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Bienvenidos al Senadosaurio

Escrito por el agosto 14, 2018



“Debate histórico”, anuncian los medios de comunicación desde sus grandes titulares y zócalos a TV color. Adentro de la Honorable Cámara Retrógrada del Senado sólo escucharán a la estatua de la virgen. A las millones de mujeres que se manifestaron pacíficamente bajo la lluvia se lo van a pasar por el más oscuro lugar de su perversa ignorancia. (Por Paulo Giacobbe para La Retaguardia)

El himno. Todo comienza con el himno. Desde un partido de fútbol hasta la sesión en senadores por la interrupción voluntaria del embarazo: “Oh, juremos con gloria morir”, repite la Cámara. Carlos Menem, con los brazos cruzados a la espalda, parece esposado cuando canta. Se tambalea levemente. Algunas bancas tienen carteles por los despidos en Télam. Aquí unas pocas exposiciones que se manifestaron a favor del aborto clandestino.

⤵Esteban Bullrich, Senador, ex ministro de Educación, poeta contemporáneo: “Quiero comenzar con una pregunta: ¿Qué es la vida? La vida es lo que nos hace estar hoy acá”, arrancó el senador para explicar que sin vida no existiría el Congreso. Como muestra de lo aprendido, la comprensión y la tolerancia que tiene sobre el tema, habló de un biólogo que expuso a favor del aborto: “Que planteó que el ser humano era un mamífero placentario y al ser un mamífero placentario, el embrión dependía, por estar dentro de la placenta, de la madre. Era indivisible”. (Probablemente se refería a Alberto Kornblith que, por supuesto, nunca dijo que el embrión está dentro de la placenta, sino dentro del útero. El embrión dentro de la placenta no está bien, está mal). El senador continuó su alocución surfeando en un berenjenal de palabras, hablando de chimpancés, convenciones y convicciones. Llegó a decir: “Finalmente entre dos principios como ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’ y ‘Para un argentino no hay nada mejor que otro argentino’ no hay tanta distancia, presidenta. La discusión es si en ese vientre materno hay un prójimo a quien amar o un argentino a quien defender”.
La discusión no era esa, el debate era otro, aborto legal o aborto ilegal. Después de la votación, expertas en derechos humanos de la ONU dijeron que en el Senado “resguardaron la continuación de un legado arcaico basado en una doctrina religiosa que incorpora estereotipos dañinos sobre los roles de las mujeres en la familia y en la sociedad, que son intrínsecamente discriminatorios y opresivos para las mujeres”. No mencionaron al senador quien confesó no poder dejar de lado sus convenciones religiosas.
⤵Alfredo de Angeli, expiquetero, senador por Entre Ríos, que en 2014 pidió que se legalice el trabajo infantil, explicó que juró defender y respetar la Constitución Nacional y votar a favor de la ley IVE le haría ir en contra de su juramento. Habló de su familia numerosa y de los encuentros familiares: “Lo vemos en el interior profundo de nuestra provincia, esas familias numerosas que jamás se le pasó por la cabeza abortar un hijo. Y lo criaron con humildad”. Habló de su madre que les hacía la ropa y cocinaba pan. Se alegró porque la hija de un conocido estaba embarazada de mellizos porque él es mellizo: “Qué alegría, qué valentía. Me acuerdo y se sigue la tradición en muchos casos, de regalar una planta para que esa planta vaya creciendo y vea la imagen de su hijo. Esas son las cosas que no podemos perder nosotros. Por eso voy a votar en contra, creo en las dos vidas”. Claro, cree en las dos vidas porque es mellizo. Prometió acompañar a las mujeres para que puedan ser madres. Cosa que podía hacer antes de ahora y después también, con o sin ley, con toda mujer que quiera tener su hijo y regar una planta. Pero se trata de otra cosa, de las mujeres que no quieren tenerlo y recurren a lugares clandestinos para abortar.
⤵La senadora de Santiago del Estero, Ada Itúrrez: “¿Existe ser humano vivo dentro del vientre materno?” fue el primer interrogante que le impuso la iniciativa, aunque, como ya dijimos, la ley se trata de otra cosa. El vientre de una mujer embarazada “porta un ser humano cuya existencia comenzó en el momento de la concepción, y el niño por nacer tiene corazón, tubo neural, pies, manos, columna vertebral, aparato respiratorio. O sea que desde su comienzo es una persona humana. Es claro”. Y en tren filosófico-religioso, va a plantear una cuestión que merece ser analizada con más detalle en cualquier sobremesa prolongada: “A ello debo agregar a un modo de refuerzo, que creo que también tiene alma desde la concepción”.  Como cierre leerá una carta de un niño de trece años de su provincia que le dijo que el aborto es un “homicidio” y le pidió que “salve las dos vidas”. 
⤵Rodolfo Urtubey, hermano del Gobernador de la Provincia de Salta, le explicó en su despacho al diario La Nación que fue malinterpretado en su exposición: “En vez de decir que no hay violencia debería haber dicho que no hay un forzamiento físico”. Sus malinterpretados dichos fueron: “Hay algunos casos donde la violación no tiene esa configuración clásica de la violencia sobre la mujer, sino que a veces la violación es un acto no voluntario, con una persona que tiene una inferioridad absoluta de poder frente al abusador, por ejemplo, en el abuso intrafamiliar, donde no se puede hablar de violencia, pero tampoco se puede hablar de consentimiento, sino de una subordinación, de una sujeción”. Entonces la frase sería algo así: “En el abuso intrafamiliar no se puede hablar de forzamiento físico”
⤵Pedro Braillard Poccard, senador de Corrientes se permitió opinar del tema porque fue cuatro años ministro de Salud de la Provincia. Dijo no poder dejar de lado sus convicciones y se reconoció hombre: “Para mí seguramente es mucho más fácil hablar porque soy hombre, es cierto. Señora presidenta, yo no elegí mi sexualidad, créame que trato de ponerme en los zapatos de las mujeres. Y respeto muchísimo a quien tiene hoy una posición diferente a la mía”.

