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La Retaguardia

24 años de vida, Memoria y lucha

Por LR oficial en Derechos Humanos

El 1 de julio se cumplieron 24 años del aniversario de la Casa de la Memoria y la Vida en el predio de la Quinta Mansión Seré, partido de Morón, el primer espacio en toda Latinoamérica dedicado al ejercicio de la memoria colectiva. Estuvieron presentes el hijo de Nora Cortiñas, Marcelo Cortiñas, acompañado por  Sergio Maldonado, Marta Dillon, Cora Gamarnik, Carola Noriega y Bibiana Gómez Cabrera, directora de Derechos Humanos de Morón y representantes de la Agrupación hijos Gran Morón, Ituzaingó y Hurlingham. Un día para recordar, pasar por el corazón y el cuerpo, y seguir resistiendo.

Redacción: Marilina Contreras
Edición: Pedro Ramírez Otero

Se conmemoró el vigésimo cuarto aniversario de la Casa de la Memoria y la Vida (CMyV). “Construida en 1997 a metros de donde funcionó el Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio (CCDTyE) Mansión Seré. Su construcción fue una muestra del uso indiscriminado de los recursos publicos del entonces intendente municipal Juan Carlos Rousselot quien paso por alto los controles del consejo deliberante y ordenó construir este edificio para su uso personal a metros de la ya demolida Mansion Seré, sin darle importancia a lo que allí ocurrió durante el terrorismo de Estado. En el año 2000, a pocos meses de su asunción, el intendente municipal Martín Sabbatella, por iniciativa de la Asociación Seré por la Memoria y la Vida (ASMyV), tomó la decisión política de resignificar el espacio inaugurando la Casa de la Memoria y la Vida. Desde ese entonces, es la sede de la Dirección de Derechos Humanos, destinada a promover el ejercicio de la memoria colectiva y la defensa de los derechos humanos, siendo el primer espacio de memoria con estas características en Latinoamérica gestionado por un Estado local”, dijo Carola Noriega, referenta del Espacio de Memoria Mansión Seré de Morón, dando apertura a este encuentro. Es un espacio donde se reúnen organismos de derechos humanos, con una gran actividad cultural, talleres, cursos y encuentros. Allí se reúne, por ejemplo, la Asociación Seré por la Memoria y la Vida, quienes el 1 de julio de 2000, junto con el Estado local, concretaron el proyecto antropológico para que salgan a la luz los cimientos de la Mansión Seré. 

La directora de DD.HH. de Morón y representante de la Agrupación Hijos Gran Morón, Ituzaingó y Hurlingham, Bibiana Gómez Cabrera, estuvo presente toda la jornada y junto a Carola dieron la bienvenida. 

La primera actividad consistió en un recorrido ampliado por la Mansión Seré, con los puntos originales de la estructura de la casa: los cuatro pilares, pileta, placas, cimientos de la Mansión, y el tanque australiano, donde se efectuaron simulacros de fusilamiento.  

Entre sahumo y sikuris, referentes del Espacio por la Memoria de los Pueblos Originarios (EMPO), hicieron un emotivo homenaje a Norita Cortiñas, la Madre de todas las luchas, quien murió el pasado 30 de junio. El artista local Matias de Brasi, incorporó su imagen inmortal en el Mural por Luchadores y Luchadoras de los DD.HH., con la presencia de Marcelo Cortiñas, el hijo de Norita; Sergio Maldonado, hermano de Santiago; y el exintendente Martin Sabbattela. El sahumo nos fue guiando hacia el espacio ceremonial del EMPO, y sus dos murales por la memoria de los pueblos originarios. Durante la jornada, mencionaron el proyecto de declarar el municipio de Morón como plurinacional, hecho que podría ser una interpelación a otros municipios y una reivindicación a nuestros pueblos. 

También estuvieron presentes algunos excombatientes de Malvinas que repartieron chocolatada caliente. 

Alrededor de las 15.30, Marta Dillon y Cora Gamarnik brindaron una charla sobre su libro “Norita Cortiñas: retazos de una vida incomparable”. Editado por la Fundación Rosa Luxemburgo, está basado en más de 600 fotografías y documentos recuperados del archivo personal que donó Norita, en el que cuenta su recorrido y transformación en busca de su hijo Gustavo y en la defensa de los derechos humanos. Tuvimos la oportunidad de ver algunas fotografías de Norita de jovén, siempre con una sonrisa. El análisis antropológico que hacen de las fotografías es la transformación de su vida en esas representaciones. Con la presencia de su hijo Marcelo, recordaron una anécdota a partir de una imagen de las Madres marchando por primera vez con las fotografías ampliadas, dispuestas en carteles, de sus hijos e hijas. El marido de Cortiñas la esperaba en la esquina de esa marcha y al ver todas las imágenes de las personas desaparecidas, entre ellas su hijo, se descompuso pues le decía a Nora que parecían que venían caminando con ellas. Un momento emotivo, y una caricia al alma para aliviar tanta tristeza por su partida, pero reconforta saber que Norita sigue siendo lucha, amor y resistencia, que nos impulsa a seguir caminado y sostenernos para seguir defendiendo los derechos humanos en un contexto de brutal represión y desmantelamiento del Estado.    

Otro momento emotivo y conmovedor, fue la pieza artística y ejercicio de memoria que nos regaló la obra de teatro “Seré”, con dramaturgia y dirección de Lautaro Delgado Tymruk y Sofía Brito, que contiene audios del testimonio que dio Guillermo Fernández en 1985 durante el Juicio a las Juntas sobre su secuestro y fuga del centro clandestino de detención. Una obra impactante, con el escenario en los yacimientos arquitectónicos de la Mansión Seré. Nos movió el piso, ni el frío se sentía, solamente estaba el actor, la voz de Guillermo y la Mansión. 

La dirección de juventudes estuvo a cargo de la jam: bandas en vivo, mural, xilografía, y serigrafía en vivo. Artistas como Lutte, Almendra Victoria, Nrd Estencil, el equipo de arte urbano de Villa Mecenas y Refugio Gráficx, dejaron huella con su arte. Un mural colectivo de Norita Cortiñas en Paste Up, estampa de afiches con la frase “El futuro habita en la memoria”, y estampado de remeras en serigrafía con una imagen de Norita junto a la Casa de la Memoria y la Vida. También se pudo recorrer la muestra fotográfica “Historias con Memoria”, un recorrido visual fotográfico por momentos y hechos históricos desde la inauguración de la Casa por la Memoria y la Vida. 

La jornada terminó con el encendido de las “Huellas de fuego”, obra de Jorge Martínez, escultor local. Huellas de las madres que tiene que ver con el recorrido por la memoria colectiva y la construcción de la Casa por la Memoria y la Vida.

A pesar del frío invernal, fue un momento para “amucharnos, abrazarnos, mirarnos, sabernos que estamos juntes”, como dijo Gómez Cabrera. A pesar de un contexto opresivo, de la avanzada de la derecha, estamos de pie y seguiremos construyendo memoria colectiva para seguir luchando.