Querellantes de Campo de Mayo exigen acelerar los juicios

11 sobrevivientes del Centro Clandestino de Tortura y Exterminio Campo de Mayo, acompañados por familiares y decenas de personas, se movilizaron ante el juzgado federal 2 de San Martín, para reclamar la aceleración de las causas. Le exigieron a la jueza Alicia Vence, que “llame a prestar declaración indagatoria a los 50 represores que ya han sido identificados”, precisó el abogado querellante Pablo Llonto.

Llonto informó que el escrito con el reclamo fue recibido por los secretarios del juzgado, porque la jueza Vence estaba en esos momentos en Morón, donde está reemplazando a una magistrada de esa jurisdicción. Los querellantes solicitaron que la convocatoria a indagatorias se realice antes de la feria judicial, que comienza el 12 de julio. 

Ante la ausencia de la jueza, los y las manifestantes se dirigieron a la sede de la Cámara Federal de Apelaciones de San Martín, para notificar a sus integrantes “sobre lo que la jueza no está haciendo y para pedir su intervención, ya que son los superiores de la magistrada”. Durante la caminata de unas 11 cuadras, fueron seguidos por una discreta comitiva policial. 

En la Cámara fueron recibidos por un prosecretario, quien les informó que ya los camaristas habían sido notificados del reclamo y que se abrirá un expediente. Llonto señaló que los y las sobrevivientes pidieron que se aceleren los pasos procesales, en atención a que llevan casi 50 años reclamando justicia por todas las personas secuestradas en el Centro Clandestino de Tortura y Extermino de Campo de Mayo. Y también “por las y los 30 mil compañeros desaparecidos”. 

Llonto dijo ante el resto de las personas que se manifestaban: “Si nos ponemos pesimistas, el próximo paso será pedir el juicio político de la jueza Vence ante el Consejo de la Magistratura”. De lo contrario “si somos optimistas tendríamos que volver a pedir una reunión en el juzgado y otra en la Cámara”. Los pasos a seguir se resolverán en una reunión de querellantes, tomando en cuenta el nivel de respuesta o no respuesta del Poder Judicial de San Martín. 

Llonto recordó que lo que están pidiendo es “el llamado a indagatoria de unos 50 represores que ya han sido identificados, de distintos lugares de Campo de Mayo y de la zona de Zárate-Campana”. Los nombres de los responsables están mencionados en 13 documentos que fueron elevados al juzgado, a los que se sumaron otras dos presentaciones de la Fiscalía. “Sabemos que algunos de los represores están vivos y en otros casos, no sabemos si están vivos o no”, dijo Llonto, y agregó que “hace un año indagaron a los responsables” de la desaparición de 11 trabajadores ceramistas, pero después no hicieron nada más”, en lo que respecta a las indagatorias, a las acusaciones. Mientras tanto “los empleados del juzgado siguen trabajando, siguen sumando testimonios y pruebas, pero no se avanza en el tema de las indagatorias”. 

“Este juzgado es el que ha citado a más colimbas (a más exsoldados conscriptos que estuvieron en Campo de Mayo), pero no se avanzó más allá, cuando muchos de los colimbas han dado datos” importantes para incorporarlos a la prueba acusatoria. Llonto precisó que esos testigos han declarado que tenían conocimiento de que “el que salía a los operativos era Tal, el que andaba de civil adentro, en autos civiles, era Tal, lo que indica para nosotros que en la Escuela de Campo de Mayo hubo grupos operativos”. 

Respecto de los pasos a seguir, Iris Pereyra de Avellaneda, la madre de Floreal “El Negrito” Avellaneda, uno de los asesinados en Campo de Mayo, fue contundente: “Más allá de lo que pase, nosotros tenemos que seguir en la calle, tenemos que seguir luchando, no nos queda otra porque esa es la única herramienta que tenemos y con la que hemos ganado”. Iris puntualizó: “Esto tiene que seguir adelante, los milicos tienen que pagar por lo que hicieron y por eso exigimos justicia ya, que la jueza Vence se mueva y haga lo que tiene que hacer, porque le vamos a estar atrás de los talones”. Iris Avellaneda recordó que se viven “momentos muy difíciles y si nos quedamos, nos van a pisar la cabeza”.