herramientas culturales, no digo políticas o económicas porque esas ya las tiene, y eso sería no solo arriesgado sino absolutamente suicida, entonces la coyuntura es esta, yo no la armé, no tuve nada que ver. Tanto en Pelota de Trapo como en Sueños Posibles, he sido fuertemente crítico no de Scioli sino incluso de Néstor Kirchner. He escrito tres trabajos, como ‘Críticas de la razón K’, que pienso reflotar, o sea que me siento en libertad, no solamente intelectual, sino política, de poder pensar que esta coyuntura, que es miserable y que la armó el kirchnerismo obviamente, porque hicieron casi todo mal a nivel de estas elecciones, que resulta inesperada para más de uno, y ya antes cuando se decía que Scioli ganaba por 8, 9 puntos, incluso que podía no haber balotaje, yo ya lo había decidido y ya lo había dicho. Lo que pasa es que esta coyuntura es tan brutal que yo estuve la noche del domingo de las elecciones en Viedma, con compañeros de la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro, no todos peronistas pero casi todos, y realmente me fue muy útil escucharlos. Yo estaba realmente muy angustiado, indignado, porque realmente es un masazo muy fuerte a todo lo que podemos llamar el campo de la izquierda, populares y demás. Creo que el bien mayor es intentar que el fascismo tropiece y si es posible que caiga.

-FT: ¿Por qué definís a Macri como fascismo? Si comparás a la policía bonaerense con la metropolitana, la primera fue más brava….

-AG: Primero fue la bonaerense, porque Macri tenía que llegar al poder. Hay una obra de (Bertolt) Brecht que es ‘La resistible ascensión de Arturo Ui’ que lo describe claramente. Yo no he leído la biografía de Hitler pero me han contado que más o menos fue así. El partido nazi era el Partido Nacional Socialista, en general a Macri no le dio para eso pero el ascenso del nazismo se da siempre por izquierda o por centro, por socialdemocracia, por votaciones y por supuesto en la conquista del mayor poder Macri, que no creo que sea un tipo de talento, teniendo enfrente a todo el aparato kirchnerista a nivel nacional, no va a ser tan torpe de crear fuerzas de choque peores que la Bonaerense, eso es astucia; pero ha arrasado la salud, la educación, y no hay que olvidarse lo que era la UCEP, esta fuerza de choque pegándole a los mendigos. Y después lo apoya lo peor de lo peor, toda la derecha clerical, el empresariado más concentrado, van a tener una suma del poder público que también tuvo Cristina, pero la diferencia, realmente la re-reelección que de alguna manera la frenó (Sergio) Massa hubiera posibilitado un tercer período de Cristina que hubiera arrasado, o sea que tampoco están en juego cuestiones ideológicas de importancia, creo que darle al ingeniero este gran pantallazo, inclusive a nivel internacional… las opiniones de Macri sobre lo mejorcito del chavismo, de las relaciones con Evo,  incluso con Cuba, realmente creo que desde ya no me merezco que mi presidente sea Macri, creo que muchos otros tampoco, y Scioli ya ha recibido quizás más en las nalgas de Aníbal Fernández una buena paliza y creo que algún grado de autocrítica el kichnerismo, a su manera, a su estilo, deberá estar ejerciendo.

Enrique Martínez: “Votar en blanco es casi desentenderse del problema”

Desde La Retaguardia también conversamos con Enrique Martínez, integrante del Instituto para la Producción Popular (IPP), en el Movimiento Evita. Martínez estuvo al frente del INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) entre 1986 y 1988 y entre 2002 y 2011. Su salida definitiva marcó para muchos un punto de inflexión en cuanto a lo que implicaría la última etapa del kichnerismo, los argumentos para correrlo de su cargo estuvieron relacionados con que el INTI no podía estar al servicio de las fábricas recuperadas y de la economía social. Aún con su ferviente apoyo al kirchnerismo, Martínez siempre se permitió críticas, algunas de ella fuertes. Esta vez no fue la excepción. En la primera vuelta votó la lista completa del Frente para la Victoria y en el balotaje volverá a inclinarse por Daniel Scioli.

-Fernando Tebele: ¿Cuál es tu mirada sobre el resultado de la elección del 25 de octubre?

