Una sobreviviente reconoció a uno de sus secuestradores en pleno juicio
Por LR oficial en Comisaría Ramos Mejía, Derechos Humanos
Alcira Patricia Camusso reconoció esta mañana a uno de los imputados por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la Comisaría de Ramos Mejía, donde estuvo secuestrada en 1977. “Reconozco a Roberto Godoy por sus facciones, que aún con el paso del tiempo no han cambiado, y por cómo me miraba», aseguró y detalló tanto la vestimenta como la actitud aterradora del acusado.
Redacción: Camila Cataneo/Lucrecia Raimondi
Edición: Lucrecia Raimondi
Según confirmó La Retaguardia, la sobreviviente Alcira Camusso estuvo conectada como parte querellante a la plataforma virtual del tribunal y así reconoció en las primeras audiencias el rostro del ex oficial del Ejército Roberto Obdulio Godoy. Al repasar los primeros planos emitidos por este medio en la transmisión de los juicios, Camusso confirmó la sospecha de que Godoy era uno de los represores que había visto en su cautiverio. Durante su declaración como testiga frente al Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Camusso le habló directamente al imputado: «La misma forma de mirar, Godoy, no me la voy a olvidar nunca», aseveró en la cuarta audiencia del juicio.
En su testimonio, Alcira relató que luego del secuestro la encerraron en un calabozo ciego de la que después reconoció era la Comisaría de Ramos Mejía. Esa celda con puerta de hierro no tenía ventanas ni aberturas por la que entrara luz, no había cama ni letrina, solo un piso de cemento alisado y un pizarrón con lo que cree era un organigrama, en el que le pareció ver el alias de su pareja Gabriel Rodríguez, “Negro” o “Negrito”. No sabe cuánto tiempo estuvo ahí, no tenía manera de ubicarse. Estaba a oscuras, no la llevaban al baño, no le daban de comer ni beber, estaba sucia y con frío. Hasta que un día irrumpen en ese lugar, cuenta la mujer, dos o tres personas de civil muy violentos.
La descripción de Godoy
“Uno de ellos estaba claramente disfrazado, tenía un aspecto muy particular: una peluca y un delantal blanco largo con manchas de sangre. Él sobre todo me empieza a insultar, a golpear. Yo estaba sentada en el piso. Me pega patadas y me amenaza. Lo tengo que decir: de esa cara no me olvidaré nunca porque fue la primera cara de alguien que estaba de civil y era aterrorizante por su aspecto, por su manera de moverse, por la agresión, por la actuación. Era histriónico en todo, se hacía el loco, pegaba patadas a la pared. Lo que me pasó es que estoy siguiendo el juicio desde la primera audiencia y reconozco a Roberto Obdulio Godoy como la persona que entró ese día a la celda donde yo estaba. Lo reconozco por sus facciones que no han cambiado: las mismas cejas, la nariz, la forma de mirar Godoy, no me la voy a olvidar nunca. No lo pude reconocer en las fotos que me mostró el tribunal pero hoy estoy segura de que era Roberto Obdulio Godoy el que comandaba ese grupo”.
Alcira fue secuestrada a los 19 años la noche del 24 de febrero de 1977 junto a su compañero, Gabriel Rodríguez. Ambos eran militantes de Montoneros. Gabriel fue llevado herido al Hospital Militar de Campo de Mayo donde murió a las pocas horas. Tenían una hija de seis meses que al momento del secuestro fue llevada a la casa de una vecina y luego con familiares de Gabriel, quienes la criaron hasta que Alcira pudo salir de la cárcel de Devoto y exiliarse en Colombia. Alcira, que estaba embarazada de su segundo hijo, fue trasladada a la Comisaría de Ramos Mejía y a los meses fue legalizada en el penal de Devoto: «Su nacimiento fue mi venganza», graficó muy emocionada.
En su testimonio frente al TOC Nº1 Alcira mencionó también a Norberto Atilio Bianco, como el médico que la revisó por su embarazo durante el cautiverio en la Comisaría de Ramos Mejía: «Le vi la cara en una foto que tenía Abuelas de Plaza de Mayo. Inmediatamente lo reconozco. A pesar del trauma que significa esto, hay caras que no se olvidan nunca».