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Juicio Cagliero

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Con la esperanza de lograr una condena a perpetua para los dos policías bonaerenses involucrados en el homicidio de su hijo, el padre y la madre de Diego Cagliero estuvieron hoy en la apertura del juicio oral en los Tribunales de San Martín. “Tenemos un descreimiento total en la Justicia, pero igual venimos luchando con la esperanza de que los dos imputados sean condenados”, dijeron Adriana García y Horacio Cagliero. Redacción: Carlos RodríguezEdición: Pedro Ramírez OteroFotos: Carlos Rodríguez Con la esperanza de lograr una condena a perpetua para los dos policías bonaerenses involucrados en el homicidio de su hijo, los padres de Diego Cagliero estuvieron hoy en la apertura del juicio oral en los Tribunales de San Martín. “Tenemos un descreimiento total en la Justicia, pero igual venimos luchando con la esperanza de que los dos imputados sean condenados”, dijeron Adriana García y Horacio Cagliero.  Antes de entrar a la audiencia, el padre y la madre de Diego recibieron el apoyo de centenares de personas que se concentraron durante más de diez horas frente al edificio de los Tribunales de San Martín, en Balbín al 1700 (ruta 8), para repudiar “el gatillo fácil policial” y para reclamar “que se condene a los asesinos de Diego Cagliero”.  En el debate serán juzgados los policías Rodrigo César Exequiel Canstatt (26) y Sergio Darío Montenegro (34). A la desconfianza natural en el Poder Judicial, Adriana García y Horacio Cagliero sumaron en este caso sus “dudas sobre cómo funcionan los juicios por jurados populares”. Esa será la modalidad del proceso judicial por el asesinato de Diego, quien tenía 30 años cuando fue baleado sin razón alguna, junto con otros siete amigos, el 19 de mayo de 2019. Eran los años de la nefasta “doctrina Chocobar” impuesta por el gobierno de Mauricio Macri y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.  Canstatt y Montenegro están acusados por los delitos de “homicidio agravado por ser miembro de una fuerza de seguridad y por el uso de armas de fuego”. Canstatt disparó diez veces con su pistola reglamentaria contra la camioneta en la que iban Cagliero y otros siete jóvenes. Uno de los disparos fue el que provocó la muerte de Diego.  Por su parte, Montenegro disparó tres veces. Por esa razón, el policía, además de ser considerado coautor de los hechos, debe responder en forma personal por la “tentativa de homicidio” de Mauro Tedesco, otro de los jóvenes que iba en la camioneta. El chico estuvo internado en grave estado luego de recibir un impacto de bala que partió del arma reglamentaria de Montenegro.  La fiscal María Fernanda Billone, quien imputa a los policías por el homicidio de Cagliero y por la herida grave sufrida por Tedesco, también acusa a los dos por el “homicidio en grado de tentativa” en perjuicio de los jóvenes que salieron ilesos. Los dos policías llegaron al juicio en libertad. El proceso, en lo técnico-jurídico, estará a cargo del juez Marcelo José Machado, presidente del Tribunal Oral Criminal 1 de San Martín. Hoy fueron elegidos los 12 jurados populares —más 6 suplentes—, quienes serán los encargados de evaluar las pruebas que se presenten en el juicio y dar su veredicto.  “Mi nieto hoy no tiene a su padre y eso duele todos los días”, señaló Adriana García, la mamá de Diego Cagliero. Ella y  su esposo dialogaron con La Retaguardia en la puerta de los tribunales. El abogado de la familia, Fernando Sicilia, ratificó por su parte que ellos comparten el pedido de la Fiscalía por “homicidio agravado” contra  los dos policías. De lograrse esa calificación en el juicio, los dos recibirían la pena de prisión perpetua.  La persecución policial, que involucró a cinco patrulleros, se produjo luego de que los jóvenes tuvieran un entredicho con los empleados de un supermercado de Martín Coronado, en el partido de Tres de Febrero, donde ocurrieron los hechos.  Algunos de los jóvenes fueron acusados de haber intentado llevarse sin pagar unas mercaderías de bajo costo. Por ese motivo, los empleados de seguridad del comercio llamaron al 911. Eso dio lugar a una persecución policial de la que participaron los ocupantes de cinco móviles de la fuerza de seguridad. Se comprobó que los únicos que dispararon fueron los dos policías que están imputados.  Luego de asesinar sin razón a Diego Cagliero y de herir de gravedad a Mauro Tedesco, los policías intentaron, una vez más, practicar el viejo truco del “enfrentamiento”. Para eso “plantaron” armas en el vehículo en el que iban las víctimas, pero las pericias demostraron de manera fehaciente que ninguna fue disparada y que los únicos que apretaron el “gatillo fácil” fueron los policías.El abogado de la familia Cagliero anticipó que “los defensores van a decir que Diego estaba armado, pero las pericias realizadas son contundentes y demuestran que todos los disparos partieron de la comisión policial”. Lo insólito, dijo Sicilia, es que “a Diego le plantaron un arma de plástico. Todo fue una causa armada y lo vamos a demostrar”.  En su momento, el expediente fue desdoblado en dos: por un lado, se investiga el supuesto “robo agravado en poblado y en banda” contra el supermercado, y por el otro el “homicidio agravado” que hoy llegó a juicio.  Mientras los policías acusados de “homicidio agravado” están libres, por el supuesto robo fue detenido Ángel Bramajo, uno de los amigos que acompañaban a Diego Cagliero.  Horacio, el padre del joven asesinado, recalcó ante una consulta de La Retaguardia, que “la causa que le armaron a Ángel es funcional al entramado que montaron para tratar de demostrar que hubo un enfrentamiento”. Agregó que “lo de Ángel es inexplicable, pero esperamos que en el juicio contra los asesinos de Diego salga a la luz toda la verdad”.  El ensañamiento con Ángel Bramajo es tal que estuvo detenido más de dos años en cárceles bonaerenses y en comisarías. Hace poco tiempo le dieron el supuesto “beneficio” de la prisión domiciliaria, con tobillera electrónica incluida. De ser verdad que se haya quedado con alguna mercadería que no