-Enrique Martínez: El resultado de la elección sorprendió incluso a los que aumentaron su caudal. Tengo fija la expresión de María Eugenia Vidal cuando dio los datos oficiales a eso de las 12 de la noche, descubriendo en ese momento que había ganado la provincia mientras había venido diciendo todo el tiempo desde las 6 de la tarde que estaban cerca pero abajo. Me parece que nadie esperaba un resultado tan escaso a favor de Scioli y aparecen ahora las explicaciones y las justificaciones de insatisfacciones de sectores medios y también de sectores populares que a medida que se van desenredando uno va hablando con la gente, con más protagonistas, y aparece alguna claridad sobre el tema, además de ganar claridad sobre un muy débil comportamiento militante de buena parte de los compañeros que dicen defender con más fuerza el proyecto del Frente para la Victoria; pero yo no creo que esas cosas sean absolutamente determinantes, creo que lo determinante es el voto popular y el voto popular decidió que el Frente para la Victoria no le satisfacía, en realidad creo que aparecieron Macri y Massa como pudo aparecer cualquier otro, no creo que se esté votando un contenido porque del otro lado claramente nadie sabría explicar con todo detalle el contenido. Lo hemos escuchado a Massa con su pliego de condiciones y no resiste un análisis elemental, es un pliego de condiciones de un empresario donde en todo ese listado los empresarios no ponen un mango, todos los que deberían poner plata para hacer lo que Massa dice es el sector público, y entonces sería el bolsillo de los ciudadanos. O sea que claramente haber votado eso conscientemente sería bastante zonzo desde los sectores populares.

-FT: Esa baja en la militancia a la que hacés referencia ¿fue una especie de boicot o simplemente fue no sentir al candidato?

-EM: Creo que es una forma de cultura política que demuestra que no hemos podido recuperar la militancia activa comprometida del principio de la democracia. Recuerdo el cierre de campaña de Raúl Alfonsín o de Ítalo Luder con millones de personas en la calle y las cosas que discutían, y recuerdo la interna Cafiero-Menem, y después de la traición de Menem todo comenzó a decaer. Hubo un modesto repunte en la interna Bordón-Álvarez, pero parcial porque ahí buena parte del peronismo no participó, y realmente este reflotar de la militancia en esta década creo que ha sido más imaginado que real, creo que juntar 50.000 personas cuando hace 30 años se podía juntar un millón en un acto marca una diferencia clara. Si la calle está vacía, la militancia tiene un alto porcentaje de militancia rentada y en consecuencia esta idea de que la política llenó todos los hogares no es adecuada. Nos falta mucho para recuperar la política como componente esencial de nuestra vida.

-FT: Quizás hay más discusión familiar pero eso no implica que los actores de esa discusión después salgan a defender sus propuestas.

-EM: Uno habla con compañeros de uno u otro signo, los más cercanos, y uno advierte la endeblez conceptual, ideológica; es poca la gente capaz de definir el modelo propio y el modelo del adversario lo cual indica una situación bastante pobre desde el punto de vista de la política porque nos manejamos por adhesiones simplemente.

-FT: Todo el mundo opina con naturalidad, analistas políticos, prestigiosos periodistas y la gente en la calle acerca de si Scioli tiene que como estrategia pegarse o despegarse más de la presidenta. ¿Nadie cuestiona que no diga lo que piensa en lugar de ver qué le conviene más?

-EM: Creo que esas recomendaciones de imagen están perimidas, probablemente tengan efecto, probablemente Scioli termine escuchándolas porque son demasiado abundantes e intensas, pero acá la discusión que hay que hacer es por qué el kirchnerismo fue absolutamente exitoso. Cuando recuperó el consumo popular durante los primeros 5, 6 años de gestión y por qué luego se estancó la gestión, cuáles fueron las debilidades que impidieron que se realizaran los cambios estructurales necesarios, que colocaron en un límite de recuperación del salario que fue el arma para mejorar la condición de los compatriotas, porque a partir de un cierto momento las grandes corporaciones se llevaron el aumento de salario a través de la inflación, y no alcanzó el dinero para compensar a los excluidos con un Estado de Bienestar que también encontró su límite en términos reales. ¿Por qué pasó eso?, eso no se discute, y estamos discutiendo si la imagen de Cristina ayuda o no a un candidato, cuando en realidad lo que deberíamos discutir es cuál de las dos opciones que hay para adelante está en condiciones de abrir el debate o en todo caso soportar el debate, aunque no lo genere el candidato, sobre los cambios estructurales que son necesarios y cómo ejecutarlos, porque francamente yo creo que si no avanzamos en condiciones estructurales vamos a estar mucho peor con Macri que con Scioli presidente, pero vamos a estar mal en los dos casos.

