radio
Radio en vivo
La Retaguardia

CONMOCIÓN POR EL HALLAZGO DE LOS PRIMEROS RESTOS ÓSEOS EN LA PERLA DE CÓRDOBA

Por LaRetaguardia en Derechos Humanos, Nacionales, Uncategorized - publicado el 27 septiembre 2025

El Juzgado Federal N°3 de Córdoba anunció oficialmente este viernes el hallazgo de restos óseos en campos de La Perla, el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio más grande allende el AMBA. “Son restos parciales, no es una fosa común con cuerpos apilados”, aclararon desde el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) al dar cuenta del hallazgo al quinto día de iniciada una nueva campaña de búsqueda en la zona conocida como la Loma del Torito, ya rastrillada años atrás.

Tras muchos años de búsquedas sin resultados, lo que esta vez cambió todo fue una foto aérea que data de 1979 y que indica remociones de terreno. Con ese elemento, más declaraciones antiguas y un exhaustivo análisis de campo, los y las antopólogos del EAAF fueron delimitando la posible zona de enterramientos clandestinos hasta dar con este hallazgo, que podría ser el primero de otros.

En rigor, desde hace muchos años el EAAF tiene pendientes tres lugares de búsqueda en Córdoba: La Perla, las Salinas del noroeste y el ex Grupo de Artillería 141 José de la Quintana. El primero de estos lugares es el que a priori tiene más relevancia, por los más de dos mil secuestrados que pasaron por ese centro clandestino; a la vez, la búsqueda presenta allí complejidades no menores, por tener el predio casi 14 mil hectáreas y por haber sido escenario de actividades humanas como ganadería no controlada, incendios intencionales y prácticas militares a cargo del Ejército Argentino.

En ese marco, lo que el EAAF inició el 16 de septiembre pasado es la primera etapa de una campaña de 70 días que, a diferencia de las anteriores, arrojó resultados positivos más temprano que tarde. Aunque llevará meses saber a quién o quiénes pertenecen los restos, existe la casi certeza de que lo encontrado podría ser el inicio de una serie de hallazgos en esa zona. “Estamos trabajando en el lugar indicado”, expresaron este viernes desde la investigación, en una conferencia de prensa rebosante de querellantes y familiares tan ansiosos como expectantes.

La causa “Averiguación de Enterramientos Clandestinos” intenta saldar la gran deuda de la democracia: dar respuesta a la pregunta “¿Dónde están los desaparecidos?”. Nació en 1998, atravesó las más disímiles coyunturas políticas y económicas y sigue viva, principalmente, gracias a la lucha de los organismos de Derechos Humanos. La zona indagada es una de las tantas marcadas en el vasto campo de La Perla, conocida como la Loma del Torito. Es el sector marcado ya en los 80 por el trabajador rural José Julián Solanille, que durante el Juicio a la Juntas o Causa 13 relató que trabajaba en un campo de 280 hectáreas dentro de lo que llamó “la cárcel” y que, en 1976, escuchó “muchos gritos desgarradores de ese cuartel, esa cárcel clandestina”. Y que días después, “empecé a encontrar algunas anormalidades, algunas tumbas chicas, en algunos sectores”. “Yo echaba los animales y donde los animales iban a comer son las partes blandas, lo que llamamos las praderas. Y empecé a ver tumbas, rastros de los camiones, botellas de 7Up, balas de Itaka y de 45, cartuchos”, explicó ante los jueces y dijo que “un domingo, me tiraron una piba, dos chicas rubias jovencitas, en el suelo. Le habían pegado con el helicóptero; hicieron al lado unas tumbas y posiblemente las han sepultado ahí”.

Fusilamientos y grandes fosas clandestinas fueron parte del esclarecedor relato de quien también fue testigo en la megacausa La Perla-La Ribera (2012-2016). Un testimonio que ya es parte de la historia, pero una historia que sigue abierta, en tanto son proporcionalmente muy pocos los cuerpos encontrados que puede mostrar la democracia, de 1983 a esta parte. Y hasta tanto no se produzcan hallazgos, el delito de desaparición de personas se comete hasta hoy, explicó este viernes el juez Hugo Vaca Narvaja, a cargo de la investigación desde hace unos diez años.

Los querellantes, la fiscalía, el EAAF y el juzgado insistieron en que quienes tengan alguna información sobre eventuales enterramientos clandestinos en alguno de estos lugares se acerque a estas instituciones y pueda aportar a una investigación que aún sigue abierta. 

El antecedente más fuerte en ese campo militar data de 2014, cuando el EAAF halló los cuerpos de cuatro estudiantes de Ciencias Médicas y militantes de la Juventud Universitaria Peronista (JUP): Lila Rosa Gómez Granja, Alfredo Felipe Sinópoli, Ricardo Enrique Saibene y Luis Agustín Santillán Zevi, secuestrados por el grupo paramilitar Comando Libertadores de América en el Parque Sarmiento, el 6 de diciembre de 1975. Fue en los hornos de La Ochoa, a unos seis kilómetros en línea recta de la zona que se interviene ahora, y no se trataba de cautivos en ese centro clandestino.

Una década más tarde, con cautela, los organismos de Derechos Humanos celebraron el anuncio. La Mesa de Trabajo hizo hincapié en preservar la zona, entendiendo que La Perla “es un gran cementerio” y que “este hallazgo confirma que la historia no está cerrada: se sigue abriendo con cada verdad que emerge frente al silencio y al negacionismo”.

El colectivo que agrupa a organismos, agrupaciones estudiantiles, sindicales y políticas y organizaciones sociales consideró que “buscar y encontrar es una necesidad de toda la ciudadanía y de la democracia, y también un compromiso de las nuevas generaciones. Porque desenterrar la verdad, no naturalizar la crueldad y entender que esto es parte del presente son tareas colectivas que nos involucran a todos y todas”.

La preservación del predio tiene que ver con evitar incendios forestales, prohibir maniobras del Ejército y no avanzar con el asfalto de un camino que une La Calera con Malagueño y que literalmente parte al medio la actual Reserva Natural de la Defensa. Qué hará ahora el gobernador Martín Llaryora con ese anuncio de campaña es otra de las preguntas que queda flotando en el aire.