Estoy terminando señora presidenta

⤵El rol de la presidenta del senadosaurio, Gabriela Michetti, merece ser analizado por profesionales. Interrumpió a la senadora Beatriz Mirkin, que se manifestaba a favor de la ley, por temor a que hablar le haga mal:
– Senadora, senadora, me permite decirle algo… me da miedo que le haga mal estar…
– No se preocupe, ya me hizo mal, todos estos meses me hicieron mal, es muy doloroso todo lo que estoy escuchando -le contestó Mirkin-. Algunas cosas me dan vergüenza, quiero saber, si salimos de acá sin ley, les pregunto: ¿Qué vamos a hacer mañana?
Michetti se vio muy consternada por la hora, que la cosa no termine a las mil quinientas. Discutió sobre el tema con más de un senador, especialmente los que estaban a favor. Fue más laxa con sus pares. Después del discurso de Pino Solanas increpó a la senadora María Magdalena Odarda:
-Le quedan poquitos minutos, y sí, porque usted compartía, hasta el 30, 11 minutos.- Pino le había comido el tiempo a la senadora que se negó al atropello:
-No, no.
-Hable lo que usted quiera, salimos a las tres de la mañana, no hay problema -,  concedió Michetti asemejándose más a una administradora de consorcio que al rol histórico que estaba ejerciendo.
Apenas comenzado el debate, Michetti confundió parcialidad con imparcialidad. Pero se dio cuenta:
-Creo que me equivoqué cuando hablé, dije no quiero ser imparcial, creo que dije eso. Porque acá había algunas… así que: quiero ser imparcial. Y entonces por favor les pido, no me fuercen a tener que estar todo el tiempo diciendo que corten.
En lo que, en el mejor de los casos, podría considerarse una intromisión grave, anunció que el ministerio de Seguridad le pedía que se apuren: “Tanto el Ministerio de… Seguridad, todas las autoridades del Ministerio de Seguridad que son las que se están encargando de nuestra seguridad en el Senado también nos están pidiendo desde hoy temprano que por favor terminemos antes de las diez de la noche. Si seguimos con el ritmo de 17, 18… perdón, a mí me toca decir porque es un tema de seguridad, no sólo nuestro, de la gente que está acá dentro, sino de la gente que está afuera… la fuerza de seguridad, se ven con menor o mayor dificultad, digo, para hacerlo más fácil, después de esa hora, simplemente para avisar, si alguno quiere ir resumiendo mejor”.
Un rato después, la senadora María Sacnunle cuestionó: “Está circulando un planteo que usted habrá hecho en torno a que quería acelerar el debate en virtud de que hasta las diez de la noche iba a estar garantizada la seguridad de las miles de personas que están en estos momentos en la plaza, quiero que lleve luz a este tema porque hay una vigilia de personas que están esperando”.
-No, no, fue claro lo que dije. Venimos trabajando, obviamente, la seguridad interna, la seguridad externa, porque somos personas responsables y obviamente sabíamos que iba a haber mucha gente. La sugerencia de los que están a cargo de la seguridad externa era que tratáramos de hacer una sesión que no pasara más allá de las diez y media, once de la noche. Como una sugerencia de que la gente no pase mucho más tiempo, que se canse. La seguridad está garantizada, todo los días está garantizada, sólo era que si lo hacemos más conciso es mucho mejor porque la gente se cansa menos, simplemente eso -, rectificó la vicepresidenta.
Entonces, la frase sería algo así: “Todas las autoridades del Ministerio de Seguridad están pidiendo que seamos concisos para no cansar”.
Apenas terminada la votación, a micrófono abierto festejó el aborto clandestino con un “¡Vamos todavía, vamos!”. Se desconoce si la vicepresidenta de la Nación ignora el funcionamiento de los micrófonos o lo hace a propósito. Pero cierto es que también insultó al senador Luis Naidenoff tratándolo de “pelotudo”. Después de varios años en el Senado no es la primera vez que le pasa: “Ayudame, boludo, que no me dan pelota”, le pidió alguna vez entre risas a Monzó al comenzar una sesión.

La cola de la Iglesia Católica

El senador Pedro Guastavino denunció amenazas por parte de la Iglesia Católica; no fue el único. Guastavino recordó la complicidad de la Iglesia con la dictadura genocida; no fue el único. El robo de bebés y las torturas a embarazadas. El Senado ha dicho y escuchado estos crímenes por parte de la Iglesia, nadie puede decir que no se sabe de qué se trata, sin embargo el único cura preso es un capellán de la Policía, Christian Von Wernich, que nunca fue dado de baja de la Iglesia y daba misa en la capilla de la cárcel donde está detenido, en Marcos Paz. Los genocidas pueden aliviar su espíritu. Curas prófugos o en libertad, escapando a juicios que no llegan nunca y mueren de viejos, es la norma. La apertura de los archivos por parte de la Iglesia Católica, que seguramente tiene información sobre el robo de bebés, es una deuda prometida.
Sería injusto resumir el discurso de la expresidenta Cristina Fernández con la frase “no se enojen con la Iglesia”. Pero el pedido no se entiende, aunque seguro tiene una explicación. Como seguro también, el enojo caerá, justamente, sobre las Iglesias, no solo la católica. Y en igual medida caerá sobre la clase política que se opuso al aborto legal, seguro y gratuito. Porque, aunque en el senado se votó seguir en 1921, en la calle no hay vuelta atrás.

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