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Alfredo Pires


Dolores Guadix, Aixa Bona y el ex gendarme Oscar Alberto Olari se refirieron, durante esta jornada 26 del juicio, al secuestro y desaparición de Gervasio Martín Guadix, que la dictadura publicitó como un suicidio en la frontera de Paso de los Libres, Corrientes. La hija y la esposa de Guadix recuperaron su historia. El ex gendarme Olari, quien firmó el sumario del supuesto suicidio, se metió en un lío con su concierto de “no recuerdo”. (Por El Diario del Juicio*)  📝 Texto 👉 Fernando Tebele📷 Fotos  👉 Gustavo Molfino/Julieta Colomer💻 Colaboración especial  👉 Valentina Maccarone💻 Edición 👉 Martina Noailles👆 Foto de Portada: Dolores Guadix en plena declaración  📷 👉 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio El ex gendarme Oscar Alberto Olari está transpirando. No se le ven las gotas, es cierto, pero está sudando. Su nerviosismo llega a tal punto que, aun cuando le anuncian que su testimonio terminó, se queda sentado en la silla. “Mire que puede retirarse, eh”, tiene que insistirle el presidente del tribunal, Esteban Rodríguez Eggers. Olari se pone de pie. Con su mano grandota le cuesta abrir la puerta baja de madera que lo lleva al pasillo hacia la salida. Pasa entre la poca gente que queda a esa altura de la larga audiencia. Mira al piso, siempre. Desde la primera fila, sale disparada Dolores Guadix, la hija de Gervasio Martín Guadix. Él no la ve, pero ella corre detrás. Lo alcanza justo antes de que salga de la sala. Con la puerta entreabierta, Olari se enfrenta con la foto de Guadix: “Te acordás de él, ¿no?”. Le pone el rostro de su padre delante de sus ojos. No lo toca. Olari se pone más nervioso aún, pero se controla. Le empuja la imagen para quitársela de encima y sale. Llega hasta la puerta del tribunal y, apenas pisa la primera baldosa de la calle, se va corriendo sin que nadie lo persiga; tal vez sus propios fantasmas corrieran detrás. Si la justicia funciona, debería volver pronto. Dolores queda shockeada. Aguantó lo que pudo. Soportó 40 años de dolor. Con todo el aprendizaje de la lucha de los organismos de derechos humanos encima, con un gesto y unas pocas palabras, descargó algo de su enojo contenido. *** Rafael Flores, además de abogado querellantes sólo por el caso Guadix/Bona, es parte de la familia, porque está casado conuna de las hermanas de Aixa Bona, sobreviviente de la Contraofensiva, que declaró después de su hija.📷 Gustavo Molfino/El Diario del Juicio “Esta es tu oportunidad para contarle al tribunal las circunstancias que para tu vida sucedieron a partir del secuestro y del asesinato de tu padre. La palabra es tuya”. El que da el pie esta vez es Rafael Flores, abogado querellante sólo por este caso. No es cualquier caso para él. Está casado con una tía de Dolores Guadix, que es quien está ahora sentada y a punto de hablar de sus padres. “Soy la hija de Gervasio Martín Guadix y Aixa Bona. Lo que voy a contar no es que lo recuerde, pero es lo que pude reconstruir en estos años por los relatos, por cosas que me fui enterando e investigando”. Le llaman Luli a Dolores, que se expresa sin apuro y cuida cada palabra. “Yo esperé 40 años, ahora espérenme a mí que voy a relatar a mi ritmo”, parece decir, pero no dice. Repasa la historia de sus abuelos y no tarda en posarse en la figura de su padre. “Tenía mucho sentido del humor, todos lo que lo recuerdan siempre rescatan el sentido del humor que le ponía a la situación. A él lo crió la empleada doméstica que era sordomuda, le decíamos La muda. Se adoraban al punto que la eligió como mi madrina. Ella sí era muy peronista”, contrapone con el antiperonismo de sus abuelos.Luli le dedica un tiempo importante de su testimonio a la sensibilidad y los saberes de su padre; se codeaba con el arte de todas las maneras que pudiera. “Le gustaba la literatura, el arte, dibujaba y pintaba muy bien. Tenía mucha iniciativa. Traje algunos dibujos de él para que vean que no miento en cuanto a su capacidad analitica, la habilidad tecnica, la complejidad de los espacios que construye. Viendo sus dibujos te das cuenta de la inteligencia que tenía. Recuerdo mucho un dibujo que tenía cuando era chica, un dibujo de una rata disfrazada de rata. Se permite una suerte de ironía. Era muy hábil para transmitir sin palabras lo que quería decir. Tenía mucha sensibilidad social, por eso estudió arquitectura, como para unir sus pasiones. También hizo una película que yo no pude ver pero conocí a los actores y actrices que trabajaron. Hacía afiches con serigrafía”, resalta. Uno de los dibujos de Guadix que su hija Dolores presentó al tribunal de San Martín Cuenta que “empezó a militar en la Juventud Peronista en la facultad de arquitectura. “Ahí conoció a mi mamá y empezaron una relación. Después se unieron a Montoneros. En un momento dibujó una historieta sobre el 17 de octubre que se repartió y gustó mucho”. Dice que a raíz de eso lo convocaron para sumarse al grupo de prensa que se había instalado en México, en el año 1978. Allí “conoce a varios de los compañeros que están incluidos en esta causa. Algunos ya declararon como Ana María Ávalos, Daniel Cabezas, Nora Hilb”. También nombra a “Alfredo Lires, Graciela Álvarez, que están desaparecidos”. Dolores se desliza por el relato como navegando sobre un mar calmo, pero ya llegaría el momento de la tormenta. Reconstruye instancias del comienzo de la Contraofensiva. “Sé que ahí se hizo una reunión donde se evaluó el tema. Para esa época ya se sabía de las aspiraciones que tenía Massera porque de la ESMA liberaba compañeros que mandaba al exterior y ellos contaban. Se desestimó la posibilidad de negociar. Había intentos por parte de Massera para eso”, expresa en torno del proyecto político no exento de perversidad del entonces hombre fuerte de la Armada Argentina. “Se evaluó el desgaste de la dictadura en términos políticos. Se decidió volver para