-FT: Teniendo en cuenta el gabinete que fue presentando Scioli en las semanas previas a la elección, salvo el Ministerio que prometió crear de Economía Popular, que uno supone que lo tendría quizás a Emilio Pérsico como uno de los actores principales y a ustedes laburando allí con el respaldo de las fábricas recuperadas y de todos los actores de la CTEP, todas las figuras que fue mostrando Scioli en ese gabinete son más tirando a la derecha de su propia construcción o de la construcción que supo encarnar el kirchnerismo, ¿esto pudo haber desalentado a la propia tropa?

-EM: Creo que si hubo desaliento por ese gabinete fue por un análisis superficial, porque yo creo que la ministra de Economía que postuló (Silvia Batakis) es una figura interesante, con pensamiento heterodoxo, que de ninguna manera razona en términos ortodoxos tradicionales; creo que cambiar el área de industria y de agricultura por las figuras y los equipos que hay detrás y que pronosticó Scioli no son malos, creo que en el área productiva es mejor que lo que hay, y después creo que puede haber discusión en el tema de seguridad, justicia, en los temas duros en que me parece que Scioli se ha inclinado efectivamente por un ala más conservadora, pero en términos productivos no nos olvidemos de que le faltó a ese gabinete designar al canciller que es clave para la integración regional y designar el Ministerio de Desarrollo Social que también es clave, además de un área de Economía Popular, que para mí es la clave esencial para el futuro argentino; yo no creo que haya retrocedido la composición del gabinete respecto de lo que hoy está en funciones.

-FT: Más allá de tu convencimiento con el voto, cuando alguien te dice que va a votar en blanco, ¿podés entender las razones o te parece que es un voto inútil y que le hace el juego a la derecha como dicen muchos?

-EM: Yo creo que votar en blanco en estas circunstancias inéditas, y sobre las que hay que reflexionar mucho, es casi desentenderse del problema, es dejar que otro resuelva la cuestión y entonces quien vota en blanco si en definitiva termina por omisión favoreciendo la elección de Macri después se tendrá que hacer cargo de cómo el sector empresario tiene hegemonía notoria, creciente y total en la industria argentina, liderado por corporaciones multinacionales, que hoy esas corporaciones son hegemónicas es cierto y es una asignatura pendiente reconocida por buena parte del kirchnerismo, ahora Macri lo considera normal. Entonces votar en blanco y habilitar la posibilidad de que Macri acceda al gobierno, me parece que para un ámbito progresista, de izquierda, transgresor del sistema, es un error casi grosero.

Patricia Gordon: una anarco enredada

También dialogamos con Patricia Gordon, psicóloga y presidenta de la ONG EnRed, que trabaja las problemáticas de abuso sexual infantil y trata de personas en Mar del Plata. Acerca del voto en el balotaje, respondió: “yo voté al Frente de Izquierda, que ahora está llamando a votar en blanco, y sinceramente todavía no sé qué decisión voy a tomar. Me siento como muy desorientada, de hecho me quiero reunir con muchos compañeros y compañeras de distintos partidos y organizaciones como para empezar a profundizar un poco cuál sería la mejor decisión, que por supuesto para mí no es Macri ni tampoco Scioli. Personalmente no tengo ninguna militancia partidaria, tengo compañeros y compañeras en muchos partidos y trato de generar cualquier cambio o transformación desde esa lucha que venimos llevando a cabo contra la violencia, contra el abuso, contra la trata, que es nuestra forma de militar, y en realidad descreo mucho de los partidos políticos. El tema del poder es algo que realmente me desvela, el ejercicio del poder hace que se termine desconfiando por los altos niveles de corrupción a los que se llega generalmente, por lo tanto me defino como una anarco enredada en todo caso. Estoy desorientada y no sé qué trole hay que tomar para seguir”, finalizó Gordon entre risas.

Decisiones ya tomadas, dudas, desorientación, coyunturas no elegidas, son algunas de las palabras y sensaciones que plasmaron los entrevistados a lo largo de las conversaciones con La Retaguardia. Palabras y sensaciones que se deben repetir en muchas personas y que seguiremos recorriendo y escuchando hasta el 22 de noviembre, día en el que se definirá quien será el sucesor de Cristina Fernández de Kirchner.